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CUADERNOS DEHISTORIA 223 DEPARTAMENIU DE CIENCIAS HISIORICAS UNIVERSIDAD DE CHILE _DICIEMBRE 2002 CRISIS, PACTO SOCIAL Y SOBERANIA: EL PROYECTO EDUCACIONAL DE MAESTROS Y TRABAJADORES. CHILE, 1920-1925! Leonora Reyes Jedlicki Programa de Doctorado en Historia Universidad de Chile “Si en realidad se nota decadencia en la vida politica de Chile, se advierten, en cambio, poderosos nticleos altamente inspira dos, con ideas bien organizadas, que en el campo del profeso- rado, de la juventud y del obreraj, estén construyendo las nue- vas normas de nuestra futura nacionalidad y las bases de una vigorosa cultura americana”. Luis Gémez Catalin, profesor pri- mario y Mder de la AsociaciOn General de Profesores (1926), Introduccion nfluida por el ideario ilustrado europeo, la elite dirigente chilena del siglo XIX asumié como tarea primordial establecer un sistema de instruccién publica nacional que fuera socialmente discriminatorio y esencialmente moralizador, para ue, junto con preparar a los jévenes hijos de las familias oligérquicas en la con- duccién del Estado, incorporara eficiente, subordinada y disciplinadamente a los 1 BI presente trabajo se realiz6 para el curso de Filosofia Politica Contemporénea dictado Dorel profesor Carlos Ruiz durante el 1° semestre de 2002. Se agradece al profesor Gabriel Salazar por revisin y sugerencias al original (CUADERNOS DE HISTORIA Eenudioe sectores populares en la conformacicn de la legalidad y el mereaclo nacional. Este ‘ikimo ‘disciplinamiento’ fue la primera nocién de ‘educacién popular’ formal en Chile. Tal consenso uo pude estublecerse sino a partir de largos debates”, Ade- ‘més debi6 confrontar largamente otras fuerzas: intuitivas, espontdneas y na- turales formas de produccién y transmisién de saberes sociales y culturales surgidas desde la sociabilidad popular contormada bajo el orden colonial pri- mero y bajo el orden liberal-oligdrquico después. Tanto para los “vagabun- dos” y los “cosecheros” del siglo XVIII, como para los peones-gafianes del siglo XX, ese saber consistié, fundamentalmente, en un conocimiento deta- lado del entorno natural del pafs, con fines especificos de subsistencia. La cultura popular que surgié de esa subsistencia no evolucioné ~como se sabe- con acato y obediencia a la cultura y las normativas provenientes del Imperio, primero, y de la Repdblica, después. De las técnicas de recoleccién y/o de roduccién agropecuaria, se pas6 a las “combinaciones” para ncameter hurtos yeel “andar de los caminos" se convirtié en un conocimiento estratégico para la fuga, la retirada o la insurrecci6n, Para la cultura popular de susbsistencia, los hijos eran més necesarins en el hogar y no en las escuelas, porque éstas no ofrecfan condiciones materiales ni posibilidades de ascenso econémico 0 so- cial, ventajas que la hubiesen hecho imprescindible para el proyecto familiar. To que se aprendia en las escuelas primarias era considerado Iejano, ajeno e indtil. ¥ lo que se necesitaba era trabajar y subsistr. Para la clase dirigente, la cultura popular fue sin6nimo de barbarie, igno- rancia, flojera y falta de ambiciones. Por esto, la “retencién” de los nifios pobres en el sistema escolar era, para ella, un objetivo indispensable en orden a disciplinar la sociedad. Porque, como lo anoté un Visitador de Escuelas, “...n0 mirando en el hijo mas que un instrumento que puede ayudarle a lucrar, més que indiferencia, siente odio por la escuela...”*. Esgrimiendo razones in mencionar los ya conocidos trabajos de quienes protagonizaon tales debates (Andrés ‘Bello, Domingo Faustino Sarmiento, Miguel Luis y Viet Gregorio Amunétegui, José Victorino Lastaria, Diego isarros Arana, Valentin Letelier, Abdén Cifuentes, Manuel Montt entre otros), abe mencionar los studios que han recogido parte de éstos: Amanda Labarc, Historia de la ‘ensehanca en Chile Santiago: Imprenta Universitaria, 1939; Ferando Campos Harriet, Desa rrollo educacional 1810-1960, Ssoviage: Editorial Andrés Bello, 1960, y Lorcto Eesta, La ‘educacin primaria popular en el siglo XIX en Chile: una préctca de politica estatal, DIBAM, ‘Santiago, 2000; Sol Serrano, “Los desaffos de a Universidad de Chile en la consoliacién del Estado (1842-1879)", en Reflexiones sobre historia, politica yreligdn, Santiago, 1988. “BI problema deta retencin de 10s escolares", en Memoria que el Visitador de Escuelas de la Provincia de Llanguihve pasa al efor Inspector de Instrucisn Primaria por Domingo del Solar, marzo 22 de 1863. Extractado del Monitor de las Escuelas Primarias, Tomo X, N°17 de enero de 1864, Santiagn, yp 298-299, Citada en, Mario