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CAPITULO XVI

DE LA RELIGlON

LA REUGIONes al mismo tiempo que uno de los mas santos deberes del
hombre en el desarrollo de su personalidad, el medio mas poderoso, el
único eficaz de conservarse en la práctica de los otros deberes;Jasalva-
guardia incorruptible de la moralidad.
Si todo.1o que somos, todo lo que poseemos, todo lo que podemos. de-
sear y esperar es un don gratuito de la Divinidad, ¿c6mo puede suporieJ;'Se
un deber mas sagrado que el de procurar conocer, agradaryadoIl\fi{iese
SER, AUTOR Y SEÑOR de todo lo creado? el cumplimiento de:loS"otros
deberes, aun de los mas sencillos, es un tributo de homenaje que debemos
al Autor de la naturaleza, como acatamiento y obediencia { su santa volun-
tad. Todo cuanto hace el hombre debe ser dirigido { Dios y por Dios: he
aquí el objeto, la razon y el verdadero sentido de la moral l•.
Así, nada puede imaginarse tan contrario al6rden y conservacionde la
sociedad como lanegacion de Dios. Pero ningun hombre, en uso completo
de su razon, ha podido negar á Dios 2. .
No es, empero, la expresa negacion de Dios la que únicamentedestru-
ye la moral, y desde luego la sociedad. Eslo tambien esa criminlUindiÍe-
rencia que, nacida del olvido de nuestro propio ser, y de laabsolutll
consagracion de nuestras facultades á la satisfaccion de las pasiones,se
cubre con el nombre de Deismo, para hacer creer que es un resultado del
pensamiento, lo que lo es solamente de su falta de ejercicio. Nóes
concebible que un hombre que piensa detenidamente sobre su orígeny su
fin, y experimenta en consecuencia los sentimientos que estas reflexi9n~
deben inspirarle, deje de manifestar de un modo cualquiera, su respeto y

1 Lamennais ha demostrado en su «Ensayo sobre la Indiferencia en Materia de ReligiRn¡>;


que la basa de todos los sistemas filosóficos, es la existencia de Dios. Los sistemasqlle
niegan' Dios. no son filosóficos, porque niegan la basa de la filosofia,queesüRAzoN.
FIJJlNTB y ORJOBN de toda razono .
2 El ateo es un ser bastardo. un producto accidental y desgraciado de la ci'lilizacion: el
hombre en la pureza de su naturaleza, segun la fuerte expresion de un antiguo, es un animal
religioso. (Emilio Saisset).

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adoracion á LA CAUSA del ser, PRINCIPIO Y FIN de todas las cosas. Y no es una ley ~a y divina, todo quiere saberse ménos esto. Hombres hayáquie-
completa la manifestacion de esos sentimientos, solo porque el pensa- nes todo mteres~ ménos su suerte eterna No tienen, dicen ellos, tiempo de
miento inspirador de todas las acciones sea el respeto y la obediencia á la pe~ar en semejante cosa; pero sí lo tienen sobrado cuando se trata de
divina voluntad del soberano Señor de todo lo creado. El hombre es un satisfacer el mas frívolo capricho. TIenen tiempo para los negocios, tiem-
compuesto de alma y cuerpo: lo que el espíritu percibe lo ama el corazon, ~ para los placeres, y no lo tienen para examinar si hay un ciel06un
y lo manifiesta el ejercicio de la actividad física: todo lo que no lleva el infierno. Alcánzales el tiempo para instruirse de las mas vanas futilidades
sello de esa trinidad es incompleto: no es accion humana. Así pues, la de este mundo, donde apénas pasarán un dia, y les falta para averiguar si
necesidad del culto externo es una consecuencia precisa de la verdad del hay otro mundo de dichas 6 de desdichas en que hayan de habitar eterna-
culto interior. El Deismo, que es la negacion del culto extern'o respetando mente. Gastan el tiempo en cuidar un cuerpo que va ádisolverse. • •..••..'
el interno, si no fuera una mentira, seria el olvido 6 el desprecio de la
. l. ,yno
qweren e~p ear m un solo momento en informarse de si en él se encicm-a
Divinidad en que se cree: su enunciacion, por sí sola, es el mayor absurdo
cuna alma mmortal.
.. Ocupan sus dias en viajes dilatados para iráCÓ1i'·v~ ..
del entendimiento humano.
e~e por su.snusmos oJos de la existencia de un animal raro, de uriaplanta
Esto por lo que toca á la prueba del culto externo considerando al hom- c~osa, ~ megan á su razon lo que les pide para convencerse de la existeIl-
bre aisladamente, pues luego que se le examina en relacion á los demas,
Cl~ de ~os, ¡Inconcebible ceguedad! y quién no exclama con Bossuet:
sobran razones para probar el deber en que está de manifestar sus senti- «, Qué. el encanto de las sensaciones es tan poderoso que nadapodamo
mientos, así con respecto á Dios, como con respecto á todos los objetos conceder á la prevision 3!» . .s

que están bajo el dominio de ~a razon; pues la sociabilidad está basada, La religion no ~xig~ la .fe sino despues del exámen: la moral no se con-
mas que en cualquiera otra cosa, en la comunicacion de las ideas y senti- forma ~n .Ia obedienCIa CIega; quiere mas que todo, el afecto que nace de
mientos de unos hombres con otros. la conViCClon.. El Cristianismo no teme ser profundizado· , lo· que.·.·temees
Si todos los hombres al llegar al uso de su razon, procuraran darse cuen- no ser estudiado, 6 serIo superficialmente.
ta de lo que son y de lo que han venido á hacer al mundo; si atormentados ¡y habremos de admiramos de la ignorancia en que está el génertihu-
por las terribles dudas que ácompañan siempre los primeros pasos del en-
salud! de la causa de sus males, cuando no quiere acudir á la fuente de la
mano
tendimiento, no se contentaran con aceptar ciegamente lo que les han le-
gado sus mayores, rindiendo homenaje á la absurda doctrina que presenta In~O?cebible.parece, en ~fecto, la profunda indiferencia que en materia
como un deber la práctica de la religion que han seguido los antepasados; d: n:liglOn do~a á la sOCJedad en que vivimos, pues si es cierto que en
si convencidos de la importancia de señalar un fin legítimo á sus acciones,
p~blico y OfiCIalmente se manifiesta un profundo respeto á la religion. e
no se conformaran en materias de moral y religion, como no se conforman pnvado ~,en la ~ca efectiva de la vida se usa con vergüenza del n¿m~
en materias de intereses materiales, con hacer lo que han visto hacer; sin
bre de DlOS.~ religlOn de nuestra sociedad solo existe en teorilli.asípara
duda que las ideas que adquirieran por resultado de sus indagaciones, no los que la J?Ctican como para los que no la practican: estossilacón&en
solamente darían fuerza á las convicciones de su inteligencia, sino que es p~ olVidarse de ella y despreciarla: los otros si la recuerdan¡e8'P~
acendrando los afectos de su corazon, disiparían las nubes que la frialdad practi~ el ~to .externo y olvidar el interno, para respetarlaf6rmulay
del indiferentismo tiende sobre el objeto mas noble que puede ocupar el descwdar su SIgnificado.
pensamiento humano. Los males que hoy lam~ntamos; las penas que nos aquejan;las nubes
Raro es, por cierto, el contraste que presenta el pensamiento de ciertos que oscurecen nuestro honzonte; todos esos misterios de incertidumbre
hombres que se glorian de llamarse los representantes de la inteligencia
humana.
«Si Dios existe 6 no; si á esta corta vida sucede una vida durable; si el 3 Lamennais.

