You are on page 1of 8

Fisiopatología y Patomecánica de las

fracturas de Tobillo
Sous Sánchez, J. O.; Navarro Navarro, R.; Navarro García, R.; Brito Ojeda, E.; Ruiz Caballero, J. A.

Resumen de torsión, inflexión y cizallamien- d) Lesiones ligamentarias puras


to que ello supone. Merced a su (esguinces y luxaciones).
Las fracturas de tobillo son un propia resistencia intenta disiparlos
problema cotidiano en la actividad transfiriéndolos a la rodilla y la ca- La articulación tibioperoneoas-
del Traumatólogo, algunas fuentes dera, la cual con su amplia movili- tragalina (ATPA) se encuentra re-
estiman que es el tercero en fre- dad rotatoria posee una gran capa- forzada por un sistema de conten-
cuencia en las urgencias de esta es- cidad de absorberlos pasivamente ción ósea y de retención capsuloli-
pecialidad. Habitualmente se pro- sin que lleguen a transmitirse a la gamentosa, con objeto de impedir
ducen por un mecanismo indirec- pelvis y el tronco. No obstante, los movimientos de varo y valgo
to, en el que se produce una trac- cuando el pie es sometido a un es- del astrágalo dentro de la mortaja
ción o rotación del tobillo con el trés de torsión, inflexión o cizalla- tibioperonea. La conjunción de es-
pie sobre le suelo. El conocimiento miento que por su magnitud sor- tos elementos óseos, cartilaginosos,
de la biomecánica, la anatomía pa- prende a la articulación tibiopero- ligamentarios y capsulares consti-
tológica y los mecanismos de pro- neoastragalina, ésta queda en situa- tuyen en su conjunto lo que Neer
ducción de las fracturas de tobillo ción de riesgo y, como consecuen- (1953) denominó “mecanismo de
es indispensable para realizar el tra- cia, surgen las lesiones de los ele- apresión elástica del astrágalo”.
tamiento con una técnica correcta, mentos de contención y protección Según este concepto, el astrágalo
bien sea ortopédica o quirúrgica. articulares, dando origen a los es- queda encerrado en un círculo o
En este artículo se hace una puesta guinces, las fracturas maleolares con aro elástico, cuyos topes óseos los
al día en la fisiopatología y pato- subluxación astragalina o, más rara- forman la pinza maleolar, el pilón
mecánica de este tipo de lesiones, mente, las luxaciones puras del as- tibial y la articulación subastragali-
tanto en el adulto como en el niño. trágalo (Ruiz Caballero, 1996). na, en tanto que la sindesmosis ti-
bioperoneal, los ligamentos de la
Introducción Fisiopatología de las lesiones ATPA y la cápsula articular consti-
traumáticas del tobillo tuyen el cierre elástico de tal meca-
Las fracturas de tobillo, conside- nismo. A su vez, el astrágalo, libre
rando como tales aquéllas que afec- Una de cada cuatro lesiones pro- de inserciones musculares, en caso
tan a la pinza bimaleolar o tibiope- ducidas en el deporte afecta al pie de ser sometido a fuerzas excéntri-
roneoastragalina, tienen una inci- y el tobillo (Garrick y Recua, cas importantes puede contribuir a
dencia alta de presentación, ocu- 1988; Ruiz Caballero, 1996). Las la pérdida de continuidad de este
pando el segundo lugar por orden lesiones traumáticas del tobillo sistema de contención, convirtién-
de frecuencia entre todas las fractu- pueden dividirse en (Ballester y dose en su auténtico “verdugo”.
ras (Maestro et al., 1995; Keller et Borrell, 1999): Así sucede en lesiones por meca-
al., 1990). Además, son las fracturas nismo de alta energía, en las que el
intraarticulares más frecuentes de las a) Lesiones osteoligamentarias del astrágalo fuerza las estructuras cir-
articulaciones de carga y, por tanto, sistema de contención. Son las cundantes, resultando desde un es-
con grandes implicaciones biome- que provocan una lesión anato- guince grave hasta una fractura-lu-
cánicas al soportar el tobillo fuerzas mofuncional de la pinza maleo- xación abierta de la ATPA (Llanos,
equivalentes a cuatro veces el peso lar, denominadas fracturas ma- 1997).
corporal total (Mann, 1987; Procter leolares. El esguince de tobillo es una le-
y Paul, 1982). b) Fracturas que comprometen el sión común en el deporte y la pa-
La articulación tibioperoneoas- sistema de apoyo o techo de tología que presenta la frecuencia
tragalina, al estar dotada tan sólo de sostén supraastragalino. Se les ha de asistencia más alta a los servicios
movilidad flexoextensora, no puede denominado clásicamente frac- de urgencias. No obstante, otras le-
seguir al pie en su amplia adaptabi- turas del pilón tibial. siones del pie medio y posterior se
lidad a cualquier disposición del c) Fracturas mixtas, en las que es- presentan con síntomas similares al
plano de apoyo, debiendo perma- tán asociados ambos tipos de le- esguince de tobillo, por lo que de-
necer indemne y resistir las fuerzas sión. ben ser tomadas en consideración.

26 · CANARIAS MÉDICA Y QUIRÚRGICA Enero – Abril 2011


Sous Sánchez, J. O.; Navarro Navarro, R.; Navarro García, R.; Brito Ojeda, E.; Ruiz Caballero, J. A.

