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DEONTOLOGÍA JURÍDICA

XII Semestre Académico - 2018 II


ETIMOLOGÍA

La palabra DEONTOLOGÍA, proviene del vocablo griego DEON que significa DEBER, y
LOGOS que es igual a CIENCIA, es decir que, la Deontología es la ciencia de los deberes.

Esta palabra fue empleada por primera vez por el economista , jurista, literato y filósofo Inglés
Jeremías Bentham, quien en su libro “Deontología, la ciencia de la moral”, desarrolló una
doctrina que trata a cerca de los distintos deberes del ser humano, todos ellos concebidos sobre
una base utilitarista, aplicada a determinadas situaciones sociales.

Según Jeremías Bentham la deontología se refiere a los deberes que cada persona tiene consigo
mismo y con los demás.

Científicamente, LA DEONTOLOGÍA es la ciencia que estudia el conjunto de deberes morales,


éticos y jurídicos con los que se ejerce una profesión liberal determinada.

DEONTOLOGÍA FORENSE o DEONTOLOGÍA JURÍDICA

Es la ciencia que se dedica al estudio y a la exigibilidad de los deberes éticos y morales


inherentes a la profesión de la abogacía.

La deontología forense más conocida como deontología jurídica, siendo su uso indistinto,
proviene del griego que significa "lo obligatorio, lo justo, lo adecuado". Es la rama de la
filosofía jurídica que tiene como finalidad específica la determinación de cómo debe ser el
derecho y cómo debe ser aplicado.

Genéricamente, la deontología, es la disciplina que se ocupa de los deberes de los


profesionales. En el caso de los abogados se trata de una multiplicidad de deberes, como son:
deberes consigo mismo, con la sociedad, con la profesión, con los clientes, con los colegas, con
los jueces, con la entidad gremial, etc..

En síntesis, la deontología jurídica, es aquella parte de la ética profesional que se ocupa de los
deberes éticos y morales de los abogados, o de los deberes de los servidores del derecho.

La deontología forense o jurídica, trata sobre la moral del abogado y la forma de actuar con
su cliente; el profesional del derecho tiene que defender los intereses de su patrocinado siempre
actuando con la verdad y siempre teniendo en cuenta su ética profesional.

El abogado que es honesto tiene como deber ético el de guardar reserva de los asuntos
vinculados con la vida privada de sus clientes, esto es, el secreto o reserva profesional. Se debe
proteger el bien jurídico correspondiente a la intimidad de la vida privada de las personas,
protegidas por la normatividad jurídica.

La ética constituye el ámbito que inspira y cobija los más nobles sentimientos del ser humano.
Sin ética el hombre estaría sin "hogar", a la intemperie, desamparado en un mundo en el que
sólo imperaría la ley de la selva y la de los más bajos instintos.
Es importante deber de las Facultades de Derecho y de los Colegios de Abogados preocuparse
seriamente y con sentido de responsabilidad, de recordarle a los que ejercen o han de ejercer
la abogacía, cuáles son sus deberes; por ello que estilamos en nuestro Ilustre Colegio de
Abogados de Puno, antes de que un Abogado juramente para el ejercicio profesional, debe de
recibir charlas de inducción sobre el comportamiento responsable, transparente y honesto de
tan noble profesión.

Para ALEJANDRO REYES RAMOS, jurista y conciliador extrajudicial, en su texto “Análisis


deontológico”, señala que si la deontología es un deber, entonces se pregunta, qué deberes
debe cumplir un abogado deontológico frente a la justicia; nos sugiere lo siguiente:

-Debe ser disciplinado, firme y sensible en su vida profesional y privada.


-Debe ser un fiel intérprete de la ley, un guardián y defensor de los principios jurídicos, de la
justicia y la verdad.
-Debe ser responsable, puntual.
-Debe actuar con serenidad y buena fe en la causa de su cliente.
-Debe ser honesto, veraz, prudente.
-Debe ser digno de fiar y de respeto, incapaz de cometer fraude.
-Debe de guardar el secreto profesional.

