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ENSAYO GRUPOS VULNERABLES

I. INTRODUCCIÓN

Cuando hablamos de grupos vulnerables, lo debemos entender como un


fenómeno que se encuentra condicionado por el desarrollo de las relaciones
sociales. Por esto, para su comprensión y atención resulta necesario considerar la
relación de éstos con los impactos y desenlaces de aquellos sucesos que causan
su vulnerabilidad, así como las medidas de prevención, respectivamente; ya que la
vulnerabilidad se coloca como el primer momento considerado en el proceso de
riesgo-lesión o daño.

Por lo anterior resulta de gran importancia el estudio y análisis de hasta qué


punto se da la igualdad entre los diversos grupos sociales y los llamados grupos
vulnerables, de igual forma detectar los abusos de los derechos humanos a los
que pueden ser sometidos estos últimos.

Para entrar al estudio de este fenómeno social es importante determinar que por
igualdad se entiende como el derecho inherente que tienen todos los seres
humanos a ser reconocidos como iguales ante la ley y de disfrutar de todos los
demás derechos otorgados de manera incondicional, es decir, sin discriminación
por motivos de nacionalidad, raza, creencias o cualquier otro motivo.

Es decir que la igualdad es la ausencia de total discriminación entre los seres


humanos, en lo que respecta a sus derechos. Pero consideramos que no basta
con esto, sino que es un tema mucho más amplio, y que abarca tantos factores,
que puede, en muchos casos, llegar a determinar nuestras vidas.

Generalmente cuando escuchamos el término de “igualdad” lo primero que se nos


viene a la mente es la igualdad entre razas, igualdad de sexos, que no son las
únicas, pero que tal vez son las que más preocupan a la gente porque están más
presentes en su vida cotidiana sin embargo la igualdad es un derecho y además
un valor que consiste en el estado ideal de una sociedad, aquella en la que los
derechos y obligaciones sean para todos iguales, que se apliquen las mismas
sanciones a la sociedad en general.

DESARROLLO

Definición

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Durante la última década la atención a grupos vulnerables, también conocidos
como grupos sociales en condiciones de desventaja, ocupa un espacio creciente
en las agendas legislativas de las políticas públicas, con especial atención a los
procesos de vulnerabilidad social de las familias, grupos y personas. [1]

El concepto de vulnerabilidad se aplica a aquellos sectores o grupos de la


población que por su condición de edad, sexo, estado civil y origen étnico se
encuentran en condición de riesgo que les impide incorporarse al desarrollo y
acceder a mejores condiciones de bienestar.[2]

El Plan Nacional de Desarrollo (PND) define la vulnerabilidad como el resultado de


la acumulación de desventajas y una mayor posibilidad de presentar un daño,
derivado de un conjunto de causas sociales y de algunas características
personales y/o culturales. Considera como vulnerables a diversos grupos de la
población entre los que se encuentran las niñas, los niños y jóvenes en situación
de calle, los migrantes, las personas con discapacidad, los adultos mayores y la
población indígena, que más allá de su pobreza, viven en situaciones de riesgo.

La vulnerabilidad

Ahora bien la vulnerabilidad tiene su origen a partir de la reunión de factores


internos y externos que al combinarse disminuyen o anulan la capacidad que tiene
una persona, grupo o comunidad para enfrentar una situación determinada que les
ocasione un daño, y más aún, para recuperarse de él, y para entender un poco
más listamos las siguientes definiciones:

El Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) concibe a la


vulnerabilidad como un fenómeno de desajustes sociales que ha crecido y se ha
arraigado en nuestras sociedades.

La vulnerabilidad provoca que, a nivel jurídico, quienes la sufren sólo vean


reconocidos sus derechos y libertades fundamentales a un nivel formal, ya que en
la realidad o en el mundo material es en donde se les limitan, nulifican o
desconocen, debido a prácticas culturales, sociales, políticas o económicas,
movidas por intereses diversos en los que el poder y el abuso del mismo tienen
una influencia importante; es decir, no existen las condiciones para su goce y
ejercicio.

