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ORIGEN Y FORMACION DEL CASTELLANO

Algunos aseguran que la lengua que hablamos hoy en día llega a mas de 400 millones de personas en el
mundo; nació en la región montañosa de Cantabria, al norte de la península ibérica.
El uso de la lengua castellana se ha rastreado hasta el siglo X en las proximidades de la región de Burgos
(región de Castilla La Vieja, también al norte de la península ibérica, muy cercana a la región de los
montes cantábricos).
Empero, el uso de dicha lengua no fue automático, no emano espontáneamente, sino que sufrió un largo y
trajinado proceso de formación que se emparenta, inevitablemente, con muchos sucesos acaecidos en la
península ibérica desde más de dos milenios.
1.- Lenguas primitivas.-Antes de la llegada de los españoles, en el siglo III A.C. ya vivían en la península
ibérica algunos pueblos de procedencias diversas y que tenían sus propias lenguas (obviamente
primitivas), a saber, los iberos, los celtas, los vascos. Posteriormente los iberos se fundieron con los celtas
y dieron nacimiento a la cultura celtibera.
Se sabe que diversas culturas colonizaron la península en diferentes momentos históricos y, como es
natural, cada una dio a estos territorios un nombre. Por ejemplo, los fenicios la llamaron Ishepanim (Tierra
de Conejos), de donde los cartagineses derivaron Spanija y los romanos Hispania; claro que antes de
estos últimos los griegos la llamaron Iberia.
De las culturas antiguas, primeras, la única que ha sobrevivido hasta ahora son los Vascos quienes
mantienen el uso de su lengua vascuence o euskera, actualmente en uso en el país Vasco, perteneciente
al estado español. Pero hasta las que no han sobrevivido han dejado su huella en el vocabulario español.
2.- Dominación romana.- Coma ya se dijo, los españoles invadieron la península ibérica en el siglo III AC
y su influencia política militar persistió hasta el siglo V dC.
Una vez declarada Hispania provincia romana, los invasores organizaron y colonizaron la mayor parte del
territorio peninsular, impusieron sus costumbres, su cultura, sus normas jurídicas y, obviamente, su lengua
(el latín).
En el tiempo en que Roma colonizo la península se usaban hasta tres tipos de latín: el latín
clásico o literario (lengua en la que escribían los grandes poetas romanos); el latín urbano (usado en las
ciudades por los patricios y ciudadanos en sus conversaciones diarias); y el latín vulgar (usado por el
ejército y los colonos).
Este ultimo latín vulgar, usado por los legionarios romanos en las provincias conquistadas y por la masa
popular de los colonos y comerciantes fue el que dio original romance castellano.
3.- La invasión de los Visigodos.- Ya en el siglo V d.C., un conjunto de pueblos no conquistados (a los
que los romanosdieron la denominación general de bárbaros) invadió las provincias romanas. Esto originó
un rompimiento del vínculo político social y militar con Roma y las formas vulgares del latín traído por los
legionarios empezó a diferenciarse cada vez más, no solo de la lengua romana sino también entre las
diversas regiones que dejaron de pertenecer al Imperio.
Los Visigodos, pueblo de origen germánico, fueron los que se establecieron en la península ibérica.
Paulatinamente fueron adaptándose a las costumbres y lenguas propias de la
región, romanizándose profundamente, sobre todo desde su conversión al catolicismo en el siglo VI.
La actual nacionalidad española esta basada en la cultura hispano visigoda.
4.- La invasión árabe.- Obedeciendo los preceptos religiosos del Islamismo, los árabes invadieron la
península ibérica en el año 711 d.C. Casi todo lo que se conoce ahora como territorio español cayó bajo
dominación musulmana.
Es así como una nueva cultura y una nueva lengua se posesionan en la península ibérica y nutren al que
luego será el romance castellano. Se calcula que cerca del 5% del léxico castellano proviene del árabe.
Después del latín es la lengua que más términos ha aportado a nuestra lengua.
5.- Lenguas románicas.- La expresión lengua romance o románica proviene de Roma de la
expresión hablar a la romana, muy usada en la época de la influencia visigoda y que sirvió para señalar a
las personas que hablaban en algún dialecto del latín vulgar que aun permaneció vigente, tomando cada
vez mas su propia personalidad región a región, en los antiguos territorios del Imperio Romano.
