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Enfermedades del aparato locomotor


en el niño deportista
E. Brunet-Guedj

La práctica deportiva en los niños, aunque es globalmente beneficiosa y constituye un factor de preven-
ción de las enfermedades relacionadas con el sedentarismo, puede provocar enfermedades del aparato
locomotor cuando es excesiva o inadecuada. Las enfermedades microtraumáticas son las más frecuentes
y afectan con preferencia a las estructuras inmaduras (núcleos de osificación, cartílago de crecimiento).
Se trata de las osteocondrosis, que presentan diversas localizaciones (rodilla, pie, pelvis y, con menos
frecuencia, extremidad superior y columna vertebral) y reaccionan favorablemente al reposo deportivo
utilizando, si es necesario, una inmovilización temporal. Las osteocondritis disecantes (rodilla, codo) son
mucho menos frecuentes, pero tienen un potencial evolutivo más grave. Los síndromes de dolor rotuliano
son propios de los adolescentes en fase de crecimiento rápido de las extremidades inferiores; cuando no
existe displasia subyacente, tienen mejor pronóstico que en los adultos. Las fracturas por estrés, localiza-
das principalmente en la tibia y los metatarsianos, son más difíciles de diagnosticar que en los adultos,
pero consolidan más rápido. La espondilólisis microtraumática del deportista joven debe diferenciarse
de la espondilólisis sobre espondilolistesis displásica, cuyo riesgo de deslizamiento es mayor. La epifisió-
lisis femoral superior es una enfermedad infrecuente pero grave. Debe sospecharse ante cualquier dolor
inguinal o crural e, incluso, ante una gonalgia. Se trata de una urgencia quirúrgica. En el ámbito de
la patología traumática, las fracturas no presentan especificidad respecto a la patología general. Los
arrancamientos apofisarios de la pelvis constituyen el equivalente de las rupturas tendinomusculares de
los adultos y requieren una estrecha vigilancia hasta su consolidación. Los traumatismos articulares,
sobre todo del tobillo y la rodilla, pueden ser ligamentosos, como en los adultos, o corresponder a des-
prendimientos epifisarios; el terapeuta siempre debe tener presente su gravedad potencial y el riesgo de
secuelas.
© 2013 Elsevier Masson SAS. Todos los derechos reservados.

Palabras clave: Deporte en el niño; Osteocondrosis; Traumatismos deportivos; Sobrecarga deportiva

Plan mentalmente, para un desarrollo armonioso. También es benefi-


ciosa en los niños enfermos o portadores de anomalías del aparato
■ Introducción 1 locomotor como la escoliosis.
■ Enfermedades microtraumáticas 2
Osteocondrosis 2


Osteocondritis disecantes
Patología femoropatelar
5
6 “ Punto fundamental
Patología traumática 6
Arrancamientos apofisarios 6 Deporte y escoliosis
Desprendimientos epifisarios y esguinces 7 Al contrario de lo que proponen muchas ideas preconce-
bidas, el deporte no puede desencadenar ni agravar una
escoliosis, ni siquiera asimétrica. Puede practicarse incluso
 Introducción durante el tratamiento con corsé, simplemente con la pre-
caución de quitárselo durante la actividad. Sólo en caso
La práctica de actividad física y deportiva se recomienda amplia- de intervención quirúrgica debe interrumpirse el deporte
mente para la prevención de las enfermedades relacionadas con durante varios meses.
el sedentarismo. Sus beneficios son innegables, tanto física como

EMC - Tratado de medicina 1


Volume 17 > n◦ 2 > junio 2013
http://dx.doi.org/10.1016/S1636-5410(13)64535-3
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No obstante, es necesario no ignorar los riesgos que comporta


