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La Escritura Judía y el Alfabetismo de Jesús

Craig A. Evans

En una publicación reciente Pieter Botha repite un argumento que ya ha sido


mencionado antes: Jesús con toda probabilidad no podía leer.1 Algunos meses después
apareció un ensayo de Paul Foster, la conclusión a la que llego era la opuesta.2 Ambos
eruditos están de acuerdo en que no es posible resolver el asunto con algún grado de
exactitud. Como en gran parte de la erudición interesada en la antigüedad, las
conclusiones son en gran medida decisiones sobre la base de la probabilidad. Lo mismo
sucede con respecto a la cuestión del alfabetismo de Jesús. En mi opinión, la conclusión
de Foster es la más acertada de las dos. Su valoración de los argumentos contextuales
está mejor matizada y reconoce que la información obtenida en el Mediterráneo con
respecto a la etapa mas antigua historiada de los Judíos observantes de la Tora es poca.
Sin embargo, hay algunos factores importantes que debemos considerar adicionalmente.

Tres pasajes en los Evangelios indican que Jesús podía leer. El primer pasaje es Lucas
4:16-30, el cuál describe a Jesús leyendo del rollo en Isaías, para después predicar en la
sinagoga. La mayoría de los eruditos dudan de este pasaje debido a su paralelismo con
Marcos 6:1-6, el cual no alude a que El haya leído la Escritura. El segundo pasaje es
Juan 8:6, que dice: Jesús se agachó y escribió en la tierra con su dedo. El problema aquí
es que quizá este pasaje (ver Juan 7:53-8: 11) no es autentico.3 Incluso si aceptamos el
pasaje como una reminiscencia genuina de algo que Jesús hizo, no nos dice nada seguro
sobre el alfabetismo de Jesús. El podría haber estado garabateando nada mas.4

El tercer pasaje, Juan 7:15, trata directamente sobre el alfabetismo de Jesús, por lo
menos en la narrativa de los Evangelios. Algunos en Jerusalén se preguntaban: “¿De
dónde sacó éste tantos conocimientos sin haber estudiado?" Literalmente estaban
hablando de “conocer las letras” (γράμματαοίδ εν), “no tiene estudios” o “no ha
aprendido” (μή μεμαθηκώς). Pero la referencia aquí es a la falta de entrenamiento
formal como escriba, no sobre su educación en si. Jesús no tenia el aval de un rabí que
hubiese fungido como su maestro.5 Encontramos el mismo lenguaje en Hechos, el cual
describe la reacción de las autoridades religiosas hacia los discípulos de Jesús:
“Entonces viendo el denuedo de Pedro y de Juan, y sabiendo que eran hombres
sin letras (αγράμματοι) e ignorantes (ιδίώται) se quedaron sorprendidos y
reconocieron que eran discípulos de Jesús”. (Hechos 4:13) Las palabras
αγράμματοι y ιδίώται no deberían decir “sin letras e ignorantes” como en la Versión
King James (y ASV). αγράμματοι se refiere más al entrenamiento como escriba, y es
posible que inclusive αγράμματοι sea lo inverso de un escriba profesional.6 Por lo
tanto αγράμματοι no se refiere a alguien que no sabe leer.

Ser un ίδιώτης se refiere a alguien que no pertenece a una asociación, o esta fuera de un
grupo, como en 1 Cor. 14:16, 23 y 24, donde Pablo hace referencia a "Intruso" (como en
RSV) o "Indocto" (en NASB) como un ίδιώτης. En contraste con un escriba y
sacerdote con entrenamiento profesional, ίδιώτης es un laico.7 En 2 Cor. 11:6 Pablo
dice de sí, " pues aunque sea tosco [ίδιώτης] en la palabra,. . ."(RSV). Pablo, por
supuesto, podía predicar, y lo hacía eficazmente. Pero admitió que carecía del
entrenamiento formal en retórica y oratoria. Por lo tanto se miraba el mismo como
"Inexperto" o fuera de una asociación. ίδιώτης también puede referirse a un plebeyo, en
contraste con alguien de la realeza.8 El ίδιώτης es un inexperto (con referencia para
cualquier profesión) o alguien común (en contraste con una patrón social) Y parece ser
el equivalente del hediyot hebreo, como en m. Mo’ed Qatan 1:8 ("Él no es
experimentado [hahediyot] refiriéndose a un sastre, puede hacer solamente los puntos
irregulares") y m. Sanh 10:2 (" tres reyes y cuatro plebeyos [hediyototh] no tienen
ninguna acción en el mundo por venir. . . ").

