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OTTMAR FUCHS

UN "DIOS BONDADOSO": ¿DEBILITAMIENTO O


ENDURECIMIENTO DEL JUICIO?

Puesto que Dios ha creado a los hombres por amor, se puede alber-
gar la esperanza que Dios no permitirá que se pierdan. En el hori-
zonte de este amor infinito adquiere fuerza la condena de todo tipo
de crueldad. Un castigo doloroso, al margen de este amor, nunca se-
ría asequible para el corazón humano y se quedaría corto.

Ein “lieber Gott” - Verweichlichung oder Verschärfung des Gerichts,


Theologie der Gegenwart 56 (2013) 119-132.

¿Es el Amor más fuerte que do amados y han podido amar, que
la muerte? gozaron del don de ambas formas
de amor, gozan de una profunda
Hace tiempo que existe un tipo experiencia: a saber, la de que el
de falta de fe que solo es la expre- ser amado lo es de tal manera que
sión de la impotencia de poder su existencia es anhelada y desea-
creer. Así lo afirma J. Fuchsberger: da absolutamente. El que ama de-
“Me gustaría poder creer que mi sea que el ser querido exista, que
hijo, fallecido demasiado pronto, esté ahí, que viva. Lo mejor que
vive todavía de alguna manera, pe- les puede pasar a los seres huma-
ro no puedo aceptarlo en los tér- nos es que sean deseados ya desde
minos que generalmente se utili- el nacimiento, desde su concepción
zan”. También M. Walser valora y que existan porque han sido an-
mucho la fe, acepta sus formas y helados. Quizá el anhelo y el ser
su expresión lingüística, dándoles están mucho más relacionados de
valor; pero, al mismo tiempo, su- lo que cabe suponer. Encontraría-
perada la frontera de la muerte, no mos una magnífica cosecha de
puede creer en un Dios del más poesías y relatos en los que apare-
allá. No se trata de una negación ce esta relación de infinitud y
de Dios bien meditada, sino de la amor, de amor y Ser-Tener-Querer.
expresión de la propia debilidad. “Es lo que es –dice el amor” (E.
Al mismo tiempo, se muestra en Fried): el amor quiere existir sin
ello el profundo anhelo de que pue- condiciones y protege lo que exis-
da ser de otra manera, de que sería te.
bonito que esta fantasía se trocase ¿Se puede trasladar este hecho
en realidad.
más allá de la muerte? ¿Pueden los
Los seres humanos que han si- hombres pensar y esperar algo se-
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mejante cuando se trata de la exis- la esperanza de que este amor no
tencia de todos los hombres, de la abandone al ser humano en la
tierra y de todo el universo? ¿Cuál muerte, sino que le sostenga. Solo
es el motivo de que todo esté aquí, se salva lo que es amado y, si real-
de que perdure, de que no exista la mente el amor es Dios, es decir, sin
nada? “¿Es el amor?”. Esta pregun- fronteras e infinito, todo es objeto
ta que plantea diversas veces el le- de su amor y, por lo tanto, todo es
chero Tewje a su esposa Golde en salvado. Pero ¿cómo? ¿Acaso co-
el Musical “Anatevka”, y que Gol- mo si el mal y el sufrimiento no
de sólo puede responder positiva- hubieran existido? Los aconteci-
mente en función de la calidad de mientos no pueden desaparecer.
su vida en común, se puede dirigir Aparecen de nuevo y se transfor-
al Creador. man en el hecho de ser amados, en
el dolor o en la alegría y la salva-
No se pregunta solo si existe un ción.
Dios creador universal, sino por
las razones de la creación de Dios. Las religiones esperan siempre
¿Es que se recrea en el florecimien- un Dios bueno y misericordioso.
to y en la destrucción de la vida? Aunque nos puede castigar y lo ha-
Un Dios así no aportaría ninguna ce, no es ésta nunca su última pa-
ganancia en relación al ateísmo, labra. Hay justicia y salvación más
pues si yo creo en un Dios frío o allá de la muerte. Pero, al mismo
en un universo frío, el resultado es tiempo, tienen la tentación de limi-
el mismo. tar esta bondad divina. ¿Existe, sin
embargo, un “si esto… luego aque-
Los niños no pueden entender llo”, ubicado entre el cielo y el in-
