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Desconocemos las fuentes de su poder y las técnicas con
que las aplican, pero son capaces de curar de forma mila-
grosa enfermos condenados a muerte. Pachita fue uno de
los nombres propios de esta milenaria «medicina». Su bis-
turí, un cuchillo de monte; sus diagnósticos, una esperanza
para los que viven en la oscuridad; su filosofía, una aproxi-
mación hacia la luz.
Reportaje

p
ersonalmente tuve la oportu-
nidad de observar directa-
mente el trabajo de una de las /origen remoto de los trabajos que realizaba
más grandes chamanas de la ciudad
de México, Doña Pachita, y de com-
Pachita hace suponer que nuestros antepasados
probar no solamente su capacidad tenían conocimientos que nosotros desconocemos,
para afectar la materia con su mente,
sino la de utilizar esta capacidad para a pesar del aparente adelanto tecnológico en el
realizar milagrosas operaciones qui-
rúrgicas. que vivimos
Bárbara Guerrero era el nombre
de nacimiento de Pachita. La conocí bamos era amplio, soleado y lleno los pájaros de México le habían
cuando estaba a punto de cumplir de jaulas enormes, con pájaros traí- dado la bienvenida.
80 años de edad, pero todavía mos- dos de todas las regiones del país, Yo estaba pasmado por el acon-
traba una fuerza y poder envidiables. que permanecían plácidos y en rela- tecimiento y no podía apartar la vista
La encontré en una reunión a la que tivo silencio. De pronto y al unísono, de esa mujer, que cada vez me pa-
había sido invitado en la Residencia todos los pájaros empezaron a trinar recía más bella y profunda.
Lázaro Cárdenas de Los Pinos. Una y el volumen de sus sonidos, suma- Pachita se sentó en una silla frente
semana antes, Margarita López dos entre sí, nos ensordeció, hacién- a Margarita y, sin preámbulo alguno,
Portillo, hermana del presidente de donos voltear en todas direcciones, la interpelé.
la República de México, me había tratando de encontrar la razón de tan —¿Porqué hay tantos impuestos,
sido presentada y después de una estrepitoso acontecimiento. Margarita? ¿No ves que el pueblo se
conversación acerca del estado de Junto a la puerta de entrada al sa- está muriendo de hambre?»
la conciencia del país, me invitó a lón, una figura rechoncha, bajita yde Yo noté que la expresión de Mar-
esa reunión. un andar simpático y risueño estaba garita cambiaba y que miraba, como
penetrando. No cabía duda alguna yo, la manga raída del sueter de Pa-
que los cantos de los pájaros esta- chita. (Después supe que Pachita se
TODOS LOS PAJAROS ban relacionados con esa mujer, había vestido, a propósito, con su
COMENZARON A TRINAR que vestida humildemente y cu- ropa más vieja.) López Portillo le
bierta por un sueter viejo, se nos contestó, en un susurro:
El salón en el que nos encontrá- acercaba sonriente. Era Pachita, y —<Te juro que yo no tengo nada