Con el transcurrir de las centurias estos hablares a la romana fueron transformándose y adquiriendo su
propia personalidad, llegando hasta nuestros días con sus propios nombres: castellano, francés, italiano,
portugués, provenzal, rumano, sardo, catalán, retorromanico, asturiano y gallego.
6.- Formación del Castellano.- La llamada Guerra de la Reconquista le costo a los españoles alrededor
de ocho siglos de penurias y enfrentamientos contra los árabes (711-1492).
Los reinos cristianos, replegados en la zona montañosa del norte, combatieron contra los musulmanes que
dominaban todo el sur y el centro de la península.
Pero estos más de ocho siglos no fueron de permanente tensión bélica entre los dos pueblos. Hubo largos
periodos de paz entre cristiano y musulmanes. Un numeroso grupo de pobladores hispano godos,
llamados mozarabes vivieron en lugares de abierta dominación árabe.
En los reinos del norte, lentamente se fueron diferenciando los romance gallego, castellano y catalán. En el
centro y sur de la península, los árabes hablaban el árabe y los hispanogodos el mozarabe.
Los habitantes del reino de Castilla fueron, siempre los adelantados en la Guerra de la Reconquista;
siempre estuvieron en el limite entre los cristianos y los árabes y fueron ellos quienes consiguieron,
lentamente, replegar a los musulmanes hacia el sur de la península.
Con ese espíritu combativo, independiente y abnegado, reflejado en las mismas costumbres de la
población, se fue nutriendo el romance que hablaban. El romance castellano recibe asi, una marcada
personalidad frente a las otras lenguas.
En resumen, debemos decir que el castellano se inicio con palabras latinas con pequeñas modificaciones y
diferentes entonaciones que fueron evolucionando hasta encontrar su fisonomía propia. Siendo, el síntesis,
fruto de las transformaciones del latín vulgar en boca de los castellanos, de los demás españoles de la
península y, finalmente, de todos los hispanohablantes.
Actualmente hay más de 400 millones de usuarios de la lengua castellana, la mayoría se encuentra en
América Latina.
LENGUAS QUE APORTARON AL ESPAÑOL
Si bien el latín aportó las tres cuartas partes de las palabras que forman el castellano, hay otra cuarta parte
que, debido a las numerosas invasiones sufridas por el pueblo de la Hispania, también aportó muchas
voces a nuestra lengua madre. Son términos que, muchas veces, desconocemos que vienen de otras
lenguas y se han integrado a la nuestra, no como sucede actualmente con los extranjerismos, sino desde
los comienzos de la formación del español.
Elemento griego
Interviene en la composición de términos cultos, científicos, artísticos, eclesiásticos, etc. Limosna
(eleemosyne), apóstol (apóstolos), Biblia (biblion), fotografía (photós-graphein), meteoro (metéora), profeta
(prophétes), etc. Asimismo, por tradición se usan voces griegas para designar inventos y manifestaciones
nuevas de la ciencia, tal como sucede con las palabras estereofonía, cinematógrafo, periscopio, filatelia,
etc.
Elemento árabe
Forma parte de miles de palabras que comienzan con el artículo al, y en otras relacionadas con la guerra,
el comercio, las ciencias y objetos de uso cotidiano. Almacén (al mahzan), álgebra (al yebr), aduana (al
divân), tambor (tambur), jirafa (zárafa), azúcar (súkkar), albóndiga (al búnduqa), etc.
Elemento godo o germano
Se lo encuentra en la formación de vocablos relacionados con la guerra y en muchos nombres de
personas. Grupo (kropf), guante (want), guerra (werra), orgullo (urguol); entre los nombres propios
encontramos Enrique (Haimirich), Fernando (Firthunands), Ramiro (Ramaners), Gerardo (Ger-hard), etc.
Elemento vasco
Ha quedado en nuestra lengua en palabras como ama (amma), boina (boña), cencerro (zinzerri), gorra
(gorre), izquierdo (ezker), además de algunos apellidos patronímicos terminados en az, ez, iz, oz y uz.
Elemento hebreo
Aparece en términos relacionados con la religión, topónimos y sobre todo, onomásticos, debido a la gran
cantidad de nombres propios que figuran en la Biblia. Pascua (pesaj), rabino (rabbí), sábado (sábbâth);
entre los nombres encontramos Eva (Havva), Ester (Ishtar), Gabriel (Gabri-El), Isabel (Elisheba), etc.
