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Antecedentes

Como lo hemos expresado anteriormente el tema de la violencia hacia los docentes ha sido, por
mucho tiempo, eclipsada por noticias amarillistas sobre otros escenarios de violencia como la
practicada hacia los alumnos por parte de los maestros en su mayoría, sin embargo es imperante
aclarar que el maltrato se presenta en la sociedad actual por parte de todo tipo de público y
cualquier persona puede sufrirla, razón por la cual los docentes al igual que muchas otras personas
también son víctimas en este ciclo de violencia que parece no acabar.
Esta intercepción de información deriva en que no sean muchas las tesis y propuestas que se han
realizado antes de el presente proyecto, sin embargo, a continuación, expondremos algunas que han
desarrollado un tema de estudio bastante solido y que nos ayudaran a entender un poco mejor de lo
que se habla ya sea por conceptos (definiciones), como por estadísticas que nos contextualizaran de
la problemática que se vive.
En Odiseo revista electrónica de pedagogía se publico un articulo cuyos autores son O’Hea, A. y
Vite, J. llamado bullying contra maestros, una investigación muy completa que comprende datos
muy importantes recopilados por entidades internacionales, en el artículo, los autores exponen
estadísticas tomadas de la APA (2012) sus conclusiones son las siguientes:
“A partir de la Encuesta Nacional de Violencia hacia Maestros en Estados Unidos, se observó que
a lo largo de los últimos dos años la mitad de los maestros encuestados habían experimentado
alguna forma de victimización o violencia. Las agresiones reportadas con mayor frecuencia fueron,
en el siguiente orden, acoso, delitos hacia propiedad privada y, por último, violencia física.
Asimismo, se encontró que los estudiantes eran los perpetradores más comunes, sin embargo no
eran los únicos, ya que un gran número de agresiones eran también llevadas a cabo por maestros y
padres. Adicionalmente, se observaron ciertas tendencias en las agresiones hacia maestros en
cuanto a su género, raza, y entorno comunitario, las cuales demuestran cómo es que las
experiencias de cada maestro varían (APA, 2012).

De aquellos maestros que especificaron su género en la Encuesta Nacional de Violencia hacia


Maestros en Estados Unidos, 3 de cada 4 eran víctimas de bullying, reportando haber sido
agredidos por lo menos en una ocasión durante los últimos dos años. En los hombres se reportan
tasas más altas de amenazas verbales, victimización a través del Internet, gestos o señas obscenas,
robo y daños a propiedad privada y violencia física. Por otro lado, las mujeres presentaron una
tasa más elevada de intimidación por parte de sus agresores (APA, 2012). Olweus (1998; en:
Pizarro & Jiménez, 2007) indica que las mujeres utilizan formas de maltrato más indirectas como
la difamación, el rumor, la manipulación de relaciones de amistad, entre otras; por esta razón el
bullying contra las mujeres es menos visible que entre los hombres y tiene un mayor efecto a nivel
psicológico que físico. Estas diferencias podrían explicarse a partir de las dinámicas de los roles
de género, es decir, por lo general los hombres se encuentran expuestos a situaciones de mayor
riesgo físico, como intervenir en peleas o altercados, además que su condición física permite tener
un mayor contacto; mientras que en el caso de las mujeres es más probable que sean intimidadas
verbalmente o sufran de victimización psicológica. Estas situaciones se deben a los roles que cada
uno desempeña (APA, 2012).
Los resultados de la Encuesta Nacional de Violencia hacia Maestros en Estados Unidos indican
que los maestros son víctimas de bullying por parte de varios individuos, ya que no son sólo los
estudiantes quienes demuestran estas agresiones, a pesar de ser quienes lo hacen con mayor
frecuencia; sino que padres, superiores y colegas son partícipes también dentro de este fenómeno.
Adicionalmente, los maestros reportaron que el tipo de agresión era más severa por parte de
colegas, superiores y padres, mientras que estas ofensas fueron menores al ser realizadas por los
estudiantes. Este patrón podría reflejar una dinámica de poder, siendo los adultos quienes creen
tener una mayor justificación y efectividad al utilizar estas estrategias, las cuales pueden ser vistas
como amenazas e influencias para manipular a los maestros y obligarlos a hacer lo que los
perpetradores desean (APA, 2012)” O’Hea, A. y Vite, J., 2012, P 01.
Además de esta publicación algunos autores han realizado sus investigaciones y compartido sus
resultados como James, D. J., Lawlor, M., Courtney, P., Flynn, A., Henry, B., y Murphy, N. (2008).
En su obra: Bullying behaviour in secondary schools: ¿what roles do teachers play?
(comportamiento de maltrato en escuelas secundarias: ¿Qué rol juegan los maestros?) en donde
exponen de igual manera la realidad que están viviendo los profesores respecto al bullying o
maltrato y como pueden ellos jugar el papel protagónico que les corresponde en la lucha contra el
maltrato cuando ellos mismos son víctimas al mismo tiempo de este.

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