empleada por Pachit


era también realizada
por algunos príncipes
aztecas, como
Cuauhtémoc, el último
de sus emperadores
(en el grabado de la
derecha le vemos en
el momento de su
autismo). En el primer
plano, restos
^queológicos de la
civilización azteca
(México).
L os enfermos no son anestesiados durante las
operaciones quirúrgicas; sin embargo, algún
sería realizado por uno de sus hijos
del sexo masculino, que a su vez lo
heredaría una hija, y así sucesiva-
mente, hasta cumplir diez genera-
ciones.
mecanismo misterioso amortigua el dolor Si es correcta la suposición de
que el origen de las habilidades de
que ver con los impuestos, pero te guna indicación en el sentido de que esté linaje es remoto, habría que
prometo que se lo voy a decir a mi el trabajo realizado por esta cha- cuestionar la concepción según la
hermano.» mana-nahuala era también ejecu- cual nos encontramos en la actuali-
tado por algunos príncipes aztecas, dad en un estado de superación tec-
Después, nos sirvieron café, Un
entre los que se encuentra Cuauh- nológica con respecto al pasado. En
mayordomo de levita sosteniendo
témoc, el último emperador azteca otras palabras, el trabajo de Pachita,
una charola se acercó a Pachita y se
(las razones para suponer esto se como veremos enseguida, era tan
lo ofreció en una taza de porcelana.
verán más adelante). extraordinario (tecnológicamente
Ella la vio, burlona, y dijo en voz alta,
hablando), y si su origen es remoto,
como asegurándose de que todos Existen evidencias acerca de tra- habría que suponer que nuestros
puidéramos oírla: bajos similares a los que realizaba antepasados tenían conocimientos
—<ciA mí tráigame café de olla!» Pachita, grabadas en las piedras de que nosotros desconocemos a pe-
El mensaje era claro y yo empecé lca, descubiertas por el Dr. Cabrera, sar del aparente adelanto tecnoló-
a admirar a Pachita ya desear cono- en Perú. Estas evidencias inscritas gico en el que vivimos.
cerla mejor. en las piedras de Ica son altamente
Como si ella hubiera oído mis especulativas, pero sugerentes de
pensamientos, se me* acercó y me que el origen de las habilidades que
invitó a ir a verla a su casa la si- manifestaba Pachita se remonta a EL AMANECER DE SUS
guiente semana. un pasado muy lejano de la Humani- PODERES
dad.
Pachita decía que su linaje pa- Pachita nació en la ciudad de Pa-
DE UN LINAJE DESCONOCIDO saba de generación en generación rral, Estado de Chihuahua, al norte
mediante parentesco directo. De de la República Mexicana, un día de
El origen del linaje de Pachita es esta forma, Pachita afirmaba que Diciembre del año 1900. Fue aban-
totalmente desconocido. Existe al- después de su muerte su trabajo donada por sus padres, por ser hija
ilegítima, y adoptada por un perso-
naje extraño, el cual se llamaba
Charles, de origen africano y de tez
negroide. Según una descripción
hecha por la misma Pachita al autor
del presente estudio, Charles se de-
dicó a enseñarle una serie de proce-
dimientos de curación, manejo
energético, visiones acerca de las
estrellas y obtención de información
oracular.

:
Charles regresó a su país cuando
Pachita tenía 15 años de edad y a
partir de ese momento Bárbara
Guerrero vivió sola y con sus pro-
pios medios.
Cuenta Pachita que ella desco-
nocía sus propias capacidades cu-
rativas y que en una ocasión, al asis-
tir a un circo que se presentaba
cerca de donde vivía, en el norte del
país, se encontró con un elefante
bebé que estaba muy enfermo; Pa-
chita se acercó a este animal y lo
curó; a partir de ese momento co-
menzó su carrera de sanadora. Sin
embargo, la época (1915) era im-
propia para la manifestación abierta
de estas capacidades curativas y te-
miendo que la gente la considerara
bruja y, por tanto, la persiguiera, Pa-
chita ocultó sus habilidades.
Luchó junto a Villa durante la Re-
volución; fue soldado. Después se
dedicó a diferentes actividades: fue
bailarina, trabajó vendiendo billetes
de lotería y terminó cantando en los
camiones de la Ciudad de México, a
Reportaje