Como un ejemplo de la desigualdad que viven los grupos vulnerables


podemos citar la violencia contra la mujer abarca los siguientes actos:

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a) La violencia física, sexual y sicológica que se produce en la familia, incluidos los
malos tratos, el abuso sexual de las niñas en el hogar la violencia relacionada con
la dote, la violación por el marido, la mutilación genital femenina y otras prácticas
tradicionales nocivas para la mujer los actos de violencia perpetrados por otros
miembros de la familia y la violencia relacionada con la explotación;

b) La violencia física, sexual y sicológica perpetrada dentro de la comunidad en


general, inclusive la violación, el abuso sexual, el acoso y la intimidación sexuales
en el trabajo, en instituciones educacionales y en otros lugares, la trata de mujeres
y la prostitución forzada;

c) La violencia física, sexual y sicológica perpetrada o tolerada por el Estado,


dondequiera que ocurra.

La igualdad de oportunidades debe permitir tanto la superación como el desarrollo


del nivel de vida de las personas y grupos más vulnerables. Estas oportunidades
deben incluir el acceso a servicios de salud, educación y trabajo acorde con sus
necesidades.

Como señalamos, la identificación de las raíces de la vulnerabilidad es importante


para las propias personas vulnerables a fin de que desarrollen y mejoren sus
propias capacidades para contrarrestar su vulnerabilidad. Por ello, los organismos
que asisten a grupos vulnerables deberán ayudarles a definir las causas de su
vulnerabilidad y a desarrollar sus propias capacidades para superarla. (9)

Se puede afirmar que la atención a grupos vulnerables debe ser una prioridad en
los programas nacionales establecidos por el Estado: "La atención a grupos
específicos constituye el tercer nivel de la política social, ubicado dentro del marco
de la asistencia social que comprende el auxilio a la población vulnerable". (10)

La situación de estos grupos demanda acciones integrales que les permitan llevar
una vida digna y con mejores posibilidades de bienestar por lo que uno de los
objetivos principales que debe plantearse el Estado es el de abatir la marginación
y el rezago que enfrentan los grupos sociales vulnerables para proveer igualdad
en las oportunidades que les permitan desarrollarse con independencia y plenitud.

De tal forma que el Estado debe fortalecer los proyectos de coinversión social
entre el gobierno y las organizaciones de la sociedad civil enfocados a la atención
de grupos vulnerables así como avanzar en el concepto de seguridad social para
ampliar el alcance y cobertura de los programas de gobierno enfocados a la

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protección de grupos vulnerables y entre otras llevar a cabo las siguientes
acciones:

A) Impulsar reformas jurídico-institucionales y fortalecer las políticas públicas


correspondientes, que permitan alcanzar la igualdad de oportunidades entre
los géneros y un trato humano para la mujer exento de abusos y prejuicios.

B) Elaborar de un cuerpo jurídico con perspectiva de género para que la mujer


pueda denunciar todo tipo de discriminación, y a la vez le brinde la
confianza plena de que sus derechos no se van a seguir violando.

C) Reformas a la Ley Federal de Trabajo, al Código Penal Federal y a las


leyes correspondientes para garantizar trabajo digno, condiciones de
trabajo seguras, equitativas y satisfactorias y una remuneración justa para
las mujeres y elaborar criterios y objetivos de comparación entre empleos
que puedan superar la segregación ocupacional y salarial, y que garanticen
la aplicación del principio de igualdad de remuneración entre la mano de
obra femenina y masculina por un trabajo de igual valor.
D) Impulsar reformas legislativas para incorporar el enfoque de género en la
planeación del desarrollo nacional y en el Presupuesto de Egresos de la
Federación.

E) Crear la Procuraduría de la Defensa de la Mujer y garantizar la plena


libertad de las mujeres para elegir y ejercer cualquier profesión y empleo;
libertad de capacitación, de expresión, de asociación y organización; y
libertad de reproducción.

F) Luchar contra la discriminación de género y hacer posible la construcción y


el ejercicio pleno de los derechos sociales, económicos, laborales, políticos
y culturales de todos y todas.

G) Asegurar los programas y acciones para el acceso de las mujeres a


servicios de salud sexual y reproductiva, de calidad y sin discriminación en
todo el territorio nacional y bajo una coordinación que integre la prevención
y atención de la salud en todo su ciclo de vida.

