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Para ella..

1 Expresa tus sentimientos y tus necesidades de forma eficaz. Tu esposo no es clarividente. Si quieres algo, tienes que pedirlo y,
si algo está mal, tienes que decirlo. No des pistas ni creas que él cederá porque así nunca harás nada. Si quieres ser capaz de
expresar cómo te sientes, tienes que poder hablar con un tono positivo y escuchar lo que dice tu esposo en lugar de tener una actitud
acusadora. Aquí hay algunas formas de hacerlo:
 Envía mensajes en primera persona. En lugar de acusarlo por no cumplir con tus necesidades, centra la conversación en ti. Por
ejemplo, dile “Me siento ignorada cuando no te veo hasta las 6:30 todas las noches”.
 Escucha lo que él dice. Cuando te diga algo, repítele lo que te dijo para que sepa que comprendiste. Por ejemplo, “Te escuché decir
que estás preocupado por las finanzas y por esa razón estuviste trabajando hasta tarde”.
 Evita expresar una crítica. Déjalo que termine de hablar antes de responderle. Luego de que haya dejado de hablar, ofrece una
solución. Por ejemplo, dile “Estoy dispuesta a vivir con un presupuesto más ajustado si eso hará que te vea más seguido”.

2 Elige tus batallas. Vale la pena tratar algunos problemas, pero otros no. Si pasas todo el tiempo criticando a tu esposo por
problemas menores sin importancia, no te escuchará cuando surjan problemas más graves.
 La crítica puede destruir una relación. Por ejemplo, siempre y cuando los platos estén limpios y sanos, no lo regañes por cómo cargar
el lavavajillas “de la forma correcta”, déjalo que lo haga a su manera. No te preocupes por pequeñeces.
 Evita criticar a tu esposo sin hacerlo de forma constructiva. Recuerda intentarlo, mantenerte tranquila y razonable, ya que las
emociones fuertes pueden convertir una conversación en una discusión. Si criticas cada pequeña cosa que haga, rápidamente te
dejará de prestar atención.
 Debes elogiar a tu esposo por las cosas que hace bien más a menudo de lo que discuten por las cosas que hace mal. Esto hará que
esté más dispuesto a escucharte y mucho más feliz de estar a tu lado.

3 Sé comprensiva cuando trates un problema con tu esposo. Discute de forma correcta. No permitas que el enojo tome el control
porque puede hacer que digas cosas que lamentarás luego. Incluso cuando no concuerdes con tu esposo, necesitas respetar su
opinión y su punto de vista. Para ser una buena esposa, tienes que entender que quizá nunca estés de acuerdo con ciertos temas.
Ninguna pareja es idéntica en lo que respecta a la moral y las creencias, lo que significa que ambos tienen que aprender a manejar
situaciones en las que no puedan cambiar sus opiniones.
 Háblale en el momento apropiado. Simplemente no comiences a hablar sobre los problemas en cualquier momento. Evita hacerlo
antes de la cena, mientras está pagando cuentas o cuando pasa por una situación estresante, como reparar un problema con tu
automóvil. Y nunca, jamás, empieces una discusión frente a tus hijos. [1]
 Cuando te equivoques, admítelo. Tienes que aprender a responder a las discusiones y ser razonable para que puedas reconocer y
disculparte cuando cometas un error.

4 Habla con tu esposo, no sobre él. Nunca hables con tus amigas o familiares diciéndoles cosas negativas sobre tu esposo, sin
comunicarte con él primero. Hablar sobre tu esposo a sus espaldas es desleal. Cuando te casas, tu principal lealtad es con tu pareja,
no con tu familia biológica o tu grupo social.
 Quejarte sobre tu esposo con tus amigos y familiares no solo no resolverá ninguno de los problemas, sino que también hará que tu
relación se vea de forma más negativa.
 Es posible que tus amigos y familiares piensen que saben qué es lo mejor para ti, pero no conocen tu relación tan bien como tú y
quizás te den un mal consejo sin intención.

