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TEMA 9 EL COLECCIONISMO EN ESPAÑA. SIGLO XVIII.

GUSTOS
PICTÓRICOS EN LA CORTE DE FELIPE III. LA IGLESIA COMO PROMOTORA
DE LAS ARTES.

Felipe III (1598-1621) se ha citado siempre como la anodina continuidad, da continuidad a lo que había sido la
empresa de colección de Felipe II, la agranda, pero sin la misma pasión. Primera estabilidad a las colecciones
reales. Cambio de gusto, paso decidido hacia al coleccionismo de la pintura, abandono del eclecticismo
enciclopédico. Se mantiene el interés por el mundo del coleccionismo de rarezas exóticas. La colección pasa
desde el ámbito de la corte vallisoletana al Pardo, agrandándose.
Abandono del eclecticismo enciclopédico habitual en el ámbito centroeuropeo. Se mantiene el interés por el
mundo de rarezas exóticas, pero el interés internacional de menor.
La colección cambia de sitio, desde el ámbito de la corte vallisoletana (1502-06) a la del Pardo.
Este rey va a ser testigo de una serie de cambios en el ambiente cultural de la época.
- El peso de la tradición sigue estando presente en algunas colecciones de este época como Margarita de Austria,
su esposa. Su colección contenía figuritas variada, objetos de plata, relojes, piedras, además una serie de pinturas
de carácter religioso. Un mayor interés por la pintura, produciéndose traslados de cuadros de unos palacios a otros
y adquiriéndose nuevas obras. Este monarca más que nada centra su labor en consolidar las colecciones heredadas
de su padre, que aparecen distribuidas en los Palacios de Madrid y traslada la Corte a Valladolis

Felipe III no mantiene a apuesta decidida por la pintura como había planteado su padre y lo haría su hijo, fue una
continuación pero no con el ahínco que tuvo antes. Ene de momento aparece la compra de colecciones completas
y no se obras sueltas: se adquieren la colección del duque de Mansfield. También la del duque de Lerma, este
duque consiguió de una colección muy pequeña alcanzar el nivel de variedad y calidad como las de su propio
monarca.
Comenzó con unas veintiún piezas heredadas y pasó a una colección de 478, y ya en 1625 poseía 2740 piezas.
Adquiridas por compra y regalos. Fue el verdadero responsable ver gusto y de política.
En 1603, el duque de Mantua envía a Felipe III y Lerma a Rubens con pinturas. Pues el duque era el válido del
rey.

Obras a tener en cuenta de esta colección:


- Salomé de Tiziano, 1550. Llegó al duque posiblemente como una herencia familiar. Los circuitos
alrededor de la corona española hacían esfuerzos por conseguir obras de primer nivel internacional de
gran reconocimiento para la corona.
- Retrato ecuestre del duque de Lerma por Rubens, 1603. Retrata al coleccionista que mantiene la línea de
evolución a principios del siglo XVIII en España, y es retratado por uno de los artistas que más participa
entre la diplomacia y los contactos internacionales entre cortes europeas.
- Anunciación de Francisco Angélico, 1435. Realizada para Santo Domingo de Fiesole, pero enviada a
España por una disputa entre los Farnesio y Lerma. Un regalo diplomático de Mario Farnesio.

El coleccionismo pictórico en España, de pintura principalmente italiana se hace con un muy estricto
conocimiento del mercado artístico del momento. Las escuelas que no aparecen en los inventarios y no estaban en
el mercado de obvian. Por ejemplo, no había muchos Carracci en España.
En estos años también empresa a crecer el interés por la pintura de los estilos, aparecen los bodegones. La
tendencia católica de lo tradicional en la escuela holandesa. Esto empieza a llegar por los comerciantes holandeses
residentes en Sevilla y Cádiz en estos años.
Seguimos haciendo un análisis de cómo queda el Pardo por la colección de Felipe III, la disposición de la
colección la veremos a partir de una descripción de 1614. Encontramos una sala principal, una antecámara, una
audiencia y el sarao de la reina. Cada colección estaba distribuida por una finalidad.

 Sala principal: dos Tizianos, un Bosco, un Bartolomé González (retrato) y paisajes. Tiziano s el autor
principal de cada espacio. Retrato de Felipe II y Retrato ecuestre de Carlos V (Tiziano).
 Antecámara: otro Tiziano y piezas de pintura flamenca (Col. Mansfield).
 Audiencia: Tizianos pero no con temas de retratos, obras sobre mitología y un Bosco. Retrato de Carlos
V con espada y la Religión socorrida por España (Tiziano).
 Sarao de la reina: vemos numerosos cuadros del Bosco y la Descendencia del Duque de Mansfield
(galería de personajes y duques).

A comienzos del S. XVII una serie de transformaciones en el campo de la cultura y, estos aportan al mundo del
coleccionismo van a ir dirigidas hacia una tendencia creciente por la pintura, en detrimento de otras
manifestaciones artísticas y a la diversificación de diversos géneros pictóricos que conducirán a la pintura en serie,
intentando cubrir la enorme demanda de los coleccionistas para quienes resultaba menos costoso económicamente
acceder a este bien artístico que a cualquier otro de los elementos que conformaban los gustos manieristas de la
época, tales como relicarios, piedras preciosas y orfebrería.

