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Introducción

La motivación y el aprendizaje son procesos relevantes para un estudiante, no solo basta


con adquirir conocimientos y habilidades, ya que la formación académica del alumno debe
ir acompañada de interés sobre lo que aprende, mostrar confianza en sus capacidades,
así como toma de decisiones. Para lograr el éxito deseado debe mostrar una actitud
positiva, de lo contrario puede no lograr su objetivo.

En palabras de Núñez (2009), para aprender algo nuevo es preciso disponer de las
capacidades, conocimientos, estrategias y destrezas necesarias, además de tener la
disposición, intención y motivación suficientes para alcanzar los fines que se pretenden
conquistar. Esta idea de que el aprendizaje está determinado por variables motivacionales
pero también cognitivas, nos introduce de lleno en toda la compleja variedad de procesos
y estrategias implicadas en el acto de aprender.

En este sentido, los profesores hemos de ser conscientes del tipo de estrategias
didácticas que implementamos con nuestros alumnos, considerando que la creatividad y
planeación de estas incidirán en la motivación de nuestros alumnos, ya que las
actividades puramente mecánicas suelen tener el efecto contrario.
De igual manera es importante mencionar que los contenidos de esta unidad, están
dirigidos a optimizar la motivación y el aprendizaje, donde se relacionará la utilidad de
estrategias motivacionales fomentando un ambiente de aprendizaje.

1.2 Metas académicas y motivación escolar

Para lograr nuevos aprendizajes se requiere poner en uso la gama de competencias y


habilidades con las que contamos, así como la disposición y la intención de querer
aprender, es decir sentirnos motivados. En este sentido la interacción cognición-
motivación permite a la persona mantenerse firme ante la realización de una tarea ya que
confía en que puede llevarla a cabo y además lo quiere hacer.

Esta interacción entre la cognición y motivación pone de manifiesto la importancia de


desarrollar mecanismos metacognitivos que nos permitan ejercer un control consciente
sobre lo que hacemos, teniendo presente nuestras intenciones, metas, recursos y
procesos cognitivos para llevar a cabo una determinada actividad. En este sentido, en el
ámbito del aprendizaje escolar Ausubel ya hablaba de la interacción entre lo cognitivo y lo
motivacional, al sentar las bases del aprendizaje significativo como principio fundamental
de esta interacción.
Este autor considera tres premisas fundamentales para que se dé un aprendizaje
significativo:

 Disposición y actitud favorable del alumno para lograr el aprendizaje significativo

 Organización lógica y coherente del contenido

 Conocimientos previos relevantes a relacionar con el nuevo contenido

Considerando la importancia del concepto de motivación en el ámbito escolar, resulta


pertinente definir esta, para Núñez (2009) es el conjunto de procesos implicados en la
activación, dirección y persistencia de la conducta y considera como principales
indicadores de la motivación los siguientes aspectos:

 Nivel de activación

 Elección entre un conjunto de posibilidades de acción

 Concentración y atención

 Perseverancia ante una tarea o actividad

Además menciona que hay 3 dimensiones básicas para la motivación, los cuales se
presentan en la siguiente tabla:
COMPONENTE DE COMPONENTE DE REACCIONES
VALOR EXPECTATIVA EMOCIONALES
¿Por qué lo hago? ¿Soy capaz de hacerlo? ¿Cómo me siento con esta
tarea?

 Se refiere a las razones  Percepciones y creencias de  Implica todas las


o propósitos por los un individuo respecto a su reacciones afectivas
cuales el individuo se capacidad para realizar una como emociones y
puede implicar en una tarea sentimientos
tarea

 Las autopercepciones  Constituye un pilar


 Determina que una generales y específicas como fundamental de la
tarea se realice o no las referidas a capacidad y motivación ya que da
competencia se convierten sentido y significado a lo
en pilares de la motivación que hacemos
académica
 Moviliza la conducta a
conseguir metas
emocionalmente
deseables y adaptativas

Al conocer las dimensiones básicas de la motivación, podemos comprender diversas


situaciones que ocurren en el aula cuando se les pide a los alumnos realizar una tarea, ya
que no se sentirán motivados a realizarla si se consideran incapaces de llevarla a cabo
(componente de expectativa), si la actividad no les es interesante o llamativa (componente
de valor) o si les genera sentimientos como enojo, aburrimiento, ansiedad, etc.
(componente afectivo). Estas tres dimensiones interactúan y requieren estar en equilibrio
para que el alumno se sienta motivado a llevar a cabo la actividad.

Respecto a la dimensión de valor Atkinson, citado por Núñez (2009), menciona que las
expectativas de éxito y el valor del incentivo son determinantes en la motivación del logro
resultante. Plantea que los valores emergen de reglas sociales y de necesidades
psicológicas individuales y guía el actuar del individuo en los diferentes contextos en los
que se desenvuelve. Los individuos determinarán si las metas son atractivas o no influidas
por sus valores. Sobre este mismo punto Eccles retomado por Núñez (2009) menciona 4
aspectos que configuran el valor de las tareas:

1. Valor de logro. Hace referencia a la importancia que se le da a la realización adecuada de


una tarea.