la práctica excesiva o mal dirigida, que puede llevar a accidentes
traumáticos agudos o a lesiones crónicas.
Los traumatismos agudos con fractura son menos frecuentes
en la práctica de deportes que en las actividades lúdicas (bici-
cleta, patinete, patines, skate, etc.) y no se distinguen de ellas.
No procede, por lo tanto, describirlos aquí y son tributarios de la
ortopedia pediátrica.
Algunas lesiones traumáticas son más frecuentes en la práctica
deportiva: esguinces, arrancamientos apofisarios y desprendi-
mientos epifisarios no desplazados; la enfermedad por sobrecarga
es característica del deportista joven.
Las estructuras más frágiles son las zonas no osificadas o en
curso de osificación (cartílago de crecimiento, núcleos de osifi-
cación), que están sometidas a distintas tensiones de tracción
(apófisis), torsión o impactación (cartílago articular, placa de cre-
cimiento epifisario).
Los huesos del niño presentan clásicamente fragilidad frente a
los traumatismos, pero también están más expuestos a los micro-
traumatismos y a las fracturas por estrés debido a la remodelación
acelerada.
Negadas durante mucho tiempo, las lesiones ligamentosas son
posibles y pueden observarse esguinces de cualquier gravedad, en
particular en la rodilla y el tobillo.
Debido a la participación de la carrera y los saltos en la gran
mayoría de actividades deportivas, las lesiones son mucho más fre-
cuentes en las extremidades inferiores que en las superiores, en las
que sólo pueden provocar lesiones las actividades que impliquen Figura 1. Calcificaciones desprendidas de la tuberosidad tibial anterior
su utilización en fuerza o apoyo (tenis, gimnasia). y edema distal del tendón rotuliano.
Como en los varones la maduración se produce alrededor de
2 años después que en las niñas, parece, por ello, que están más
expuestos al conjunto de enfermedades.
El deporte también puede poner de manifiesto anomalías
morfológicas o enfermedades completamente independientes,
tumorales, infecciosas o inflamatorias, debido a la hipervasculari-
zación y los traumatismos que provoca.

 Enfermedades
microtraumáticas
Osteocondrosis
Las osteocondrosis son las lesiones microtraumáticas más fre-
cuentes y consisten en alteraciones de la osificación endocondral,
bajo la dependencia principal de factores mecánicos. Se ven favo-
recidas, respecto a la afectación de las extremidades inferiores,
por la práctica sobre terreno duro, el uso de zapatos de suela dura
(tacos), el sobrepeso, el retraso madurativo y, especialmente, el
estirón puberal de crecimiento, que aumenta las tensiones.
El diagnóstico se basa en la asociación de dolor mecánico y
anomalías radiológicas. Figura 2. Arrancamiento en «cáscara de huevo» en la tuberosidad tibial
El tratamiento consiste en reposo localizado o, incluso, en anterior.
una inmovilización transitoria; la interrupción del deporte en los
niños resulta ilusoria.
El estudio radiográfico es significativo en la radiografía lateral,
[1] que permite visualizar los tejidos blandos y demuestra:
Osteocondrosis de la rodilla
• engrosamiento de la porción inferior del tendón rotuliano;
Enfermedad de Osgood-Schlatter • aspecto patológico de la TTA: fragmentación (Fig. 1), arranca-
Se trata de una osteocondrosis apofisaria muy frecuente que miento anterior (Fig. 2), hipertrofia con o sin inclinación.
se debe a la tracción del tendón rotuliano sobre la tuberosidad La ecografía puede constituir un recurso útil en las formas radio-
tibial anterior (TTA); se observa en los jugadores de muchos depor- negativas; permite detectar un arrancamiento del cartílago o una
tes colectivos: fútbol en primer lugar, pero también rugby, tenis, bursitis, con hiperemia en Doppler potencia.
gimnasia, etc. La edad de inicio es en promedio de 13 años en El tratamiento de elección, excepto para las formas muy
los niños y de 11 años en las niñas. La retracción del cuádriceps recientes, que se pueden resolver con el reposo, consiste en
es un factor favorecedor que se encuentra con mucha frecuencia. la inmovilización fija con rodillera de resina inguinomaleolar
El lado afectado es a menudo la pierna de apoyo en los deportes durante 4 semanas, seguida de rehabilitación a base de estiramien-
asimétricos. tos y recuperación de la fuerza muscular.
Se piensa en el diagnóstico ante un dolor anterior en la rodi- Los criterios para reanudar la actividad deportiva, que se pro-
lla, subrotuliano, asociado a hinchazón de la TTA. Se confirma al duce como media a los 2-3 meses, son la ausencia de dolor
desencadenar el dolor con la palpación y la contracción del cuá- funcional y, en la exploración, la recuperación de la flexibilidad
driceps contra resistencia, más sensible en el recorrido externo, normal (el contacto talón-nalga es posible en posición prona) y la
con la cadera en extensión y la rodilla en flexión máxima. normalización radiológica.

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Figura 4. Anomalías condíleas visibles sólo a la vista de las escotaduras.

Sin embargo, la evolución radiográfica es larga, de 1-2 años; en


nuestra opinión, la normalización radiológica es el criterio nece-
Figura 3. Fragmentación del núcleo apical de la rótula con edema del
sario para permitir la reanudación sin restricciones.
tendón rotuliano proximal.