Los comentarios en Juan 7:15 y Hechos 4:13 no deben implicar que Jesús y sus
discípulos eran analfabetos. A decir verdad, es probable que suceda lo contrario, como
la mayoría de los comentaristas bíblicos lo afirman. Es decir, a pesar de no haber tenido
entrenamiento formal, Jesús y sus discípulos muestran extraordinaria destreza en los
conocimientos de la Escritura y habilidad para interpretarla y defender sus puntos de
vista. Estos textos, más que Lucas 4:16-30 y Juan 8:6, dan mas soporte a la tesis que
sostiene que Jesús estaba alfabetizado.9

Podemos mencionar el titulus puesto sobre o cerca de la cruz de Jesús (cf. Marcos 15:
26; Mateo 27:37; Lucas 23:37). Su colocación implica seguramente que algunas
personas que observaban a Jesús lo podían leer, entre ellos estaban sus propios
discípulos (para quiénes el titulus servia como advertencia, de acuerdo con la política
Romana de ejecución pública). De acuerdo con el cuarto Evangelio: "Muchos de los
judíos leyeron [π ο λ λ ο ι άν ε γ ν ω σ α ν τ ω ν ι ο υ δ ι ω ν ] este
título, en el lugar donde Jesús fue crucificado cerca de la ciudad; y fue escrito en
Hebreo, en el latín, y en griego" (Juan 19:20). Es interesante notar que el Evangelista
dedujo que “muchos" Judíos podían leer el titulus.

Aunque la evidencia de la que disponemos con respecto al alfabetismo de Jesus10 no es


ambigua, también hay pruebas contextuales y circunstanciales que indican con toda
certeza que El sabía leer. Por principio de cuentas, debemos tener en cuenta la
naturaleza misma de la fe judía. Apegándonos a la Escritura, leemos la narración de la
historia sagrada de Israel, al pueblo judío se le instaba al conocimiento con el propósito
de educar a sus hijos. De acuerdo con el Shema, tenían que recitar diariamente la Tora,
los padres tenían la obligación de instruir a sus hijos en la Tora(cf. Deut. 4:9; 6:7;
11:19; 31: 12-13; 2 Crónicas 17:7-9; Ecles. 12:9), y adornar los marcos de sus puertas
con el Shema (Deut. 6: 9 "escribirán [Ketavka / γ ρ άψ ε τ ε ] sobre los postes de su
casa y en los marcos de sus puertas"; cf.11:20).11 todas estas ordenanzas nos permiten
suponer que los mandamientos bíblicos, estaban en el corazón de la fe judía (cf. Marcos
12:28-33; Jacobo 2:19), lo que significa que el analfabetismo tenia un índice bajo entre
el pueblo judío.12

