ABR-JUN

2010

30 de ABRIL, 19.30 h 28 de MAYO, 19.30 h 25 de JUNIO, 19.30 h

The Play Damas y caballeros a partir de 65 Aficionados

Pelin Esmer Lilo Mangelsdorff Arturo Dueñas

CRUZANDO
LOS MÁRGENES:
Gente de a pie
que sube a
los escenarios

Imagen: Aficionados.

Proyecciones en el Terrario es un programa audiovisual un programa en torno a la creación audiovisual más

que se desarrolla en Intermediæ con una frecuencia regular
durante todo el año. En él se presentan obras cinematográficas
y videográficas con orientaciones estéticas diferentes y que
de modo transversal están relacionadas con las líneas de
investigación y programación de Intermediæ.
Esta programación se complementa con Sesión de noche,
espacio que invita a distintos comisarios a presentar
experimental y propiciar a través de la reflexión sobre
las piezas seleccionadas un acercamiento a discursos
y problemáticas emergentes dentro del campo del arte
contemporáneo. Sesión de noche tiene lugar en el Terrario
de Intermediæ, proponiendo varias citas en el año y
convirtiendo el Terrario de Intermediæ en un espacio
informal de tertulia.

Intermediæ Matadero Madrid. Paseo de la Chopera, 14. 28045, Madrid. www.intermediae.es