5 Ten expectativas realistas. Ninguno de los dos es perfecto y las expectativas no alcanzadas tienden a frustrar a todos. Si tus
expectativas son demasiado altas o irreales, necesitas establecer estándares que sean alcanzables. Por ejemplo, no es justo esperar
posesiones lujosas y tener al amor de tu vida en casa para cada comida. Si quieres pasar más tiempo con él, entonces prepárate para
tener ese deseo cumplido bajo un costo.
 Recuerda que ninguna relación es perfecta. Si esperas llevarte bien con tu esposo y ser feliz el 100 % del tiempo, entonces no
funcionará para ti.
 También debes tener expectativas financieras realistas. Quizá tú y tu esposo no estén en la situación económica que deseaban hace
cinco o diez años, pero eso es perfectamente normal. Aprecia lo que tienes en lugar de esperar más.

6 No intentes cambiar a tu esposo. Acéptalo cómo es y hazle saber que nunca querrás que cambie de ninguna manera por ti. Tiene
tanto que ofrecerte si tan solo le dieras espacio para ser él mismo, ya que ambos son una persona en crecimiento. Ámalo por cómo es
y te amará incondicionalmente.
 Acepta que tú y tu esposo no son la misma persona, por lo que no siempre verá al mundo de la misma forma que tú, lo cual es algo
bueno. Estar con alguien que no sea exactamente igual a ti hará que la relación sea más profunda.
 Hay una diferencia entre pedirle a tu esposo que limpie más la casa y lograr que sea fanático de las excursiones cuando odia estar al
aire libre. Puedes pedirle que mejore en diferentes áreas, pero no puedes forzarlo a que le guste las mismas cosas que a ti.
7 Avanza con los cambios. Ambos experimentarán crisis juntos, desde la pérdida de un trabajo hasta la muerte de un ser querido.
Pueden pasar dificultades financieras o ser ricos inesperadamente y no saber qué hacer. No obstante, el matrimonio puede sobrevivir
a los cambios si están dispuestos a mantener la comunicación y ser flexibles. A continuación, hay algunas cosas que debes tener en
cuenta a medida que aprendas a aceptar el cambio:
 Recuerda que sin importar el cambio que surja, tú y tu esposo deben lidiar con él como equipo y no como personas del lado opuesto
de la guerra. Afrontar los cambios juntos hace que sean mucho más manejables.
 Avanza con los cambios de tu vida amorosa. Aunque es probable que tú y tu esposo aún sean apasionados en el amor, no te sientas
decepcionada si él no quiere hacer el amor todas las noches o besarte veinte veces al día como lo hacía cuando eran recién casados.
Aún puedes mantener el amor fuerte sin desear que sea igual a cuando te casaste.
 Avanza con los cambios de tu cuerpo. Aunque ejercites mucho para mantenerte en forma y comas saludablemente, tienes que aceptar
que tu cuerpo a los 50 años no es tan esbelto como lo era a los 25, y eso está bien.

8 Acepta que tener hijos cambia la relación. La relación entre tú y tu esposo cambiará sin lugar a dudas y evolucionará una vez que
tengan hijos. Esto no significa que cambiará para peor, sino que pasarán mucho más tiempo concentrándose en ellos en lugar de
ustedes. Acepta que esto cambiará la relación y esfuérzate para que sea próspero de nuevas maneras.
 Para ayudar a esta transición, pasen más tiempo juntos con los niños, cuando puedan, en lugar de aislarse ustedes mismos por
turnos.
 Encuentren nuevas actividades divertidas que puedan hacer todos juntos para que tú y tu esposo se mantengan fuertes a medida que
educan a sus hijos.
 Fortalece aún más tu relación trabajando de forma conjunta con tu esposo. Debes estar de acuerdo con la manera de educar y
disciplinar a tus hijos para que no entren en el rol del “policía bueno” y el “policía malo” y no se enfrenten cuando tengan que controlar
a los niños.

9 Acepten sus errores. Si quieres ser aceptada como esposa, tienes que aceptar los errores de tu esposo y respetar sinceramente
sus disculpas por hacer algo mal (siempre que no te comprometa de gran manera). Si guardas rencor por mucho tiempo, no podrás
apreciar las cosas buenas que tiene. Por lo tanto, es mejor aceptar sus disculpas, conversar sobre cómo no te ofenderá más de esa
manera y continuar con la relación en lugar de guardar resentimientos sobre el pasado.
 También tienes que aceptar tus propios errores. No te concentres tanto en ser la esposa perfecta que no puedas admitir cuando te
equivocas.
 Admitir que comiste un error los ayudará a crecer a ambos como pareja.

