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Simón Bolívar, José Antonio de Sucre, Ezequiel Zamora, Cipriano Castro, Hugo
Chávez y Nicolás Maduro, son muestras de dignidad que han enfrentado a los
imperios de ayer y de hoy, y a quienes representan al capitalismo en estas
tierras, que en el fondo son caimanes de un mismo pozo. Los venezolanos
comprometidos con las causas justas son el ejemplo vivo de que si se tiene
una visión clara de la situación por la que atraviesan los pueblos, entonces
nace desde dentro de sus corazones la flama que levanta el calor de ignición
del gran esfuerzo para lograr un mejor horizonte de vida para los más
desposeídos.
Estos locos de amor y de solidaridad con los pueblos del mundo, siempre han
sido menospreciado por las oligarquías criollas y allende a los mares. Pero eso
tiene su explicación, no hay que hacer sesudos análisis para darse cuenta que
mientras la buguesia-oligarquia viven en gran opulencia, los pueblos pobres
tienen poco para comer, otros viven a duras penas, y en consecuencia los
lideres de Venezuela, de la Revolución Bolivariana, desde sus albores, han
puesto su esfuerzo de lucha, incluso con las armas, para lograr la unión de los
oprimidos y explotados de este continente.
A propósito del presente comentario, hoy se cumplen 160 años en que uno de
los “Locos del Sur” emprendió una Guerra Federal, llamada también Guerra
Larga o Guerra de los Cinco Años, se peleaba por “Tierra y Hombres Libres y
Horror a la Oligarquía”. El 20 de febrero de 1859 se alzó en armas contra la
oligarquía, con la toma de Coro, ciudad del hoy Estado Falcón, el “General
del Pueblo Soberano”, Ezequiel Zamora, conocido como el “Valiente
Ciudadano”, título que le otorgó su pueblo, en agradecimiento al esfuerzo que
hizo por redimirlos de la pobreza, fue una de las guerras civiles que se han
dado en el país, en donde murieron aproximadamente 100.000 personas, de
una población cercana al millón de personas para ese tiempo. Como siempre la
lucha entre los partidos en la búsqueda del poder llevó a los venezolanos a
esta guerra, uno que protege a los campesinos, a los pobres, el Liberal, en
donde militaba Zamora, otros en donde están los ricos, los que siempre
ambicionan el poder, los Conservadores. La Revolución Federal triunfó, pero
en su fase final para entrar en consolidación mataron, el 10 de enero de 1860,
a su líder en San Carlos, Estado Cojedes y de esa manera fue traicionada la
causa revolucionaria.
El legado que tiene Nicolás Maduro es pesado, hay que ser valiente para poder
soportar sobre sus hombros la responsabilidad de dejarle al mundo el ejemplo
de cómo se construye el Socialismo del Siglo XXI, la carga histórica que ello
conlleva. Muchos de los que lo acompañan en su gestión de gobierno deben
entender del momento histórico por el que atraviesa la patria, otros, quienes se
acobardan por las amenazas del “perro bravucón del otro partió”,
simplemente tienen que hacerse a un lado y no convertirse en aliados de los
“Caballos de Troya” y del imperialismo yanqui.
Omar J. Hernández B. *
Omarhdez78@gmail.com / omarhdez78.blogspot.com
*MSc.