PRIMER CURSO A DISTANCIA DE FORMACIÓN Y ESPECIALIZACIÓN PROFESIONAL EN
PREPARACIÓN FÍSICA EN EL FÚTBOL
Instituto de Fisiología Humana – Facultad de Ciencias Médicas – Universidad Nacional de Córdoba
Entrenamiento 9
Prof. Paul Diego Laróvere
PRESENTACIÓN
Bienvenidos al apasionante mundo de la Periodización del
Entrenamiento Deportivo!!!!
Antes de comenzar con el desarrollo del tema quiero
presentarme ante ustedes. Mi nombre es Paúl, tengo 44
años, estoy casado con Chale (abogada penalista) y tengo
cuatro hijos Camila, Pablo, Santiago y Lorenzo. Soy
profesor de Ecuación Física especializado en
Periodización del Entrenamiento Deportivo. He trabajado
durante 20 años como Director de Deportes de la
Municipalidad de Hernando, un pueblo agrícola ganadero
de 10.000 habitantes de la Provincia de Córdoba,
República Argentina. En forma paralela a este trabajo, he
desempeñado la función de Entrenador en Atletismo,
deporte que me permitió profundizar los conocimientos
generales del entrenamiento deportivo para luego
aplicarlos como consultor periodizador, a distintas
especialidades deportivas, como el fútbol, básquet y tenis
entre otros. Es oportuno acotar que he trabajado además
como entrenador personalizado (personal trainner).
En esta primera conferencia procuraré brindarles los
conocimientos generales de la Periodización del
Entrenamiento Deportivo, trasmitiéndoles la experiencia
que he adquirido con el correr de los años.
En la segunda conferencia transferiré todos los
conocimientos generales de la Planificación a una
metodología de Periodización aplicable al Fútbol,
anhelando que Uds., mis alumnos, logren planificar
eficientes procesos de entrenamiento en Fútbol.
Es oportuno comunicarles que finalizaremos la materia
con un Trabajo Práctico, que consistirá en la elaboración
de una Planificación de Entrenamiento Deportivo en
Fútbol, la que será elaborada por Uds. según los ítems y
pautas de trabajo que iré detallando paulatinamente.
Pero antes de comenzar con los contenidos específicos, y
continuando con mi presentación, siento la necesidad de
presentarme ante Uds. definiendo mi concepción filosófica
del deporte. Al respecto estoy convencido que el deporte
debe ser un medio y no un fin en sí mismo, un medio de
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educación, un medio de formación y un medio de
desarrollo de las Capacidades Motoras y de las
Habilidades Básicas o Fundamentales.
Lamentablemente esta concepción no esta inserta en la
sociedad y hoy Deporte y Educación son dos conceptos
contrapuestos. La problemática del niño y el deporte por
un lado y el caos generado por el doping y la violencia en
el campo de juego, por el otro, hablan a las claras de la
distorsión del deporte como agente educativo.
Analizando al deporte según la concepción ideal, me
referiré al prestigioso expositor Norberto Alarcón, a quien
en repetidas ocasiones escuche definir al Deporte como:
“ACTIVIDAD LUDICA, SUJETA A REGLAS FIJAS, DE
CARÁCTER AGONISTICO REALIZADA CON IMPULSO
Y CON FRUICION”.
Adhiriéndome a esta definición, paso a detallarles el
minucioso análisis que hace el citado profesor:
El Deporte:
• Es actividad porque implica acción, movimiento...
• Es lúdico porque recrea, re-crea estados de
plenitud del hombre...
• Tiene reglas fijas que esencialmente lo diferencian
del juego...
• El carácter agonístico define la competitividad y
el espíritu de lucha y superación...
• Su ejecución impulsiva manifiesta las pulsiones
primitivas y conductas ancestrales del hombre...
• La fruición con que se practica habla de la pasión,
de plenitud, de gozo, de placer,...
Introduciéndonos en el tema especifico del Entrenamiento
Deportivo, y partiendo de un análisis semántico, definimos
al mismo como “un área especializada de la educación
física que mediante un proceso biológico y pedagógico
conduce al deportista a alcanzar el estado de forma
deportiva”.
Haciendo un primer análisis de esta definición decimos
que es un proceso por que transcurre en el tiempo, no
siendo factible que el entrenamiento se considere como
1/52
una situación eventual. Ese proceso además se debe
desarrollar desde una concepción filosófica que valore al
hombre como un ser integral que se manifiesta bajo tres
conductas fundamentales, una conducta afectiva volitiva,
una conducta cognitiva y una conducta psicomotriz, que a
prima facie, y haciendo un análisis del medio de desarrollo
de cada una de estas tres conductas, encontramos tres
ámbitos bien definidos: la familia, la actividad áulica en la
escuela y la Educación Física respectivamente. Como bien
se expuso estos son los ambiente donde se prioriza el
desarrollo de una u otra conducta, pero debe quedar bien
en claro que siempre el hombre debe ser considerado
como un ser integral, un ser pensante, sensitivo y con
necesidad de movimiento.
Profundizando aun más esta concepción analizaremos a
continuación las nombradas conductas, desde la
perspectiva del Entrenamiento Deportivo:
Conducta Afectiva Volitiva: haciendo hincapié en los
sentimientos y en los aspectos motivantes que llevan al
hombre a adoptar al deporte, con sus grandes valores
formativos, como una forma de vida, así como también a
considerar toda la carga emotiva y sentimental de su vida
diaria, con sus alegrías y tristezas, sus ilusiones y sus
decepciones, sus ambiciones y sus fracaso.
Conducta Cognitiva: referente al conocimiento y a la
necesidad de que el deportista sea considerado como un
ser pensante y por lo tanto capaz de incorporar
conocimientos que fundamenten su actividad deportiva,
sin descuidar su formación cultural.
Conducta Psicomotriz: La conducta especifica de la
actividad deportiva, pero no por ello la única conducta
importante para el Entrenamiento Deportivo. Para su
estudio analizaremos al movimiento clasificando a la
actividad motora y distinguiendo a las Capacidades
Motoras de las Habilidades Motoras así como también a
las Capacidades Condicionales de las Capacidades
Coordinativas y a las Habilidades Básicas o
Fundamentales de las Habilidades Deportivas.
Continuando con el análisis especifico de la definición
citada, abordamos al entrenamiento como un proceso
pedagógico y como un proceso biológico, para clarificar
aun más el concepto, podemos nombrar a estos procesos
desde dos perspectivas bien definidas, desde la perspectiva
de la educación y desde la perspectiva de la fisiología
respectivamente. Si abordamos el tema desde un análisis
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mas profundo, entendemos que los Periodos de
Entrenamiento son estadios sucesivos de un Proceso
Pedagógico (paidos: niño y Gogos: guía, tutor) y que las
tan ansiadas fases de la Forma Deportiva, son estadios
sucesivos de un Proceso Biológico.
A partir de estos nombrados procesos se desprenden seis
áreas básicas que planteadas por Lev Matveiev, de donde
se desgranan infinidades de temas que deben ser tenidos
en cuenta en un proceso de Entrenamiento Deportivo.
Para finalizar con este primer análisis semántico del
Entrenamiento abordamos al objetivo final del mismo o
sea al Estado de Forma Deportiva, definiéndolo como el
estado de predisposición óptima para la consecución de los
logros deportivos, caracterizándose como un periodo de
las más audaces intrepideces, basado en la seguridad de las
propias fuerzas del deportista, en pro de la consecución del
éxito deportivo.
Es oportuno señalar que en el proceso de desarrollo hacia
la Forma Deportiva, se deben desarrollar tanto las
Capacidades Motoras como las Habilidades Motoras,
siguiendo un orden lógico de desarrollo que va desde lo
poco a lo mucho, de lo simple a lo complejo y de lo
conocido a lo desconocido.
Debemos considerar que para un mejor estudio y
desarrollo de cada una de estas Capacidades y/o
Habilidades, las mismas se subdividen en tipos y/o áreas
(Ver Fig.1), las que finalmente se ordenaran y
sistematizarán para su desarrollo en la Periodización del
Entrenamiento Deportivo.
Esperando que esta presentación sirva para que Uds. los
lectores tengan una referencia acerca de mi concepción
filosófica respecto al Deporte en general y al
Entrenamiento Deportivo en particular, me dispongo a
comenzar a desarrollar secuencialmente los ejes temáticos
de mi especialidad esperando que este sea un sitio inicial
para una comunicación fluida entre Uds. los alumnos de
este curso y quien les escribe.
Finalmente quiero trasmitirles mi deseo de brindarme
integralmente para esta nueva metodología de estudio,
agradeciendo, a los organizadores del Curso y a los
propietarios de esta página, la oportunidad que me brindan
al permitir expresarme por este medio.
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Figura 1. Actividad Motora, organización metodológica para su desarrollo. Las Capacidades Coordinativas y las Habilidades Motoras
Fundamentales deben ocupar el eje central sobre el que se construirá el desarrollo de las Capacidades Condicionales y las Habilidades Motoras
deportivas.

meta planteada, puesto que representan las seis preguntas

PLANIFICACIÓN claves, que deben responderse en todo plan efectivo de
entrenamiento:
INTRODUCCIÓN • ¿Qué se debe hacer?
• ¿Por qué hay que hacerlo?
Tengo seis sirvientes,
• ¿Cuándo debe hacerse?
me han enseñado todo lo que sé,
• ¿Cómo se hace para obtener los mejores
se llaman Qué, Por qué, Cuándo,
resultados?
Cómo, Dónde y Quién.
• ¿Dónde debería hacerse?
Este antiguo poema de Rudyard Kipling, citado por el Dr. • ¿Quién debe hacerlo?
David Martin y Peter Coe, en el libro “Entrenamiento para
atletas de Fondo y Medio Fondo”, sirve de base para Es posible que en un primer momento, cuando se está
plantear cualquier situación de desarrollo lógico en la iniciando la planificación del proceso de entrenamiento
búsqueda de alcanzar un objetivo. En el desarrollo de un deportivo, estas preguntas no encuentren una inmediata
proceso de entrenamiento deportivo, al igual que ante la respuesta.
búsqueda de cualquier objetivo planteado a mediano o
largo plazo, y con cierto grado de precisión, estos “seis El “Qué” define los objetivos principales del plan anual o
sirvientes” nos permitirán plantear un camino cuya macrociclo de entrenamiento, y secuencialmente de estos
dirección y posibilidades de concreción se adecuen a la objetivos se irán desprendiendo los objetivos de los ciclos

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medios y por último de los pequeños ciclos de dónde se
desprenderán los contenidos y los respectivos detalles de
las actividades o ejercicios que componen cada una de las
sesiones de entrenamiento.
El “Por qué” fundamenta la razón por la cual en un
deporte determinado debemos priorizar el desarrollo de
una u otra capacidad física, o bien la razón por la cual en
una sesión de entrenamiento debe trabajarse una
determinada zona fisiológica, grupo muscular o
componente técnico.
El “Cuando” hace referencia al momento del día o de un
ciclo, en que es más prudente y seguro, el desarrollo de un
componente de entrenamiento determinado.
El “Dónde” requiere la elección del lugar o de los lugares
dónde se desarrollará una sesión o una tanda de sesiones
de entrenamiento, que según los objetivos planteados
determinaran, en la medida de las posibilidades, tipo de
clima, altitud, características geográficas u otra
característica favorable.
El “Como” determina la selección del método de trabajo
más adecuado a aplicar para el desarrollo de una
capacidad física o componente técnico determinado.
El “Quién” hace referencia a las características distintivas
del deportista o bien de los deportistas que componen un
equipo, considerando siempre al hombre como un ser
integral que se manifiesta bajo tres conductas
fundamentales, una conducta afectiva volitiva, una
conducta cognitiva y una conducta psicomotriz.
La constante búsqueda de respuestas a estas preguntas
dará como resultado que la planificación del
entrenamiento sea más racional y se adapte mejor a cada
circunstancia.
Convencidos de la necesidad de planificar en el deporte,
detengámonos y brevemente analicemos el simple hecho
de planificar.
Planificar
Planificar es más que hacer planes; es construir el futuro
que se desea alcanzar, es pues establecer un objetivo y
luego determinar el curso de acción que debe seguirse.
Planificar es, como decía el celebre jesuita Baltasar
Gracián, “Pensar por anticipado”. Es decir, después de una
reflexión, prever y decidir lo que uno va a hacer.
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La planificación en general y vista desde el contexto de la
vida diaria posee las siguientes características:
Formal o Informal
La planificación está presente diariamente en nuestra
vidas, y será formal (escrita y respetando ciertas pautas)
cuando el nivel de complejidad del objetivo que nos
planteamos así lo requiera. La planificación informal
queda reservada para aquellos objetivos que no requieren
de mayores requisitos para su consecución. Como ejemplo
planteamos que no es lo mismo planificar una comida con
un grupo de amigos, que planificar la construcción de una
vivienda.
Indudablemente la complejidad del Proceso del
Entrenamiento Deportivo requiere de una planificación
formal o sea tangible.
Exige reflexión
Para poder planificar tenemos que conocer la realidad y
antecedentes del nuestras posibilidades así como también
las características, historia y antecedentes del medio dónde
pretendemos desarrollar el proceso en pos de los objetivo
planteados.
En entrenamiento de nada servirá una magnífica
planificación si no esta basada en la realidad de los
protagonistas y del medio dónde se desarrollará el
proceso.
Supone previsión
La previsión es siempre anterior en el tiempo a la
planificación y prevé que es lo que puede llegar a pasar.
En Entrenamiento Deportivo se planifica en función de un
resultado que se podrá alcanzar de acuerdo a las
características obtenidas en el paso anterior, o sea en la
reflexión.
Es una toma de decisiones
En función de lo que se quiere lograr se decidirá que es lo
que se hará. La planificación exige, pues, optar, elegir por
un conjunto de acciones, por una actitud, por uno
proyecto, en definitiva por los caminos a recorrer para
llegar a la meta. Estas decisiones se desarrollarán con un
gran componente humano, por lo tanto optando entre
variados criterios y modelos.
4/52
Aparecen aquí los modelos de planificación de jornadas con sus turnos concretos de actividad y
Entrenamiento Deportivo y los distintos métodos descanso.
aplicables a las más variadas situaciones.
En similitud a la estructura descripta el entrenamiento
Implica una estrecha relación con el tiempo deportivo reconoce tres niveles básicos en su estructura:
(Ver Fig. 2).
Se puede planificar lo inmediato, lo relativamente próximo
y lo lejano, así hablaremos de objetivos a corto, mediano y 1. Nivel de Macroestructura.
a largo plazo. Estos objetivos se relacionan entre sí 2. Nivel de Mesoestructura.
permitiendo alcanzar distintas metas, que marcan el 3. Nivel de Micoestructura.
camino hacia el fin u objetivo ulterior.

El Entrenamiento Deportivo es un proceso, lo que

significa que necesita del tiempo para su desarrollo, por lo
tanto no es un evento o un suceso. Los distintos Ciclos del
Entrenamiento Deportivo definen la consecución de los
pequeños, medianos y ulteriores objetivos en el tiempo.