único deber es obedecer á sus inclinaciones, 6 si estas deben someterse á


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que nos mortifican y destilan sobre nuestro corazon el desaliento, el des- ,~~
cedor. El culto externo no debe ser otra cosa que una manifestacion de
aliento que es el gusano roedor del espíritu de progreso, vienen de la falta
de moralidad; la falta de moralidad de la falta de religion. Los pueblos no
t amor y respeto á nuestro Criador; una expresion de los sentimientos que
nos animan con respecto á Dios; y nada puede serIe tan grato y conforme
creen ya necesario levantarse para Pedir libertad: el trueno de sus tempes- f á su voluntad, como el amor á nuestros semejantes.
tades aclama ¡MORALIDAD!y no habrá moralidad miéntras no haya ~i Los grandes errores del hombre (y ya en otros lugares de esta obra he'"
religion4• , mos tocado esta materia) los grandes errores del hombre al querer dar una
Así el hombre que descuida la religion, descuida el mas santo deber,el direccion determinada por su limitada razon á la humanidad entera; han
medio verdaderamente eficaz de llevar á cabo el desarrollo de su ser den- .,. nacido de que sus miradas han abarcado siempre una pequeña parte de su
tro de la esfera de la moralidad. La sociedad deberá siempre ver C())l ~¡ grande y extenso destino. El fin de la humanidad, miéntras dura su paso
prevencion y ceño al hombre irreligioso. Su moralidad, es decir, su fidW~ ; 'por la tierra,.comprende muchas y diversas partes, cada una de las cual~,
dad en el cumplimiento de la parte que le toca en solicitud del fin deJa aunque con un fin determinado, concurre al fin general é infinito,porvias
humanidad, está en peligro inminente de quedar incompleta, si no abierta- especiales que van á parar al mismo término. Desde que se descuida' una
mente traicionada. La sociedad debe ver á ese hombre como á un ser peli;,,; de esas vias ya no se marcha directamente al fin de la humanidad.
groso que no tiene otras miras que explotar á sus semejantes; pues el hii: En el antiguo Oriente todo fué absorbido por la religion: entre los Ro ...
nor, que seria el único vínculo que pudiera conservarle en la esfera de la manos todo estaba sometido al interes político: en los tiempos que .suce-
moralidad, ¿qué cosa es sino el temor á los demas hombres? ¿Y á cuánto dieron á la caída del imperio romano, todo tuvo que someterse al poder de
alcanzará el poder del temor á los otros hombres, fuera de las acciones la espada: luego entr6la Iglesia-en igual y terrible lucha con la espada, y
visibles, y aun respecto de estas, cuando el cálculo de las probabilidades venció la Iglesia, porque representaba la civilizacion que es el progreso; y
da resultados igualmente útiles a la sociedad y al calculador? el triunfo se celebró como celebra siempre sus triunfos la humanidad, con-
Pero la idea que procuramos hacer formar del culto, nos hará ver en él cediendo á la idea vencedora honores y distinciones, mando y predomi-
no el fin exclusivo de la humanidad, como han pretendido algunos nio; la Iglesia vencedora tuvo, y pretendió mas de los que tuvo, honores y
religionarios, sino como el medio mas poderoso de fomentar nuestro amor distinciones, mando y predominio; no se conformó con la mision queJe
y respeto al Ser Supremo, juez de todas nuestras acciones; y de conservar- habia dado su fundador, dirigir al hombre por medio de la conciencia,
nos en la obediencia ásus santas leyes, regla del bien, origen de la virtud. EUNTES, DOCETBOMNES GENTES; quiso dirigirle por la fuerza; y la
Mas claro: el deber que tiene el hombre de tributar un culto á su Criador, reaccion era de esperarse. La Europa se rebeló contra el poder de la Iglesia,
no debe exagerarse hasta llegar á creemos por él exentos de los otros fmes y sus Estados, no contando ya con el poder espiritual para el arreglo de sus
de la humanidad; ántes bien, el descuido de estos por aquel, seria una ofen- disensiones, reconocieron como principio de justicia el interes político: el
sa á la misma Divinidad, á quien se trata de complacer. De este error nacie- equilibrio europeo fué la grande (grande por su poder, pequeña por la po-
ron los sacrificios de sangre humana: de este error nació la inquisicion, breza de sus miras) la grande idea que dirigió la conducta de los gobiernos
josulto el mas grande hecho á Dios por la humanidad: de este error han del XVIal xvm siglo; pero la reaccion no habia satisfecho al delirio·de
nacido todas las exageraciones con que el espíritu de secta ha intentado reacciones que agita siempre á la humanidad: la Iglesia habia alcanzado
desacreditar la sabiduría inmensa, la misericordia infinita del Grande Ha~ sus triunfos por medio de las conciencias; era preciso, pues, arrebatarle el
dominio de las conciencias: el siglo xvm y el XIX se encargaron de esa
mision: el siglo xvm negó á Dios, y aceptó el reto de la Iglesia: el XIXno
pronuncia aquel nombre, ni oye la voz de sus defensores: EL INTERESIN-
4 «Respecto de la religion en su verdadero espíritu, y del clero en su verdadero carácter,yo
diré como el señor Guizot: La moral se apoya en la religion, y la religion en el sacer-
DUSTRIALes la gran palanca que mueve la humanidad: LOS INTERESES
docio».-{Fermin Toro). MATERIALES el gran fin que debe alcanzar: ¡la materia es la señora del