10 Satisface las necesidades de tu esposo sin comprometer las tuyas. Por ejemplo, si necesita más sexo, entonces piensa en las
posibilidades y, si necesita tiempo para estar con sus amigos o para realizar un pasatiempo, no seas posesiva. Él será más feliz y más
agradecido contigo por tu respeto. Debes satisfacer sus necesidades, o al menos algunas, sin hacer nada que te haga sentir
incómoda.
 Si quiere tener más relaciones sexuales, considera tenerlas o considera por qué eso no te atrae.
 Si extraña tener una salida con sus amigos, entonces déjalo que salga y tú ten una salida con tus amigas.
 Si quiere tiempo para realizar sus pasatiempos, dale ese tiempo. De esta manera, crecerá como persona haciendo lo suyo y eso
beneficiará la relación.

11 Sé la mejor amiga de tu esposo. Desarrolla una intimidad verdadera y una aceptación incondicional. Demuestra voluntad para ser
vulnerable y confía que la relación puede soportar cualquier conflicto. Disfruta tu historia compartida y las bromas internas. Envíale
artículos que sepas que le parecerán interesantes o simplemente siéntate con él acompañándolo en silencio. Incluso tu silencio dirá
demasiado cuando el matrimonio está fortalecido por una amistad verdadera.
 Aunque debes mantener amistades importantes para que tu vida esté llena de amor y diversión, al final del día, tu esposo deberá ser
la persona a la que acudas.
 Intenta ser la persona con la que tu esposo se divierta más, en lugar de su mejor amigo o su tío favorito. También tienes que ser su
persona número 1 a la que acude, ya sea cuando necesite reír o llorar.

12 Crea sueños compartidos. Nunca pierdas de vista los sueños que comparten, ya sean mudarse a un lugar con clima cálido o
viajar al extranjero para su vigésimo aniversario. Mantén tus sueños, habla sobre ellos y realiza pasos para concretarlos. Si tus sueños
no concuerdan con los de tu esposo, entonces estarás creando un alejamiento a medida que avanzas hacia tus objetivos, o si alguno
de los dos no tiene que lo la otra persona quiere. [2]
 Es saludable tener tus propios sueños junto con los de tu esposo, pero tienes que asegurarte de que ninguno genere un conflicto.
 Incluso si tus sueños son grandes, igual tienes que hablar sobre ellos para mantener viva tu pasión.

13 Mantén tu propia identidad. Asegúrate de seguir teniendo una vida divertida e interesante. Si tu esposo se va mañana, ¿aún
tienes tus propios amigos a los que ves al menos una vez al mes, concurres a los clubes de pasatiempos o practicas deportes? Si no
es así, tu esposo siempre intentará llenar un vacío que no puede llenar y se sentirá inadecuado. Cuando estás satisfecha como
persona, tienes mucho más para aportar a la relación. Serás una mejor compañera si puedes contar con tus propios intereses,
experiencias y puntos de vista. [3]
 Si tu esposo piensa que es lo único bueno que sucede en tu vida, se sentirá atrapado.
 Persigue los intereses o pasatiempos que te importaban antes de la relación. Aunque es posible que no puedas realizar todos o la
mayoría, tienes que tomarte un tiempo para cumplir los que realmente te interesan.

14 Trabajen juntos para manejar el estrés. Los hombres y las mujeres lidian con el estrés todo el día y todos los días. Hagan lo que
puedan para ayudarse entre ustedes a lidiar con el estrés cotidiano. Asegurarte de poder manejar tu propio estrés le quitará presión al
matrimonio. Si uno de ustedes está crónicamente estresado y el otro no comprende la razón, entonces tendrán un problema.
 Ayuda a tu esposo a manejar el estrés hablando sobre ello y tratándolo con mucho cuidado cuando tenga un día difícil, en lugar de
hacerlo sentir peor al enojarte porque está cansado o distanciado.
 Cuando estés estresada, permite que tu esposo sepa cómo te sientes para que pueda hacer los quehaceres de la casa y ayudarte.

