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DINÁMICA DE
GRUPOS
De todas las que he observado éstas son las que más me han llamado la atención:
Ander – Egg define el animador/a S.C. como “aquella persona capaz de estimular la
participación activa de la gente y de insuflar un mayor dinamismo sociocultural tanto en lo
individual como en lo colectivo. Actúa como catalizador que libera y anima procesos, cuyo
protagonismo se procura que corresponda fundamentalmente a iniciativas de la misma gente”.
Según Sindo Froufe y Mª Ángeles Sánchez Castaño “el animador/a S.C. es el agente que pone
en marcha todos los procesos de Animación, que potencia las relaciones grupales y facilita la
realización de tareas personales/grupos para cambiar el entorno”.
Basándome en las distintas definiciones investigadas, yo creo que el/la animador/a sociocultural
debe ser o es la persona que dirige las acciones de carácter socio-cultural, educativo, etc.;
utilizando una metodología específica, con el fin de hacer conscientes a los distintos individuos
de la realidad en la que viven, para así animar a estas personas a que sean partícipes de su
propio cambio. El/la animador/a utiliza su formación continuada, para así, fomentar la
participación y dinamismo del grupo, descubriendo valores humanos y sociales
Según Ander-Egg las cualidades más importantes para que un/a animador/a pueda desarrollar
su práctica sociocultural son las humanas. Estas hacen referencia a su temperamento y a su
carácter, el cual debe ir formándose a lo largo de toda su vida
El/la animador/a debe transmitir entusiasmo, animación a las personas para luchar por las cosas
que les interesa. Motiva pero sin dirigir ni manipular, su propósito principal es la participación
de la comunidad en el propio cambio de la realidad.
El/la técnico/a debe estar bien dotado de imaginación e inteligencia para crear proyectos y
actividades interesantes.
Debe ser capaz de dinamizar la vida personal, grupal y social, ya que esto despierta en los
individuos, y en él mismo, los deseos de actuar como un catalizador de las inquietudes
personales de los colectivos.
El ámbito de trabajo de la animación exige un trato directo con la gente por lo cual es necesario
que el/la profesional ASC tenga un talante de amabilidad, tolerancia, espontaneidad, empatía,
en definitiva “don de gentes”.
Otra cosa imprescindible seria extrapolar esta capacidad de relación no solo con el grupo sino
con sus compañeros de profesión como con personas relacionadas con el trabajo que ha de
desempeñar.
Convicción y confianza en que la gente puede liberar sus potencialidades para realizarse
como persona.
El/la profesional debe confiar en la capacidad del grupo para así conseguir los objetivos
marcados, obteniendo de este modo una superación de cada individuo en particular.
Debe confiar en el ser humano y trabajar con y para la gente, haciéndolos capaces de tomar sus
propias decisiones, consiguiendo de este modo fomentar la autoestima de cada miembro del
grupo de trabajo y de los profesionales que han participado en el proyecto.
Madurez humana.
Esto supone asumirse como uno es y tener aprecio de sí mismo, haciéndose responsable de sus
propios actos y de los compromisos que adquiera. De este modo se consigue una capacidad de
juzgar no solo nuestras actuaciones sino las de los demás, siempre de manera objetiva y
constructiva.
El desarrollo de esta capacidad nos faculta para poseer una madurez emocional
capacitándonos de un espíritu sereno y sin crispaciones, ayudándonos a actuar de una manera
equilibrada.
En cualquier actividad a realizar nos encontramos con posibles obstáculos que tendremos que
salvar, por lo que tendremos que estar dispuestos a enfrentarnos con los problemas para así
solucionarlos. Gracias a esto adquirimos cualidades como fortaleza, tenacidad, perseverancia,
capacidad de esfuerzo, etc.
Mística y vocación de servicio.
El/la animador/a debe poseer una vocación de servicio, tener una sensibilidad ante las
necesidades de otros/as, de sus problemas, intereses, sufrimientos, alegrías, etc. Para llegar así
a empatizar con los problemas más profundos de estas personas y ayudarlas a sentir que sus
vidas interesan a alguien y existen profesionales que pueden asesorarte para buscar posibles
soluciones.
Cuando el/la animador/a desarrolla bien su trabajo consigue sentirse satisfecho consigo mismo,
lo que le proporciona un desarrollo hacia búsqueda de perfección como persona.
Al igual que en el punto anterior del trabajo, cada autor/a propone su propia clasificación en
cuanto a las funciones desempeñadas por el/ la animador/a S.C. Una clasificación que encontré
muy completa, es la realizada en la UNED por la Dra. P. Lalana. En esta clasificación se recogen
las funciones y tareas que realizan los/las técnicos/as ASC en España.
Funciones y tareas:
-Desarrollar la creatividad.
Relaciones intragrupo.
Programación.
-Presentar proyectos.
Organización.
-Prever recursos.
-Tomar decisiones.
Gestión y administración.
Expresión e información:
-Entrevistar.
Previsión de servicios:
-Determinar la propaganda.
Educación:
-Convivencia.
Coordinar:
-Coordinar animadores/as.
Promoción, producción:
-Celebrar entrevistas.
Otra clasificación es la de Ramírez en la que esquematiza las funciones del/de la animador/a.
● Crear el grupo.
● Facilitar recursos.
● Ayudar a evaluar.
Para que un animador/a pueda ejercer su trabajo con una finalidad positiva debe cumplir unas
funciones básicas:
1.- Investigar el entorno para conocer y descubrir las necesidades que tenga el colectivo a
tratar.
2.- Servir de estímulo al grupo para así desarrollar la participación y motivación para que las
personas cambien su realidad.
3.- Conseguir una buena comunicación entre todos los/as miembros del grupo respetando sus
opiniones e ideas, para así trabajar de forma más dinámica y fomentando la cooperación
grupal.
4.- Fomentar la participación activa de todos/as los/as miembros del grupo teniendo en cuenta
sus capacidades, produciéndose de este modo las relaciones interpersonales y favoreciendo la
posibilidad de desarrollo como persona, ayudando a la transformación individual, del grupo y
de la sociedad. Favoreciendo el conocimiento de la realidad, por sus limitaciones,
condicionantes, posibilidades y recursos.
5.- Organizar y programar los diferentes proyectos y actividades, para que se puedan cumplir
los objetivos planteados y prever los recursos necesarios para la realización del trabajo.
6.- Estar al día de la información de las posibles subvenciones y ayudas tanto públicas como
privadas, así como, de las diferentes actividades culturales, educativas, lúdicas, etc. de nuestro
entorno.
7.- Informar y orientar sobre las actividades o posibles consultas que cualquier persona puede
nos formule. En caso de no conocer estos datos orientarla al organismo o persona capacitada
para ello.
8.- Formación continua para poder responder a las nuevas necesidades de la sociedad.
9.- Seguimiento del proceso de trabajo, para coordinar al equipo y detectar posibles
necesidades que surjan en la propia realización del proyecto.
10.- Una función que consideramos muy importante es la evaluación del proceso para valorar
los aspectos tanto positivos como negativos y así poder suplir posibles insuficiencias en
próximos proyectos.