You are on page 1of 4

Bandas cambiarias en Costa Rica

Por Lic. Gabriel Leandro, M.B.A.


Economista

Hace algunos meses el Banco Central de Costa Rica anunció su deseo de modificar el sistema cambiario
actual, considerando pasar del sistema actual de minidevaluaciones diarias a un sistema de bandas. Es
casi un acuerdo entre todos los economistas nacionales que el mecanismo de las minidevaluaciones ya
se ha “agotado”. Durante más de veinte años ha contribuido a una relativa estabilidad evitando
fluctuaciones fuertes en el tipo de cambio y especulaciones desestabilizadoras contra la moneda
nacional. Pero el sistema, al ser tan predecible, no le permitido al país reducir sus tasas de inflación,
además de otras consecuencias negativas, entre ellas un efecto redistributivo adverso.

CURSO DE FOREX: ESTRATEGIAS FX


Los secretos de cómo hacer dinero en el Forex (mercado internacional
de divisas)

¿Quiere Aprender Forex?


Clic aquí para ver más información, costos y para matricularse.

El sistema de bandas
Un sistema cambiario determina cuáles son las reglas mediante las cuales se fija el tipo de cambio. Así
es posible hablar de diferentes sistemas, entre los principales:

• Libre flotación. En un sistema de esta naturaleza el tipo de cambio es fijado por la oferta y la demanda
de divisas. La oferta de divisas depende de factores como las exportaciones, la entrada de capitales
extranjeros y los ingresos por turismo, entre otros. La demanda está en función de las importaciones y las
salidas de capitales, por citar sólo dos aspectos que la afectan. Así, ambas, la oferta y la demanda,
establecen cuál es el tipo de cambio de equilibrio que se dará en un momento dado. La gráfica siguiente
ilustra el funcionamiento de este sistema, donde se tiene una oferta de divisas O$, dólares en este caso,
y una demanda de divisas D$. El equilibrio se da en el punto E, donde el tipo de cambio será TC1.
Además, la gráfica muestra el impacto de un incremento en la demanda de divisas (por ejemplo un
incremento en las importaciones). La demanda se desplaza hacia la derecha y el tipo de cambio sube de
TC1 a TC2. El Banco Central no interviene, el mercado fija el tipo de cambio con total libertad.
• Tipo de cambio fijo. Este es el sistema opuesto al anterior. El tipo de cambio no varía, sino que
siempre se mantiene en el mismo valor. Si en este sistema se da un incremento de la demanda de
divisas, como se muestra en la gráfica siguiente, entonces se crea una presión para que el tipo de
cambio suba (desplazamiento de la demanda de D$ a D´$), por lo que el Banco Central debe actual para
mantener el tipo de cambio, para lo cual puede emplear sus reservas monetarias (esto desplazaría la
oferta de O$ a O´$). El problema es que es posible que las reservas monetarias sean insuficientes, lo
cual haría que el tipo de cambio no se pueda mantener fijo, tal como ocurrió en el país a inicios de la
década de 1980.

• Otros sistemas y las bandas cambiarias. Los dos sistemas descritos anteriormente son los puntos
extremos de una serie de posibilidades como la flotación administrada, cajas de conversión, bandas y
otros. Las bandas corresponden a un sistema en el cual el tipo de cambio es libre pero dentro de un
rango limitado por el Banco Central. Así, se fija un “límite superior” o “techo” y un “límite inferior” o “piso”.
El Banco Central interviene en el mercado cuando el tipo de cambio toca dichos límites. Si el tipo de
cambio sube hasta tocar el techo establecido, entonces el Banco Central vende divisas para aumentar la
oferta y estabilizar el tipo de cambio dentro de las bandas. Si el tipo de cambio cae hasta llegar al límite
inferior, entonces el Banco Central compra divisas para aumentar la demanda. Poco a poco se pueden
modificar las bandas para ajustarlas a las nuevas condiciones del mercado, o bien, pueden ser ampliadas
para ir permitiendo una mayor flexibilidad.
Luego del anuncio el Banco Central, ha empezado a surgir la discusión sobre estas bandas cambiarias,
donde destacan preguntas como:

• ¿Cómo se van a fijar las bandas? Aunque el Banco Central no ha establecido nada al respecto todavía,
muy probablemente las bandas en un inicio sean relativamente estrechas, por ejemplo, un margen de un
1% tanto para el límite superior como el inferior.
• ¿Qué efectos tendrán? Existen diferentes efectos posibles. Por un lado, habrá mayor incertidumbre y
riesgo que ahora. Actualmente, bajo el sistema de minidevaluaciones, es fácil predecir el tipo de cambio.
Con el sistema de bandas no será tan simple. Algunos economistas creen que al inicio podría darse una
apreciación de la moneda nacional. Así, si un importador debe pagar $100.000, podría ser que tenga que
pagar menos en colones, y un exportador recibirá menos por lo que ha vendido. El asunto es que ya no
podrá saber cuánto se pagará o recibirá con tanta certeza como se hace bajo el sistema vigente. Esto
obligará a desarrollar estrategias de cobertura del riesgo cambiario, es decir, el riesgo derivado de un
movimiento adverso en el tipo de cambio. En otro sentido, el Banco Central espera que ya no haya tanto
estímulo para la dolarización que se ha venido presentado en la economía y que, en consecuencia, su
política monetaria pueda ser más eficaz.
• ¿Cómo va a ser el paso al nuevo sistema? Por ahora el Banco Central ha empezado a dar algunos
pasos en torno a crear las condiciones del nuevo sistema. La pauta de la devaluación diaria se ha
reducido y se ha creado un tipo de cambio de venta y otro de compra para los bancos que negocian en el
Mercado Organizado de Negociación Electrónica de Divisas (MONED), generándose una menor
participación del ente emisor en dicho mercado.
• ¿Cómo va a decidirse cuándo varían las bandas? El objetivo del Banco Central es conducir a una mayor
flexibilidad en el futuro. De hecho, se ha dicho que el sistema de bandas cambiarias será temporal para
luego trasladarse a un sistema de flotación. El Banco Central deberá informar oportunamente sobre todos
estos cambios, ya que la transparencia en las reglas del sistema es condicionante para su éxito.

Existen otras preguntas muy importantes, las cuales deben ser respondidas por el Banco Central
próximamente. Pero hay que tener cuidado, ya que, a pesar de la validez de los cuestionamientos
mencionados, el éxito de este sistema de bandas depende de elementos relacionados con el origen de
los principales problemas económicos de Costa Rica, lo cual no está tan relacionado con su sistema
cambiario sino, más bien, en otros factores.

Dos déficits gemelos


La teoría económica es clara en que los incrementos en el déficit fiscal generan mayor demanda de
liquidez, lo que a su vez eleva las tasas de interés y, a su vez, se atrae más capital extranjero. Esto
describe lo que ha ocurrido en Costa Rica durante bastante tiempo. Esto implica un problema importante,
pues si el país mantiene un tipo de cambio fijo, entonces las entradas de capital incrementarán la
liquidez, y si se tienen reservas se aumentarán las importaciones, por lo que se deteriora la cuenta
corriente de la balanza de pagos. Si no aumentan las importaciones, entonces lo hace la inflación. Si el
tipo de cambio es flexible, entonces por causa de las entradas de capital se aprecia el tipo de cambio, y
se deteriora la cuenta corriente de todos modos. Esta situación, de déficit fiscal y déficit de cuenta
corriente, en el largo plazo provoca el desplazamiento del sector productivo (efecto crowding out) y mayor
inflación. En consecuencia, independientemente del sistema cambiario, es indispensable contar con
disciplina fiscal.

En otra palabras, tarde o temprano, los desequilibrios estructurales de la economía, entre ellos los
fiscales, afectan el tipo de cambio, por lo que, aun cuando el sistema cambiario sea muy importante, el
éxito de la política cambiaria depende de la posibilidad de corregir esos desequilibrios estructurales. Es
decir, el hecho de que sea posible mantener el tipo de cambio dentro de las bandas establecidas y,
luego, conducir al mercado a un mayor grado de flexibilidad sin fuertes fluctuaciones de la moneda.

Siempre es bueno recordar la historia. Para fines de la década de 1970 la situación de Costa Rica no
estaba tan mal. La inflación era del 6% en 1978 y 9% en 1979, el crecimiento del 6.3% y del 4.9% en
1978 y 1979, respectivamente, el desempleo estaba por debajo del 5% para ambos años, pero el déficit
de la cuenta corriente de la balanza de pagos y el déficit fiscal crecían año tras año como proporciones
del PIB. Puede verse que algunos indicadores de la época eran mejores que los de ahora, y si bien es
cierto que otros elementos hacen que la situación del país sea más sólida ahora, no estamos exentos de
repetir ese duro episodio. En aquel momento el déficit fiscal se incrementó a niveles insostenibles, la
inflación se disparó y el país agotó sus reservas. Aunque el mantenimiento de un tipo de cambio fijo fue
una parte fundamental del problema, no fue el origen, pues hubo una serie de factores estructurales que
condujeron a la crisis.

En el caso particular de la situación de Costa Rica ahora, es evidente un importante déficit fiscal
estructural, por lo que, paralelamente, a la discusión del nuevo sistema cambiario, debe efectuarse la
reforma fiscal. Durante el gobierno del presidente Pacheco, no se logró hacer, por lo que el gobierno
actual no debe permitir que transcurran otros cuatro años sin lograrlo, porque el problema ya no sería
decidir entre minidevaluaciones o bandas.

7. Flotación administrada sin una ruta anunciada


8. Flotación libre (independent float).

You might also like