ABOGADO:
Persona legalmente autorizada para defender a sus clientes en juicio, representarlos o
aconsejarlos. Letrado.
Abogado de oficio, lo asigna un juez o un tribunal para defender o representar a la persona
que carece de recursos económicos para pagar a uno particular.
También se puede definir como persona versada en derecho, que intercede para que dos partes
lleguen a un acuerdo.
CÓDIGO DE ÉTICA DEL ABOGADO
La abogacía como profesión liberal, cumple una función social al servicio del Derecho y la
Justicia, siendo su objetivo esencial la convivencia social de los hombres como fuente fecunda
de paz, libertad, progreso y bienestar general y cuya acción no se limita al solo éxito de la
causa que patrocina o de la función que cumple en el órgano jurisdiccional o en una entidad
pública o privada, sino que busca conseguir que la convivencia social sea fuente fecunda de
paz, libertad, progreso y bienestar general, lo que implica cumplir deberes con la comunidad,
con los colegas y consigo mismo, que si bien interesan a la propia dignidad, pero influyen de
manera indirecta en el prestigio de esta noble profesión. Por tanto, la abogacía requiere un
profundo conocimiento de la jurisprudencia, las leyes y el procedimiento de los tribunales,
que se fundamentan en una tradición común de dignidad y de honor en la conducta del
abogado, en la libertad de su ejercicio profesional y en un acentuado sentido de
responsabilidad ante la sociedad, los clientes y los órganos jurisdiccionales. En la formación
y en el ejercicio profesional se reúnen un conjunto de principios, normas éticas y códigos
deontológicos que las instituciones estamos obligadas a elaborar y difundir en los Colegios
de Abogados del Perú. Por ello, la Junta de Decanos de los Colegios de Abogados del Perú,
ha aprobado en su Asamblea General Extraordinaria de la ciudad de Puno, el 24 de febrero
del 2012, el Código de Ética del Abogado, elaborado por la Comisión Encargada de la
Redacción del Código de Ética del Abogado de la Junta de Decanos, en base al Código
Voluntario de Buenas Prácticas del Abogado de la Red Peruana de Universidades, así como
del Proyecto de Código de Ética y Responsabilidad del Profesional en Derecho, producido
por un centenar de abogados, donde además participaron el Grupo de Estudio sobre Temas
de Ética y Responsabilidad Profesional del Abogado de asociaciones de estudiantes de
Derecho, así como estudios jurídicos del país. Por tanto, el Código de Ética del Abogado, es
el fiel reflejo de varios años de trabajo de docentes y estudiantes de Derecho de las
universidades, de estudios de abogados del país y el aporte de los decanos miembros de la
Junta de Decanos de los Colegios de Abogados del Perú. Es bajo estos principios y
orientaciones que se promulga el CODIGO DE ETICA DELABOGADO, como un instrumento
único a nivel nacional, con el firme propósito de que sea una norma eficaz para el mejor
ejercicio profesional de los abogados del país.

ABOGADOS LITIGANTES:
El principal problema con los abogados litigantes es que comienzan bastante tarde; por lo
general, lo hacen después de haber egresado de la escuela de derecho. El momento ideal para
iniciar el proceso de preparación es durante los años de estudio en la facultad, cuando las
personas son más susceptibles de ampliar sus horizontes con gran rapidez.
Los abogados litigantes de altos vuelos son personas excepcionales que poseen todo un
acervo de aptitudes específicas, lo cual no quiere decir que hayan nacido con ellas. A parte
de un buen cociente intelectual, es muy poco lo que un abogado litigante tiene de hereditario.
Las habilidades que son importantes en un tribunal se van labrando, asentando y puliendo.
Necesitan práctica, mucha práctica. También se requieren confianza, disciplina y
determinación. Si en algún lugar dentro del sistema judicial americano hubiera un buen
abogado litigante que no hubiese trabajado duro para llegar a ser lo que es, esto sería un
caso insólito e inaudito.
El secreto profesional del abogado se funda, esencialmente, en los valores supremos de
hombre, en los derechos inalienables e inescindibles que le son propios como ser humano, que
son anteriores y superiores a toda ley positiva por más rango o jerarquía que pueda tener y
por más que las mismas quieran oponerse, prohibir o limitar aquellos altos valores, asimismo,
el secreto profesional ha sido considerado en normas de ética y en el derecho positivo.

ÉTICA Y MORAL

CONCEPCIÓN ETIMOLÓGICA:
Ética- (ethos) alude a aquel comportamiento de los individuos que puede ser derivado de su
propio carácter.
Quien declara que “lo está haciendo por motivos éticos”, está aludiendo a un deber que ha
emanado de la propia “intimidad” de su conciencia subjetiva y no y no de la inercia de una
presión exterior de la sociedad en la que vive.
Moral- (mos, moris) alude a las costumbres que regulan los comportamientos de los individuos
humanos en tanto son miembros de un grupo social.
Supone, de algún modo, la presión de unas normas vigentes en un grupo social dado.