que han perdido un ser querido y fierno? Para una parte considera-
toman en sus manos una imagen ble de la humanidad existiría
suya, conversan con él, van a su entonces un Dios satánico.
tumba. Al hacerlo, muestran lo que
significa el hecho de que el amor Las religiones solo tienen una
no se conforma con la muerte de posibilidad de presentar la plausi-
la persona amada. No está ahí, si- bilidad de su mensaje sobre un
no en otra parte: desde allí oye y Dios bondadoso: dar testimonio de
escucha, puede seguir amando y que su amor quiere la vida de to-
siendo amado. dos, pues se trata de un amor uni-
versal. Todo culmina en la pregun-
ta de 1 Co 15: ¿existe una salvación
¿Esperanza para todos? más allá de la muerte y de las ca-
lamidades? ¿En qué condiciones?
¿O se trata de una salvación sin
La profundidad de estos acon- condiciones? ¿Qué consecuencias
tecimientos alcanza o, por lo me- tiene esta incondicionalidad para
nos, toma contacto con la frontera los hombres, teniendo en cuenta
del más allá y de la eternidad, con los distintos recuerdos de su vida
164  Ottmar Fuchs
y de sus actos? Iría en contra del hombre está al máximo a favor de
amor universal el hecho de que, en esta calidad. Y Dios, que participa
la eternidad, se ignorara y juzgara en todo, pierde con ello la “inocen-
como inexistente la falta de amor. cia” del amor platónico.
Pero, si a los que no han amado,
no se les priva de amor ¿cómo van
a experimentar este amor infinito Con Nietzsche, pero más allá
teniendo en cuenta su pasado? de Nietzsche
De hecho, hay un creciente
malestar ante el Dios bondadoso Cuando todo lo que tiene que
del mensaje cristiano. Recuerdo la ver con Dios lleva el sello de su
tesis del sociólogo M. Ebertz so- amor, parece anacrónico apelar al
bre “la erosión de la institución de odio de Dios contra los que no
la gracia”, debida a un reblandeci- aman, los malos, los que ponen en
miento de las sanciones religiosas peligro la vida. Una ira que no se
y de las delimitaciones externas e apaga a lo largo de la historia y que
internas, a lo que se uniría la pér- se descarga al final como juicio de-
dida de “fascinación de la intran- finitivo.
sigencia”, lo cual comportaría un Pero lo anacrónico se convier-
debilitamiento de la imagen de te fácilmente en moderno y “espe-
Dios. ¿No tiene Dios nada que ver remos que a favor de un tiempo
con la fascinación del poder? ¿Es futuro” (cf. las Consideraciones
un Dios bondadoso y blando, tan intempestivas, de F. Nietzsche).
desdentado como aburrido? Contra Nietzsche, entiendo este
En todo caso, esto podría aca- “esperemos que a favor de un tiem-
bar en una trivialización del men- po futuro” en sentido escatológico,
saje evangélico: si todos van al cie- es decir, no solo para la historia,
lo, todo da igual. ¿Y los culpables sino también más allá de ella. No
y las víctimas van a reconciliarse me refiero a la “fe paralizante en
como si nunca hubiese ocurrido una humanidad que se marchita”,
nada? ¡Esta idea resulta insosteni- lo cual sería una mala comprensión
ble! de la concepción cristiano-teoló-
gica del final cercano del mundo.
Y si Dios es tan bondadoso, En primer lugar, el apuntar esca-
¿puede tener parte con los que no tológico hacia la “realidad última”
aman y con los violentos, con los no debe empequeñecer lo “prime-
que causan dolor y con los que lo ro”, las cosas que se nos presentan
sufren? ¿Tiene algo que ver con los en esta vida. En segundo lugar, no
bajos fondos de esta creación? La se trata de que la humanidad con-
Biblia habla otro lenguaje. No se dene su propia historia: es el pro-
mantiene por debajo de la “cali- pio Hijo de Dios quien impartirá
dad” de lo que los hombres hacen justicia y, con ello, nos traerá un
o se hacen. El Hijo de Dios hecho juicio que no será una justicia “ani-
Un "Dios bondadoso": ¿debilitamiento o endurecimiento del juicio?   165
quiladora”. Por lo tanto, no es vá- lo real, y contraponga a ello algo