P
la que llegó en una fecha descono-
cida para el autor.
Ya en la edad adulta, se dedicó achita era capaz de alterar los niveles de
abiertamente a la curación. Se esta-
bleció en la Ciudad de México y em- organización del espacio para lograr la
pezó a recibir enfermos.
materialización de un órgano que luego
trasplantará en el paciente
EL DIAGNOSTICO
cabo en una de las esquinas del cuente hemorragia natural. General-
Las modalidades de trabajo de cuarto, en una pequeña cama de mente, los enfermos se quejaban y
esta chamana-nahuala pueden ser madera, sobre la cual se colocaba manifestaban dolor, aunque no
divididas en cuatro grandes cate- un hule-espuma cubierto con un comparable con el que podría espe-
gorías. En primer lugar, lo que podría plástico transparente. rarse sin (como era el caso) la apli-
denominarse trabajo de diagnós- Los enfermos eran acostados en cación de anestésicos. En otras pa-
tico; en segundo lugar, el trabajo esa improvisada cama y una vez labras, los enfermos no eran aneste-
quirúrgico; en tercer lugar está el descubierta la parte del cuerpo afec- siados; tampoco se les aplicaba
manejo del espacio, la materia, la tada por la enfermedad, un ayu- sustancias de aletargamiento que
energía, y, por último, el trabajo ¡ni- dante de Pachita mojaba un algo- permitieran explicar la ausencia de
ciático o místico. Intentaré describir dón con alcohol y frotaba el líquido dolor interno cuando Pachita hacía
cada una de estas modalidades en sobre la piel. Después, Pachita pedía las incisiones con su cuchillo. Algún
las siguientes secciones. su instrumento, que era un cuchillo mecanismo misterioso, sin em-
Pachita usaba diferentes procedi- bargo, amortiguaba el dolor. Des-
de monte de aproximadamente 15
mientos, cada uno de ellos con una pués de la incisión, el cuchillo era in-
centímetros de longitud; tomándolo
maestría inigualable. troducido en el interior del cuerpo.
con su diestra, localizaba la zona de
Una de las formas de diagnóstico incisión y, sin preámbulo, lo intro- Tras una maniobra rápida, era ex-
era la visualización de las palmas ducía y abría. La incisión general- traído un tumor, cortando un pedazo
de las manos de los pacientes. A mente era grande, con una conse- de órgano o simplemente colo-
través de la decodificación de las
formas de las líneas de las palmas,
de su coloración, y de aspectos que
no fueron posibles de dilucidar, Pa-
chita diagnosticaba enfermedades
específicas. Localizaba abscesos,
tumores, úlceras o infecciones en
órganos particulares.
Otra de las modalidades era la de
tocar con sus manos zonas del
cuerpo de los enfermos y, a través
de algún mecanismo sensorial des-
conocido, detectar en esas zonas y
en las profundidades del cuerpo en-
fermedades, infecciones, tumores,
etc. Algunas veces la vi utilizar hue-
vos que frotaba contra la piel de los
enfermos para obtener información
acerca de los padecimientos que
sufrían.
Pachita tenía también la capaci-
dad sutil de poder diagnosticar al-
gunas enfermedades con sólo ver
al paciente. Estas habilidades la lle-
vaban inclusive a poder detectar en-
fermos a distancia y a diagnosticar
con exactitud sus alteraciones y pro-
cesos patológicos. Según afirma Jacobo
Grynberg, Pachita
realizaba sus curaciones
canalizando «realidades
LAS INTERVENCIONES
protectoras» de carácter
QUIRURGICAS positivo, dependientes del
Dios Supremo, como ella
La principal actividad de Pachita misma afirmaba.
era la de intervenir quirúrgicamente Arriba, imagen de la
a sus pacientes. Las operaciones Virgen milagrosa de
eran realizadas en un pequeño Guadalupe, entre
cuarto iluminado tenuemente con peregrinos. Junto a esta
varias veladoras y adornado con un iglesia gótica en México,
altar de 7 peldaños en los cuales se en la fotografía aparece
podían ver cuadros y estatuas de Pachita (con el pelo cano)
Cuauhtémoc, de la Virgen de Gua- al lado de un paciente.
dalupe y de otros santos.
Las operaciones se llevaban a
L
con estas dos pacientes de Pachita y
me confirmaron que sus tumores
a enfermedad es la consecuencia del habían desaparecido después de la
intervención y que no habían tenido
enfrentamiento de dos poderes fundamentales en ninguna molestia ni secuela poste-
rior.
el hombre: la luz y la oscuridad, cuya batalla Pachita realizaba trasplantes de
resulta todavía desconocida para la Ciencia órganos. En los casos en los que lle-
gaba un enfermo con alguna altera-
cando en su lugar algún tejido. la que estuve presente, ambas en- ción grave en uno de sus órganos,
Tuve la oportunidad de hacer un fermas se fueron a recuperar a mi por ejemplo un cáncer pulmonar,
seguimiento de varios pacientes casa. Esto me permitió constatar los Pachita, con su cuchillo de monte,
operados por Pachita de tumores. resultados. En la zona de incisión se abría la piel, cortaba las costillas utili-
Recuerdo, por ejemplo, el caso de observaba una pequeña cicatriz, pa- zando una sierra de plomero tipo
dos mujeres norteamericanas a recida a lo que podía ser un dimi- vernácula, extraía el pulmón afec-
quienes en Nueva York les habían nuto rasguño. tado y luego efectuaba el trasplante.
diagnosticado tumores cerca de la Dos años después, en un viaje El órgano trasplantado era absor-
matriz. Después de la operación, en que hice a Nueva York, pude hablar bido extrañamente desde dentro del
cuerpo y, después de hacer un ruido
característico, como si se inflara un
globo, la incisión se cerraba y el pa-
ciente era colocado en recupera-
ción. Después de las operaciones,
los pacientes eran vendados en la
zona tratada, y durante media hora
reposaban en el mismo cuarto (o
«quirófano») en el que se había reali-
zado la intervención. De acuerdo
con Pachita este lapso de descanso
servía para equilibrar los campos de
energía del cuerpo a fin de que el
paciente se recuperase; luego éste
era ayudado a reintegrarse a su ho-
gar, donde debía permanecer 72
horas en reposo absoluto.
Los trasplantes eran múltiples. Yo
vi decenas de casos de pulmón, por
lo menos cuatro de riñón, y otras in-
tervenciones que describo amplia-
mente en mi libro acerca de Pachita
(Grinberg-Zylberbaum, 1980).
En ocasiones, los órganos para
los trasplantes eran aportados por
los mismos pacientes, quienes los
conseguían en una morgue. Otras
veces era Pachita quien, mediante
una materialización, hacía aparecer
el órgano a ser trasplantado.
Estas operaciones de materializa-
ción pertenecen a la tercera modali-
dad del trabajo de Pachita, es decir,
el manejo del espacio-tiempo, cuyo
procedimiento describiré en se-
guida.

