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La conquista de México o del imperio azteca fue un proceso histórico ocurrido entre
los años 1517 y 1521. Desde la llegada de los primeros castellanos a las costas de los
pueblos mayas hasta la caída de Tenochtitlan a manos de Hernán Cortés y sus aliados
indígenas. Evidentemente este fue el hecho principal que permitió posteriormente
ampliar los dominios españoles por toda Mesoamérica y la fundación de nuevos reinos
y ciudades a lo largo y ancho del siglo XVI.
Expansión española por el Caribe
Desde el año del Descubrimiento de América los castellanos se fueron expandiendo
por todo el Mar Caribe. Era natural que tarde o temprano llegasen a territorios
mexicas. La base inicial de dicha expansión fue la isla Española, actual Santo
Domingo, cuya conquista fue completada por el gobernador Frey Nicolás de
Ovando en 1504. Posteriormente y siempre bajo órdenes reales fueron enviándose
expediciones de conquista y colonización a Panamá en 1508 con Vasco Núñez de
Balboa, Puerto Rico con Juan Ponce de León y Jamaica con Juan de Esquivel en 1509
y Cuba en 1511 con Diego Velázquez de Cuéllar. Desde Panamá el gobernador
Pedrarias Dávila iniciaría la conquista del istmo centroamericano dirigiendo
expediciones hacia el norte y desde Cuba en 1519 se lanzaría la conquista de México.
Primera llegada documentada de españoles
a Mesoamérica
La primera vez, aproximadamente por el año 1511, que se tiene constancia
documental de la presencia de españoles en la zona de Yucatán fue debido
al naufragio de una carabela que viajaba hacia Santo Domingo y que fue arrastrada
por una gran tormenta y terminó estrellándose contra las costas mayas del Yucatán.
Los viajeros y tripulación de la carabela que no murieron en el naufragio fueron
capturados y sacrificados por los indios mayas, excepto Jerónimo de
Aguilar y Gonzalo Guerrero, que lograron sobrevivir y que fueron encontrados
posteriormente.
Primeras expediciones organizadas:
Francisco Hernández de Córdoba y Juan de
Grijalva
Aquellos hechos de 1511 fueron aislados, la corona española aún no había mostrado
interés por esas tierras, pero a partir de 1516 se intensificaron los esfuerzos para llegar
más allá y valorar si eran solamente unas islas o había algo mucho más grande e
interesante. En 1517 el gobernador de Cuba, Diego Velázquez, envió al
capitán Francisco Hernández de Córdobacon 3 naves y 150 hombres navegando
las costas de la península del Yucatán y entrando en contacto con los mayas y
viendo una de sus grandes ciudades, ante la que quedaron impresionados. Llevaron
esas nuevas noticias a Cuba, generando gran expectación y rápidamente se pusieron
manos a la obra para organizar una nueva expedición. Esta vez el mando fue entregado
al capitán Juan
de Grijalva,
compuesta de 4
naves y 240
hombres.
Partieron en el
mes de abril de
1518.
Costearon el
Golfo de
México por
Catoche, Tabasco y llegaron al río Tuxpán en donde se produjo el primer encuentro
entre un gobernador de Moctezuma II y un español.
Ruta de Cortés desde Veracruz hasta Tenochtitlan
Expedición de Hernán Cortés
Tras el éxito de estas últimas expediciones Diego Velázquez no tardó en preparar una
nueva aventura para continuar explorando las costas mexicanas buscando algún punto
conveniente para poblar y fundar ciudades, aunque este no era oficialmente el motivo
de la misma, sino comerciar y explorar únicamente. Aún no sabían que en el interior
de esas costas se encontraba el gran imperio azteca, si bien y habían oído algunas
historias sobre grandes ciudades y riquezas.
Batalla
de Tlaxcala
Pero el “camino de rosas” que parecía que estaba siendo esta conquista de
México terminó a las puertas de la ciudad de Tlaxcala. Un pueblo que no había
sojuzgado nunca por los mexicas y que quería mantener su identidad e
indepedencia. Recibieron a los extranjeros y sus aliados totonacas atacándolos
frontalmente pero fueron rechazados por la artillería y la caballería españolas que les
pusieron en fuga capturando a sus jefes. Finalmente no tuvieron más remedio que
rendirse y aliarse con los españoles al darse cuenta de que no eran aliados de los
mexicas, sus grandes enemigos. Estos hechos llegaron a conocimiento de Moctezuma
que continuó enviando emisarios invitando a los españoles a volverse atrás y no seguir
su camino hacia Tenochtitlán. Pero no hicieron caso y siguieron adelante.