lido el siguiente veredicto de nuevo. En el camino que va del “es-
Nietzsche: “Una religión que, de to es lo que hay” al “así debe ser”,
todas las horas de la vida humana, luchamos en la historia contra la
considera la última como la más historia. Miramos los aconteci-
importante, que predice un fin a mientos últimos, no como idea, si-
toda existencia terrena en general no como una dinámica, como una
y condena a todos los seres vivos iniciativa interactiva con el futuro,
a vivir en el quinto acto de la tra- en el sentido de un taller del futu-
gedia, tal religión promueve cier- ro cuyo objetivo es permitir un co-
tamente las fuerzas más nobles y loquio con el futuro y alcanzar por
más profundas, pero se muestra ello, para el presente, motivaciones
hostil contra todo ensayo de plan- e indicadores del camino.
tar algo nuevo, contra toda inicia-
tiva atrevida, contra toda libre as- La consideración crítica de la
piración. Le repugna cualquier historia, que Nietzsche recomien-
deseo de lanzarse a lo desconoci- da como una consideración “al ser-
do, porque allí no ama ni espera.” vicio de la vida”, desarrolla lo que
pretende la presentación cristiana
No estoy de acuerdo con este del juicio. Por esto el hombre debe
planteamiento porque el recuerdo “tener la fuerza, y aplicarla de vez
del juicio futuro moviliza todo lo en cuando, para romper y deshacer
noble, lo más profundo, atrevido, un pasado para poder vivir. Esto
nuevo y desconocido que ayuda a lo consigue colocándolo ante el jui-
la realización de la vida: el hecho cio, inquiriéndolo penosamente y,
de que sea en provecho de todos. finalmente, condenándolo; todo
Quien se presenta al tribunal de pasado merece ser condenado. Así
Dios sobre la historia, no puede pasa con las cosas humanas: siem-
dar las espaldas a la historia ni per- pre se ha hecho fuerte en ellas el
mitir que la historia le dé la espal- poder humano y la debilidad.”
da, por considerar, de manera fa-
talista, que ya no puede haber No se trata aquí de olvidar, si-
esperanza, sea por motivos religio- no de aniquilar el olvido a través
sos neo-apocalípticos, sea porque de la condena, pues ha de quedar
se presentan al tribunal divino los bien claro lo injusta que es la exis-
acontecimientos objetivados e his- tencia de un privilegio, de una cas-
tóricos, según el lema: “conside- ta y de una dinastía merecedores
rarlo todo como objetivo, sin eno- de la ruina (Nietzsche).
jarse por nada, sin amar nada; y Si aplicamos este pensamiento
comprenderlo todo, como quien lo al juicio escatológico divino, en-
hace suave y flexiblemente”. tonces queda corregido el error de
Más bien buscamos una fuerza Nietzsche sobre la idea cristiana
motriz, a la que indigne la fuerza del juicio. Dios no se olvidará de
ciega de los hechos, la tiranía de la historia, sino que condenará lo
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que hace tiempo ha (o hubiera) me- El bautismo de fuego
recido la aniquilación; y solo en-
tonces, a lo más tardar, desapare- Así el pensamiento del juicio
cerá definitivamente. divino provoca una nueva escato-
Referente a esto, cabe procla- logización del principal sacramen-
mar: fiat veritas – resurgat vita to de la Iglesia, el bautismo, reavi-
(“hágase la verdad, resurja la vi- vando una dimensión que ya tenía
da”). El juez juzgará con una ca- en Juan Bautista. En los textos neo-
pacidad de juicio absoluta y ade- testamentarios, Juan Bautista es
cuada, y no como un frío fanático solo un precursor; sin embargo, fue
endemoniado, es decir, no partien- reconocido por Jesús como el más
do de una verdad aritmética, sino grande de los precursores. Seguir
partiendo de una justicia al servi- su llamada a la conversión es la
cio de la vida. No trivializará el condición para abrirse al encuen-
pasado, pues no habrá aquella for- tro con Cristo y a la fe. Jesús reco-
ma de tolerancia sin fuerza para ge en su predicación la llamada a
juzgar. Solo si asumimos, en la la conversión, situándolo en el nue-