Como síntesis de esta introducción a la planificación

deportiva podemos afirmar que la planificación no
soluciona por si sola los problemas ni garantiza el éxito;
pero si es una guía para que cada uno en forma activa y
creativa construya su propio método y forma de proceder.
Figura 2. Niveles de estructura cíclica del proceso de Entrenamiento
Deportivo.
ESTRUCTURA ORGANIZATIVA DEL PROCESO
DE ENTRENAMIENTO DEPORTIVO
Para que los deportistas puedan alcanzar las adaptaciones
morfofuncionales esperadas en pos de una adecuada
preparación, el contenido y la distribución de las cargas de
entrenamiento deberán cambiar con regularidad a lo largo
del período anual y además mantener, durante un cierto
tiempo, aspectos comunes constantes.
De estas afirmaciones surge la necesidad de organización
temporal del entrenamiento dividido en ciclos con
estructura y funciones diferentes.
La organización temporal del proceso de entrenamiento
responde, en su concepción general, a la misma estructura
organizativa de la vida de los seres humanos.
El hombre organiza su vida respetando las distintas etapas
evolutivas, etapas estas que secuencialmente permiten
desarrollar con mayor grado de complejidad de
actividades, de estudio y/o laborales, que normalmente
responden a una organización anual, con sus etapas de
desarrollo, máxima producción y posteriores vacaciones.
De esta gran estructura se desprenden los meses,
integrados por las semanas, con sus respectivos días de
producción y de descanso, y finalmente aparecen las
1. Nivel de macroestructura: denominada así por
comprender a los grandes ciclos de entrenamiento:
• Megaciclos: o vida del deportista,
megaestructura institucional que ordena
los contenidos a desarrollar
secuencialmente en las etapas de
iniciación, de entrenamiento de base, de
especialización y de alto rendimiento.
• Macrociclos: conjunto de varios meses
(mesociclos) y semanas (microciclos) que
constituyen la base estructural de los
ciclos de larga duración, se suceden
respetando las reglas del proceso de
entrenamiento a largo plazo.
2. Nivel de mesoestructura: es la estructura de los
ciclos medios de entrenamiento deportivo.
• Períodos: que son las fases organizativas
del macrociclo deportivo y cuya
estructura se conforma de varios
mesociclos.
• Mesociclos: conjunto de varias semanas
(microciclos) con una predominancia en
sus objetivos y que, en conjunto
constituyen un ciclo medio de

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 entrenamiento, cuya duración oscila
entre las 2 y las 5 semanas, compuestos
por varios microciclos relativamente
definidos.
3. Nivel de microestructura: su denominación
proviene de que estos son los más pequeños ciclos
del proceso, concretándose en ellos la actividad
motora que se desprende de los grandes y medios
ciclos.
• Microciclos: conjunto de sesiones de
entrenamiento que repiten una parcela
relativamente completa de entrenamiento y
que normalmente, para una organización
paralela a la actividad laboral y/o de estudio
del deportista, se estructura en una semana de
entrenamiento.
• Jornadas: o días de entrenamiento que están
compuestos por una o más sesiones.
• Sesiones: o estructuras de cumplimiento
efectivo de los contenidos de entrenamiento.
Así es como la integridad del proceso de entrenamiento
deportivo, se asegura sobre la base de una determinada
estructura, la cual representa un orden relativamente
estable de unión de sus componentes que, funcionando
como eslabones, tienden a lograr una correlación lógica de
unos con los otros. Este proceso se desarrolla en la
Figura 3. Concepción General del Proceso de entrenamiento deportivo según Lev Matveiev.
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búsqueda de una secuencia ideal que permita alcanzar el
tan ansiado estado de forma deportiva.
La estructura organizativa del entrenamiento deportivo se
debe caracterizar por los siguientes aspectos:
• Orden conveniente en la correlación de los
distintos contenidos de la preparación del
deportista.
• Las correlaciones imprescindibles de los
parámetros de la sobrecarga de entrenamiento,
en cuanto a las características cuantitativas del
volumen y la intensidad del trabajo, así como
también de las sobrecargas de entrenamiento y
de competición.
• La sucesión determinada de los distintos
eslabones del proceso de entrenamiento.
Ciclos, períodos, etapas y sesiones, las que
son fases o etapas del proceso dado y que
manifiestan su modificación en el tiempo.
Par una mayor comprensión de la estructura organizativa
del proceso de entrenamiento deportivo, estudiaremos
detalladamente cada uno de los citados ciclos, lo que nos
permitirá comprender su encadenamiento y su
interdependencia en el proceso anual de preparación del
deportista o equipo deportivo. (Ver Fig. 3).
6/52
Pero antes de pasar a profundizar los ciclos de
entrenamiento, es necesario abordar la forma deportiva,
reconociendo a este estado como el motor desencadenante
de la periodización o sistematización del entrenamiento
deportivo.
FORMA DEPORTIVA
Al definir al Entrenamiento Deportivo hablamos de un
proceso biológico y de un proceso pedagógico, cuyo
objetivo final es alcanzar el estado de “Forma Deportiva”;
indudablemente entonces, el citado estado pasa a ser el fin
ulterior a alcanzar en este proceso y, por lo tanto, reviste
una singular importancia.
Pero ¿qué significa el Estado de Forma Deportiva?
La Forma Deportiva es un estado de predisposición
óptima para la consecución de los logros deportivos, es un
período de las más audaces intrepideces, basado en la
seguridad de sus propias fuerzas, en pro de la consecución
del éxito deportivo. (Fig. 4).
Figura 4. Atleta en estado de Forma deportiva.
el momento en el cual al deportista le salen todas, su
coordinación es óptima, lo que le permite obtener fluidez y
cadencia en sus gestos técnicos, sus capacidades motoras
responden acordes a los requerimientos solicitados por su
especialidad deportiva, desde el punto de vista psicológico
se siente seguro e inspirado, por lo tanto puede resolver
situaciones deportivas complejas con una naturalidad poco
habitual.
Es oportuno acotar que el éxito no necesariamente
significa triunfo, superar ciertas marcas en deportes
individuales sin importar el puesto, o bien un resultado de
funcionamiento del equipo, con cierto margen de progreso
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en los deportes de conjunto, como en el caso del Fútbol,
pueden resultar exitosos.
La Forma Deportiva requiere una correlación armónica
entre los componentes del entrenamiento deportivo, o sea
entre la preparación física, la preparación psíquica, la
preparación técnica y la preparación táctica. (Fig. 5).
Figura 5. Componentes del proceso de Entrenamiento Deportivo, cuyo
desarrollo en correlación armónica determinan la adquisición del
Estado de Forma Deportiva.
Características Fisiológicas
Fisiológicamente el deportista es capaz de ejecutar
trabajos específicos de un alto nivel funcional, trabajos
estos a los que no se accede en otro momento del año.
Estos trabajos específicos se pueden desarrollar debido a
que, a priori, se ha desarrollado una base de contenidos
generales que permitieron progresivamente ir
construyendo con mayor énfasis los contenidos
fisiológicos específicos.
La dinámica adaptativa pasa a ser más rápida, más
perfecta y la actividad motora en consecuencia más eficaz
y eficiente. Además existe en este momento, un alto
contenido coordinativo, lo que reduce y optimiza el costo
energético.
Características Psicológicas
En el transcurso del tiempo en que dura el Estado de
Forma Deportiva, aumentan en el deportista las
manifestaciones creadoras del pensamiento táctico.
Se incrementa el diapasón de esfuerzos volitivos, lo que le
permite soportar más tensión en ellos y por lo tanto
aumenta su capacidad de soportar trabajos de mayor nivel
de exigencia.
En cuanto a su actitud frente a la competencia deportiva,
surge en el deportista una predisposición agonística
emocional mayor, que bien lo predispone a la lucha en la
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contienda deportiva, con el beneficio de un equilibrado PREPARATORIO - COMPETITIVO - TRANSICION
aumento de su control emocional. (Fig. 6).

Figura 7. Proceso de desarrollo de la Forma Deportiva y su relación

con los Períodos de Entrenamiento Deportivo.
Figura 6. Deportista de equipo ante una disputa deportiva en un
escenario que exige un alto nivel de equilibrio emocional propio del
estado de Forma Deportiva. • Las fases biológicas del estado de forma deportiva
corresponden a los procesos de adaptación, que
Periodización del Entrenamiento Deportivo permiten la elevación de las capacidades
funcionales de cada valencia física. (Fig. 8).
Los fundamentos científicos, de la fisiología aplicada al
deporte, establecen que un atleta y/o equipo deportivo no
pueden mantener permanentemente un nivel elevado de
rendimiento deportivo, razón por la cual se tendrán que
desarrollar, mantener y reducir la capacidad de
rendimiento.

En entrenamiento deportivo a la secuencia anual de

desarrollo, manutención y pérdida transitoria de la forma
deportiva, se le denomina periodización. La periodización
del entrenamiento deportivo determina así la división del
año de entrenamiento en fases particulares de tiempo
llamados períodos, que caracterizan el nivel de desarrollo
de la forma deportiva.
Figura 8. Proceso de adaptación en Entrenamiento Deportivo.
Estos procesos de adaptación necesitan del tiempo y
además de una programación pedagógica para su
desarrollo, determinando así a los citados períodos con sus
respectivos objetivos y contenidos bien determinados:

La forma deportiva se evalúa a través de criterios de • Período preparatorio o de desarrollo, destinado a

progresión y de criterios de estabilidad. La progresión de que él o los deportistas adquieran una base
la forma deportiva se manifiesta en las fases biológicas de general, en primer momento, y específica a
adquisición, mientras que la estabilidad corresponde posteriori, en pos de mejorar el nivel de
biológicamente al mantenimiento y pérdida transitoria de rendimiento. (Fig. 9).
la forma deportiva. Estas fases biológicas determinan los
distintos momentos pedagógicos del proceso del
entrenamiento deportivo, llamados respectivamente,
período preparatorio, período competitivo y período de
transición. (Fig. 7).

Las fases biológicas son:

ADQUISICION - MANTENIMIENTO - PÉRDIDA

Los períodos pedagógicos que le corresponden son:

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Figura 9. Deportistas en un entrenamiento del Período Preparatorio.
• Período competitivo o de conservación de los
niveles de forma deportiva adquiridos, con la
posibilidad de elevar aun más ese nivel. (Fig. 10).
Figura 10. Deportista en el Período Competitivo.
• Período transitorio o fase de pérdida temporal de
los niveles de rendimiento deportivo adquiridos.
(Fig. 11).
Figura 11. Deportistas disfrutando del Período Transitorio.
Los citados períodos, para un mejor desarrollo, a su vez se
subdividen en fases:
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El Preparatorio en:
• Fase General
• Fase Especial
El Competitivo en:
• Fase de Pulimiento
• Fase Competitiva
Más adelante se especificará las características
diferenciales de las citadas fases.
Como conclusión afirmamos que son estos períodos los
que le dan, a la planificación del entrenamiento deportivo,
el nombre de Periodización.
La Periodización del entrenamiento deportivo es entonces
“La distribución en el tiempo de un ciclo de entrenamiento
anual o semestral en espacios de tiempo mas pequeños
(Períodos), para estructurar el entrenamiento en el tiempo,
con ello se quiere enfocar el desarrollo del rendimientos
en ciclos que permiten fijar el momento de máximo
rendimiento” (David Martin 1980).
Comprendido el concepto de periodización, nos
detendremos a analizar la periodización de las capacidades
biomotoras, para a posteriori pasar a estudiar en
profundidad, y de mayor a menor, los distintos ciclos de
entrenamiento.
La Periodización de las Capacidades Biomotoras
El concepto capacidades biomotoras, hace referencia a las
capacidades físicas que, interactuando entre sí, adquieren
mayor importancia en relación a las características
distintivas de una especialidad deportiva.
. El análisis pormenorizado, de una especialidad deportiva,
permite determinar que capacidades juegan un papel
concluyente, en su máxima expresión competitiva, y como
se combinan entre sí, fuerza, resistencia y velocidad,
estableciéndose combinaciones biomotoras específicas.
(Ver Fig. 12).
9/52
 Figura 12. Combinaciones deportivas específicas entre las cualidades biomotoras dominantes. (Tudor Bompa 2000).

De acuerdo al planteo expuesto, las capacidades especificidad, destacando como, partiendo de desarrollos
biomotoras, tienen una destacada importancia, al diseñar básicos comunes, propios del período preparatorio,
una metodología para desarrollar las capacidades paulatinamente es convertida en la capacidad biomotora
dominantes de un deporte elegido requerida.

Diferenciando a los deportes individuales de los deportes
de equipo, encontramos que en los primeros existe una
estructura de mayor complejidad en la periodización,
mientras que en los deportes de equipo las necesidades son
más generales.
Analizando el planteo de Tudor Bompa (Ver Tabla 1),
para la periodización en el macrociclo de la fuerza, la
resistencia y la velocidad, observamos el proceso que
atraviesa, una capacidad determinada, hacia la
Analizando un ejemplo, tomamos a la potencia, elemento
dominante de muchos deportes, que inicia su paulatino
desarrollo desde el comienzo de la fase preparatoria. La
potencia es producto de la fuerza por la velocidad, para
lograr su adquisición, se plantea un trabajo de base que
permita el desarrollo de la fuerza máxima, para
gradualmente, con la incorporación de velocidad,
convertirla en potencia.

Periodo Preparatorio Competitivo Trans.

Etapa General Especial Pre Comp. Competitivo Trans.
Conversión potencia
Fuerza Adaptacion anatómica Fuerza máxima resistencia muscular Mantenimiento Comp. Regen.
o ambas
Desarrollo resistencia
Resistencia Resistencia aeróbica Resistencia específica Res. Aer.
específica de base
Resistencia aeróbica y Desarrollo de la base
Velocidad Velocidad específica agilidad y tiempo de reacción
anaeróbica de la velocidad
Tabla 1. Periodización de las capacidades biomotoras a lo largo del Macrociclo de entrenamiento (Tudor Bompa).

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A continuación a analizaremos detenidamente
periodización de las tres capacidades condicionales.
La periodización del entrenamiento de la fuerza
En la última década, el entrenamiento de la fuerza, ha
tomado un papel protagónico principal, en lo que a
periodización del entrenamiento deportivo se refiere.
Figura 13. Aplicación óptima de la Fuerza Específica.
El estudio pormenorizado, de las distintas especialidades
deportivas, ha determinado la necesidad de descubrir y
desarrollar la fuerza específica requerida (Fig. 13). En este
proceso los objetivos, contenidos y métodos de la fuerza,
se alteran durante todo el macrociclo , en pos de la
adquisición final del tipo de fuerza requerido, por el
deporte y por la función deportiva específica individual.
Planteamos a continuación la metodología de
periodización de la fuerza, desarrollada por Tudor Bompa,
destacando que, este autor, ha tenido la capacidad de
poder transferir, los conceptos generales de la
periodización, al proceso de sistematización de la fuerza.
• La adaptación anatómica: período inicial de
desarrollo de la fuerza, que centraliza su atención
en el desarrollo de la base general, solventando el
futuro desarrollo de cargas máximas. (Fig. 14).
Figura 14. Entrenamiento de la Adaptación Anatómica.
Se trabajan aquí todos los grupos musculares, haciendo
hincapié en tendones y ligamentos, preparándolos para
poder sobrellevar los esfuerzos que vendrán. La carga
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la será, de baja a media (40 a 60% de 1RM), ejecutando
entre 2 y 3 series de 9 a 12 repeticiones cada una.
Figura 15. Entrenamiento de la Fuerza Central como Adaptación
Anatómica.
La duración de esta fase ocupa entre 4 y 6 semanas, con
una mayor duración, entre 8 y 12 semanas, para los atletas
juveniles.
• Fase de fuerza máxima: La fuerza máxima
constituye el pilar de soporte que permitirá una
adecuada conversión a fuerzas específicas
(Fig.16). Por ello es que la fuerza máxima
desempeña un papel importante, cuando no
determinante, en la creación de la fuerza deportiva
específica.
La duración de esta fase varía entre los 1 y 3 meses,
dependiendo del tipo de deporte y de las necesidades del
deportista. Cuando más importante sea el papel de la
fuerza máxima en un deporte (Por ejemplo pilares de
rugby o lanzadores de atletismo), mas larga es la fase que
se le asigna a su desarrollo, lo contrario sucederá con los
deportes cuyos resultados finales no dependen de la
fuerza máxima (Por ejemplo en el golf y tenis de mesa).
Figura 16. Entrenamiento de la Fuerza Máxima.
En esta fase la carga será alta (85 a 100% de 1RM),
ejecutando entre 3 y 5 ejercicios, con series de 1 a 4
repeticiones y con un número de 6 a 10 series por sesión.
• Fase de conversión: Una vez desarrollada la
fuerza máxima, esta se convertirá en la fuerza
específica requerida por el deporte y/o función
deportiva.
11/52
 hasta la fecha en que se inicia el nuevo
macrociclo.

La periodización de la resistencia

La resistencia es la capacidad que resulta menos

vulnerable, en el proceso de sistematización desarrollado
en un macrociclo. La concepción de una adecuada
organización y desarrollo en el tiempo, de la capacidad
de resistencia, está instaurada en el pensamiento de
entrenadores y deportistas, desde hace tiempo.

