PepsiCo y el marco legal del trabajo en Argentina.

PepsiCo es una empresa multinacional estadounidense que se dedica a la comercialización de snacks,

galletitas, gaseosas, etc. La filial argentina genera unos 2400 empleos directos y en años recientes ha llegado
a facturar más de 60.000 anuales. Recientemente, una de las fabricas de la multinacional, ubicada en la ciudad
de Buenos Aires, cerró sin previo aviso; dejando a 535 sin empleo.

Según la ley, una empresa es una “organización instrumental de medios personales, materiales e inmateriales,
ordenados bajo una dirección para el logro de fines económicos o benéficos” y empresario es “quien dirige la
empresa por sí, o por medio de otras personas, y con el cual se relacionan jerárquicamente los trabajadores”.

En primer lugar, el empleador posee ciertas facultades; entre ellas la facultad de modificar las formas y
modalidad del trabajo. Esta, por definición, consiste en introducir cambios necesarios para un
desenvolvimiento más productivo de la empresa, siempre y cuando no ataque a los derechos del trabajador.
En el caso de PepsiCo, la empresa cerró la planta en Florida por cuestiones estratégicas ya que al encontrarse
en un barrio residencial la estructura de costos era muy alta y había múltiples dificultades logísticas de acceso
y traslados. Si bien se podría decir que cerrar esta planta por fines productivos, esta entre las facultades que
posee PepsiCo como empleador, este esta provocándoles un daño material y moral a los trabajadores ya que
los está dejando desempleados sin previo aviso.

En segundo lugar, el empleador también tiene la obligación de mantener indemne al trabajador y evitar por
todos los medios de su alcance que esta sufra detrimento en su salud o en su patrimonio. Una de estas
obligaciones con las que debe cumplir es que, al finalizar la relación laboral, el empleador deberá extender un
certificado de trabajo y aportes debidamente firmado y certificada la firma, comprobante necesario para
poder tramitar en el caso que corresponda el seguro de desempleo. La multinacional estadounidense cumplió
con esta obligación, ofreciéndole a sus empleados una indemnización agravada del 200 por ciento, incluyendo
años de antigüedad en el cómputo, junto a una extensión de la cobertura médica por 6 meses más sobre el
mínimo legal.

Por último, cabe destacar que el contrato del trabajo entre la empresa PepsiCo y sus trabajadores se extinguió
de forma unilateral por parte del empleador. Fue un despido sin causa; ya que ninguno de los trabajadores
fue en contra de ninguna de sus obligaciones, y sin preaviso. El aviso previo es necesario para finalizar con un
contrato de trabajo ya que tiene el fin de que, en este caso, el empleado despedido pueda adoptar las medidas
necesarias para conseguir otro medio de subsistencia y evitar que se encuentre con un desampara imprevisto.
Si el preaviso es omitido, como lo fue con los despidos realizados por PepsiCo, se deberá abonar una
indemnización equivalente al tiempo del preaviso omitido, lo cual se hizo.