De acuerdo con Filon y Josefo, contemporáneos de Jesús, los padres judíos enseñaron a
sus hijos ha leer la Tora. Filon dice: "Todos los hombres protegen su patrimonio, pero
especialmente los judíos. Aferrandose a las leyes que son oráculos de Dios y
perseverando en su doctrina desde muy pequeños
(τ ο υ τ ο ε κ π ρ ω τ η ζ  η λ ι κ ι α ζ τ ο µ α θ η µ α π α ι δ
ε υ θ ε ν τ ε ζ ) , llevan las enseñanzas de los mandamientos en sus almas" (De
Legatione 31 §210). Es improbable que el entrenamiento del que hablan aquí no incluya
el alfabetismo básico.
Josefo, es más explícito: "Sobre todo el orgullo por la educación de nuestros niños
[π α ι δ ο τ ρ ο φ ι α ν ], considerada como la más esencial de las tareas en la
vida, la observancia de las leyes y de la practica piadosa de las mismas, basada sobre
nuestra herencia" (Ag. Ap. 1.12 § 60). Y prosigue: "(La ley) ordena que los (niños)
serán enseñados a leer [γ ρ α µ µ α τ α π α ι δ ε υ ε ι ν ], y aprender las leyes
y las escrituras de sus antepasados. . ."(Ag. Ap. 2.25 § 204). El reclamo que hace la ley
"Ordena" a los niños a aprender a leer Deut. 6: 9 y 11: 20 (citado de arriba). Josefo va
mas lejos al decir "La mayoría de los hombres, viven de conformidad con su leyes,
pero apenas saben qué son. . . . Pero, para alguien de nuestra nación al preguntarle sobre
la Ley debe de repetirla con más facilidad que su propio nombre. El resultado, entonces,
de nuestra minuciosa observancia de la Ley es que la debemos grabar en nuestras
almas" (Ag. Ap. 2.18 § 176, 178 de §). Esto no esta muy alejado de la realidad, Agustín
cita un comentario de Seneca el cual dice: "Los Judíos, sin embargo, son conscientes
del origen y el significado de sus ritos. La mayor parte de las (otras) personas realizan
sus ritos sin saber por qué lo hacen" (De Civitate Dei 6.11).13

Puede ser posible que Filon y Josefo solo estén haciendo un retrato idealista y quizá lo
que tengan en mente es la descripción de familias prósperas que pueden proporcionar
formación académica para sus hijos. Pero seria un error asumir que ese es el propósito
de la educación, incluyendo el alfabetismo, que este limitado solo a las clases altas. En
la historia de lo siete mártires (cf. 2 Macabeos 7) no hay razón alguna para imaginar una
familia de clase alta. En la versión presentada en 4 Macabeos la madre recuerda a sus
hijos de la enseñanza de su padre:

El, mientras estuvo con ustedes, les enseñó [ε δ ι δ α σ κ ε ν ] la Ley y los Profetas.
Les leyó [α ν ε γ ι ν ω σ κ ε ν ] sobre Abel, y como fue asesinado por Caín, de
Isaac, y como fue ofrecido como un holocausto, y de José, en la prisión. Les habló del
fanatismo de Fineas, les enseño [ε δ ι δ α σ κ ε ν ] sobre Ananias . . . Los remitió al
pasaje de Isaías que dice. . . [Isa 43:2]. . . Les cantó el Salmo de David que dice. . . [ Salmo
34: 19]. . . Recitó el proverbio de Salomón que dice. . . [Prov3: 18]. . . Ratificó la palabra de
Ezequiel [Ez 37: 3]. . . y que decir de la canción que Moisés enseñó . . . [Deut. 32: 39]. (4
Mac. 18:10-19)

El resumen del padre sobre la instrucción de sus hijos evidentemente presupone


alfabetismo. El retrato es idealizado para asegurarse, del valor que tenía para la sociedad
judía la persuasión, como norma objetiva.

La devoción popular expresada en las primeras tradiciones rabínicas es coherente con