2. Valor intrínseco. Satisfacción que experimenta una persona de su actuación en la


realización de una actividad o el interés subjetivo que tiene hacia algún ámbito en
particular.

3. Valor de utilidad. Es el modo en cómo una tarea se relaciona con metas futuras.
4. Valor de coste. Se refiere a todos los aspectos negativos que implica la realización y
compromiso con las tareas a realizar

Respecto a la motivación de logro, las metas académicas son de los principales aspectos
investigados dada su relevancia sobre la cognición, el afecto, el comportamiento y la
adaptación escolar.

Núñez (2009) menciona que “las metas académicas hacen referencia al propósito o el
núcleo dinámico cognitivo del compromiso con la tarea, y el tipo de meta adoptado
establece el marco general mediante el cual los individuos interpretan y experimentan los
contextos de logro” (p. 46).

Podemos decir que las metas son predictores de logros y resultados. Los seres humanos
podemos llegar a comprometernos y realizar un gran esfuerzo por dos motivos
principales: aprender y rendir, cada individuo se puede implicar por motivos diferentes, en
el ámbito educativo, los estudiantes que realizan actividades o trabajos para incrementar
su capacidad se dice que son regulados por metas de aprendizaje, mientras que los que
se esfuerzan por mostrar su capacidad están regulados por metas de rendimiento.
Por otro lado, también podemos encontrar a personas que evitan realizar una tarea por no
generarles motivación intrínseca y sentido de control y dominio, estas personas
regularmente son consideradas con un perfil perfeccionista.

También es importante considerar que existen más tipos de metas, por ejemplo las metas
sociales, las cuales se derivan de la perspectiva evolutiva, en muchos casos estas metas
son las que regulan a los estudiantes. Diversos estudios sustentan una relación positiva
entre el rendimiento académico y la adopción de metas pertinentes o adecuadas en un
contexto que genera en el alumno la satisfacción de necesidades como: pertenencia,
vínculos interpersonales y relación con la sociedad.

Cuando se satisfacen necesidades los individuos experimentan satisfacción emocional y


una creencia positiva sobre su entorno social, respecto a que lo apoya y es benevolente,
cuando esto ocurre los individuos tienden a adoptar y valorar las metas de aquellos que
les ayudan a satisfacer sus necesidades. En este sentido cuando los alumnos evalúan el
aula como el contexto donde reciben apoyo social, llevan a cabo metas que son valoradas
en su ambiente áulico, asimismo cuando la relación que lleva con su profesor es positiva,
el alumno valora y se adhiere a las metas del docente, incluyendo metas sociales como:
mostrar una conducta adecuada y mejorar su aprendizaje.

Aprendizaje Emocional
Una vez que hemos analizado la influencia de la motivación en el proceso de aprendizaje
y conocemos la manera de fortalecer el establecimiento de metas, revisaremos la
influencia de las emociones positivas y negativas en el aprendizaje, exponiendo una serie
de medidas encaminadas a la mejora de la motivación de los estudiantes desde el ámbito
docente.

Comenzaremos por definir el término emoción, este es entendido como una parte innata
del ser humano, un estado afectivo que experimentamos, el cual es acompañado de
diversos cambios orgánicos; en palabras de Ekman (1993) se puede entender como
emoción a un estado particular de valoración automática influida por nuestro pasado
evolutivo y personal, en el que sentimos que está ocurriendo algo importante para nuestro
bienestar, produciendo un conjunto de cambios físicos y comportamentales para hacernos
cargo de una situación.

Asimismo, se identifican diversas funciones que las emociones tienen para el ser humano:
Con base en lo anterior podemos comenzar a relacionar las emociones con la motivación,
así como la emoción con el aprendizaje, en este sentido empecemos por preguntarnos,
¿las emociones afectan de manera positiva o negativa el aprendizaje? Para responder a
este cuestionamiento revisaremos los estados emocionales y su influencia en el
aprendizaje.

Los estados emocionales negativos en el aprendizaje, tienen un efecto nocivo sobre el


aprendizaje y la memoria, bloqueando el proceso cognitivo debido al miedo o estrés que
le genere un evento negativo. Por ejemplo, si un profesor propicia un clima estresante en
el aula, es probable que algunos estudiantes también reflejen el mismo estado y se
sientan agobiados al ingresar con ese profesor; veamos otro caso, si un alumno presenta
acoso escolar por parte del docente o de sus compañeros de clase provocará en el
estudiante baja autoestima, bajo rendimiento escolar, miedo, e incluso la falta de interés
en acudir a la escuela.

En cuanto a los estados emocionales positivos en el aprendizaje, estos producen placer


en situaciones de bienestar emocional, aumenta la eficacia del proceso cognitivo. Por
ejemplo, un docente que se apoya con materiales didácticos creativos e innovadores al
impartir sus clases, crea un ambiente de aprendizaje agradable, por lo tanto, los alumnos
participan activamente y esperan con gusto las clases de esa materia.