Monsalve, "fel silencio comencd 2 Leonora Reyes Jedlicki CRISIS, PACTO SOCIAL Y SOBERANIA similares, varios grupos privados (masones, industriales, cat6licos, liberales e ‘intelectuales) hicieron de su ideario politico o religioso una practica pedago- ‘gica efectiva e instalaron diversos tipos de escuelas populares’. Un sector popular que parecié sensible a este oferta formal y elitaria de educacién lo constituyé el artesanado criollo. Pese a haber desarrollado su propia autoeducacién econémica (de maestros a oficiales y aprendices) el arteranado no logeé desarrollar plenamente su proyecto empresarial ni aco ciarse, para ello, con la oligarqufa mercantil®. Su exclusién del sistema pro- ductivo hegeménico los llevé a refugiarse en organizaciones de ayuda mutua que, pese a su actitud defensiva, mantuvieron un apreciable poder electoral, sostuvieron consistentemente demandas de politica econémica (eran protec- cionistas y contrarios al librecambismo de los grandes mercaderes), lucharon con entereza contra los abusos que se cometfan con su serviciv en la Guardia Civica y terminaron convirtiéndose en un temible poder politico callejero. Por todo eso, podfan evolucionar, o bien hacia el bandidaje social y delictual, © bien hacia el apoyo del sistema dominante. No fue extrano entonces que, tanto para liberales como para conservadores, se convirtieran en el foco de las politicas educacionales, morales y sociales®, Para los artesanos, en cambio, la instruccién se convinti en el camino estratégico de salida. Basicamemte, ésta se concibié como adquisicién y desarrollo de saberes “tiles”, a efectos de hacer innecesaria la importaci6n de artesanos y manufacturas extranjeras. De esta manera, los cursos de dibujo lineal, la geometria, la quimica, la fisica y Ia aritmética fueron considerados conocimientos esenciales para sus anhe- los de profesionalizacién. Pero a este deseo de autonomfa se contrapuso la it reinar”, Document para la historia de la instruccion primaria, 1840-1920. Fuentes pare la ixora de la Repablica, Vol. IX, DIBAM, Santiago de Chile, 1998, p. 21 * Bate estas iniciativas de conte benéfico se encuentra lo realizado por Ia Sociedad de Ins- truceiGn Primaria (1856) yl Sociedad de Escuelas CatGlicas de Santo Toms de Aquino (1869) Ver: Loreto Egafa, La educacién primaria.. op. cit, capftalo 1 y Pablo Toro, "Una mirada a las sociabilidades educacionales y alas doctrinas de la ite y de los artesanos captalinos frente ‘la demanda socal por insrucciGn primaria(1856-1920)”, Tesis de Licenciatura en Historia, ‘Samtago, PUC, julio de 1995, primera pant. 5 Ver: Gabriel Salazar: “Empresariado popular eindustrializaci6n: la guerilia de los merca- eres (Chile, 1830-1885)", Proposiciones 20, Santiago: Ediciones SUR, 1991y Sergio Grez, Loe anaranae chilenoe dal eign XIX: wn prayectn medomizadoe-demecrtizadon”, Propo ciones 24, Santiago: Ediciones SUR, 1994. © Ver: Sergio Grez, Dela “regeneracién del pueblo” ala huelga general. Génesis y evolu cin histrica del movimiento popular en Chile (1810-1890). Saotiago: DIBAM, 1997, capt los 11 14; yen Milton Gadoy, "Mutualismo y educaciGn: las escuelas nociumas de artesanos, 1860-1880", Ultima Década N°2, Vifa del Mar: CIDPA, 1994, también, Pablo Toro, “Una mirada haca las ociabilidades educacionales..”, op. cit, Tercera Part, 113 CUADERNOS DE HISTORIA Extuion asimilacién de los principios de moralidad de las clases altas que, por lo de- ‘nds, exa sateria vbligada en los programas de las escuelas montadas por las Sociedades de Antesanos?. Lo productivo, lo moral y la cultura del “buen ciu- dadano” se unificaron en la instruccién mutual como parte del proyecto de autonomizacién econdmica, Pese a ello, aquélla se convirtié en un germen para el desarrollo de las organizaciones populares que s{ cultivaron la instruc- cién como propulsora de una identidad politica propia. Las organizaciones mancomunales nortinas darian el primer paso en esta direccién. La “ilustra- ci6n” aquf se constituyé en un recurso para “el triunfo”. Asi, a partir de 1904, las escuelas mancomunales, en su mayorfa noctumas y vespertinas, aparte de ensefiar las primeras letras, trataban problemas de interés general para el mun- do obrero. A diferencia de las mutuales de artesanos, la actividad instructiva ‘mancomunal se convirtié en pilar de su actividad politica; en ellas el obrero debfa ser capaz de organizar su propia instruccién y sus propias escuelas y una mirada propia hacia la sociedad y el mercado’. Las nuevas ideas educativas del ‘saber popular’ comenzaron a potciiciarse cada vez. més, ahora a través de la prensa social y proletaria, de las charlas dadas por los ‘agitadores’, de