15 Tómate un tiempo para las citas nocturnas. Sin importar cuán ocupada estés, cuán estresante sea tu trabajo o cuántos hijos
tengas, necesitas destinar tiempo para pasar una noche romántica con tu esposo. Si no tienen hijos, procuren tener una noche así una
vez por semana. Si los tienen, traten de tener una salida una vez cada dos semanas o tan a menudo como puedan. Si bien puede
parecer anticuado, si te vistes elegante y van a un lugar agradable y especial pueden renovar la conexión romántica y tomar un respiro
de aire fresco lejos de su hogar.
 La “cita nocturna” no necesariamente debe tener una temática romántica. Pueden ir a jugar a los bolos, al minigolf o incluso salir a
correr de noche juntos. Solo hagan lo que puedan para conectarse y pasar tiempo juntos.

16 Planifica el sexo. Es posible que sientas que el sexo debe ser espontáneo, pero si no lo añades a tu cronograma, quizá
comiences a descuidarlo. Sin la aceptación de intimidad frecuente y el amor que proviene de la relación sexual, una persona puede
sentirse insatisfecha, gruñona y con el tiempo puede tener sentimientos de rechazo e incluso enojo. Recuerda que una relación sexual
proporciona intimidad y una liberación física que es primordial para ambos.
 En la mayoría de las relaciones, cada pareja tiene necesidades y expectativas diferentes con respecto a la frecuencia de la intimidad
física. Encuentra un medio feliz con tu esposo. Las parejas que se sienten responsables para satisfacer las necesidades de su amor
tienden a ser más felices en su relación. [4]

17 Besa apasionadamente. Luego de un tiempo, te conformas con un beso en los labios en lugar de un beso francés. Establece
como objetivo compartir al menos un beso de seis segundos con tu esposo cada día, o cada mañana y noche, incluso si no tienes
más tiempo para la intimidad que ese. Es probable que no quieras que tu esposo piense que besarte a ti es igual que darles besos a
los niños; la pasión debe continuar presente en los besos.
 Cuando hagan el amor, no solo practiquen el sexo, sino asegúrense de que los besos también sean una parte integral. Está bien los
juegos previos.

18 Haz que tu habitación sea un santuario para el sexo. Prohíbe la televisión, las computadoras portátiles y los materiales
relacionados al trabajo. Tu habitación tiene que ser destinada para dormir y tener relaciones sexuales. Si llevas los juguetes de los
niños, las noticias nocturnas o el trabajo adicional que tienes que hacer, entonces no pensarás que la habitación es un lugar especial y
sagrado. Mantener un área de la casa para dormir y tener relaciones hará que tu amor y el sexo se sientan más especiales y vitales en
la relación matrimonial. [5]
 Tú y tu esposo pueden trabajar juntos para quitar los elementos irrelevantes de la habitación. Esto también se puede convertir en una
actividad de pareja divertida.

19 Consejos
 Recuerda solucionar los problemas en lugar de irte a la primera señal de ellos. Te casaste por una razón y también prometiste que
permanecerías a su lado por una razón.
 Una mujer que es feliz consigo misma es la mejor esposa. Recuerda “Si mamá no es feliz, nadie es feliz”.
 Si tu matrimonio está en problemas, busca un consejero. El divorcio es agonizante tanto para la pareja como para los hijos, así que
pelea por tu matrimonio comprendiendo las necesidades de cada uno e intentando satisfacerlas.
 No fuerces las cosas. Esto significa insistir en cualquier acto en el que tu pareja no quiera participar. Es contraproducente y
potencialmente perjudicial para la relación.
 Muchas esposas definen sus roles a través de la fe religiosa. Sin embargo, en los matrimonios donde las parejas tienen entornos
religiosos diferentes, es posible que no compartan las mismas visiones sobre qué es lo que hace una buena esposa. Además, los
mensajes muy conservadores sobre la sumisión como parte de ser una buena esposa pueden impedir que la mujer sea capaz de
desarrollarse y convertirse en una pareja vibrante. Honra tu fe, pero también honra tus necesidades.
 Los matrimonios felices experimentan más salud, más riquezas y más felicidad que las personas solteras o divorciadas. Además, los
estudios demuestran que en los matrimonios felices hay menos incidencia de ataques cardíacos, cáncer y accidentes
cardiovasculares, así como una vida sexual más satisfecha y menores casos de depresión o violencia doméstica.
 Si tienes problemas en tu matrimonio, habla con los profesionales en lugar de con amigos cercanos y familiares, pues incluso después
de que todo se resuelva estas personas seguirán teniendo una mala opinión de tu esposo. También tendrán una tendencia a darte
consejos parcializados.
 Recuerda que tanto tú como tu esposo son un equipo, así que cuando lo ayudas a tener éxito en una tarea, también es tu éxito y
viceversa. Ayuda a que su trabajo sea más sencillo y él será receptivo y recíproco.
 Si no te sientes cómoda con algún acto sexual, tienes todo el derecho de negarte a hacerlo y a recibir respeto.
 Órale a Dios para que sea una parte del pacto que los unió. Esta es la razón por la que una fe compartida es muy importante.