Figura 17. Conversión a Fuerza Específica.

Según las necesidades del deporte, la fuerza, en principio,

se convertirá en potencia o en resistencia, pero finalmente,
llegando a la fase competitiva, se acentúan los
requerimientos de fuerza con un mayor grado de
especificidad. En función a ello encontramos un amplio
abanico de posibilidades, de combinaciones de la fuerza
con la resistencia y /o con la velocidad: Figura 18. Ciclismo de Ruta, deporte de alto contenido en Resistencia.

• Potencia resistencia. La secuencia de periodización de la resistencia, establece

• Resistencia muscular de corta duración. el siguiente orden que, en menor o mayor medida y de
• Resistencia muscular de media duración. acuerdo a las características específicas, es respetado por
la mayoría de las especialidades deportivas.
• Resistencia muscular de larga duración.
• Fuerza reactiva y de aterrizaje.
1. Resistencia general o de base.
• La potencia de lanzamiento. 2. Desarrollo de las bases de la resistencia específica.
• La potencia de salto. 3. Desarrollo de la resistencia competitiva.
• La potencia inicial.
• La potencia de aceleración. 1. Resistencia general o de base
• La potencia de desaceleración.
Es la resistencia que se desarrolla inicialmente, o sea en la
La fase de conversión, de la fuerza, se sitúa en un período etapa general del período preparatorio. Su objetivo se
que incluye, la fase preparatoria específica y el comienzo centraliza en desarrollar la capacidad de ejecutar un tipo
de la etapa competitiva, con una duración de entre 1 y 2 de actividad, independiente del deporte, que implique,
meses, manteniendo un cierto nivel de fuerza máxima. durante un tiempo prolongado, a muchos grupos
musculares y a los sistemas cardiovascular y respiratorio.
• Fase de mantenimiento: El objetivo de esta fase es
mantener, durante el período competitivo, los
niveles de fuerza específica adquiridos en la etapa
previa. El programa es específico y las
proporciones entre fuerza convertida y fuerza
máxima deben graduarse.

• Fase de regeneración: Corresponde al período de

transito y sigue sus lineamientos apareciendo una
perdida transitoria de los niveles de fuerza
adquiridos durante el año. Su duración se extiende

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 Figura 20. Entrenamiento de la Resistencia Competitiva.

La elección de los métodos de entrenamiento a utilizar,

Figura 19. Entrenamiento de la Resistencia de Base.
El predominio de la actividad es aeróbica y para su
desarrollo se utiliza, mayormente, el método continuo de
intensidad moderada, tendiente al desarrollo de un
importante volumen de trabajo.
2. Desarrollo de la base de la resistencia específica
Etapa destinada a desarrollar la capacidad de realizar,
durante un largo tiempo, cualquier tipo de carga que
guarden una relación óptima con la actividad deportiva
específica.
dependen estrictamente de las características del deporte y
de las necesidades del atleta. Encontramos así deportes
con una gran variabilidad, en el tipo de resistencia
competitiva, requerido por la función específica. Como
ejemplo de lo expuesto, analicemos lo que sucede en las
especialidades deportivas cíclicas.
Observando la Fig. 21, encontramos que el tipo de
resistencia competitiva, establecida para una prueba,
quedará determinada por la duración de la misma y por la
implicancia que ello le atribuye, a una mayor o menor
participación de la fuerza y de la velocidad.

Esta etapa de desarrollo de la resistencia, es propia de la

fase preparatoria especial, con una duración variable entre
los 2 y los 4 meses. En ella se desarrollan trabajos
aeróbicos y anaeróbicos, a los más altos niveles posibles,
priorizando a uno de ellos, de acuerdo a los factores de
rendimiento que influyen en el éxito para cada modalidad
deportiva de referencia.

3. Resistencia competitiva

Esta fase coincide con el período competitivo, en ella la

resistencia se trabaja como adaptación a las condiciones
de carga propias de la competición.

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Figura 21. Representación gráfica de cómo las capacidades de resistencia, fuerza y velocidad son solicitadas de forma distinta en cargas de corta,
media y larga duración. (Fernando Navarro Valdivieso 1998).
Periodización de la velocidad
Diferenciando a los deportes cíclicos de los deportes
acíclicos, encontramos que la periodización de la
velocidad responderá, en su estructura organizativa, al tipo
de velocidad requerido por la especialidad.
Figura 22. Velocidad en una especialidad deportiva cíclica.
Para los deportes individuales, en los que la velocidad
desempeñe un papel rector, se recomienda el desarrollo de
un plan bicíclico, mientras que para los deportes de equipo
lo más apropiado es una periodización monocíclica.
Tanto para deportistas de equipo como para atletas
individuales, la velocidad debe ser trabajada durante todo
el año, no obstante ello, en la estructura organizativa de su
periodización, se deberán respetar las siguientes fases:
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1. Resistencia de base: Es el entrenamiento que servirá de
sostén para la siguiente fase. Estos trabajos se desarrollan
desplegando una base aeróbica sólida, en los que se
apoyará la velocidad, disponiendo así, en un futuro y para
su desarrollo, de adecuados procesos de recuperación.
Posteriormente, como parte de esta resistencia de base y
de acuerdo a las exigencias de la especialidad,
corresponde desarrollar la resistencia anaeróbica, la que se
utiliza en la transición hacia un entrenamiento específico
de la velocidad. En esta transición, se incorporan medios
más específicos, utilizando métodos propios del deporte,
con juegos de velocidad y entrenamientos de repetición.
Durante está primera fase, no se debe abandonar la
activación de las fibras rápidas, recordando, además, que
es este el momento oportuno, para desarrollar y/o corregir
los elementos técnicos que condicionan a la velocidad.
2. Desarrollo de la velocidad de base: Ya con una buena
base de resistencia, se comienza a trabajar en el desarrollo
de la velocidad de base, con entrenamientos más intensos,
más refinados y más específicos.
En esta fase los trabajos de velocidad alcanzan su volumen
máximo, generando así una base de velocidad que
permitirá, en la próxima fase, la transferencia final hacia la
velocidad competitiva, demandada por la especialidad
deportiva.
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 3. Velocidad específica, agilidad y tiempo de
reacción: Momento de conversión final de la
velocidad de base a velocidad competitiva. Su
desarrollo implica la ejecución de ejercicios con gran
predominio de los “drills” de velocidad específicos de
cada prueba o deporte.
Figura 23. Aplicación en la competencia deportiva de la velocidad
específica, la agilidad y el tiempo de reacción.
Los métodos de velocidad específica no solo desarrollan la
velocidad, sino que se utilizan para perfeccionar
capacidades coordinativas como la agilidad y el tiempo
reacción.
Durante la fase competitiva, la velocidad, alcanza su
máxima intensidad, siendo su logro producto del
desarrollo de los métodos de entrenamiento específicos y
de la participación en competencias.
Si bien, en esta fase, prevalecen los ejercicios específicos,
es de vital importancia la alternancia, de métodos e
intensidad, que aseguren adecuados procesos de
recuperación, tendientes a evitar lesiones y a facilitar la
puesta a punto para las competencias.
CICLOS DE ENTRENAMIENTO
Macrociclo
El plan anual de entrenamiento o macrociclo basa su
construcción en las reglas que establecen las fases de
desarrollo de la forma deportiva.
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Tal como quedo establecido anteriormente, con los
criterios de periodización, el macrociclo tiene tres tipos de
periodos: preparatorio, competitivo y de transición.
Periodización tradicional
Como consecuencia de las investigaciones desarrolladas
por Lev Matveiev, surge el ordenamiento del
entrenamiento deportivo a través de la periodización
tradicional, que según la existencia de uno, dos o tres
períodos o momentos de competición en el año determina
hasta tres tipos de periodización:
• Periodización simple.
• Periodización doble.
• Periodización triple.
Estos tres tipos de periodización determinan tres distintos
tipos de macrociclos anuales:
• Macrociclos monociclitos, con un solo período
competitivo.
• Macrociclos bicíclicos, con dos períodos
competitivos.
• Macrociclos triciclitos, con tres períodos
competitivos.
Peses a las diferencias organizativas en el tiempo, en los
citados tipos de macrociclos, los objetivos y características
del entrenamiento son siempre los mismos.
Periodización Simple
La periodización simple establece que durante un ciclo
anual de entrenamiento, solo existirá un período, en el que
el atleta o bien el equipo deportivo, deberá alcanzar el
estado de forma deportiva.
En este caso la temporada de entrenamiento será dividida
en un período preparatorio, un período competitivo y un
período transitorio (Ver Fig. 24). Estos períodos
corresponden normalmente, a las fases de consecución,
conservación y pérdida transitoria de la forma deportiva, y
se recomienda su utilización para deportistas principiantes.
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 Figura 24. Plan Anual de Entrenamiento con una Periodización Monocíclica.

Periodización Doble Este tipo de periodización exige que, en una temporada

La periodización doble se utiliza normalmente en las
modalidades deportivas que, durante una temporada anual,
tienen dos campeonatos o situaciones competitivas
importantes.
anual, existan dos períodos competitivos y por lo tanto dos
períodos preparatorios y uno o dos períodos de transito
(Ver Fig. 25).

Figura 25. Plan Anual de Entrenamiento con una Periodización Bicíclica.

En estos casos de periodización doble, la distribución de
los períodos demanda que el período preparatorio del
primer bloque sea más largo que el segundo período
preparatorio; a la inversa y como norma, el primer
período de competición es más corto que el segundo
período de competición.
En cuanto a la definición de la dinámica de las cargas,
generalmente en el primer período preparatorio se prioriza
el desarrollo de los trabajos de base con un gran
incremento del volumen. Lo inverso sucede en el segundo
período preparatorio en dónde la intensidad adquiere un
papel protagónico mayor.

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La fundamentación, de los puntos recientemente
expuestos, está dada por que, aunque existan dos periodos
competitivos, el segundo período es, en la generalidad de
de los casos, más importante que el primero, razón por la
cual aparece una alternancia entre el volumen y la
intensidad, que determina igualmente una variación de la
curva de la forma deportiva, con una mayor subida de la
misma en el final del periodo competitivo II.

Es de gran importancia pues que, la duración, la secuencia,

las características y el énfasis sugerido para cada fase,
sean cumplidos en tiempo y en forma, en cualquiera de los
modelos de macrociclos, en pos de lograr el tan ansiado
estado de forma deportiva.

Factores que determinan el modelo de periodización

En el momento de diseñar un macrociclo de
entrenamiento, el entrenador, deberá considerar los
factores básicos que se encuentran presente en cada
momento o situación, imaginándolos como piezas de un
rompecabezas que, hasta que no se recomponga y se ajuste
adecuadamente, no permitirá sacarle el máximo provecho
al resultado perseguido. Estos factores son: la edad del
deportista, su nivel de experiencia, el estado de
entrenamiento y su especialidad deportiva (Fig. 26).
Figura 26. Factores que determinan el modelo de periodización a
utilizar (Fernando Navarro Valdivieso 2000).
Edad: En la primera etapa de formación del deportista, se
debe considerar prioritario el tratamiento del nivel básico
de entrenamiento.
A medida que el deportista va creciendo, alcanaza una
mayor importancia el nivel de entrenamiento específico y
competitivo (Fig. 27).Como se puede observar en todas las
edades se deben considerar los tres niveles de
entrenamiento, pero a medida que van pasando los años el
entrenamiento específico y competitivo van adquiriendo
mayor protagonismo.

Figura 27. Tratamiento de la Edad como factor a considerar en el diseño de un Macrociclo de Entrenamiento (Fernando Navarro Valdivieso 2000).

Nivel de experiencia: Cuanto mayor sea el nivel de Por lo contrario, cuando menor sea su nivel de
experiencia del deportista, tanto más relevante será que su experiencia, la atención deberá centrarse en una mayor
entrenamiento se enfoque, en mayor medida, hacia el nivel extensión en el nivel básico (Fig. 28).
específico y competitivo.

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Figura 28. Tratamiento del Nivel de Experiencia como factor a considerar en el diseño de un Macrociclo de Entrenamiento (Fernando Navarro
Valdivieso 2000).

El estado de entrenamiento: Un deportista desentrenado o por ello que, ante un estado deficiente de entrenamiento,
con un bajo nivel de preparación, necesita aumentar su se debe planificar un mayor período dedicado al
potencialidades básica antes de poder afrontar una entrenamiento de base (Fig. 29).
preparación específica y cualitativamente más intensa. Es

Figura 29. Tratamiento del Estado de Entrenamiento como factor a considerar en el diseño de un Macrociclo de Entrenamiento (Fernando Navarro
Valdivieso 2000).

La especialidad deportiva: La especialidad deportiva
juega un papel determinante al diseñar una planificación
de entrenamiento deportivo. Diversos factores referentes
al proceso de entrenamiento de una especialidad deportiva,
determinan la organización en el tiempo de los
componentes básicos, específicos y competitivos.
Existen deportes que por sus características técnico-
tácticos requieren un alto nivel de preparación específica
(Fig. 30), mientras que en otros deportes, como los
deportes cíclicos, la distancia competitiva determina la
mayor atención que deba prestarse a cada uno de los
niveles.

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 Figura 30. Tratamiento de la Especialidad como factor a considerar en el diseño de un Macrociclo de Entrenamiento.

Antes de pasar a estudiar detenidamente las características

distintivas de los períodos de entrenamiento observemos
un esquema básico de dinámica de las cargas
correspondiente a una periodización tradicional (Fig.31).

Figura 31. Esquema Básico de Periodización Tradicional del Entrenamiento Deportivo, con una sugerencia porcentual del tiempo sugerido para la
duración de los distintos Períodos de Entrenamiento.