proclamación de la Iglesia, el tex- vo contexto del anuncio del Reino
to de Mt 25,31-46, obtendrá un sig- de Dios, juntamente con su fraca-
nificado definitivo la “vida para to- so aparente, pero también con las
dos”. Con ello no se ha sustituido advertencias frente al juicio. Sin el
el misterio del final (eschaton), ni testimonio de Juan no se podría
lo no inteligible por lo inteligible. pensar en Cristo, como tampoco
Sigue siendo misterio, sobre todo puede haber fe sin conversión.
en su última e inabarcable no-dua- “Visto desde su función, Juan es el
lización, en la reconciliación de to- mensajero escatológico antes de
dos. que se haga realidad lo que viene.
(…) Su bautizo (…) quiere salvar
Así juzgará el pasado la fuer- del juicio divino. El bautismo de
za suprema del futuro. Pues solo fuego es el castigo del juicio divi-
aquel que construye el futuro tie- no (…). El sentido y la razón de la
ne el derecho de juzgar el pasado. conversión es poder escapar al es-
Lo que Nietzsche ha postulado tado de desgracia y con ello al jui-
para el aquí, se da escatológica- cio de condena” (Dobbeler).
mente. Así, la dinámica escatoló-
gica no se disuelve en un puro sa- No se puede amputar a Juan de
ber de la fe sobre los aconteci- Cristo, ya que personifica, a su ma-
mientos finales, sino que libera nera, algo que pertenece al mensa-
una fuerza para mejorar esta vida je de Cristo: en tanto que él anun-
y, desde el acontecimiento futuro, cia la venida del juez y del juicio,
puede surgir una historia nueva y y llama a los hombres a la conver-
sión, está preparando el camino del
actual.
que viene. En Juan, se presupone
el juicio como la última oportuni-
Un "Dios bondadoso": ¿debilitamiento o endurecimiento del juicio?   167
dad para abandonar el estado de El juicio como salvación
condenación, pero no garantiza la
liberación del fuego (como casti- Por su parte, Jesús acentuó res-
go), sino que abre solo una nueva pecto Juan, sin anular el juicio, el
perspectiva de salvación. otro aspecto de la doble conclusión
Por esta razón va unido en escatológica (fuego y salvación). Si
Juan, lo que después caerá en olvi- en Juan la posible salvación solo
do: el bautizo con agua y el bauti- está insinuada de “modo escondi-
zo de fuego. Pero la dura amenaza do”, Jesús, en cambio, desvela la
no apunta al “fuego”, sino que dimensión salvífica del juicio (in-
quiere evitar éste mediante un cluso en el sentido de hacer posi-
cambio de comportamiento. ble el retorno), de un modo gene-
roso e incondicional, mediante un
Con ello se puede considerar a
Reinado de Dios que está irrum-
Juan y a su práctica bautismal co-
piendo para todos.
mo “una anticipación del futuro
juicio. El que haya pasado por el Contrariamente a Juan, se pue-
bautismo con agua, puede eludir el de esperar, gracias a Jesucristo,
bautismo de fuego”. “No se trata que en el juicio final nada ni nadie
de una anticipación del juicio sino se pierda, incluso en el caso de que,
más bien de un acto que lo imita” en el transcurso de la historia, nin-
(Dobbeler), en la esperanza de que gún juicio lleve a la conversión,
el fuego futuro queda apagado en implicando así la condena de fue-
el agua actual. En un contexto apo- go. Lo que persiste al final es el
calíptico, se trata de una “supera- Dios que salva en el juicio final,
ción teológica de una situación po- pero nunca al margen del mismo.
lítica extrema”, que se experimen- Pero esta esperanza no puede dis-
taba como una situación sin salida. minuir o borrar el otro extremo,
como sería considerar que todo es
En el presente encontramos
igual, como si el mundo debiera
también, por ejemplo en C. Amery,
perecer de todas maneras y como
profecías de juicio, que de una ma-
si uno pudiera, fatalmente, partici-
nera casi apocalíptica realizan un
par en la ruina del mundo, de la
cómputo aproximado del presente
misma manera que puede confiar
con respecto al futuro y que ven
en la salvación universal.