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mundo! ¡el oro es el cetro con que lo gobierna, las cadenas con que lo y he aquí una verdad contra la cual no ha osado el escepticismo dirigir
aprisiona, el dogal con que ahoga el espíritu! sus armas: todos, á una voz, proclaman al Cristianismo lareligionge la
Aquflo vemos: el mal de todos los tiempos ha sido el espíritu de siste- caridad; luego deben confesar que es la religion de la humanidad.
ma mas 6 ménos limitado, mas 6 ménos decidido, pero siempre como una Pasemos ahora á examinar cuál debe ser la accion socialenmatena de
prueba del poco alcance de la inteligencia humana, que en su afan por religion.
rea1izar un plan detenninado, olvida las relaciones y necesaria dependen- y llegamos ya al último de los tres objetos principales en que se versa
cia de los fines con los medios, y de los medios entre sí. la accion del gobierno· dirigiendo: queremos hablar de la usurpacionque
Pero de estos sistemas es el peor el que menor parte abraza; y el que comete el poder social adueíiándose del alma para imponer á los asociados
menor parte abraza es el actual; pues apénas comprende el pobre y mez- el culto que á él le plegue decretar.
quino interes del cuerpo, interes que jamas llega á satisfacer las ansias del TIempos 'ha habido en que la sociedad ha podido encargarse de dirigir
presente, y que nada promete para satisfacer las aspiraciones del porvenir. las facultades industriales con ventajosos resultados: el desarrollo moral
Por dicha de la humanidad, la armonía de esos intereses es mas fácil de de los individuos ha sido siempre tan limitado, y aun lo es en la mayor
lo que á primera vista parece. El fin del hombre puede ser cumplido dejan- parte de los pueblos, que la autoridad social se ha visto forzadaádirigir
do satisfechas todas las necesidades, llenos todos los goces; todas las ne- por sí misma la educacion; pero jamas ha habido la mas leve aparienciage
cesidades y todos los goces cuya satisfaccion no contraría ese fin, y por justicia,jamas ha podido alegarse razon alguna en favor de esta. última
esto no causa males ni produce el cansancio y el hastío. exageracion de la tiranía, que solo ha producido crímenes y horrores;,el
Así es como la verdadera religion reduce todos los deberes, todas las dominio del alma: dominio que nunca ha podido ejercer la sociedad; do-
leyes de la naturaleza moral, á un solo precepto, al precepto cuyo cumpli- . minio que nunca ha debido consentir el individuo; dominio que aUIlquese
miento produce el placer y la felicidad; EL AMOR. He aquí el resÚIDen de la ejerza en apariencia, jamas puede existir en realidad, pues el hecho) de
ley y de los profetas: he aquí el compendio del Antiguo y Nuevo Testa- gritar un individuo á quien se atormenta, estoy convencido, no es mas que
mento: he aquí á lo que vienen á quedar reducidas todas las teorías filosó- una falsedad impuesta por el poder opresor; dominio, en fin, que ha podi-
ficas, todas las disputas de las escuelas, todas las controversias teol6gicas, do ser resistido por el individuo, salvando para ello todas las barreras de la
todas las especulaciones racionalistas, todas las luchas y afanes de la hu'- tiranía, porque cuando el espíritu se cree en posesion de la verdad, no debe
manidad s. LA CARIDAD es el súnbolo de la ley de Dios: el sello de su obra: guardar silencio, no debe someterse, hasta que no logre convencerse 6
el resÓIDen de la creacion: la enseña del porvenir: la llave para resolver convencer á losdemas: este y no otro es el fin de la mas noblefacultaddel
todos los problemas del hombre y de la sociedad. LA CARIDAD es el lazo alma, LA INTBllGENOA.
que une lo pasado y lo presente, lo presente y lo futuro: LA CARIDAD es el La tolerancia no es la indiferencia por la verdad 6 el error, como parece
pacto de alianza entre el hombre y su Criador: LA CARIDAD es la indicado el uso comun de esta palabra: la tolerancia es el respeto ála razon
civilizacion. de los demas. Todo hombre tiene en su favor la presuncionde ~tarell
Por eso nunca ha sido mejor definida la religion que cuando se ha dicho posesion de la verdad; porque está en posesíon de la inteligenciaquees:su
que es EL AMOR Y FL ORDEN DE AMAR. Pero esa definicion no ha sido 6rgano. Así pues, la tolerancia no es ,un deber en el individuotsinoen
comprendida ni realizada, sino por la religion del que muri6 en una cruz cuanto se halla en oposicion con un derecho igual al suyo. El hombre pue-
por amor. de y debe hacer todo lo que esté de su parte para propagar suopinion,
porque esa es una de las leyes de la naturaIeza moral; pero debe síempre
respetar el mismo derecho en sus semejantes. Por esto es que la autoridad·
s Toda la filosofIa de Platon se resume en el amor, 6 sea en la union del espíritu con la no puede jamas hacerse representante de una opinion para hacerla aceptar
belleza absoluta, para lo cual debe dej6rsele remontar en sus alas. He aquí el sursum corda
de Coussin y de Lamartine, que es en lo que hacen ellos consistir toda la filosoffa.