20 Advertencias
 Nunca tengas conductas abusivas hacia tu esposo. Según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados
Unidos, más de 800 000 hombres son víctima de maltrato por parte de sus esposas. Nunca permitas que el enojo hacia tu esposo se
salga de control. De la misma manera, nunca toleres a un esposo que abuse de ti. [6]
Para el..

1 Sé sincero. En una relación madura, lo mejor es ser sincero. Quizás esto sea difícil, pero la verdad permitirá que las relaciones se
mantengan. Sin importar lo que ocurra, nadie podrá cuestionar el hecho de que seas sincero, lo que podría significar que la otra
persona también te brindará el mismo respeto. Si algo no le queda bien, deberás decírselo; de lo contrario, no confiará en tu opinión.
Sin embargo, deberás decírselo como si fuera un cumplido.
 Recomiéndale otra opción junto con un elogio. Por ejemplo, si te pregunta si te gusta una prenda que se está probando (¡no una que
esté usando en una fiesta!), dile que podría quedarle bien, pero que la prenda azul es tu favorita porque muestra un rasgo grandioso
que valoras (de preferencia, uno que no la avergüence).
 Tendrás dificultades para ser sincero y amable al mismo tiempo; por ello, deberás concentrarte en aprender a hacer comentarios
positivos, así les irá mejor a ambos.

2 Comunícate. No le hables hasta cansarla, pero si tienes algún problema que afecte tu estado de ánimo, cerciórate de que conozca
el motivo por el que estés así. De este modo, no lucirás como una persona voluble y malhumorada. Centra toda tu atención en ella
cuando hablen. Si le haces una pregunta, deberás hacerlo porque en verdad te interesa. Por ejemplo, pregúntale qué tipo de películas
le gustan o pídele que te hable de una de sus favoritas.
 Si sabes la respuesta, habla de la película de una manera sincera, indícale qué te ha parecido y adivina el motivo por el que le haya
gustado. Incluso si te equivocas, tu pareja generalmente adorará el hecho de que estés lo suficientemente interesado como para
intentarlo. Ten en cuenta que lo opuesto a hablar no es esperar, sino escuchar.
 Deberás escuchar de forma sincera, no solo esperar tu turno para hablar. Dale la impresión de que puede contarte cualquier cosa.
Haz que se sienta segura.

3 Cumple con tu parte. No esperes a que te pida que te encargues de tus labores domésticas. Esto la hará sentirse como una
fastidiosa y creará una relación de adulto y niño, lo cual siempre es perjudicial. Ella es tu pareja, no tu madre. Demuéstrale que puede
contar contigo para encargarte de las labores.
 Encárgate de lo que debas ordenar. Los maridos afectuosos saben que cualquiera puede ser el padre de un bebé, pero solo los
hombres maduros que conocen y aceptan la responsabilidad pueden ser buenos padres.
 Hazlo tú mismo o brinda una ayuda adecuada. Los maridos grandiosos se rehúsan a hacer que alguien se encargue de una tarea que
no desean hacer. Si ayudas a tu esposa con las labores del hogar, ella te respetará mucho si eres constante y muestras disposición.