Entre estas patologías se incluyen: Las lesiones del trígono son su- señalada como entidad significativa
las fracturas del espolón calcáneo, fridas generalmente por deportistas en medicina del deporte. Marshall
las fracturas del navicular, el desga- cuyos deportes involucran una y Hamilton (1992) encuentran, en
rro del retináculo superior, las frac- enérgica f1exión plantar del pie, un estudio con una muestra de
turas del trígono, las fracturas de la tales como el fútbol, baloncesto o bailarines, que el 17% del total de
base del quinto hueso metatarsiano el lanzamiento de jabalina (Ruiz- las lesiones de tobillo y pie se de-
y la subluxación del cuboides Caballero, 1996). El trígono es un ben a la subluxación del cuboides.
(Garrick y Requa, 1988). hueso accesorio del tubérculo late- Por su parte, Newell y Woodie
Las fracturas del calcáneo ocu- ral del astrágalo que se encuentra (1981), en un estudio de revisión
rren cuando el pie es adducido en uno de cada diez tobillos, apro- de los registros de 3600 atletas con
en f1exión plantar. La tensión se ximadamente. Cuando se produce lesiones en el pie y tobillo, obtie-
sitúa en el ligamento bifurcado, una fractura aguda, el paciente pre- nen que el 40% de los síntomas
que conecta la protuberancia del senta dolor en la región posterola- proviene del hueso cuboides. Un
calcáneo con los huesos cuboides teral del tobillo y restricción del cuboides subluxado puede resultar
y navicular. El paciente se queja movimiento de la articulación su- de un tratamiento de esguince la-
de dolor y tiene un punto sensi- bastragalina. Tanto la flexión activa teral del pie en presencia de laxitud
ble en el área equidistante entre como la hiperextensión pasiva del del ligamento dorsal y de hiper-
el maléolo y la base del quinto primer dedo del pie pueden pro- movilidad de la unión del medio-
metatarsiano. El periodo de con- ducir dolor. Las radiografías mues- pié (Ruiz-Caballero, 1996). La re-
valecencia es usualmente lento tran una espesa e irregular superfi- ducción completa consigue anular
requiriendo de 6 a 8 semanas, cie de la fractura opuesta a una re- la sintomatología clínica del pa-
aunque generalmente el pronós- donda y lisa superficie del hueso ciente e incrementar la movilidad
tico es bueno. Se sospechará esta accesorio unido. El tratamiento del mediopié (Everson, Galloway y
fractura en aquellas lesiones en consiste en un yeso corto en la Suh, 1991).
las que el dolor persiste por varias pierna o un vendaje de compre- Las lesiones de tobillo rara vez
semanas (Degan, Morrey y sión y protección de sobrecarga de son por golpe directo, habitual-
Braun, 1982). peso durante 4-6 semanas. La esci- mente se producen por mecanis-
Las fracturas por avulsión del na- sión quirúrgica del trígono, junto a mos indirectos que fuerzan al tobi-
vicular incluyen aproximadamente una división del flexor "hallucis llo en rotación, abducción o aduc-
el 50% de todas las fracturas del longus", será necesaria si falla el ción, en el curso de una caída o
mismo y son causadas por una tratamiento ortopédico. práctica deportiva, produciéndose
eversión aguda del pie, resultante Las fracturas de la base del quin- lesiones ligamentosas, de los malé-
de la tensión en el tendón tibial to metatarsiano pueden ocurrir de olos, o la combinación de ambos.
posterior y en las fibras del liga- forma indirecta, al igual que las
mento deltoideo. La unión fibrosa fracturas peroneales leves, por in- Inestabilidad anteroposterior de la ar-
de estos fragmentos ocurre fre- versiones del antepié con avulsión ticulación tibioperoneoatragalina
cuentemente como consecuencia del hueso. La mayoría 'de estas frac-
de la poca circulación del hueso turas se pueden tratar con un yeso La amplitud de los movimientos
fracturado. Generalmente, un frag- para andar o una bota móvil du- de flexoextensión está, ante todo,
mento no unido no debe producir rante 4-6 semanas, tras lo cual el determinada por el desarrollo de
sintomatología, a menos que sea paciente puede reincorporarse a su las superficies articulares. Cuando
largo. La escisión de este fragmen- actividad deportiva. Las pseudoar- los movimientos de flexoextensión
to sólo debe realizarse necesaria- trosis son raras, pero cuando ocu- sobrepasan la amplitud permitida,
mente si ejerce presión con el cal- rren, requieren poco o ningún tra- uno de los elementos debe ceder
zado. tamiento si no producen sintoma- necesariamente. De esta forma, la
El retináculo superior constituye tología. En caso de ser sintomáticas hiperextensión puede provocar
una parte de la vaina del tendón pueden ser tratadas, en su mayoría, una luxación posterior con una
peroneo y del maléolo lateral. mediante escisión del fragmento y ruptura capsuloligamentosa más o
Puede considerarse como una fi- sutura del peroneo lateral corto a la menos completa, o una fractura del
brosis que termina en el periostio superficie de fractura de la base del margen posterior o tercer maléolo,
del calcáneo. Cuando se lesiona metatarsiano (McDerrnott, 1993). induciendo así una subluxación
llega a separarse de su unión peri- La subluxación del cuboides es posterior. La deformación puede
neal, generalmente por un meca- una lesión considerada rara que reproducirse incluso después de
nismo de dorsiflexión y una fuerte produce dolor en el mediopié, so- una reducción correcta (deforma-
contracción de los músculos cir- bre la planta y parte lateral. Esta ción incoercible) si el fragmento
cundantes que terminan produ- condición está descrita en podolo- marginal supera en desarrollo el
ciendo el desgarro del retináculo gía y literatura ortopédica, pero es tercio de la superficie tibial, enton-
del peroné. en los últimos años cuando ha sido ces será preciso fijarlo quirúrgica-