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Período Preparatorio
Este periodo inicial o de base, constituye el momento
adecuado para desarrollar una estructura general de
preparación física, técnica, táctica y psicológica, para así
poder arribar exitosamente al período competitivo. Un
inadecuado entrenamiento en este período repercutirá en
los futuros resultados competitivos del macrociclo.
Un desequilibrio en la preparación física, un retraso en el
aumento y la progresión del volumen de entrenamiento, un
retraso en el incremento de la intensidad o una deficiencia
en el desarrollo técnico, pueden atrasar de tal modo el
rendimiento del deportista y/o del equipo de tal modo que,
al llegar las competencias fundamentales sea imposible
alcanzar el nivel competitivo anhelado.
En este período, es de vital importancia desarrollar, en la
fase inicial, un alto volumen de trabajo que permita crear
una adecuada base de adaptaciones orgánicas para, a
posteriori, desarrollar el trabajo específico.
Según Ozolin (1971) en términos generales en este
período, la orientación y la especificad del entrenamiento
debería alcanzar los siguientes objetivos:
1. Adquirir y mejorar la preparación física general.
2. Mejorar la capacidad biomotora requerida para el
deporte.
3. Cultivar las características psicológicas
específicas
4. Desarrollar y/o mejorar y/o perfeccionar la
técnica.
5. Familiarizarse con las necesidades estratégicas
básicas que se emplearán en las siguientes fases.
6. Mejorar el conocimiento teórico, considerando la
teoría y la metodología de entrenamiento
específico para el deporte.
Para los deportes individuales y según el grado de
desarrollo del deportista, el período preparatorio suele
durar entre 3 y 6 meses, La regla general establece que, a
menor edad y/o menor nivel de desarrollo y/o menor nivel
de experiencia, mayor duración tendrá el citado período.
En los deportes de equipo el período preparatorio tendrá
menor duración, pero se recomienda que tenga una
duración mínima de entre 2 y 3 meses.
Desde el punto de vista metodológico organizativo, tal
como ya fue citado, el período preparatorio se divide en
dos fases: una fase de preparación general y una fase de
preparación especial o específica.
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División del período preparatorio
Como ya hemos visto el camino hacia la consecución de la
forma deportiva implica la necesidad de considerar que
“las fases de la forma deportiva son, esencialmente
momentos o estados sucesivos de un proceso biológico;
representan etapas de cambios fisiológicos, biomecánicos
y morfológicos, que se producen, en el organismo del
deportista, por efecto del entrenamiento de otros factores”.
Estos cambios, como refiere Matveiev, son estados
sucesivos de un proceso pedagógico caracterizado por la
utilización correcta de determinados medios y métodos,
que garantizan el efecto esperado, sobre el desarrollo de
los deportistas.
Los fundamentos mencionados y la larga duración del
período preparatorio determinan la necesidad de subdividir
en dos etapas al período preparatorio.
Como ya hemos mencionados estas fases o períodos
reciben el nombre de preparatorio general y preparatorio
especial o específico. (Ver Tabla 1).
Fase Preparatoria General
Esta fase se destaca por tener, en general, un objetivo
común para todos los deportes, desarrollar un alto nivel de
acondicionamiento físico general, que permita construir, a
posteriori, los contenidos específicos del deporte en
cuestión.
Son objetivos prioritarios de esta fase el desarrollo de:
• la capacidad volitiva o de esfuerzo del deportista.
• la preparación física general.
• el mejoramiento de la técnica y la táctica básica.
Es aconsejable que la duración de esta fase represente 1/3
del total del plan anual, pero este parámetro es variable
según los aspectos ya mencionados.
En este período se debe desarrollar un alto volumen de
entrenamiento, priorizándose el desarrollo de ejercicios
extensivos, tanto generales como específicos, en pos del
logro de la capacidad de trabajo, para que
progresivamente, los deportista, vayan adquiriendo los
requerimientos de esfuerzo específicos del deporte.
El desarrollo de un alto volumen de trabajo es factible,
debido a que normalmente coincide, la época en que se
desarrolla este período, con las vacaciones laborales y/o de
20/52
estudio de los deportistas, lo que brinda mayor
disponibilidad para el entrenamiento de los mismos.
Así como el desarrollo del volumen es prioritario, los
trabajos de intensidad, adquieren importancia secundaria
en este período. La intensidad ocupará entre un 30 y un
40% del entrenamiento total.
Con respecto a las competencias, es aconsejable no
participar de las mismas y si se hace, se participará en
eventos no específicos al deporte o especialidad deportiva
individual. Ejemplos:
• Un corredor habitual de medio fondo atlético,
participa en pruebas de cross country.
• Un ciclista de pista, participa en pruebas de ruta.
• Un equipo de hockey, participa en carreras de
aventura, tal como lo hicieron Las Leonas, en su
preparación general, rumbo a Atenas 2004.
Tal como se acaba de poner de manifiesto, en esta fase, el
principio de la versatilidad hacia la especialidad, adquiere
una singular importancia, pues el desarrollo multilateral es
la base fundamental para el ulterior alto rendimiento.
El desarrollo multilateral del deportista se refiere a la
adquisición y/o mejoras de las capacidades coordinativas
y condicionales de base, y al desarrollo de las cualidades
de voluntad y esfuerzo.
En deporte, una base variada de desarrollo, es el elemento
necesario para lograr, a posteriori, un alto nivel de
preparación especial.
Es oportuno diferenciar los contenidos que deberán
priorizarse, en esta fase, según la capacidad o capacidades
biomotoras dominantes del deporte y/o función del
deportista.
En los deportes de resistencia o larga duración, en el
período preparatorio general, se desarrollará un elevado
volumen de trabajo aeróbico, destinando según Harre
(1982) entre el 70 y 80 % del tiempo total de
entrenamiento, al desarrollo de esta capacidad.
En los deportes en los que la fuerza, es el requisito
predominante, el desarrollo de la fuerza de base y fuerza
máxima constituye el principal objetivo de la preparación
general.
En cuanto a los deportes de gran implicancia técnica, el
período preparatorio general es el momento oportuno para
incorporar nuevas técnicas, o bien para corregir y/o
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modificar los déficit técnicos existentes. Estas nuevas
técnicas adquiridas y/o mejoradas, serán afianzadas en la
próxima fase preparatoria especial, lo que permitirá llegar
en óptimas condiciones técnicas al momento de la
competencia.
Como síntesis final es oportuno afirmar que, de no poner
énfasis en el volumen general de trabajo de la fase
preparatoria general, los resultados a alcanzar, en el
período competitivo, no serán los óptimos y que, el nivel
de forma deportiva, no perdurará en el tiempo.
Fase Preparatoria Especial
La fase preparatoria especial representa la segunda etapa
del período preparatorio y la fase de enlace entre la
preparación general y el período de competición.
En esta segunda fase se produce una alteración, tanto en la
estructura como en el contenido del programa de
entrenamiento, con el firme objetivo de desarrollar los
contenidos específicos que permitan abordar, al final de
esta etapa, el estado de forma deportiva.
Si bien el volumen general de trabajo aún es alto, este
volumen está dirigido al desarrollo de contenidos con
mayor grado de especificad técnica, del deporte en
cuestión.
En los tramos finales de este período, el volumen decae
paulatinamente, para ir dejando lugar al desarrollo de la
intensidad. O sea que la cantidad de trabajo es desplazada
progresivamente por la calidad del esfuerzo.
En los deportes en dónde la intensidad tiene gran
implicancia, el volumen puede descender
aproximadamente entre un 20 y un 40%. Con la misma
proporción, pero en forma inversa, o sea aumentando entre
un 20 un 40%, la intensidad eleva su protagonismo, lo
que implica un mayor incremento en los trabajos de
velocidad y de potencia.
En esta fase, para todos los deportes, y en mayor o menor
medida, según sean las características técnico-tácticas, el
objetivo fundamental estará concentrado en el
perfeccionamiento de la técnica y de la táctica.
En virtud de lo expuesto es que, el desarrollo de la
preparación física quedará condicionada, en esta fase, a los
requisitos de las capacidades biomotoras específicas,
implicadas en el desarrollo de la técnica y la táctica que se
pondrán de manifiesto en la contienda deportiva.
21/52
Cuando las exigencias del deporte impliquen una gran preparatorio, se puedan combinar eficientemente las
participación de la técnica y la coordinación, se buscará rutinas preparadas.
mejorar los elementos técnicos combinados de forma
diferentes, de modo tal que al finalizar el período

COMPONENTES FASE PREPARATORIA GENERAL FASE PREPARATORIA ESPECIAL

• Desarrollo de las capacidades físicas especificas

• Desarrollo de las capacidades físicas de base: requeridas por el deporte:
• Resistencia aeróbica • Resistencia anaeróbica
• Adaptación anatómica • Conversión de la fuerza máxima a
Preparación Física • Fuerza máxima fuerza específica
• Velocidad de base • Velocidad específica
• Flexibilidad • Mantenimiento de las capacidades físicas de base
• Formación Física de base

• Incorporación de nuevas destrezas deportivas • Asimilación y perfeccionamiento de las nuevas

• Reestructuración y perfeccionamiento de los técnicas y gestos introducidos en el período
Técnico/Táctica gestos deportivos ya asimilados preparatorio general
• Corrección y sedimentación del bagaje técnico • Asimilación de nuevos procedimientos tácticos
del deportista

• Afianzamiento positivo del grupo humano que

• Diagnóstico y terapia de la problemática componen el equipo
individual y/o en grupo • Desarrollo de la capacidad de adaptación
• Aumento de la capacidad de soportar una carga competitiva
Psicológico
creciente de trabajo • Adaptación a situaciones deportivas similares a
• Elevación del nivel general de capacidades las condiciones próximas de competición
volitivas

• Profilaxis de lesiones y dolencias • Prevención de lesiones

Médica y complementaria • Acompañamiento médico
• Tratamiento de problemas de salud

Tabla 2. Contenidos del entrenamiento en el Período de Preparación (Adaptado de Estilo Dantas por A. Vasconcelo Raposo 2000).

En esta fase aparecen las primeras competiciones, las que
deben ser planificadas con anticipación, tratando de que
coincidan con los últimos días de los microciclos de
descarga, utilizándose como control del proceso,
anhelando a que el deportista y/o equipos respondan de
acuerdo con el programa de entrenamiento del momento.
Así es como, en esta fase, se concretan competencias
deportivas, que permitan ir estabilizando las cargas
específicas, en relación a la perfomance, incorporando
paulatinamente las condiciones del medio interno, como el
equilibrio emocional y el funcionamiento como equipo, y
las condiciones del medio externo, determinado por los
adversarios, la infraestructura, el clima y el público, entre
otros.
Para redondear los conceptos referentes a esta fase,
debemos reconocer la importancia que adquiere, este
momento del macrociclo, al procurar desarrollar los
componentes específicos del deporte para, a posteriori,
poder transferirlos a la contienda deportiva, situación esta
a la que solamente se arribará, si se han cumplimentado
los requisitos iniciales de una adecuada preparación de
base.
Período Competitivo
El período competitivo corresponde a la fase de
estabilización o conservación de la forma deportiva,
caracterizándose por el desarrollo de una predisposición
óptima para la competencia.
El fin ulterior, de este período, es el perfeccionamiento de
todos los factores de entrenamiento que garanticen la
participación exitosa en las competencias deportivas
consideradas principales.

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Los objetivos principales de este período, según Ozolin
(1971) son:
1. Mejoría continua de las capacidades biomotoras y
de las cuestiones psicológicas, de acuerdo con la
especificad del deporte.
2. Perfeccionamiento y consolidación de la técnica
deportiva.
3. Perfeccionamiento de las maniobras tácticas y su
aplicación en el juego deportivo.
4. Mantenimiento de la preparación física general.
5. Mejoría del propio nivel de conocimiento teórico.
Los objetivos de este período son alcanzados mediante el
desarrollo de contenidos específicos que incluyen
ejercicios, habilidades y competiciones deportivas. La
especificad del entrenamiento augura mejorías,
estabilización y consistencia en la performance.
Está última afirmación, no significa que la preparación
física deba ser dejada de lado, sino que el nivel alcanzado,
en el período anterior, será mantenido como un constante
y continuo soporte de los contenidos específicos, Según
Bompa (1988), del total de la preparación física, el 90%
debe ser con carácter de preparación funcional directa a
las tensiones máximas de competición, y el 10% restante
será destinado a ejercicios con acción indirecta, destinados
al descanso activo y a la diversión.
En cuanto a la relación volumen intensidad, podemos
afirmar que, generalmente en el período competitivo, el
esfuerzo llega a ser más intenso, mientras que el volumen
disminuye. Existen particularidades, según las
características de los deportes, que a continuación se
detallan:
• Para los deportes dónde la velocidad, fuerza
máxima y/o potencia son dominantes y
determinantes de la perfomance, la intensidad del
entrenamiento aumenta en forma dramáticamente
inversa al volumen, el cual se reduce.
• Para los deportes que tienen a la resistencia como
capacidad dominante, el volumen de
entrenamiento puede ser mantenido en forma
constante o bien disminuir levemente con respecto
al período preparatorio especial.
La preparación técnico-deportiva y la preparación táctica,
deben alcanzar, en este período, el grado más alto de
perfeccionamiento, lo que presupone afirmar las
habilidades específicas, ya asimiladas, y aumentar su
variabilidad, de posibilidades de aplicación, a distintas
situaciones de lucha deportiva.
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En la preparación psicológica, adquieren un significado
especial la disposición directa a la competición y la
movilización a manifestar de manera elevada las fuerzas
espirituales y psíquicas. Es necesario trabajar para poder
regular los estados emocionales y manifestaciones
volitivas en el proceso de los certámenes, así como
también a formar una actitud correcta hacia los posibles
fracasos deportivos.
En cuanto a la cantidad y distribución en el tiempo, de las
competencias a desarrollar en el período competitivo,
debemos diferenciar a los deportes individuales de los
deportes de equipo.
En los deportes individuales, normalmente las
competiciones fundamentales, sean selectivos o
campeonatos, están limitadas a un número escaso de
compromisos y figuran en el calendario federativo
establecido con anticipación, lo que brinda la posibilidad
de seleccionar sus competencias preparatorias, para arribar
secuencialmente, en tiempo y en forma, al objetivo
competitivo final.
Estas características organizativas le permiten, al
entrenador, planificar el calendario de competencias,
respetando la dinámica de las cargas y estableciendo
objetivos progresivos para las distintas competencias en
pos de arribar, en condiciones óptimas, a una instancia
competitiva final.
Lo contrario sucede en los deportes colectivos, que
normalmente tiene una temporada competitiva larga, con
encuentros deportivos puntables, todas las semanas
durante varios meses. En estos casos el arte del entrenador
consiste en alcanzar un estado de forma deportiva al
iniciar el período competitivo y mantenerlo durante un
largo período.
Para ello es necesario un cuidado muy particular en la
organización del microciclo o semana de entrenamiento,
pudiendo sufrir, en momentos particulares de la
temporada, un aumento gradual del volumen y/o la
intensidad, según sea el requerimiento, pero siempre
evitando la interrupción del rendimiento general de los
jugadores.
Para una mejor organización metodológica, al período
competitivo lo dividimos en:
1. Fase Pre-competitiva
2. Fase competitiva principal.
23/52
Fase pre-competitiva o de pulimento
El objetivo fundamental de esta fase es evaluar
objetivamente la perfomance deportiva, en los ambientes
de competición, detectando y registrando todos los
pormenores técnicos, tácticos, físicos y psicológicos, que
hacen al rendimiento deportivo, para así procurar en los
entrenamientos, corregir los puntos débiles y afianzar los
puntos fuertes.
En esta fase, el proceso de entrenamiento no debe ser
interrumpido por las competencias, sino que estas deben
ser consideradas como un eslabón más del proceso de
entrenamiento y, por lo tanto, en la planificación de los
microciclos, se debe considerar a la competición como el
momento óptimo para el desarrollo de los contenidos
específicos.
En la planificación de los microciclos competitivos surgen
pequeñas alteraciones dadas por la reducción de las cargas
correspondientes a los días previos a la competición, lo
que permitirá abordar el compromiso en óptimas
condiciones.
En los deportes colectivos esta fase es definitoria para la
selección de los jugadores titulares que formaran el equipo
base, así como también para ensayar las maniobras
técnico-tácticas que irán definiendo el perfil del equipo.
Fase de competición principal
Es la fase conclusiva del macrociclo y en ella se pondrán
de manifiesto los resultados de la preparación, pues está
organizado con el objetivo de que, el atleta o el equipo
deportivo, alcancen su máximo rendimiento y consigan así
sus mejores resultados, en las competencias deportivas
consideradas fundamentales.
En las situaciones deportivas que lo permitan, las
competiciones deberían ser establecidas progresivamente
por orden de importancia, culminando con la competencia
principal. Otra posibilidad sería intercalar competencias
duras con competencias de menor exigencia. Estos
conceptos determinan la necesidad de planificar detallada
y cuidadosamente las competiciones
Planificación de las competencias
Todas las competencias, deben subordinarse al plan anual
y deben tener como objetivo aumentar las posibilidades de
rendimiento durante las competencias principales del año.
Por lo expuesto podemos afirmar que la selección y
planificación de las competencias es un arte en sí mismo.
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A medida de que nos acercamos a la competencia
fundamental, el deportista, deberá ir consolidándose en la
contienda deportiva, con la aplicación eficiente de la
técnica y la táctica, ante rivales concretos, y utilizando
eficientemente la energía disponible, así como también
afianzando las características psicológicas, tales como
voluntad y perseverancia.
Bompa (1970) y Harre (1982) recomienda que el
entrenador al planificar, las competencias del período
competitivo, considere los siguientes aspectos:
1. Participar en una competencia, sólo cuando se
sienta capaz de alcanzar los objetivos fijados, para
cada factor de entrenamiento.
2. Cada competencia debe ser seleccionada
cuidadosamente, y que el nivel de dificultad
aumente progresivamente.
3. Competencias que no sean desafiantes, no
motivarán al atleta.
4. No evadir oponentes de capacidades superiores.
5. Demasiadas competencias y viajes, disminuyen
las posibilidades para una adecuada dosificación
de las cargas. El resultado final será la
disminución del potencial físico y psicológico del
atleta.
6. La planificación correcta, del programa de
competencias, debe asegurar el mejor punto
máximo para la competencia oficial.
Las características, de los calendarios deportivos
federativos de deportes de conjunto, condicionan la
libertad del entrenador para planificar sus compromisos
competitivos, debiéndose adecuar a las exigencias que se
le imponen.
Todo lo contrario sucede, como ya hemos visto
anteriormente, con los deportes individuales, en dónde los
entrenadores pueden planificar sus competencias con
mayor libertad, pues las competiciones fundamentales,
sean selectivos o campeonatos, están limitadas a un
número escaso de compromisos principales.
Basándonos en estas dos características distintivas de los
deportes, en cuanto a su organización competitiva, y
respetando el principio que establece que los programas de
competición, requieren de momentos intermedios de
regeneración, alternados con el desarrollo normal del
entrenamiento, podemos citar dos métodos básicos para
organizar en el tiempo a las competiciones deportivas:
1. El enfoque de agrupamiento.
2. El enfoque cíclico.
24/52
Enfoque de agrupamiento
Como bien lo establece su denominación, este método
consiste en agrupar, en 2 o 3 semanas continuas, la
participación de los atletas o equipos en competencias. Tal
como lo indica la Figura 32, a estos períodos agrupados de
competencias, les debe preceder un mesociclo de
entrenamiento, que generalmente tiene una duración de
entre de 2 o 3 microciclos o semanas, y que se utilizan
para la preparación especifica, en pos de la competencia.