Aprendizaje emocional

Un claro ejemplo del papel que juegan las emociones en la adquisición de conocimientos
lo constituye el denominado aprendizaje emocional, en el que, a través de la asociación
de un determinado estímulo con una emoción, surge ese aprendizaje y, por tanto, dichos
estímulos dejan de ser emocionalmente neutros para adquirir un valor o significado
emocional (Smith & Kosslyn, 2007).

Las emociones son importantes en el aula, ya que educar no solo se basa en los
contenidos, las emociones cobran un papel importante en la generación de aprendizajes
significativos, por ello, propiciar un clima emocional adecuado, resulta favorecedor en la
creatividad de los alumnos. El docente debe organizar e integrar los nuevos
conocimientos, así la nueva información se incorpora a la estructura mental y pasa a
formar parte de la memoria comprensiva, se requiere una participación activa del docente
donde la atención se centre en la adquisición de aprendizajes, construyendo un proceso
de reflexión que intenta romper barreras de conocimientos previos, genera un
conocimiento didáctico integrador y una propuesta para la acción, por estas razones las
emociones son importantes dentro del aula.

Por otra parte, el estudiante debe saber influir sobre sus propias emociones, es decir,
autorregularse emocionalmente (Thompson, 1994; Gros, 2003), las emociones pueden
actuar sobre los procesos psicológicos responsables de focalizar la atención o de resolver
problemas. La autorregulación emocional, entendida en su vertiente de aptitud para
motivarse a uno mismo, sería una de las dimensiones que abarcaría la denominada
inteligencia emocional (Salovey & Mayer, 1990).

En el siguiente esquema podemos conocer los elementos que se deben tomar en cuenta
para autorregular las emociones.

De acuerdo a lo anterior, debemos reforzar los siguientes atributos en el aprendizaje


socioemocional.
A continuación le presentamos algunas propuestas para mejorar la motivación de los
estudiantes:

Propuesta Descripción

1. Aprovechar la expectación del primer día de Los docentes deben dar una buena impresión a
clase sus estudiantes el primer día de clases, generar
expectativas, estimular el interés hacia la
asignatura e ilusionar.
Propuesta:

 Presentarse revelando algún tipo de


información personal, más allá de su
presentación, exponer a la clase qué
profesor le gustaría llegar a ser, una
anécdota graciosa que le haya ocurrido
en sus primeros años de enseñanza, etc.,
de esta manera conseguirá un vínculo
enriquecedor con los estudiantes.
 Conocer a sus estudiantes, los alumnos
necesitan sentir que su profesor se
preocupa por ellos; pregunte acerca de
sus conocimientos previos en la materia,
qué esperan de ella, sus intereses, las
dificultades, miedos en relación a si
serán capaces de superar los contenidos,
etc.

 Transmitir la importancia de su
asignatura, transmítales la idea de que
realmente es importante para su
formación profesional y, por qué no,
personal; además de qué tipo de
cuestiones serán capaces de resolver
cuando terminen el curso. También
puede mostrar ejemplos reales de logros
en su disciplina y aplicación en
desempeño de trabajos relacionados con
el sector.

 Bríndeles los últimos minutos de esta


primera clase para que se
expresen, transmita nuevamente la idea
de qué le interesa saber, cómo se han
sentido en este primer contacto y
cuestióneles sobre lo que esperan de la
materia, aprender, expectativas, etc.

2. Entusiásmese Propuesta:
Para conseguir motivar a los estudiantes, estos
deben percibir que usted también le apasiona lo
que imparte. Pero si lo perciben apático o
desganado, el fenómeno de contagio emocional
puede producirse de manera negativa.
Day (2006, p. 149), “la enseñanza y el
aprendizaje eficaces se basan, en el fondo, en el
ejercicio de la pasión.”

3. Varíe constantemente su metodología de Propuesta:


enseñanza
 Haga de la asistencia a su clase una
experiencia enriquecedora, sorpresiva y
variada, ya que la rutina puede ser el
comienzo de la desmotivación.
En este sentido existen diversos recursos
didácticos, por ejemplo: debates, trabajos en
grupo, resolución de problemas, exposiciones
por parte de los estudiantes, ejercicios de role-
playing, por mencionar algunos.

Teorías de las Emociones.

La emoción es una respuesta incitada por un estímulo o situación temporalmente


próximos y conocidos. El resultado de éstos pueden ser connotaciones positivas o
negativas, dicha respuesta tiene características explosivas, de alta intensidad y de muy
breve duración. Recordemos el término “emoción”, es el estado particular de valoración
automática influida por nuestro pasado evolutivo y personal, en el que sentimos que está
ocurriendo algo importante para nuestro bienestar, produciendo un conjunto de cambios
físicos y comportamentales para hacernos cargo de una situación (Ekman 1993).