CANARIAS MÉDICA Y QUIRÚRGICA Enero – Abril 2011 · 27


Canarias Médica y Quirúrgica | Vol. 8 - Nº 24 - 2011

mente (colocación de un tornillo). c) Si el maléolo interno el que versión forzada se puede constatar
Del mismo modo, la hiperflexión cede al mismo tiempo que el una báscula del astrágalo: ambas lí-
puede provocar una luxación ante- externo por encima de los liga- neas de la interlínea superior, en
rior o una fractura del margen an- mentos peroneotibiales inferio- vez de estar paralelas, forman un
terior (Kapandji, 1998). res, se provoca una fractura de ángulo abierto hacia fuera superior
En el esguince del ligamento la- Dupuytren “alta”. A veces, la lí- a los 10-12°.
teral externo, el haz anterior es el nea de fractura peronea está si- Es preciso tener en cuenta que
primero que se solicita: en primer tuada mucho más arriba, en el todas estas lesiones que afectan a la
lugar, en caso de esguince benigno cuello: se trata de la fractura de pinza bimaleolar exigen un trata-
estará simplemente "estirado", se Maisonneuve. miento que conlleve una estricta
rompe en los esguinces graves. d) Con frecuencia, los ligamentos corrección anatómica para resta-
Entonces es posible poner de ma- tibioperoneos inferiores resis- blecer la estabilidad y el funciona-
nifiesto un cajón anterior, clínica ten, o al menos el anterior. La miento normal de la articulación
mente o, sobre todo, radiológica- fractura del maléolo interno se tibioperoneoastragalina.
mente: el astrágalo se desplaza ha- asocia, entonces, a una fractura
cia delante y los dos arcos de círcu- del maléolo externo por debajo Fisiopatología de las fracturas
lo de la polea astragalina y del te- o a través de la articulación pe- maleolares
cho de la mortaja tibial han dejado roneotibial inferior. En este
de ser concéntricos; cuando los caso se habla de una fractura de Los mismos traumatismos que
centros de la curva están desplaza- Dupuytren “baja” o de una de provocan los esguinces, pero con
dos más de 4-5 mm, existe una sus equivalentes cuando una mayor intensidad, provocan las
ruptura del haz anterior del liga- ruptura del ligamento deltoideo fracturas maleolares. Los traumatis-
mento lateral externo (Kapandji, sustituye la fractura del maléolo mos que provocan lesiones maleo-
1998). interno. Las fracturas “bajas” de lares producen fuerzas de tracción
Dupuytren conllevan a menudo en una vertiente y fuerzas de rota-
2.2 Inestabilidad transversal de la ar- una fractura asociada del mar- ción o compresión en otra vertien-
ticulación tibioperoneoatragalina gen posterior con desprendi- te, existiendo, en la gran mayoría
miento de un tercer fragmento de casos, dos puntos de lesión. Las
Cuando un movimiento forzado posterior que puede formar un fuerzas de tracción dan lugar a le-
de abducción dirige el pie hacia bloque con el fragmento male- siones ligamentosas o trazos de fac-
fuera, la carilla externa del astrága- olar interno. tura trasversos, las fuerzas de com-
lo ejerce una presión sobre el ma- presión trazos oblicuos y las fuerzas
léolo peroneo. Se pueden dar en- Junto a estas dislocaciones de la de rotación trazos espiroideos.
tonces varias posibilidades pinza maleolar producidas por un Durante la primera mitad de la
(Kapandji, 1998): movimiento de abducción, se pue- fase de apoyo del paso, el astrágalo
den observar también fracturas bi- tiende a proyectarse contra el án-
a) La pinza bimaleolar se disloca maleolares por aducción: la punta gulo tibioperoneo; con ello se
por ruptura de los ligamentos del pie, dirigida hacia dentro, hace pone en tensión la sindesmosis fi-
peroneotibiales inferiores apa- que el astrágalo gire alrededor de bioperonea y el pie tiende a valgui-
reciendo, de este modo, la dias- su eje vertical, la carilla interna zarse. Esta fuerza de valguización y
tasis intertibioperonea. El astrá- hace saltar el maléolo interno y la proyección superoextema es com-
galo deja de estar sujeto y pue- báscula del astrágalo rompe el ma- pensada normalmente por la ten-
de realizar movimientos de la- léolo externo a la altura del pilón sión del ligamento deltoideo y los
teralidad; también puede efec- tibial. supinadores. Durante la flexión
tuar una rotación sobre su eje Sin embargo, la mayoría de las plantar que después se efectúa, el
longitudinal, favorecida por una veces el movimiento de aducción eje transversal del astrágalo cambia
elongación del ligamento late- o de inversión no conduce a una de posición, descendiendo a causa
ral interno; por último, puede fractura sino a un esguince del liga- de la forma del hueso, de manera
girar en torno a su eje vertical, mento lateral externo. Afortuna- que el eje de rotación incide en
mientras que la parte posterior damente, en la mayoría de los casos ángulo recto sobre la cara articular
de la polea hace saltar el margen el esguince es benigno, ya que el li- externa del astrágalo. Todo ello nos
posterior. gamento está distendido pero no permite saber que, durante la fase
b) Si el movimiento va más allá, el roto. Por el contrario, en el caso de de apoyo, el maléolo peroneo actúa
ligamento lateral interno se un esguince grave con ruptura del como pilar de sostén. Por eso pre-
rompe: se trata del esguince ligamento lateral externo, la estabi- cisamente, en el tratamiento de las
grave del ligamento deltoideo lidad de la articulación tibiotarsia- fracturas del tobillo es primordial
asociado a diastasis intertibio- na se ve comprometida. En una ra- una exacta y sólida reparación del
peronea. diografía anterior del tobillo en in- maléolo peroneo, sin la cual no es

