¿De qué obra se trata?

Santa Sofía, cuyo significado es seria santa sabia, es una antigua basílica que ha sido
usada a lo largo de los años como sede del imperio bizantino, iglesia ortodoxa, mezquita
y ahora museo. Esta es conocida como el edificio más representativo del Imperio
Romano de Oriente.

¿Quién es el autor?
Fue construida por los arquitectos Artemio de Tralles e Isidoro de Mileto por orden del
emperador Justiniano, quien quería renovar la ciudad por completo. Estos arquitectos
eran en su origen profesores de matemáticas y física por lo que no tenían apenas
experiencia en la construcción por lo que hubo que hacer diversas remodelaciones
tardías.

¿De qué estilo es y cuándo se realizó?

Es de estilo bizantino, el cual mezcla estilos como el helenismo, encontrado en las
columnas y la búsqueda de proporción, el romano y paleocristiano, que podemos ver en
la iconografía y los mosaicos y oriental, observable en la monumentalidad. Esta basílica
fue construida en la primera edad de oro entre los años 532 y 537 durante la época de
mayor expansión y esplendor del imperio bizantino. Otras construcciones
arquitectónicas de esta época son la basílica de San Apolinar en Rávena y la Iglesia de
San Vital en la misma ciudad.

Cita sus principales elementos característicos

La intención de Constantino era construir una iglesia como nunca se hubiera conocido,
especialmente grande y original; estos se refleja desde todos los ángulos, comenzando
por la planta, en principio considerada basilical pero con tan poca diferencia entre sus
lados mayores y menores que puede llegar a considerarse cuadrangular y por tanto
poligonal, además mantiene tres naves pero se puede llegar a apreciar un crucero hacia
la mitad, por lo que también podría ser vista como una cruz griega. Estas peculiaridades
junto con una de las cúpulas más grandes de la época sobre un edificio de forma cúbica
hacen de Santa Sofia una construcción excepcional. Esta cúpula se eleva hasta los 55
metros de altura y tiene 30 de diámetro, los cuales fueron ampliados a 33 tras un
derrumbamiento a causa de un terremoto. Esta cúpula tiene 40 nervios que más abajo,
en el tambor dan a 40 pequeñas ventanas que iluminan el dorado interior de la basílica.
Tamaña cúpula ejerce un peso excepcional por lo que su peso, especialmente sobre una
base cuadrada por lo que se recurrió a diversas formas e repartir el peso como las
pechinas que lo dirigen hacia cuatro pilares interiores, dos semicúpulas laterales,
cupulitas adosadas a estas últimas y contrafuertes externos. Dado que la decoración
importarte se halla en el interior el exterior es sobrio y liso pudiendo añadir únicamente
que posee cuatro pináculos añadidos por los turcos durante su uso como mezquita.
El interior profusamente decorado y de intensa coloración dorada causa un impactante
contraste en el que predominan los mosaicos en el ábside y en las paredes, los arcos de
medio punto que dividen el espacio y los capiteles de fuste bizantino o cimancios (de
forma trapezoidal hechos de mármol y trepanados, llamados panel de abejas) decorados
además con simbología de Justiniano y Teodora y sosteniendo un destacable segundo
piso de tribunas.