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española o francesa
Aprender de memoria el orden de una baraja es otro de los trucos mnemotécnicos que más
impresiona a la gente. Su utilidad se puede aprovechar en juegos de magia y juegos de cartas
dónde se necesite conocer qué cartas han salido, por ejemplo, el Bridge, Tute, Canasta, Brisca,
Guiñote o incluso en el Poker puede ser útil, etc.
Tabla de contenidos
Para los que seáis nuevos, básicamente es usar las principales técnicas de memorización o
mnemónicas: convertir cada una de las cartas en una imagen muy específica que podamos
visualizar y asociar fácilmente. Para conseguir ésto, hay que invertir un poco de trabajo extra al
principio: memorizar los registros visuales o la imagen de cada carta. Este pequeño esfuerzo, al
principio, nos ayudará luego a ganar tiempo durante el proceso de memorizacion de las cartas.
Creamos una palabra que será el registro visual tomando la primera letra del palo y y la siguiente
letra la consonante correspondiente a la transcripción fonética del número de la carta. Si no
encontramos palabras fácilmente visualizables podríamos usar más consonantes en medio,
siempre que la última consonante fuera la correspondiente a la transcripción.
Por ejemplo, el 3 de copas, sería la letra C, la primera letra del palo Copas, y la consonante
correspondiente a la transcripción fonética del número 3 sería la M. Por tanto, podríamos tener
varias palabras que empiecen por la letra C y tengan como segunda consonante la M, por
ejemplo éstas:
Se indican tanto ejemplos que encajan, como los errores de novato al aplicar estas técnicas para
que podáis evitarlos en primera persona.
Creamos una palabra mediante la transcripción fonética, misma técnica avanzada que hemos
visto antes, pero aplicándola de otra forma.
Baraja Española
Bastos: por similitud de forma, está claro, debe ser el uno (1). Es el que más se parece a
un garrote
Oros: por similitud de forma, debe ser el cero (0). Es el que más se parece a una moneda.
Espadas: por similitud de forma, debe ser el siete (7). Es el que más se parece a una
espada alargando el rabito que ya tiene el siete y formando una cruz.
Copas: por similitud de forma, debe ser el cuatro (4), con la parte superior abierta.
Por ejemplo, el 3 de copas, mediante esta tabla de conversión, estaría compuesto por un 4, por
similitud de forma y un 3, formando el número 43, que es una RaMa, siendo el 4 una R y el 3
una M de acuerdo al registro numérico de emowe.
BARAJA ESPAÑOLA
Baraja Francesa
Corazones: lo más parecido podrían ser dos nueves, pero no así 99, sino el primero fuese
simétrico del segundo, de tal forma que cerrasen por abajo en punta.
Treboles: en este caso es fácil, lo más parecido podrían ser dos ochos, aunque el trebol
sería de cuatro hojas. O superponer uno de los círculos de los dos ochos
Picas: lo más parecido podría ser un 3 puesto boca abajo, al que le sale una pequeña
chepa encima con forma de punta.
Rombos: el más parecido podría ser el 4.
Por ejemplo, la dama de picas, estaría compuesta por un 3, por similitud de forma y un 12,
formando el número 312, siendo el 3 una M, el 1 una T o D, y el 2 una N. Una imagen con esta
transcripción fonética podría MaDoNa que es fácilmente visualizable y con alta retención.
BARAJA FRANCESA
Para memorizar las cartas que van saliendo, existen distintas técnicas de asociación. Debes elegir
una u otra en función de lo que te interese, de cuál sea tu objetivo. Aquí te explicamos tres:
A medida que vayan saliendo cartas, podemos ir creando una historia para ir asociando una
imagen con otra. Así podremos recordar las cartas que han salido. Es la técnica más sencilla
porque es la que menos elementos o bits de información consume, sólo las imágenes de las
cartas.
El inconveniente que tiene es que cuesta identificar el orden en el que salió una carta. Al
memorizar toda la serie en forma de historia, si quieres recordar en qué posición salió una carta
determinada, debes empezar la historia desde el principio y contar las cartas que han ido
saliendo.
Por ejemplo, si sale el 4 de copas la cuarta carta, memorizaremos la imagen del 4 de copas,
según la técnica de conversión que hayamos elegido. Supongamos que hemos elegido la tabla de
conversión del primer dígito asignarlo al palo y el resto al número de la carta. El 4 de copas sería
una rama y la cuarta posición corresponde con el número 4 que es un “Rey”. Por tanto, nuestra
escena a asociar sería una rama y un rey. Podemos imaginar a un Rey con su corona subido a la
rama de un árbol y, de repente, romperse y caerse al suelo. Recordad que en la técnica de las
asociaciones hay que meter un matiz característico para recordar luego.
Se usa la técnica del Palacio de la memoria o Loci que consiste en asociar a cada imagen de la
carta un cuarto, a medida que vayan saliendo las cartas. Antes de ejecutar esta técnica, es
importante que tengamos en nuestra cabeza bien definido el órden de los cuartos: primero,
segundo, etc.
¿Cómo recordar cuándo las cartas ya han salido?
Normalmente cuando estamos jugando necesitaremos ir marcando las cartas que ya han salido.
Hay varias técnicas para conseguir ésto:
Visualizar el registro de la carta roto, herido, caído o en mal estado. Por ejemplo, si ha
salido el dos de bastos, puedes imaginar a un nene (22) herido. Si vamos tachando,
visualizando heridas, quemadas o rotas, enseguida podemos repasar todo y recordar qué
cartas han salido y las que faltan por salir. Mi técnica favorita para realizar esto es ir
alternando, unas quemadas, otras cortadas, otras con sangre, otras en trozos muy
pequeños, etc.
Mediante la técnica del Palacio de Loci que consiste en disponer tantas habitaciones
como cartas haya. Cada carta debe tener su propia habitación y no pueden ser
intercambiables. A medida que las cartas vayan saliendo podemos ir asociando el registro
de la carta con cada habitación.
Como cualquier ejercicio mental, hay que entrenarlo, no esperes grandes resultados la primera
vez. Este tipo de ejercicios mnemónicos hay que entrenarlos como si fuera una tabla de
gimnasia. A medida que hagas más ejercicios, irás interiorizando el proceso, hasta tener una
rapidez propia de un genio. Lo mismo ocurre, al revés, si dejas de practicar se pierde habilidad
en la memorización pero siempre queda una base, un fondo de armario que te permitirá retomar
la forma enseguida.