28 · CANARIAS MÉDICA Y QUIRÚRGICA Enero – Abril 2011


Sous Sánchez, J. O.; Navarro Navarro, R.; Navarro García, R.; Brito Ojeda, E.; Ruiz Caballero, J. A.

posible asegurar un buen cierre de mento tibioperoneo posterior que comprometen la sindesmosis, habrá
la mortaja. Si se alteran las relacio- actúa como un gozne, mientras que tener cuidado de no afectar su
nes de presión normales aparece que el fragmento proximal se man- elasticidad, que es consustancial
una alteración biomecánica que, en tiene en posición por la membrana con su función (Ballestery Borrell,
una fase más avanzada, conduce a interósea (Ballester y Borrell, 1999).
la artrosis (Borrell, Saló y Ferrán, 1999). Estas alteraciones anatómi- Estos conceptos ponen de mani-
2000). cas tienden a producir una incon- fiesto la absoluta necesidad de una
En las fracturas de peroné se alte- gruencia articular y artrosis. En de- restitución anatómica total y exac-
ra la articulación tibioperonea, aun terminadas fracturas (supinación- ta en las lesiones traumáticas del
en los casos en que los ligamentos aducción), el peroné puede conso- tobillo, en las que siempre hay que
permanecen intactos. Esto se debe lidar con alargamiento, que causa tener presentes las lesiones liga-
a que el fragmento distal tiende a basculación en varo del astrágalo mentarias, además de las óseas
ascender, rotar y desplazarse hacia (Borrell et al., 2000). (Borrell et al. ,2000).
fuera y bascular hacia atrás. Al as- La acción dinámica del lado
cender el peroné, como se ensan- opuesto de la pinza no es despre- Patomecánica de las lesiones
cha en su parte inferior, deja de ciable. Efectivamente, por una par- osteoligamentarias del sistema
adaptarse a la cavidad articular co- te, el ligamento deltoideo tiende a de contención del tobillo
rrespondiente a la tibia, para cabal- impedir un mayor desplazamiento
gar sobre sus bordes, con lo cual la externo del astrágalo, como se de- Las fuerzas de energía relativa-
mortaja tibial se ensancha. Por otra muestra por el hecho de que con el mente baja, debidas a acciones
parte, en el plano frontal, la super- maléolo peroneo ausente el despla- como tropezarse o torcerse un to-
ficie articular del maléolo externo zamiento es de 2 mm, si el liga- billo, son la causa más común de las
no está en el mismo plano del eje mento deltoideo está intacto, y de fracturas de tobillo. Las fuerzas de
longitudinal del peroné, sino en un 7 mm si está roto. Por otra parte, si alta energía, directas o indirectas,
plano que es valgo con respecto al el ligamento deltoideo o el maléo- como aquellas que se producen en
anterior. Por tanto, si el peroné as- lo tibial están rotos, la tendencia a accidentes de tráfico, pueden tam-
ciende, la superficie articular se se- la luxación en valgo del astrágalo es bién provocar fracturas de tobillo.
para hacia fuera, lo cual constituye mayor y, por tanto, es anormal su Dichas fracturas están a menudo
también otra causa de ensancha- repercusión peroneal sobre el án- asociadas con importantes lesiones
miento de la pinza maleolar gulo superoexterno de la mortaja, de tejidos blandos, así como con
(Borrell et al., 2000). así como la tensión a que se some- luxación de la articulación del to-
Si después de una fractura el pe- te la sindesmosis (Ballester y billo.
roné consolida con acortamiento, Borrell, 1999). En los mecanismos de produc-
debido al ensanchamiento descrito Como hemos visto, el sistema li- ción de las fracturas del tobillo in-
anteriormente, el desplazamiento gamentario tiene en la dinámica fluyen muchos factores: edad, cali-
del astrágalo hacia el ángulo supe- del tobillo tanta importancia como dad ósea, posición del pie en el
roexterno rebasa los límites de la el óseo, de aquí la estrecha vincula- momento de la lesión, magnitud y
normalidad, sobre todo si el liga- ción entre las lesiones óseas y liga- dirección de la fuerza, etc. (Coello,
mento deltoideo está alongado, si mentarias y sus consecuencias 1997).
el maléolo tibial es insuficiente o si (Lauge-Hansen, 1950). Los liga- El examen de las características y
presenta una consolidación viciosa mentos sindesmóticos y la mem- orientación del trazo de fractura
tras una fractura. Incluso en caso de brana interósea mantienen las di- maleolar en las lesiones del tobillo
normalidad, estas dos últimas es- mensiones transversales normales permite intuir su mecanismo de
tructuras quedan sometidas a una de la pinza, pero permiten cierto producción. Así, cuando el trazo
tracción anormal, causa de moles- grado de movilidad por su elastici- fracturario es de dirección trans-
tias, insuficiencias, edemas, etc. dad. En efecto, en la dorsiflexión versa con respecto al eje longitudi-
Estos hechos son los que en otro del pie, debido al aumento de lon- nal del maléolo, puede deducirse
aspecto influyen, además de las co- gitud del eje transversal del astrága- que la fractura es producida por
nocidas interposiciones de partes lo en su parte anterior, la sindes- una acción de tracción transmitida
blandas, en la producción de pseu- mosis permite un ensanchamiento por el ligamento que en él se inser-
doartrosis del maléolo interno de la pinza de unos 2 mm, Por otra ta, ya que el tejido ligamentoso es
(Ballester y Borrell, 1999). parte, la flexibilidad de la sindes- capaz de resistir mejor a la tracción
Como hemos dicho, el fragmen- mosis permite que el peroné pue- que el tejido óseo corticoesponjo-
to distal de las fracturas del peroné da moverse en los planos antero- so del maléolo. En cambio, si el tra-
tiende a rotar hacia fuera y bascu- posterior, rotatorio y vertical zo de fractura maleolar es de direc-
lar hacia atrás, en el primer caso (Weber, 1971). Como resultado de ción oblicua, habrá que deducir
por la acción de los peroneos y en lo anterior, se comprende que, en que el mecanismo de producción
el segundo por la acción del liga- el tratamiento de las lesiones que se debe a un movimiento de infle-