Fase de Entrenamiento Fase Competitiva

Mayo Junio Julio Agosto Septiembre
Fechas
1 8 15 22 29 5 12 19 26 3 10 17 24 31 7 14 21 28 4 11 18 25
Mesociclos 6 7 8 9 10 11
Calendario de Competiciones
Tabla 2. Planificación de competencias basado en una propuesta de agrupamiento (Tudor Bompa).

Estos ciclos dobles, de preparación y posterior Enfoque cíclico

competición, se repiten sistemáticamente y necesitan un
enlace entre una fase competitiva y una fase de
preparación, razón por la cual el primer microciclo, pos
competencia, deberá tener características regenerativas.
Este microciclo será de baja intensidad y con un único
pico al final.
A continuación se vuelven a desarrollar dos microciclos y
medios de alto nivel de entrenamiento, seguidos de 2 o 3
días de descarga, para poder así abordar la nueva serie de
competiciones. Por último y siguiendo las mismas pautas
de preparación, competición y regeneración, se arribará a
las competencias clasificatorias y finales.
Este tipo de organización se adapta más a los deportes
individuales, que permite planificar el arribo en óptimas
condiciones a las dos últimas instancias finales, tal como
lo grafica el ejemplo de la Tabla 2.
Este tipo de organización se refiere a competencias
planificadas de manera repetitiva o cíclica y puede ser
utilizada tanto, en los deportes de equipo, como en los
deportes individuales (Tabla 3).
Para los deportes de conjunto, normalmente se utiliza una
organización cíclica que implica una participación
semanal, en competencias deportivas que se repiten.
Como vemos, las competencias se inician en el mesociclo
7, con ciclos de dos semanas entre una competición y otra,
pero al iniciarse el campeonato, en el mesociclo 8, las
competencias adquieren una frecuencia semanal que se
mantiene durante el mesociclo 9.

Fase de Entrenamiento Fase Competitiva

Mayo Junio Julio Agosto Septiembre
Fechas
1 8 15 22 29 5 12 19 26 3 10 17 24 31 7 14 21 28 4 11 18 25
Mesociclos 7 8 9 10 11
Calendario de Competiciones
Tabla 3. Planificación de competencias basado en una propuesta Cíclica para un deporte en equipo (Tudor Bompa).

Como consecuencia de que cada uno de estos microciclos
finalizará con una competencia, se aconseja planificar en
la semana, un solo pico máximo, establecido para los días
martes o miércoles. Se debe planificar, además, una fase
de descarga, para los últimos días, lo que beneficiará al
equipo, con una supercompensación para el día del juego.
Las competencias regionales y finales, se desarrollan los
últimos días de los mesosciclo 10 y 11, respectivamente.
En este último caso, cada uno de los mesosciclos finaliza
con un juego importante, y aparece un ciclo de tres
semanas entre una competencia y la otra. Los microciclos
intermedios serán utilizados, en un primer momento, para
recuperar al equipo y, a posteriori, para entrenar
mejorando los puntos débiles y afianzando los puntos
fuertes.
En el caso de los deportes individuales, que tengan una
instancia clasificatoria y una final, el enfoque cíclico
puede ser establecido con una frecuencia competitiva cada
dos fines de semana, con tiempos de entrenamientos
intermedios (Tabla 4).

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 Fase de Entrenamiento Fase Competitiva
Mayo Junio Julio Agosto Septiembre
Fechas
1 8 15 22 29 5 12 19 26 3 10 17 24 31 7 14 21 28 4 11 18 25
Mesociclos 7 8 9 10 11
Calendario de Competiciones
Tabla 4. Planificación de competencias basado en una propuesta Cíclica cada dos semanas y Finales (Tudor Bompa)

Este tipo de organización es ventajosa y podemos
considerarla como ideal, ya que brinda la posibilidad, en
breves ciclos repetitivos, de competir, regenerar y
entrenar, corrigiendo déficits detectados, para finalmente
realizar la descarga compensatoria, que permita volver a
competir.
Para este tipo de organización, el microciclo posterior a la
competencia, exige una buena recuperación con baja
intensidad en su primera mitad, retomando el
entrenamiento intenso en los días restantes.
Lo contrario ocurrirá con el microciclo que precede a la
nueva competencia, que tendrá una estructura opuesta a la
anterior, con una alta intensidad en la primera parte y una
muy buena descarga compensatoria, en la segunda mitad
del microciclo.
Las fases de descarga pre-competitivas, se deben
establecer con el tiempo necesario para la regeneración
nerviosa y psicológica, considerando que después de un
estímulo intensivo, el SNC (sistema nervioso central)
sufre la mayor fatiga, lo que implica una lenta
recuperación de las células nerviosas, que se recuperan, 7
veces, más lentamente que las células de los músculos
esqueléticos.
Abordando la problemática de la planificación de las dos
semanas previa a una competición, Bompa (1988)
diferencia muy bien a los deportes donde la capacidad
dominante es la resistencia, de los deportes con gran
implicancia de la velocidad, potencia o coordinación.
Cuando la resistencia es la capacidad dominante, se tratará
de reducir el impacto del principal factor estresante, es
decir de la intensidad (Fig. 32).
En la primera semana de descarga, se debe disminuir el
número de sesiones de entrenamiento y las sesiones de
intensidad no deben superar el número de 2 por
microciclo. Estos trabajos de intensidad tendrán una
duración mínima y el tiempo restante de la sesión se
utilizará para recuperación activa.
En el microciclo de competición principal, los trabajos de
intensidad y/o exigentes, son eliminados del plan y el
volumen decaerá progresivamente, hasta estabilizarse en
su más bajo nivel, en los dos días previos a la
competición.

Figura 32. Dinámica del volumen y la intensidad durante la fase sin carga, para deportes dónde la resistencia es la capacidad dominante (Tudor
Bompa).

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La misma sistematización, no podrá ser aplicada en los
deportes en dónde la velocidad, potencia o coordinación
son las habilidades dominantes. La Figura 33 muestra una
reducción del volumen para el primer microciclo, en un
50% del nivel previo.
Figura 33. Dinámica del volumen y la intensidad durante la fase sin carga, para deportes dónde la velocidad y/o potencia son la capacidad dominante
(Tudor Bompa).
Los programas de entrenamiento exigente, deben ser
excluidos y los ejercicios a desarrollar en los
entrenamientos intensivos deben ser de naturaleza
dinámica y de corta duración.
Durante el microciclo de competición principal, la
intensidad podrá tener un pico sub máximo en los
primeros días del ciclo, para a posteriori ser reducida
progresivamente. En este microciclo el volumen
continuará con la tendencia decreciente, hasta llegar a un
30% en los dos últimos días pre-competición.
Período transitorio
Cuando hablamos de forma deportiva citamos que las
fases biológicas de adquisición, mantenimiento y pérdida,
determinaban los períodos de entrenamiento. Hemos ya
hablado del período de preparatorio, correspondiente a la
fase de adquisición, también hemos estudiado las
características del período competitivo, correspondiente a
la fase de mantenimiento, nos toca ahora abordar la fase
de la perdida transitoria de la forma deportiva, o sea la
fase de la recuperación anual y que, en entrenamiento,
recibe el nombre de período de transición.
De la misma forma que los trabajadores y los estudiantes,
necesitan un descanso antes de iniciar un nuevo año, el
deportista requiere de un período transitorio, para
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En ese mismo microciclo, observamos que se pueden
planificar 2 picos de intensidad, pero con la aclaración de
que, en los trabajos de intensidad de una misma sesión, las
pausas de recuperación entre las repeticiones deberás ser
completas.
recuperarse de un alto grado de fatiga física y
especialmente psicológica.
El período de transición, se caracteriza por el descenso del
estado de preparación del deportista y su fin es prevenir la
transformación del efecto acumulativo del entrenamiento y
de las competiciones en sobreentrenamiento.
Los objetivos más importantes de este período, según
Ozolin (1971) son: facilitar el descanso psicológico, la
relajación, la regeneración biológica y mantener un nivel
de preparación general, al 40-50% de la fase de
competencia.
Esta pérdida, transitoria, de la forma deportiva, permite
que en el organismo se procesen ciertas reestructuraciones
positivas, que dependen de las cargas anteriores y que van
a permitir la continuidad en el proceso de entrenamiento
deportivo.
Normalmente, la transición es activa, con característica de
diversidad en los ejercicios y variación en las condiciones
ambientales de las actividades. Se debe procurar brindar al
deportista, amplias posibilidades de elegir y variar su
actividad física, con el objetivo de que esta le depare
satisfacción y no se convierta en una sobrecarga negativa.
La orientación de este período, variará según la modalidad
deportiva, el nivel de preparación de los atletas, de la edad
27/52
y del número de competiciones anuales. Para los
deportistas de alto rendimiento, el período de transito debe
ser orientado hacia la preparación de la temporada
siguiente y a una, muy buena, recuperación activa.
El período de transición normalmente tiene una duración
de 2 a 4 microciclos, que se caracterizan, por no tener una
a rigurosa organización de las sesiones. Durante este
tiempo se debe aprovechar para realizar un apropiado
control médico.
Como síntesis final señalamos que el reposo, activo, bien
orientado y organizado, creará la posibilidad de que el
deportista regrese al período preparatorio con un fuerte
deseo de entrenar.
Mesociclos
Los mesociclos constituyen la estructura media del
proceso de entrenamiento cuya característica principal es
la de reproducir, de forma regular, un cierto conjunto de
microciclos que mantienen un orden preestablecido, o bien
la sustitución de ese conjunto que se repite por otro.
Un mesociclo está constituido por un mínimo de 2
microciclos que, como si fueran bloques de construcción,
forman los ciclos medios de entrenamiento
Según Platonov, los mesociclos deberán ser considerados
como “etapas relativamente terminales del proceso de
entrenamiento, que garantizan el desarrollo de una
cualidad o de una adaptación particular”.
Los mesociclos son formas imprescindibles de organizar
el entrenamiento que permiten:
• Manejar el efecto del entrenamiento acumulativo
de cada serie de microciclos,
• Posibilitan un elevado ritmo de evolución del
grado de entrenamiento.
• Prevenir las desviaciones de los procesos de
adaptación, posibles como resultado de la
estratificación crónica de los efectos de las
sobrecargas (heterocrónica), lo que determina no
solo elevar el nivel de los requerimientos sino
que, en algunos microciclos se deberán disminuir
relativamente.
A lo largo del macrociclo de entrenamiento los
mesociclos, en su conjunto, se modifican en función de los
siguientes factores:
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• Las particularidades que establecen los períodos
del macrociclo para los contenidos de
entrenamiento.
• El calendario de competiciones y la aproximación
a las competencias fundamentales.
• Los efectos de la acumulación de sobrecarga de
entrenamiento.
• Los intervalos entre las competencias.
• Las condiciones de regeneración y recuperación
del organismo de los deportistas.
Son los mesociclos las estructuras dinámicas que le darán
un carácter ondulatorio al macrociclo, pues en su interior,
las combinaciones de microciclos determinan una
dinámica ondulatoria de las cargas, con una estructura de
crecimiento 2:1, 3:1 o bien 4:1 en dónde el primer número
está indicando la cantidad de microciclos de crecimiento y
el segundo número está indicando las semanas o
microciclos de descarga. (Fig. 34).
Figura 34. Dinámica de Carga 3:1 para un Mesociclo de 4
Microciclos.
En los mesociclos competitivos, la dinámica de las cargas
puede llegar a utilizar otro tipo de dinámica 1:1, 1:2 o bien
2:2 en estos casos el primer número indica los microciclos
en los que se entrenan con mayor ímpetu y el segundo
número los microciclos en los que se descarga para poder
competir.
Finalmente es oportuno destacar que si bien la curva de
evolución proporcional de la carga de entrenamiento
parece ser ondulatoria, encontramos que la perfomance
mejora constantemente (Fig. 35).
28/52
 Figura 35.

Tipos de mesociclos

En la práctica encontramos dos grandes tipos de

mesociclos, los mesociclos fundamentales y los
mesociclos secundarios o típicos.

Mesociclos Fundamentales
Figura 36.
Desarrollan los principales contenido de la planificación
utilizándose a lo largo de todo el macrociclo. Estos La organización de estos mesociclos está supeditada al
mesociclos se subdividen en dos grandes grupos: calendario de competiciones, a la importancia de estas
según la progresión planificada y a las particularidades
Mesociclos Básicos que cada disciplina impone para acceder a instancias
superiores.
Los mesociclos de base se caracterizan por el desarrollo de
los principales contenidos de entrenamiento, aumentando Según lo permita el calendario, los mesociclos de
las posibilidades funcionales y desarrollando la competición se podrán organizar con un microciclo de
preparación técnico táctica. Estos mesociclos se aproximación o pre-competitivo y uno de competición.
subdividen en:
MESOCICLO COMPETITIVO
• De Desarrollo: Se utilizan para adquirir nuevos MICROCICLO MICROCICLO
hábitos motores y para elevar significativamente DE APROXIMACION DE COMPETICION
las cargas de entrenamiento general o específicas, Tabla 5.
conforme se sitúen en un mesociclo de
preparación general o específica. Cuando la competencia es muy exigente se agregará, a la
• De estabilización: Los mesociclos de secuencia anterior, un microciclo de reestablecimiento o
estabilización se caracterizan por una interrupción recuperación.
temporal de la carga de entrenamiento, la que
permanecerá en el nivel del mesociclo anterior, MESOCICLO COMPETITIVO
MICROCICLO MICROCICLO MICROCICLO
para facilitar así la fijación adaptativa de los APROXIMACIÓN COMPETICIÓN REESTABLECIMIENTO
contenidos desarrollados. Tabla 6.
• Mesociclos de Competición: Propios del período
competitivo, en ellos se organizan las secuencias Secundarios o Típicos
de microciclos correspondientes al citado período,
en pos de regular el mantenimiento de la forma Comprenden un gran grupo de mesociclos que tienen
deportiva y de crear condiciones adecuadas para la características distintivas, acordes a momentos particulares
competición. (Fig. 36). de la temporada:

• Mesociclos Entrantes: Se utilizan para iniciar los

períodos preparatorios, son de baja intensidad y
progresivamente van elevando el volumen.

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• Mesociclos Especiales Variables: Se utilizan al • Mesociclos Recuperatorios o Mantenimiento: Son
final del período preparatorio general, y en ellos mesociclos intermedios que se utilizan cuando el
se van conjugando los contenidos generales con período competitivo es muy largo y que se ubican
los contenidos específicos. entre series de competencias fundamentales. Su
objetivo es recuperar y estabilizar los niveles de
• Mesociclos de Control Preparatorios: Son prestación durante el largo período de competición
mesociclos que se utilizan para evaluar el nivel (Fig.38).
alcanzado, en condiciones de competición, por el
deportista o el equipo deportivo. En ellos se
conjugan el entrenamiento con competencias
preparatorias utilizadas como forma de control del
proceso.