DEFINICIÓN DE ÉTICA Y MORAL

ÉTICA:
Es la ciencia que estudia el comportamiento moral de los hombres en sociedad. Se establece
una línea divisoria entre lo bueno y lo malo.
La ética, sin embargo, no prescribe ninguna norma o conducta; no manda ni sugiere
directamente qué debemos hacer. Su cometido consiste en aclarar qué es lo moral, cómo se
fundamente racionalmente una moral y cómo se ha de aplicar ésta posteriormente a los
distintos ámbitos de la vida social. En la vida cotidiana constituye una reflexión sobre el
hecho moral, busca las razones que justifican la utilización de un sistema moral u otro.
MORAL:
Conjunto de normas aceptadas como válidas y que conforman un catálogo de deberes de los
integrantes de un grupo social que comparten cultura, creencias y valores, y que permite
catalogar los actos humanos como buenos o malos en función de que se adapten o no a lo
establecido en dichas normas.

DIFERENCIA ENTRE MORAL Y ETICA


a) Ética
La ética es el estudio filosófico y científico de la moral y es teórica.
Surge como tal en la interioridad de una persona, como resultado de su propia reflexión y
su propia elección.
Es el valor, más no el valor impuesto desde el exterior, sino el valor descubierto
internamente en la reflexión de un sujeto.
Es la reflexión teórica sobre la moral. La ética es la encargada de discutir y fundamentar
reflexivamente ese conjunto de principios o normas que constituyen nuestra moral.
b) Moral
La moral es práctica.
La moral tiene una base social, normas establecidas en el seno de una sociedad Influye en
la conducta de una persona pero desde su misma conciencia y voluntad.
Es un conjunto de normas que actúan desde el exterior o desde el inconsciente, una
motivación extrínseca a la conciencia del sujeto.
Impera el aspecto prescriptivo, legal, obligatorio, impositivo, coercitivo y punitivo.
Es el conjunto de principios, criterios, normas y valores que dirigen nuestro
comportamiento. La moral nos hace actuar de una determinada manera y nos permite
saber qué debemos hacer en una situación concreta. Es como una especie de brújula que
nos orienta, nos dice cuál es el camino a seguir, dirige nuestras acciones en una
determinada dirección. La brújula nos indica el camino. En la vida hay que intentar no
perder el norte.
La moral son las reglas de conducta que se establecen para vivir en sociedad. Estas no
son buenas ni malas, esto lo determina la sociedad. Así lo que es "moralmente" permitido
en un lugar puede ser mal visto en otra cultura.

La ética en cambio es el estudio de la moral donde se define el bien y el mal. Lo debido y


lo indebido.

RELACIÓN ENTRE ÉTICA Y MORAL


La ética, es una reflexión sobre la moral. La ética, como filosofía de la moral, se encuentra en
un nivel diferente: se pregunta por qué consideramos válidos unos y no otros comportamientos;
compara las pautas morales que tienen diferentes personas o sociedades buscando su
fundamento y legitimación; investiga lo que es específico del comportamiento moral; enuncia
principios generales o universales inspiradores de toda conducta; crea teorías que establezcan
y justifique aquello por el que merece la pena vivir.
La moral da pautas para la vida cotidiana, la ética es un estudio o reflexión sobre qué origina
y justifica estas pautas. Pero las dos, si bien son distinguibles, son complementarias. Del mismo
modo que teoría y práctica interaccionan, los principios éticos regulan el comportamiento
moral pero este comportamiento incide alterando los mismos principios. A menudo los
conflictos de normas morales que aparecen cuando tenemos que tomar decisiones son el motor
que nos impulsa a una reflexión de nivel ético. Es por ello que Aranguren, reconociendo la
vinculación entre teoría y práctica, llama a la ética moral pensada y a la moral, moral vivida.
ÉTICA Y MORAL, HOY: DOS NIVELES DIFERENTES
Tan antiguo como la misma humanidad es el interés por regular, mediante normas o
códigos, las acciones concretas de los humanos; en todas las comunidades, en todos los
pueblos, sociedades o culturas encuentran prescripciones y prohibiciones que definen su
moral.
En cada comunidad, incluso en la tripulación de un barco pirata, hay acciones
obligadas y acciones prohibidas, acciones loables y acciones reprobables. Un pirata tiene que
mostrar valor en el combate y justicia en el reparto del botín; si no lo hace así, no es un ‘buen’
pirata. Cuando uno hombre pertenece a una comunidad más grande, el alcance de sus
obligaciones y prohibiciones se hace más grande; siempre hay un código al cual se ha de
ajustar bajo pena de deshonra pública.