CANARIAS MÉDICA Y QUIRÚRGICA Enero – Abril 2011 · 29


Canarias Médica y Quirúrgica | Vol. 8 - Nº 24 - 2011

xión consecutivo al empuje del as- b) Lesiones por supinación-ever- mento tibio-peroneo anterior,
trágalo; la cortical maleolar yux- sión (supinación-rotación ex- fractura del maléolo tibial o del
taastragalina es sometida a una terna) (SE): este mecanismo ligamento lateral, fractura mar-
fuerza de tensión con inflexión de predispone a la fractura espiral ginal posterior de la tibia y rup-
fa misma, a la par que en la cortical u oblicua del maléolo peroneo tura del ligamento tibioperoneo
maleolar externa se produce una con arrancamiento del liga- posterior.
acción de compresión con posible
conminución. Como consecuen-
cia, el trazo de fractura será oblicuo
de abajo hacia arriba, iniciándose
en la cortical yuxtaastragalina y al-
canzando la cortical opuesta del
maléolo. Esto es lo que sucede
cuando la fractura maleo lar es pro-
ducida por el volteo en valgo o en
varo del astrágalo (Ruiz-Caballero,
1996).
En el mecanismo tan frecuente
de rotación externa, el trazo de la
fractura maleolar es igualmente
oblicuo, pero de delante hacia atrás
y de abajo hacia arriba, producido
por el empuje que supone el estrés
rotacional del astrágalo. Se inicia Figura 1
por un mecanismo de tracción en Fracturas de tobillo por mecanismos de supinación-adducción (izquierda) y
la cortical maleolar anterior y se supinación-eversión (derecha)
prolonga oblicuamente hacia atrás,
hasta completarse la fractura en la c) Lesiones por pronación-ever- tura del ligamento tibio pero-
cortical opuesta por una fuerza de sión (pronación-rotación exter- neo posterior.
compresión y, por tanto, con posi- na) (PE): este tipo de mecanis- d) Lesiones por pronación-abduc-
ble conminución de la misma. mo involucra varias estructuras: ción (PA): debido a este meca-
El patrón de la lesión del tobillo fractura del maléolo tibial o nismo se produce la fractura
depende de la posición del pie en ruptura del ligamento lateral diafisaria del peroné, del maléo-
el momento de la lesión, que pue- interno, ruptura del ligamento lo interno o de su equivalente
de ser tanto en supinación como tibio-peroneo anterior y de la ligamento lateral interno, como
pronación. La combinación de la membrana interósea, fractura así también la rotura del liga-
posición del pie y la fuerza defor- espiral u oblicua del peroné a mento tibio-peroneo anterior.
mante proporciona un patrón ca- nivel diafisario, y fractura mar- Puede presentar lesión de la
racterístico de fractura de tobillo. ginal posterior de la tibia o rup- membrana interósea.
Lauge-Hansen (1950) divide los
mecanismos lesionales de la articula-
ción del tobillo en cuatro categorías
principales: supinación-adducción,
supinación-eversión (supinación-
rotación externa), pronación-ever-
sión (pronación-rotación externa) y
pronación-abducción (fig. 1- 2):

a) Lesiones por supinación-ad-


ducción (SA): Por este mecanis-
mo se produce la fractura de la
porción distal del peroné o la
rotura de su ligamento externo,
acompañando o no la fractura
vertical u oblicua del maléolo
tibial. La membrana interósea se
Figura 2
encuentra conservada en toda
Fracturas de tobillo por mecanismos de pronación-eversión (izquierda) y
su extensión. pronación-abducción (derecha)

30 · CANARIAS MÉDICA Y QUIRÚRGICA Enero – Abril 2011


Sous Sánchez, J. O.; Navarro Navarro, R.; Navarro García, R.; Brito Ojeda, E.; Ruiz Caballero, J. A.