• Mesociclos de Choque Intensivos: Son mesociclos

que generalmente se utilizan en la parte
conclusiva del período preparatorio especial y se
caracterizan por una brusca elevación tanto del
volumen como la intensidad.

• Mesociclos de Pulimento o Pre-Competitivos:

Mesociclos que se utilizan para realizar los
modelajes finales y pulir las deficiencias. La
particularidad de este tipo de mesociclo es que
tienen una perfecta organización, tomando como
referencia la competición y desencadenando la
necesaria adaptación a las condiciones concretas
de la competición fundamental, tales como el
clima, el horario, la infraestructura, el
equipamiento que se utilizará y las características
de los adversarios (Fig.37).
Figura 38.
• Mesociclos de Reestablecimiento: Son los
mesociclos que se utilizan en el período transitorio
y se caracterizan por una perdida transitoria de la
forma deportiva a través de un descanso activo.
Combinaciones de los mesociclos en el macrociclo
Como acabamos de estudiar, los mesociclos forman los
períodos del macrociclo. Cada período está constituido por
mesociclos fundamentales y típicos que brindan las
características distintivas del momento (Fig. 39).

Figura 37.

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 Figura 39. Modelo de secuencia lógica de combinación de Mesociclos para un Macrociclo Tradicional.
Microciclos
Definimos oportunamente al microciclo como un conjunto
de sesiones de entrenamiento que repiten una parcela
relativamente completa de entrenamiento y cuya duración
normalmente es de una semana.
Se reconoce así al microciclo como la microestructura de
los sistemas de periodización y están formados por el
conjunto de las sesiones de entrenamiento que son las que
concretan y unifican todo este proceso.
Como ya lo citamos, la duración estándar del microciclo
es de una semana, pero en circunstancias especiales su
duración puede ser menor o mayor, así es como nos
podemos encontrar con microciclos cuya duración oscile
entre los 4 y los 10 días.
Para una adecuada planificación de los microciclos es
necesario considerar una series de factores que determinan
la organización interna de los mismos permitiendo el
normal desarrollo de los contenidos seleccionados.
Factores y circunstancias que determinan la organización
de los microciclos:
1. Régimen general de vida del deportista.
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• Estudios
• Horario escolar
• Actividad laboral
2. Duración del microciclo
• En el caso de los deportistas que estudian y/o
trabajan es necesario conjugar el régimen semanal
de estudio y/o trabajo con el de entrenamiento.
• En alto rendimiento de acuerdo a las necesidades
de la estructura del microciclo, la duración de los
mismos variará entre los 4 y los 10 días.
3. Volumen total de las cargas requeridas
4. Particularidades de la especialización de cada
deportista y su nivel de entrenamiento.
5. Preferencia diaria del entrenamiento.
6. Respuesta de cada deportista al programa de
entrenamiento
7. Tiempo de recuperación requerido entre un
entrenamiento y el próximo.
8. Ubicación del microciclo en la macroestructura de
entrenamiento.
9. Calendario de competencias y su correspondiente
secuencia progresiva y estabilización de la forma
deportiva.
31/52
 10. Necesidad de obtención de resultados o marcas
decisivas para la calificación a instancias
competitivas superiores.
11. Intervalos recuperatorios entre una serie de
competencias y las próximas.
Tipos de microciclos
En pos de encontrar una respuesta adecuada a los citados
factores, encontramos distintos tipos de microciclos (Ver
Fig. 40), que con una estructura interna adecuada, intentan
Figura 40. Tipos de Microciclos (Norberto Alarcón).
Microciclos propios de entrenamiento
Corresponden a las fases de desarrollo de la forma
deportiva y según la tendencia de sus contenidos se
subdividen en:
• De preparación general: Son los principales
microciclos que se utilizan en el período
preparatorio general y sus contenidos están
relacionados con el desarrollo de la preparación
física general.
• De preparación especial: Corresponden al tipo de
microciclo a utilizar en el período previo a las
competencias, destacándose en su estructura, la
prioridad de desarrollo de los contenidos
específicos con tendencia al desarrollo de la forma
deportiva.
Tanto los microciclos de preparación general como los de
preparación especial tienen variantes y según su estructura
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responder a las necesidades especificas, de los disímiles
momentos de la preparación del los deportistas.
De acuerdo a su función, diferenciamos a los microciclos
principales de los microciclos complementarios. Entre los
primeros se aparecen los microciclos propios de
entrenamiento y los de competición. En calidad de
complementario encontramos a los microciclos “de
aproximación” y a los “de reestablecimiento”.
de crecimiento, en relación al volumen y la intensidad,
diferenciamos:
Microciclos corrientes: Distinguidos por el crecimiento
uniforme del volumen de entrenamiento con un limitado
desarrollo de las sesiones de intensidad. Estos microciclos
se utilizan mayormente en el período preparatorio general
y en una menor proporción en el período preparatorio
especial.
Microciclos de choque: Caracterizados por que a la par del
volumen de trabajo creciente, aparece una sobrecarga de
intensidad, efecto que se logra concentrando las sesiones
en el tiempo. Este tipo de sistematización es propia de los
microciclos de preparación especial.
Microciclos de competición: Corresponden a la estructura
organizativa de los pequeños ciclos de entrenamiento,
cuya sistematización prioriza la puesta a punto de los
deportistas, para las competencias consideradas
importantes.
32/52
En los microciclos de competición toda la organización 2. Decidir que tipo de microciclo se usará.
del comportamiento del deportista, está dirigida a asegurar 3. Establecer evaluaciones y competiciones
el estado óptimo de preparación para el momento de la 4. Fijar el nivel absoluto de trabajo:
competencia. • Número de sesiones.
• Volumen.
En su estructura sistemática aparece una primera fase de • Intensidad.
predisposición operativa previa al día de la competencia, y 5. Fijar el nivel relativo de esfuerzos:
fases recuperatorias intermedias para las situaciones de • Cantidad de picos.
torneos con participaciones agrupadas en el mismo • Variación de la intensidad.
microciclo. 6. Definir el carácter del entrenamiento:
• Métodos de entrenamientos.
Microciclos complementarios • Forma de entrenamiento a desarrollar.
7. Establecer los días de evaluación o competencia.
Los microciclos complementarios, como bien lo dice su
denominación, se utilizan como complemento de los
Dentro de los criterios para armar un microciclo, el punto
microciclo principales para la progresión y/o
número 4 establece fijar el nivel absoluto de trabajo, para
compensación suplementaria en la construcción estructural
ello, en un primer momentos se debe establecer en número
de los mesociclos. Diferenciamos como complementarios
de sesiones de entrenamiento dentro de un ciclo semanal.
a los microciclos de aproximación de los microciclos de
Así encontramos distintas posibilidades de dinámica de las
reestablecimiento.
cargas establecidas por las sesiones de trabajo y las
sesiones de descanso.
De aproximación: Son los microciclos que preceden al
microciclo competitivo y se organizan según las reglas de
Clasificación de los microciclos
acercamiento directo a la competencia.
Un microciclo se estructurará en función de la cantidad de
Su estructura está supeditada a preparar a los deportistas
sesiones de entrenamientos planteadas para la semana. El
para las condiciones de competición requeridas y su
número dependerá del nivel de preparación del deportista.
contenido es muy variado, dependiendo de las
particularidades del deporte y/o especialidad y del estado
Los gráficos de las Figuras 41 a 42, que presentamos
de condición en que se encuentren los deportistas.
seguidamente reflejan diferentes modelos de microciclos,
planteados desde las posibilidades y necesidades de los
Al respecto, hemos abordado este tema cuando estudiamos
deportistas.
problemática de la planificación de las dos semanas previa
a una competición, y como Uds. recordarán, diferenciamos
muy bien a los deportes donde la capacidad dominante es
la resistencia de los deportes con gran implicancia de la
velocidad, potencia o coordinación (Ver Figuras 32 y 33).

De reestablecimiento: Son los microciclos que se ubican a

posteriori de una competencia altamente exigente o bien al
final de una serie de microciclos propios de
entrenamiento, que finaliza con un microciclo de choque.

El objetivo de estos microciclos es brindar un adecuado Figura 41. Microciclo con dinámica de cargas 1:1, establecida por
una sesión diaria de entrenamiento seguida de un descanso.
descanso recuperatorio que facilite el proceso de
adaptación compensatoria, para ello se deberá disminuir el
nivel general de entrenamiento y aumentar la cantidad de
días destinados al descanso.

Criterios para armar un microciclo

1. Fijar sus objetivos, en especial para los factores

dominantes del proceso.

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Figura 42. Microciclo con dinámica de cargas 2:1, establecida por dos
sesiones de entrenamiento alternadas con un descanso.
Figura 43. Microciclo con dinámica de cargas 3:1, establecida por
tres sesiones de entrenamiento alternadas con un descanso. Un día
con dos sesiones de entrenamiento y el siguiente día con una sola
sesión.
Figura 44. Microciclo con dinámica de cargas 4:1, establecida por
cuatro sesiones de entrenamiento alternadas con un descanso. Dos
días con dos sesiones de entrenamiento y el tercer día con una sola
sesión.
Figura 45. Microciclo con dinámica de cargas 5:1, establecida por
cinco sesiones de entrenamiento alternadas con un descanso.
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Figura 46. Microciclo con dinámica de cargas 6:0, establecida por
seis días con sesiones dobles de entrenamiento, sin descansos
intermedios.
Una vez que se ha determinado la dinámica de los
entrenamientos, debemos pasar a establecer el nivel
relativo de los esfuerzos fijando los picos y la variación de
la intensidad. En este proceso se deberán considerar
parámetros metodológicos fundamentados en los
principios del entrenamiento deportivo.
Parámetros metodológicos para la organización de los
microciclos
La organización del microciclo debe respetar en su
estructura una serie de factores metodológicos que
faciliten la obtención de los mejores efectos de
entrenamiento. Al respecto Vanconcelos Raposo (2000)
cita los siguientes factores:
• Se obtiene un buen efecto del entrenamiento, si se
han seguido, dentro del mismo mismos
microciclo, sesiones de objetivos y contenidos
idénticos.
• La repetición debe practicarse para desarrollar las
capacidades físicas, variando la frecuencia de los
ejercicios.
• Los ejercicios para el desarrollo de la resistencia
general, de la flexibilidad y de la fuerza muscular
(de los pequeños grupos musculares) son más
eficaces si son repetidos diariamente.
• El desarrollo de la fuerza muscular de los grandes
grupos musculares, es más eficaz si los
respectivos ejercicios son repetidos cada 2 días.
• El desarrollo de la resistencia específica con
intensidad submáxima deberá practicarse dos o
tres veces por semana, dedicando los días
restantes a entrenamientos con poca intensidad.
• La velocidad se desarrolla suficientemente con
dos sesiones por semana.
• La alternancia de entrenamiento-recuperación
debe ser debidamente programada para el
microciclo.
34/52
 • En todo microciclo debe incluirse una sesión para
la recuperación activa, precedida de ejercicios de
baja intensidad, preferentemente después de una
sesión de alta intensidad.
• La repetición de las sesiones, de dos a tres veces
en un mismo microciclo, debe aumentar en lo que
respecta al conjunto de las sesiones en el
mesociclo. Así, durante un mesosciclo, un Tabla 7. Microciclo con un pico de intensidad.
microciclo de la misma naturaleza debe ser
repetido dos o tres veces, a lo cual debe seguir una
mejora cualitativa, por la adaptación funcional
provocada.

Respetando todos estos parámetros metodológicos, en la

práctica del entrenamiento encontramos propuestas
diferentes en cuanto a la sincronización, organización y
secuencia de las tareas a cumplir.
Tabla 8. Microciclo con dos picos de intensidad.
Así las dinámicas del entrenamiento dentro de un
microciclo no son uniformes, sino de variadas
intensidades (alta, media, baja, seguida de descanso). El
juego de intensidades se dará según el tipo de microciclo,
el carácter del entrenamiento, el clima, la temperatura,
etc...

Para un microciclo de desarrollo puede planificarse un

ciclo con uno, dos o hasta tres picos de intensidad. Tanto
Tabla 9. Microciclo con dos picos de intensidad, seguidos de cargas
la elevación de la intensidad como el número de picos medias.
deberán sistematizarse según el principio del incremento
progresivo de las cargas.

Desde el punto de vista metodológico, para los

microciclos con un solo pico, el día de alta intensidad
debería ubicarse en uno de los tres días medios de la
semana.

Una sistematización con dos picos requiere fraccionar al

microciclo en dos, ubicando a los días de alta intensidad Tabla 10. Microciclo con dos picos de intensidad, dónde uno de ellos
es una competición.
en el final de cada una de las fracciones. A los días de alta
intensidad le seguirán sesiones regenerativas que se
utilizarán además para encadenar las fracciones.

La siguientes tablas (Tabla 7-11), muestran variadas

estructuras de microciclos, que van desde uno hasta tres
picos de intensidad. Se podrán desarrollar otras
combinaciones acordes al momento particular de la
periodización y a las situaciones distintivas de los
deportistas. Tabla 11. Microciclo con tres picos de intensidad, alternados con
sesiones de baja intensidad.

Transfiriendo los gráficos recientemente analizados, a los

conocimientos estudiados en módulos anteriores,
referentes a las áreas funcionales aeróbicas y anaeróbicas,