MATERIALIZACION DE
ORGANOS

En los casos de operaciones qui-


rúrgicas que implicaban trasplantes
en los que los pacientes no podían
conseguir el órgano a reponer, Pa-
chita realizaba unos movimientos
extraños con sus brazos y manos en
el aire, después de los cuales gene-
ralmente aparecía un tejido que era
utilizado para el trasplante.
Pachita realizaba materializacio-
nes en forma cotidiana y sin prestar-
les mayor atención. Era capaz de al-
terar diferentes niveles de organiza-
Reportaje

E
ción del espacio de tal forma que lo-
graba que este espacio transpa-
rente sufriera un cambio en su es- xiste un nivel en cada persona a partir del cual
tructura fundamental, dando lugar a
un objeto. Yo tuve oportunidad de todo es posible mediante un acto simple de
ver esto docenas de veces. Un día,
inclusive, Pachita me entregó algo
voluntad
que había recién materializado: era ces presenté este trance en el que medio de su cuerpo, le ofrecía la
un pequeño marco metálico cobrizo Pachita transformaba su personali- oportunidad de concluir su obra. A
en forma ovalada y con vidrio, que dad. este cuerpo de Pachita Cuauhtémoc
contenía un óleo diminuto de un ar- Cuando Cuauhtémoc aparecía, la lo denominaba «la envoltura de ma-
tista desconocido llamado Flo. voz de Pachita cambiaba, su cuerpo teria», y hablaba de él como si fuera
Un manejo también extraordinario mostrábase más fuerte, su actitud un traje o herramienta que utilizaba
del espacio-materia era realizado pasaba de ser de una cualidad fe- en forma directa para realizar las
durante las operaciones. Por ejem- menina a otra masculina, su presen- maniobras quirúrgicas y las otras
plo, la utilización del cuchillo de cia se volvía regia, en el sentido más modalidades de trabajo que han
monte era casi simbólica: el cuchillo estricto de la palabra, y general- sido descritas.
realmente no era utilizado como bis- mente saludaba a quienes presen- La aparición de esta personalidad
turí, sino que parecía bastar el con- ciábamos la metamorfosis diciéndo- alterna era siempre acompañada de
tacto de su punta con la piel para nos: «En el nombre del Padre yo os un mensaje iniciático o místico, en el
que ésta se abriese. De igual ma- saludo». que se mencionaba la existencia de
nera, cuando las heridas se sutura- Cuauhtémoc —o al menos así se poderes sobrenaturales que guia-
ban no se utilizaba hilo ni aguja, sino identificaba— contaba que en su ban el desarrollo de los aconteci-
un manejo similar del espacio-mate- época, durante su reinado, los em- mientos del mundo. Cuauhtémoc
ria que, de alguna manera, hacía peradores aztecas como él, además contaba que él y un grupo de cola-
que la apertura sufriera un proceso de aprender a dirigir el imperio boradores de su nivel realizaban tra-
de inversión y lo que antes se había desde el punto de vista político, bajos de remodelación planetaria,
abierto, ahora se cerrara por sí solo. aprendían a manejar la energía en de equilibrio energético planetario,
Todas las situaciones de manejo procesos quirúrgicos, similares a los de desviación de influencias negati-
quirúrgico, diagnóstico, o de altera- que he descrito. Cuauhtémoc consi- vas y de prevención de crisis en al-
ción de la estructura del espacio es- deraba que su misión en la Tierra guna o varias zonas del mundo.
taban acompañadas de una mística había sido interrumpida por la con- Esta última consideración nos
particular, en la que Pachita conti- quista española y que Pachita, por lleva hacia el cuestionamiento del
nuamente hacía referencia a Dios, al
Padre y a una serie de entidades
que le eran familiares. Esto nos lleva
a la cuarta modalidad de su trabajo.