una superación de futuras catástro-
fes, si ya ahora cambiamos, sobre Llegados a este punto, hay que
todo en lo que se refiere a las cues- recordar a Juan: un comportamien-
tiones de la solidaridad y en la res- to así traería un dolor y un sufri-
ponsabilidad respecto la creación. miento inmenso, no solo el juicio
Pero tampoco en el presente per- de fuego de la historia, sino tam-
cibe unas dinámicas positivas de bién el juicio de fuego divino. Pues
progreso que pudieran llevar a un lo que tiene lugar en el Reinado de
futuro mejor. Dios en este mundo, sucede tam-
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bién, aunque en una superación úl- de las víctimas y lo que correspon-
tima, en el más allá. Ya en este de a las acciones de los victima-
mundo, Jesús se dirige a los hom- rios. La omnipotencia divina se
bres, no con un anuncio puro del pone, en este tiempo actual, en el
juicio y, por tanto, con un mero im- papel de la indulgencia, en cuanto
perativo, sino que antepone el per- permite que suceda lo que sucede,
dón de los pecados y la salvación, aunque lo ve todo y no lo pasa por
para que los hombres, ante esta ex- alto. Esta indulgencia divina no se
periencia de la gracia, puedan so- puede interpretar como si hiciese
meterse a sí mismos a juicio y con- la vista gorda. O mejor dicho:
sigan cambiar su vida. cuando se trata del mal, no hay
Así será también en el juicio fi- condescendencia por parte de
nal: Cristo aparecerá y tendrá pre- Dios. Los pecadores son destapa-
parado el perdón de los pecados y dos como tales sin tapujos y como
la salvación para todos, es decir, tales son asumidos en la dinámi-
un perdón completo. En base a es- ca de la reconciliación. También
ta experiencia de la gracia, es de Cristo crucificado atrae hacia sí la
esperar que no haya nadie que no violencia, en la medida en la que
pueda experimentar el juicio en su carga con ella; y, cuando vuelva,
corazón, abierto por el amor sin lí- atraerá hacia sí toda violencia pa-
mites de Dios, como un dolor pro- ra poner fin al sufrimiento y al mal
fundísimo. Con ello se abre sus- con su omnipotencia. Debemos
tancialmente al nuevo futuro, mantener la frontera entre experi-
encontrándose con aquellos a quie- mentar el mal y ocasionarlo, man-
nes ha infligido daño y realizando teniendo vigente la teología de la
en sí mismo la reconciliación que justificación, según la cual ni a los
se le ofrece. El fuego del Bautista más malvados se les excluye de la
experimenta una transformación misericordia divina. Sin embargo,
decisiva: de un castigo, que está ello no ocurre como si no hubiera
alejado del amor, se pasa a un re- pasado nada.
mordimiento, que se ubica en el
centro del amor. Este dolor, que
quema como un fuego, llega hasta Incremento del dualismo –
el amor infinito de Dios. Y va más una reconciliación infinita
allá que cualquier castigo fuera de
este amor. Y allí, en el amor de Sin duda alguna, el juicio es un
Dios, puede ser posible que las víc- concepto clave en muchos textos
timas se integren en esta reconci- del AT y del NT, especialmente en
liación (O. Fuchs). las palabras proféticas de juicio
Con la fe en un Dios bueno, no que llegan hasta el NT. Llegados a
se debilita sino que aumenta la di- este punto, deseo referirme al otro
ferencia, sin compromisos, entre Juan, el evangelista. El concepto
lo que corresponde a las acciones de juicio apenas se puede entender
Un "Dios bondadoso": ¿debilitamiento o endurecimiento del juicio?   169
sin una presentación dualista, en- de discernimiento, una criteriolo-
tre el Bien y el Mal, entre el victi- gía que permita distinguir entre la
mario y la víctima. Por otro lado, dualización destructiva y la uni-
las particiones dualistas del mun- versalización constructiva (ante
do son peliagudas, si no se ponen todo el amor al prójimo y la justi-
al servicio de una completa no- cia). Se trata de la diferencia ele-
dualización, es decir, de una no- mental, que debe ser denunciada,