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clasificamos a los trabajos de tolerancia y potencia láctica
como de alta intensidad, mientras que a los trabajos
aeróbicos de máximo consumo de oxígeno (VO2máx.),
súper aeróbicos (Súper) y sub. aeróbicos (sub.), les
asignamos intensidades media, baja y débil,
respectivamente.
Las siguientes figuras (Fig. 47-49) transfieren a la práctica
los conceptos expuestos, brindando concretas
posibilidades.
Figura 47. Microciclo con un pico de máxima intensidad representado
por un trabajo de tolerancia láctica.
Figura 48. Microciclo con dos picos de máxima intensidad
representados por dos trabajos de tolerancia láctica.
Figura 49. Microciclo con tres picos de máxima intensidad
representados por tres trabajos de tolerancia láctica.
Secuencia óptima en el desarrollo de contenidos
1. Aprender y perfeccionar la técnica con intensidad
media.-
2. Perfeccionar la técnica a intensidad sub-máxima y
máxima.-
3. Desarrollar velocidad de corta duración.-
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4. Desarrollar resistencia anaeróbica.-
5. Mejorar la Fuerza 90- 100 % del máximo.-
6. Desarrollar la resistencia muscular.-
7. Desarrollar la resistencia cardiorrespiratoria con
intensidad máxima.
8. Desarrollar la resistencia cardiorrespiratoria con
intensidad moderada.
JORNADA DE ENTRENAMIENTO
Al hablar de jornada de entrenamiento hacemos referencia
al la totalidad de actividad desarrollada en un día (Ver
Fig.50). Como ya hemos visto anteriormente, al analizar la
dinámica de entrenamientos en el microciclo, en una
jornada de entrenamiento se pueden desarrollar una, dos o
hasta tres sesiones de entrenamiento.
En función de las cargas desarrolladas en un día de
entrenamiento, encontramos jornadas de entrenamiento
consideradas principales, en dónde se prioriza el desarrollo
de los trabajos con mayor volumen de sobrecarga y/o alta
intensidad, y jornadas de entrenamiento complementarias,
utilizadas como reestablecimiento de las anteriores en pos
de la supercompensación.
36/52
 Figura 50. Organización de la Jornada de Entrenamiento (Norberto Alarcón).
Pasemos, a continuación, a analizar a la sesión de
entrenamiento
Sesión de Entrenamiento
La sesión de entrenamiento constituye el elemento
concreto de ejecución del proceso de entrenamiento
deportivo. Las sesiones se constituyen así, en los pequeños
eslabones que sumados sistemáticamente dan lugar a la
construcción de los microciclos, mesociclos y períodos
que conforman el macrociclo deportivo.
El proceso metodológico de planificación, es inverso al
recientemente expuesto proceso de construcción, pues el
desgranamiento de la planificación se produce partiendo
desde los grandes ciclos de entrenamiento hasta llegar a la
sesión.
Como ya hemos visto el macrociclo es el documento
madre que da lugar al nacimiento secuencial de los
períodos, mesociclos, microciclos y por último de la
sesión de entrenamiento, reconociendo a esta última como
el más pequeño de los planes, en cuyo interior se
concretan los ejercicios que permitirán, secuencialmente,
alcanzar los objetivos de los ciclos mayores.
Las sesiones de entrenamiento deben estar integradas en la
perspectiva de globalidad del proceso de entrenamiento,
destacando los contenidos correspondientes al momento
particular del ciclo al que pertenecen.
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Las sesiones deben ser planificadas en función del
mandato del microciclo que las genera, respetando en sí
misma los criterios de unidad y de armonía, considerando
los efectos del entrenamiento que les precede y
previniendo las secuelas, que en su interior se generen y
que puedan afectar a las próximas sesiones.
La suma de las sesiones en el microciclo constituye el
proceso unificador del todo, buscando crear la armonía
necesaria para el desarrollo del atleta, siendo posible
concretar de manera correcta la relación entre los
diferentes ejercicios.
Como síntesis podemos expresar que no podemos
planificar una sesión en forma aislada, sino que los
principales contenidos de la sesión surgirán de la
distribución metodológica de las cargas en el microciclo.
Una a vez que se establecen los principales contenidos que
le corresponde desarrollar a cada sesión, recién se
procederá a organizar, minuciosamente, el desarrollo de la
sesión de entrenamiento. Para ello el entrenador deberá
buscar:
• Obtener el mejor resultado del entrenamiento.
• Seleccionar apropiadamente los contenidos.
• Desarrollar una adecuada estructura pedagógica.
• Implementar adecuada secuencia orgánica
funcional.
37/52
 • Considerar y controlar los efectos del
entrenamiento que precede.
• Prevenir las secuelas que puedan afectar a las
siguientes sesiones de entrenamiento.
Tipos de sesión
De acuerdo al objetivo específico de la sesión,
encontramos distintos tipos:
1. Sesiones de aprendizaje: Destinadas a la
adquisición de nuevas habilidades o maniobras
técnicas
2. Sesiones de repetición: Posteriores al aprendizaje
cuyo objetivo es el de afianzar la nueva a
habilidad adquirida.
3. Sesiones de perfeccionamiento: Una vez que se
afianzó una habilidad, se procede a su
perfeccionamiento en pos de dominar la maestría
técnica
4. Sesiones de evaluación: Destinadas a valorar el
nivel de preparación, homogeneizar el equipo o
testear uno o más factores del entrenamiento.
El momento del macrociclo en que se desarrolla una
sesión de entrenamiento, no solo determinará los
contenidos a trabajar, sino que facilitará o contrariamente
limitará su organización en cuanto a factores
complementarios.
Los períodos preparatorios general y de transición, son
momentos que permiten una organización flexible de la
sesión en lo referente a lugar de trabajo, recursos
materiales utilizados y número de deportistas que
comparten la sesión, entre otros aspectos.
En cambio las sesiones correspondientes al período de
preparación especial y al período competitivo exigen
condiciones de trabajo tendientes a resolver problemas
específicos del deporte y/o función deportiva, lo que se
logra dosificando las cargas y ajustando las habilidades
según las características individuales.
Al planificar la disposición de una sesión y en pos de
optimizar su desarrollo, el entrenador deberá optar por
distintas posibilidades referentes a los aspectos que se
enumeran a continuación:
• La duración: La duración de la sesión de
entrenamiento va desde 1 hora hasta 3 horas. Las
mismas dependen de la tarea, tipo y clase de
actividad. Cuando se desarrollan más de una
sesión en el día cada una de ellas deberá ser de
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corta duración, pero la suma total de ellas tendrá
que superar las 2 o 3 horas.
• El horario para entrenar: Científicamente se ha
comprobado que el mejor horario para entrenar es:
• Por la mañana entre la hora 10 y 12.
• Por la tarde entre la hora 16 y 18.
Es sabido que, normalmente, los horarios de
entrenamiento se adecuan a la carga horaria laboral y/o
estudiantil de los deportistas.
En el período competitivo se debe tratar de entrenar en el
mismo horario en que se competirá.
• Intervalo entre sesiones: El intervalo adecuado
entre una sesión de entrenamiento y la siguiente,
en la misma jornada, es de 6 a 8 horas. Se
aconseja, en la medida de las posibilidades, la
utilización de medios auxiliares para la
recuperación.
• Alternancia entre sesiones principales y
complementarias: El conocimiento de los efectos
propios de cada contenido de trabajo y sus
correspondientes tiempos de recuperación,
permitirá combinar adecuadamente las sesiones en
la organización del microciclo.
• Sincronización de los estímulos
En la planificación de los microciclos es de vital
importancia considerar que, dos estímulos de
entrenamiento diferentes producirán el efecto deseado si
son aplicados en el orden cronológico correcto.
Satori y Tschiene (citados por A. Vasconcelos Raposo
2000) señalan que, de acuerdo con resultados
experimentales se produce una interacción positiva de
cargas de resistencia funcionalmente diferentes, en las
siguientes cargas de trabajo:
• Trabajos anaeróbicos alácticos, seguidos de
ejercicios aeróbicos.
• Trabajos anaeróbicos lácticos, seguidos de
ejercicios aeróbicos.
• Trabajos anaeróbicos alácticos seguidos de
ejercicios anaeróbicos lácticos.
Estructura de la sesión de entrenamiento
Toda sesión de entrenamiento esta constituida por
distintos momentos o partes que, siguiendo los criterios de
unidad y armonía, y respetando el principio de incremento
progresivo de las cargas, intentan alcanzar de manera
consecuente los objetivo planteados.
38/52
Tal como podemos observar en la Figura 51, la sesión de
entrenamiento está conformada por una introducción, una
Figura 51. Sesión de Entrenamiento (Norberto Alarcón).
La parte inicial: La parte inicial tiene una función
netamente preparatoria en relación con la parte principal,
quedando orgánicamente subordinada a esta por su
contenido, estructura y duración.
La introducción se subdivide en:
La Introducción: Momento en que el entrenador toma
contacto con los deportistas reuniéndolos para tomar
contacto con ellos, brindarles confianza y dialogar acerca
de:
• Efectos y sensaciones del entrenamiento anterior.
• Objetivos planteados para la sesión
• Tareas a desarrollar.
• Planteo de individualidades.
La duración de este momento es de aproximadamente 5
minutos y en circunstancia especiales puede extenderse,
incluso llegando a utilizar material audiovisual para
planteos técnicos tácticos.
La entrada en calor o preparación: Es el momento en
que se inicia la actividad, la entrada en calor es el
acondicionamiento mental y físico que permite situar al
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parte principal y un parte final o conclusiva.
organismo en condiciones adecuadas para el desarrollo de
esfuerzos de mayor requerimiento motor-regulador y
físico-energético, con vistas a la sección principal y a sus
tareas.
Como consecuencia de la entrada en calor la temperatura
del cuerpo aumenta facilitando la perfomance, además se
estimula el sistema nervioso central, el cual coordina el
sistema orgánico, reduce el tiempo de las reacciones
motoras y mejora la coordinación. La entrada en calor
reduce las posibilidades de lesiones.
Es aconsejable subdividir a la entrada en calor en general
y específica.
E. C. General: En ella se incrementa gradual y
progresivamente la capacidad de trabajo del organismo
mediante el aumento de las funciones del sistema
nervioso, lo que encadenadamente activará al proceso
metabólico, incrementará el flujo sanguíneo, elevará la
temperatura corporal y estimulará a la respiración para un
adecuado suministro de oxígeno.
Su duración es de entre 15 y 20 minutos y como medios
más comunes se utilizan actividades musculares de baja
intensidad, acompañadas con movilidad articular seguidos
39/52
de adecuados ejercicios de flexibilidad. Si las
características del deporte lo requieren, se puede
completar el segmento con ligeros saltos y con unas pocas
carreras cortas.

E. C. Específica: Este segmento brida continuidad a la

entrada en calor general, haciendo hincapié en adaptar al
deportista al trabajo principal de la sesión. En ella se
desarrollan trabajos de preparación mental y de
coordinación de ejercicios que activen específicamente al
sistema nervioso central mediante la repetición de
secuencias técnicas y de ejercicios de cierta intensidad.
Figura 53. Secuencia apropiada para el desarrollo de contenidos en la
parte Principal de la Sesión de Entrenamiento.
Hay que considerar que, cuanto más complejo sea la
implicancia de elementos técnico, a desarrollar en la parte
Para una ordenada distribución de los contenidos en la
principal, mayor será el requerimiento del número de
parte principal, se sugiere dividir a los mismos en
repeticiones de ejercicios coordinativos referentes, para contenidos pedagógicos y contenidos fisiológicos.
este momento de la entrada en calor.
Contenidos pedagógicos: Involucran todos aquellos
La parte Principal: Momento central de la sesión de
trabajos que requieren un alto nivel coordinativo y por
entrenamiento en el que se deben cumplir los objetivos
ende una gran implicancia del sistema nervioso central,
planteados. Aprendizaje o perfeccionamiento de para su aprendizaje y desarrollo. Los contenidos
habilidades técnicas y de movimientos táctico, desarrollo
pedagógicos abarcan a los trabajos coordinativos, a la
de las capacidades biomotoras e incremento de las
velocidad, a la técnica y a la táctica.
cualidades volitivas, son los contenidos que se desarrollan
en la parte principal.
Fundamentados en que el aprendizaje es más efectivo
cuando las células nerviosas están descansadas es que, los
La edad, el sexo y el grado de entrenamiento de los contenidos con alta implicancia técnico-coordinativa,
deportistas, sumados a las características del deporte y al
deban desarrollarse en condiciones óptimas de
momento de la periodización anual, condicionaran los
disponibilidad del sistema nervioso y del sistema
objetivos y sus correspondientes contenidos a desarrollar
energético. Estas condiciones solamente se dan en el inicio
en la sesión de entrenamiento. (Fig. 52).
de la parte principal de la sesión, razón por la cual los
contenidos pedagógicos deben ser desarrollados con
anticipación a los contenidos que involucren tareas
orgánicas.

El desarrollo de la velocidad implica trabajos de muy alta

intensidad y de corta duración, con pausas completas de
recuperación entre una y otra repetición. Estos trabajos
requieren de un alto potencial energético, o sea de la
potencia total del atleta disponible y por lo tanto
ejecutados en condiciones de descanso total.

Figura 52. La parte Principal de la Sesión de Entrenamiento. En función a lo expuesto es que afirmamos que cuando en
una sesión tenemos como objetivo el desarrollo de la
El desarrollo de los contenidos requiere de una adecuada velocidad, los trabajos referentes deberán desarrollarse en
secuencia en el orden de desarrollo (Ver Fig. 53). la parte inicial de la parte principal.

Al respecto de la secuencia de los contenidos pedagógico,

en mis clases, y a modo de ejemplo, suelo preguntar a mis
alumnos: ¿Qué creen que le sucedería a un changarín si
luego de descarga una camionada de bolsas de maní, cuyo
peso oscila entre los 70 y 80 kilogramos, lo invitamos a

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jugar al billar? La respuesta no tarda en llegar.
¡Seguramente no daría taco con bola y mucho menos
carambola! A ciencia cierta muy poca coordinación
quedará después de semejante esfuerzo.
La respuesta es transferible al ordenamiento de la sesión
de entrenamiento, conclusión: Los contenidos
pedagógicos, con gran implicancia de la coordinación fina,
deben desarrollarse al iniciar la parte principal, dejando
los contenidos fisiológicos para el final de la misma.
Contenidos fisiológicos: Reconocemos como tales a las
capacidades condicionales que impliquen una elevada
tarea orgánico-funcional. Pertenecen a este grupo la
fuerza, la resistencia anaeróbica láctica y la resistencia
aeróbica.
Los ejercicios de fuerza se deben desarrollar a posteriori
de los movimientos concernientes al desarrollo y
perfeccionamiento de la técnica y de la velocidad. Se debe
recordar que los trabajos de cargas elevadas en fuerza
deterioran la velocidad.
Los trabajos de resistencia se desarrollaran sobre el final
de la fase principal. La resistencia anaeróbica láctica, con
gran implicancia en la intensidad de trabajo, siempre le
anteceden a los trabajos de resistencia aeróbica. Estos
últimos siempre quedan para el final pues, como ya hemos
estudiados, requieren de un mayor volumen de trabajo y
por lo tanto una gran demanda energética.
Es oportuno acotar que existen excepciones justificadas
para las reglas de ordenamiento de los contenidos de
entrenamiento, recientemente expuestas. Por ejemplo:
Para deportes de equipos o para situaciones muy
particulares de deportes individuales, se suele entrenar la
técnica en la situación de fatiga propia de los últimos
minutos de un encuentro deportivo.
Para atletas de elite, suelen utilizarse algunos ejercicios de
fuerza (40-50% de 1RM) para incrementar la excitabilidad
del sistema nervioso central, aumentando así la capacidad
para desarrollar trabajos de velocidad.
La parte final: Recientemente hemos estudiado que en el
final de la parte principal, se desarrollan las cargas de
entrenamiento con un alto contenido fisiológico que
sumadas a las cargas iniciales generan un alto grado de
fatiga. En función de ello se recomienda concluir la sesión
con un trabajo de recuperación que, con un descenso
progresivo del esfuerzo, intentará volver al deportista al
estado biológico y psicológico inicial.
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Una adecuada fase final permitirá colocar lo más
rápidamente posible al organismo en condiciones de
producir las adaptaciones y supercompensaciones que
permitan, al día siguiente, retornar al entrenamiento en
condiciones de asimilar nuevas cargas.
La estructura de la parte final es muy sencilla y se inicia
con trabajos regenerativos, de muy baja intensidad,
apropiados para aumentar la recuperación, generando un
lavado oxidativo del ácido láctico residual. A continuación
se aconseja realizar unos pocos ejercicios de respiración
profunda, para controlar la frecuencia cardiaca y relajar
los músculos. Finalmente se desarrollan leves ejercicios de
de elongación.
Pese a que muchos deportistas tienden a obviar esta parte,
hay que insistir en la necesidad de realizarla
adecuadamente y tomándose el tiempo necesario. Es
preciso que comprendan que la fase final tiene tanta
importancia como la entrada en calor.
Al respecto, paso a relatarles una estrategia que, como
entrenador, suelo utilizar, para con atletas principiantes,
con el objetivo de que vivencien los beneficios que otorga
el desarrollo de una adecuada parte final de sus sesiones
de entrenamiento. Para ello planifico una intensa sesión de
entrenamiento con alto contenido anaeróbico láctico.
Luego de ejecutar la parte principal accedo a la solicitud
que normalmente hacen de retirarse sin completar la parte
final. Vuelven al día siguiente doloridos y quejosos,
situación que aprovecho para explicarles las razones del
malestar que les aqueja. A las 72 horas repetimos el
mismo entrenamiento que originó el malestar, pero en esta
oportunidad cumplimos exhaustivamente la parte final,
con un muy buen trabajo regenerativo y con adecuados
ejercicios de elongación. Al otro día vuelven aliviados,
han vivenciado los beneficios de la parte final, ya no es
necesario insistir, pues esta ha sido incorporada
definitivamente a sus sesiones de entrenamiento.
Cuando las condiciones de trabajo lo permitan, la parte
final de la sesión de entrenamiento se puede complementar
con medios auxiliares de recuperación que aceleraran el
proceso de recuperación. Es aconsejable el uso de baños
sauna acompañados por hidromasajes, baños de inmersión
en piletas de agua tibia y masajes recuperatorios.
Para finalizar es oportuno acotar que, cuando el entrenador
lo considere conveniente, aprovechará los últimos minutos
de actividad para aportar soluciones a los factores propios
de entrenamiento, en esta búsqueda intercambiará
apreciaciones con los deportistas y compartirá
41/52
conclusiones que puedan resultar significativas para el aplicación de otras cargas de diferente orientación, lo que
progreso. suele afectar el rendimiento por la interacción entre ellas
se produce (Fig. 54).