Osteocondrosis del pie [2, 3]


Este tratamiento, si es lo suficientemente precoz, permite acor-
tar considerablemente el tiempo de evolución y evitar las secuelas Enfermedad de Sever
del tipo de osificación intratendinosa, que causa dolor crónico y Es la más banal y conocida de todas las osteocondrosis; afecta a
puede requerir el recurso a la cirugía de exéresis. la apófisis posterior del calcáneo, bajo la influencia de dos factores:
la tracción del tendón calcáneo y los impactos contra el suelo. Es
Enfermedad de Sinding-Larsen-Johansson también la más precoz: se presenta hacia los 9-10 años.
Se trata de la osteocondrosis del núcleo apical de la rótula, Se manifiesta por talalgias mecánicas intermitentes más o
mucho menos frecuente que la enfermedad de Osgood-Schlatter, menos invalidantes.
debida a la naturaleza inconstante de este núcleo. Es algo más La exploración física es poco significativa y sólo pone de
precoz que la enfermedad de Osgood-Schlatter y se presenta hacia manifiesto el dolor a la presión; sin embargo, debe buscarse siste-
los 9-10 años. El dolor se desencadena en las mismas condiciones, máticamente la retracción del tríceps.
pero en la punta de la rótula. Las radiografías no tienen interés y correlacionan mal con la
Desde el punto de vista radiológico, se observa la remodela- clínica. La RM puede demostrar la existencia de un verdadero des-
ción de la punta de la rótula, asociada al engrosamiento de la prendimiento microtraumático no desplazado de la apófisis, con
porción proximal del tendón rotuliano en la radiografía lateral hiperseñal del cartílago de unión; sin embargo, evidentemente,
(Fig. 3). El tratamiento es el mismo que en la enfermedad de esta exploración no se realiza de rutina y se reserva para los casos
Osgood-Schlatter. La principal causa de error diagnóstico es el sín- difíciles.
drome de dolor rotuliano, también favorecido por la retracción del El tratamiento combina amortiguación en el talón y estiramien-
cuádriceps, pero con un tratamiento diferente (cf infra). tos de los tríceps con reposo deportivo tomando como guía el
dolor. La inmovilización sólo es necesaria en casos excepcionales.
Poliosteocondrosis de los cóndilos femorales La evolución es a menudo larga, de 1-2 años, pero con perío-
Es diferente de las dos anteriores desde el punto de vista noso- dos de ausencia de dolor que permiten una actividad deportiva
lógico y menos frecuente; se trata de una osteocondrosis articular correcta en este grupo de edad.
que afecta a la zona posterior de los cóndilos femorales, que expe-
rimenta rodamiento en la flexión y sufre impactos al correr y Enfermedad de Freiberg
saltar. Puede afectar hasta a cuatro cóndilos, de donde proviene Clasificada según los autores como osteocondritis u osteo-
su denominación. condrosis articular, afecta a la cabeza del segundo o tercer
Se presenta entre los 6-10 años, casi exclusivamente en varones metatarsiano. Es más frecuente en las niñas y se presenta entre
que practican deportes que implican traumatismos en la rodi- los 12-14 años, sobre un pie griego con antepié redondo. Enfer-
lla: fútbol, rugby, judo, etc. Su sintomatología es menos típica medad clásica de la bailarina, se observa también en todos los
y existen gonalgias mal localizadas, siempre de tipo mecánico; los deportes que se basan en la carrera; es responsable de metatarsal-
signos asociados de tipo cojera, el derrame o el flexo resultan poco gias de esfuerzo, que se reproducen con la palpación selectiva de
frecuentes. la cabeza metatarsiana.
La exploración física es poco significativa y demuestra, de forma La radiografía es inicialmente negativa y muestra secundaria-
inconstante, dolor a la palpación de los cóndilos en flexión o a la mente una irregularidad de la densidad y, después, osteocondensa-
extensión de la rodilla contra resistencia. ción (Fig. 5). La colocación precoz en descarga del antepié (calzado
Su diagnóstico se establece a partir de la radiología, ante la pre- de tipo Barouk) durante un período de 4-6 semanas, seguida de la
sencia de escotaduras (frente en flexión) que liberan la zona de utilización de una plantilla de apoyo retrocapital, por supuesto
rodamiento de los cóndilos. Las imágenes que se observan (laguna bajo la cabeza afectada, permite generalmente la restitución ad
simple o anfractuosa, núcleo óseo dentro de una laguna) corres- integrum y la desaparición del dolor.
ponden a diferentes estadios evolutivos (Fig. 4). Es posible una secuela de deformación (aplanamiento de la
La resonancia magnética (RM) rara vez es necesaria para descar- cabeza), responsable metatarsalgias de esfuerzo.
tar una osteocondritis; puede mostrar que la laguna corresponde
a cartílago no osificado y no a un nicho vacío, como sucede en la Enfermedad de Iselin
osteocondritis disecante. Es una osteocondrosis del núcleo apofisario de la base del quinto
El tratamiento mediante inmovilización en descarga durante metatarsiano, sobre la que se inserta el peroneo lateral corto, y
6 semanas permite acortar la duración de la evolución clínica y afecta a jóvenes adolescentes hacia los 12-14 años. Se manifiesta
reanudar con bastante rapidez la práctica deportiva sin impacto por dolor e hinchazón del borde lateral del pie, con modificación
(natación, ciclismo). radiológica del núcleo, que aparece fragmentado.