En estos días ocurrió un hecho mágico: una pequeña expedición de españoles
comandada por el capitán Diego de Ordásvieron que el volcán Popocatepetl estaba en
erupción y decidieron subir a verlo más de cerca. Cuando llegaron a la cima quedaron
sorprendidos cuando pudieron contemplar todo el valle de México con Tenochtitlán
en el centro del lago. Fue la primera vez que un europeo veía semejante espectáculo.
Llegada de los españoles a la ciudad
sagrada de Cholula
Descansaron varias semanas en Tlaxcala y un día llegaron varios emisarios de la
ciudad sagrada de Cholula invitándoles a visitarles, pero los tlaxcaltecas les avisaron
de que podía ser una traición. Cholula era aliada de los mexicas y grandes enemigos
suyos. Pero la conquista de México no podía frenarse mucho tiempo. Cortés no hizo
caso y salió en dirección a esta nueva ciudad. Allí ya les estaban esperando los
máximos mandatarios cholultecas que atendieron muy amablemente y agasajaron a
sus visitantes. Pero al poco tiempo fueron desentendiéndose de los españoles y
provocando la ira de Cortés que protestó a los caciques nativos además de
interrogarles por una serie de detalles que habían podido observar y que les hizo
sospechar que había alguna traición preparada en su contra. Efectivamente, tuvieron
que reconocer que habían recibido órdenes de Moctezuma de entretenerles en la
ciudad y que a las afueras de la misma había un ejército mexica esperando para acabar
con ellos. La reacción española y tlaxcalteca fue inmediata y tomaron violentamente
la ciudad acabando con multitud de cholultecas asesinados principalmente por los
tlaxcaltcas que eran enemigos suyos.
La última ciudad antes de Tenochtitlan había caído. Ya solo quedaba descansar tras
estas luchas y preparar la entrada en la capital mexica.
Hernán
Cortés en Tenochtitlan
Hernán Cortés en Tenochtitlan
Partieron de Cholula y por el camino fueron recibiendo a más emisarios de
Moctezuma invitándoles a volver por donde habían venido pero Cortés siempre se
mantuvo firme en que no lo harían. El 6 de noviembre de 1519 llegaron al borde del
gran lago de Texcoco donde fueron recibidos por un sobrino de Moctezuma,
Cacamatzin, junto a otras personalidades de México. Era el preámbulo al
gran encuentro entre el capitán general de los españoles y el tatloani mexica, que se
produjo el 8 de noviembre de 1519. Se saludaron e intercambiaron regalos y palabras
de aprecio y Moctezuma les invitó a alojarse en el palacio de Axayaca. Las
reuniones entre ambos mandatarios se repitieron en los días siguientes en los que el
español trató de convencer al mexica en el error de su religión e invitándole a abrazar
la verdadera religión. Lo único que logró Cortés fue el enfado de los sacerdotes
mexicas que le recriminaron su actitud poco respetuosa hacia sus líderes. El capitán
español prefirió rectificar y dejar el tema de lado de momento.
Arresto de Moctezuma
Mientras tanto entre las tropas españolas empezó a reinar cierta inquietud por su frágil
situación en ese palacio. Una sola orden del emperador mexica podía acabar con todos
ellos de un plumazo por ello trataron de convencer a Cortés de coger prisionero a
Moctezuma y utilizarlo como escudo defensivo contra cualquier intento de ataque
contra ellos. Buscaron una excusa y rápidamente la encontraron. Unos recaudadores
mexicas visitaron la ciudad aliada de Cempoala, aliada de Cortés y trataron de cobrar
tributos y de llevarse unos jóvenes para su sacrificio pero los totonacas se negaron
argumentando que se les había eximido de tales obligaciones y que no pensaban
obedecer. Esto provocó la reacción mexica provocándose un enfrentamiento
que terminó con la muerte de un alguacil español llegado de Veracruz, Juan de
Escalante, seis soldados españoles y un alto número de indios totonacas. Esta noticia
llegó rápidamente a oídos de Hernán Cortés en Tenochtitlán y fue el argumento
utilizado contra Moctezuma acusándole de haber ordenado semejante ataque a lo que
el emperador de se negó pero al final tuvo que acceder a ser hecho prisionero y puesto
bajo vigilancia en su propio palacio.
