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Año 2009
A mediados del siglo XIX en Europa Occidental y los Estados Unidos se produjo
una extraordinaria transformación económica. A partir de la Revolución Industrial el
capitalismo se consolidó en esas regiones y los países poderosos del planeta iniciaron
una expansión imperialista que se extendió por Asia, África y también por América Latina.
De esta manera se fue imponiendo una “división internacional del trabajo” en la que un
puñado de países industrializados presionaba a la mayoría de los países del mundo a
mantenerse en el “sub-desarrollo” dedicándose exclusivamente a la exportación de
materias primas que aquellas potencias requerían para su desarrollo económico.
Mientras tanto, hacia 1850 en nuestro país todavía no se había logrado constituir
una NACIÓN. Diversos eran los obstáculos para lograrlo; de índole económica, política o
social. Cada provincia tenía su propio gobierno, su ejército, su moneda, su aduana. Desde
la Revolución de Mayo de 1810 fueron diversos los intentos por consolidar una Nación a
través de una CONSTITUCIÓN aceptada por todas las regiones, y fueron siendo
derrotados todos aquellos proyectos de organización de la nación con centro en el interior
del país y destinados a un desarrollo económico independiente. De este modo, los
enfrentamientos entre las diversas regiones y provincias fueron constantes a lo largo de
todo el siglo XIX.
Los conflictos más importantes estaban relacionados con el enfrentamiento entre
los poderosos terratenientes y grandes comerciantes de Buenos Aires, y los grupos con
mayor poder económico de las provincias.
2. Proteccionismo – Librecambio
Buenos Aires permitía la libre entrada de productos importados ya que las potencias del
exterior de la época les compraban su producción ganadera (cueros, carnes, lanas). En
cambio los del interior pedían protección para sus talleres artesanales y producciones
agroindustriales, es decir que no se permitiera la libre entrada de productos extranjeros
que compitieran con los suyos, para garantizar un desarrollo integral de todas las regiones
interesadas en conformar la nación.
3. Organización nacional
No todos estaban de acuerdo en cómo debía organizarse el país. Había problemas muy
concretos: ¿Debería haber un gobierno central para todas las provincias? ¿Los gobiernos
provinciales tendrían autonomía de un poder central? ¿Debería haber ejército nacional o
cada provincia tener el suyo? ¿Las provincias debían estar igualmente representadas en
el Congreso Nacional o cada una mandar delegados proporcionalmente a la población
que tuviera? Por ejemplo, dado que Buenos Aires era la provincia más populosa,
pretendía que la representación de cada una en un Congreso fuera proporcional a la
cantidad de habitantes que poseyera, y de ese modo imponer su voluntad al resto.
Existieron durante todo este período al menos dos grandes proyectos en disputa (aunque
había otros también). El proyecto unitario que pretendía que Buenos Aires tuviera el poder
de mandar sobre todo el territorio, sin posibilidad de que las provincias pudieran tomar sus
propias decisiones. El proyecto federal que pretendía que la existencia de un gobierno
central estuviera acompañada de autonomía de cada una de las provincias para tomar
decisiones respecto de cuestiones regionales. Aunque no todos, los líderes de la corriente
federal eran mayoritariamente del interior del país, y los de la corriente unitaria eran
mayoritariamente líderes políticos de Buenos Aires, aunque también contaban con aliados
en el interior.
4. La cuestión Capital
¿Dónde debía establecerse la capital del país, en Buenos Aires o en alguna ciudad de
otra provincia? Algunos sectores de grandes terratenientes de Buenos Aires no estaban
muy dispuestos a entregar su ciudad principal, su puerto y su Aduana a todo el país, tal
como ocurre actualmente, que la Capital pertenece a toda la nación, o sea a todas las
provincias en su conjunto. Otros sectores dominantes de Buenos Aires estaban
dispuestos a ceder ese territorio siempre y cuando esa provincia hegemonizara la Nación.
Desde el interior se quería evitar que Buenos Aires fuera la capital porque así podría
imponer sus intereses sobre los del resto.