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Figura 5. Enfermedad de Freiberg del segundo metatarsiano con remo- Figura 6. Enfermedad de Mac Master: aspecto irregular y fragmentado
delación de la cabeza en forma del hundimiento del hueso subcondral. del núcleo isquiático.

El reposo deportivo y una plantilla que descargue el borde late-


ral del pie a menudo resultan suficientes; la inmovilización sólo
está indicada en las formas rebeldes o hiperálgicas.

Osteocondrosis del hueso navicular accesorio


La osteocondrosis del hueso navicular accesorio debe dife-
renciarse de la enfermedad de Köhler-Mouchet (osteonecrosis
aséptica del niño pequeño, de origen vascular). Se debe a la trac-
ción del tibial posterior y, por lo general, se presenta entre los
10-13 años en un pie pronador.
El aspecto radiológico muestra una fragmentación muy locali-
zada en el borde medial del hueso navicular.
La enfermedad cede generalmente con el reposo deportivo y la
colocación de una plantilla con soporte del arco medial.

Enfermedad de Renander
Se trata de una osteocondrosis del sesamoideo medial o lateral
del primer radio, más frecuente en las niñas entre los 10-14 años;
provoca dolor muy localizado bajo la cabeza de M1.
Figura 7. Enfermedad de Mac Master. Resonancia magnética que
El aspecto radiográfico o, incluso, con la tomografía computa-
muestra la hiperseñal del cartílago de unión en el isquion derecho.
rizada (TC) no siempre es fácil de diferenciar del de una fractura
por estrés, pero el tratamiento es idéntico, con colocación tempo-
ral en descarga del antepié y una plantilla con apoyo retrocapital, También en este caso, solamente el reposo deportivo prolon-
evidentemente bajo M1. gado durante varios meses permite la normalización clínica y
radiográfica.

Osteocondrosis de la pelvis Osteocondrosis del hombro [4]


Son más bien enfermedades del adolescente que del niño, Mucho menos frecuente, las osteocondrosis del hombro sólo se
debido a la maduración más tardía de esta parte del esqueleto. observan en los deportes que utilizan las extremidades superiores
A nivel apofisario, las localizaciones principales son el isquion, en fuerza o apoyo cuando se practican precozmente: gimnasia,
que recibe el tendón común de los isquiotibiales (enfermedad de tenis y béisbol en los Estados Unidos, que motivaron las prime-
Mac Master), y la espina ilíaca anteroinferior, en la que se inserta ras publicaciones. La sintomatología dolorosa es poco específica;
el recto femoral. las pruebas de imagen (radiografía, incluso RM o TC) permiten el
Favorecidas por la rigidez muscular, se expresan mediante dolor diagnóstico.
de esfuerzo localizado en las inserciones o a distancia en las masas Las localizaciones son el troquíter, la glena, el extremo externo
musculares. Las radiografías pueden mostrar una apariencia en de la clavícula (punto de fragmentación) y el cartílago de
copos del núcleo (Fig. 6). En los casos dudosos, la RM confirma conjugación superior del húmero (little league shoulder de los
la remodelación, más clara en las radiografías tras inyección de anglosajones), donde se observa un ensanchamiento en la radio-
gadolinio, aunque también puede poner de manifiesto un des- grafía (Fig. 8).
prendimiento microtraumático en forma de hiperseñal de la placa El reposo de la extremidad superior permite la resolución clí-
fisaria (Fig. 7). nica y radiográfica en 3 meses. La inmovilización no es obligatoria,
La inmovilización constituiría aquí un tratamiento demasiado pero permite una auténtica colocación en reposo.
restrictivo y sólo puede prescribirse reposo deportivo, asociado a
estiramientos posturales dentro de los límites sin dolor.
Una forma particular está constituida por la osteocondrosis de Osteocondrosis del codo [4]
la sínfisis, equivalente a la artropatía púbica de los adultos, que se La osteocondrosis del olécranon es una afectación apofisaria
encuentra en el futbolista joven y es responsable de dolor púbico por tracción del tríceps sobre el núcleo olecraniano. Causa dolor
de esfuerzo. La radiografía muestra irregularidades de los bordes posterior, que se desencadena al palpar la punta del olécranon y
sinfisarios. al extender el codo contra resistencia.