Las emociones que vive el alumno dentro del aula y la relación con su motivación hacia el
aprendizaje no es una tarea fácil, ya que como bien se sabe, ambas corresponden a
respuestas propias e individuales que dificultan el poder generalizar el tipo de
intervención, pero sobre todo el diseño de metodologías que se adecuen a las
características de todos y cada uno de los alumnos dentro del aula de clases. Otro factor
que se debe considerar en los estudiantes son las esferas de la vida que también son
factores que influyen al desempeño y cumplimiento de metas.
Sin embargo, a pesar de esta condición, los diferentes estudios, modelos y teorías sobre
el aprendizaje y la motivación, han permitido identificar que las emociones no solo
corresponden a una simple respuesta fisiológica provocado por estímulos externos, si no
también hace referencia a lo observable, todos aquellos comportamientos que el docente
puede y debe identificar dentro del aula de clases como herramienta para el diseño de
intervención o en su defecto para prevenir el fracaso escolar.

Entonces, revisemos las teorías de la emoción.

Teorías Biológicas en la Emoción.

Las emociones, y su expresión, son innatas, aunque se admite la posibilidad de que los
factores de aprendizaje puedan ejercer algún tipo de influencia sobre la expresión.
Precisamente, esta posible influencia de los factores de aprendizaje permite que las
emociones evolucionen a través del tiempo para aumentar la probabilidad de que el sujeto
y la especie se adapten a las características cambiantes del ambiente externo (Palmero,
2011).

Teorías fisiológicas e instintivistas.


James 1884 y Lange 1885:

Ambos autores sugieren que basamos nuestra experiencia en la emoción en la conciencia


de las respuestas fisiológicas o sensaciones físicas, a los estímulos que provocan la
emoción, tales como el aumento de nuestro ritmo cardíaco y los espasmos musculares.

McDougall (1908-1950), proponía que toda conducta es instintiva. Los instintos también
tienen un componente afectivo, que se refleja en cambios viscerales y corporales. En esta
argumentación, la percepción produciría la emoción.
Cannon, criticaba la teoría de James y fundamenta su teoría, se centra en la formulación
que había propuesto James al equiparar la emoción con los cambios corporales. De ahí
se sigue que: a) distintas emociones deben ir acompañadas de diferentes estados
corporales; b) las emociones pueden ser manipuladas con drogas que tienen efectos
corporales particulares. Las experiencias emocionales conscientes, las relaciones
fisiológicas y la conducta son relativamente independientes.

Por lo tanto, el sistema nervioso central que se encargarían de la experiencia emocional,


propició el desarrollo de la investigación neurológica en el estudio de la emoción.

Teorías de activación.

Las emociones a partir de los mecanismos de activación del organismo.

Teoría neurobiologicistas.

Existe un componente cognitivo en las emociones que probablemente implica al córtex


cerebral. Además, las emociones se acompañan de respuestas que depende de tres
regiones subcorticales del sistema nervioso central: la amígdala, el hipotálamo y el tronco
cerebral.

Papez (1937), propuso que la cognición y la emoción se afectan una de otra


recíprocamente. La amígdala es la parte del sistema límbico más directamente
relacionada con la emoción eléctrica sobre esta produce sentimientos de miedo y
aprensión. La expresión de las emociones implica con control hipotalámico de los órganos
viscerales.
MacLean (1948), el lóbulo límbico y determinadas estructuras subcorticales relacionadas
constituyen un sistema, el sistema límbico (cerebro visceral).

Olds y Milner (1954), Casualmente son los precursores en las investigaciones sobre el
circuito de recompensa. Defienden que el cerebro tiene centros de placer, centros de
dolor y centros neutros.

Teorías biologicistas contemporáneas.

Henry (1986), afirma que los estímulos psicosociales y ambientales llegan al sujeto, las
emociones se encuentran asociadas con específicos patrones de respuestas
neuroendocrinas y conductuales.

Teorías conductuales de la emoción.

Revisemos las aportaciones sobre el proceso emocional desde el campo del aprendizaje,
en este campo, los aspectos afectivos más investigados son el miedo, la ansiedad y las
fobias. En estas teorías dan lugar al condicionamiento clásico, condicionamiento operante
y condicionamiento instrumental.

Investigadores Descripción Aportaciones

Watson y Morgan, Trabajos con niños, A continuación puede observar el siguiente video
1917 propone la existencia el cual ilustra una de las investigaciones de Watson
de tres emociones y Morgan.
innatas, destacando las
manifestaciones
conductuales
asociadas: el miedo, la
ira y el amor.
Skinner, 1974 La emoción no es la Diferencia dos tipos de respuestas emocionales:
causa de la conducta. reflejos simples (innatos o aprendidos) y operantes
Se produce tras las (conductas complejas aprendidas).
consecuencias de la
respuesta. Decía qué:
una persona enamorada
muestra una tendencia
incrementada a ayudar,
favorecer, acompañar,
acariciar, y una
tendencia disminuida a
herir, de cualquier
forma que sea.