Ahora bien, junto al nacimiento de la filosofía apareció otro tipo de interés, el de reflexionar
sobre las normas o códigos ya existentes, comparándolos o buscando su fundamento. Estos dos
diferenciados niveles de interés o de actividad humana constituyen lo que conocemos hoy,
respectivamente, por moral y ética. Veamos.
La moral es un conjunto de juicios relativos al bien y al mal, destinados a dirigir la conducta
de los humanos. Estos juicios se concretan en normas de comportamiento que, adquiridas por
cada individuo, regulan sus actos, su práctica diaria. Ahora bien, ni las normas o códigos
morales se proclaman como el código de circulación, ni cada persona asume o incorpora
automáticamente el conjunto de prescripciones y prohibiciones de su sociedad, ni cada
sociedad o cultura formulan los mismos juicios sobre el bien y el mal. Es por todo eso que la
moral a menudo es un conjunto de preguntas y respuestas sobre qué debemos hacer si
queremos vivir una vida humana, es a decir, una vida no con imposiciones sino con libertad y
responsabilidad.

ÉTICA PROFESIONAL
Necesidad de la Ética
Todo trabajador tiene o debe desarrollar una ética profesional que defina la lealtad que le
debe a su trabajo, profesión, empresa y compañeros de labor. Villarini describe que “la ética
de una profesión es un conjunto de normas, en términos de los cuales definimos como buenas
o malas una práctica y relaciones profesionales. El bien se refiere aquí a que la profesión
constituye una comunidad dirigida al logro de una cierta finalidad: la prestación de un
servicio”. Señala, además, que hay tres tipos de condiciones o imperativos éticos
profesionales:
(1) competencia - exige que la persona tenga los conocimientos, destrezas y actitudes para
prestar un servicio
(2) servicio al cliente - la actividad profesional sólo es buena en el sentido moral si se
pone al servicio del cliente
(3) solidaridad - las relaciones de respeto y colaboración que se establecen entre sus
miembros.
Para lograr en los empleados una conciencia ética profesional bien desarrollada es que se
establecen los cánones o códigos de ética. En éstos se concentran los valores organizacionales,
base en que todo trabajador deberá orientar su comportamiento, y se establecen normas o
directrices para hacer cumplir los deberes de su profesión.
En virtud de la finalidad propia de su profesión, el trabajador debe cumplir con unos deberes,
pero también es merecedor o acreedor de unos derechos. Es importante saber distinguir hasta
dónde él debe cumplir con un deber y a la misma vez saber cuáles son sus derechos. En la
medida que él cumpla con un deber, no debe preocuparse por los conflictos que pueda encarar
al exigir sus derechos. Lo importante es ser modelo de lo que es ser profesional y moralmente
ético. Por ejemplo, un deber del profesional es tener solidaridad o compañerismo en la ayuda
mutua para lograr los objetivos propios de su empresa y, por consiguiente, tener el derecho de
rehusar una tarea que sea de carácter inmoral, no ético, sin ser víctima de represalia, aun
cuando esto también sea para lograr un objetivo de la empresa. Al actuar de esa manera
demuestra su asertividad en la toma de decisiones éticas, mientras cumple con sus deberes y
hace valer sus derechos. Además, demostrará su honestidad, que es el primer paso de toda
conducta ética, ya que si no se es honesto, no se puede ser ético. Cuando se deja la honestidad
fuera de la ética, se falta al código de ética, lo cual induce al profesional a exhibir conducta
inmoral y antiética.
Hay tres factores generales que influyen en el individuo al tomar decisiones éticas o antiéticas,
los cuales son:
1. Valores individuales - La actitud, experiencias y conocimientos del individuo y de la
cultura en que se encuentra le ayudará a determinar qué es lo correcto o incorrecto de
una acción.
2. Comportamiento y valores de otros - Las influencias buenas o malas de personas
importantes en la vida del individuo, tales como los padres, amigos, compañeros,
maestros, supervisores, líderes políticos y religiosos le dirigirán su comportamiento al
tomar una decisión.
3. Código oficial de ética - Este código dirige el comportamiento ético del empleado,
mientras que sin él podría tomar decisiones antiéticas.