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por las individuas; porque de este moda atacaria el derecha mas sagrada, ego mitto vos; euntes, DOCETE omnes gentes ... 6 Luego., coma siquisiéta
el única derecha verdaderamente inalienable, pues ni aun queriendo. pue- , manifestar la tatal separacian que debe haber entre el poder temporalyel
de ser renunciada. espiritual, y por tanta, la ninguna intervencian del poder social en materiaS
Muchas de las errores de las hambres que piensan, vienen de la poca de religian, dice: regnum meum non est de hoc mundo ... Mas todavía:
exactitud del lenguaje de la ciencia; y por esa es una verdad: que las cien- coma las gabiernas podrían aponerse á la propagacian de una doctrina
cias están campletas cuando. la está su idiama. Decimas esta, porque las que les arrebata el daminia de la conciencia, declara: omnis animasufJfJita.
grandes cuestianes sobre la libertad de conciencia, cuestianes ¡ay! que est potestatibus sublimioribus, cama si quisiera decirles: «No. temais,que
tantas lágrimas Y tanta sangre han hecha derramar á la humanidad, vienen nada tenga que hacer can vasatros, sino. es aseguraras la abediencia.:de
del mal usa que se ha hecha de una palabra. LIámase libertad de cancien- vuestros súbditos, canservándalas en la esfera de sus deberes,irniéfitl'as
cia, la que en realidad no.es mas que su falta de libertad, y que can propie- vasatros no.saIgais de la vuestra: mis discípulas as respetarán siemprt}.g,~e
dad debería mas bien llamarse su independencia; y esa frase es una man- no. atenteis contra su alma, porque esta es hecha á imágen y semejanZáde
zana de discardia que divide al género humana en das bandas, por no. su Dias, y no. debe ser profanada por las hambres». .
ponerse de acuerda. En realidad, no. existe la libertad de la canciencia, Mas estas promesas, que bastarian por sí salas para tranquilizar~:I()s
porque el hambre no.piensa ni siente la que quiere, que es en la que deberia gabiernas que se canfarman con mandar á la sociedad en masa, nOiPueden'
cansistir esa libertad: el hambre piensa y siente la que su razon y su con- ser creidas sino cuando. vienen del Catalicisma, que no. predica sinoPa2í'Y
ciencia le hacen pensar y sentir. Así pues, no.pudiendo. el hambre pensar ni 6rden, resignacian en esta vida, can la esperanza de gozar en la0t1'a,y'que
sentir la que quiera, tiene que ser independiente en su razon y en su can- tiene un programa fija é invariable, del cual no.se puede pasar. CuaiqÚie.ra
ciencia; porque la dependencia y el sametimienta suponen la facultad de atra que sea la religian que profese el puebla, ya la autaridad encargailitde
abedecer, y la facultad de abedecer supone la de querer ó no. querer. De canservar el 6rden, entra en saspechas y cancibe descanfianzasiP<#gU¿h()
aquí resulta, pues, que la que se llama libertad de canciencia, y que can canoce su programa, ni tiene seguridad de que sea canservadog)nl(){~l
propiedad deberia llamarse, independencia de conciencia, existe, pera cat6lica. El Protestantismo., rama espuria del Cristianismo., y' qtIend'es
existe precisamente porque la conciencia no. es libre. No. hay atro poder atra casa que el6rden sabrenatural sametida al natural, la revel~onj~"
que pueda cambiar las canviccianes del espíritu y las sentimientas de la gada por la razon, la palabra de Dias interpretada por la pala~;a~IIio#1f
conciencia, sino. el poder del espíritu por media de la canviccian y de la bre 7, abliga á la sociedad á conservar alguna intervencian,shlatOda;enla
persuasian. El hambre que somete su razon y su conciencia á atro poder, religian, para no. exponerse al desórden y á la disalucian;porque!.9ue<llm-
falta á su deber, porque ni hay verdad en ese sametimienta, ni puede ser da sus sectarios autorizadas para aceptar y practicar todagéneiP·~.api-
inspirada por atro mativa, que por la timidez 6 por la culpable indiferencia nianes, claro es que nada les impide profesar princípiasCt)ntrarias'á.'la
que acepta el error can ajas vendadas y tentando. á ciegas el camina por-
que se la quiera conducir, cama una prueba del poca aprecia que se hace
de la verdad. 6 El ~on 51 del4a Concilio de Toledo, presidido por San Isidorode Seiw •.•:~~~,<¡U:e
se obligase' creer' los judíos: «Porque' estos no debe darse la salvaciOll~oJilIi'uitolun-
Fué el Cristianismo., á pesar de las numerosas inculpacianes que se le tad, sino con ella, para que sean completas las fonnas de justicia,puesasí.(i#a:éiboíIlbre .
han hecha por su intalerancia,.el que enseñ6 á respetar la canciencia del se perdi6 obedeciendo por su propio albedrlo , la serpiente, así debe SlIlv~Po/I~ ~ia
individua, cuando. su divina Autor puso. en boca de sus discípulas estas de Dios, creyendo por conviccion de su entendimiento. Luego los judíos deben ser aconáe·
jados , creer, no con la fuerza, sino por la libre facultad de su albedrlo.,.'··· .
palabras, solemne protesta cantra todas las acusacianes que se le hagan: si
7 «No hay en Europa un solo hombre instruido que no sepa que el Pro~tantismo es una
justum est ante Deum vois potiUs audire quam eum,judicate: y cuando. por monstruosa absurdidad. Pero se desprecia como error, y se sostienc<como.protesta,
toda autaridad les dió la que se cantiene en estas: sicut missit me pater, et (revolte).~ennais). .
«Si es permitido decir, que el ateismo es un racionalismo 16gico,10 es mucho mas aun,
decir que el Protestantismo es un racionalismo inconsecuente.»-{Gouieaud).

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sociedad, 6 sean heregfas sociales 8. El socialismo del siglo XIX, como lo El poder social no tiene derecho de intervenir enlli religioridélo' .•... ."
ha· probado un ilustrado escritor 9, es una consecuencia 16gica del ciados: esta es ex~lus~vamente del dominio de la conciencia; ~ro de:: ."
Protestantismo: en todos sus sistemas se encuentra l~ negacion de alguna
ro que no renunCIará Jamas á esa facultad; aunquesea'abUSíva"smo.¿han"
de las verdades cat6licas, y sus errores, como lo hemos demostrado noso-
do los as~ado~ es~ en po~i~n de una doctrina que nosea.inCbJp.Patiple
tros mismos, provienen de no aceptar para los grandes problemas de la con su eXistenCIa: nmguna religlOn llena esa condicion sinoeseleatoli;,
cismo.
humanidad la única solucion aceptable, que es la que da el Catolicismo, 6
sea el Cristianismo en toda su pureza 10. Aquí hallamos otra vez mas al Cristianismo salvando: la libertad: del
hombre, al salvar el derecho mas sagrado é inalienable, el derechod~.~n-
8 Y es por esto sin duda que los socialistas, al mismo tiempo que sostienen la libertad de
sar, 6 sea LA INDEPENDENCIA DE LA CONCIENCIA; y solo recoItIarl40' la
conciencia, niegan la de cultos: oigamos' Luis Blanc: «No hay que confundir la igualdad
de conci~ia con la igualdad de cultos. La conciencia es un santuario que ningun poder ceguedad que produce el espíritu de secta, puede explicarse.l¡j.9PiÍliOIl de
humano tiene el derecho de violar; mas hay notable diferencia entre este respeto por el M. Guizot, que atribuye el sentimiento de la personalidad,ellllI1or'á la
culto individual y doméstico, y la supresion de toda Religion del Estado. El deber de este es inde~ndencia individual de nuestra civilizacion al espíritude"ins\lbór-
dirigir los intereses morales como dirige los materiales de la sociedad. Declararse indife-
rente es abdicar».
dinacion, á los instintos anárquicos de los bárbaros, que ápesar,deestos
9 Augusto Nicolas. instintos y de aquel espíritu conservaron siempre la esclavitud, y se man-
10 En materia de Cristianismo seguimos la opinion de M. de Tocqueville, y citamos este tuvieron obedientes y sumisos á sus señores, pues su inde~ndencia,yalo
autor con tanto mas gusto, cuanto q!Je no podrá ser tildado de partidario del fanatismo, ni
del despotismo. Dice así en el cap. 6", p. la. de «La Democracia:»
hemos dicho, estaba limitada á escoger amo. El amor á laindependen,cia,
«La América es el país mas democrático de la tierra, y al mismo tiempo aquel en que segun el sentimiento de personalidad, propio como es de todo hombre,por0ada
los datos fidedignos hace la religion católica mayores progresos; lo que' primera vista no ha podido ser tan desarrollado como por el espíritu de esa religion, que al
deja de sorprender.
mismo tiempo que le da al hombre la verdadera idea de lo que es y de lo
«Es preciso distinguir dos cosas: la igualdad dispone' los hombres' querer juzgar por sí
mismos, pero por otro lado les da la idea y el deseo de someterse' un poder social único, que vale, le hace solo responsable de sus acciones ante Dios;yel mismo
sencillo é igual para todos. Los hombres que viven en los siglos democráticos, son por esto M. Guizot hace justicia al Cristianismo cuando lo presenta como la verda-
mismo inclinados' sustraerse' toda autoridad religiosa. Pero si consienten en someterse ,
alguna, quieren' lo méilos que sea úmca y uniforme: los poderes religiosos que no van
dera fuente de independencia y separaeion entre el poder temporal y el
todos , parar , un mismo' centro, chocan naturalmente á su inteligencia, y entónces, tan
espiritual.
fácil les es concebir que no hay ninguna religion, como que haya muchas. De la naturaleza de la sociedad y de la doctrina del Cristianismo,dedu-
«Ahora mas que nunca vemos católicos que se hacen incr6iulos, y protestantes que se ha-
cencatólicos. Si se considera interiormente el Catolicismo, parece que pierde, pero si mira-
cimos, pues, que el poder social no debe tener intervencion de ninguna
mos fuera de él, se observa por el contrario que gana. Todo esto puede explicarse. especie en la religion de los pueblos cristianos. La civilizacion ptoduceen
«Los hombres en este siglo son poco dispuestos 'creer, pero desde que tienen una religion,
encuentran en sí mismos un instinto Oculto, que sin saberIo, los impele hácia el Catolicis- su desarrollo la compl~ta, la absoluta separaeion del poder temporal 'y el
mo. Muchas de Iu doctrinas y usos de la religion romana, les causan extrafieza; pero admi-
espiritual. Pero esta separaeionno se opone á que la sociedad puedapro,;
ran en secreto su gobierno, y los atrae su grande unidad. clamar y sostener un culto público; pues en esto no haria mas que servirde
«Si el Catolicismo consiguiese sustraerse á los odios políticos que hace nacer, no dudo que medio á los asociados para proteger públicamente el culto que estos profe-
ehnismo espíritu del siglo, que parece serie tan contrario, vendria , serie muy favorable, y
sasen en privado. Sirva, sí, el principio sentado ántes, para que en las so-
aun haria de repente grandes conquistas.
«Una de Iu debilidades mas frecuentes , la inteligencia humana, es la de querer conciliar ciedades en que se proteja uno 6 mas cultos, se dé á esa proteccionsu
principios contrarios, y comprar la paz , expensas de la lógica. Ha habido y habrá siempre verdadero carácter, que es el de una funcion extraña á la verdadera natura-
hombres que dcspues de haber sometido' una autoridad alguna de sus creencias, querrán
sustraerle otras muchas, y dejarán fluctuar su espíritu á la ventura entre la obediencia y la leza del poder social; y que no debe pasar de proteccion, pues cualquiera
libertad. Pero yo pienso que el número de estos será menor en los siglos democráticos que otra funcion que se reserve es contraria al espíritu del Cristianismo . .ASíes
en los otros, y que nuestros nietos se inclinarán cada vez mas á no dividirse sino en dos que aun limitada su intervencion á mera proteccion, 6llámesepatronaro,
partidos, unos saliendo enteramente del Cristianismo, y los otros entrando en el seno de la
Iglesia Romana». la creemos contraria á la inde~ndencia del poder espiritual, y próxima ya

