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El vocablo argumento proviene del latín argumentum, que significa razonamiento que se

emplea para probar o demostrar una posición, o bien para convencer a alguien de aquello
que se afirma o se niega.

ARGUMENTACION : En el Derecho la argumentación se dirige a la fundamentación y motivación


del lado valorativo de una decisión jurídica y sobre como las motivaciones que se hacen valer en la
decisión pueden provocar convicción.

 Lo que normalmente se entiende hoy por teoría de la argumentación jurídica tiene


su origen en una serie de obras de los años cincuenta que comparten entre sí el
rechazo de la lógica formal como instrumento para analizar los razonamientos
jurídicos. Las tres concepciones más relevantes son la tópica de Viehweg, la nueva
retórica de Perelman y la lógica informal de Toulmin.

 Perelman Lo que a él le interesa, concretamente, es la estructura, la lógica, de la


argumentación, y no, por ejemplo, los aspectos psicológicos de la misma.

La lógica formal se mueve en el terreno de la necesidad. Un razonamiento lógico-


deductivo, o demostrativo, implica —como hemos visto— que el paso de las premisas a la
conclusión es necesario: si las premisas son verdaderas, entonces también lo será,
necesariamente, la conclusión. Por el contrario, la argumentación en sentido estricto se
mueve en el terreno de lo simplemente plausible. Los argumentos retóricos no tratan de
establecer verdades evidentes, pruebas demostrativas, sino de mostrar el carácter
razonable, plausible, de una determinada decisión u opinión. Por eso, en la argumentación
es fundamental la referencia a un auditorio al que se trata de persuadir.

 1.4. La lógica jurídica: ¿acaso devino insuficiente?

 Atienza señala[1]: “la lógica deductiva solo nos suministra criterios de corrección
formales pero se desentiende respecto de las cuestiones materiales o de
contenido, que, naturalmente, son relevantes cuando se argumenta en contextos
que no sean los de las ciencias formales (Lógica y Matemática), es decir, a partir
de premisas falsas, se puede argumentar correctamente desde el punto de vista
lógico.”

[1] ATIENZA, Manuel. Las Razones del Derecho. Palestra Editores. Lima 2004. Op cit. p.
43.

 3 concepciones de argumentación
 Formal: ve la argumentación como una serie de enunciados sin interpretar . La
concepción de validez viene dada por reglas de inferencia

 Material: Lo esencial es aquello que hace los enunciados verdaderos o correctos.


Responde al problema de en qué debemos creer o qué debemos hacer.

 Pragmática: Contempla la argumentación como un tipo de actividad , dirigida a


lograr la persuasión de un auditorio . El éxito de la argumentación depende
efectivamente de que se logre la persuasión o el acuerdo del otro.

su objeto de estudio está concentrado particularmente en los argumentos de los jueces; por ello,
su conocimiento y posterior dominio resulta un elemento fundamental para cualquier juzgador.

A partir de los tres tipos de racionalidad: lógica y lingüística, de soporte (de las premisas) y
discursiva, Manuel Atienza nos propone las concepciones formal, material y pragmática de la
argumentación jurídica, que si bien teó ricamente pueden distinguirse claramente, en la
argumentación práctica se encuentran conectadas de tal manera que no necesariamente son
incompatibles entre sí. 2

Este problema de definición es resuelto por Atienza, al señalar que la lógica deductiva estándar (de
proposiciones y de predicados) constituye el núcleo de la concepción formal

A la lógica no le preocupa la corrección de las premisas y de la conclusión, sino cómo se pasa de las
primeras a la otra

En efecto, una de las limitantes del análisis lógico de los argumentos es que sólo se ocupa de los
esquemas de estos, pero no de los argumentos en sí y por ello, es insuficiente para justificar o
explicar los razonamientos. La otra limitante está vinculada con los esquemas de la lógica, ya que
estos, especí ficamente los de la lógica deductiva, como ya se había señalado, no son adecuados
para dar cuenta de la riqueza de los razonamientos prácticos y especialmente jurídicos. En este
sentido, es que Atienza precisa que, a pesar también de sus propias problemáticas, es necesario
recurrir además, a la lógica deóntica, lógicas divergentes (como las lógicas no monótonas, borrosas
o paraconsistentes), o esquemas de tipo inductivo o abductivo, por citar algunos, para el análisis
argumentativo; pero esto no como alternativa a la lógica formal tradicional deductiva, sino como
complemento.

La siguiente dimensión de la argumentación es la material, que aunque es distinta a la concepción


formal, están ciertamente vinculadas a esta, pues la segunda es presupuesto necesario de la
primera; es decir, antes del análisis material o de contenido de un argumento, es requisito
indispensable que éste cumpla con las reglas mínimas que exige la lógica,

pues de otra forma, se estaría en presencia de un razonamiento inválido

ARGUMENTACIÓN EN MATERIA DE HECHOS

La mayoría de los autores se han enfocado a la argumentación jurídica que tiene como objeto el
estudio de los enunciados normativos, pero no debe perderse de vista que en la función
jurisdiccional es sumamente relevante el examen de los hechos del caso, a partir de lo cual se
analiza la norma y se resuelve el juicio.

Si la función jurisdiccional se asemeja a un silogismo, la premisa mayor sería la norma a aplicar,


cuya interpretación es objeto de estudio de la argumentación jurídica, pero la premisa menor
serían los hechos del caso, y la conclusión es la decisión judicial en sí misma, la cual resuelve el
juicio en virtud de la subsunción de los hechos en la norma y la determinación de la consecuencia
jurídica de esos hechos de la norma elegida.

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