H) Garantizar las condiciones para que la mujer pueda vivir libre y


responsablemente su sexualidad sin ser por ello objeto de hostigamiento,
violencia o discriminación

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I) De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, se estima que cuando
menos el 10% de los mexicanos vive con alguna discapacidad física,
mental o sensorial. Por esta razón se debe promover la incorporación de las
personas con discapacidad a los diferentes programas sociales que llevan a
cabo los tres órdenes de gobierno así como fortalecer la coordinación de la
Administración Pública Federal con los gobiernos estatales y municipales,
con el propósito de brindar un apoyo lo más integral posible y descartando
la posibilidad de incurrir en duplicidades de atención.

J) Diseñar políticas públicas de apoyo y fomento productivo coherentes con


las formas particulares de organización y gestión económicas de las
comunidades.

K) Otorgar a los pueblos indios seguridad jurídica en la tenencia de sus tierras,


aguas y bosques, y abrirles el acceso a fuentes de financiamiento para su
aprovechamiento.

L) Fortalecer las instituciones que fomentan el desarrollo cultural indígena.


M) Promover la creación de espacios que sirvan para incentivar el desarrollo
de las diversas manifestaciones de la creación técnica, científica, artística y
cultural de nuestras etnias.

Las anteriores son una serie de acciones o ideas que podrían promover o en su
caso fortalecer el gobierno sin embargo como sociedad podemos coadyuvar con
diversas acciones, ejemplo de ello es educar a nuestros hijos para que entiendan
que todos somos iguales y merecemos el mismo respeto y las mismas
oportunidades, dejar de ser cómplices y denunciar los abusos, respetar a los
adultos, aplaudir las fortalezas y ayudar a superar las debilidades de nuestros
semejantes, y entre otras tantas acciones que podemos ejercer; de esta manera
podremos apoyar como sociedad a que las acciones ejercidas por el Estado
tengan un mayor impacto en la solución de este problema.

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IMPLEMENTACION DE ESTRATEGIAS EN LOS SECTORES
VULNERABLES

El enfoque de inclusión social que se desarrolla actualmente en la Constitución, el Plan de


Desarrollo Nacional, y en la operación ministerial de la Política Social en Ecuador, la misma
que fue adoptada en el gobierno del ex presidente Rafael Correa, se puede evidenciar que
a nivel normativo el enfoque de inclusión social enmarcado en el paradigma del Buen
Vivir, implica una transformación del modelo de desarrollo seguido, y con este, el sentido
y alcance de las políticas sociales. Este último supone el tránsito de un enfoque de corte
asistencialista, centrado en la pobreza, a otro de alcance universal.

La exclusión social es un concepto que se posiciona en el debate académico europeo en la


década de los setenta, y da cuenta de una perspectiva analítica a partir de la cual se
reflexiona en torno al bienestar, el crecimiento y el desarrollo, especialmente en el marco
del decaimiento del Estado benefactor y la crisis fiscal de esos años. El uso de esta noción,
remite a un enfoque que se centra en las privaciones económicas, políticas, sociales y
culturales que obviamente afectan a las poblaciones más vulnerables, lo cual conduce a la
elaboración e implementación de nuevas políticas sociales.

Si bien este enfoque se centró en la población más necesitada, y a partir de él se logró una
reducción de tal población, en la década de los noventa los países latinoamericanos se
caracterizaron por la persistencia y el incremento de fuertes problemas de desigualdad en
las diversas esferas sociales: en comparación con otras regiones, América latina es más
desigual pero con menores índices de pobreza. El coeficiente de Gini para América Latina
ES ENTRE EL 19 Y 65% más alto que el Gini promedio para otras regiones. (Lustig, 2012,
p.106).

Esta desigualdad no es más que una expresión de otras desigualdades sociales más
amplias de carácter económico, político, social, educativo y cultural. Estas desigualdades,
por su parte, afecta negativamente la integración social, volviéndose problemáticas
recurrentes de violencia, delincuencia, desafección política, sentido de injusticia,
desconfianza entre los individuos, (Latinobarometro, 1995-2000; abad & Trak, 2013).