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El estudio radiográfico estándar de toda la columna o, mejor,


con sistema EOS muestra las modificaciones de los cuerpos verte-
brales y los discos:
• aspecto laminado y heterogéneo de los platillos;
• amputación de una zona marginal;
• avulsión de un listel;
• acuñamiento de los cuerpos vertebrales;
• pinzamiento discal;
• hernias intraesponjosas con nódulos de Schmorl.
La RM puede ser útil para detectar precozmente una degenera-
ción discal, sobre todo entre los deportistas jóvenes de alto nivel.
El tratamiento depende de la localización, la reducibilidad de la
deformidad y la sintomatología dolorosa; puede consistir desde el
reposo deportivo temporal, con kinesiterapia de corrección pos-
tural y reequilibrio de las cadenas musculares, hasta las ortesis
de mantenimiento y, raramente, la inmovilización con un corsé
rígido.

Osteocondritis disecantes
Figura 8. Little league shoulder: ensanchamiento de la porción lateral Las osteocondritis disecantes se definen por una necrosis ósea
del cartílago de conjunción. subcondral más o menos extensa con o sin ruptura del cartílago,
cuyo resultado final es la liberación de un secuestro articular. Su
origen es multifactorial e involucra esencialmente factores mecá-
Desde el punto de vista radiológico, se observa un aspecto de nicos y vasculares.
fragmentación. Su pronóstico a largo plazo incluye un riesgo importante de
El tratamiento de esta enfermedad, también llamada Osgood del evolución atrósica.
codo, incluye la inmovilización seguida de un reposo suficiente
hasta la normalización clínica y radiográfica.
Osteocondritis disecante de los cóndilos
femorales [5]
Osteocondrosis de la muñeca
Poco específica del deportista, es más frecuente a nivel de la cara
Se trata de la afectación de la placa epifisaria distal del radio axial del cóndilo medial, que entraría en conflicto con la espina
y, más raramente, del cúbito, debida a impactos repetidos y tibial confrontada; también puede alcanzar la zona de rodamiento
cizallamiento con las rotaciones del cuerpo apoyado sobre una del cóndilo lateral o medial.
extremidad superior, esencialmente en la gimnasia. Los signos funcionales se limitan a dolor mecánico, a veces
El dolor, localizado por encima de la interlínea, se acompaña acompañado de accesos de derrame, enganches y, muy raramente,
de tumefacción local. bloqueos. La exploración física es poco significativa y, a menudo,
La radiografía muestra ensanchamiento del cartílago. incluso negativa.
En las formas mayores, la RM es útil, ya que demuestra el sufri- El diagnóstico se establece mediante radiografías simples, que
miento de la placa epifisaria y también de la metáfisis. precisan el volumen y la ubicación de la lesión.
También en este caso, la inmovilización y el reposo permiten Las demás exploraciones (artro-TC, RM o, incluso, artro-RM)
la regresión de los síntomas y la normalización radiográfica en son necesarias para determinar el estadio evolutivo y elegir el
2-3 meses. Si se descuidan, estas enfermedades pueden llevar a tratamiento, a partir de criterios de viabilidad y estabilidad del
una epifisiodesis precoz, sobre todo a nivel del radio, responsa- fragmento y del estado del cartílago.
ble secundariamente de varianza cubital positiva e, incluso, de El tratamiento puede ser conservador: descarga durante un
conflicto cubitocarpiano. período de 6-8 semanas, con o sin inmovilización según el grado
de cumplimiento del paciente.
El tratamiento quirúrgico utiliza varias técnicas en función del
Osteocondrosis raquídea: enfermedad estadio: perforaciones transcondrales, fijación del fragmento, esci-
de Scheuermann sión, injerto en mosaico, trasplante de condrocitos.
También denominada distrofia raquídea de crecimiento, la
enfermedad de Scheuermann se debe a alteraciones de las placas
vertebrales de crecimiento y desemboca con frecuencia, al finali-
Osteocondritis disecante del capítulo
zar el crecimiento, en deformaciones sagitales con deterioro del Esta lesión se observa principalmente en gimnasia y tenis; afecta
espacio discal. a los adolescentes de ambos sexos indistintamente. Su patogenia
Los traumatismos de repetición por impacto y solicitación de se explica por las tensiones de compresión del compartimento
la columna vertebral en flexión-extensión agreden a los discos lateral del codo debido al valgo fisiológico.
(deshidratación, menor capacidad de amortiguación, fisuración) Los signos de alerta son el dolor al esfuerzo en la región lateral
y los listeles (arrancamientos). del codo y, más tarde, el derrame, el flexo o incluso los bloqueos
Se han descrito varias localizaciones: recidivantes.
• dorsal, responsable de hipercifosis dorsal con acuñamiento de En el estadio inicial, la radiografía simple es negativa y sólo la
los cuerpos vertebrales (por lo menos de tres vértebras para RM muestra los primeros signos de sufrimiento en forma de un
considerar el diagnóstico); esta forma es poco específica del edema óseo del cóndilo.
deportista; Más tarde, los signos son evidentes, con una imagen clara sub-
• dorsolumbar, en T11-TD12-L1, con cifosis baja, hallada en gim- condral (Fig. 9) o, incluso, un cuerpo extraño desprendido. La
nastas, con un potencial evolutivo más grave; RM, con inyección intravenosa de medio de contraste, permite
• lumbar pura, con hernias intraesponjosas, irregularidades de los evaluar la vitalidad del fragmento preoperatoriamente, pero la
platillos y riesgo de discopatías sintomáticas en la edad adulta. artro-TC permite diferenciar las formas cerradas, aún accesibles a
El dolor es patrimonio de estas dos últimas formas. un tratamiento conservador (inmovilización durante un período
El diagnóstico se sospecha por la clínica y se confirma mediante de 6-8 semanas), de las formas abiertas, que requieren tratamiento
pruebas de imagen. quirúrgico.