PACHITA ENCARNA A
CUAUHTEMOC

Pachita afirmaba desconocer el


mecanismo mediante el cual reali-
zaba su trabajo. Inclusive afirmaba
no tener conciencia de lo que hacía
su cuerpo durante las intervencio-
nes quirúrgicas o durante el manejo
del espacio-materia. Decía que to-
das estas maniobras las realizaba su
protector, el que se introducía en su
cuerpo para manejar su materia y
realizar las milagrosas intervencio-
nes sin la conciencia normal de Pa-
chita.
Sobre esta conciencia, Pachita
decía que la sentía como localizada
en una especie de jardín, repo-
sando, mientras su cuerpo era ma-
nejado por su protector, quien reali-
zaba las operaciones.
El supuesto protector de Pachita
era Cuauhtémoc, último emperador
azteca. Aparecía en el momento en
que se iniciaba el trabajo quirúrgico,
cuando Pachita se sentaba en una
silla antes de iniciar las operaciones.
Ella cerraba los ojos, respiraba pro-
fundo y después de ejecutar una se-
rie de movimientos extraños, de
pronto aparecía una personalidad
alterna que se presentaba con el
nombre de Cuauhtémoc. Varias ve-
S
Padre y que regresaría después de
recibir instrucciones.
ólo con la visualización de las palmas de las En el concepto de realidad de Pa-
chita existían por lo menos tres nive-
manos, decodificando sus líneas, coloración y otros les:
1. El nivel de los seres humanos
aspectos, Pachita era capaz de diagnosticar cotidianos.
innumerables enfermedades 2. El nivel de los protectores,
como el mismo Cuauhtémoc.
3. El nivel del Padre Supremo,
concepto de realidad de Pachita y rentes seres. Así, Cuauhtémoc, que comandaba a los otros dos ni-
de su linaje. como habitante del mundo espiri- veles.
tual, y según esta concepción, vivía Dentro de este concepto de reali-
LOS TRES NIVELES DE en compañía de otros seres de la
EXISTENCIA dad, Pachita también incorporaba la
misma categoría energética, con los existencia de otro ser que llamaba
Como vimos antes, Pachita consi- que laboraba y realizaba diferentes muerte. Este aparecía y se manifes-
deraba que además del mundo coti- operaciones, entre las cuales esta- taba cuando alguno de los enfermos
diano del que ella era partícipe, ban las quirúrgicas, utilizando como era diagnosticado como incurable.
existían realidades alternativas en medio el cuerpo de Pachita. En otro La aparición de la muerte como ser
las que convivían seres que tenían nivel de realidad, estos seres espiri- específico muchas veces estaba
mayor poder y capacidad de modifi- tuales eran, a su vez, comandados acompañada de ruidos o palabras
cación de eventos que los seres hu- por seres de otra categoría más cer- que salían de la misma boca de Pa-
manos. A estos seres, Pachita los lla- cana a lo que Cuauhtémoc denomi- chita.
maba protectores y manifestaba te- naba El Padre Supremo o Dios. En ocasiones oía Pach ita mencio-
ner uno propio, afirmando que la En muchas ocasiones, durante las nar el nombre del profeta Elías
mayor parte de los seres que com- operaciones quirúrgicas, cuando el como guía de su linaje; en otras oí
partían su trabajo también adquirían, cuerpo de Pachita era ocupado por hablar acerca de otros seres míticos
por tal hecho, un protector o guía es- Cuauhtémoc, él se despedía de sus que parecían tener un contacto muy
piritual. colaboradores para ir a consultar al cercano con el linaje de Pachita.
Esta concepción de la realidad no Padre sobre las decisiones a tomar, Paralelo al concepto de realidad
puede ser reducida a un solo nivel, o sobre qué maniobras-hacer con descrito, Pachita defendía un pro-
sino considerada más bien en varios sus enfermos. Cuauhtémoc decía, li- ceso de desarrollo de la conciencia,
niveles, ocupados y vividos por dife- teralmente, que iba a preguntarle al que a continuación describo.

