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CURSO: CRIMINOLOGÍA
HUACHO – PERU
2018
DEDICATORIA
LA PSICOLOGÍA FORENSE
I. CONCEPTOS GENERALES.-
1. La Psicología
2. Forense
Ahora bien, el término forense proviene del latín fórum esto es, la plaza, el espacio
público donde en la época romana tenían lugar los juicios públicos. Por tanto el
Psicólogo Forense tiene que establecer objetivos de la evaluación, elaborar y
utilizar procedimientos que sean realmente relevantes. Se debe esforzar en traducir
los conocimientos psicológicos para que sean entendibles y útiles desde el punto
de vista legal. En ese sentido, la Psicología Forense trata de esclarecer si el
individuo que delinquió, lo hizo en plena claridad de conciencia o se trataba de un
alterado comportamental, que no quiso hacer el mal ni supo evitarlo y solo guarda
recuerdos vagos que pueden ser expresados con imaginadas fabulaciones.
En ese sentido se puede decir, que por medio de la Psicología Forense es posible
deducir la imputabilidad entendida como el presupuesto psicológico de la
culpabilidad en la que entra en juego la intencionalidad, que implica:
A pesar de que, como vemos, la responsabilidad última del alcance de este medio
de prueba recaerá siempre en los magistrados, algunos autores han resaltado el
peso constatado que tienen los informes periciales en las decisiones judiciales.
Granados (1990) hace notar esta circunstancia subrayando además la incidencia
que supondrá esta valoración sobre la vida afectiva, económica, etc. de las
personas, en la medida en que la sentencia recoja las opiniones de la pericia. En
este sentido nos advierten también Aguilera y Zaldivar (2003) al ofrecernos el
resultado de un estudio realizado con jueces, al señalar como conclusión más
importante “el papel decisivo, que según los jueces, tiene el informe psicológico
para valorar los aspectos centrales sobre los que centra la pericia psicológica”,
indicándonos que, en su estudio, “la mayor parte de los jueces, responden que sólo
en algunas ocasiones, toman decisiones diferentes a las recomendadas en los
informes”.
Desde el entorno jurídico, Montero (2001) indica “la norma general de la sana
critica, puede hacer llegar a soluciones muy diferentes en la valoración de la
pericia. No faltan ocasiones en que el contenido de la Sentencia sobre la guarda y
custodia de los hijos se decide con una mera remisión a lo dicho en el informe”.
Mucho más allá llegaba Grisso (1986) en sus consideraciones, al hacer notar a los
psicólogos, que precisamente somos nosotros los más interesados en que las
evaluaciones forenses sean de calidad por su gran repercusión social en la imagen
de la psicología en esta área que aún se está consolidando.
El papel del Psicólogo como Perito es determinante para valorar las limitaciones
perceptivas del testimonio ocular, la eficacia relativa de la identificación mediante
rasgos faciales, voz u otros medios, los medios para facilitar el recuerdo (por
ejemplo hipnosis forense) o para dificultarlo o para alterar la dinámica testical.
Otra aplicación destacable es el apoyo que el Psicólogo como perito puede prestar
a la hora de valorar supuestos clásicos de las relaciones entre derecho y salud
mental: Por ejemplo, el internamiento terapéutico, la incapacidad para
la administración de bienes y propiedades, la rehabilitación forzosa, la captación o
alteración de voluntades testamentarias, etc.
El psicólogo forense tiene una comprensión amplia sobre todos los mecanismos
legales y procesales. De hecho, si no fuera así, podría ser fácilmente excluido de
ciertos procesos en los que participase al haber perdido la credibilidad de los
distintos actores implicados en el juicio. El sistema judicial es un sistema formal
en el que los métodos y procedimientos tienen una importancia capital. De ahí que
el psicólogo forense, además de ser experto en su ámbito, deba conocer y adecuarse
perfectamente a estas regulaciones.
Hemos hablado sobre qué es la psicología forense y también sobre las tareas que
realizan los profesionales de la psicología judicial. Ahora bien: ¿qué formación
debe tener un psicólogo forense para poder ejercer?
Este punto es más complicado de explicar, puesto que cada país tiene una
legislación distinta respecto al background académico que precisan este tipo de
profesionales. En general, podemos decir que, para dedicarse a la psicología
forense, el profesional debe contar con el grado o la licenciatura o título
universitario en Psicología, para después especializarse en alguna de estas
ramas: psicología de las organizaciones, psicología social o psicología clínica,
siendo este último ámbito especialmente relevante.
Son muchos los elementos y factores en los que la psicología forense tiene un papel
clave en el contexto de un proceso judicial. Con el objetivo de ayudar al juez a
tomar decisiones acertadas, el psicólogo forense pone a disposición del caso una
serie de conocimientos y herramientas.