 ABR- JUN 2010 PRESENTACIÓN
— CRUZANDO LOS MÁRGENES: Gente de a pie que sube a los escenarios —
“Esto que representamos aquí tiene que ver también con la vida real,
el ansia de mantener relaciones, sentir emociones, como en la vida real.”
Damas y caballeros a partir de 65.
D
esde el otro lado de la pantalla una aldeana de-
clara: “Para mí la vida es un teatro. Veo que todo
el mundo a mi alrededor tiene un papel”. Una
de sus compañeras reconoce: “He cambiado mi
forma de sentir”. Otra de ellas alega: “Desde que
hemos empezado con este teatro me siento más li-
bre”. “¡Expresémonos actuando en el teatro!”: grita una de las
protagonistas de la obra a aquellos que se han quedado del
otro lado del improvisado escenario en la plaza del pueblo,
a vecinos, familiares, amigos, que hacen parte de la masa
del público sentado en los bancos. Cinco semanas antes, las
nueve mujeres participantes en la obra de teatro cuyo montaje
sigue con su cámara la directora Pelin Esmer, también hubie-
sen permanecido sentadas, observando la actuación de otros.
Sin embargo, apartaron sus miedos, la angustiosa sensación
de “hacer el ridículo”, y se expusieron públicamente. Grita-
ron a coro, construyeron un guión a partir de sus historias de
vida y decidieron
no volver a callar.
Para ellas hacer
teatro y desnudar
sus memorias frente
a las personas con
las que comparten
su vida diaria es un
acto de resistencia
y reivindicación.
Los protagonistas
del segundo filme
respondieron a una
convocatoria de Pina Bausch en la que se buscaban damas
y caballeros mayores de 65 años, sanos, con talento rítmico
y sin experiencia en danza. Podían haber permanecido en
la quietud del hogar, disfrutando del descanso que llega
con la jubilación; pero se transformaron en aprendices, se
adentraron en el juego de invertir el proceso de envejeci-
miento a través de un ritual creativo en el que volvieron a
descubrir sus cuerpos, en el que despertaron la expresión
de su sexualidad y asumieron el reto y la disciplina de tra-
bajar colectivamente y armonizar sus personalidades sobre
las tablas de un escenario, ensayo tras ensayo, función tras
función. El arte les devolvió energías, vitalidad, relaciones
humanas; en él encontraron nuevas formas de experimentar
y aprender, de compartir y crecer. Son otros que no eli-
gieron la opción más sencilla, que no se conformaron con
echarse a un lado llevando a cuesta los años.
La tercera película de este ciclo parte de la realidad para construir
la ficción. Aquí, una vez más, la narración nos guía a través del
montaje de una obra de teatro por un grupo de personas que
trasponen los límites de sus vidas privadas para diseñar sus perso-
najes y caracterizarlos. Su título, Aficionados, hace alusión a uno
de los puntos comunes entre estos filmes: sus protagonistas asumen
la interpretación y las artes escénicas desde la posición del
amateur, con la pasión y la falta de prejuicios del que no ha fijado
una meta previa a la acción, del que no trata de encajar dentro
de los límites o modelos de una profesión, del que mantiene una
actitud experimental, incluso lúdica, cuando encuentra un espacio
de realización personal en los lenguajes del arte, y va desvelando
a través del proceso creativo la potencia de un medio y sus propias
capacidades para interactuar dentro de ese contexto.
Los proyectos escénicos articulados en las narraciones cinema-
tográficas que se presentan en este ciclo, conforman territorios
autónomos anclados
a la realidad, en el
que sus participan-
tes encuentran un
tiempo y un espacio
paralelos desde los
cuales interpelar la
vida cotidiana, una
puerta de entrada
y salida, de ida y
vuelta a sus historias
personales. Expe-
riencias de creación
colectiva, períodos
para compartir, aprender y enseñar; viajes imaginarios en los
que el arte deja de estar siempre más allá, confinado en tem-
plos auráticos al alcance de unos pocos, para convertirse en
algo cercano. Sentir en su misma piel, tomar la palabra, dejar
de ser espectadores pasivos y empezar a hacer y participar.
Estas historias portan el germen de la transgresión, rupturas
generacionales, cuestionamientos de género, reclamos del de-
recho a hablar con voz propia. El arte como laboratorio social,
el cine que va en busca de las historias allí donde éstas surgen,
a pie de calle, entre gente que tiene mucho que contar y poco
