10

Magia,
Capitalismo
y brujería
antisistema

Grupo de lectura coordinado por

Leonor Silvestri
Un grupo de estudio para comprender las maneras mágicas en
las cuales el capitalismo en la época global opera en nuestros
Para saber sobre Leonor Silvestri y sus talleres:
corazones al nivel cognitivo de nuestros deseos más propios
para aplanar todo con su mito de progreso. Magia blanca im-
perialista contra antiguas prácticas brujeriles anti-sistema a lo leonorsilvestri.tumblr.com
largo de la historia pero especialmente en nuestros días. leocatlove.blogspot.com
winona.free@gmail.com
Este fanzine es el resultado del décimo encuentro del Fb: Haciendo amigxs con Leonor Silvestri
Grupo de lectura Magia, Capitalismo y brujería antisistema, Twitter: LeonorSilvestri
coordinado por Leonor Silvestri en
octubre-noviembre del 2016.
sariamente garantiza la mejora en la calidad de vida de las mu-
jeres porque la mujer ateniense no sale de su casa. Entonces
Evans se confunde con eso, la herencia matrilineal no significa
que las mujeres son mejor vistas o que hay un matriarcado, los
judíos tienen lo mismo y podés hablar de un montón de ejem- Magia, Capitalismo y brujería antisistema
plos respectivos. De hecho hay una tesis de Shulamith Fires-
tone muy interesante: ser objeto de admiración no es sinónimo Décimo encuentro
de libertad, entonces que nos adoren cual Venus de la fertilidad
no significa que seamos más libres y el ejemplo prototípico es
esta reforma ateniense que no estaba en Atenas en el siglo VII,
Hoy vamos a empezar explicando “El truco más ingenioso del
se hizo en el siglo V para garantizar este tipo de cosas.
Sistema” de Ted Kaczynski para ver cómo se relaciona con lo
que nos quedaba del “Ars Magica Civis”, que serían algunos
_____________________________________________________________
puntitos pequeños sobre lo que podríamos denominar las reli-
giones civiles. Después de eso vamos a ir a “Brujería y contra-
cultura gay” de Arthur Evans.
“El truco más ingenioso del Sistema” empieza hablando de la
sociedad industrial, dice que es lo peor que nos pasó, que el
mundo está hecho mierda y que genera frustración en las per-
sonas que no pueden ejercer su proceso de poder porque las
cosas que quieren hacer no las pueden hacer porque están ex-
cluidas o porque alguien las hace por ellas. Es lo que Foucault
llama en “Microfísica del poder” las soberanías sometidas, por
una parte la idea de que en la sociedad del espectáculo la mil-
itancia es entretenimiento, es tomar las formas de la política
aceptable y una cosita más que viene de la mano de la sociedad
del espectáculo que tiene que ver con reducir toda nuestra par-
ticipación política al voto. Esta frustración que se genera por
vivir en el mundo en el que vivimos está contemplada por el
Sistema y éste busca producirla. La frustración es un excedente
que a su vez produce personas que buscan cambiar el Sistema
de manera militante en pos de los derechos de los animales, de
las minorías, derechos humanos, algún tipo de reivindicación
de derechos que se tienen o a obtener. Esa frustración es reci-
clada por el Sistema y causa de manera útil ciertos arreglos al
Sistema para hacerlo más soportable, más progre. Y esto no lo
dice el texto pero podría deducirse: si estuviéramos esculpien-
do algún talento no nos dedicaríamos a la militancia. Yo estuve
pensando en estos días donde estamos haciendo una suerte de
militancia global del bien por becarios y sueldos del Conicet.