capaz de curar de
rma milagrosa»
ermos condenados a
erte. Muchas veces,
hita utilizaba un
hillo de monte como
o bisturí Junto a
s dos imágenes que
ogen los momentos
dos intervenciones,
rece el mural de
ueiros que
resenta a la
'olución Mexicana.
Reportaje
DESARROLLO DE LA
CONCIENCIA
as operaciones quirúrgicas se verificaban en un
Pachita consideraba que en el
mundo existían por lo menos dos modesto cuarto, presidido por un altar de siete
fuerzas o poderes fundamentales
que en ocasiones se enfrentaban en
peldaños con imágenes de Cuauhtémoc, la Virgen
batallas mortales yterribles: la luz y de Guadalupe y algunos santos de la Iglesia
la oscuridad. La luz era para Pachita
sinónimo de amor, de oración, de ban al aire un líquido balsámico que, En este sentido, yo asistí por lo
curación, de buenas intenciones y según ellos, mantenía alejados a los menos a cinco operaciones quirúr-
de trabajo sano. La oscuridad, en pacientes de las presencias negati- gicas, en las que del cuerpo de los
cambio, era muerte, degeneración, vas que querían afectarlos. pacientes eran extraídos objetos y
engaño, trabajos sucios, trabajos El desarrollo de la conciencia, animales que representaban la ma-
diabólicos y brujerías. para Pachita y su linaje, implicaba terialización de los «daños». A estos
Pachita hablaba de la existencia vencer la oscuridad y fortalecer la objetos o animales se les trataba de
de enfermedades provocadas por luz. Según ella, todos los seres una forma muy especial.
«daños>'. Los «daños'> eran entida- tenían como motivo primordial la
des de origen desconocido genera- búsqueda de la luz, y esta motiva-
das en el cuerpo de los pacientes ción hacía que tales seres tuvieran LA LUCHA CON EL «DAÑO»
por prácticas de brujería causadas conductas dirigidas al logro de esta-
por hechiceros que eran pagados dos positivos de amor y de sana re- Pachita decía que, a veces, des-
para realizar trabajos de maldad en lación con sus prójimos. De esta pués de ejecutar una operación de
otros seres humanos. Los «daños» forma, el concepto de desarrollo de extracción de «daños», por la noche
eran reconocidos por Pachita, por la conciencia que defendía Pachita se establecía una lucha mortal entre
un olor característico o una actitud implicaba la existencia de un centro ella misma y el causante del «daño»,
también característica. Cuando un esencial luminoso en cada ser hu- que aparecía para tratar de recupe-
«daño» era detectado, Pachita anun- mano, y la necesidad de activar este rar el poder perdido sobre su pa-
ciaba que el siguiente paciente era centro, oponiéndose a cualquier ba- ciente. Recuerdo el caso de un niño
un paciente de «daño>' y que, por rrera que dificultara la manifestación de aproximadamente 7 años de
tanto, debían tomarse precauciones del mismo. Pachita consideraba que edad, que fue operado en la clínica
adecuadas para trabajar e intervenir el arma más poderosa era el amor y de Pachita, en Parral, de un «daño»
quirúrgicamente en este tipo de pa- la luz y que no importaba la aparente localizado cerca del corazón. Este
cientes. actitud destructiva de algún ser, niño apareció acompañado de su
Generalmente, cuando se anun- pues éste siempre viajaba en busca madre, la cual se quejaba de la mala
ciaba un «daño'>, se hacían cadenas de la luz. conducta, actitudes destructivas y
de protección en las que los colabo- La doctrina de Pachita era, pues, lenguaje obsceno de su hijo. Al estar
radores se tomaban de las manos y la de acrecentar los estados lumino- en presencia de Pachita, y después
formaban un círculo alrededor del sos y la de trabajar en pos de una de ser diagnosticado como de en-
campo operatorio. En otras ocasio- mayor existencia de luz y amor en el fermedad por «daño», Pachita deci-
nes, algunos colaboradores lanza- mundo. dió operario al día siguiente.