los testimonios de Filon y Josefo. Los sabios disfrutaban, "ser sus propios
maestros"(‘Abot 1:16; cf. 1:6). En el refrán atribuido a Juda ben Tema, el alfabetismo se
asume como la norma: "A los cinco [estaré en forma] para la Escritura, a los diez para el
Mitzva, a los trece para [obedecer] los mandamientos (i.e., bar mitsvah ). . ."(" Abot
5:21; cf. b. Ketub. 50a: "No acepto un alumno menor de seis años; solamente acepto
mayores de seis y para llenarlos de[conocimientos] de la misma manera que un buey").
En otro lugar del Mitzva leemos: "niños. . . deben ser educados. . . de manera que estén
familiarizados con los mandamientos" (m. Yoma 8:4). Encontramos un mandato
judicial similar en el mitzva tanaim sobre Deuteronomio: "En cuanto un bebé empieza a
hablar, el padre debe conversar con el en la lengua sagrada y debe enseñarle la Tora,
porque si deja de hacerlo es como si lo hubiese enterrado" (Sipre Deut. 56 de § [sobre
Deut. 11:19]; cf. t. Qidd. 1.11: "¿Cuál es el deber padre hacia su hijo? . . . enseñarle la
Tora").14 Si un hijo carece de la iniciativa para hacer las preguntas correctas a su padre
con respecto a el significado de la Pascua de los Judíos, su padre debe enseñarle (m.
Pes. 10:4). Hay clara discusión en la tradición que presupone que los niños pueden leer
la Escritura (cf. m. Meg. 4:5-6; T. Sab. 11.17: "Si un menor sujeta la
pluma. . . ,"Soperim5.9: regulaciones contenidas en pequeños fragmentos de la Escritura
para niños). Una de las primeras cosas que un nuevo prosélito debe aprender es el
alfabeto hebreo, hacia adelante y hacia atrás (b. Sab. 31a, en referencia a Hillel). La
tradición de los rabinos contiene referencias numerosas a escuelas, la consecuencia seria
que cada sinagoga y cada pueblo tendría al menos una escuela.15 La naturaleza idealista
y tendenciosa de este material no es apreciada muy a menudo.16 Primeramente sobre la
base de la tradición de rabínica, Shemuel Safrai concluye esto "La habilidad de escribir
estaba bastante evolucionada. . . [pero] inclusive los menos avanzados podían hacerlo."
17
A pesar de su uso poco crítico de las fuentes rabínicas,18 la conclusión de Safrai sobre
esta cuestión es que había mas gente alfabeta que analfabeta.

Aun admitiendo esto ultimo, la idealizada literatura rabínica orientada a la apologética,


reclama de Filon y Josefo, tres factores generales que favorecen la probabilidad del
alfabetismo de Jesús: (1) el mandamiento de la Escritura de enseñar y aprender la Tora,
(2) el valor puesto en la Tora, para comprender y obedecer sus leyes y (3) la ventaja de
ser el hijo primogénito. Al valorar estos factores, es probable que Jesús haya recibido
algún tipo de educación a edad temprana. La probabilidad incrementa cuándo tomamos
en cuenta las características de ministerio posterior. En estas características tenemos,
creo, evidencia más contundente sobre el alfabetismo de Jesús.

Jesús frecuentemente es llamado "Rabí"19 o "Raboni", 20 o su equivalente en griego


"Maestro" (ε π ι σ τ α τ α ) 21 o "Profesor" (δ ι δ α σ κ α λ ο ζ ).22 Jesús se
refiere a el mismo de esta manera, y es llamado así por sus partidarios, adversarios, y
los no partidarios. Aunque antes de 70 c. e. el termino "Rabí" era informal, vago, y
carecía de connotaciones de entrenamiento formal y ordenación, las cuales se
obtuvieron tiempo después de la destrucción de Jerusalén y el Templo, es muy probable
que de algún modo un alfabetismo limitado fuera asumido.

En correspondencia con su designación como Rabí, Jesús y los que se decían ser sus
seguidores mas cercanos "discípulos", que en griego (µ α θ η τ α ι ),23 es igual al
Hebreo (talmidin),24 provienen del verbo afín "aprender"
(µ α ν θ άν ε ι ν /lamad).25 Esta terminología, cuya apariencia en los Evangelios
esta revelada indirectactamente era polémica o en cualquier caso tema del debate, o el
producto temprano de Cristianos tendenciosos, y crea una presunción fuerte a favor del
alfabetismo de Jesús. En el ambiente judío, un Rabí analfabeto, quién se rodea con sus
discípulos, debate la Escritura y la tradición con otros rabinos y escribas, apenas es
creíble. Además, los numerosos paralelos entre la enseñanza de Jesús y la tradición de
los rabinos, así como los muchos puntos del acuerdo entre la interpretación de la
escritura de Jesús y la tradición de los rabinos,26 solamente añade esta certeza. La
enseñanza de Jesús en la Sinagoga27 seria difícil de explicar si Jesús fuera incapaz leer y
no hubiera emprendido el estudio de la Escritura que involucraba por lo menos un poco
de alfabetismo.