Un aumento en las regulaciones rígidas en el trabajo a través de los códigos de ética ayudará
a disminuir los problemas éticos, pero de seguro no se podrá eliminarlos totalmente. Esto es
así, debido a las características propias de la ética que establecen que ésta varía de persona a
persona, lo que es bueno para uno puede ser malo para otro; está basada en nuestras ideas
sociales de lo que es correcto o incorrecto; varía de cultura a cultura, lo cual no se puede
evaluar un país con las normas de otro; y está determinada parcialmente por el individuo y
por el contexto cultural en donde ocurre.
No obstante, el profesional debe reconocer que necesita de la ética para ser sensible a los
interrogantes morales, conocer cómo definir conflictos de valores, analizar disyuntivas y tomar
decisiones en la solución de problemas.

Problemas éticos
En las relaciones cotidianas de unos individuos con otros surgen constantemente problemas
cuya solución no sólo afecta a la persona que los crea, sino también a otra u otras personas
que sufrirán las consecuencias. Da testimonio de esto Cartagena (1983) cuando señala que
“las profesiones mismas están continuamente confrontando este asunto al constatarse los
amargos hechos de médicos que explotan a sus pacientes, abogados que se dedican a
actividades criminales, ingenieros y científicos que trabajan sin tomar en consideración la
seguridad pública ni el ambiente y hasta negociantes que explotan al público
indiscriminadamente. Si a esto añadimos la corrupción gubernamental, los robos, el
vandalismo, los asesinatos y la violencia actual, entonces el tema ético toca el centro mismo
de nuestra supervivencia como sociedad.” También Badillo (1990), sostiene que “el arquetipo
del profesional, cuando se enmarca en la pura técnica, oculta, por principio, un ataque furtivo
a la ética”. Esto crea situaciones que se complican en problemas que desmoralizan la imagen
personal y profesional del individuo.
Algunos de estos problemas éticos son los siguientes:
1. Abuso de poder - utilizar el puesto para “pisotear” a unos o para favorecer a otros.
2. Conflicto de intereses - emitir normas en su ámbito de trabajo que redundarán en su
propio beneficio, como lo es el participar en el proceso de reclutamiento cuando uno
de los candidatos es miembro de su propia familia.
3. Nepotismo - reclutar muchos miembros de una misma familia en una institución.
4. Soborno - aceptar dádivas, obsequios o regalías a cambio de dar un trato especial o
favor a alguien como retribución por actos inherentes a sus funciones.
5. Lealtad excesiva - mentir para encubrir la conducta impropia del supervisor o hacer
todo lo que éste le diga, aun en contra de sus principios morales.
6. Falta de dedicación y compromiso - perder el tiempo, hacerse “de la vista larga” y no
dar el máximo de su esfuerzo en el trabajo.
7. Abuso de confianza - tomar materiales de la institución para su uso personal o hacer
uso indebido de los recursos disponibles en la misma.
8. Encubrimiento - callar para no denunciar a un traidor, movido por su amistad o por
temor.
9. Egoísmo - buscar el bienestar propio en detrimento del beneficio de los demás.
10. Incompetencia - El conocido Principio de Peter (1977) estipula que en “toda jerarquía,
todo empleado tiende a ascender hasta alcanzar su nivel de incompetencia.”
Complementa, además, que “para todo puesto de trabajo que existe en el mundo, hay
alguien, en algún lugar, que no puede desempeñarlo.
11. Dado un período de tiempo suficiente y suficientes ascensos, llegará finalmente a ese
puesto de trabajo y permanecerá en él, desempeñándolo chapuceramente, frustrando a
sus compañeros y erosionando la eficiencia de la organización”.