Las provincias del litoral, a orillas de los grandes ríos (Uruguay y Paraná), pretendían que
los barcos extranjeros ingresaran libremente a sus puertos, descargaran allí sus
mercaderías y pagasen en sus aduanas los derechos correspondientes. Esto,
obviamente, no convenía a Buenos Aires que hará todo lo posible para que los barcos
extranjeros carguen y descarguen sólo en su puerto.
ACTIVIDAD 1
Leé los proyectos que aparecen a continuación y respondé: ¿quiénes y por qué
defenderían cada uno de los proyectos?
Ley de Capital
Primer proyecto:
La presente ley determina la fijación de la capital de la nación en una zona ubicada en los
alrededores del puerto de Buenos Aires, territorio que pertenecerá a toda la nación y ya
no más al gobierno de la provincia. Por lo tanto el puerto y su aduana también pasan a ser
propiedad de la nación, o sea, de todas las provincias. En este territorio residirán las
autoridades nacionales.
Segundo proyecto:
La presente ley determina que la capital de la nación se establecerá en cualquier territorio
que no sea el de la ciudad de Buenos Aires, quedando esta Aduana bajo administración
exclusiva de las autoridades de la provincia. Una vez que la provincia cubra sus
necesidades, hará los aportes de dinero correspondientes al gobierno nacional, al igual
que el resto de las provincias.
La presente ley determina que existe absoluta libertad para todo tipo de embarcaciones,
nacionales o extranjeras, de navegar por cualesquiera de los ríos del país; y el
desembarco, carga y descarga en cualquiera de sus puertos abonando en cada puerto los
derechos de aduana que le correspondiera pagar por la entrada o salida de productos.
Segundo proyecto:
La presente ley determina que todo barco que ingrese o salga del país debe cargar o
descargar en el puerto de Buenos Aires y abonar en su Aduana los derechos
correspondientes.
ACTIVIDAD 2
Completá el siguiente cuadro a partir de la información que te brindamos en la
introducción y de los mapas que aparecen a continuación:
Litoral
Resto provincias
interior
ACTIVIDAD 3
Extraído de Alvarez, Juan. Las guerras civiles argentinas. Buenos Aires, Eudeba 1983.
En razón de la situación económica que atravesó el país entre 1873 y 1876 resultan
ilustrativas las opiniones de dos de las voces más autorizadas que se oyeron entonces en
la Cámara de Diputados de la Nación. Vicente Fidel López declaró al respecto en 1873
“El librecambio no es más que una teoría propia de los países que producen materias
elaboradas: su objeto es conseguir que, abastecidos de productos fabriles producidos por
ellos, los mercados que no producen sino materia prima, éstos nunca fabriquen o
manufacturen las materias primas que producen, para que estas materias estén en oferta
en todas partes del mundo: porque estando en oferta ellas pueden obtener su explotación
en beneficio de la industria, del capital y del trabajo que concentran en sus propios
centros, haciendo depender de ellos a los otros individuos de la asociación humana que
tienen el interés de trabajar. Resulta de esto que el territorio de los países nuevos es una
dependencia de los países fabriles; que los países sin ninguna industria están arrendados
por un miserable precio a los países que la tienen: y que la sociedad misma oscila entre
la crisis del trabajo y de la producción, sin encontrar término ni independencia”.
Carlos Pellegrini sostendría, por su parte, dos años después: “Todo país debe aspirar a
dar desarrollo a su industria nacional; ella es la base de su riqueza, de su poder, de su
prosperidad; y para conseguirlo debe alentar su establecimiento, allanando en cuanto sea
posible las dificultades que se opongan a él. El librecambio es la última aspiración de la
industria, que sólo puede hallar en ella su pleno desarrollo. Pero no se deduce que no
debamos abrigarla al nacer. El librecambio mata la industria naciente. Es necesario que
en la República se trabaje algo más que pasto. La protección no es un sistema
permanente sino transitorio, que todas las naciones, sin una sola excepción, han
adoptado en la infancia de su industria”.
ACTIVIDAD 4
A modo de síntesis, completá el siguiente cuadro:
Librecambio VS.