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á invadir la esfera de la conciencia individual. La sotiedad no da dominio de las conciencias: los protestantes, al proclamar suindependen-
proteeeion sino en cambio de libertad. Los concordatos son transacciones cia del centro de unidad, es decir, al proclamar la anarquía.de las com:ien-
del poder espiritual con el temporal, en las que el primero cede de sus cias, no han hecho otra cosa que conceder. á los déspotas el derecho de
derechos sin que el segundo ponga nada de su parte, pues la proteecion esclavizar el alma misma.
que concede no es un derecho que sacrifica, sino un deber que cumple. En Si la verdad es una para todos los hombres; si la moral gobierna con
la union del poder temporal y espiritual, es el primero el que gana, el se- unas mismas leyes todos los pueblos que habitan la tierra; si la civilizacion
gundo el que pierde, y desde luego, pierde la independencia individual, tiene por objeto hacer del género humano una sola familia, es necesario
gana el poder social. En estas alianzas siempre se achica el poder de Dios, reconocer la necesidad de un centro de unidad, que conserve el tesorodela
hasta ponerse por debajo del poder social, pues se presenta á este como verdad, de la moral y de la civilizacion, y que se encargue de. esparcir la
fin, y al otro como medio. Y si esto es exacto en las sociedades que sostie- semilla de l~ civilizacion, de la moral y de la verdad.
nen un solo culto, lo es mucho mas en las que sostienen varios, porque es Lástima da oir las declamaciones de los que creen que el progreso con-
un ejemplo el mas chocante y caracterizado de indiferencia religiosa, el siste en el cambio de la verdad, como si la verdad pudiera envejecer sien-
acto de un empleado que paga con la misma mano al ministro que cree en do, como es, eterna. Compasion inspiran los entendimientos que por se-
Jesucristo, y al que le niegs. guir el torrente de la novedad, proclaman al Protestantismo la doctrina de
No se deduzca de esto, que nosotros aceptamos la opinion que califica la libertad, y al Catolicismo la doctrina del absolutismo. Nada hay mas
la ley de atea; pues nuestro modo de plantear el sistema social, manifiesta contrario alórden que las doctrinas del Protestantismo; y como elórden~
que no creemos legítima ni justa otra soberanía que la soberanía de Dios. el eterno aliado de la libertad; síguese que léjos de ser ellas las que.pueden
La ley no es atea sino en las naciones que están del todo sometidas al hacer efectiva la verdadera libertad, son las que la amenazan de muerte, y
despotismo: los pueblos no pueden ser libres sivo sometiéndose de ante- exponen al mundo cristiano á perecer ahogado en los brazos del socialis-
mano al poder de Dios. mo 11.
Pero el reconocimiento de un SER SUPREMO,AuroR de las leyes mora- La religion que haga mas eficaz el poder de la conciencia, será la que
les, y JUFZ de las acciones humanas, no impone á la sociedad el deber de haga posible el régimen de la verdadera libertad. El Protestantismo pro-
. determinar su culto. La sociedad, como tantas veces lo hemos dicho, no clama la anarquía de las conciencias al mismo tiempo que reconoce la
~jerce ninguna funcion propia y legítima, fuera de las que sean absoluta- necesidad de un órden sobrenatural, puesto que admite la revelacion:.el
mente indispensables para dar garantías á la libertad de los asociados. Tie-
Catolicismo al proclamar la necesidad de reconocer un órden s0llrenatu-
ne que obrar en mayor ó menor escala, segun el grado de civilizacion, ó ral, reconoce tarilbien la necesidad de contener los extravíos dela~n
~a de moraIizacion á que hayan alcanzado los asociados; y desde luego á individual sometiéndola á la unidad que resulta del sometimientoá·la
proporcion que la religion que estos profesan sea mas conforme con el razon universal 12.
Órden social, mayor será el grado de libertad de que podrán disfrutar. Por
eso es que. creemos que la verdadera libertad no es posible sino en las
sociedades que observen el Cristianismo en toda su pureza. Repetiremos
11 Como ptueba de estas verdades nos referimos' lo que bemos dicbo en el capítulo VL«E1
con Tocqueville: «EL QUEQUIERASERLIBRE,QUECREÁ;y SINOTIENEFE,
pueblo ingl~s, dice lsrae/i. autor inglis, de valeroso que era en otro tiempo, feliz, religioso
QUESIRVA». y bueno mas que cualquiera otro del mundo, se ha hecho vicioso, envilecido, extenuado; y
y de aquí podemos deducir, que nada es tan contrario á las prácticas de vive sin dicha, agoniza sin esperanza».
La razon de esta diferencia no sabemos , qu~ abibuirla: solo sabemos que las instituciones
un pueblo libre como el sistema religioso que declara al jefe del Estado de este pueblo son las mismas hoy que mtes, solamente ha cambiado su religion.
jefe tambien de la religion. Los católicos que han patrocinado con sus doc- 12 Vamos' presentar la teoría filosófica en que se funda el Catolicismo, tomándola nade
trinas politicas el absolutismo, siempre han puesto fuera de sus garras el un escritorcat6lico, sino de uno protestante, y de gran ~rito entre los fil6s0fos y entre los
protestantes, que es M. Guizot: oigamos su doctrina.