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Fracturas por estrés


Las fracturas por estrés son consecutivas a un cambio brusco de
ritmo de actividad deportiva, sin que exista progresión.
Fracturas por estrés de las extremidades
Las localizaciones más frecuentes son la tibia y los metatarsia-
nos, pero son posibles muchas otras.
Los síntomas se limitan a un dolor progresivo, repetitivo, con
la misma localización.
En la exploración, si el hueso es superficial, se encuentra dolor
vivo a la palpación y edema localizado. El diagnóstico y el trata-
miento son idénticos a los de las fracturas por estrés en adultos.
Sin embargo, debe tenerse en cuenta que la RM puede mostrar
aspectos falsamente preocupantes, seudotumorales, y que si la
radiografía es negativa, es preferible asociar la gammagrafía (muy
sensible pero poco específica) y la TC, que permite un análisis
detallado del hueso.
Espondilólisis
La espondilólisis microtraumática del deportista joven, ais-
lada o asociada a espondilolistesis, debe diferenciarse de la
Figura 9. Osteocondritis disecante del cóndilo humeral o capítulo: zona
espondilólisis con espondilolistesis displásica (sacro en silla,
lagunar.
vértebra L5 trapezoidal), a menudo asintomática o que el
deporte pone de manifiesto y que presenta un mayor riesgo de
deslizamiento.
Patología femoropatelar La gimnasia, el buceo y el judo, pero también el fútbol, son
particularmente responsables de esta lesión. La rigidez de las cade-
Síndromes de dolor rotuliano nas musculares subpélvicas anteriores y posteriores constituye un
Los síndromes de dolor rotuliano son más bien propios de los factor predisponente.
adolescentes deportistas y aparecen con el estirón de crecimiento Se sospecha ante lumbalgias mecánicas recientes; no resulta
puberal, donde el alargamiento de las extremidades inferiores se necesariamente visible en las primeras etapas a partir de las radio-
acompaña de retracciones subpélvicas causantes de sobrecarga grafías lumbares, incluida la incidencia en tres cuartos. La RM
femoropatelar. permite objetivar el edema óseo del istmo, visualizar el trazo de
El dolor es típico, de localización anterior o medial, y se desen- fractura y precisar el estado del disco.
cadena con el deporte, pero también con los esfuerzos de flexión: La inmovilización transitoria con lumbostato o cinturón lum-
en cuclillas, bajando escaleras, caminando cuesta abajo. bar rígido permite la sedación rápida del dolor. La rehabilitación
La mayoría de las veces, la exploración física sólo encuentra secundaria con enfundado y estiramientos subpélvicos es indis-
dolor a la presión de una o ambas facetas rotulianas, asociado pensable durante un período de 2-3 meses antes de reanudar
a rigidez subpélvica (cuádriceps, isquiotibiales, psoas, tríceps), la práctica deportiva. La consolidación no es constante; lo más
y el estudio radiológico es normal. La conducta que debe importante es la adquisición de una flexibilidad subpélvica sufi-
seguirse es sencilla: prescripción de rodaje articular (bicicleta ciente que permita proteger la charnela lumbosacra. La tolerancia