Muchas lesiones suceden al ca- interna del golpe, lo que provoca conducen a una compresión asi-
minar o al correr. En estas circuns- una aducción neta. De manera métrica que genera, con frecuen-
tancias se producen fuerzas adicio- análoga, si se aplica una fuerza so- cia, un momento de f1exión o in-
nales transmitidas a la región pos- bre la región medial del talón y el clinación, el cual complica el pa-
terior de la superficie articular in- pie, el astrágalo tiende a la abduc- trón de fractura que se observa. La
ferior de la tibia (maléolo poste- ción en la mortaja del tobillo. posición de la articulación en el
rior). Asimismo, pueden producirse Una sistematización de las lesio- momento de la compresión axial
lesiones por compresión causadas nes fracturarias ligamentosas del genera un anclaje y cargas tensiles
por: (1) caídas desde altura, fuerzas tobillo, fundada en su mecanismo en las partes blandas y producen un
transmitidas en dirección vertical de producción (sistematización ge- impacto torsional entre el astrágalo
por impacto sobre el talón, o (2) nética), ofrecería la sugestiva con- y la mortaja del tobillo. La carga
tras una desaceleración rápida en clusión de que, conociendo el me- axial vertical de la tibia y peroné
accidentes de coche, que empeo- canismo de producción de la frac- también contribuye a variar la
ran en ocasiones por los pedales tura, se conseguiría fácilmente su orientación de las fracturas en estos
que se empotran hacia el interior y reducción imprimiéndole al pie el segmentos.
provocan una flexión dorsal forza- mismo mecanismo, pero en sentido Los momentos angulares adicio-
da del tobillo. En este tipo de lesio- contrario, y su contención sería se- nales combinados con la flexura de
nes es frecuente la conminución. gura si el enyesado inmovilizador huesos largos y compresión axial
La función de la mortaja del to- lo mantuviera en la posición con- introducen complejos mecanismos
billo se ve amenazada cuando los traria a su mecanismo de produc- de carga que parecen ser responsa-
maléolos se fracturan o los liga- ción, previniendo así su desplaza- bles de los diferentes patrones de
mentos tibioperoneos se rompen. miento dentro del mismo. Una ra- fracturas. Los mecanismos torsio-
La estabilidad del astrágalo también diografía tomada en posición for- nales producen patrones helicoida-
puede disminuir por la rotura del zada en el mecanismo productor les de los segmentos largos óseos
ligamento medial o lateral. La le- (radiografía sostenida), permitiría que frecuentemente dan lugar a lu-
sión más frecuente se produce al confirmar el mecanismo produc- xaciones del tobillo en lesiones de
rotar el astrágalo en la mortaja con tor, la maniobra de reducción y la estadía final, especialmente cuando
fractura de uno o ambos maléolos. posición de inmovilización (Ruiz- los segmentos maleolares medial y
La rotación externa del astrágalo Caballero, 1996). posterior han fallado. El pie pro
puede producirse por dos mecanis- nado forzosamente aplica tensiones
mos: Patomecánica de las fracturas al ligamento deltoideo, mientras
bimaleolares de tobillo que el ligamento lateral opuesto se
1) El pie actúa como una palanca afloja. La tensión aplicada al liga-
larga y cualquier fuerza rotato- Las fracturas bimaleolares se pro- mento lateral durante la supinación
ria aplicada en la región medial ducen por la progresión de deter- forzada afloja el ligamento deltoi-
del pie se transmite al astrágalo minadas fuerzas deformantes sobre deo. La carga puede ser dirigida
amplificada como en cualquier la articulación del tobillo que, de- hacia medial o hacia lateral, o ser
sistema mecánico de palanca. tenidas a tiempo, propiciarían le- torsional, produciendo diferentes
Puede producirse una fuerza de siones más leves. La afectación de tipos de fracturas dependiendo de
mayor magnitud si, por ejem- dos o más puntos de la mortaja ti- la magnitud de la carga axial que se
plo, el pie está unido a un esquí. bioperoneoastragalina supone su aplica a través de la bipedestación.
2) El eje de movimiento de la ar- inestabilidad, por lo que en la in- La manera más común de fractu-
ticulación subastragalina es mensa mayoría de los casos las frac- ra de tobillo es la carga combinada.
oblicuo en dirección del plie- turas bimaleolares requerirán trata- Todo esto se sintetiza en la clasifi-
gue. La inversión del talón pro- miento quirúrgico (Navarro et cación de Lauge-Hansen, más pre-
duce una rotación externa del al.,2008). cisa y detallada. Se basa en la posi-
astrágalo. Un antecedente habi- La aplicación de fuerzas patome- ción del pie en la dirección de la
tual es una 'torcedura del tobi- cánicas en el complejo articular del carga para describir las fracturas de
llo" en terreno irregular. tobillo propicia patrones de lesión tobillo en adultos.
objetivados clínica y experimental- En las fracturas bimaleolares no
El astrágalo puede verse forzado mente. El fallo inicial y la progre- debe haber en principio rotura li-
en una aducción relativamente sión de la lesión vienen determina- gamentosa de los complejos latera-
pura, como, por ejemplo, cuando el dos por la posición del pie durante les o mediales, pues el elemento del
lateral del pie en inversión choca la carga y la dirección de la fuerza. complejo que ha fallado ha sido el
con fuerza contra el suelo. La rota- Un fallo o fracaso ligamentoso· hueso. Sí puede haber, por el con-
ción externa del astrágalo, produci- completo es el equivalente biome- trario, lesión sindesmótica asocia-
da por la inversión del calcáneo, cánico a un fracaso óseo segmenta- da. Estas fracturas suelen ser los es-
está contrarrestada por la rotación rio. Cargas verticales excéntricas tadios finales de cada patrón lesio-