266 267
o la revelacion ó el racionalismo. El Catolicismo, que reconoce la superioridad de la revelacion sobre el
La revelacion exige el sometimiento de la razon en materias de fe. " racionalismo, delórden sobrenatural sobre el natural, de la palabra de Dios
El racionalismo excluye toda idea de órden sobrenatural. sobre la"palabra del hombre, de LA RAZON BTBRNA sobre la razon humana,
El Proteccionismo, que pretende unir la revelacion y el racionalismo, está en posesion de la verdad.
es un absurdo.

«Mas para que la sociedad espiritual nazca y subsista, no buta por sí sola la unidad de la
verdad: es preciso que se deje conocer de los espíritus para que pueda reunirlos. La union
de los espíritus, es decir, la sociedad espiritual es la consecuencia de la unidad de la verdad'
••Una conviccion comun, es decir, una misma idea reconocida y aceptada como verdadera, IJCI'? mién~ c;sta union ~ está completa; la consecuencia no corresponde al principio, ~
tal es la bala fundamental, el lazo oculto de la sociedad humana. Ya consideremos las SOCiedad eapm~ O? ~xtste. Ahora pues ¿bajo qué condicion se unen los espíritus, la
asociaciOllCS mu limitadas y lCDCillas, ya nos elevemos huta las mas extensas y complica- verdad~ BllJo la condiClon de que han de conocerla Y aceptar su imperio: todo el que obe-
das: ya consideremos lo que pasa entre tres ó cuatro búbaros reunidos para una expedicion dezca sm conocer la verdad, por ignoraru:ÜI y no por luz, ó todo el que teniendo conoci-
de caza, ya en el seno de una asamblea llamada' tratar los negocios de un gran pueblo; por miento de la verdad rehusa obedecerla, no ha entrado en la.sociedad espiritual: n01ulcen
todu partes Y en todos los cuos, es en la adhesion de todos los individuos' un mismo parte de ella sino los que ven y quieren: ella excluye de una parte la ignorancia, de la otra la
pensamiento que consiste esencialmente el hecho de la asociacion: miéntraa no se com- fuerza: ella exige de todos sus miembros la íntima Y personal adhesion de la inteli ••••nMa y.
prenden y acuerdan; no son mas que seres aislados, colocados los unos aliadO de los otros,
la libertad. o_a
pero sin penetrarse ni unirse. Una misma creencia, un mismo sentimiento, cualquiera que «Por mucho tiempo se creyó que el imperio de la verdad, es decir, de la rQZon universal
sea su naturaleza y objeto, tal es la primera condicion del estado social: es en el seno de la podia ser establecido sin el ejercicio de la razon individual. •
verdad solamente, ó de lo que se tiene por verdad, que los hombres se unen y que nace la «Ahora sabemos que la sociedad espiritual exige dos condiciones: primera, la presencia de
sociedad. Y es en este sentido que un filósofo moderno (M. de Lamennais) ha tenido mucha una verdad generaI, absoluta, regla de las creencias y de las acciones humanas; segurnIE . el
razon en decir que no hay sociedad sino entre las inteligencias; que la sociedad no subsiste pleno desarrollo de todu las inteligencias con respecto , esa verdad, y la libre adhesiOL de
sino sobre los puntos y en los límites en que se cumple la union de las inteligencias; que en las ~ ' su poder. Que la una de estas dos condiciones no nos haga olvidar jamaa la otra:
donde las inteligencias no tienen nada de comun, la sociedad no puede existir; en otros que la Idea de la libertad de los espíritus no debilite en nosotros la de la unidad de la socie-
t6nninos, que la sociedad intelectuai es la ÓDÍcasociedad, el elemento necesario, y como el ~ espiritual; porque las convicciones individuales deban ser luminosas y libres, no nos
fondo de todu las asociaciones exteriores y aparentes. dejemos arrebatar hasta creer que no haya verdDd /Uliversal que tenga ~l derecho de man-
dar.~ "
«Pero el carácter esencial de la verdad, Y lo que precisamente por esto la hace el lazo social
por excelencia, es la unidod. La verdad es una, y es por eso que los hombres que han llega- En .seguida hace observar que los hombres han dado tanto poder , la verdad, ó , lo que
do' conocerla Y 'aceptada, se unen; union que no tiene nada de accidental ni de arbitrario, crelan ~erdad, que han usado la fuerza para imponerla; luego vino la reaccion, y entónces:
porque la verdad no depende ni de los accidentes de las cosas, ni de la incertidumbre de los «La ~dad dela razon di~ si me es permitida esta expresion, (contim1a), no ha sido ya
hombres; nada de pasajero, porque la verdad es eterna; nada de limitado, porque la verdad el objeto de la contemplacion habitual del hombre: se ha respetado mas que todo elderechó
es completa i infinita. Así, pues, como es la unidad el carácter esencial de la verdad, lo es de ~a razon h~ ~ las relaciones de los hombres, y muchas veces se ha concluido por
tambien de la sociedad que no tiene otro objeto que la verdad, es decir, de la sociedad olVIdar, que SI ella es libre, la volU1lllld no es arbitraria; que si existe el derecho de exámen
puramente espiritual. para la razo~ individual, ella está sin embargo subordinada' esa razon general que sirve de
«No hay ni puede haber dos sociedades espirituales; ella es por su naturaleza ú'!ica y uni- ~orma, de piedra de toque' todos los espíritus. Y así como en el primer cuo ha habido
versal.
tiranía, en el s:egundo. ha.~ido anarquía, es decir, ausencia de creencias generales y pode-
••Así nació la Iglesia: de aquí esa unidad que ella ha proclamado siempre como su principio, ~, au.sencla de ~ClPIOS en las almas y de cimiento en la sociedad».-(Historia de la
esa universalidad' que siempre ha aspirado. Mas ó ménos clara, mas ó ménos rigurosa, esa ClVllizacion en P1'IIDC1a,parte lL, cap. 12).
es la idea que se encuentra en el fondo de todu sus doctrinas, y que domina en todos sus Esta es la completa exposicion de la doctrina católica
trabajos. Mucho ántes del siglo VI, y aun desde la cuna misma del Cristianismo, aparece en Reconocimiento de IUIQ verdod dnica.
los escritos y en los actos de sus mu ililstres int6rpretes». SuprtlmtlCÚl de la rQZon universal sobre la individuol.
En los pMrafos que hemos leido, nos parece oir la voz de un católico fuertemente adherido Espon~idDd en la atJ!'e~ion del esp(ritll4 la aUloridDd espiritual, ó lo que eslo mismo,
, su creencia; pero como es un partidario del libre eximen el que habla, sigue disculpando somettmJento por convlcci6n. no por la fuerza.
su creencia con razones por las cuales se excluye' todos los ignorantes, mejor dicho, , Po~ única pe,,? contra el que no se somete, la declaraci6n de la verdDd upueStilpor M.
todos los que no pueden formarse por sí mismos sus convicciones, de la sociedad espiri- Gwzot, es dectr, que no penenece 4la sociedDd espiritual, la excomunion.
tual; lo que sin duda reduciría el nlbnero de los que sean capaces de formar esta , ménos de ~ en el Catoli~ismo que se encuentran cumplidas las dos condiciones de la sociedad espi-
un uno por ciento de los seres que componen el género humano. n.~al: la autoridad ~ la verdod, y la libenad del esp(ritu. La separacion de estas dos con-
Oigimosle: diCIOnes produce la ttranÚl6 la anarquÚl; la inquisicion 6 el protestantismo.