Problemas de esta magnitud requieren la acción enérgica y concertada del profesional para
desarrollar una nueva ética. “Corresponde al momento actual compensar el poder del
profesional moderno, en cuanto técnico, con una más fina percepción de sus regulaciones
morales”. Como es sabido, en todas las profesiones surgen estos tipos de problemas. Es a
través de cursos, cuya finalidad sea la formación ética profesional, que se logra desarrollar
“en el futuro profesional el conocimiento, la habilidad, la sensibilidad y voluntad para que
cuando actúe lo haga a nombre de los intereses de la comunidad profesional de la que es parte,
de la comunidad que le une a sus clientes y del pueblo o humanidad de la que es miembro”
Conclusiones
Para evitar en gran medida los problemas de índole ético-moral que surgen en el ejercicio de
una profesión o de un oficio, se deben poner en práctica principios éticos que establezcan los
parámetros y reglas que describan el comportamiento que una persona puede o no exhibir en
determinado momento. No es difícil poner estos principios en práctica, pero el omitirlos
redundará en perjuicio propio y en el de las personas con quienes se interviene o se interactúa.
“Una decisión en la que está envuelto el comportamiento ético de una persona, siempre va a
estar enmarcada en uno de los principios y valores aquí señalados”.
1. Honestidad - Aprender a conocer sus debilidades y limitaciones y dedicarse a tratar de
superarlas, solicitando el consejo de sus compañeros de mayor experiencia.
2. Integridad - Defender sus creencias y valores, rechazando la hipocresía y la
inescrupulosidad y no adoptar ni defender la filosofía de que el fin justifica los medios,
echando a un lado sus principios.
3. Compromiso - Mantener sus promesas y cumplir con sus obligaciones y no justificar
un incumplimiento o rehuir una responsabilidad.
4. Lealtad - Actuar honesta y sinceramente al ofrecer su apoyo, especialmente en la
adversidad y rechazar las influencias indebidas y conflictos de interés.
5. Ecuanimidad - Ser imparcial, justo y ofrecer trato igual a los demás. Mantener su
mente abierta, aceptar cambios y admitir sus errores cuando entiende que se ha
equivocado.
6. Dedicación - Estar dispuesto a entregarse sin condición al cumplimiento del deber para
con los demás con atención, cortesía y servicio.
7. Respeto - Demostrar respeto a la dignidad humana, la intimidad y el derecho a la libre
determinación.
8. Responsabilidad ciudadana - Respetar, obedecer las leyes y tener conciencia social.
9. Excelencia - Ser diligentes, emprendedores y estar bien preparado para ejercer su
labor con responsabilidad y eficacia.
10. Ejemplo - Ser modelo de honestidad y moral ética al asumir responsabilidades y al
defender la verdad ante todo.
11. Conducta intachable - La confianza de otros descansan en el ejemplo de conducta
moral y ética irreprochable.
La ética debe convertirse en un proceso planificado, con plena conciencia de lo que se quiere
lograr en la transformación de nuestras vidas. Debemos desarrollar al máximo el juicio
práctico y profesional para activar el pensamiento ético, reconocer qué es lo correcto de lo
incorrecto y contar con el compromiso personal para mantener el honor y el deber.
Hostos recomienda en su Tratado de Moral que “hay que poner de nuestra parte un continuo
esfuerzo y una continua disposición de no salirnos del orden que contemplamos y acatamos.
Ese esfuerzo y esa disposición, que es lo que constituye el deber, se derivan inmediatamente
del hecho mismo de estar relacionado el hombre a sí mismo, a los otros y a la Naturaleza”.
Hostos, además, especifica que las relaciones particulares que ligan al individuo con la
sociedad son las de necesidad, gratitud, utilidad, derecho y deber. De estas se derivan los
deberes sociales de trabajo, obediencia, cooperación, unión, abnegación, conciliación y
derecho. Expone que todos los deberes quedan sometidos a uno en general: “el deber de los
deberes, que consiste en el exacto cumplimiento de todos los demás”, y cuando haya conflictos
entre ellos, hay que “cumplir primero el más inmediato, el más extenso, el más concreto”.
Al fin de cuentas, el ser humano es responsable de actuar inteligente y libremente y es el
único que puede responder por la bondad o malicia de sus actos ante su propia conciencia,
ante el prójimo y ante Dios, su Creador.

MANDAMIENTOS DEL ABOGADO: Eduardo J. Couture (1904-1957)

Jurista y docente. Fue profesor titular de Derecho Procesal en la Universidad de la República


en Montevideo. Dirigió la "Revista de Derecho, Jurisprudencia y Administración", fue Decano
de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales y Presidente del Colegio de Abogados.

Sobre los temas de su especialización (procedimientos jurídicos y organización de tribunales)


dictó cursos universitarios y conferencias en varios países y también dio a conocer diversos
trabajos, entre otros un frecuentado "Vocabulario jurídico".

En América Latina es muy conocido el famoso “Decálogo del Abogado”, redactado por el
eminente jurista uruguayo Eduardo Couture, quien fue incorporado al “Colegio de Abogados
de Lima”, como Miembro de Honor en 1951.

Presidió el Instituto Cultural Uruguayo - Brasileño y fue miembro de Número y vice -


presidente de la Academia Nacional de Letras. De su viaje por países de América Latina,
Europa y Estados Unidos dejó testimonio en un libro, "La comarca y el mundo" (1953).
Su famosa frase quedará grabada para la posteridad: “Si el Derecho se contrapone con la
Justicia, inclínate por la Justicia”.