16 1
Si algo tiene que quedar claro con este curso es que la ciencia
tiene una genealogía que está lejos de ser neutra, de decir
que depende de quien la use y que el problema es la corrup-
ción, los planteos morales o éticos. Esa genealogía, oh casual-
idad, coincide con dos hechos: la caza de brujas que ya saben
que no es solamente un genocidio, especialmente de mujeres
rebeldes y mal llevadas, sino que además es un dispositivo de
docilización a gran escala; y la yuxtaposición hasta el punto de
que en la actualidad aún se cree en la cultura popular como
brujería-pacto con Satán. Es decir que hicieron que lo que era
la cultura ancestral y arcaica de estos territorios pasara como
alianza con Satanás y sin eso no hubiera habido ciencia, así de
sencillo. Por eso la ciencia no puede estar exenta de este tipo
de críticas, quien sea que la realice no puede sino saber que
eso pasa. Pensemos que hay un muchacho becario que está
preparando una aplicación para detectar y anticipar un brote
psicótico en cinco pasos con tu celular, destruyendo de un
plumazo toda la obra post estructuralista que plantea que los
cuadros de diagnóstico y sus operaciones no existen en estado
salvaje y natural sino que son producto de una cultura; hay
que tener mucho cuidado con lo que una sale a apoyar porque
no vaya a ser que salga a apoyar el propio sometimiento.
¿Qué hacer cuando surgen estas dicotomías que yo creo que
el Sistema produce ex professo? Sé que Kaczynski no explica
si esto es producido ex profeso o si es un daño colateral que la
máquina consigue reciclar y reintroducirlo. Creo que lo crea ex
professo aunque sea de manera inconciente, ya se que suena
raro, no doto a la maquinaria que llamamos Sistema de una
conciencia sino que opera como los organismos entonces efec-
tivamente lo crea y a su vez crea estas falsas dicotomías que
son siempre a favor en contra, Boca-River, bla bla bla, que es
como está organizado Occidente. ¿Qué pasa cuando se organi-
zan? Una buena forma del hacer es no hacer y que realmente es
una posición política, es Bartleby. Fascismo es eso, una señora
vegana saliendo a decir “para eso te votamos, Macri, echa a
todos estos choriplaneros, viva el veganismo”. Esta señora que
enloqueció por las redes sociales, se le salió la cadena y que
oh casualidad coincide con estas empresas que toda esta gente
del bien creen que hacen el bien. Por ejemplo, los veganos son
católicos, el catolicismo triunfó como subjetividad, ya lo había
2 15
es que las prácticas homoeróticas eran mucho más fre-
cuentes y abiertas en la Edad Media de lo que son en la ac-
tualidad. Ya sabemos que dos birras después del papi fútbol y
están todos chupándose. En la Edad Media no estaba organiza-
da la familia nuclear como la conocemos ni los protocolos sex-
uales como los conocemos y en el mundo antiguo también era
así. No estoy diciendo que era un lugar más libre el mundo an-
tiguo ni mucho menos sino que tenía otros protocolos sexuales
donde no existía la identidad heterosexual u homosexual sino
que lo que dependía era tu categoría social en todo caso, y tu
categoría social al margen de tu sexo es decir si consideraban
hombre o mujer, específicamente si se te consideraba varón se
te permitía acceder a toda una variedad sexual que hoy sería
considerada homosexual, por decirlo de algún modo.
Otro de los problemas que tiene este texto de Evans que es un
problema que incluso si se quiere es mayor que el de la homo-
sexualidad porque se van a encontrar con un montón de au-
tores y autoras que hablan de la homosexualidad en el mundo
antiguo o en la Edad Media. Es un error pero una puede pensar
que tal vez lo dicen de manera práctica, de la misma mane-
ra que yo voy al hospital y digo “enfermedad” aunque no creo
que Crohn sea una enfermedad, me tengo que hacer entender
frente al señor de la bata blanca entonces no le hablo de cog-
nición ni de operación de diagnóstico. Un problema grave que
yo encuentro en este texto es que está guiado por la hipótesis
de que la herencia matrilineal, ahora lo voy a explicar, mejora o
habla de una mejora en la vida de las mujeres o de una suerte
de matriarcado ancestral perdido, que es una tesis viejísima,
un poco caída en desuso y que de un plumazo la das por tierra.
Me explico: una puede tener derechos a ciudadanía, a la tierra,
al clan, por vía paterna o por vía materna o por ambas. Voy
al ejemplo que contradice esta regla: en Atenas, ¿qué te hacía
ateniense? Ni nacer ahí ni que tu padre fuera ateniense sino
que tu madre lo fuera, es decir, nacer de una mujer ateniense.