268 269
RESUMEN Y CONCLUSION

TOCAMOS ya el término de nuestra carrera.


Hemos visto nacer al hombre desnudo, desprovisto de, todo medio de
conservar la existencia.
Abandonado á sí mismo habría perecido sin remedio; spl()alabrigode
la familia pudo conservar la vida y principiar á poner sus facwta<lesen
ejercicio.
VImOS luego, que aunque la familia hubiera podido ~xistjI'}li~~y
entregada á sus solas
". fuerzas. ,habría sido llevando una..eXlS.
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ble y sin posibilidad de progreso: sus miembros no habriaopO<.tido<iesa-


rrollar sus facwtades para cumplir el alto fin á que los destin6SQ\IIac.edor.
La familia tuvo por consiguiente que buscar la asociacioncon0tI'asfanri-
lias, tanto para aunar sus esfuerzos y ejercer en comun el domiI1i()s06~la
naturaleza, como para garantizarse mútuamente los mediosde,~lir el
fin á que sus miembros estaban destinados. La sociedad nospareci6,por
lo tanto, que era no una reuníon de individuos sino de familias.
Pasamos luego á considerar la sociedad, y encontrarnosgtl~l'lo.~abia
sido comprendido ni su origen ni su fin: motivos de quej~gritosded<>lor,
lastimosos lamentos fué lo que hallamos por donde qmera./Puf¡mte ••cua-
renta siglos hemos encontrado á la sociedad absorbiendo coDlpletamente
los derechos del hombre; la familia desorganizada, las Í1JJlcionesde sus
miembros invertidas 6 mal interpretadas; el padre amo,.tirano.doméstico;
la mujer el primer mueble de la casa, objeto destinadoal.phl~rde su se~
ñor; el hijo, una cosa útil, entregado al libre uso de su dueño: el género
humano, finalmente, nos pareci6 al concluir estos cuarentaSig!p-8, .UDre-
baño de fieras, que aun(}ue se devoraban entre sí, estabansinem\)¡ugo
sometidas al látigo de su señor.
Mas, de repente se levant6 allá en una colina de Jerusale~,unaqruZcon
un hombre enclavado en ell~ que al morir de muerte tanignominios~
'exclamó: CONSUMMATIJM EST. Está concluido el reinado aelll carne, y el
mundo se ha salvado porque ha empezado ya el reinado <ielespfrltu. Y el
mundo se estremeció, y el sol y la luna se oscurecieron,yJos muertos

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salieron de sus sepulcros, y hubo maravillas y portentos para celebrar los ruido y el escándalo repetido por los mismos amigos de la humanidad, que
funerales del mundo antiguo. culpando á las instituciones de los males debidos solamente á los hombres
El hombre habia ido descendiendo de su primitiva dignidad desde el encargados de ponerlas en práctica, han luchado por arrebatar al hombre
día de su creacion, y lleg6 á levantar altares á LA IMPIEDAD Y á LA INJUS- hasta los sentimientos de la conciencia; nada han podido lograr, porque:
TICIA. Mas desde el dia que muri6 aquel hombre en la cruz, la piedad y la «no son las situaciones, ni las instituciones las que deciden detodoenla
justicia fueron divinizadas, y la humildad destron6 al orgullo; y los pobres vida de los pueblos. El estado social se deriva, entre o~ muchas causas,
obtuvieron promesas y los ricos amenazas; y la humanidad que marchaba del estado moral: las creencias, los sentimientos, las ideas, las costumbres,
triste y con la cabeza inclinada, porque creia dejar atras la edad de oro,
preceden á la condicion exterior, á las relaciones sociales, á lasinstitilció-
irgui6 su frente y miró hácia el cielo con semblante risueño, porque com- nes políticas; la sociedad, salva alguna reaccion necesaria y poderosa, es
prendi6 que se le abrian las puertas del paraíso. tal cual la hacen los hombresl».
El mundo se salv6; y donde quiera que ha sido oido el eco de aquellas No son, pues, instituciones las que nos hacen falta, sino principios que
palabras que se pronunciaron en el Calvario, se han notado señales de vida; creen instituciones: no son hábitos sino costumbres, 6 sea accionesdiri.gi-
y hasta los pueblos que se tapan los oidos para no oir la voz de salvacion, das por ideas conformes con la verdad: no son prácticas políticas, sino
experimentan sus efectos en la suavidad de sus costumbres, en la prácticas morales.
moderacion de sus instintos, en la regularidad de sus relaciones con el «Muy poco ha reflexionado, muy poco ha observado el que no esté
resto de sus semejantes; todo lo cual les prepara de antemano para recibir convencido de esta importante verdad: que el estado material de la socie-
y hacer germinar con lozanía la semilla de la verdad. dad es 6 se hace bien pronto cbnforme con las doctrinas que se agitan en el
Pero la redencion no cambi61a naturaleza del hombre: el libre albedrío
mundo superior de las inteligencias, y que de las ideas á los hechos,del
es árbitro de su destino: la carne lucha en continua y recia lid con el espí- gabinete del fil6sofo á la calle, no hay mas que la distancia de algunos
ritu: el Cristianismo no ha hecho mas que enseñarle al hombre lo que es y
pasos ... El mundo de las inteligencias no está nunca sin doctrlnas,yestas
lo que puede hacer, para estimularlo á vencer en la lucha de la razon con doctrinas no tardan en ser traducidas ántes de poco en hechos que hacen
las pasiones: t6cale al hombre, pues, hacer buen uso de su inteligencia mover la sociedad segun sus inspiraciones 2».
para dominar los instintos de la carne: oir la voz de la razon para despren- Ni basta el desarrollo aislado de cada una de las partes que constituyen
derse del encanto de las sensaciones.
el hombre, la inteligencia y la actividad física, es preciso tambien'desaIro-
La historia de la humanidad despues de la muerte de Jesucristo, es la llar las relaciones que hay entre «las ideas y las acciones, entre las creen-
historia de la lucha del espíritu con la materia. La sociedad en masa, mas cias y los movimientos de la voluntad, entre el pensamientoylalibertad
bien, la autoridad encargada de dirigir la sociedad, se ha hecho represen- humana; y es esto lo que se llama parte moral 3».
tante de la materia, para dejar al hombre aislado encargado de represen~ «Algunas civilizaciones se han hecho estériles no por falta de <iesarro-
el espíritu. Los gobiernos no han hecho otra cosa que contener el desarro- llo intelectual, ni por carencia de hombres prácticos, sino por falta del·E.
llo del individuo, pues creyéndose destinados solamente á conservar el Por fe entiendo no solo la confianza en la verdad, que la haeereputar como
6rden establecido, 6 sea, la paz y el reposo de la sociedad, han tomado el tal, sino tambien la que reconoce en ella el derecho de reinar ehel'mundo,
deseo de tnejora por desobediencia, el amor al progreso por rebeldía, el de gobernar los hechos, y el poder para salir triunfadora. Es por este senti-
poder de la verdad por usurpacion. miento que una vez entrado en posesion de la verdad, se siente llamado el
Engañados los pueblos, creyeron á su vez que la felicidad solo podia
venirles de sus gobiernos, y olvidados de sí mismos solo pensaron en las
formas y denominaciones que habian de dar á sus instituciones. Sistemas 10uizot.
fundados en ficciones, guerras emprendidas á nombre de un nombre, el 2 Augusto Nicolas.
30uizot.

