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Los 6 dones emocionales del cerebro femenino

16 diciembre, 2015 en Psicología

Bien sea por influencia cultural, bien sea por biología pura y dura, el
hombre y la mujer tienden a diferenciarse en la forma en la que
tratan a sus emociones. Esto se debe en gran parte a la misma
diversidad en la manera de comportarse del cerebro femenino y del
masculino.

Hemos de fijar nuestra atención en que el verbo usado ha sido “tienden a”,
ya que esto quiere decir que siempre no es así y que la idea que se expone
es destacar aquellas diferencias más características que se han
encontrado.

Así, es común que las mujeres sintamos cierta frustración a la hora de


valorar las interacciones más emocionales con los hombres con los
que nos rodeamos. Por su parte, es habitual que los hombres incluso a
veces piensen que las mujeres tenemos algo de videntes. Sin embargo, lo
que ocurre es que el cerebro femenino es experto en:

 Leer caras.

 Interpretar tonos de voz.


 Analizar matices emocionales.
Eso sí, el hecho de que sea experto no es sinónimo de infalible, a veces el
cerebro de la mujer también se equivoca, más que nada
porque las “pistas emocionales” no son objetivas y eso es algo que
siempre hay que tener en cuenta.
No obstante sí que podríamos considerar que los hombres y las mujeres,
así como cada persona en particular, viven en realidades
diferentes. Analicemos los dones emocionales que comparten
comúnmente los cerebros femeninos:

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1-El don de los sentimientos viscerales


Los sentimientos viscerales no son estados emocionales antojadizos sino
fuertes sensaciones físicas que se encargan de transmitir mensajes
potentes al cerebro.
A través de estos sentimientos viscerales las mujeres se
vinculan fuertemente con la pena de un adolescente, las
dudas de su pareja sobre su carrera o la felicidad de un
amigo que ha conseguido sus objetivos.

Esto, según Louann Brizendine, puede tener que ver con la cantidad de
células disponibles en el cerebro femenino para captar las sensaciones
corporales. Es decir, que el aumento del estrógeno a partir de la
pubertad, agudiza la capacidad del cerebro para seguir y sentir
emociones.

De hecho, según algunos estudios1, las áreas cerebrales que siguen los
sentimientos viscerales son más grandes y sensibles en el cerebro
de la mujer. Por eso, cuando la mujer comienza a sentir algo en sus
entrañas, ciertas zonas cerebrales como la ínsula y el Córtex cingulado
anterior, se activan.

Estas estructuras y zonas cerebrales se encargan de prever,


juzgar, controlar e integrar las emociones negativas. Por
eso, si se acelera el corazón o se hace un nudo en el
estómago, la mujer interpreta esto como una emoción muy
intensa.

2-El don de la lectura emocional


El cerebro femenino suele tener la capacidad de averiguar
rápidamente los pensamientos, creencias e intenciones de
otros basándose en pequeños indicios2 . De hecho, según los estudios, las
mujeres tienen una gran habilidad para evitar causar daño a los demás,
por ejemplo.

Se cree que esta aptitud es el resultado de la acción de las neuronas


espejo, las cuales permiten observar, imitar y reflejar los gestos, posturas,
ritmos respiratorios, miradas y expresiones faciales de otras personas.
El cerebro femenino es especialmente hábil en esta forma de
“espejeo emocional”, por lo que se podría decir que sus
neuronas sobreactúan, estimulando así fuertemente la
conexión sentimental con los demás.

3-El don de la capacidad para “aguantar el tipo”


Este punto, llevado al extremo, puede constituirse más como un peligro
que como un don. Sin embargo, vamos a hablar de la parte positiva, la de
sobrellevar las emociones y convivir con ellas adecuadamente.

Las mujeres son muy hábiles conduciendo su tristeza o su


abatimiento, ya que debido a la predisposición biológica,
deben convivir de manera muy habitual con comunicaciones
emocionales intensas.

Es decir, que si tal y como se muestra en distintos estudios 3, las mujeres


captan las emociones por comunicación no verbal en el 90% de los
casos, obviamente tienen que convivir con ello de manera más habitual
que los hombres, que comprenden las emociones a través de gestos en un
40% de las situaciones.

Esto hace frecuente que se considere la importancia de los pequeños


detalles, de la atención y de la capacidad de escucha cuando algo va mal,
ya que los cambios emocionales suelen ser percibidos aún con su sutileza.

4-El don de la memoria emocional


El cerebro femenino recuerda las relaciones como una película
entera y no por escenas. De hecho, las emociones se registran como
recuerdos. La amígdala examina cada acontecimiento según su intensidad
emocional.
En este sentido se facilita la codificación y el almacenamiento de esta
información, la cual se utiliza con sus diversos matices emotivos en el
hipocampo para darle forma a los recuerdos como si de una foto
sensorial detallada se tratase.

5-El cerebro femenino convive mal con la cólera


A pesar de que las mujeres y los hombres declaran sentir una carga
similar de ira, la manera de expresarla y sacarla fuera es muy distinta. En
este sentido se ha encontrado una diferencia estructural en
la amígdala (el centro del miedo, la cólera y la agresividad), la cual es
mayor en varones.

Sin embargo, las zonas de control de estas situaciones (Córtex


prefrontal) suele ser relativamente mayor en mujeres. Asimismo, la
cantidad de receptores hormonales de testosterona es diferente en unos y
en otros.

O sea, que el hecho de que una mujer se aguante el enfado no tiene solo
que ver con las normas sociales y la educación, sino que puede ser debido
a la tendencia del cerebro femenino a meditar las situaciones y
prevenirlas consecuencias de un enfrentamiento.

En este sentido podríamos decir que las mujeres tienden a añadir una
etapa más al procesamiento de la emoción que contribuye a la rumiación,
al “darle vueltas” a la intensidad, a las causas y a las consecuencias de esta
antes de desencadenar acalorados intercambios.

6-El don de la sensibilidad intensa


No es algo sorprende que un gran porcentaje de personas altamente
sensibles (PAS) esté formado por mujeres ya que digamos que por
mayoría el cerebro femenino se alza biológicamente hablando con el
liderazgo emocional.

Sin embargo, cabe destacar que en este punto se articulan el miedo, el


estrés, los genes, el estrógeno, la progesterona y la biología cerebral de tal
manera que el riesgo a sufrir trastornos emocionales como la depresión o
la ansiedad es muy alto.
Hay científicos que sugieren que la sensibilidad al estrógeno de la
mutación de ciertos como el CREB-1, aumenta la vulnerabilidad del
cerebro femenino a descompensar su equilibrio bioquímico en
detrimento de un estado emocional saludable.

Que el cerebro femenino tiene una gran capacidad a la hora de trabajar y


procesar las emociones es un hecho indiscutible. Así, con la lectura de los
6 dones o características que hemos expuesto pretendemos que se
comprenda aún mejor que cada persona tiene su realidad tanto física
como psicológica y social, algo que sin duda nos confiere la capacidad
de ser personas únicas, auténticas y genuinas.
El maravilloso cerebro de la mujer después de los 40
El cerebro de la mujer después de los 40 es fabuloso. Cada año de su vida actúa como un
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1 Butler,(2005). Fear-related activity in sugenual anterior cingulate


differs between men and women. Neuroreport 16 (11): 1233-36

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