4 Desarrolla una madurez emocional y asume la responsabilidad de tus acciones. Las personas responsables cumplen sus
compromisos; aceptan sus deberes y se hacen responsables por los daños causados, las deudas que deben y las afirmaciones que
brindan. Esto forma parte del crecimiento; un hombre tomará la iniciativa, mientras que un niño se quejará o criticará.
 Haz algunos sacrificios. Las personas maduras hacen algunos sacrificios por los que aman, incluso si preferirían tomar el camino fácil.

5 No menosprecies a tu esposa. Con frecuencia, las personas se exasperan cuando sienten que su pareja las menosprecia, y las
mujeres no son la excepción. Muchas personas han aprendido que la única manera de obtener la atención de su pareja cuando ella
las ignora es comportarse de forma más emotiva y hacer más ruido hasta que esta se rinda y les preste atención, incluso si está
molesta.
 Si sentimos que la persona que debería ser importante para nosotros nos trata de manera fría, esto hará que nos preocupemos. Esto
ocurrirá en especial si tratas a tu esposa de esa forma sin explicarle la causa de la situación; recuerda que las personas no saben leer
la mente. Es probable que tu pareja no pueda adivinar que estás malhumorado tan solo porque no te ha dejado hacer algo que le
parecía muy trivial, pero que tú considerabas importante.
 Si sabes que tu estado de ánimo podría hacer que reacciones de forma exagerada, tan solo di algo como “Estoy muy irritado en este
momento. ¿Podemos conversar cuando me haya tranquilizado un poco?”. No olvides retomar la conversación y dedicarle un tiempo
más tarde.

6 No le des ni la más mínima muestra de desprecio. El desprecio es tóxico para una relación. No tendrás que comportarte como si
te hubiera gustado lo que ha dicho o hecho, pero no deberás adoptar una actitud de superioridad, ni siquiera de forma sutil y casual,
como las sonrisas burlonas, los suspiros por disgusto o las miradas de desdén. Estos gestos pueden parecer insignificantes, pero son
una muestra marcada de falta de apoyo, respeto y confianza; en especial, si se dan en un lapso de tiempo.
 La forma natural en la que la trates deberá validarla como persona de manera sutil, incluso si no la entiendes o estás en desacuerdo
con ella. Si entablas contacto visual con ella cuando tenga algo importante que decirte, esto le demostrará que la respetas. Si no lo
haces, esta será una muestra de falta de respeto e interés por ella o lo que tenga que decir, lo que arruinará todo intento de
comunicarse adecuadamente.
 Si le muestras desprecio frente a sus hijos, ellos creerán que es una forma adecuada de tratar a su madre. Sus hijos creerán que
pueden tratar así a su madre si han visto que la trata de este modo.

7 Dale prioridad a tu pareja. Ella es la mujer que has elegido y deberás tratarla como tal. Conversa con tu esposa y establezcan
expectativas claras sobre las decisiones que podrán tomar sin consultar con el otro, y aquellas que definitivamente tendrán que
discutir. Pide su opinión cuando tengas dudas diciendo algo como “Déjame consultarlo con mi esposa”.
8 Sé la persona que más la apoye. Ella deberá saber que siempre puede contar contigo. Deberás estar allí para ella si ha tenido un
largo día. Escúchala y mírala con atención. Apóyala y pregúntale si necesita que la protejas, tanto a nivel físico como emocional. Si
has hecho algo que la haya lastimado (incluso si no era tu intención), deberás decirle que lo lamentas y brindarle afecto. ¡Deberás
hacerlo con sinceridad! No hay nada peor que una disculpa falsa o fingida.

9 Cuida su relación. Quizás no tengas que cuidar a tu esposa en el sentido literal de la palabra, pero puedes velar por ella, la relación
y tu familia. Quizás se sienta abrumada con sus hijos y el trabajo. Ayúdala, prepárale su comida o bebida favorita, encárgate de los
niños y haz algunas tareas del hogar (como lavar los platos). Las esposas no son supermujeres, sin importar lo mucho que desearías
que así fuera.

