LA MÚLTIPLE NOCHE
Nadie ha visto su propia cara. Miramos
Sobre Muchedumbre de Jorge Brantmayer
The apparition of these faces in the crowd;
Petals on a wet, black bough.
Ezra Pound: In a Station of the Metro.
nuestros pies, nuestros brazos, nuestras
manos y dedos pulsando las letras del teclado
y luego, abruptamente, es la noche sin fondo:
la noche de nuestros rostros. Diariamente,
levantándose desde el sueño, millones y
millones de seres salen a lo abierto del
mundo cargando sobre sus hombros esa
sordera que oye, esa ceguera que ve, esa
mudez que habla, sobre la cual se edifica
todo ese infinito andamiaje de edificios a
medio construir, de ruinas, de proyectos, de
historias, de civilizaciones, que se reúnen en
el ya agonizante concepto de lo humano.
Todo retrato es el retrato de una sombra.
Al exhibir sus retratos, Jorge Brantmayer
expone a la luz del día el sueño infinitamente
plural a la cual toda noche tiene derecho; el
sueño de poseer unos rasgos: estos rasgos.
Una boca, una mirada, unos ojos.
Hay algo profundamente perturbador en
las impresionantes series de rostros que
Brantmayer ha venido fotografiando en
los últimos años. Son cientos y cientos
de retratos, duros, a menudo dolorosos,
de personas que viven en Chile, y que
detenidos en la instantaneidad de la toma
adquieren la textura de lo póstumo. Es
una cierta rictus, una casi imperceptible
tensión frente a la cámara, lo que le
otorga a estos rostros su humanidad,
su humanidad frente a la muerte que
el disparo del obturador sentencia
fijándolos para siempre. La fotografía
hace de todo gesto un rictus mortis.
Ajusticiados de luz, ajusticiados por la
luz, la Muchedumbre que Brantmayer ha
venido exponiendo es la muchedumbre
inmovilizada un segundo en su estampida
hacia la muerte.
Solo el nombre y la ocupación de la persona
retratada anotados abajo, en el pie de foto,
y arriba el infinito de una cara que rebalsa
para siempre ese nombre y esa ocupación.
Cientos de caras que rebalsan para siempre
sus nombres y ocupaciones. Mares, océanos,
mundos enteros de caras sin fin, cada una
rebalsando infinitamente sus nombres y
ocupaciones. Esa realidad que le sobra a su
identificación, esa carne que desborda la
carne, esa mirada que desborda la mirada,
es exactamente el hecho fotográfico..
Los cientos y cientos de retratos de
Muchedumbre no exponen la luz sino
los aterrados cimientos de la noche.
Agazapados tras la oscuridad de esos
cimientos, miramos estas implacables
imágenes, sus miradas lanzadas al frente,
la enigmática desnudez de sus gestos,
y entendemos que sean cuales sean las
técnicas, los encuadres, los motivos, la
fotografía es la metáfora de una búsqueda
que, desde los primeros dibujos que
trazaron sobre la piedra hasta las imágenes
recién impresas de este libro, lo atraviesa
todo: la búsqueda que desde el terror de
la oscuridad y de las sombras emprenden
diariamente miles de millones de hombres
que salen de sus casas para intercambiar
sus noches y reconocer en los rasgos del
otro sus propios rasgos.
El gran desconocido de sí mismo, Narciso,
muere cuando ve su rostro reflejado en el
estanque. El mito cuenta que enamorado
de ese rostro se ahoga al intentar besarlo,
sin saber que ese rostro era el suyo. ¿Lo
era? Ciegos de nosotros mismos vamos
palpando los contornos que tocamos, la
dureza de la calavera, de los pómulos, el
relieve de la nariz. Al frente, esculpidos
por otras sombras y otra luz, las caras
de Brantmayer parecieran devolvernos
la mirada. Vislumbramos entonces que
esa sucesión de pómulos, de labios, de