Al estilo de los sabios y rabinos de su día, Jesús se "sentaba" cuándo enseñaba (cf. la
discusión de cuándo sentarse o estar de pie; b. Meg. 21a).28 Además, los
contemporáneos de Jesús lo compararon con escribas, es decir, con
personas alfabetizadas: "Y ellos estaban asombrados de su enseñar, porque les enseñó
como uno quien tenía autorización, y no como los escribas" (Marcos 1:22).
Aunque tal comparación en sí no prueba que Jesús estaba alfabetizado, respalda el
retrato de los Evangelios en el que Jesús era uno Rabí o Maestro, lo cuál moldea la
presunción en provecho de su alfabetismo. Es difícil imaginar a Jesús disfrutar una
comparación favorable con escritores rivales, Si - a diferencia de ellos - fuera
analfabeto.

En una ocasión el mismo Jesús hace mención a la lectura de la Escritura. Pregunta a los
fariseos quiénes critican a sus discípulos por arrancar espigas en el Sabbath: "Acaso no
han leído [άν έγ ν ω τ ε ] lo que hizo David, cuando estaba necesitado y
hambriento. . . ?" (Marcos 2:25; cf. Mateo 12:3). A esto Mateo añade: "O ustedes no
han leído la Ley [άν έγ ν ω τ ε έν τ ώ ν όµ ω ] como en Sábado los
sacerdotes profanan el templo y son sin culpa ?" (Mateo 12:5; cf. 19:4, donde Mateo
enriquece la fuente de Marcos de manera similar; lo mismo pasa en el caso de Mateo
21:16). En otro polémico contexto, Jesús pregunta a los sacerdotes dirigentes y los
ancianos: "¿Ni aun esta escritura habéis leído:
[ο ύδ έ τ ήν γ ρ α φ ήν τ α ύτ η ν άν έγ ν ω τ ε ]: "La piedra que
desecharon los edificadores ha venido a ser cabeza del ángulo. . .?" (Marcos
12:10). Después pregunta a los Saduceos, que habían planteado una pregunta sobre la
resurrección: "Pero respecto a que los muertos resucitan, ¿no habéis leído en el
libro de Moisés [ο ύκ άνέγ νϖ τ ε έν τ ή β ίβ λ ϕ Μ ω üσ έω ζ ], en el
pasaje sobre la zarza, cómo Dios le dijo, "Soy el Dios de Abraham, y el Dios de Isaac, y
el Dios de Jacob?" (Marcos 12:26). En una discusión con un interprete de la Ley
(ν ο µ ι κ ο ζ τ ι ζ ), le pregunto que debería hacer para heredar la vida eterna,
Jesús le contesto: "¿Qué esta escrito en la ley? ¿Cómo lees?
[έν τ ώ ν όµ ω τ ί γ έγ ρ α π τ α ι π ώζ άν α γ ι ν ώσ κ ε ι ζ ]"
(Lucas 10:26).29 Encontramos en la literatura rabínica declaraciones como "semejante a
lo que leíste" (por ej. b. Sab. 97a; Ketub. 111a, 111b) o "¿Cómo leerías este verso?"(Por
ejemplo, Ketub. 81b; Qid. 22a, 40a, 81b). Pero el punto y la retórica de Jesús en "¿no
han leído?" parece ser distintivo de su estilo y tendría poco sentido discutirlo si él
mismo no pudiera leer.30 Y finalmente, incluso si ponemos en duda Lucas 4: 16-30
como el recuento del relato de Marcos 6:1-6, puede sin embargo recordarnos el hábito
de leer y exponer la Escritura de Jesús en las sinagogas de Galilea: "Vino a Nazaret,
donde se había criado; y el sábado entró en la sinagoga, conforme a su
costumbre. Y se levantó a leer. [άν έσ τ η άν α γ ν ών α ι ]. . ."(Lucas
4:16, énfasis añadido). Regresaremos a este pasaje mas tarde. Es notorio que en las
historias que hemos examinado sobre el alfabetismo de Jesús este nunca se hace
explicito. No hay evidencia de tendencias apologéticas, en las que el alfabetismo de
Jesús se exagere. La habilidad de Jesús para leer aparece como un hecho implícito, no
es un hecho patente.31