Primero eso fue una reforma de Atenas del siglo V, no es an-
cestral sino que lo hicieron para cooptar la ciudadanía, es una
técnica eugenésica para decir “acá estamos los arios atenienses
y todos estos son barbaros”. Por otro lado así podían garantizar
que lo que está en ese vientre fue producido por un varón ate-
niense, y esto es lo que prueba que la matrilinealidad no nece-
goliardos, que también hacían lo mismo: simplemente se iban,
no se dejaban censar y chau, adiós.
¿Qué más no tiene este texto tristemente? Un análisis relacio-
nal es decir es pura descripción, una tras otra. No está mal,
no le vamos a pedir a Evans más de lo que nos pudo dar pero
es eso. A ver, una lee a Federici y ella intenta probar la acu-
mulación originaria, todo su análisis es probar eso, cómo se
produce y relacionarla para decir que no fue simplemente la
Conquista de Latinoamérica sino que fue sobre las mujeres.
Una lee Carlo Ginzburg, lee “Los benandanti”, lee “El queso
y los gusanos” y también tiene una hipótesis: la hibridación
de la cultura popular, del desmembramiento del tejido social
porque piensen en el momento en el que los benandanti emp-
iezan a acusarse entre ellos y eso nos habla de cómo el tejido
social estaba desmembrado porque si no eso no pasaba. En-
tonces hay una hipótesis general que orienta el análisis, Evans
es puro dato. No está mal pero no hay ninguna hipótesis más
que esta hipótesis my imprecisa que es que a los homosexuales
los quemaron. En realidad quemaron a todas aquellas perso-
nas que se desagregaban de un modo u otro al Sistema que
querían imponer, lisa y llanamente. Esto no incluía, y eso es lo
que no analizan ni Ginzburg ni Federici, prácticas sexuales no
convencionales ni ortodoxas ni reproductivistas sino muy por
el contrario se alentaba a las mujeres a la promiscuidad, a la
soledad, a los varones a prácticas homoeróticas. Hay otro libro
de editorial Cuenco de Plata donde está algo de lo que se está
olvidando Evans que es que esas prácticas homoeróticas entre
varones en la Edad Media eran mucho más comunes de lo que
una cree, este maravilloso libro es “La invención de la cultura
heterosexual” de Louis-Georges Tin. Él muestra que “no siem-
pre la pareja hombre-mujer ocupó ese lugar de privilegio en las
representaciones culturales en Occidente. Esta jerarquización se
inició en el siglo XII con el desarrollo del amor cortés pero en los
sectores dominantes la iglesia, la nobleza y posteriormente la
medicina, no cesaron de desarrollar estrategias de resistencia.
Antes de convertirse en norma, la pareja hombre-mujer fue lar-
gamente cuestionada. En conclusión el autor nos invita a sacar
la heterosexualidad del orden de la naturaleza y hacerla ingre-
sar en el orden del tiempo, es decir de la historia”. Este es un
textazo muy interesante. Lo que se le está escapando a Evans
14
dicho Nietzsche.
¿Cómo hacer una crítica cuando del otro lado la alianza que
te queda es con esa persona? Una posibilidad es no hacer, no
hacer como posibilidad en el sentido de que el no hacer es
un hacer, el dejarse caer. Pero bueno, en todo este cuadro está
bueno lo que nos dice Kaczynski acerca de cómo se recicla esa
frustración y esa rebeldía a lo largo del tiempo. Imaginemos
este cuadro de situación: yo ingreso a la Universidad, joven
idealista, pienso que la universidad es pública, laica, gratuita y
todas esas mentiras porque en los papeles no lo es lo que pasa
pero no se nota. Yo quiero cambiar el mundo y de repente me
agarra uno de estos anabaptistas del PO y caigo, quedé adentro
de la secta durante cuarenta años cuando en realidad la car-
rera duraba seis y pintando carteles en no sé donde. Después
está esta otra cuestión de las formas de militancia son prefab-
ricadas, son las formas de la política clásica aceptables y
nada tienen que ver con este mundo de “lo político” que
son las formas de afectación, tendido de redes y demás. Si mi
objetivo es visibilizar señores que se chupan los penes voy a
visibilizarlos dentro del aparato represivo es decir que lo que
importa es la visibilización, no importa de quien y donde. Ese
es el gran problema que encuentra esta frustración reciclada
por el Sistema que a su vez contribuye a mejorarlo porque sino
llegaría un momento donde generaría mucha tensión social
y finalmente a alguien se le saldría la cadena por completo.