Una de las funciones más comunes hace referencia al estudio que llevan a cabo los
psicólogos forenses acerca de las facultades mentales y las condiciones
psicológicas de alguna de las partes implicadas en un juicio (acusados,
denunciantes y hasta testigos). Este análisis ayuda a dilucidar, en el caso de los
acusados, si estaban en pleno uso de sus facultades mentales en el momento en el
que, presuntamente, cometieron un delito. Por ejemplo, si hay un imputado por
homicidio, un psicólogo forense tendría la capacidad para realizar un informe que
indique si, en el momento del crimen, el acusado era consciente de sus actos.
Los Jefes de las Unidades Operativas cuando requieran una Pericia Psicológica,
efectuarán el mismo procedimiento que se estila para solicitar otros tipos de
pericias (médico, toxicológico, etc.), mediante Oficio dirigido al Jefe de la
División de Laboratorio Central de Criminalística, expresando detalladamente el
motivo por el cual requiere de dicho examen.
- Historia Clínica
- Historia Laboral
- Variante de personalidad
- Tipo de personalidad
- Trastorno de Personalidad
1. Antecedente
2. Examen:
a) Nombre
b) Motivo
c) Lugar y Fecha
3. Resultado: Observación de conducta, historia Clínica psicológica, examen
mental, pruebas psicológicas.
4. Apreciación diagnóstica
5. Conclusión
6. Recomendaciones
7. Fecha
8. Firma de los peritos.
En ese sentdo senme el contenido general que debe tener un informe pericial es:
«El informe pericial comprenderá, si fuere posible:
Sin embargo, el psicólogo forense no está facultado para defender ni ejercer como
fiscal de ninguna de las partes implicadas en un pleito judicial. Su función es
descriptiva e informativa, y por tanto debe ser completamente neutral.
Dicho de otro modo, los distintos actores involucrados en el proceso judicial (juez,
abogados, fiscales y jurado) necesitan conocer los efectos directos del estado
psicológico de alguno de los implicados para determinar hasta qué punto son
responsables de sus acciones. En este sentido, cabe aclarar que no tendría sentido
alguno que el psicólogo forense realizara divagaciones sobre el estado psíquico de
alguna de las partes juzgados más allá de la tarea que se le encomienda, que
es aportar luz sobre las circunstancias psicológicas de las partes
implicadas durante los hechos que están siendo juzgados, y por extensión del
tratamiento que se deba prestar a alguna de las partes, si fuera necesario.
Los psicólogos forenses suelen ser objeto de polémica con cierta frecuencia. Esto
se debe a que, como profesionales en el ámbito judicial, también poseen la facultad
para influir en las decisiones de los tribunales de justicia. Por ejemplo, los
psicólogos forenses pueden señalar la conveniencia de eximir de culpa a un
imputado aduciendo que, en el momento de los hechos, éste no era consciente de
sus actos. Por tanto, tienen la capacidad de dejar en libertad a un individuo, incluso
aunque éste haya podido ser el autor material de un crimen.
No obstante, y aunque pueda generar todo tipo de debates sociales, lo cierto es que
la psicología forense contribuye decisivamente a que se pueda impartir justicia de
forma equilibrada y justa, si se me permite la redundancia.
FALTAN CONCLUSIONES
FALTAN BIBLIOGRAFÍAS
https://criminalistica.mx/areas-forenses/psicologia-y-psiquiatria/1454-
el-dictamen-en-psicologia-forense.
Humberto J. Hidalgo Jiménez (2013) LIBRO PSICOLOGÍA JURÍDICA
Y FORENSE. San Marcos - Lima.
Jiménez, E.M. y Bunce, D. (2006). Concepto de Psicología Forense:
Presupuestos Comunes y Divergentes entre Psicología y Derecho. En
Sierra, J.C., Jiménez, E.M. y Buela-Casal, G. (Coords). Psicología Forense:
Manual de Prácticas y Aplicaciones. Madrid: Biblioteca Nueva.
Urra, J. (1993). Confluencia entre psicologia y derecho. En Urra, J. y
Vazquez, B. Manual de psicología forense. Madrid: Siglo XXI.
Mila Arch Marin y Adolfo Jarne Esparcia (2009). INTRODUCCIÓN A LA
PSICOLOGIA FORENSE. Facultad Nacional de Psicologia- España.
Disponible:
http://diposit.ub.edu/dspace/bitstream/2445/5881/1/Introducci%C3%B3n
%20a%20la%20psicologia%20forense.pdf
Guía de buenas prácticas para la evaluación psicológica forense y la práctica
pericial (2014). Disponible en:
http://www.infocop.es/pdf/guiaforense2014.pdf
https://prezi.com/qn8u7g5bvut3/psicologia-juridica-y-forense-por-psic-
humberto-j-hidalgo-jimenez/