Proteccionismo
Libre navegación
de los ríos
ACTIVIDAD 5
Averiguá en tu libro de texto y con la ayuda de tu docente cómo se resolvieron hacia 1880
los conflictos trabajados. Podes consultar la Constitución Nacional.
FUENTE 1
“La Campaña del desierto significó la definición de la cuestión india como amenaza
constante y el dominio de territorios al margen del ejercicio de la soberanía estatal.
Favoreció la consolidación de las fronteras patagónicas e incorporó veinte mil leguas
cuadradas de tierras aptas para la agricultura y la ganadería. Liberó a centenares de
cautivos, disminuyó a dimensiones despreciables el servicio de fronteras y el presupuesto
para sostenerlo.”
Párrafo extraído de Floria, Carlos, García Belsunce, Cesar. Historia de los Argentinos.
FUENTE 2
Alvaro Barros “Actualidad financiera de la República Argentina” 1875. Citado en Halperín Donghi.
Proyecto y construcción de una nación (Argentina, 1846-1880)
FUENTE 4
“Todo estaba arreglado con los notables del desierto. La junta se haría a los cuatro días
(…) sólo había un punto dudoso ¿Por qué insistía yo tanto en comprar la posesión de la
tierra? Mariano me dijo:
-Ya sabe hermano, que los indios son muy desconfiados…¿Y para qué quieren tanta
tierra cuando al sur del Río 5º hay tantos campos despoblados?
Le expliqué que para seguridad de la frontera, y que para el buen resultado del tratado de
paz era conveniente que a retaguardia de la línea hubiera por lo menos quince leguas de
desierto y a vanguardia otras tantas…
Me arguyó que la tierra era de ellos…
Le expliqué que el hecho de vivir o haber vivido en un lugar no constituía dominio sobre
él.
Mariano dijo de pronto:
-Mire hermano, ¿por qué no me habla con la verdad?
-Le he dicho a usted la verdad- le contesté.
-Ahora va a ver, hermano- Y esto diciendo (…) revolvió su archivo (…) y sacó un impreso
muy doblado y arrugado … Era “La Tribuna” de Buenos Aires. Me indicó un artículo
diciéndome:
-Lea hermano.
Conocía el artículo y le dije:
-Ya sé, hermano de qué se trata.
-Y entonces, ¿por qué no es franco?
-¿Cómo franco?
-Si, usted no me ha dicho que nos quieren comprar las tierras para que pase por ahí un
Ferrocarril.
Aquí me vi sumamente embarazado. Hubiera previsto todo menos argumento como el
que se me acababa de hacer.
-Hermano – le dije,- eso no se ha de hacer nunca, y si se hace, ¿qué daños les resultará
a los indios eso?
-Que después que hagan el ferrocarril dirán los cristianos que necesitan más campos al
sur, y querrán echarnos de aquí, y tendremos que irnos al sur del Río Negro, a tierras
ajenas…
-Doblando el diario y dándoselo le contesté:
-Eso no ha de suceder, hermano, si ustedes observan honradamente la paz.
-No, hermano, si los cristianos dicen que es mejor acabar con nosotros.
-Algunos dicen eso, otros piensan, como yo, que ustedes merecen nuestra protección…”
FUENTE 5
“Porque es preciso que seamos justos con los españoles; al exterminar a un pueblo salvaje cuyo
territorio iban a ocupar, hacían simplemente lo que todos los pueblos civilizados hacen con los
salvajes… Las razas fuertes exterminan a las débiles, los pueblos civilizados suplantan en la
posesión de la tierra a los salvajes. Esto es providencial y útil, sublime y grande… Sobre todo
quisiéramos apartar de toda cuestión americana a los salvajes, por quienes sentimos, sin poderlo
remediar, una invencible repugnancia, y para nosotros Colocolo, Lautaro y Caupolicán, no
obstante los ropajes civilizados y nobles que los revistiera Ercilla, no son más que unos indios
asquerosos a quienes habríamos hecho colgar y mandaríamos colgar ahora, si reaparecieran”
A MODO DE SINTESIS
A partir de tus conocimientos y de la lectura de la página 34 de tu libro de texto, enumerá
las tareas y funciones de las que se apropió el Estado Nacional para concluir su
consolidación.