Elemento americano
Son las voces que el conquistador español conoció cuando llegó al continente americano y, por supuesto,
incorporó a su propio léxico. Cacao, cacique, caimán, cancha, chocolate, loro, maíz, morocho, poncho,
tambo, yacaré, yapa, etc. Las lenguas modernas también aportaron algo de su vocabulario a nuestro
idioma, y en realidad aún lo siguen haciendo a través de modernos vocablos que constantemente se
incorporan al castellano; lo que ahora llamamos extranjerismos, mientras que en otras épocas se
introducían por el uso de los distintos grupos de inmigrantes.
Del francés
Blusa (blousse), bufete (buffet), camión (camion), ficha (fiche), jardín (jardin), silueta (silhouette), etiqueta
(etiquette), etc.
Del inglés
Esmoquin (smoking), túnel (tunnel), fútbol (foot ball), tranvía (tranway), cheque (check), etc.
Del italiano
Brújula (bussola), piano (pianoforte), espiedo (spiedo), espagueti (spaghetti), muzzarela (mozzarella), etc.
Del alemán
Bloque (block), cinc (zink), frac (frack), etc. Además de las palabras que han aportado a nuestro idioma
todas estas lenguas, existen otras que son propias del español y que se han formado a través del uso
cotidiano; algunas son derivadas de voces de nuestro propio lenguaje; otras son combinaciones de
elementos de distintos idiomas. Como ejemplo de estas combinaciones tenemos: ecografía (latín + griego),
televisión (griego + castellano), alcaucil (árabe + español).
CASTELLANO EN AMÉRICA
En 1.492 España emprendió la conquista y colonización de América. El español se difundió
más allá del continente europeo. En América se impulsó el dialecto de los conquistadores.
En algunas regiones no abandonaron las propias leguas indígenas y por eso, el español
incorporó numerosas palabras de las lenguas aborígenes. Por ej. de los indios caribe de las
Antillas provienen: canoa, maíz, colibrí; del náhuatl: cacahuate, tomate, petaca y de
los quechuas : papa, locro, chacra, pampa, puna, cóndor, vicuña, alpaca, jaguar, boa y
loro.
El español americano:
En el proceso de expansión del español en la América colonial, influyeron
diversos factores que explican las variaciones dialectales del español americano. Algunos
de ellos son:
-Tipo de emigración española a las Indias (época colonial): El predominio del
contingente andaluz influyó en la extensión del seseo, yeísmo y
la modificación o no pronunciación de algunas "r" y "l" (servidó por servidor), o "g" y"d"
(calzao, perdío), aspiración de las "s" (mimo por mismo).
-Influencia de las lenguas indígenas :Estas lenguas originaron una gran variedad de
sustratos y situaciones de coexistencia
que varían en cada zona. Por ejemplo ,a lo largo de los Andes se pronuncian de diferente
modo la "ll" y la "y" por influencia del quechua; en Paraguay tenemos coexistencia del
guaraní con el español (este último tiene una pronunciación particular influida por aquel)
-Corrientes inmigratorias de los siglos XIX y XX: Especialmente en Argentina llegaron
inmigrantes de diversos lugares que influyeron en el vocabulario, originándose en algunos
casos, jergas como el "lunfardo".
Las características típicas del castellano rioplatense son: seseo (pronunciación de c, z y s
como "s"), yeísmo (pronunciación de "y" en donde aparece la "ll"), voseo (uso de "vos" en
lugar de tú).
LA ENSEÑANZA DEL ESPAÑOL EN EL MUNDO
Según el último anuario del Instituto Cervantes, son más de 90 países donde se estudia el español; con un
total de 14 millones de estudiantes que lo estudian como lengua extranjera. Obviamente, es el continente
americano el que tiene mayor demanda. En Europa estudian español casi 3 millones y medio de
estudiantes distribuidos en 38 países diferentes, sin incluir a un número considerable de estudiantes que
nos visitan cada año para aprenderlo. La expansión del español en África vive un momento crucial. Más de
medio millón de africanos estudian español como lengua extranjera a lo largo y ancho del continente en
más de una quincena de países. La situación del español en Oriente Próximo arroja resultados igualmente
esperanzadores si tenemos en cuenta la inestabilidad política y por tanto económica que atenaza a la zona
en los últimos años: más de 15.000 alumnos cursan estudios de español en toda el área. Asia y el Pacífico
Sur suponen el mayor reto que afronta nuestra lengua en los albores del siglo XXI. Frente a cifras como los
60.000 universitarios japoneses que demandan cursos de español o los más de 20.000 estudiantes de
español en Filipinas, llama poderosamente la atención el escaso número de estudiantes en China (unos
9.000 alumnos). Es claro el desafío que nuestra lengua tiene que afrontar en China, dada su importancia
estratégica, pero también resulta evidente que las perspectivas son óptimas y que todo indica que en los
próximos años se producirá un fortísimo aumento de la demanda.