Unos de mis vaticinios mala onda, por ejemplo el de Cristian
Aldana: me parece que es una lavadita de cara como para que
todas nos quedemos un poquitito contentas y tranquilitas de
que la justicia opera, hace algo. Es ese tipo de cosas, abrimos
un poquitito la agenda de género porque en el fallo para negar
la excarcelación está contemplada una perspectiva de género,
vamos aggiornando un poco sin cambiar el concepto de lo que
violación es. Todo lo que hagamos va a ser parte de reform-
ismo y de la simulación, excepto aquellas cosas que no se
pueden asimilar, como por ejemplo el no hacer porque siem-
pre es la fuerza improductiva y es muy complicada de asimilar,
se la puede exterminar pero no tiene asimilación, vos podes
militar la reinserción laboral de alguien que se echó a caer pero
no podes reivindicar el deseo de no hacer nada. Se va limando
un poco la política mientras lo político sigue en la nada misma.
3
Hay un texto anterior que viene a cuento porque hoy salió en abras pero lo interesante es que él ve en
Clarín que se mataron a cuatro personas en Santa Fe. El tit- el análisis de todos estos epítetos que hoy
ular dice: “El joven detenido le llevó a su ex la plata de la ma- son usados en inglés como epítetos ho-
nutención de sus hijos, discutieron y le pegó. Ella recurrió a la mofóbicos, una tradición de la acusación
policía y luego asesinaron a cuatro integrantes de su familia”. de herejía y hace una relectura de restos
Una señora dueña de #niunamenos dice: “Según Clarín la re- no heterosexuales o restos de sexualidades
sponsable de los crímenes es la denuncia y no el feminicida”. no convencionales reproductivistas den-
Sin embargo, hay una situación real que es que si no hacés tro de estos grupos lo cual habla de algo
la denuncia no te creen que ocurrió lo que que nosotras siempre tenemos que tener
en cuenta que es la tensión de la iglesia
ocurrió o no tenés manera de operar sin la denuncia. Existe católica con el resto del mundo. La iglesia
este texto que siempre recomiendo que se llama “Filosofía de la
católica a lo largo de toda a Edad Media no
deserción” de Peter Pál Pelbart que tiene un capítulo que tiene
tiene la misma fuerza y presencia en todas
mucho que ver que se llama “Cómo vivir solos” que es un inter-
las regiones, en todas las comarcas y en to-
texto con un libro de Barthes que se llama “Cómo vivir juntos”.
dos los países europeos que la Ilustración
Esto tiene mucho que ver con nuestro texto de hoy de “Brujería
cuando habla del mundo medieval le da.
y contracultura gay” porque el texto de Barthes, que en reali-
De lo que hablan estas palabras es de esas
dad es un cuaderno de notas de un curso que dio y que nunca
tensiones, de cómo había un montón de
llegó a escribir como texto y por ende es bastante fragmentar-
gente que simplemente desertaba.
io y difícil de leer, rastrea todos los grupos, sectas, disgrega-
Hay un cálculo en un texto que tiene
ciones, todas las personas que se desagregaron, nómades, etc.
mucho que ver con eso que hemos visto
de la Alta Edad Media especialmente hasta la Baja Edad Media
más de una vez que es “Y la guerra ape-
una vez que cayo el Imperio Romano de Oriente y de Occidente.