sin resistencia) y de estiramientos, con una simple adaptación posterior y las indicaciones de deporte dependerán del morfotipo,
temporal de las actividades; la evolución es favorable en pocos el estado del disco, la disciplina practicada y la intensidad de la
meses. práctica. La gimnasia artística o rítmica, el judo, el fútbol y el
Sin embargo, el síndrome de dolor rotuliano también puede rugby son difícilmente compatibles con una práctica intensiva y
poner de manifiesto una displasia femoropatelar más o menos aún menos de alto nivel.
pronunciada con signos asociados sugestivos: seudobloqueos,
conatos de inestabilidad. Su aparición en un contexto de Epifisiólisis femoral superior [6]
trastornos estáticos de las extremidades inferiores (genu varo
Infrecuente pero temible a causa de las complicaciones y secue-
recurvatum, pero nunca el genu valgo de la niña con sobrepeso,
las de las que es responsable, consiste en la alteración de la placa
hipertorsión femoral con estrabismo rotuliano en posición sen-
de crecimiento femoral proximal, que desemboca en un desliza-
tada con los pies paralelos) es un factor de pronóstico desfavorable
miento más o menos importante de la cabeza femoral sobre el
y limitante respecto a las actividades deportivas intensas. Además
cuello.
del dolor provocado con la palpación de las facetas y la punta
Puede ser progresiva o repentina y siempre es un diagnóstico
rotuliana, la exploración busca una hipermovilidad frontal de la
difícil en el que debe pensarse de manera sistemática ante un dolor
rótula en extensión, la persistencia de movilidad en flexión y un
mecánico de la región inguinal, el muslo o, incluso, la rodilla. La
signo del enganche.
exploración pone de manifiesto dolor y limitación de la movilidad
En estos casos, el fortalecimiento muscular, la rehabilitación
de la cadera en rotación interna. El estudio radiológico incluye,
propioceptiva y una rodillera fenestrada de guía rotuliana se aso-
además de una radiografía anteroposterior de la pelvis, la de las
cian al rodaje articular.
caderas en lateral estricto, que permite visualizar más precozmente
el deslizamiento y la inclinación de la cabeza.
Este diagnóstico obliga a la descarga inmediata y la orientación
Inestabilidad rotuliana quirúrgica urgente para fijar la cabeza.
La actividad deportiva sólo pone de manifiesto la inesta- Las formas que pasan desapercibidas o que se tratan tarde pue-
bilidad rotuliana, que a menudo se encuentra fuera de este den llevar a un conflicto femoroacetabular y, secundariamente, a
contexto. Si fracasa la rehabilitación específica, la utilización una coxartrosis.
de rodillera y la reorientación hacia actividades que no supon-
gan saltos y cambios de dirección deben ser objeto de una
valoración completa de las anomalías morfológicas antes de  Patología traumática
un posible tratamiento quirúrgico adecuado, que incluye una
o varias intervenciones en el hueso (medialización, descenso Arrancamientos apofisarios
de la TTA, trocleoplastia) y/o en los tejidos blandos (refec-
ción del ligamento patelofemoral medial, descenso del vasto En la pelvis, constituyen el equivalente, antes de la solda-
interno). dura de los cartílagos de crecimiento, de las lesiones musculares