MODELOS ACTUALES DE PLANIFICACIÓN DEL

ENTRENAMIENTO DEPORTIVO

Durante los últimos años la agitada dinámica competitiva,

establecida por las federaciones deportivas a merced de los
compromisos pautados por los medios de comunicación,
ha generado significativas modificaciones en los modelos
de planificación del entrenamiento deportivo utilizados.
La evolución se ha manifestado, especialmente, en la
estructura del proceso de de entrenamiento y en la
secuencia para el desarrollo de las capacidades.
Actualmente, cuando se trabaja con deportistas de elite, las
capacidades determinantes del rendimiento se desarrollan
estrictamente una después de otra, dejando de lado el viejo
sistema de desarrollo simultáneo de todas las cualidades
determinantes del rendimiento.
Figura 54. Efecto de la aplicación de una Carga Regular (C) sobre el
Rendimiento Específico (R) (Navarro 1994).
Las cargas regulares son indicadas para los desarrollos de
base, propios de los deportistas jóvenes, así como también
para especialidades donde las capacidades determinantes
del rendimiento son pocas y, estas, están estrechamente
relacionadas entre sí, tal es el caso de los deportes de
resistencia de larga duración.

Esta nueva concepción de sistematización del La periodización tradicional, basada en la clásica

entrenamiento deportivo, está fundamentada en el hecho
de que, en función de cómo se apliquen las cargas de
entrenamiento, la dinámica resultante de la adaptación
puede ser muy diferente, y en consecuencia, podrá incidir
en mayor o menor ventaja sobre el rendimiento.
Tipos de cargas
Antes de abordar los nuevos modelos de periodización, es
necesario distinguir los tres distintos tipos de cargas que se
generan, según sean los efectos de las formas de
aplicación de las cargas de entrenamiento, con una
orientación definida sobre el rendimiento específico.
propuesta de Lev Matveyev se fundamenta en una
distribución regula de cargas regulares, cuya orientación
responde a las características de los períodos y etapas en
que se divide el macrociclo. (Ver Fig. 55).
Como ya hemos estudiado, en este modelo de macrociclo,
el volumen se incrementa en el período preparatorio
mientras que la intensidad se desarrolla en forma
inversamente proporcional, apareciendo como
componente prioritario del período competitivo.

1. Cargas regulares: Son cargas que se aplican a lo largo

de todo el macrociclo, poniendo mayor o menor énfasis,
en función de las características distintivas del período o
etapa que atraviesan. Su desarrollo es simultáneo con la

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 Figura 55. Efecto de la aplicación de una Carga Concentrada (C) sobre el Rendimiento Específico (R) (Navarro 1994).

Como podemos observar los contenidos de entrenamiento

se mantienen durante todo el macrociclo y su desarrollo se
concreta teniendo en cuenta el criterio por el que sostiene
el modelo de periodización tradicional. Es decir, mediante
la aplicación de cargas regulares durante un tiempo
prolongado, lo que permiten el desarrollo de cualquiera de
los niveles de una capacidad, con una secuencia óptima y
con la distribución adecuada en pos de alcanzar la mejor
adaptación posible de cada nivel.
Figura 56. Efecto de la aplicación de una Carga Acentuada (C) sobre
2. Cargas acentuadas: Se caracterizan por una mayor el Rendimiento Específico (R) (Navarro 1994).
magnitud de cargas, propias de cada nivel, aplicadas en un
espacio más corto de tiempo y con una secuencia Encontramos en el Macrociclo Integrado, desarrollado por
metodológica que responde a la orientación de las cargas. Navarro (1998), como el modelo más didáctico para la
comprensión y análisis de la adecuada aplicación de
El resultado se obtiene como producto de las adaptaciones cargas acentuadas.
sucesivas que se logra con la aplicación de cargas con
distinta orientación. (Ver Fig. 56). Macrociclo Integrado: En este modelo se pretende que el
deportista concentre todos los contenidos de
Su aplicación, esta reservada para aquellos deportistas entrenamiento que se utilizan durante todo el año, en
avanzados con un cierto nivel de experiencia. períodos más cortos (entre 6 y 10 semanas), pero
suficientes para que se produzcan los cambios fisiológicos
adaptativos necesarios.

La estructura organizativa propuesta por Navarro

Valdivieso (1998) responde a las características sistémicas
que se detallan en la siguiente tabla 12.

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 Unidades
Características Duración
de Planificación
20 - 30
CICLO Conjunto de varios macrociclos integrados cuyo objetivo final es el resultado máximo en la competición principal
semanas
MACROCICLO Conjunto de varias fases, con integración de volumen e intensidad específica, carga general y específica, y medios y 6 - 12
INTEGRADO contenidos apropiados al desarrollo del rendimiento en la especialidad. semanas
FASE 1-5
Conjuntos de varios microciclos con una con-centración de contenidos de entrenamiento deter-minada.
MACROCICLICA semanas
Conjunto de varios días de entrenamiento que reflejan la orientación funcional de entrenamien-to de la fase 3-7
MICROCICLO
macrocíclica donde estén situados. días
Tabla 12. Las unidades de planificación por macrociclos integrados (Navarro 1994).

En la figura 57 se presenta un macrociclo integrado cuya
estructura está compuesta por nueve microciclos que
componen tres fases, cada una de ellas con una orientación
de cargas determinadas.
• Fase general: Predominio del volumen,
acentuándose el entrenamiento en el desarrollo de
las capacidades básicas involucradas en la
especialidad.
• Fase específica: La intensidad pasa a tomar el
papel protagónico en el proceso de entrenamiento,
haciendo hincapié en desarrollo de las capacidades
específicas del deporte entrenado.
• Fase de mantenimiento: Se busca obtener los
beneficios de la supercompensación de los
trabajos ejecutado en las semanas anteriores.
Para ello se disminuyen el volumen y la intensidad de
entrenamiento, y solo se trabaja específicamente en
velocidad y ritmo de la competencia.
La estructura de macrociclos integrados, se repetirá
sucesivamente a lo largo de la temporada, respetando la
orientación de sus contenidos en las distintas fases, y
aumentando gradualmente las cargas totales.

Figura 57. Modelo de Macrociclo Integrado basado en Navarro (1994).

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 Figura 58. Ciclo Anual con 3 Macrociclos Integrales (Navarro 1994).

En las figuras 59 y 60 se adjuntan un caso concreto de La particularidad de esta periodización es que entre los
periodización de un macrociclo integrado de 13 semanas. microciclos 2/6 se concretó un entrenamiento en la altura.

Figura 59. Macrociclo Integrado Integrado con la particularidad de un entrenamiento en la altura en la fase general para un corredor de 800 y 1500
mts. llanos. Atleta Rafael Iturrioz Temporada 2001- Entrenador Prof. Paúl Laróvere.

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Figura 60. Detalle de la secuencia de cargas para un Macrociclo Integrado con la particularidad de un entrenamiento en la altura en la fase general
para un corredor de 800 y 1500mts. llanos. Atleta Rafael Iturrioz – Temporada 2001- Entrenador Prof. Paúl Laróvere.

3. Cargas concentradas: Trabajan con magnitudes
próximas a los límites de las posibilidades de los
deportistas y sobre una orientación definida de cargas, las
que son aplicadas en espacios de tiempo muy cortos, o sea,
concentradas, de allí su denominación (Fig. 61).
Las cargas concentradas solo pueden ser utilizadas por
deportistas de elite, con un muy alto nivel de
entrenamiento y se utilizan prioritariamente en deportes de
fuerza explosiva.

“La secuencia metodológica es muy importante en la

aplicación de cargas con diversa orientación. Debido a la
fuerte estimulación de las cargas concentradas sobre el
organismo, se produce durante su aplicación un descenso
de los índices funcionales del deportista, produciéndose de
forma retardada el crecimiento de los mismos que deberán
coincidir, en su conjunto al final del macrociclo, con un
aumento significativo del rendimiento deportivo”
(Navarro Valdivieso 1998).
Figura 62.

Como modelos de aplicación de cargas concentradas

encontramos el sistema de bloques de entrenamiento
diseñado por Verchoshankij (1993) y el macrociclo ATR.

Figura 61. Efecto de la aplicación de una Carga Concentrada (C)

sobre el Rendimiento Específico (R) (Navarro 1994).

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 Para Verchochanskij (1993), la duración óptima de un
macrociclo es de 20 a 24 semanas y según la especificidad
del deporte y del calendario de competiciones, el ciclo
anual puede prevenir hasta tres macrociclos

Figura 63.

Sistema de bloques de entrenamiento: Este modelo de

estructura de bloques está construido según el principio de
la supercompensación, que prevé la gradual sustitución de
una carga con otra (según A, B, C), pero sin significar una
delimitación total entre ellas (Ver Fig. 65).

Las curvas A,B,C, simbolizan las diversas direcciones de

carga de entrenamiento, pero no su volumen. El modelo
tiene en cuenta la diversa inercia adaptativa de cada
sistema orgánico y de la heterocronía de la mejora
morfológica que se deriva y prevé la utilización de tres Figura 64.
zonas de intensidad de carga de entrenamiento.

Figura 65. Sistema de Bloque de Entrenamiento. Verchochanskij (1993).

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El sistema ATR (Tomado de Navarro Valdivieso 1998).
Su esencia radica en la periodicidad y la permutación de la
orientación preferencial del entrenamiento. Esta
permutación se logra alternando con tres tipos de
mesociclos (Ver tabla 13).
• De acumulación (A)
• De transformación (T)
• De realización (R)
La idea general del sistema ATR se basa en dos puntos
fundamentales del diseño de entrenamiento:
• La concentración de cargas de entrenamiento
sobre capacidades específicas u objetivos
concretos de entrenamiento.
Tipos Objetivos y tareas principales
Elevación del potencial técnico y motor
ƒ Acumular las capacidades técnicas y motoras que deben ser
Acumulación
básicas para la preparación específica
ƒ Ampliar el repertorio de elementos técnicos
Transformación del potencial de las capacidades motoras y
técnicas en la preparación específica
ƒ Transferir las capacidades motoras más generalizadas hacia
Transformación
formas específicas según las demandas técnicas y tácticas.
ƒ Enfatizar la tolerancia a la fatiga y la estabilidad de la técnica.
Logro de los mejores resultados dentro del margen disponible de
preparación
ƒ Utilizar de forma tan completa como sea posible las
Realización
capacidades motoras y técnicas dentro de la actividad
competitiva específica.
ƒ Obtener la disposición para la próxima competición.
Tabla 13. Clasificación de los mesociclos o que componen un macrociclo ATR – Navarro (1998).
El macrociclo en el sistema ATR afecta a todos los
aspectos fundamentales de la preparación del deportista.
En efecto, es similar al ciclo anual solamente que en
versión miniatura. No obstante la estructura y contenido
del entrenamiento varía dependiendo de:
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• El desarrollo consecutivo de ciertas
capacidades/objetivos en bloques de
entrenamiento especializados o mesociclos.
En lugar del diseño típico de mesociclo, este sistema
sugiere una ordenación de los mesociclos basados en la
relación entre distintas capacidades-objetivos.
Es obvio que la mejora de una capacidad requiere la
elevación de otra capacidad relacionada por medio del
entrenamiento concentrado en un mesociclo consecutivo.
Así, un mesociclo acumulativo con trabajo generalizado
extensivo debe preceder al trabajo intensivo más
especializado del mesociclo de transformación. Este, a su
vez, debe facilitar las bases para los ejercicios muy
especializados competitivos y el entrenamiento
concentrado de velocidad en el mesociclo de realización
(Fig. 66).
Contenidos
Entrenamientos con volúmenes relativamente altos e
intensidades moderadas para capacidades de fuerza, resistencia
aeróbica; formación técnica básica, corrección de errores.
Entrenamientos con volumen óptimo e intensidad aumentada;
ejercicios concentrados de fuerza dentro de la estructura de la
técnica básica; el entrenamiento en un estado bastante
descansado
Modelado de la actividad competitiva, ejercicios competitivos,
empleo óptimo de ejercicios competitivos, empleo óptimo de
ejercicios con intensidad máxima; entrenamiento en estado bien
descansado, competiciones.
1. la posición específica dentro de la temporada.
2. la calificación de los deportistas.
3. la especificidad de los deportes.
48/52
 Figura 66. La ordenación de los mesociclos de un ciclo anual de entrenamiento con el sistema ATR – Navarro Valdivieso (1998).

En la Figura 67, encontramos una estructura básica del
macrociclo ATR, aplicada a un nadador de 50 metros.
Como podemos observar, se han establecidos objetivos y
contenidos concretos que se trabajan en forma concentrada
en pos de mejorar el rendimiento. Aparece así, un
mesociclo de acumulación (A) que concentra en 2 o 3
semanas los trabajos de fuerza básica, resistencia básica y
técnica básica. En el siguiente mesociclo se procede a la
transformación (T), concentrando en el mismo lapso de
tiempo, trabajos de fuerza específica, resistencia específica
y técnica en situación de fatiga. Por último se arriba al
mesociclo de realización (R) en el que se compite,
concentrando aquí trabajos que involucran a la capacidad
de velocidad, al entrenamiento competitivo y a la técnica
competitiva.
La acumulación (A), transformación (T) y realización (R)
actúan horizontalmente sobre una capacidad, concentrando
en breves lapsos de tiempo, su desarrollo, su conversión y,
finalmente, su aplicación en la contienda deportiva.

Figura 67. Estructura básica del macrociclo ATR para un nadador de 50 Mts. libres. – Navarro Valdivieso (1998).

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En la figura 68, se muestran los contenidos/objetivos de
entrenamiento, para un deporte cíclico de resistencia de
Figura 68. Modelo de periodización de entrenamiento mediante un macrociclo ATR para un deporte de resistencia Navarro (1998) modificado por
Laróvere (2000).
Modelos de Planificación aplicables a las distintas
etapas del Megaciclo Deportivo
El megaciclo deportivo denomina un período de tiempo
tan extenso como el necesario para que un deportista pase
por sus estadios de preparación inicial, preparación de
base, preparación específica de base, consolidación o
realización de máximas posibilidades y finalmente la fase
de mantenimiento de los resultados.
A lo largo del megaciclo de entrenamiento los diseños
contemporáneos de planificación anual, son solo
aplicables a deportistas mayores, con un alto grado de
experiencia.
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corta duración, utilizando la estructura del macrociclo
ATR, aplicado a un ciclo de preparación de 27 semanas.
En la fase de preparación inicial se debe hacer hincapié en
el desarrollo multilateral, poniendo énfasis en el desarrollo
de las habilidades básicas y de las capacidades
coordinativas, según lo establecido por las fases o
períodos sensibles correspondientes. En este período
inicial no se debe emplear una estructura convencional de
entrenamiento.
En la preparación de base se puede comenzar a periodizar,
utilizando, exclusivamente, cargas regulares y con una
estructuración de la temporada en un macrociclo
monocíclico.
A medida de que el deportista se va desarrollando, la
planificación va adquiriendo mayo nivel de complejidad.,
así es como, en las etapas juveniles, se puede comenzar a
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utilizar una periodización doble o bicíclica, incluyendo la
utilización de cargas acentuadas.
En las etapas de máximas posibilidades y de preservación
de los logros deportivo, se pueden utilizar cargas
Figura 69. Características de la planificación anual de entrenamiento dentro de la planificación a largo plazo.
COMENTARIO FINAL
Estimados alumnos:
No se preocupen todavía por como llevar a la práctica el
proceso de Planificación del Entrenamiento Deportivo!
En el próximo Módulo desarrollaré un proceso
metodológico que les permitirá transferir todos estos
conocimientos generales al Fútbol, para que así puedan
comenzar a Planificar.
Les comento que me siento ansioso por tomar contacto
con ustedes y recibir vuestros comentarios, opiniones y
relatos de experiencias.
Finalmente, y deseando que los contenidos que les he
transmitido les resulten útiles en vuestra labor diaria como
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concentradas que permiten una máxima intensificación y
especialización de los contenidos de entrenamiento,
adecuando los macrociclos a los intereses competitivos del
deportista (Ver Fig. 69).
entrenadores de Fútbol, aprovecho la oportunidad para
saludarlos afectuosamente.
Prof. Paúl Diego Laróvere
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