I. Estudia. El Derecho se transforma constantemente. Si no sigues sus pasos serás cada día
un poco menos Abogado.
II. Piensa. El Derecho se aprende estudiando, pero se ejerce pensando.
III. Trabaja. La Abogacía es una ardua fatiga puesta al servicio de la Justicia.
IV. Lucha. Tu deber es luchar por el Derecho, pero el día que encuentres en conflicto el
Derecho con la Justicia, lucha por la Justicia.
V. Sé leal. Leal con tu cliente al que no puedes abandonar hasta que comprendas que es
indigno de ti. Leal para con el adversario, aun cuando el sea desleal contigo. Leal para con
el Juez que ignora los hechos, y debe confiar en lo que tu le dices y que, en cuanto al
Derecho, alguna que otra vez debe confiar en el que tú le invocas.
VI. Tolera. Tolera la verdad ajena en la misma medida en que quieres que sea tolerada la
tuya.
VII. Ten paciencia. EI tiempo se venga de las cosas que se hacen sin su colaboración.
VIII. Ten fe. Ten fe en el Derecho, como el mejor instrumento para la convivencia humana;
en la Justicia, como destino normal del Derecho; en la Paz como substitutivo bondadoso de
la Justicia; y sobre todo, ten fe en la Libertad, sin la cual no hay Derecho, ni Justicia, ni Paz.
IX. Olvida. La Abogacía es una lucha de pasiones. Si en cada batalla fueras llenando tu alma
de rencor llegaría un día en que la vida sería imposible para ti. Concluido el combate, olvida
tan pronto tu victoria como tu derrota.
X. Ama tu profesión. Trata de considerar la Abogacía de tal manera que el día que tu hijo te
pida consejo sobre su destino, consideres un honor para ti proponerle que sea Abogado
.
EL DECÁLOGO DEL ABOGADO" DE ÁNGEL OSSORIO Y GALLARDO
Don Ángel Ossorio y Gallardo, eminente jurista español, publicó en junio de 1919 a la edad
de 46 años, un libro que se volvería un clásico en la deontología jurídica, EL ALMA DE LA
TOGA.
Señala Ossorio que estas páginas son algo más que unos apuntes de observaciones y mucho
menos que un cuerpo de doctrina. Nada hay en ellas de científico ni de narración amena. Son,
sencillamente, la expresión de un estado de conciencia. Sobre esta asequible, pero a la vez
monumental obra, Santiago Sentís Melendo, el jurista argentino, apuntó que la obra de Ossorio
—no solo este libro, sino toda ella— conserva su lozanía porque no es nunca la obra de un
momento sino la obra de una vida. No puede pasar porque los valores que la integran son
permanentes.
En el capítulo final del libro, a manera de corolario, el autor escribió diez breves y profundas
sentencias. Fruto de la experiencia en el foro, estos consejos están dirigidos al profesional del
derecho, pero sobre todo, a la juventud deseosa de hacer de la abogacía un camino de vida.
Dejemos que don Ángel Ossorio nos las comparta:
I. No pases por encima de un estado de tu conciencia.
II. No aceptes una convicción que no tengas.
III. No te rindas ante la popularidad ni adules la tiranía.
IV. Piensa siempre que tú eres para el cliente y no el cliente para ti.
V. No procures nunca en los tribunales ser más que los magistrados, pero no consientas ser
menos.
VI. Ten fe en la razón que es lo que en general prevalece.
VII. Pon la moral por encima de las leyes.
VIII. Aprecia como el mejor de los textos el sentido común.
IX. Procura la paz como el mayor de los triunfos.
X. Busca siempre la justicia por el camino de la sinceridad y sin otras armas que las de tu
saber.
LOS VALORES
Los valores de las personas, se expresan en los principios o ideales que condicionan buena
parte de las opciones de fijar líneas o formas de actuación determinada conforme con lo que
creen que es valioso o digno de ser deseado. Es decir, perfecciona al que lo posee, es valioso
porque lo enriquece, lo busca porque para él representa algo que lo va a hacer mejor ó le va
a dar más De tal modo que cada hombre tiene su propio orden de valores dependiendo de lo
que quiera hacer en su vida. Todo lo que lo acerque a esa meta va a ser valioso para él, y
rechazará todo lo que lo aleje de su fin. Sin embargo el Valor, según el Diccionario de la
Academia Española, es la calidad que constituye una cosa, digna de estimación ó aprecio.
En ese sentido el primer paso es tener clara la meta o metas, el "por qué" de mi vida, lo que
quiero lograr, y en vistas a ello estructurar los valores de acuerdo al orden de importancia,
situando en el lugar correcto para no sacrificar valores superiores por otros inferiores.
Un valor verdadero y universalmente aceptable es el que produce un comportamiento que
beneficia tanto a quien lo ejercita como a quienes lo reciben. De modo que los valores están
unidos a los seres; por eso, los valores no se crean, sino que se descubren. También podemos
observar que el valor no se percibe sólo de modo racional. Es decir, el valor no surge
normalmente como producto de una deducción lógica. Ante todo, el valor es percibido en modo
estimativo.