nas ha comenzado” de Tiqqun porque re-
Es un poco de lo que trata “Brujería y contra cultura gay” y a
toma todo esto, a lo cual una siempre se
su vez yo creo que ambos textos están en relación o en órbi-
pregunta “Tan leídos que son los Tiqqun
ta con otro texto de Foucault que se llama “La amistad como
y no se les cae una sola idea que no sea
modo de vida”. Podríamos poner todos estos textos en una or-
una machiruleada”. En algún momento
bita de lo que yo llamaría “lo político”, como una línea de fuga
les cayó este libro en las manos y si no les
de “la política”, siendo ésta –como dice el “Ars Magica Civis”- la
cayó el de Barthes que era más puto que
afirmación o la resacralización por parte del proceso de la Ilus-
todos y vos decís “no puede ser”. Pero lo
tración de lo que estaba desacralizado, es decir, se desacralizan
que nos importa de ese texto de Tiqqun es
las religiones para sacralizar las instituciones. Pál Pelbart en
que hace una relación entre las personas
ese texto habla de los tipos de soledad. Por supuesto hay una
que en la actualidad o en las últimas dé-
soledad positiva que es productiva y necesaria, es la famosa
cadas se desagregaron y se fueron a la re
soledad a la que nos encomendaba Virginia Wolf, que se refiere
mierda de Inglaterra y nadie sabe dónde
a que si una no está sola no puede hacer nada y que específi-
están y pasan por desaparecidas y en real-
camente las que hemos sido asignadas mujeres está bueno tra-
idad son personas que se desagregaron del
bajárselo un poquito porque ya sabemos cómo es y todo lo que
Sistema y se fueron, desaparecieron. Me
opera sobre nosotras. Hay otra soledad que es la negativa, la de
parece que se podría relacionar con estas
los dispositivos que te hacen creer en las instituciones para que
otras personas tipo beguinas, begardos,
4 13
nos olvidemos que la bomba de hidróge-
no la inventaron los científicos, no la in-
ventaron las brujas ni tampoco la inventó
Torquemada. Entonces es muy difícil hac-
er una crítica a eso sin quedar del lado de
esta la cocinera vegana, nazi mal vestida
que salió a decirle a Macri “Echalos a to-
dos, para eso te votamos, hacelos chorizo
de seitán”:
Ya sabemos que el lenguaje nos habla y
que nosotras tenemos que hacer esfuerzo
para no ser habladas por el lenguaje sino
para hablarlo nosotras. Una de las cosas
entretenidas que hace el texto, supongo
que leerlo en inglés debe ser más entreteni-
do, es rastrear todas las palabras que se
usan en la actualidad en el inglés con una
connotación peyorativa pero que tienen
una genealogía en la Edad Media que es
super interesante. Un ejemplo es faggot,
que es la leña que se ponía en la pira para
quemar a la bruja; otro es el fairy, el hada,
que es una palabra que en la actualidad se
usa para hablar de alguien que tiene mu-
cha pluma; otra que es muy interesante es
began, que es mendigo y viene de un grupo
que son beguinas y begardos, un grupo nó-
made que son muy interesantes como sec-
ta porque primero son moleculares y se-
gundo porque se desagregan, simplemente
es gente que se va de la ciudad, de los cen-
tros urbanos y sociales, se va encontrando
también por los caminos y va organizando
sus casas comunales. Por decirlo de algún
modo, a mi me gustaría relacionarlo con
el anarquismo transhumante es decir esas
prácticas que implican vivir de la limosna,
no trabajar y no estar agregado a la idea
de avance que siempre tienen los centros
urbanos. En fin, hay un montón de pal-
12
después, cuando vos te encomendás a esas instituciones y les
cedes todo tu poder, toda tu soberanía y tu accionar para que
la institución resuelva, te abandona y no lo hace porque fun-
ciona mal sino porque así funciona entonces no es que el Borda
anda mal, sino que no tiene manera de andar de otra manera
porque para eso está un neuropsiquiátrico, y así con las demás
instituciones. Entonces si bien el titular del diario está escrito
con una mala leche increíble, también el feminismo tiene que
dejar de ser imbécil siguiendo los lineamientos de personas que
después son las que invitaron a Gustavo Cordera a disertar
delante de un grupo de estudiantes.