En este contexto, el problema de la integración o cohesión social se tornó decisivo en


América Latina, por lo que la CEPAL comenzó a promover acciones de política centradas
en esta preocupación (Flores, Valenti & Loza, 2012).

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Estructura institucional y programas sociales, relacionados con la
exclusión en sectores vulnerables.

Esta estructura organizativa crea diferentes ministerios tales como el Ministerio


Coordinador de Desarrollo Social (MCDS), que lidera la articulación, ejecución y monitoreo
de las políticas sociales emprendidas desde los ministerios e instituciones relacionados
con cinco áreas: mejoramiento de Hábitat, inclusión económica y social, desarrollo rural,
área educativa y de salud.

La coordinación ejercida por el MCDS sobre varias entidades gubernamentales busca dar
forma a una política social enmarcada en el paradigma del Buen Vivir, que recupere el rol
del Estado para promover:…una Buena educación; servicios de salud accesibles y de
calidad; acceso a agua segura y permanente, a alimentos sanos, suficientes y nutritivos; un
hábitat seguro y saludable con una vivienda adecuada y digna; trabajo, opciones de
inclusión social-económica y seguridad social; el derecho a la movilidad, entre otros
factores. (MDS, 2010)

El área relevante para entender cómo se concibe la inclusión social a nivel ministerial es la
de inclusión socioeconómica, y el antecedente ministerial explícitamente relacionado con
esta perspectiva, y al cual nos limitamos en este análisis, es la transformación del
Ministerio de Bienestar Social en el Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES), el
23 de agosto de 2007 (Decreto 580, 2007). De esta manera, el MIES se encuentra entre los
ministerios coordinados por el MCDS.

La pertinencia del análisis de las políticas sociales al nivel de un ministerio como el MIES
radica en el cambio de perspectiva que supone. Más allá de la variación de nombre del
ministerio, la problemática de la exclusión social como eje conlleva una modificación de la
percepción sobre la inclusión social en las políticas sociales. Por lo que éstas constituyen
una metapolítica, en tanto que establecen “criterios para inclusión y/o exclusión de los
individuos en la comunidad política de los ciudadanos” (Fleury, 2005, p.201). El ámbito en
el cual la política social tiene contacto con la población objetivo es donde se manifiestan
los criterios de inclusión/exclusión que se manejan a nivel operativo y que pasan a formar
parte del imaginario de la población objetivo (Elmore, 1980).

En términos de diseño de políticas públicas, la creación del MIES implicó una


restructuración paulatina de los objetivos y programas en el área de política social, con el
“propósito” de reemplazar las políticas y programas sociales meramente asistencialistas
por otros de carácter más integral. Después de 5 años, en noviembre de 2012, se ajusta y
puntualiza la finalidad del MIES, poniendo énfasis en la reducción de brechas
socioeconómicas y en el impulso a la inclusión y la integración social a través de, por un
lado, el acceso a la salud, la educación, la capacitación entre otros aspectos que mejoran
la disposición de activos– y, por otro, la generación de oportunidades para acceder a
mejores empleos. El MIES cuenta con dos áreas principales de trabajo que articulan

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programas sociales específicos para conseguir la inclusión de la población en estas
direcciones, sin embargo, contrariamente a los objetivos de inclusión integral, los
programas sociales siguen concentrando la atención en los grupos considerados “como
pobres o vulnerables”. A continuación se detallan estas áreas de trabajo y sus programas
sociales emblemáticos (MIES, 2012, p.4):

A pesar de los amplios criterios contenidos en el concepto del Buen Vivir y la perspectiva
de atención universal sostenida por la SENPLADES, estos programas sociales son de corte
asistencialista y están dirigidos especialmente a la población en pobreza extrema o
vulnerabilidad.