dualización entre lo interior y lo entre los que sufren y los que cau-
exterior, como lo bueno y lo malo; san sufrimiento, teniendo presen-
o de la no-dualización de la diaco- te que ambos papeles –vencedores
nía, que se aplica universalmente y vencidos– en la historia pueden
(y no clasifica a los necesitados en intercambiarse, tanto entre como
aquellos que merecen más la ayu- en las personas. El juicio final co-
da y los que la merecen menos: por mienza con una dualización radi-
ejemplo, en Mt 25,36 no se pregun- cal, tal como muestran las obras
ta por qué uno está en la cárcel); o de arte sobre el juez universal. La
de la no-dualización frente a valo- mayoría de nosotros estaremos en
raciones positivas o negativas de un lado y, luego, en el otro, pero
determinadas razas y grupos; o de habrá también victimarios y vícti-
la no-dualización entre amigo y mas que permanecerán dominan-
enemigo, entre creyentes y no cre- temente en uno de los dos bandos.
yentes, en la medida en la que a es-
Con el fin de acabar con las se-
tos últimos se les puede devaluar
paraciones dualistas, que legitiman
y sancionar; o, finalmente, de la
la violencia, se necesita el dualis-
no-dualización entre los que po-
mo sin compromisos entre vícti-
seen la verdad y los que son inca-
mas y victimarios. Las múltiples
paces de poseerla, etc.
aglutinaciones de ambos en una
Nunca se valorará bastante el persona y en situaciones y accio-
hecho de que el Concilio Vaticano nes complejas precisan del dualis-
II haya liquidado la antigua duali- mo judicial para poderlas perfilar
zación negro-blanco para dar lugar y distinguir de un modo justo. Pe-
a las diferencias graduales. Tam- ro el juicio no acaba en este dua-
bién fuera de la Iglesia hay presen- lismo, sino que lo supera sin dis-
cia de Dios, verdad y salvación. El minuirlo, gracias a la inagotable
cometido de la Iglesia no es solo fuerza de la reconciliación divina.
representarlo todo de una forma No de un modo barato, limando el
perfecta, sino preocuparse de que recuerdo de la historia de sufri-
también fuera de ella, en otras re- miento, sino poniéndola de mani-
ligiones y culturas, aparezca esta fiesto decididamente y rindiéndo-
realidad lo más posible. se al fuego del dolor de contrición
que apremia desde el amor.
Efectivamente, para funda-
mentar y motivar esta no-dualiza- Esta convicción provoca una in-
ción, necesitamos una capacidad tensa fuerza interpeladora, que va
170  Ottmar Fuchs
unida a una enérgica advertencia. En favor del “más acá”
En la doble decisión escatológica
de juicio y salvación (reconcilia-
El hecho de que el mundo es
ción), se habla más de apremiante
juzgado no lleva a una huida del
advertencia que de amenaza, pues
ésta se sitúa demasiado cerca de mundo, sino a una responsabilidad
las antiguas proclamaciones dua- creciente con respecto a él. La co-
listas, en las cuales los que eran munidad adopta una actitud de an-
juzgados (frecuentemente los “in- ticipación con respecto a la con-
crédulos”) carecían de la posibili- creción del juicio, como si se tra-
dad de salvación, lo cual sería un tase de una simulación; como si
dualismo que no contempla sufi- este juicio se hubiese de realizar
cientemente la nueva creación uni- ahora. Esto conduce al temor: a la
versal de Dios y niega, en última comunidad se le ofrece, y se le qui-
instancia, la universalidad de ta a la vez, la posibilidad de la iden-
Dios. tificación. Así no puede estar defi-
nitivamente segura de su absolu-
El juicio es cosa de Dios, que ción.
viene con gloria y poder, no de la
comunidad. Pues ésta pone solo El evangelista Juan advierte
ante los ojos la monstruosidad de provocativamente contra la cegue-
lo que es juzgado y que conduce ra y el endurecimiento del corazón.
al juicio final. El sujeto del juicio No se trata solo de la experiencia
es Cristo, no la comunidad. Sin de ser aceptado por el amor actual
embargo, le toca a la comunidad de Dios, sino de que nos alcance