Observaciones del alfabetismo de Jesús se pueden ver el la relación familiar que tiene
con el uso de la Escritura. conforme a los Evangelios Sinópticos, Jesús cita o alude a 23
de los 36 libros de la Biblia Hebrea.32 (contando los libros de Samuel, Reyes y Crónicas
como tres libros y no seis). Jesús alude o cita los cinco libros de Moisés, los tres
profetas mayores (Isaías, Jeremías y Ezequiel), ocho de los doce profetas menores,33 y
cinco de los “escritos”.34 En otras palabras, Jesús cita o alude a todos los libros de la ley,
mas que a los Profetas y algunos Escritos. De acuerdo a los Sinópticos, Jesús cita o
alude a Deuteronomio 15 o 16 veces, Isaías 40 veces y Salmos 13 veces. Esos parecen
ser sus libros favoritos, aunque Daniel y Zacarías parecen serlo también.
Superficialmente, entonces, el “canon” de Jesús es mucho mejor que el de los
practicantes Judíos de su tiempo,35 incluyendo – especialmente- los que se hicieron en
Qumram.36 Inclusive, hay evidencia que muestra que en cada pueblo y sinagoga en el
tiempo de Jesús poseían rollos de las Escrituras (cf. 1 Macabeos 1:56-57; Josefo,
Guerras 2.12.2 §229 [en referencia a los esfuerzos para encontrar y destruir los rollos
de la Tora]; Vida 134 [en referencia a los rollos en Galilea, durante la primera etapa de
la revuelta contra Roma]).
Finalmente, la frecuencia y la intensidad de la utilización de la tradición Aramea por
parte Jesús en sus alusiones e interpretaciones de la Escritura nos sugieren alfabetismo,
su participación regular en la Sinagoga, (donde la paráfrasis arameica, o desarrollo del
Tárgum), comparada con la educación rabínica y de los escribas misma.37 La dicción,
temática, y coherencia exegetica entre la enseñanza de Jesús y la emergente tradición
Aramea ha sido documentada y no necesita probarse aquí.38

Los datos que hemos contemplado nos han ayudado a mejorar nuestra comprensión de
la educación de Jesús, como podía leer Jesús la Escritura Hebrea, parafrasear e
interpretar términos Arameos, y como lo podía hacer de manera que indicara su
familiaridad con las tendencias interpretativas en aquella época en ambos círculos (ya
sea en las sinagogas) en lo profesional, en los círculos de elite (como lo hemos visto en
sus debates con los escribas, sacerdotes, y sabios). Por supuesto, para concluir que Jesús
sabía leer no es necesario determinar que Jesús había recibido un entrenamiento formal
como escriba. Los datos no sugieren esto. La inventiva de Jesús, la experiencia en la
Escritura y la fe como Judío parece sugerir lo contrario.

En vista de los datos revisados y me llevan a hacer una conjetura —es decir, que Jesús
sabia leer en algún grado—¿por que el profesor Botha tiene una conclusión diferente?
Pero no esta solo, hay otros eruditos que han expresados sus dudas respecto a si Jesús
podía leer.39 Sus dudas quizá provienen en parte de William Harris, quien es sus
estudios de literatura antigua concluyo que no mas del cinco por ciento de la población
de aquel tiempo era alfabeto.40 En resumen, “parece improbable que una persona con un
trasfondo rural y campesino como el de Jesús de Nazaret hubiese aprendido a leer y
escribir.”41 Botha invoco un argumento cultural, en contraste a los argumentos literales
y tradicionales que tenemos. Vamos a revisar brevemente esos argumentos.

Botha inicia con la educación en la antigüedad. Hace una observación sobre la


escolaridad en el mundo del Mediterráneo la cual no es suficientemente organizada y es
ambigua: “En general, las referencias a la educación en la antigüedad reflejan un lejano
e irrealista entendimiento de los métodos de lectura y escritura”42 En este punto creo que
esta en lo correcto. Botha también cuestiona correctamente algunas de las inferencias
hechas a la ostraca y las inscripciones.43 Su argumento mas fuerte se revuelve alrededor
de la descripción de “el mundo rural de Jesús”44 En este mundo el costo de la educación
era visto como algo extravagante, un riesgo innecesario. Era mejor gastar el tiempo en
el campo o en la tienda que en el estudio, lo cual traería una pequeña ganancia
económica.