El gran personaje impulsor será Felipe IV (1621-1665). A las pinturas heredadas de su antecesor, le añade unas
dos mil pinturas más lo largo de su reinado. Principalmente se distinguió por su mecenazgo artístico y protegió las
artes como un medio de impulsar y prestigiar su política. Se rodeó de los pintores mas conocidos de la época
como Rubens y Velázquez, quienes solo realizaron diversas obras, sino que también actuaron como asesores y
agentes para la adquisiciones de pinturas en el extranjeros, entre las que se encuentran firmas del Veronés,
Tiziano, Tintoretto y Rafaeñ- A estas se sumarían los regalos y donaciones de la nobleza. Estas noticias son
recogidas en la Carta de Hopton a Cottington, escrita en 1638 y en la cual se recoge que “los españoles de han
vuelto ahora más entendidos y más aficionados al arte de la pintura que antes, en grado inigualable”. Es decir,
no se compraba por poseer sino con entendimiento. Asesorando y dando pautas sobre que comprar estarán
Carducho y Velázquez. Diego Velázquez es conservador de la colección real, la cual ordena con valores formales
y también desempeño la labor de comprar escultura antigua (al gusto romano) y pintura veneciana. Vicente
Carducho fue el restaurador de la galería.
En estos años en la corte española tenemos al cardenal Barberini y a Casiano del Pozo (1626), a Rubens, y al
príncipe de Gales, futuro Carlos I (1623). Se perfecciona del sistema de colección.

La década de 1630. Tenemos un coleccionismo en cantidad, y principalmente internacional. Existirán embajadores


y personajes relevantes que llevaría a cabo la compra de obras en distintas ciudades, bajo mandato del rey:
 Marqués de Castel Rodrigo: embajador en Austria, Roma y Flandes.
 Baltasar de Zúñiga y Velasco. Conde de Monterrey. Presidente del Consejo de Italia.
 Fernando de Austria (su hermano): Flandes.
Sus colecciones se guardaban en cuatro edificios: el escorial y el Alcázar, El Buen retiro y la torre parada.

En 1628, se realiza una remodelación del Salón Nuevo del Alcázar. Se retiran los cuadros de pintores españoles,
sustituidos por 8 cuadros traídos por Rubens: Jacob y Saul, Mulius , Sansón y el león, David matando al oso,
Sátiro, Ceres, y 2 escenas de caza.
Otro de los lugares importantes del momento de la torre de Parada. Encargado a Fernando de Austria y Rubens.
 Velázquez gana peso: La rendición de Breda, Escopo y Menipo, bufones.
 “La guerra como sustitutivo de las pasiones”, el “anti-Retiro”.
 63 piezas mitológicas (Ovidio)
 “Galería del rey”: Felipe IV como cazador.

En el Buen Retiro, originariamente vinculado a Olivares. Vemos Paisajes, alegorías, escenas de caza. Velázquez
gana peso realizando
cinco retratos ecuestres.
En 1637, Niccolo
Ludivisi entrega como
pago del estado por una
disputa en la zona del
piombino de dos Tizianos,
planta baja del Alcázar, en
el salir de verano
colección de desnudos.
Se van incorporando otros
pintores como Zurbarán
o Velázquez.
En la década de 1640, se planeta un coleccionismo más selecto. Esto se produce por dos razones: los palacios ya
están completos y no hay más pinturas o producciones en masa de interés para el monarca.

Lo que se va a incrementar son los regalos diplomáticos:


- Como un regalo de un príncipe
del Piombino, Noli me tangere
de Correggio, 1643. Colocado
en el Escorial.
- Regalo de Cristina de Suecia,
una gran coleccionista del
momento. Será el Adán y Eva
de Durero.
También va a adquirir la colección
personal de Rubens tras la muerte de
este, conseguido por Almoneda.
Destacamos obras importantes,
vinculadas a su ámbito íntimo.
- Las tres gracias, 1630-35.
- El jardín del amor.

También se adquiere en esta fecha la colección de


Carlos I, de Inglaterra. Formado en la corte de España.
Las piezas que Carlos I adquirió de quedan en los
palacios, pero todo aquello independiente dale en
Almoneda y los delegados de Felipe IV los adquieren.

También en estos años llevan unos vaciados romanos,


conseguidos por Velázquez. Con el fin de superar y de
conquistar el coleccionismo escultórico, debido a la ya
superioridad pictórica. Vaciados como: Ares Ludivisi,
Hércules Farnesse, Flora.

En estos momentos se abre el panorama a obras más carismáticas, uno de ellos pintores que se había quedado
fuera de este discurso fue Rafael. En estos años se adquiere La sagrada familia o la Perla de Rafael.
También la Virgen de la Escalera de Andrea del Sarto. Pintada para el banquero Lorenzo di Bernardo Jacopo. En
1605, pasa al duque de Matua. Después la adquiere Carlos I. Tras él llega a almonedas tras la muerte de Carlos I y
Luis de Haro (enviado por el rey) adquiere está obra al igual que otras piezas de la colección.
Tenemos el Velázquez, Jardín de la villa Medici de Roma con Ariadna, 1630. Varias obras sobre este. Hay un
interés escultórico en estas pinturas paisajistas.
Nos encontramos con tres problemas fundamentales: (vistos a partir de las Meninas) la falta de luz, la altura de los
cuadros, que nos impiden apreciarlos bien, y finalmente el abigarramiento de las obras en el espacio.

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