la responsabilidad de apuntar ha- también el juicio en el marco de la
cia el juicio. dinámica, antes mencionada, a fa-
vor de los que no son amados. No
Así, la comunidad anticipa en se anuncia una relación distancia-
su predicación la confrontación da con la realidad, sino una rela-
escatológica. Con cada acción, po- ción nueva y creativa, con una di-
sitiva o negativa, se toma una de- mensión escatológica, es decir,
cisión que es dramática desde el desde el futuro, pero confrontado
punto de vista de la salvación es- con este tiempo.
catológica. Se produce una fusión
escatológica de horizontes entre lo En esta dialéctica de relación
que sucede aquí y lo que se procla- actual con el mundo y de distancia
ma allí. El relato del juicio futuro con respecto al mundo, partiendo
va haciéndose cada vez más pre- del recuerdo del futuro escatológi-
sente en nuestra pastoral y en nues- co, la comunidad ha de ser capaz
tra predicación. La idea del juicio de mantener su existencia exigen-
es una llamada a la responsabili- te y cargada de tensión. Así, las ex-
dad en el presente, como una “fuer- periencias históricas negativas de
za que orienta el alma”. los dos Juanes, el Bautista y el
Evangelista, nos llevan a una pro-
Un "Dios bondadoso": ¿debilitamiento o endurecimiento del juicio?   171
fundización de la predicación y a intimidaba, las representaciones
una radicalización del mensaje res- del juicio en las iglesias y en sus
pecto de la propia identidad y res- entradas, hoy, sin asumir la inca-
ponsabilidad. Con prudencia ante pacidad de reconciliación, que iba
analogías históricas, se puede re- unida a las escenas del infierno, se-
cordar la crisis histórica que atra- ría posible, si se retoma el tema con
vesamos. Quizá no la vivimos co- cuidado, hacer que el juicio apa-
mo una tribulación directa, pero si rezca seriamente en el presente.
indirectamente como responsabi-
En la cruz tienen lugar ambas
lidad directa de solidaridad uni-
manifestaciones, el juicio y la re-
versal.
conciliación. El mundo ya está juz-
A partir de aquí, aparecen nue- gado, pero, a la vez, está reconci-
vos estímulos para un trabajo con- liado en la palabra de Jesús, que
junto interdisciplinar de teología implora el perdón de Dios (Lc
pastoral y de ciencia litúrgica: bus- 23,34). Pues la argumentación de
car unos rituales y signos, en los que los victimarios no sabían lo
cuales se dramatice y se experi- que hacían, afecta a todos: no sa-
mente el juicio futuro como acción bemos realmente el mal que hace-
mimética. De lo contrario, la pas- mos. Con esta doble conclusión,
toral se privaría de la dimensión inserta escatológicamente en la
profunda de sí misma que debe ser cruz, finaliza Goethe su primera
dramatizada simbólicamente. parte del Fausto: ¡está juzgado –
Mientras los artistas pintaban en está salvado!
la Edad Media, de una manera que

Tradujo y condensó: JOAN PUIGGRÒS I MODOLELL

(Viene de la página 162)


Spadaro, Antonio, s .j . Licenciado en Filosofia (Università degli Studi di Messina). Di-
plomado en Comunicaciones Sociales (Pontificia Università Urbaniana). Doctor en
Teología (Pontificia Università Gregoriana). Editor jefe de La civiltà cattolica. Con-
sultor de los Consejos Pontificios para la Cultura y para las Comunicaciones Socia-
les.
Via di Porta Pinciana, 1; 00187 Roma (Italia)

Wénin , André. Doctor en ciencias bíblicas. Prof. Ordinario en la Fac. de Teol. de la


Univ. Cat. de Lovaina (Louvain-la-Neuve) y profesor invitado de teología bíblica en
la Univ. Gregoriana de Roma. Entre sus obras: José o la construcción de la fraternidad.
Lectura narrativa y antropológica de Génesis 37-50 (2011); No sólo de pan. El deseo en la
Biblia: de la violencia a la alianza (2009); Échec au Roi. L’art de raconter la violence dans
le livre des Juges (2013).
Faculté de Théologie; Grand-Place 45; B- 1348 Louvain-la-Neuve (Bélgica)

172  Ottmar Fuchs

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