En el aspecto normativo, en Ecuador se desarrolla una visión extendida de la exclusión


social, que recupera los diversos enfoques construidos en América Latina dentro del
marco innovador del paradigma del Buen Vivir. La estructura de la institución abocada a
enfrentar la exclusión social, a su vez, es bastante relevante, no obstante lo cual, no se
cuenta con elementos para sostener que los programas sociales desarrollados por el MIES
guarden coherencia con los mandatos normativos. En diversos análisis se ha señalado que
gran parte de las políticas sociales no son más que traspasos monetarios directos a la
población pobre, que se nutren de la bonanza petrolera y que se traducen en “bonos” y
en disminución de los precios del consumo de servicios básicos (electricidad, por ejemplo)
(Treminio, 2014). Según este autor, los programas sociales se limitan a asegurar la
asistencia a aquellos que quedan fuera del mercado y no se dirigen a integrar más y
mejor, en las distintas esferas sociales, al conjunto de la población. Una argumentación
similar se sostiene en estudios como el de Evans, Huber, & Stephens (2014) o el
de Vanhulst (2015). Por lo anterior, cabe interrogarse sobre la sintonía de las políticas
sociales que anuncia la SENPLADES con respecto a la integralidad y universalidad
proclamada en el paradigma del Buen Vivir a nivel constitucional.

Dado que se trata de una propuesta alternativa al modelo de desarrollo tradicional,


resultan de enorme interés la investigación y reflexión analítica sobre el devenir de las
experiencias políticas y de políticas públicas enmarcadas en el Buen Vivir, ya sea a nivel
país, región o localidad. Sobre todo es de particular importancia dilucidar el alcance de
estas experiencias para superar configuraciones estatales que no responden al interés
público (Bazúa & Valenti, 1992).

II. CONCLUSION

Por lo anterior podemos decir que la perspectiva jurídica diríamos que son
aquellos grupos a los que se les violan sus derechos y de alguna manera se les
pone en una situación en la que la discriminación adquiere su nombre y origen. Y
en este sentido es deber del Estado evitar tanto las causas como sus

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manifestaciones y sus consecuencias, lo que representa proveer de todo aquello
que sea necesario para garantizar a éstos el goce y ejercicio de todos sus
derechos en condiciones de igualdad y dignidad, es decir, protegerlos por lo que
con esto último podemos afirmar que vulnerabilidad se utiliza para designar a los
grupos que deben recibir ayuda.

No importa el género, el color de piel, la situación física o económica, todos y


todas merecemos los mismos derechos y la ley debe respetarlo, ya que por el
simple hecho de estar aquí y tener las características de un ser humano debemos
ser respetados y tratados como a la demás gente, no debe existir distinción en las
comunidades ni en los pueblos indígenas, de tal forma que debemos contribuir
como sociedad a abatir la ignorancia y el maltrato físico y psicológico que se les
da a estas personas, las comisiones de derechos humanos, por su parte, deberían
cumplir sus leyes para brindar a toda la gente la misma seguridad, los mismos
valores y sobre todo “el mismo trato”.

III. REFERENCIAS

Organización de las Naciones Unidas para la agricultura y la Alimentación (FAO),


“Directrices relativas a los sistemas nacionales de información y cartografía sobre
la inseguridad alimentaria y la vulnerabilidad (siciav): antecedentes y principios”,
en http://www.fao.org/docrep/meeting/w8500s.htm#E11E18, (consulta noviembre
2005)

http://archivos.diputados.gob.mx/Centros_Estudio/Cesop/Comisiones/d_gvulnerabl
es.htm

“Significado de la vulnerabilidad social frente a los desastres", Revista Mexicana


de Sociología, México, UNAM, Instituto de Investigaciones Sociales, año LIV, núm.
4, octubre-diciembre de 1992, p. 5.

Barrére Unzueta, María de los Ángeles, Discriminación, derecho


antidiscriminatorio y acción positiva a favor de las mujeres, Civitas, 1997; y artículo
de la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación
contra la Mujer.

9
Naciones Unidas, Informe de la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Social:
publicado como documento A/CONF/166/9.

Delgado Aguilar, Edgar, " Derechos humanos y grupos vulnerables", Asamblea,


México, 2a. época, núm. 15, vol. 1, diciembre de 1998, p. 27.

Plan Nacional de Desarrollo, “Grupos Vulnerables”, Informe 2003, p. 98, en


http://pnd.presidencia.gob.mx/index.php?idseccion=51 (consulta noviembre 2005).

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