Bandura, 1977 Defiende que la Revise el experimento de Bandura, en el cual


emoción puede demuestra que ante eventos similares, tendemos a
aprenderse mediante la reaccionar emocionalmente de forma similar a las
observación o el conductas emocionales observadas.
modelamiento de los
signos faciales, https://www.bebesymas.com/educacion-
gestuales y posturales – infantil/demostrado-los-ninos-aprenden-a-ser-
indicadores de la violentos-de-los-adultos
activación emocional–
de otros sujetos, sin
necesidad de recurrir al
ensayo y error.

Taylor, 1951 Elaboró un inventario La ansiedad puede tener efectos activadores


para medir la positivos o negativos, dependiendo de la
responsabilidad probabilidad de aparición de la respuesta
emocional, apropiada.
particularmente en la
ansiedad.

Petri y Govern (2006), describen los síntomas del desamparo aprendido: pasividad
(deficiencia motivacional), retraso del aprendizaje, efectos somáticos y disminución del
desamparo con el tiempo.

Teorías cognitivas en la emoción.

Con respecto a esta teoría, se enfoca en el valor racional de las emociones y en sus
relaciones específicas con estados cognitivos.

Autor Aportación
Freud Refería a afecto a lo que actualmente podemos señalar como emociones. Sin
embargo, su aportación se fundamenta en el papel que juega el inconsciente,
proponiendo que la emoción, al igual que muchos eventos mentales, puede ser
localizada en dicho nivel psíquico, lo cual no impide que siga ejerciendo ciertos
efectos sobre la persona, influyendo sobre las distintas manifestaciones conductuales
que esta lleva a cabo (Palmero 2011).

Jung Plantea que los sujetos usan dos funciones para realizar juicios sobre el mundo que
les rodea: pensamiento y sentimiento. Entonces, la emoción es la energía psíquica
que se `produce a partir del sentimiento.

Por otro lado, para Goleman (1995: 43-44) la inteligencia emocional consiste en:

1. Conocer las propias emociones: Conocerse así mismo, es decir, tener conciencia de las
propias emociones; reconocer el sentimiento que se tiene en el momento en que ocurre.

2. Manejar las emociones: Contar con la habilidad para manejar los propios sentimientos a fin
de que se exprese de forma apropiada y se fundamenta en la toma de conciencia de las
propias emociones. Por ejemplo, manejo de la ira, furia o irritabilidad es fundamental en
las relaciones interpersonales.

3. Motivarse a sí mismo: Una emoción tiende a impulsar hacia una acción. Por eso, emoción y
motivación están íntimamente interrelacionados. El autocontrol emocional conlleva a
demorar gratificaciones y dominar la impulsividad, lo cual suele estar presente en el logro
de muchos objetivos. Cuando se adquiere esta habilidad tienden a ser más productivas y
efectivas en las actividades que emprenden.
4. Reconocer las emociones de los demás: fundamental es la empatía, la cual se basa en el
conocimiento de las propias emociones. Las personas empáticas sintonizan mejor con las
sutiles señales que indican lo que los demás necesitan o desean. Por ejemplo, profesores,
orientadores, pedagogos, psicólogos, psicopedagogos, médicos, abogados, expertos en
ventas, etc.

5. Establecer relaciones: es la habilidad de manejar las emociones de los demás. La


competencia social y las habilidades que conlleva, son la base del liderazgo, popularidad
y eficiencia interpersonal. Si se cuenta con esta habilidad social son capaces de
interactuar de forma suave y efectiva con los demás.

El docente motivado

A lo largo de los años se han venido transformando los paradigmas clásicos de la


formación profesional, lo que ha generado nuevas demandas para la docencia
universitaria.

Debido a la vertiginosa información que se genera día a día, se ha hecho cada vez más
necesario que los alumnos no solo aprendan los conocimientos de alguna disciplina en
particular, sino también estrategias para aprender, es decir aprender a aprender logrando
un aprendizaje autónomo que no termine en el aula.

Para lograr este aprendizaje autónomo y la conciencia de la necesidad de aprender a


aprender, se requiere que el alumno se mantenga motivado.

A los docentes les interesa que sus alumnos se sientan motivados para aprender lo que
se les enseña, pero más aún les interesa que los alumnos sean autodidactas y que
aprendan dentro y fuera del ambiente áulico, es decir que la motivación no solo provenga
del exterior sino del interior del propio alumno (motivación intrínseca).
Desafortunadamente en la realidad muchos alumnos no se sienten motivados por
aprender y mucho menos por responsabilizarse de su aprendizaje, sus principales metas
son pasar el curso o terminar la carrera con el mínimo de complicaciones y esfuerzo.
“Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), solo 8 de cada
100 alumnos que comienzan sus estudios en la universidad logra terminarlos” (INEGI,
2017).
En el nivel Profesional los índices de deserción son muy altos, así como el número de
alumnos que no se titulan o que no completan estudios de posgrado, por lo que la tarea
del profesor para motivar a sus alumnos a aprender es verdaderamente una tarea titánica,
pero si el propio profesor no se encuentra motivado ¿cómo será capaz de realizarla?