Definición de valor
En sentido humanista, se entiende por valor lo que hace que un hombre sea tal, sin lo cual
perdería la humanidad o parte de ella. El valor se refiere a una excelencia o a una perfección.
Por ejemplo, se considera un valor decir la verdad y ser honesto; ser sincero en vez de ser
falso; es más valioso trabajar que robar. La práctica del valor desarrolla la humanidad de la
persona, mientras que el contravalor lo despoja de esa cualidad Desde un punto de vista socio-
educativo, los valores son considerados referentes, pautas o abstracciones que orientan el
comportamiento humano hacia la transformación social y la realización de la persona. Son
guías que dan determinada orientación a la conducta y a la vida de cada individuo y de cada
grupo social.
"Todo valor supone la existencia de una cosa o persona que lo posee y de un sujeto que lo
aprecia o descubre, pero no es ni lo uno ni lo otro. Los valores no tienen existencia real sino
adherida a los objetos que lo sostienen.

VALORES DE LA MORAL Y LA ETICA


Los valores éticos se clasifican según diferentes puntos de vista. Considerando el nivel de
mayor o menor incidencia social, hablamos de valores éticos públicos o cívicos y de valores
éticos privados o personales. Justicia y bien son los valores fundamentales o básicos; todos
los otros valores éticos no son sino concreciones de éstos.
1. Públicos o cívicos
 Igualdad
 Libertad
 Solidaridad
 Tolerancia o respeto activo
 Disposición al diálogo
 Respeto a la naturaleza
 Paz
2. Privados o personales
 Amistad
 Autenticidad
 Felicidad
 Placer
 Ternura
 Creatividad
 Profesionalidad

¿Cuántos tipos de valores hay?


Valores Religiosos
Fin Objetivo: Dios
Fin Subjetivo: Santidad
Actividades: Culto interno y externo, virtudes sobrenaturales
Preponderancia: Toda la persona dirigida por la Fe.
Necesidad que satisface: Autorrealización
Tipo de Persona: Santo
Ciencia que lo estudio: Teología
Valores Morales
Fin Objetivo: Bondad
Fin Subjetivo: Felicidad
Actividades: Virtudes humanas
Preponderancia: Libertad dirigida por la razón
Necesidad que satisface: Autorrealización
Tipo de Persona: Íntegra
Ciencia que lo estudio: Ética
Valores Estéticos
Fin Objetivo: Belleza
Fin Subjetivo: Gozo de la armonía
Actividades: Contemplación, creación, interpretación
Preponderancia: Toda la persona ante algo material.
Necesidad que satisface: Autorrealización
Tipo de Persona: Íntegra
Ciencia que lo estudio: Estética
Valores Intelectuales
Fin Objetivo: Verdad
Fin Subjetivo: Sabiduría
Actividades: Abstracción y Construcción
Preponderancia: Razón
Necesidad que satisface: Autorrealización
Tipo de Persona: Íntegra
Ciencia que lo estudio: Lógica
Valores Afectivos
Fin Objetivo: Amor
Fin Subjetivo: Agrado, afecto, placer
Actividades: Manifestaciones de afecto, sentimientos y emociones
Preponderancia: Afectividad
Necesidad que satisface: Del Yo
Tipo de Persona: Sensible
Ciencia que lo estudio: Psicología
Valores Sociales
Fin Objetivo: Poder Fin Subjetivo: Fama, prestigio
Actividades: Relación con hombre masa, liderazgo, política
Preponderancia: Capacidad de interacción y adaptabilidad
Necesidad que satisface: Sociales
Tipo de Persona: Famosa, líder, política
Ciencia que lo estudio: Sociología
Valores Físicos
Fin Objetivo: Salud
Fin Subjetivo: Bienestar Físico
Actividades: Higiene
Preponderancia: Cuerpo
Necesidad que satisface: Fisiológicas
Tipo de Persona: Atleta
Ciencia que lo estudio: Medicina
Valores Económicos
Fin Objetivo: Bienes, riqueza
Fin Subjetivo: Confort
Actividades: Administración
Preponderancia: Cosas a las que se da valor convencional
Necesidad que satisface: Seguridad
Tipo de Persona: Hombre de Negocios
Ciencia que lo estudio: Economía

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