3113
L
los niveles de realidad alternos difí-
cilmente serán superados.
Un intento de explicación de lo
os enfermos eran operados con un prominente que Pachita hacía es necesario,
cuchillo de monte. La incisión generalmente era aunque de antemano sabemos que
tal intento está destinado al fracaso,
grande. No había anestesias; sin embargo, algún porque los fenómenos que se mani-
festaban a través de ella son dema-
misterioso mecanismo amortiguaba el dolor de los siado complejos y desconocidos
como para poder ser integrados a
pacientes una concepción científica ade-
cuada. La inexistencia de esta con-
El niño llegó a la clínica con su En ese momento, el paciente co- cepción, sin embargo, no es argu-
madre y se sentaron a hacer ante- menzó a llorar, Pachita lo tomó en mento suficiente para invalidar las
sala. En determinado momento, una sus brazos y le dijo que por fin había observaciones realizadas en Pa-
de las camionetas que estaba esta- recuperado su ser íntegro y que ya chita, las cuales han sido verificadas
cionada cerca de la clínica perdió nadie lo molestaría más. El niño fue no solamente por este autor, sino
inesperadamente el freno de mano y entregado a la madre, que varios por otras personas que han estado
empezó a rodar en dirección hacia días después se presentó diciendo en contacto con esta mujer.
donde estaba el niño. Un instante que su hijo estaba totalmente trans- Pachita era capaz de modificar la
antes de que el vehículo lo alcanzara formado, se había convertido en un realidad en un grado total. Era capaz
de lleno alguien apartó al pequeño, niño normal, sin alteraciones con- de afectar campos energéticos, or-
quien inmediatamente fue introdu- ductuales, sin actitudes agresivas y ganizaciones corporales, tejidos, y
cido en el quirófano para ser interve- que utilizaba el lenguaje que corres- mecanismos fisiológicos, sobre los
nido. Recuerdo que este niño fue lle- pondíaa su edad. que ejercía un poder de transforma-
vado a rastras a la mesa de opera- Este caso, como muchos otros ción.
ciones y acostado en ella en contra que pude atestiguar, indican que ¿Cómo y a través de qué medios
de su voluntad. Después de que Pa- Pachita tenía control sobre mecanis- se realizaban estas maniobras? Es
chita pidió paz para el pequeño, la mos que se manifiestan en formas imposible saberlo. Probablemente,
entidad o «daño» que ocupaba el objetivas y materiales, como por Pachita tenía la capacidad de visua-
cuerpo del niño contestó que jamás ejemplo los objetos localizados en el lizar un determinado acontecimiento
lo dejaría. interior del cuerpo de sus pacientes. quirúrgico y bastaba esta creación
Pachita esgrimió el cuchillo de Es evidente que estos mecanismos mental para que el acontecimiento
monte contra el pequeño, quien con afectan en grado sumo la conducta ocurriera en la realidad. Si esto es
voz ronca contestó que no le afecta- del hombre, y, sin embargo, resultan así, Pachita de alguna manera co-
ban las amenazas. Cuando el cuchi- todavía desconocidoé para la Cien- nocía las leyes de organización del
llo estaba a punto de ser introducido, cia. espacio y la materia y las relaciones
el niño empezó a gritar pidiendo au- que existían entre estas leyes y sus
xilio. propios procesos psíquicos. Esta
Pachita abrió el pecho, extrajo un CAPAZ DE MODIFICAR LA posibilidad es una de tantas tenta-
objeto rectangular de color negro REALIDAD ciones de racionalización del pro-
carbón, y en seguida cerró la herida. ceso que ocurría siempre que Pa-
Oonk ita nc. r'nnc.irinrarla , non ra_ r'hiti fr KiK rr'n Ql IQ fl'inttQ

