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EL YO SATURADO ESE Aen erated CAPITULO 1 El asedio del yo Acababa de volver a Swarthmore de un congreso en Washington que habia durado dos dias y que faba reunido a cincuenta testudiosos ¢investigadores de todo el pats, Sobre el escritorto tenia ‘un fax urgente de Espana que me ingulia por un ateulo que habs \rometco para una eanferencia en Barcelona, con el que levaba un ‘etraso de varios meses, Antes de pensar siqulera en comtestar el ax, ‘comenzé mi horario habitual de consulta, que habla pospuesto asta {entonces, egé uno de mis mejores alumnos y empez6 a hacerme preguntas sobre las prejuicios €nicas que ponia de manifesto et Drograma del curso. Eni mi secretaia con un fajo de partes Telefonicas y algunas cartas que se habian acumulado durante mi stusenci; etre ells, una nota dela Direcci6n General de Hacienda sobre unainspecci yor dela compaftatelefonica que comunicaban la camcelacién de un servicio. Mis charias con los alunos se vieron ‘ntetrumpidas Iuego por lamadas telefOnicas desde Londres (un editor, Connecticut una colega que estaba de paso y que se ibaa pasar el fin de semana a Oslo) y California (un viejo amigo pensaba Vijar en el verano a Holanda, queria saber si podriamos coinedit all). Alfilo del mediodia ya estaba agotado: todas mishoras se aban constumido en el proceso de la relacién con caras personas —cara ‘ira, por carta o elecrénicamente— dispersas en dsintos puntos de Europa y Estados Unidos, asf como en mi pasado, Tan aguda habia sido la competencia por este “tempo de reacion” que vitalmente ‘inguno de los intercambios que mantuve con esas personasame dejS satisfecho, Esperiba con ansiedad disponer durante la tarde de algunos ‘momentos de aslamiento, restablecimiento personal y vuelta al culo: tae esa ca. No_ slo impart ms dos dass ‘vespettinas (una de las cuales fue recuperatoria de la que habia ‘perdido por mi viaje a Washington), sino que hubo nuevas lamadas {elefonieas, despachos por correo electronica, visas de estudiantes ‘yun colega de Chicago que queria conocer nuestro predio univer: sitario, Al concuir la jomads, por si me hubiera faltado algén estimulo, la radio y el pasicasete del coche aguardaban mi tramo de ‘yuck a casa. A legar noté que el sped estaba demasiade crecido Yyque las paredes dea vvienda pedlan a gritos una mano de patra, ero yo no estaba para aquellos menesteres tenia que contest Ia ‘correspondencia del ia, mirar los peridicas y Hablar con mis familiares, ansiosos por contaime lo que habjan estado haciendo, ‘Quedaban atin ls mensajes del contesticlor automatico, més lama das de amigos, ya testadorselevision, incitindome aul desde sus ‘yeietsscanales. Pero e6mo podlia ise posponiendo tantas obliga.

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