Nuestra pelea no es el titular sino el hecho de que si vamos a
ir a hacer la denuncia después quién nos cuida, nuestra pelea
es incluso cultural porque es dejar de alentar la idea de que
quien no denuncia, encubre; dejar de alentar la idea
de que denunciar es la panacea y la solución
a todos los problemas, específicamente de la violencia
doméstica; y empezar a generar redes de apoyo, contención y
trabajo que no necesariamente tienen que ser esos grupos de
afinidad idealistas donde somos mejores amigas para tirarnos
un centro. Para albergar un par de días en la casa de una o
para hacer todo un favor o para aguantarte los trapos no hace
falta que pasemos juntas la Navidad y Año Nuevo, con mucho
menos alcanza porque esas mismas instituciones donde se nos
insta a hacer las denuncias son las que después nos aban-
donan cuando vienen los machirulos a asesinarnos, a las prue-
5
bas me remito. Eso no se va a modificar porque así operan los
poderes represivos, quien no lo sepa es porque forma parte de
una clase social que no lo sufre. A ver si las señoras de las bar-
riadas pueden ir a contar con el apoyo policial, por supuesto
que no.
El problema es el mundo, las instituciones y demás quien
haya tenido que ir a hacer una denuncia, lo sabe. Eso es
lo que Peter Pál Pelbart llama soledad negativa, es la creencia,
es lo que “Ars Magica Civis” llama las religiones civiles, es una
religión civil, está sacralizada la idea de la política clásica par-
tidaria, la razón objetiva, las instituciones y que las izquierdas
son revolucionarias: es sagrado, no se puede tocar. Después
vos pensás “esta es la vida, por acá tengo que ir” pum, te la
ponen. Esa resacralización que incluye la política clásica, la
razón objetiva, la confianza en las instituciones, las cesiones
del poder o soberanías sometidas al decir de Foucault en “Mi-
crofísica del poder”, y las izquierdas revolucionarias que cuen-
tan con un cuerpo sacerdotal de políticos, publicistas, periodis-
tas e intelectuales que es lo que dice Tiqqun del inexplicable
voluntariado del Imperio; a su vez lo que hace es debilitar la
cooperación porque se supone que están las instituciones para
ayudar a las personas en estas situaciones, se supone que es-
tán los refugios, están las instituciones que ayudan para eso.
Después ya sabemos que en las instituciones no hay nada y
que no es que no hay nada y podría haber algo: eso son las in-
stituciones. Lo que no se termina de entender ni de explicar es
porqué una cree en eso, frente a eso una buena mane-
ra es no hacer para poder construir lo políti-
co. Todo el mundo que no es occidental, me refiero a lo ances-
tral oriental y a las culturas ancestrales autóctonas de estos
continentes como el nuestro están llenas de ejemplos del no
hacer donde en realidad la gente no se pone prolífica, volunta-
rista, voluntariosa y obstinadamente solidaria con las insti-
tuciones sino que tienen muchísimas técnicas, hasta las artes
marciales. Piensen en todas las artes marciales orientales enfo-
cadas a que se te venga encima el otro y aprovechar esa opor-
tunidad más que vos ir a la confrontación directa. Las insti-
tuciones, ya está probado, hacen lo que hacen y su
ineficiencia es muy eficiente, así es como nos matan entonc-
6 11
ticas que no estén orientadas a producir gente porque buena
parte de estos cultos, sectas y grupos son toda gente que no
quiere traer bebés al mundo. Lo que analiza este texto son to-
das aquellas prácticas no reproductivistas o no convencional-
mente reproductivistas. Lo que pasa es que a Evans le ocurre
la gran matrimonia igualitaria, él quiere probar que quemaron
homosexuales, él quiere probar la del pueblo judío, que no le
pueden estar haciendo daño a Palestina porque ellos fueron
históricamente perseguidos desde Egipto para acá. Bueno, es
verdad y sin embargo Palestina ya prácticamente no existe.