Como primer punto será necesario identificar como docentes de qué manera motivamos a
los alumnos, por lo que lo invitamos a revisar el siguiente perfil.

Perfil del docente que motiva con orientación extrínseca.

 No da a conocer objetivos, valores, habilidades, etc. pertinentes a desarrollar en su materia.

 El interés en su materia lo mantiene mediante factores relacionados a obtener, por ejemplo:


altas calificaciones.

 Asigna porcentaje en la calificación por asistir a la clase.

 Califica a los alumnos pero no da retroalimentación.

 Se orienta a los alumnos con mejor rendimiento académico.

 Se centra en la enseñanza del contenido del temario y no comprueba que se haya logrado el
aprendizaje.

 No reflexiona en cómo llevó a cabo el proceso de enseñanza-aprendizaje para evaluar áreas


de oportunidad.
Un docente motivado buscará diferentes alternativas para lograr que el proceso de
enseñanza aprendizaje se lleve a cabo de manera exitosa, ya que realmente le interesa
que sus alumnos aprendan, por lo que conocer algunas recomendaciones para lograr
motivar a los alumnos resulta una tarea necesaria.

Recomendaciones para motivar a los alumnos al aprendizaje

1. Iniciando el curso aclarar propósitos y objetivos del curso o asignatura (especificar por qué,
para qué, efectos, etc.)

2. Presentar una visión general de los retos, oportunidades, campo de acción, etc. De la carrera
que estudia el alumno.

3. El docente lo estimula a aprender por cuenta propia. Percatándose el alumno de la utilidad


de lo que aprende.

4. Mostrar entusiasmo al enseñar y compartir su experiencia profesional.

5. Proyectar a los alumnos una imagen positiva que se convierte en modelo y guía para sus
alumnos.

6. Indagar y conocer sobre el nivel de satisfacción motivacional primaria de sus alumnos.


7. Estimular la curiosidad en sus alumnos.

8. Generar en los alumnos mayor compromiso para asumir responsabilidades ante los retos en
equipo, mediante casos reales prácticos que estimulen su interés.

9. Mantener buenos canales de comunicación.

10. Compartir con el estudiante su responsabilidad en el aprendizaje.

11. Generar en los alumnos experiencias con el mundo real, mediante prácticas, conferencias
con expertos, visitas, etc.

12. Tratar a sus alumnos con cariño y respecto de modo que propicie un vínculo de confianza
con sus alumnos.

13. Conocer y trabajar con el alumno sus expectativas motivacionales hacia la carrera.

14. Conocimiento y uso pertinente de motivadores extrínsecos (Consecuencias positivas y


negativas).

15. Las calificaciones no deben considerarse como un fin sino como una consecuencia de su
buen desempeño.

16. El docente evaluará para mejorar y corregir, dando retroalimentación al alumno.

17. Contribuye a satisfacer elementos primarios de satisfacción del estudiante, como son:
seguridad, reconocimiento, prestigio, etc.

El alumno motivado
De acuerdo a investigaciones realizadas por diversos autores es muy frecuente observar
a alumnos desmotivados con la carrera que eligieron, presentando desconocimiento total
o parcial de su perfil de egreso, campo de acción y aprendizajes que se espera obtenga
en cada una de las asignaturas, no hay un compromiso por el desarrollo de competencias
y conocimientos que le permitan ser competente en su labor profesional una vez que
egresan. Aunado a esto, tampoco parece estar informados de la situación económica,
política y laboral del país y los índices de empleo, desempleo y salario de la carrera que
estudian. Al respecto, autores como Negrete y Leyva (2013), y Valdez y Aguilar (2014)
proponen que este fenómeno social puede deberse a diversos factores, como la falta de
oportunidades laborales, el limitado acceso educativo, la falta de recursos económicos, la
insatisfacción personal, la inseguridad y la pérdida del sentido de vida de los
adolescentes.

De acuerdo con Pintrich; citado en Anaya (2010), la motivación académica es “un deseo
de desempeñarse “bien” en el aula y dicho deseo, se ve reflejado en conductas
voluntarias que eventualmente llevan a un desempeño contrastable. Asistencia a clases
es un comportamiento voluntario, que se combina con otros para reflejar el nivel de
motivación académica” (p.6).

Ahora bien, en la motivación académica se articulan tres componentes: el contexto de la


clase, las creencias y sentimientos del alumno respecto a su propia motivación y las
conductas observables de los alumnos.

Referente a los comportamientos observables que reflejan el nivel de motivación


académica, podemos considerar los siguientes:

 Hacer elecciones entre alternativas (tomar un curso, hacer tareas, poner atención en clase,
etc.)

 Estar activo e involucrado en las tareas

 Ser persistente en la realización de tareas

Para comprender el por qué un alumno se siente motivado o no, es importante conocer
las razones por lo cual un alumno se involucra en las actividades académicas, la fuente
de motivación entre los alumnos puede diferir, para poder comprender es importante
conocer los conceptos de motivación intrínseca y extrínseca.