que perder, porque caminan sin vicios instituidos, formalismos o
deformaciones profesionales cuando se abre el telón y después
de que se hayan apagado los focos.
“La última actuación, hay que despedirse”, comenta resigna-
da una de las damas mayores de 65 años.
ABR- JUN 2010 PROGRAMA
30 de ABRIL, 19.30 h
· Oyun (The Play), 2005 (Turquía). Documental. Dirección: Pelin Esmer. Duración 90’. Turco con subtítulos en castellano.
Presentación a cargo de Beatriz Santiago.
Ummuye, Behiye, Ummu, Fatma K., Cennet, Saniye, Fatma F., Zeynep y Nesime son nueve mujeres campesinas que
viven en Arslankoy, un pueblo de montaña en el sur de Turquía. Ellas pasan sus días trabajando duro en los campos,
en la construcción y en el hogar. Para aligerar la carga de la vida cotidiana, estas mujeres se unen con la intención de
escribir y realizar una obra de teatro basada en sus propias historias de vida.
Pelin Esmer (Estambul, 1972) se especializó en sociología en la Universidad de Bogazici y cursó estudios de cine con el director Yavuz Ozkan. Su
primera película, el documental El Coleccionista (2002), recibió el Premio Mejor Documental en el Festival de Cine Independiente de Roma. En 2006,
The Play, su primer largometraje documental, cosechó un amplio palmarés en festivales internacionales. En 2009 terminó su más reciente filme, 10 to
11, que ya ha sido galardonado en diferentes festivales de cine en Turquía, Alemania y Noruega.
Beatriz Santiago (Madrid,1968) es actriz, guionista y directora artística con extensa experiencia en teatro, cine y televisión. En Dinamia, cooperativa
orientada a la consultoría social y la intervención comunitaria, trabaja en un espacio de dinamización cuyo objetivo es contribuir a la mejora de los
procesos de empoderamiento de personas y grupos a través de medios como el teatro o la radio. Recientemente ha estrenado la obra Los sueños de
Marina con el grupo de teatro de mujeres 8 de marzo, que coordina en el Centro para la Igualdad 8 de marzo de Fuenlabrada.
www.oyuntheplay.com
28 de MAYO, 19.30 h
· Damen und Herren ab 65 (Damas y caballeros a partir de 65), 2002 (Alemania). Documental. Dirección: Lilo
Mangelsdorff. Duración 70’. Doblada al castellano.
Presentación a cargo de Cecilia Pérez-Pradal.
Podrían permanecer sentados en sus casas y disfrutar su jubilación. En cambio, han respondido a un aviso que decía: “Se
busca a damas y caballeros a partir de 65 años”. La coreógrafa Pina Bausch y su compañía Wuppertal Tanztheater real-
izó una nueva presentación de su obra Kontakthof (Zona de contacto) en el 2000 con 25 aficionados de edad madura.
Lilo Mangelsdorff (Frankfurt) realizó estudios de educación, sociología y psicología. En 1985 se graduó en comunicación visual y cine en la Escuela
Superior de Diseño de Offenbach. En 1983 fundó la empresa Cinetix GmbH con la que produjo Damas y caballeros a partir de 65. Ha dirigido y
producido documentales y películas de arte con un concepto experimental.
Cecilia Pérez-Pradal (Argentina, 1976) es socióloga, actriz, directora y profesora de teatro. Diplomada en el Doctorado en Teoría e Historia del
Teatro por la Universidad Complutense de Madrid. Dirige la Cía. Puctum, con la que desarrolla proyectos de experimentación escénica y con la que
recientemente estrenó la segunda temporada de la obra de teatro documental Corte Arganzuela en Intermediæ Matadero Madrid.
www.cinetix.de Con la colaboración del Goethe-Institut Madrid.
25 de JUNIO, 19.30 h
· Aficionados, 2010 (España). Ficción. Dirección: Arturo Dueñas. Duración: 115’. Castellano.
Presentación a cargo de Arturo Dueñas.
Premiere en Madrid.
Aficionados a vivir… porque la vida no es para profesionales: un particular bibliotecario, una ejecutiva de éxito, un
profesor de primaria, una madre soltera, un cocinero italiano, una especialista informática… se reúnen semanalmente
para cultivar su afición favorita. Aficionados es una película experimental de creación colectiva, en la que, primero se
eligió a los actores (no profesionales) y fueron ellos mismos los que construyeron sus personajes.
Arturo Dueñas (Valladolid, 1962) es Licenciado en Filología Hispánica y diplomado en cinematografía, actor y director de cine y teatro. Su formación
en artes escénicas tuvo lugar en el Aula de Teatro de la Universidad de Valladolid y en el Centro de Investigación Actoral Espacio Abierto; realizó