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Figura 10. Secuela de arrancamiento del núcleo isquiático.


Figura 11. Hueso submaleolar lateral, secuela de un arrancamiento.

traumáticas del muslo observadas en los adultos. Los deportes más


a menudo responsables son el fútbol, el rugby y el atletismo. Las El tratamiento de elección es la inmovilización con botín
localizaciones son el isquion, las espinas ilíacas, la cresta ilíaca y, de resina durante 3 semanas, seguida de rehabilitación propio-
cerca de la cuenca, el trocánter menor. ceptiva. El tratamiento funcional mediante ortesis amovible
El dolor es brusco, con ocasión de un disparo o un arranque, tropieza aquí con el riesgo de imprudencia y recidiva pre-
pero se localiza a menudo a distancia de manera engañosa en la coz. Es necesario señalar que puede producirse inestabilidad
masa muscular. Cualquier cuadro de lesión muscular traumática secundaria después de una ruptura del ligamento desconocida
del muslo antes de que finalice el crecimiento debe hacer pen- o también en pacientes hiperlaxos, incluso tras un esguince
sar obligatoriamente en este diagnóstico, palpar las inserciones y benigno. En caso de arrancamiento óseo, la falta de consolida-
realizar una radiografía de la pelvis. ción puede hacer que persista un seudohueso supernumerario
Si el desplazamiento es inferior a 2 cm, el tratamiento es submaleolar (Fig. 11), causante de dolor o, incluso, de bloqueos e
conservador: reposo en cama 10 días, protocolo RICE (Rest, Ice, inestabilidad.
Compression, Elevation) y mantenimiento de descarga durante En caso de inestabilidad secundaria, se propone la rehabilita-
2-3 semanas, con rehabilitación muy gradual de la flexibilidad. ción, la utilización de tobillera de contención y la colocación
La reanudación del deporte nunca se produce antes de los 3 o de una plantilla con cuña pronadora. El fracaso de este tra-
4 meses. tamiento conservador puede llevar, tras estudio con RM, a
Si el desplazamiento es importante, el tratamiento es quirúr- una ligamentoplastia, sin esperar el final del crecimiento,
gico, con el fin de evitar la seudoartrosis del fragmento (Fig. 10), pero con una técnica adaptada que respete el cartílago de
que causa dolor y tiene una repercusión importante y definitiva conjugación.
sobre actividad deportiva. Los traumatismos graves del tobillo, que asocian fractura y des-
En la rodilla, el arrancamiento de la tuberosidad tibial anterior prendimiento epifisario, requieren un tratamiento especializado
es infrecuente y ocurre sobre una apófisis sana o con antecedentes urgente en un servicio de ortopedia pediátrica. Comportan, evi-
de Osgood. Es el equivalente de la ruptura del tendón rotuliano dentemente, el riesgo de epifisiodesis precoz.
en adultos. Se produce con motivo de una contracción excéntrica
brusca: recepción de salto (baloncesto, voleibol, entrenamiento
pliométrico). La impotencia funcional es importante: es imposible
Traumatismos de la rodilla
extender activamente la rodilla, ya que se trata de una ruptura del Esguinces periféricos mediales de la rodilla
aparato extensor. El tratamiento es quirúrgico, con refijación del Los esguinces periféricos mediales de rodilla son excepcionales
fragmento. en los niños; son sustituidos a menudo por el desprendimiento
epifisario del extremo inferior del fémur. Un cuadro sugestivo
(dolor vivo medial postraumático) obliga a realizar un estudio
radiológico antes de explorar una posible laxitud, con el fin
Desprendimientos epifisarios y esguinces [7–9] de evitar un desplazamiento secundario. El tratamiento es orto-
Traumatismos del tobillo pédico, con inmovilización fija con rodillera de resina durante
3-4 semanas.
La mayoría de traumatismos se producen en supinación y pue-
den provocar desprendimiento epifisario del extremo inferior del Ruptura del ligamento cruzado anterior
peroné o esguince lateral con afectación más o menos grave del Se trata, en la mayoría de los casos, del arrancamiento de la
ligamento peroneo-astragalino anterior y del ligamento peroneo- inserción tibial preespinal del ligamento cruzado anterior (LCA)
calcáneo. (impropiamente denominada fractura de las espinas tibiales), pero
La valoración clínica debe especificar la intensidad del meca- las lesiones intraligamentosas son cada vez más frecuentes y, sobre
nismo, los signos funcionales iniciales (crujido, hinchazón) y la todo, están mejor diagnosticadas.
localización del dolor (cartílago de conjunción, relieve óseo, tra- Habida cuenta de que la exploración física proporciona poca
yecto ligamentoso) y hay que solicitar un estudio radiológico de información en los niños (dolor, hiperlaxitud fisiológica), ante
frente en rotación interna, lateral y oblicua del pie antes de cual- cualquier traumatismo grave de la rodilla se impone un estudio
quier prueba dinámica, que podría provocar un desplazamiento radiológico completo (de frente, lateral, tres cuartos) en busca de
en caso de lesión ósea. un arrancamiento. En ausencia de fractura, se programará rápida-
La prueba ligamentosa secundaria aprecia la laxitud en cajón mente una RM en busca de una ruptura ligamentosa y una lesión
astragalino anterior de forma comparativa. meniscal asociada.
La ecografía es útil para precisar la importancia de los daños en El tratamiento de las avulsiones es ortopédico o quirúrgico
los ligamentos y orientar la duración del tratamiento. (lesiones desplazadas). El de las rupturas ligamentosas cada vez

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E – 6-0631  Enfermedades del aparato locomotor en el niño deportista

es más quirúrgico si la rodilla es inestable, con el fin de evitar [6] Brunet-Guedj E. L’articulation coxo-fémorale de l’adolescent sportif.
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E. Brunet-Guedj (brunetelisabeth@wanadoo.fr).
Service de médecine du sport, Groupement hospitalier Édouard-Herriot, 5, place d’Arsonval, 69437 Lyon, France.

Cualquier referencia a este artículo debe incluir la mención del artículo: Brunet-Guedj E. Enfermedades del aparato locomotor en el niño deportista. EMC -
Tratado de medicina 2013;17(2):1-8 [Artículo E – 6-0631].

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