272
273

1,
,.....•
_-

"
i
hombre á hacerla pasar á los hechos exteriores, á reformarlos, á llITegIar_ :§ fuente de la civilizacion, el apoyo de la liberdad, el medio de dar al género
los segun la razon 4».'! :1humano la única felicidad posible. .
No nos afanemos, pues, por inventar sistemas cuya esterilidad está~; : Miéntras los pueblos estén formados por seres pnvados del uso de su
bada por seis mil años de vida que cuenta la humanidad. El único sistetfur · espíritu, no cesarán esas revoluciones, protestas continuadas ~ntra un
que puede producir resultados estables es el que satisfaga todas lasn~ ~'estado contrario á la naturaleza del hombre.. . .
dades del ser á quien se aplica. Para darle la tranquilidad al hombre,,~ ..•..••.Así pues, demostrado como queda que la única doctnna que explica
decir, para hacerle marchar de acuerdo-con su naturaleza, es precisoap~-' ·completamente la naturaleza del hombre, el único sistema social que Tea-
carIe un sistema conforme con ella: es preciso desarrollar su espírituy,~~r · liza el fin de nuestra creacion se halla contenido en EL CRIsTIANISMO;que
cuerpo no para dejar aislados el cuerpo y el espíritu sino para poner~ todo lo que tienen las otras doctrinas de bueno se encuentra en él, y lo que
relacion al espíritu y el cuerpo. La historia nos presenta á la humani~' · tienen de malo no está en él, no queda otro recurso á los hombres y á los
mas bien en estado de análisis que de síntesis: el desarrollo intelectfuU· pueblos que buscan de buena fe el reposo y la libertad, que practicar la
prescinde por lo general del mundo de la realidad: el mundo de la realidad teoría que profesan, teoría que ya .el espíritu de duda y ~e rebeldía ~ la
prescinde á su vez del desarrollo intelectual; y no es que el mundo rea1d6je verdad no osa contradecir'. Los que creen que la humamdad está henda
de ser alguna vez dirigido por el 6rden intelectual, sino porque genenU~ de mu~, Yque ha sido criada sin objeto, 6 por un ser débil é inclemente,
mente las sociedades se han conducido como aquellas religiones de la an- callen, y no impidan que se haga la aplicacion del re~edio ~ue propone-
tigüedad que tenian diferentes grados de iniciados, y segun los cuales las mos. Si no hay salvacion posible, la suerte será la nusma; SI se salva, la
doctrinas de los inferiores no eran las mismas que las de los superiores, curacion no tiene precio. Recordemos, sin embargo, un hecho atestiguado
pudiendo estos dispensarse de lo que para ellos era obligatorio. Así lapar- por la historia del Cristianismo: todos los que han b~do la verdad de
te inteligente de las sociedades cristianas, aunque profesa bellas y santas buena fe, han estado divagando hasta que se han acogtdo al regazo de la
teorías, concede á estas una corta obediencia reservándose siempre el de- Iglesia cat6lica: los que han abrazado su religion, siempre lo h~ hecho en
recho de sacrificar una parte de sus convicciones al sentimiento, con mas obediencia al sentimiento del deber, que es lo que la humamdad llama
propiedad, á las sensaciones. A la obediencia que prestan á las teoríass.e· virtud, los que la han abandonado, lo han hecho por ese abuso de las pasio-
deben la suavidad de costumbres, el respeto de los derechos individuales, nes que se llama vicio.
la independencia de la conciencia, &c.: á la parte que conceden al dominio Descansen, pues, los que se afanan inútilmente: estudien los que aman
del sentimiento la discordia, la malevolencia, los desórdenes todos que la verdad y tienen fe en su poder, estudien EL CRIsTIANISMO,Y allí encon-
hacen necesario el poder de los gobiernos y el uso de los verdugos. trarán el secreto que puede dar al hombre LALIBEIrrAD,Yá los pueblos el
Miéntras la conciencia no rinda completo homenaje á la verdad, no halla .. reposo que hoy buscan, y en cuyo lugar solo encuentran dolorosas convul-
rán los pueblos el reposo porque tanto anhelan, porque hasta ent6ncesno. siones arrancadas por un mal que no pueden explicar.
estarán fonnados por hombres verdaderamente hombres, sino por seres
que no saben lo que son ni lo que han venido á hacer al mundo.
¿Queremos pueblos libres?, pues es preciso que los hombres se hagan
hombres, es decir, que piensen, porque no merece tan digno título el ser
que no está en ejercicio de surazon. El modo de hacer entrar á los hombres S «Estoy convencido de que el sistema de moral y de rcligion que Jesucristo nos ha trasmi-
en el ejercicio de su pensamiento es educándolos. LA EDUCACIONes la'· tido, es 10 mejor que el mundo ha visto y podd vel'». (Franklin.)
«O desaparece del mundo toda rcligion, ó el Cristianismo se hace eterno; porque no es dado
al pensamiento humano concebir una rcligion mas perfecta». (V. Cousin.)
«Suprimid por un instante la enseñanza cristiana, y vcrcis dónde va á parar el dogma de un
Dios espiritual. padre comun de los hombres •.. dónde va á parar el dogma.de la fratcr-
40uizot. nidad».-{E. Saissct).

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