CANARIAS MÉDICA Y QUIRÚRGICA Enero – Abril 2011 · 31


Canarias Médica y Quirúrgica | Vol. 8 - Nº 24 - 2011

nal y derivan en una inestabilidad de la tibia se fractura y se desplaza, Fisiopatología y patomecánica


del tobillo, por lo que son, en prin- permitiendo la dislocación poste- de las fracturas de tobillo en
cipio, de indicación quirúrgica rior y lateral y la rotación externa el niño. Epifisiolisis traumáti-
(Navarro et al.,2008). con la supinación del pie. El malé- ca del tobillo
Las fracturas bimaleolares inte- olo interno puede permanecer in-
rrumpen las estructuras media les y tacto, con un desgarro del ligamen- Las fracturas de tobillo en .el
laterales que estabilizan la articula- to deltoideo que ocurre en vez de niño son raras. Mecanismos pro-
ción del tobillo. El desplazamiento una fractura maleolar (Grantham, ductores que en el adulto conduci-
reduce el área de contacto tibiota- 1990). rían a la fractura maleolar, ocasio-
lar y altera la cinemática del tobi- Los resultados del tratamiento de nan en el niño, como consecuencia
llo. La reducción cerrada puede ser las fracturas trimaleolares no son más frecuente, desprendimientos
lograda, pero no mantenida en la generalmente tan buenos como los epifisarios de la tibia distal
posición anatómica debido al ede- obtenidos para las fracturas bimale- (Ballester y Borrell, 1999).
ma resultante. La no unión se ha olares (Jiménez, 2007). Requieren Las lesiones que se producen
reportado en el aproximadamente la reducción abierta más a menudo son:
10% de fracturas bimaleolares tra- que cualquier otro tipo de fractura
tadas por métodos cerrados, aun- del tobillo. Las indicaciones para la a) Fracturas maleolares. Especial-
que éstos no son siempre sintomá- reducción abierta del maléolo pos- mente graves son las del maléo-
ticos. Más del 20% de las fracturas terior o del fragmento tibial poste- lo tibial, debido a la lesión que
bimaleolares implican lesiones in- rior dependen principalmente de presenta el cartílago de conjun-
traarticulares del astrágalo y de la su tamaño y dislocación. Si el frag- ción.
tibia; estas lesiones conllevan a la mento del maléolo posterior impli- b) Epifisiolisis distal del peroné o
no curación cuando se utilizan ca más del 25% al 30% de la super- de la tibia.
métodos cerrados (Dahners, 1990). ficie de la articulación, la reducción
Para la mayoría de las fracturas anatómica debe ser hecha y debe Radiológicamente, el núcleo de
bimaleolares desplazadas, se reco- ser mantenido con fijación interna. osificación distal de la tibia aparece
mienda la reducción abierta y la fi- Si el fragmento es menor del 25% entre el 2° y 3° año de vida y se fu-
jación interna de ambos maléolos. de la superficie articular, general- siona a ella alrededor de los 15 a 17
La mayoría de las fracturas tipo B mente no existe ninguna conse- años. El núcleo del peroné aparece
de Weber y las fracturas maleolares cuencia, si la parte anterior de la su- al 2° año y se fusiona a los 20 años.
laterales tipo C se estabilizan con perficie articular tibial es bastante Debe considerarse que los movi-
fijación con placa y tornillos grande como para proporcionar mientos de la articulación tibiope-
(Dahners, 1990; Jiménez, 2007). una superficie estable a la articula- roneoastragalina, así como las fuer-
El tratamiento operativo de frac- ción con la cual el astrágalo puede tes estructuras ligamentarias, hacen
turas periarticulares y las fracturas sostener una relación apropiada. muy vulnerables a las fisis de la ti-
del tobillo se limita probablemente A menudo, la reducción satisfac- bia y el peroné. Por consiguiente,
a dos períodos: temprano y tardío. toria del fragmento tibial posterior son los elementos óseos más sus-
La reducción abierta y la fijación ocurre con la fijación anatómica y ceptibles de sufrir lesiones.
interna pueden ser posibles dentro rígida del peroné, puesto que este Toda epifisiolisis traumática acaece
de las primeras 12 horas después de fragmento es posterolateral y está en la zona de células hipertróficas de
la lesión pero no puede ser posible unido al peroné por el ligamento la fisis, quedando el estrato germina-
después de 2 a 3 semanas debido al tibiofibular posterior (Haraguchi et tivo de la misma indemne y solida-
edema excesivo. El cierre por se- al., 2006). rizado con la epífisis, y dependiendo
gunda intención de la herida e in- Si el fragmento tibial posterior es del desplazamiento epifisario (epifi-
cluso el injerto de piel puede ser pequeño, incluso un desplazamien- siolistesis) del mecanismo traumáti-
necesario cuando hay demasiado to proximal no posee ninguna co causal.
edema (Jiménez, 2007; Limbird y consecuencia. Haraguchi et al. Las alteraciones ulteriores produ-
Aaron, 1987). (2006), en fracturas del fragmento cidas por la lesión tisaria, que se
maleolar posterior que constituyen manifiestan en el curso del creci-
Patomecánica de las fracturas el 25% o más de la articulación, no miento posterior del hueso (acor-
trimaleolares de tobillo encontraron ninguna diferencia tamientos, deformidades axiales en
clínica entre los que fueron reduci- varo o en valgo, etc.), dependen de
Las fracturas trimaleolares son das y fijadas y los que no eran fijos. la edad en la que se ha producido
causadas generalmente por una ab- Observaron que la reducción del el traumatismo (cuanto más joven
ducción o lesión por rotación ex- fragmento maleolar posterior era peor pronóstico), así como del tipo
terna. Además de fracturas del ma- generalmente satisfactoria cuando de lesión de la fisis y el desplaza-
léolo medial y el peroné, el labio la fractura maleolar lateral fue re- miento ocasionado (Ruiz
posterior de la superficie articular ducida y fijada. Caballero, 1996).