Si bien Moctezuma obedeció sin problemas los dirigentes mexicas no admitieron esta
sumisión tan fácilmente e intrigaron para expulsar a los españoles de la ciudad.
Cocomatzín, sobrino del tlatoani fue el más beligerante, si bien sus intenciones no
eran liberar a su tío para restituir su poder sino ascender él al cargo de tlatoani. El
ambiente se había exaltado mucho y la situación de los soldados españoles empezaba
a ser muy preocupante.
Llegada de la flota de Pánfilo de Narváez a
Veracruz
A ese ambiente tenso se unieron las noticias que iban llegando de Veracruz de que
una gran flota castellana enviada desde Cuba acababa de arribar y no con muy buenas
intenciones con Hernán Cortés. El gobernador Diego Velázquez había enviado al
mando de su capitán Pánfilo de Narváez a esa flota para enfrentarse y apresar a Cortés
y sus hombres. El mismo Moctezuma se lo comunicó a Cortés preguntándole que
como era posible que esos compatriotas suyos fueran allí a detenerle en nombre del
rey de España. Le insinuó que le había mentido y que toda su historia era una patraña
de un farsante.
Ataque a Narváez
Cortés envió emisarios para tratar de negociar y de unir a su causa a los recién llegados
pero la respuesta fue negativa. Entonces en una audaz decisión en vez de esperar a
que llegasen a capturarles se adelantó con 260 hombres y 5000 guerreros tlaxcaltecas
y fueron a Cempoala a atacar a Narváez en su propio cuartel. Este fue sorprendido y
apresado pasando a unirse esta expedición a la de Cortés con todos sus hombres,
caballos, armas y pertrechos.
La batalla de Otumba
Otumba es una amplia llanura, no había ningún recoveco o colina donde refugiarse y
preparar la defensa, además estaban agotados de los hechos ocurridos en los últimos
días y no contaban con ninguna artillería ni armas de alcance. El ataque frontal era un
suicidio, había que tomar una decisión rápida y eficaz. La batalla de Otumba había
empezado, los nativos atacaban a los 440 soldados españoles que se defendían con
formaciones compactas. Hernán Cortés vio la única forma de salir de esa situación:
atacar al ciuacoatl, el capitán general del ejército méxica. Al ver sus penachos, plumas
y ricos adornos se lanzaron contra él y lo hirieron y le quitaron el estandarte. La
estampida del ejército mexica fue inmediata. El milagro se habría producido.
Los españoles llegan a Tlaxcala
El diezmado ejército de españoles y aliados indígenas llegaron a Tlaxcala donde
fueron bien recibidos y sin más dilación comenzaron a preparar el contraataque contra
Tenochtitlán. Por error el gobernador de Cuba, Diego Velázquez de Cuéllar, y el de
Jamaica, Francisco de Garay, enviaron refuerzos en material y hombres a Veracruz y
Pánuco, sin saber que sus enviados habían sido capturados o fracasado en sus
misiones. Los hombres de Cortés acogieron de muy buen grado estos regalos.
También se dedicaron a forjar nuevas alianzas con otros pueblos mesoamericanos
logrando con
ello más
guerreros y
material.
El ataque
definitivo
contra
Tenochtitlán se
realizaría desde
dos lugares y
estrategias
distintas: por
las calzadas
cerrando la
salida y entrada
de hombres y
víveres, y por la laguna mediante la construcción de varios pequeños bergantines que
bloqueasen las operaciones y la huida. El 28 de diciembre de 1520 partieron de
Tezcuco 550 soldados, varios miles de guerreros tlaxclatecas, 40 caballos y 8 cañones
pequeños. Todo esta preparado para la acción que se iniciaría el 28 de abril de 1521.
Caída de Tenochtitlan
El primer paso para iniciar el asedio de la ciudad fue el de cortar el agua del acueducto
de Chapultepec. Dicho acueducto estaba vigilado por una guarnición mexica que fue
aniquiliada por los capitanes Pedro de Alvarado y Cristóbal de Olid. Los ataques por
las calzadas se encontraron con gran resistencia ya que no solo se oponían los mexicas
ocupándolas sino que eran apoyados por canoas desde la laguna. Para debilitar
esta resistencia Cortés atacó a dichas canoas y las calzadas con sus trece bergantines.