Esto es lo mismo, él quiere probar que los homosexuales han
sido históricamente perseguidos lo cual es cierto y sin embargo
acá no hay homosexuales y tampoco heterosexuales. Lo que
hay son diferentes grupos de personas que no son solamente
acusadas y quemadas por homosexuales sino por rebeldes y
esa rebeldía incluye la posibilidad de enfiestarte y no parir, por
ejemplo. Es mucho más complejo y rico que la simple mención
de la homosexualidad contemporánea a mi modo de ver. No
obstante Evans es el único material más o menos no especial-
izado con el que contamos es decir escrito en un lenguaje llano
que cualquiera podría entender y más o menos de fácil acceso,
que rastrea cómo este tipo de prácticas sexoafectivas están in-
cluidas en las acusaciones de herejía que después fueron acu-
saciones de pacto con el Diablo. Es lo único que tenemos, bien
o mal, y también es el único que le dice a todas estas personas
o sea a “Calibán y la bruja” y a “Los benandanti” de Ginzburg,
a Murray, que leen el campo social de la Edad Media como lo
que son: heterosexuales o personas heteronormadas que no
se les ocurre en ningún momento pensar o concebir que una
de las características que tenían todos estos grupos es que no
estaban llevando adelante una sexualidad o un acercamiento
físico afectivo de acuerdo a los cánones de la normalidad de
su tiempo que en una parte, no en su totalidad, se parece a
nuestra norma porque de algún lado viene la nuestra. Lo que
vimos en Ars Magica: cambiamos a diosito por el Estado, apa-
reció la Razón, la ciencia y lo objetivo pero básicamente son las
mismas maneras de proceder, por eso a nosotras nos parece
que son todos cristianos porque efectivamente son cristianos
subjetivados. La gente quiere hacer el bien y es muy difí-
cil hacer fugas de lo que vehiculiza las ideas del bien, no
finalmente era el Diablo y no había un aparato científico es
decir objetivo y todas sus disciplinas auxiliares orientadas a
descubrir si tu papá te abusó de chiquita entonces por eso aho-
ra sos lesbiana, esas cosas que te dicen en psicoanálisis, si en
realidad una madre muy fuerte, si un trauma, bla bla bla. Este
es el error que tiene el libro de Evans, que es un libro lleno de
buenas intenciones pero que como libro de divulgación cientí-
fica y acostumbradas a lo que estamos hoy con la ensayísti-
ca contemporánea en la divulgación científica es pobretón en
cuanto a su análisis: primero porque una estas categorías por
ende no le hace honor a lo que podría haber sido un mejor
análisis de todas estas prácticas sexo afectivas medievales post
Imperio Romano que, y esto es importantísimo, eran prácticas
disidentes en lo sexual pero en realidad lo sexual era uno de los
condimentos de la disidencia de los muchos que había dentro
de unas prácticas de la existencia comunitaria que giraban
en torno a encontrar la manera donde el incremento de mis
potencias dependa del incremento de las potencias de otra per-
sona sin que haya una ley mediando, es decir, refutar la tesis
de alguien que no existía en esa época que era Hobbs. En vez de
pensar que el hombre es el lobo del hombre, pensar que estas
prácticas que incluían ya sean un ascetismo extremo o
prácticas orgiásticas podían aunarnos. Pero no tenían que
ver simplemente con ganas de coger sino con experimentos,
rituales, formar comunidad y con otras maneras entender la
sexualidad, maneras a las que nos podemos acercar hoy pero
no podemos saber bien qué era porque para nosotras la sexu-
alidad es lo que es en este momento o sea podemos hacer más
o menos esfuerzo para construir otra y deconstruir la que tene-
mos pero no nos podemos acercar a un grupo como los cataros
o beguinas y begardos o gnósticos y entender para qué estaban
usando lo que estaban usando y cuál era su propósito, cómo lo
organizaban. Lo podemos entender, no lo podemos pasar por el
cuerpo. Alguien habrá que haya hecho alguna que otra experi-
mentación al respecto.
Entonces el texto de Evans que tiene sus problemas pero no
deja de ser muy interesante porque marca como toda la litera-
tura, incluso la literatura muy recomendable como es el caso
de Federici y de Ginzburg, sigue teniendo de telón de fondo la
acusación del futurismo reproductivo es decir todas las prác-
10
es yo no me voy a poner a pelear con un tomuer, hay que
hablarle a las personas que todavía pueden escuchar. En esta
idea de que se debilita la cooperación aparece este libro de Ev-
ans “Brujería y contracultura gay” ¿Qué es lo que hace el libro
de Evans? Piensen que es un libro del ´70 entonces realiza una
operación con las herramientas y los conocimientos que tiene.
