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Origen de los Jesuitas

¿Cuáles fueron las causas de la aparición de estos sacerdotes intelectuales? En primer lugar, y
especialmente, su fin era intentar detener la propagación del protestantismo tanto en Europa como en
el Nuevo Mundo. Los jesuitas rápidamente se embarcaron en el mundo de los misioneros, además de
establecer escuelas y colegios católicos en Europa y el extranjero.

El principal origen de todo esto fue Ignacio de Loyola, un devoto soldado que ayudó a crear
la Sociedad de Jesús, lo que vendría a ser conocida como los jesuitas. Escribió los Ejercicios
Espirituales, un libro guía para los sacerdotes jesuitas en donde se les alentaba a la disciplina firme,
la confesión periódica y la entrega a la obra de Dios.

Muchos fueron los jesuitas que se embarcaron como misioneros rumbo a las Américas, compartiendo
su entrega con los franciscanos, y los dominicos. Los misioneros jesuitas no sólo se encargaban de
enseñar espiritualmente, sino que también ayudaron a los indígenas americanos a aprender los
métodos de cultivo europeos que tanto les hicieron crecer.

Gran ejemplo de estos jesuitas misioneros fue Matteo Ricci, quien pasó más de treinta años en la corte
de China. Fue el primero que intentó introducir las costumbres europeas en el gigante asiático, entre
ellas el cristianismo, aunque esto último no lo consiguió del todo.

Desarrollo jesuita
A principios del siglo XVIII los jesuitas tenían mucho poder tanto en Europa como en el Nuevo Mundo.
Muchos eran los sacerdotes de la orden que ocupaban altos cargos en los gobiernos, lo que
ocasionaba a su vez que la orden tuviera muchos enemigos políticos. Precisamente
a España y Portugal no les gustaba demasiado las libertades que los jesuitas se tomaban en las
Américas, por lo que ambos países apremiaban al Papa para que disolviera la orden.

Con la llegada de la Ilustración, a los nuevos pensadores no les agradaba ver cómo la intelectualidad
de la época era casi dominada por los jesuitas. Además, los reyes europeos querían cambiar las
tornas, y ser ellos los que tomaran el control de los asuntos de una Iglesia copada por la intelectualidad
jesuita. Todo esto llevó a que, en 1762, el rey Luis XV expulsara a los jesuitas de Francia y confiscara
todos sus bienes para la corona.

Finalmente, en 1773 el Papa Clemente XIV disolvió oficialmente la orden, cerrando las escuelas y
colegios jesuitas. Sin embargo, tras la Revolución Francesa, reaparecieron los jesuitas. Hoy en día
son más de 20.000 los que viven repartidos por todo el mundo.

¿Por qué fue suprimida la Compañía de Jesús?


El papa Clemente XIV, en 1773 suprimió la Compañía en todo el mundo, decisión fuertemente
apoyada por las grandes potencias europeas.
Los jesuitas aceptaron la decisión del Papa sin oponerse. El General del Orden en esa época,
Lorenzo Ricci, fue hecho prisionero en el Castillo de Sant Angelo hasta su muerte en 1775. Hasta
ese año había cerca de 23.000 jesuitas, dirigiendo 700 colegios.
Hay varias causas que llevaron a la supresión. Los jesuitas tenían privilegios. No pagaban
diezmos, tenían problemas con los obispos y otras ordenes religiosas de la época. La cercanía con
el poder. La autonomía que les había dado el Papa hasta la supresión y la adaptación cultural
extraordinaria en las misiones.
En este sentido, lo más controvertido para sus adversarios fueron los llamados ritos chinos y
malabares (India), prohibidos por Roma. Los protestantes no les querían por su férrea defensa de la
doctrina católica.

Restauración de la Compañía de Jesús (1814‐2014)


La Compañía de Jesús fue restaurada por el papa Pío VII en su regreso a Roma en el contexto de
las restauraciones políticas post-revolucionarias.
Otra curiosidad es que dos gobernantes no católicos protegieron y acogieron a los jesuitas en esos
años, Federico II de Prusia y la zarina Catalina II de Rusia. Ellos no quisieron prescindir del servicio
formativo de estos religiosos en sus tierras.
Los jesuitas han pasado por momentos difíciles y a veces por relaciones conflictivas con el Vaticano;
la orden conserva un voto particular, el ‘cuarto’, el de la obediencia al papado.
La historia de los jesuitas tiene varios hitos, como su misión en América Latina y las primeras
semillas de evangelización en Asia.
Para citar dos personajes claves de su historia, Francisco Javier, miembro fundador de la Orden, fue
el primer religioso en llegar a Japón en 1549, y Matteo Ricci abrió una ventana para la
evangelización de Oriente, en China desde 1582, y las secuelas de su obra se extendieron a
distancia seguidas por los laicos que llevaron la fe católica a Corea al final del siglo XVI.

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