De todas estas cifras, la conclusión principal que se extrae es que el español ocupa hoy el segundo lugar
como lengua extranjera más estudiada del mundo, por detrás tan solo del inglés. La demanda de español
es también la que más ha crecido en la última década, pareja de nuevo a la demanda de inglés.
Al margen de cifras, la enseñanza del español como lengua extranjera que sirve como base fundamental
para su difusión en el mundo viene íntimamente ligada a los usos de las nuevas tecnologías como
soportes de los nuevos conocimientos y herramientas didácticas para aprender el idioma. Por ello, si
aprendemos una lengua extranjera sin poder optar al modelo optimo de aprendizaje cultural y lingüístico,
es decir, en inmersión, disfrutando de una estancia en el país elegido, resulta muy motivador y
enriquecedor ofrecer a los estudiantes la posibilidad de participar en listas de distribución o realizar
intercambios de correo electrónico y chat con hablantes de la lengua meta (para lo que habrá que adquirir
las destrezas necesarias que permitan escribir, por ejemplo, esos correos electrónicos). A esto se añade
Internet como una fuente de recursos que permite contextualizar el aprendizaje de lenguas modernas con
todo tipo de información sobre cualquiera de los temas de su interés.
EL ESPAÑOL EN LA RED
Como decíamos al principio, la presencia del español en Internet es una garantía de difusión de nuestro
idioma al resto del mundo. Internet está considerado como «el medio de comunicación masiva más
democrático inventado hasta la actualidad». Es evidente que tales sistemas de comunicación necesitan de
soportes lingüísticos. El importante desarrollo del uso del español en estas autopistas de la información de
los últimos años ha magnificado su importancia en el mundo actual. Esta circunstancia conlleva, sin
embargo, diversos requisitos, que han sido juzgados de manera muy desigual por los lingüistas. Es un
hecho incuestionable que, para que una lengua viaje con éxito por las ondas, tiene que ser «comprensible
» para todos, o, al menos, para la gran mayoría de quienes la conocen en el mundo. Lo que preocupa a
muchos —aun a los que reconocen estos hechos fundamentales— es que la necesidad de homogeneizar
al máximo nuestras variedades dialectales fuerce a crear un «español neutro». Para muchos autores, la
amenaza de ese “español neutro” llegaría con el uso de un lenguaje de “mínimos”. Además las cifras de
usuarios internautas hispanohablantes son muy escasas frente al inglés.
En cifras generales, según el propio Instituto Cervantes, se calcula que hay unos 500 millones de
internautas. De ellos, 22 millones utilizan el español (el 4,5%) frente a 220 millones (el 45%) que usan el
inglés: Se calcula que hay unos 2.200 millones de páginas web: 1.400 millones están en inglés, y 120
millones (el 5%), en español. Este hecho nos hace reflexionar sobre la influencia, cada vez mayor, del
idioma anglosajón en el español, algo que se va incrementando cada vez más en los países
hispanoamericanos sobre todo. Debemos tener en cuenta que el desarrollo de las nuevas tecnologías no
es tan avanzado en estos países hispanoamericanos que, sin embargo, cuentan con el español como
lengua de uso que ayudaría por otro lado a incrementar la presencia del español en la red.
Muchos autores consideran que, a pesar de las grandes diferencias entre el inglés y el español en cuanto
al uso de la red, lo que realmente importante es la presencia de nuestro idioma en Internet, hecho que lo
convierte en potencial de desarrollo y queda constancia en el mundo de las nuevas tecnologías,
adaptándose a los nuevos escenarios de comunicación global y presente así en todo el mundo.
Lo que si queda claro es que la presencia del español en la red sirve en gran medida como fuente de
difusión no sólo de nuestro idioma, sino también de nuestras culturas lo que le convierte en un instrumento
más, quizás el más importante, en la globalización de medios junto a la televisión o la radio. Por último no
debemos olvidarnos de otros medios que ayudan a la difusión del español en el resto del planeta como son
la música, el cine, etc…

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