10 Sé romántico. El significado de “ser romántico” variará de forma considerable dependiendo de cada persona, pero básicamente
consiste en hacer algo que exprese afecto de una forma significativa pero inesperada. Un verdadero acto de romance requerirá
ingenio y sinceridad, y suele inspirarse en el amor (ya sea por su presencia o la posibilidad de que surja). Vuelve a mostrar la emoción
que sentías al inicio de la relación. Haz algo diferente que tome por sorpresa a tu esposa. Mientras más inusual sea, mejor.
 Trata a tu esposa como a una mujer soltera, como si intentarás ganarte su afecto y su confianza. Lo opuesto de que te cortejen es que
te den por sentado. Ninguna mujer desea sentir que la dan por sentado luego de haberla conquistado.
 Existen muchas maneras de decir “te quiero” y “tengo suerte de tenerte”. Considera al mundo como tu medio. Podrás escribirlo,
decirlo, esculpirlo, gritarlo, pintarlo y expresarlo de muchas otras maneras ilimitadas.

11 Mantengan su vida sexual revitalizada. Despídete de ella en la mañana dándole un beso como si no quisieras irte, así le darás
algo en lo que pueda pensar todo el día. Sé romántico, sugiérele nuevas ideas, pregúntale qué es lo que le gusta, dale prioridad a su
propio placer en lugar del tuyo, y conversen de ello. La intimidad (la cercanía física y emocional) es importante para las mujeres.

12 Brinda obsequios como una sorpresa. Cualquiera puede comprar un obsequio por un cumpleaños, Navidad o un aniversario.
Escúchala cuando miren los escaparates de las tiendas y, si hay algo que le gusta y puedes pagarlo, recuérdalo para dárselo como
sorpresa cuando menos lo espere y sin ningún motivo en especial. También puedes comprarle algo regresando del trabajo y decirle
que pensaste en ella al verlo. No tiene que ser algo grande o caro; un libro que sepas que le guste o un CD de su banda favorita serán
un bonito gesto.

13 Dale lo que necesite. Pregúntale qué es lo que necesita para sentir que la amas. Si necesita que le hagas cumplidos, deberás
aprender a dominar este arte. Si necesita que llegues a casa temprano, deberás hacerlo. Si sabes que llegarás tarde a casa, deberás
llamarla y decírselo. Si necesita que ayudes a los niños con su tarea, pasa un tiempo con la familia en lugar de salir con tus amigos, o
pasa un buen momento con ella. El matrimonio consiste en ayudarse el uno al otro. Te encargarás de las necesidades de tu esposa
porque la amas. Velar por sus necesidades consiste en darle a la otra persona lo que realmente necesita.

14 Consejos
 Pasa un buen momento con ella. Para ello, rían, conversen y diviértanse juntos. Hazle notar que te sientes feliz en cualquier lugar si
ella está contigo.
 Haz que tus familiares y amigos la respeten como tu esposa, sin importar lo que hayan vivido en su relación.
 Trátala como si fuera la única chica en el mundo, al fin y al cabo, se trata de tu compañera en la vida.
 Dile lo que piensas y no asumas que ya lo sabe. Deberás decirle si crees que luce bien o si estás pensando en lo afortunado que eres
por tenerla. Al igual que tú, le gustará oír que la valoran.
 Demuéstrale que la amas. Las acciones valen más que las palabras. Reserva un tiempo para tu familia y trátala con respeto. Si se
siente descuidada o poco valorada, podría empezar a buscar a otra persona.
 Conversen sobre sus objetivos financieros e investiguen y planeen para alcanzarlos juntos.
 No le hagas sentir que su opinión o sus sentimientos no importan.
 Ayuda con las tareas del hogar. Ella notará que sientes un interés especial por la casa en donde viven, y que te enorgullece crear un
entorno perfecto que ambos puedan disfrutar.
 No intentes solucionar todo. Los hombres desean solucionarlo todo, pero las mujeres no siempre desean que lo hagan. En ocasiones,
ellas necesitan hacerlo por su cuenta y solo desean que los hombres las escuchen.
 Agradécele siempre que valores su ayuda. Esto puede parecer algo sencillo, pero marcará una gran diferencia.

15 Advertencias
 Algunas mujeres necesitan más atención que otras. Algunas preferirían salir con sus amigas, mientras que otras consideran a su
esposo como su mejor amigo.
 Sé directo y menciónale a tus amigas. Si se las ocultas, esto podría dar la impresión de que sientes algo por ellas. Si tu esposa lo
“descubre”, quizás no puedas convencerla de que solo son amigas.
 Un marido grandioso no es obsesivo ni asfixiante.

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