estudios en el Máster en escritura de Guión de la Universidad de Salamanca y en el Filmmaking Course de la New York Film Academy. Ha dirigido los
cortos Run, run, run (2007) y Pucela Square (2008).
www.aficionadoslapelicula.com
 ABR- JUN 2010 PERSPECTIVA DEL DIRECTOR
— A PROPÓSITO DE AFICIONADOS —
Por Arturo Dueñas
Aficionados es una película independiente, producida
exclusivamente con financiación privada, escrita por
los propios actores, mezclando realidad y ficción,
y rodada por un equipo técnico recién salido de las
escuelas. Durante la 54ª Semana Internacional de Cine
de Valladolid se proyectó una copia de trabajo en dos
sesiones de film evaluation, tras las cuales se distribuyó
al público una encuesta, cuyos resultados resultaron
valiosos durante el montaje definitivo de la película.
Aficionados es una película de creación colectiva,
nacida tras la experiencia de varias personas que
asisten a un taller de teatro en el Centro de Investigación
Actoral Espacio Abierto de Valladolid. Detrás de cada
cual había una pequeña aventura vital que podía ser
aprovechada como base argumental para una historia.
Por otro lado, habíamos notado en algunas películas
recientes que todos los personajes hablaban con una
misma voz, la del guionista que les había dado vida.
Así que pensamos que cada personaje debía construir
su propia historia, nadie mejor que cada uno podía
plantear y desarrollar sus propios conflictos.
Para desarrollar los personajes y las tramas se
definieron tres ámbitos de indagación: el familiar, el
profesional y el personal; y los tres debían basarse en
la propia experiencia de los actores. De esta forma
se ha mezclado realidad y ficción; por ejemplo,
los nombres de los personajes son los nombres de
los propios actores, y dentro de la figuración o en
pequeñas partes se ha escogido a personas que se
representan a sí mismas. También las localizaciones
son, en su mayoría, los auténticos escenarios en que
se desarrolla la vida “real” de los actores/personajes:
sus lugares de trabajo, sus propias casas.
Nos planteamos la dificultad de elaborar una historia
polifónica con cierta coherencia sin poder exponer
y recibir las aportaciones de los demás de manera
frecuente en un principio. Por ello, tras sucesivos
encuentros de trabajo, decidimos abrir un blog en
el que, primero, construyéramos nuestros personajes
(subiendo entradas desde la “piel” del otro yo) y,
más tarde, construyéramos también las tramas y su
interrelación.
La siguiente fase consistió en la elaboración del
tratamiento literario, tras lo cual comenzamos a rodar,
sin tener un guión dialogado terminado, de forma que
todo el rodaje estuvo basado en la improvisación.
Durante nuestras clases del taller de teatro nos dimos
cuenta de que algunas improvisaciones nos dejaban
impresionados por su veracidad. Por eso decidimos
rodar las 105 secuencias del tratamiento literario sin
escribir una sola línea de diálogo: así cada actor
debía resolver la situación planteada expresándose
con sus propias palabras, para darle mayor veracidad
a su personaje.
Este planteamiento condicionó la forma de rodar.
Todas las secuencias están rodadas en plano secuencia
y cámara en mano, y muchas veces el operador
de cámara no sabía hacia dónde dirigirla, ya que
ignoraba cómo se iba a desarrollar la escena. Por
eso hay movimientos bruscos, pérdidas de foco, etc.,
que hemos incorporado al montaje como definitorios
de un estilo.
También este planteamiento hizo que tuviéramos
que repetir las secuencias varias veces hasta quedar
satisfechos con el resultado. Sin embargo, en el
montaje no siempre queda el plano secuencia entero,
sino que se compone la secuencia con fragmentos de
diferentes tomas, sin continuidad, con breves saltos
en el tiempo, en una suerte de montaje elíptico. Ello
se traduce en un muy laborioso trabajo de edición, ya
que las posibilidades son muy diversas, pudiendo dar
lugar a películas muy diferentes. En total se rodaron
unas 160 horas, sin una planificación estricta, con lo
cual tocó elegir, cortar y combinar. Es un proceso muy
creativo, pero llevó muchísimo tiempo desarrollarlo.
ABR- JUN 2010 E N T R E V I S TA
— ENTREVISTA CON PELIN ESMER —
Por Buket Sahin
“El teatro nunca termina. Hemos sufrido, pero nuestros
hijos no lo harán”, fueron las optimistas declaraciones
realizadas por nueve campesinas turcas al final de la
obra El grito de las Mujeres. Su representación era el