32 · CANARIAS MÉDICA Y QUIRÚRGICA Enero – Abril 2011


Sous Sánchez, J. O.; Navarro Navarro, R.; Navarro García, R.; Brito Ojeda, E.; Ruiz Caballero, J. A.

La clasificación general de las dos mecanismos: abducción o tamiento desintegrador por la


epifisiolisis de Salter y Harris rotación externa. epífisis, que se impacta por un
(1963) resulta también de gran uti- e) Tipo III: Consiste fundamental- mecanismo de compresión rodal
lidad pronóstica en las lesiones mente en una fractura longitudi- en la metáfisis. Dado que habi-
traumáticas epifisarias del tobillo, si nal y vertical de la epífisis a cierta tualmente la lesión es más cons-
bien cada tipo de lesión tiene sus distancia de la sindesmosis (diásta- tante o acentuada en la vertiente
propias características en cuanto a sis interósea), con una epifisiolis- medial de la fisis tibial hay, además
su frecuencia en relación con la tesis del fragmento epifisario late- de la detención del crecimiento
edad y las ulteriores consecuencias ral delimitado, o del fragmento distal de la tibia, una deformidad
deformantes en el tobillo. Esta cla- medial con el maléolo tibial. No en varo del tobillo.
sificación establece cinco tipos: hay fractura metatisaria, pero la
lesión es articular, epifisaria y En cuanto al tratamiento, la me-
a) Tipo I: Epifisiolisis con epifisio- transfisaria. Puede producirse por jor forma de minimizar, en la me-
listesis pura. Solamente se pro- dos mecanismos: adducción o ro- dida de lo posible, las consecuen-
duce desplazamiento epifisario. tación externa. cias deformantes de la epifisiolisis,
En el tobillo es muy raro en- d) Tipo IV: Se trata de una fractura es proceder a la reducción precisa y
contrarlo, aunque se han descri- longitudinal epifisaria, transfisaria precoz del desplazamiento epifisa-
to casos por estrés rotacional. y metafisaria hasta alcanzar la cor- rio con el menor traumatismo po-
b) Tipo II: Epifisiolisis parcial de la tical medial. El trazo fracturario, al sible (Ruiz-Caballero, 1996). Se
porción medial de la fisis que se consolidarse, forma un puente intentará la reducción incruenta
continua con un trazo fractura- óseo epifisiometatisario, con con- bajo anestesia general y, en caso de
rio en la metáfisis, delimitando secuencias deformantes en el cur- fracasar ésta, efectuaremos una re-
un fragmento triangular de la so del crecimiento. Se produce ducción cruenta y osteosíntesis
misma que queda solidarizado a por un mecanismo de adducción con agujas de Kirschner, puesto
la fisis. En la mayoría de los ca- o inversión del pie. que éstas no alteran en absoluto el
sos hay, además, una fractura de e) Tipo V: La fisis sufre en toda su estrato germinativo fisario
peroné. Se puede producir por extensión los efectos de un aplas- (Ballester y Borrell, 1999).

BIBLIOGRAFÍA

1. Maestro A, Rendueles G, Deslbrouck I, Rodríguez L, 4. Ballester J, Borrell J. Fracturas maleolares. Esguinces y luxa-
Murcia A. La fractura de tobillo en el adulto. Resultados clí- ciones. En: Balibrea Cantero JL (coord.). traumatología y ciru-
nico-radiológicos. Rev Esp cir Osteoart 1995; 30 (179): 256- gía ortopédica. Madrid: Marbán; 1999. p. 3593-3612.
261. 5. Llanos Alcázar LF. Biomorfología. En: Núñez-Samper M,
2. Procter P, Paul J. Ankle joint biomechanics. J Biomech Llanos Alcázar LF (coords.). Biomecánica, medicina y cirugía
1982; 15: 627-34. del pie. Barcelona: Masson; 1997. p. 48-58.
3. Garricck JG, Requa R. The epidemiology of foot and an- 6. Degan T, Morrey B, Braun D. Surgical escisión for ante-
kle injuries in sports. Clin Sports Med 1988; 7 (1): 29-36. rior process fracture of the calcaneus. J Bone and Joint Surg
1982; 64 (A): 519.

CANARIAS MÉDICA Y QUIRÚRGICA Enero – Abril 2011 · 33

You might also like