Botha ofrece, otro argumento, en el cual delinea algunas formas de alfabetismo y su rol
dentro de la cultura rural de Galilea, en la cual Jesús “realiza” una “lectura.”45 “El Jesús
histórico no podía leer ni escribir,” Botha explica, quizá uso un rollo para simular
sugiriendo esto como si fuera una “lectura mágica.”46 En concordancia, el pasaje de
Lucas 4:16-30, en la cual Jesús dice que leyó del rollo de Isaías, tal vez refleje un
episodio actual. Jesús tomo el rollo , lo desenrollo, parafraseo el pasaje (lo recordó y lo
leyó), enrollo, lo devolvió al sirviente,y proclamo el mensaje. El rollo juega un papel
importante en la lectura de Jesús, pero no provee evidencia que Jesús era alfabeto en el
sentido que pudiera leer y escribir. Como un campesino Galileo, Botha explica, Jesús
“podía reconocer algunas letras (quizá números) y construir algunos nombres y/o
algunos signos.”47

Botha opta por una interpretación dramática, quizá una “lectura mágica” esta es una
sugerencia que intriga. Porque es consistente con un Jesús que sana y libera de
demonios. Y esta de acuerdo con su experiencia en el uso de la Escritura y podría
explicar si dinámica interpretación de la Escritura.

No obstante, encuentro difícil de explicar el analfabetismo de Jesús, a la luz de los


Evangelios. Jesús fue reconocido como maestro —por amigos y enemigos. Debatió
puntos de la Escritura con escribas, fariseos, saduceos y sacerdotes. Específicamente
reto a su interpretación de la Escritura. Enseño a sus discípulos – “aprendices” quienes
conservaron sus enseñanzas. El movimiento que Jesús produjo un legado en la
literatura, incluyendo cuatro Evangelios, la historia de la Iglesia (i.e. el libro de los
Hechos), y un buen numero de Epístolas. El surgimiento de tan prolífica tradición
literaria de un analfabeta como fundador no es imposible, pero es menos difícil de
explicar cuando sabemos que Jesús sabia leer y escribir.

Encuentro aspectos culturales en los argumentos de Botha que no son persuasivos. Las
conclusiones de Harris, de las cuales evidentemente Crossan y otros participan, quizá
aludan a un mundo del mediterráneo en general, ¿pero se aplican a los judíos? Sin
embargo , Botha asume que los Galileos – eran analfabetos – y asume que Jesús no era
mas que un típico Galileo.48 ¿Como lo sabremos? por el contrario, el estatus y el
seguimiento que Jesús adquirió sugiere que el no era un típico campesino Galileo.
Botha esta en lo correcto al aplicar de manera general sus conclusiones sobre la
educacion,y hace lo mismo con las consideraciones generales sobre los Galileos con
respecto a la persona de Jesús. Pero el no era una persona típica, y esto lo dicen sus
amigos y enemigos. Al final la probabilidad, no resuelve el problema. Estoy de acuerdo
con Foster, con su inferencia de las fuentes. Los factores decisivos en el debate no se
basan en consideraciones generales del mundo de Jesús, sino especifica y
distintivamente se encuentran en Jesús mismo.

Insto a Botha y a otros como el que tomen en cuenta estas consideraciones – un rabí que
instruyo a sus discípulos, enganchado en debates teológicos y escriturares con
autoridades religiosas, que frecuentaba la sinagoga, se identificaba con la misma
Escritura, fundo un movimiento que produjo literatura, y fue nada menos que la
Literatura del Nuevo Testamento.49 MI juicio favorece la conclusión que Jesús era
letrado, no en el sentido profesional de los escribas, sino el en sentido funcional o
practico. Jesús no era un típico Galileo, y, más que eso, los judíos no eran gente típica
del Mediterráneo, especialmente en lo que a literatura se refiere.

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