Professional Documents
Culture Documents
- DIAGNOSTICO PEDAGOGICO
1
Astorga, Alfredo y Bart Van Der Bijil. Los pasos del diagnóstico participativo. UPN. 1994FALTA LA
PAGINA.
leían todos, cuatro de ellos todavía no han logrado obtener los elementos
básicos para la realización de la lectura y pocos lo hacían atraídos por las
imágenes que los cuentos nos proporcionan. Por todo esto, llegué a la
conclusión de que los alumnos leen, pero solo por leer, descifran grafías y no
encuentran un significado real a lo que se lee, no se encuentran atraídos por la
lectura, no les gusta leer ni interpretar.
Otra de las causas que la autora Margarita Gómez Palacios nos menciona es
que dicha apropiación es medida por el maestro quien determina qué se lee,
cómo se lee y qué debe comprenderse, y para el niño la lectura se asocia con
el hastío y aburrimiento, por una parte, debido a la falta de variedad de textos y
otra porque tiene que aprenderlos de memoria, aun cuando en muchos casos
estén fuera de sus posibilidades cognoscitivas.
Para el maestro, implica seguir el mismo camino durante todos los años
escolares. Un camino asociado a la misma rutina, a los mismos textos, a los
mismos contenidos y a las mismas dificultades de los niños que no logran
comprender la lógica y la secuencia de un programa de enseñanza como
aquellos que se han desarrollado, hasta nuestros días.
2
Solé, Isabel. La adquisición de la lectura y la escritura en la escuela primaria. SEP-PRONAP. 1995 p.
90-91
Otra de las causas es lo que Beatriz Rodríguez (1985) señala en el sentido de
que la escuela ha dado existencia a lo que se puede llamar el sistema de
escritura escolar, la cual está conformada por elementos que privilegian los
métodos de enseñanza, en el trabajo sobre secuencias vocales, consonantes,
sílabas y palabras o cualquier otra combinación posible, en lo que se traduce
que dicho sistema sirve para pasar de primero a segundo grado.
Sin embargo, no todo es negativo en esta comunidad, puesto que toda la gente
habla el español y existe mucha comunicación entre ellos. Existen algunos
medios que mínimamente tienen relación con la lectura, tal es el caso de los
letreros públicos que hay, los del municipio, los de las tiendas, el de la clínica,
los de las escuelas, el de un balneario que ahí hay, y sobre todo los pasajes
bíblicos que están grabados en las iglesia y en las sepulturas del panteón
municipal, en el cual las personas hacen uso del medio más importante que
existe en la sociedad: la lectura.
Las relaciones con los demás padres de familia de los alumnos de la escuela
son muy escasas, ya que al inicio del curso escolar van a inscribir a sus hijos a
la escuela y solo cuando se cita a reuniones con el comité de padres de familia
asisten, esto solo por evitar pagar la multa de $ 100.00 por falta, y fuera de esto
no se les ve en la escuela, solo cuando hay algún festival y nada más. No les
interesa el aprendizaje de sus hijos.
1.1.4. EL PROBLEMA.
El tercer nivel que menciona Garrido es aquel al que se pretende avanzar con
mi grupo y es el nivel autónomo. Este nivel dice Garrido permite al lector leer
por gusto, por el simple hecho de disfrutar el encuentro con el texto. Sin
embargo, ese disfrute también va acompañado de la comprensión, de la
interacción lúdica que permita trasladar lo leído a otros espacios y tiempos más
cercanos al lector.
El último nivel que maneja Garrido es el de los lectores letrados, aquellos que
técnicamente tienen ya las herramientas para comprender lo que leen,
trasladarlo a sus propias palabras, cuestionar lo dicho en el texto y aportar sus
propios referentes al mismo.
Después de hacer un breve recorrido por los niveles propuestos por Garrido
para analizar los niveles lectores, cabe preguntarse ¿Qué implica ser lector? Y
todavía más allá ¿qué implica ser un buen lector? Los niveles de Garrido nos
indican que un buen lector es aquel que incorpora la lectura a la esfera de
actividades cotidianas y que encuentra siempre razones para leer y espacios
físico-temporales para disfrutar de ello.
3
Garrido Felipe. Para leerte mejor. México. Planeta, 2004.
Partiendo del hecho de que mis alumnos en su mayoría se encuentran en el
nivel elemental es importante que ellos comprendan que es necesaria la
adquisición de la lectura y la escritura para participar de la función comunicativa
de estos procesos. Los niños –y en particular mis alumnos- ven a la lectura
como un medio de aburrimiento, como una obligación en la que el maestro le
tiene que decir dónde va a leer y no por iniciativa propia.