Motivación intrínseca Motivación extrínseca

 Proviene del interior de la  Incluye a las emociones


persona, y está bajo su relacionadas con los
control. resultados de la tarea
(prospectiva y retrospectiva).
 Cuando se disfruta realizando
una tarea hablamos de  Emociones Prospectivas:
motivación intrínseca Ligadas de forma inmediata y
positiva. directa con los resultados.

 La motivación intrínseca  Emociones retrospectivas:


negativa puede conducir a la Ligadas a emociones de
no realización o evitación de experiencias pasadas.
la tarea. Puede estar
relacionada con los resultados  El alumno asume
o con el contenido de la tarea. responsabilidades con el fin
de lograr consecuencias
 El alumno asume positivas y evitar las
responsabilidades por su negativas.
propio interés, gusto,
satisfacción o por objetivos
congruentes con sus
expectativas.

 Depende de incentivos externos


y conduce a la realización de
una tarea.

Estudios realizados para evaluar los motivos de deserción de estudiantes universitarios


reportan que la motivación intrínseca, es decir, variables propias de los alumnos
influyeron más que las variables extrínsecas, es decir, variables del contexto.
Ames, retomado por Anaya (2010), define la motivación por aprender como una” actitud
que está caracterizada por el involucramiento permanente y a largo plazo
comprometiéndose él mismo en mantener esa actitud de por vida” (p.7).

También menciona que cuando a los alumnos se les presentan tareas complejas, la
conducta mostrada por los alumnos motivados intrínsecamente y extrínsecamente es
diferente, ya que mientras los primeros utilizan un proceso de solución de problemas con
alternativas lógicas, prefiriendo los retos; los segundos realizan un análisis más superficial
apegándose a los criterios básicos solicitados por el docente, inclinándose por tareas más
sencillas que impliquen poco esfuerzo y el mayor reconocimiento posible.

Tomando en consideración estos aspectos resulta pertinente identificar:

Perfil de lo alumnos desmotivados

 Desconocen los propósitos de la carrera que eligieron, aplicaciones y fuentes de trabajo.

 No conocen o revisan fuentes de información alternas a las sugeridas por el docente.


 No conocen los objetivos de las materias del plan de estudios de su carrera.

 Se limitan con la información que el profesor proporciona.

 Llegan tarde y se sientan alejados de profesor para evitar ser involucrados en la clase.

 Les interesa obtener la máxima calificación realizando el menor esfuerzo posible.

 El alumno solo se compromete con su materia mientras esta bajo la guía de algún docente.

De acuerdo a Méndez y San Juán (2011), para que el aprendizaje autónomo sea posible,
los alumnos deben adquirir las siguientes capacidades:

 Generar contacto con nuevas ideas

 Comprender por sí mismo textos y fenómenos

 Planear y solucionar problemas

 Realizar actividades y manejar información mental

 Mantenerse motivado en su aprendizaje.

Diversos autores coinciden en proponer como necesarios para que se dé el aprendizaje


autónomo, los siguientes elementos:
Diversas investigaciones asocian positivamente la motivación en la educación con el
rendimiento académico y el aprendizaje, cuando un alumno logra sus metas de
aprendizaje, se siente motivado a establecer nuevas metas.
Introducción

Los procesos de aprendizaje pueden ser complejos en razón de ser como resultado de
múltiples causas que se unifican en un solo producto. Ahora bien, algunas de esas causas
son cognitivo y emocional, sin embargo en ocasiones el modelo educativo imperante
tiende a ignorar o minimizar los aspectos emocionales, sin embargo, tras el impacto de la
teoría de las inteligencias múltiples se ha abierto las posibilidades de considerar las
emociones en la formación integral del educado (Ángel García, 2011).

Los estudiantes, docentes y todo ser humano experimentan las emociones en diferentes
contextos y eventos, sin embargo no siempre podemos controlar sus efectos, de ahí la
importancia de considerar a la educación emocional como un aspecto tan importante en la
formación del individuo como lo es la educación académica.

La razón y la emoción son aspectos que interactúan de manera conjunta, ambos se


encuentran alojados en la mente del individuo, llevándolo a actuar bajo los conocimientos
adquiridos. Esta relación, razón-emoción, posibilita la capacidad adaptativa de las
personas cuya manifestaciones se pueden apreciar al momento de dar respuestas y
soluciones de manera eficaz a los problemas que se le presentan en las relaciones
interpersonales, propiciando el bienestar psicológico y el rendimiento académico, ahora
bien, si solo manifestamos la emoción como repuesta y solución dejando de lado la razón,
puede que no sea tan benéfico el resultado.
Por lo anterior, en esta unidad abordaremos cómo se lleva a cabo el proceso emocional
en los estudiantes para el buen manejo de las mismas, revisaremos diferentes formas de
intervención docente en el manejo de emociones, finalizando con la autoeficacia basada
en la motivación.