las representaciones teatrales, los orfeones obre- ros, la conversacién constante ene tabajadores adultos y jovenes y de las largas y entusiastas “veladas” de los centros sociales y filarménicos, etc. Y asi, progresivamente, se pas6 al disefio de una red autogestionada y autofinanciada de Escuelas Obreras y Centros de Estudios Sociales, red que, desde 1910, tendié a concentrarse en torno a la Federacién Obrera de Chile (FOCH) y, segiin se tiene noticia, a partir de 1921 en las Escuelas Federales Racionalistas ‘Trascendiendo el carécter utilitario de los programas de estudio de las mutuales, los trabajadores federados incluyeron en ellos nociones de cienci, sociologfa, economfa, artes ¢ historia social. Y a diferencia de Ia instruccién ofrecida por las elites, 1a nocién educativa que prim6 en las Escuelas Federa- les fue la de “educacién social”, que se definié como laica, racionalista y orien tada a desarrollar la capacidad de investigacién, critica y autogestién de los ‘educandos. Se trataba -en los términos de Luis Emilio Recabarren- de desen- volver la ‘inteligencia popular’, que es la que permitiria convertir el ‘socialis ‘mo esponténeo' practicado al interior de las organizaciones de trabajadores en 7 Ver: Eduardo Devés, “Origenes del socialismo chileno”, Cuademos Hispanoamerica- nos, n° 453, marzo de 1988, pp. 32a 38. * Ver: Ximena Crizat y Eduardo Devés, "El movimiento mancomunal en el Norte Salitrero 1901-1907". Santiago: CLACSO, 1981, tomo I. 14 Leonora Reyes Jedlicki CRISIS, PACTO SOCIAL Y SOBERANIA tun proyecto social y politico que sustituyera al sistema oligarquico-liberal dominante®, Se trataba, pues, mas que de una cultura puramente “ilustrada” nel sentido occidental y liberal, de una cultura social, brotada de las socie- dades, ligas y federaciones de tipo popular. En esa cultura ‘lo productivo’ y ‘Jo social’ fueron siempre preocupaciones centrales, a diferencia de las que primaban en el sistema formal de educacién (lo politico y la moral). Por eso, la ‘historia social” marcaba agudamente las diferencias. Es que la autoeducacién popular no se contentaba con suplir las deficiencias del sistema formal, sino potenciar la acci6n social para ir més allé de las “instituciones burguesas”, para construir una nueva sociedad y para “sustituir” a los grupos que mal ‘gobernaban la existente a comienzos de siglo. Los obreros federados critica ‘ban no solo la discriminacién de que eran objeto por parte del sistema formal de ensefianza, sino también su perspectiva val6rica: “el fin de la educacion no es solo inculear conacimientas, divulgar los estudios, sino instruir moralmen- te, practicar la virtud i la bondad, formar el cardcter de los alumnos i cuidar que la intelijencia infantil esté siempre al servicio de las buenas causas. Nada de eso se ensefia en los colejios””. No solo los trabajadores reaccionaron ante la crisis de la educacién nacio- nal: también los académicos con mayor sensibilidad social tomaron distintas iniciativas para organizar procesos instructivos para el mundo popular". En los establecimientos fundados bajo esta inspiracidn, se ensefiaron lectura y escritura, nociones generales de Historia de Chile y Educacién Civica (con Enfasis en las leyes electorales), Para los “benefactores” privados, la solidari- dad, la filantropfa, la caridad, la paz interna 0 el prestigio social constituyeron normalmente las fuentes de inspiracién de tales iniciativas. Se queria salvar, 9 La expresiGn es de Luis B, Recabarren, y se encuentra amplismente desarollada por Gabriel Salazar en su anticulo “Luis Emilio Recabarren. Pensador, politico, educador social, tejedor de soberanta popular.” En: Patriots y cludadanos. Santiago: Centro de Estudios pars el Desarrotio, enero 2008. ‘pa Federacién Obrera de Chile, Santiago, 1° de octubre de 1911, p.2. 11 En 1900, desde Ia Prorrectoria dela Universidad de Chile se formaron las Escuelas para Proletarios, yen 1901 se ere6 la Sociedad de Escuelas Nocturnas. En 1903 se estableci6 un ‘Centro de Educacién Popular y para 1908 las diversas asociaciones mutvalistas de Santiago sostenfan 68 escuelas nocturnas que contaban con subvencién fiscal. La realizacién en 1913, Ge un Congreso de Educacion Popular, convocado pur la Feveraviu de Estudiantes de le Universidad de Chile (FECH) y las “obras educativas" de Is Iglesia en el mundo obrero con tribuyeron también a fomentar el interés por la ofera educativa hacia el mundo popular. Ver entre otros Ivén Nétiez, “Educacién popular y movimiento obrero. Un estudio histérico” ‘Samtiago: PIIE, 1982, pp. 9-10, us CUADERNOS DE HISTORIA Estudios

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