párpados, que se van sucediendo unos tras
otros en las fotografías que los contiene son
los pantallazos instantáneos de un rostro
único, arcaico, inmemorial, reflejándose
en el agua.
Fotografiando los rostros de un país, Jorge
Brantmayer ha hecho algo que es mucho
más intenso, más radiante, más misterioso
que fotografiar los rostros de un país. Ha
retratado la muchedumbre múltiple de su
noche; la irremediable cara que nos aguarda,
como aguardó a Narciso, al final de los días
y de las noches.
Raúl Zurita
Marzo, 2016
Jorge Brantmayer
Fotógrafo
Jorge Brantmayer ( 1954) es un fotógrafo
chileno que ha realizado estudios de Pintura
y Fotografía, en la Universidad de Chile y
en la Escuela de Foto Arte de Chile. En su
ejercicio profesional, tanto en la fotografía
publicitaria y de autor, establece variados
guiños a lo pictórico.
Sus imágenes capturan las más diversas
situaciones de la realidad, manteniendo un
continuo en el género del retrato, retratos
contenidos que logran reflejar estados de
ánimo y posturas algo oscuras frente a la
existencia. El humor es fundamental en su
lenguaje, Brantmayer representa una foto-
grafía inteligente, irónica y hasta sarcástica,
que ahonda en lo que no es tan visible, preten-
diendo escudriñar en lo más profundo de la
psicología humana, como lo demuestran sus
impactantes rostros de mujeres presidiarias
en la exposición Cautivas. En su registro
documental del cotidiano, transmite la es-
pontaneidad del instante y al mismo tiempo
revela una gran preocupación por la pose y
la puesta en escena. Merecedor de muchos
premios por su quehacer, entre sus expo-
siciones más recordadas destacan La vida
está en otra parte (2001), Cautivas (2007) ,
Cuerpo Presente (2008), Muchedumbre (
2012) y Diario ( 2013).
Vive y trabaja en Santiago de Chile.
Exposiciones individuales
2018
ENSAYOS CONTRA LA FATIGA, Galería EKHO, Santiago, Chile
2017
MUCHEDUMBRE, XX Bienal de Arquitectura, Parque Cultural, Valparaíso
2016
GEOGRAFIA DE LA PIEL, Sala CORPARTES, Santiago, Chile
MUCHEDUMBRE, Casa de las Américas , La Habana , Cuba.
MUCHEDUMBRE, AMA/ Art Museum of the Americas, Washington DC
MUCHEDUMBRE, Instituto Cervantes , New York.
2014
MUCHEDUMBRE, Sala de Arte U Mayor, Temuco, Chile
2013
DIARIO, Museo de Arte Contemporáneo (MAC). Valdivia Chile
MUCHEDUMBRE, Sala de Exposiciones Nemesio Antúnez, UMCE, Santiago Chile.
2012
MUCHEDUMBRE, GAM, Centro de Artes Gabriela Mistral, Santiago Chile.
MUCHEDUMBRE, Casa E, Valparaíso Chile.
DIARIO, Galería D21, Santiago Chile
2011
MUCHEDUMBRE , Espacio Le Carré , Museo Basko y espacio público, Bayona Francia.
2010
CAUTIVAS, Intendencia de Concepción, Chile.
2008
CAUTIVAS, Museo de Arte Contemporáneo, MAC, Valdivia.
CUERPO PRESENTE, Galería AFA, Santiago Chile.
2007
CAUTIVAS, Museo Nacional de Bellas Artes, Santiago Chile.
2004
LA CIUDAD Y LOS SUEÑOS, Sala de Exposiciones Amigos del Arte, Santiago Chile.
2000
LA VIDA ESTA EN OTRA PARTE, Sala de Exposiciones Amigos del Arte, Santiago Chile.
 Como parte de su sello de responsabilidad social, la
Universidad Autónoma de Chile inició en 2012 la restauración de
esta casona, que data del año 1902 y que en 1966 fue declarada
“Inmueble de Conservación Histórica”.

Especialistas y artesanos recuperaron el patrimonio

arquitectónico y visual de este edificio, que actualmente lleva
por nombre “Casa Autónoma, Arte y Cultura”.

Con ello, esta casa de estudios contribuye a recuperar

la riqueza arquitectónica y visual de Providencia, transformándola
en un lugar privilegiado para la difusión de la cultura y las artes.