37
Reportaje
reconocido inmediatamente como
manifestación de problemas circu-
latorios intensos. Pachita invitó al jo-
ven a acostarse en la mesa de ope-
E n las operaciones de sutura, Pachita no utilizaba
ni aguja, ni hilo. De la misma manera que se había
raciones y, sin mayor preámbulo,
abrió el pecho con su cuchillo de
monte; cortó después las costillas e
abierto, la incisión seguía un proceso inverso
introdujo el cuchillo extrayendo el cerrándose mágicamente
corazón, todavía conectado con la
aorta y con las otras derivaciones cotidiana y la idea más extraordina- bierto la corteza cerebral para luego,
venosas. Palpitante, lo colocó a un ria era convertida inmediatamente con su cuchillo, cortar un pedazo del
lado de la terrible incisión, sobre el en realidad fática, a través de un me- cerebro. Después materializaba te-
pecho del paciente. Durante esta canismo totalmente desconocido jido cerebral para introducirlo en el
operación, yo trabajaba junto a Pa- para mí. lugar del «dañado», que previa-
chita, y al observar el corazón la- mente había extraído. Las heridas
tiendo fuera del cuerpo que allí ocasionadas en cada una de las
yacía, me impresioné de tal grado UNA OPERACION operaciones las cerraba utilizando
que repetí varias veces en voz alta ESPECTACULAR un procedimiento energético, que
¡Dios mío! ¡Dios mío! ¡Dios mío! Ante consistía en colocar las manos so-
esta manifestación de asombro, Pa- La misma sensación de imposibi- bre la herida y concentrarse en las
chita ladeó la cabeza y llamando a lidad y asombro ante lo que veía me palmas, como si éstas irradiaran una
uno de sus colaboradores, le dijo al ocurrió durante las operaciones que energía especial.
oído, pero con suficiente intensidad Pachita realizó en una niña de 13 Cada quince días, la niña, acom-
como para que yo pudiera oírla: «Ja- años, que había sido descerebrada pañada de sus padres, volvía para
cobo todavía no es uno de los nues- durante una intervención practicada control y ya no presentaba señales
tros». En efecto, yo todavía no acep- en un hospital de la Ciudad de Mé- de infección o las alteraciones que
taba lo que estaba sucediendo ante xico. La niña era, prácticamente, un generalmente suelen aparecer des-
mis ojos como una realidad coti- vegetal; no controlaba esfínteres, no pués de una intervención tan trau-
diana y posible, sino que aún tenía la hablaba, no caminaba y vivía en una mática; en lugar de ello demostraba
concepción de que aquello era ex- silla de ruedas totalmente inválida. una mejoría notable.
traordinario e imposible desde el Pachita realizó en ella alrededor de Años más tarde, tuve oportunidad
punto de vista de la Ciencia y la tec- 10o' peraciones, tratando de recons- de visitar a la paciente, que se había
nología contemporáneas. truirla masa encefálica que había convertido en una joven de 19 años.
Esta experiencia me hizo com- sido destruida por sobredosis de Pude observar que los procesos ac-
prender y me permitió asomarme un anestesia. Asistí a cuatro de esas tivados por las operaciones de Pa-
instante al mundo de Pachita, en el operaciones, en las que Pachita chita, aunque parcialmente, tuvieron
cual la realidad milagrosa resultaba abría el cráneo dejando al descu- éxito, ya que la muchacha, si bien
E
proviene de la videncia directa.
La mente de Pachita estaba en
desarrollo de la conciencia era para Pachita, y unión con la mente de sus pacientes
y colaboradores. No existe otra
para los poderes que ella representa, una vía por la forma de entender su poder de co-
nocimiento del otro, ni sus extraordi-
que es posible vencer a la oscuridad y fortalecer la narias hazañas de diagnóstico.
Según la Teoría Sintérgica, Pa-
luz en nosotros chita poseía un poder total de ma-
era capaz de controlar sus movi- cuando en mi asombro yo parecía nejo de la focalización de su factor
de direccionalidad. Esto le permitía
mientos, tenía un vocabulario res- disociar su realidad de la realidad
tringido, entendía prácticamente cotidiana. Parecía decirme que hacer aparecer su experiencia en
todo lo que se le decía, comía por sí hasta que no aceptara como natural cualquier localización sin tener que
trasladarse a ella. Por otro lado, su
sola, manifestaba un estado de lo que ella hacía, no podría com-
prenderlo. Su comprensión era el manejo del campo cuántico o de la
alegría constante y con ayuda podía
red del espacio-tiempo, le permitía
caminar. Tales resultados muestran hecho mismo. No había que buscar
que lo que hacía Pachita tenía un materializar y desmaterializar obje-
mecanismos sofisticados ni funcio-
tos o trasladarlos como si para ella
efecto duradero y positivo en quie- nes complejas, sino aceptar que,
no existieran distancias.
nes iban a verla en busca de ayuda y cuando se llega a la fuente, todo es
En conclusión, Pachita fue uno de
alivio para sus desgracias. posible, mediante un acto simple de los más portentosos seres humanos
voluntad. Para Pachita todo tenía co-
que hayan existido; su poder le per-
MATERIALIZACION DE LOS nexión con la conciencia, todo era
mitía realizar hazañas increíbles. Era
BUENOS DESEOS conciencia. Bastaba el deseo de la
una vidente que podía percibir la
mente, localizada en la fuente de la Realidad desde una perspectiva o
Pachita poseía un control casi ab- Realidad, para materializar el deseo. nivel tales, que veía con claridad lo
soluto sobre la materia y la energía. A Pachita le gustaba la Teoría Sin- que para el resto permanecía invisi-
Una posiblQ explicación de ese po- térgica. Cada vez que yo le trans- ble. Esa capacidad de ver hacía que
der es que su conciencia estaba lo- mitía las cogniciones de la misma, pudiese diagnosticar, con una exac-
calizada en la fuente a partir de la se regocijaba. Me alentaba a seguir titud asombrosa, diferentes dolen.-
cual se construye la Realidad. De al- pensando que existía una interac-
cias y enfermedades. A partir de su
guna forma sabía cómo modificar ción entre campos de energía y que conducta, podemos deducir que
esa fuente y, portanto, las manifesta- de ella provenía el mundo de nues- existe un nivel de la realidad desde
ciones que de ella surgen. tras imágenes visuales. Yo sentía el cual es posible ver.
Según Pachita, existe un nivel en que ella veía los campos y sus inte-
uno mismo a partir del cual todo es racciones y que podía manejar su Jacobo GRINBERG
posible y además lo es natural y di- focalización no solamente con Fotos cedidas al autor
rectamente. Pachita me regañaba maestría, sino con la certeza que por Pedro Romanluk.

Pachita había sido adoptada por un extraño africano llamado


Charles, quien le inició en los antiquísimos procedimientos
1
curativos de los chamanes. A la izquierda, el grabado
representa a unos indígenas participando en una ceremonia
chamánica. Arriba, intervención por el oído, sin anestesia.

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