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PROFESIONALES
Septiembre 2010
Promueve: CCOO de Madrid
Dirige: Secretaría de Salud Laboral de CCOO de Madrid
Realiza:
Edita: Ediciones GPS Madrid
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III Plan Director en Prevención de Riesgos Laborales de la Comunidad de Madrid
(2008-2011)
Cofinanciado por el Fondo Social Europeo
Esta publicación se enmarca en las actuaciones del III Plan Director en Prevención de Riesgos Laborales
de la Comunidad de Madrid (2008-2011), cofinanciado por el Fondo Social Europeo
Índice
Presentación …………………………………………………………………………………………………………….
Desde enero de 2007 está en vigor un real decreto que regula las enfermedades
profesionales. Este Real Decreto 1299/2006 nació con la pretensión de adaptarse a los
nuevos sistemas productivos y a la diversidad de tareas del mundo laboral, adecuando
la lista de enfermedades profesionales a esta realidad, así como definir un nuevo
sistema de notificación y registro de las enfermedades profesionales, con el fin de
agilizar su elaboración y comunicación.
El real decreto codifica las enfermedades profesionales (Anexo I) en relación con las
actividades que son capaces de producirlas, clasificándolas en función del grupo,
agente, subagente y actividad. Incorpora en su Anexo II una lista de enfermedades
cuyo origen profesional se sospecha y cuya inclusión en el cuadro de enfermedades
profesionales podría contemplarse en el futuro.
Cabe destacar en este real decreto que los facultativos del Sistema Nacional de Salud y
del Servicio de Prevención, si tuvieran conocimiento de la existencia de enfermedades
que pudieran ser calificadas de profesionales, comunicarán este hecho a las entidades
gestoras y colaboradoras de la Seguridad Social.
De esta forma el RD buscaba responder a las expectativas generales para poder agilizar
la comunicación y transmisión electrónica de los partes de enfermedad profesional,
facilitando el seguimiento de la salud de los trabajadores.
Por otra parte, desde enero de 2006 rige una Orden ministerial por la que las mutuas
puede asumir el pago de pensiones por incapacidad permanente –ya lo hacían por
incapacidad temporal- derivada de enfermedades profesionales, que antes pagaba el
Consorcio de Compensación; es decir, el INSS. Lo que significa que deben liquidar los
correspondientes capitales coste de pensiones y otras prestaciones de carácter
periódico; en pocas palabras, establecer un reaseguro de garantía. Por esta nueva
asunción de responsabilidades económicas las mutuas han recibido como
contrapartida de la Tesorería General de la Seguridad Social un porcentaje mayor de
participación en cuotas recaudadas.
Hay opiniones según las cuales los criterios de la Orden implican que la enfermedad
profesional sea un 25 por ciento más costosa para ellas que el accidente de trabajo.
Con lo que el camino parece claro: en lugar de prevenir enfermedades de origen
laboral, adoptan el criterio de no reconocer la contingencia como profesional y derivar
su asistencia y la prestación económica al sistema público de salud. Con ello los
trabajadores perdemos derechos económicos y –lo que es más- en actividad
preventiva frente a la lacra social de las enfermedades profesionales.
Comisiones Obreras queremos que se aplique el real decreto que regula las
enfermedades profesionales a fin de acabar con la infradeclaración de las mismas y de
que reciban el tratamiento adecuado de patologías derivadas del trabajo, cuya
declaración el RD. encomienda a las Mutuas de Accidentes de Trabajo y Enfermedades
Profesionales, entidades colaboradoras de la Seguridad Social.
Queremos que se haga visible la enfermedad profesional, que las mutuas declaren las
que realmente existen y que se activen los mecanismos contenidos en el real decreto
1299/2006, que entró en vigor en enero de 2007. Es una lacra que en España no se
declaren muertes por enfermedad y es vergonzosa la actitud insostenible de negar el
reconocimiento de las enfermedades profesionales y otros daños derivados del trabajo
que protagonizan quienes son competentes en declarar.
Sumario
• Artículo 1. Aprobación del cuadro de enfermedades profesionales
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La Declaración para el Diálogo Social, suscrita en julio de 2004 por el Gobierno, las
organizaciones sindicales y las organizaciones empresariales, estableció el marco
general de prioridades en el ámbito sociolaboral, dentro de las cuales se presta
especial atención al sistema de Seguridad Social.
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el anexo II, que no figuran en la lista del anexo I pero cuyo origen y carácter profesional
podrían establecerse en el futuro.
De igual modo, hay que tener en cuenta la existencia de normas de rango legal,
como el artículo 116 del texto refundido de la Ley General de la Seguridad Social,
aprobado por el Real Decreto legislativo 1/1994, de 20 de junio, que encomienda a las
disposiciones de aplicación y desarrollo la aprobación del cuadro de enfermedades
profesionales en el ámbito del Régimen General de la Seguridad Social, extensivo a
otros regímenes especiales cuya acción protectora comprenda la contingencia de
enfermedad profesional. Junto a ella, el artículo 6.1.g de la Ley 31/1995, de 8 de
noviembre, de Prevención de Riesgos Laborales, encomienda a las normas
reglamentarias de desarrollo el procedimiento de calificación de las enfermedades
profesionales, así como los requisitos y procedimientos para la comunicación e
información a la autoridad competente de los daños derivados del trabajo, si bien la
disposición adicional primera de la propia ley se remite a la normativa de Seguridad
Social en cuanto al concepto y régimen jurídico establecido para la contingencia de
enfermedad profesional.
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enfermedad profesional correspondiente, en los términos que establezcan las
disposiciones de aplicación y desarrollo.
Cuando los facultativos del Sistema Nacional de Salud, con ocasión de sus
actuaciones profesionales, tuvieran conocimiento de la existencia de una enfermedad
de las incluidas en el anexo 1 que podría ser calificada como profesional, o bien de las
recogidas en el anexo 2, y cuyo origen profesional se sospecha, lo comunicarán a los
oportunos efectos, a través del organismo competente de cada comunidad autónoma
y de las ciudades con Estatuto de Autonomía, a la entidad gestora, a los efectos de
calificación previstos en el artículo 3 y, en su caso, a la entidad colaboradora de la
Seguridad Social que asuma la protección de las contingencias profesionales. Igual
comunicación deberán realizar los facultativos del servicio de prevención, en su caso.
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disposiciones de aplicación y desarrollo y sin perjuicio de las competencias que puedan
corresponder a otras administraciones públicas.
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