resultado de intensos preparativos, que transformaron
sus trágicas historias personales en una obra de teatro
bajo la supervisión del director de la escuela local.
Esta es la primera vez que estas mujeres comparten
sus historias…
¿Cómo cambio The Play las vidas diarias de estas mujeres
y sus familiares? ¿Todavía sigues en contacto con ellas?
¿Son conscientes del creciente éxito de The Play?
Estaríamos equivocados si dijéramos que su rutina diaria
cambió mucho; la mayoría de ellas aún están trabajando
en las granjas o en la construcción, mientras que tres de
ellas gestionan actualmente cafeterías en una aldea del
sur de Turquía. Una de las mujeres, Ummiye ha inicia-
do un nuevo grupo de teatro en Mersin, la ciudad más
cercana a la aldea, y está escribiendo y dirigiendo sus
propias obras. El resto todavía hace obras de teatro en el
pueblo con la ayuda de Hüseyin, el director de la escue-
la primaria de la aldea. Algunos de sus maridos también
se unieron a la compañía de teatro. Aunque formar parte
en la producción de las obras de manera activa haya
afectado sus vidas en la aldea, el cambio más importan-
te ha sido el crecimiento personal. Por ejemplo, su com-
postura trasmite más amor propio y satisfacción, tienen
un mejor concepto de sí mismas. Además, los familiares
que no estaban inicialmente muy a favor de sus esfuerzos
han experimentado un cambio de corazón, están muy or-
gullosos. Les conté a las mujeres (y sus familiares) acerca
de todos los festivales a los que asisto y los premios reci-
bidos. También fueron capaces de venir a Estambul para
asistir a la premier de la película. Dos de ellas también
me acompañaron en el Festival de Derechos Humanos en
San Sebastián.
Usted ha dicho que las nueve mujeres que se implicaron
en el teatro en sus aldeas habrían escrito y producido
la obra independientemente de que se hubiera hecho
este documental: “Quise rodar una ficción como un do-
cumental en vez de un documental como una película
de ficción, sin tratar de ser invisible pero integrándome
Entrevista con Pelin Esmer por Buket Sahin. Octubre 2006. (Fragmentos). Fuente: www.arteeast.org
silenciosamente en sus vidas en aquel mismo pueblo,
en ese mismo momento y con las mismas personas que
están experimentando los hechos. El lenguaje del do-
cumental, en contraste con el lenguaje de la ficción,
requiere que el cineasta entre en la vida de otras per-
sonas, sus esperanzas y temores, amores y odios, para
luego salir y resucitarlos en la pantalla. El reto es apa-
sionante y a menudo embriagador. Finalmente, puede
hacerse cargo de cada momento que despierta.”
¿Realmente sintió que entró en la vida de estas per-
sonas en Arslanköy antes de rodar The Play? Habién-
dose especializado en sociología, ¿observó sus vidas
como unas típicas yoruk (nómadas) y las comparó con
otras mujeres del sureste de Turquía?
Inmediatamente después de leer en los periódicos que
estas mujeres estaban tratando de poner en marcha una
producción teatral, me dirigí a su pueblo para conocerlas.
En primer lugar, pasé 3 o 4 días en la aldea con ellas,
con el objetivo de conocerlas, que me conocieran y ver
si ellas se entusiasmarían tanto como yo con el proyecto
de hacer un documental sobre sus preparativos al escribir
y producir su propia obra. No rodé mucho durante el
primer viaje. Empleé este tiempo en conocerlas y com-
prenderlas mejor. Fueron los únicos días que pasamos
juntas antes de comenzar el rodaje. Tres semanas más
tarde fui allí con un pequeño equipo de tres personas,
incluyéndome, para comenzar el proyecto exactamente
cuando ellas iniciaban sus preparativos.
Aunque estudié sociología, he hecho esta película como
cineasta más que como socióloga. Por supuesto, el haber
estudiado sociología me ayudó. Pero me centré en los
distintos aspectos de sus caracteres y traté de contar sus
historias usando un lenguaje cinematográfico. En lugar de
sacar conclusiones, preferí hacer preguntas para aprender
más sobre sus vidas. Si bien era consciente de que sus
orígenes nómadas las hacían especiales en términos de su
necesidad de independencia y libertad, nunca las percibí
como representantes de algún grupo determinado. Para mí
eran nueve maravillosas mujeres que habían encontrado
un gran hombre que las ayudó a contar su historia. Yo
me moría de ganas de contar sus historias… Podrían ser
cualquiera de nosotras.