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Unidad 4: “Valorando Nuestra Diversidad Cultural” Sesión 16: “Analizando artículos de opinión”

RINCÓN DEL AUTOR

Hablemos claro, por Patricia del Río


Muchos nos fijamos, más allá de las propuestas del candidato, en su condición social, su “raza” y sus rasgos
físicos.

PATRICIA DEL RÍO PERIODISTA

Patricia del Río 04.02.2016 / 06:47 am

En un proceso electoral los ciudadanos tienen que


elegir a alguien que los represente, a alguien que
encarne los valores y características con las que uno
se siente más cómodo. Cuando los partidos políticos
son débiles, cuando no hay formas de ver el mundo
con las cuales identificarse, entonces empiezan a
primar las características personales. Así, más allá
de lo que ofrezcan, los ciudadanos nos fijamos en la edad del candidato, su sexo, y acá arranca la parte más complicada,
en su condición social, su “raza” y hasta sus rasgos físicos.
Y mientras la identificación sea positiva, todo bien: autodenominarse “de una raza distinta” o asumirse “el cholo sano y
sagrado” son estrategias que buscan capitalizar de forma inteligente este factor. Cuando se usa para descalificar al otro,
es cuando empiezan los problemas. Y si bien hoy el insulto racista y clasista, a boca de jarro, es cada vez más rechazado,
hay otras formas de discriminación, más sutiles, casi imposibles de identificar, que no solo no reciben crítica alguna sino
que suelen ser celebradas con entusiasmo. Y me refiero específicamente a la discriminación lingüística que no es otra
cosa que juzgar negativamente a un individuo por su manera de hablar; es decir, considerar que hay formas de usar el
castellano que son propias de gente inferior, ignorante o poco profesional.
El castellano, como toda lengua del mundo, tiene múltiples variedades y formas de hablarse. Esto tiene que ver con su
larga historia, con la cantidad de lugares donde se practica, con la cantidad de lenguas con las que ha entrado en contacto,
con la variedad de individuos que la usan. Para la lingüística, todas esas formas son válidas, son parte de nuestro idioma
y merecen la misma consideración y respeto. Sin embargo, nos parece muy ‘cool’ como habla un argentino (sin importarnos
que conjugue los verbos distinto, use vos en lugar de tú), pero arrugamos la nariz cuando alguien usa el castellano andino,
influido por el quechua, con diferencias en el uso de la vocales, la pronunciación, el orden sintáctico, etc.
¿Es mejor el castellano de los limeños que el de los apurimeños? No. Sostener algo así es tan ridículo y prejuicioso como
asumir que los españoles hablan mejor que los peruanos, o que los chilenos con ese dejo tan cantarín deben ser todos
“medio raritos”. Es más inteligente el que dice “haya” que el que dice “haiga”. De ninguna manera. El uso de una forma
más estándar del español, esa considerada correcta por las academias, no tiene nada que ver con las capacidades del
hablante, sino con aspectos bastante más complejos, como el lugar de origen o el grado de instrucción de los padres que
no pueden ser materia de discriminación.
En esta campaña que recién empieza, el candidato César Acuña es la principal víctima de este tipo de discriminación.
¿Refleja el uso del castellano de Acuña a una persona incapaz, poco inteligente? De ninguna manera, esa conclusión es
inadmisible. En cambio, ¿son las evidencias de plagio una señal de que el señor César Acuña ha construido su futuro
sobre la base de un fraude? Pues todo indica que sí, y esas evidencias serían igual de demoledoras para un candidato
considerado cultísimo y muy bien hablado. Así que una recomendación: critiquemos a César Acuña, o a cualquier otro
candidato, basados en pruebas concretas. No permitamos que se use el drama de la discriminación para defenderse de
causas que no tienen nada que ver con la raza o el origen humilde, sino con la honradez, con la ética y con el trabajo
honesto.

Recuperado de: https://elcomercio.pe/opinion/rincon-del-autor/hablemos-claro-patricia-rio-269476


FICHA DE ANÁLISIS DE UN ARTÍCULO DE OPINIÓN

I. IDENTIFICAR EL CONTEXTO DE PARTIDA:


a. Lugar de publicación:
b. Fecha de publicación:
c. Contexto sociocultural de la publicación:
d. Medio de publicación:
e. Tipo de texto:
f. Público destinatario:
g. Autor del texto:

CONTEXTO:
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II. ANÁLISIS DEL CONTENIDO:


a. Título:
b. Tema:
c. Tesis:
d. Argumentos:
e. Contraargumentos:
f. Estrategias discursivas:

ANÁLISIS:
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______________________________________________________________________________________________

III. ANÁLISIS DE LA EXPRESIÓN:


a. Título: (reconocer el tiempo, modo verbal y persona)
b. Figuras retóricas: (reconocer todas las figuras retóricas utilizadas)
c. Signos de puntuación: (reconocer cuáles son los signos de puntuación en relación a los elementos
paralingüísticos)
d. Marcadores textuales y elementos tipográficos:
e. Registro lingüístico:
f. Estilo del autor:

ANÁLISIS:
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IV. ANÁLISIS DEL PLANO FORMAL (ideología)


a. Información destacada:
b. Información oculta:
c. Información sesgada:
d. Falacias:
e. Propósito:
f. Estereotipos:
g. Ideología:

ANÁLISIS DEL TEXTO:


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