Este libro por un lado va orientado a esto que podríamos de-
cir las prácticas de la existencia comunitaria, llamadas así por
Foucault, donde está incluida la amistad como modo de vida
y de cómo los intercambios sexuales construyen esa amistad
o por lo menos la construyeron en otro momento, específica-
mente en la Edad Media, y cómo organizar una vida comunal
de algún tipo más cerca, más lejos, sin leyes o por lo menos
sin leyes centralizadas. Es decir cómo organizar reglas de
convivencia, modos de poder afectarnos, de poder existir
y vivir, más o menos juntas, yo diría que no sin conflicto pero
con dispositivos para resolver el conflicto que sean menos con-
traproducentes y aniquilantes que los que tenemos en la actu-
alidad. No me parece peor manera de resolver un conflicto
que caer en las trampas de la legalidad, que no es lo mis-
mo que utilizar ese aparato para defenderse, obviamente,
no hay que ponerse idealista. Por ejemplo: si a mí mañana me
pisa un auto que encima se da a la fuga lo mejor que puedo
hacer es llamar al seguro, lo más inteligente es judicializar a
esa persona que me atropelló. Me voy a llevar una plata, tengo
testigos, etc. Evans propone este libro que viene a constituir
un área de vacancia de los otros libros que nosotras ya vimos.
El área de vacancia es el que, por mencionar a dos, en Federi-
ci como en Ginzburg donde vemos ritos ancestrales jamás se
habla de prácticas sexuales que no sean las, por ponerle algún
mote, convencionales y ortodoxas de las personas del mun-
do contemporáneo que escriben estos textos. Es decir, nunca
está contemplado que las personas que formaron parte de es-
tas culturas populares, de estos ritos y prácticas ancestrales
no tienen una organización familiar, ni sexual ni sexo afectiva
enmarcada dentro de las categorías contemporáneas de la lla-
mada heterosexualidad. Evans hace una torpeza que ustedes
deben haber notado en la primera página que es decirle a todo
eso homosexualidad. Tampoco es homosexualidad ¿por qué?
La homosexualidad existe en nuestro mundo contemporá-
7
neo heterosexual, es la variable menor de un par opositivo y
antagónico creado en la Modernidad producto del Capitalismo
que tiene como una de sus características principales el hecho
de que vos elegís una vez y para siempre, después se te da
derecho a volver a elegir. Es decir a los quince años elegís lo
único que hay para elegir que es ser heterosexual, después más
adelante podés elegir otra cosa, salís del closet aunque te lleve
más o menos tiempo: pero después no podes ir y venir, probar
un ratito, no. No, si sos muy dúctil te dan dos y te llaman bisex-
ual. Y son antagónicas: no se puede ser heterosexual y bisexu-
al, heterosexual y homosexual, es una o la otra y en general son
estancas es decir va primero una y la otra y no se vuelve. Nadie
dijo: Viví veinte años feliz homosexuala y ahora voy a vivir otros
8 9
veinte feliz heterosexuala, no existe eso. Habrá quien lo haga,
no me vengan ahora con los contraejemplos pero quiero decir
que no está después contemplado a nivel social. Esta idea de
los pares opositivos antagónicos no existió hasta el siglo, por
decir algo, XVIII-XIX, en la época de la que está hablando Ev-
ans no existía. La otra cuestión que no existía y que también
es solidaria con este tema es que en muchos casos podía estar
más o menos criminalizado, de decir más o menos socialmente
perseguido, pero no tenía un aparato científico analizándolo
o sea no había becarios dispuestos a encontrar el gen gay. Si
venía el Santo Oficio y decía que hacías un pacto con Satán
porque te gustaba que te metieran el hinojo de los benandanti
en la cola, eras benandanti sodomita. Pero la causa de todo