Jamás da el alma humana mejor prueba de


fortaleza y nobleza que cuando renuncia a la
venganza y se atreve a perdonar una ofensa.
E. H. Chapín

Proceso emocional

Etimológicamente la palabra emoción significa movimiento o impulso, es decir la emoción


impulsa al movimiento.

Por otro lado, el sentimiento es el resultado de la emoción más la valoración subjetiva de


la experiencia, la intensidad y duración pueden variar de acuerdo al tipo de valoración que
se haga de la experiencia vivida.

La emoción es básica y primitiva y no se puede evitar, mientras que en el caso de los


sentimientos hay una reflexión de lo que se siente y es posible regularlo.

Ninguna emoción es mala, todas tienen funciones que le son de utilidad a la persona,
dependiendo del estímulo que la esté generando nos indican que respuesta sería la más
pertinente para lograr una mejor adaptación social y ajuste personal, ya que si la emoción
se sale de control y es desmedida pudiera afectar la respuesta de la persona. Es en este
punto que la inteligencia emocional o gestión de las emociones toma un papel importante
en los individuos para lograr autorregularse.

De acuerdo a Goleman (1995) la inteligencia emocional es la “capacidad de reconocer


nuestros propios sentimientos y los de los demás, de motivarnos y manejar
adecuadamente nuestras relaciones” (p.3). Este autor propone 4 dimensiones básicas de
la inteligencia emocional las cuales son:
Para complementar la información presentada lo invitamos a ver el siguiente video, en el
que Eduard Punset entrevista al neuropsicólogo Richard Davidson y al psicólogo Daniel
Goleman para explicar la importancia de las emociones.

¿Cómo se lleva a cabo el proceso emocional?

Las emociones toman en cuenta una valoración de las implicaciones de un evento, lo que
lo remite a llevar a cabo un significado de la situación en donde entra las diferencias
individuales que pueden estar sujetas a un proceso controlado o voluntario. Este proceso
orienta la toma de decisiones a partir de las atribuciones causa-efecto, desacuerdo entre
lo ocurrido y lo esperado, la facilitación de metas, la premisa de responder ante el evento
que se está valorando. Es importante señalar que intervienen en todos los aspectos la
memoria, la motivación y el razonamiento, lo que revela que la toma de decisiones está
más influenciada por las emociones que por el pensamiento racional.

De esta manera, los alumnos le otorgan un gran valor a los eventos que ocurren a su
alrededor y logran involucrar sus emociones con cada situación que ellos identifican como
importantes, es decir, las personas dan una significación a un evento por medio de sus
emociones.
Cuando logramos una adecuada autoconciencia, entendiendo nuestras propias
emociones, carencias y necesidades emocionales insatisfechas, somos capaces de
reconocer y nombrar nuestros estados emocionales, cuando están ocurriendo, de esa
forma hemos dado ya el paso más importante, logrando así un adecuado control de las
emociones.

Entonces, se ha señalado la existencia de factores adicionales al proceso de aprendizaje,


entre ellos se enmarca la existencia e importancia de la interacción social entre los
estudiantes y las diferentes formas en las que se relacionan para trabajar
colaborativamente, compartiendo metas y logros obtenidos, este supuesto considera un
avance significativo que implica en el propio alumno procesos de autorregulación, en
primera instancia, de sus emociones y comportamientos para generar la convivencia
adecuada con sus compañeros, por otro lado, la facilidad para integrar conocimientos a
partir de la colaboración con el resto del grupo.

Considerando que las emociones tienen una función útil, permitiendo así al alumno
conducirse con eficacia en sus reacciones comportamentales, buscando que estas sean
apropiadas y generen independencia para el propio estudiante, incluso cuando se hace
referencia a las emociones desagradables, todas cuentan con funciones importantes que
permiten la adaptación a su entorno y generan mecanismos de ajuste personal para
promover la interacción con sus pares.

De acuerdo con Reeve en 1994, propone tres funciones principales de la emoción:

a. Función adaptativa

b. Función social

c. Función motivacional
a) Función Adaptativa:

Es una de las más importantes de la emoción, ya que prepara al organismo para que
ejecute de manera eficaz una conducta que es la respuesta ante la exigencia de las
condiciones ambientales, moviliza la energía necesaria y dirige la conducta hacia el
objetivo planteado. Plutchik (1980), destaca ocho funciones principales de las emociones
y aboga por establecer un lenguaje funcional que identifique cada una de dichas
reacciones con la función adaptativa que le corresponde. De esta manera será más fácil
operativizar este proceso y poder aplicar convenientemente el método experimental para
la investigación en la emoción (Chóliz, pp. 4). La correspondencia entre la emoción y su
función se describe en la siguiente tabla:

Tabla 1: Funciones de las emociones (tomado de Plutchik, 1980).

Lenguaje Subjetivo Lenguaje Funcional

Miedo Protección

Ira Destrucción

Alegría Reproducción

Tristeza Reintegración

Confianza Afiliación

b) Función Social:

Una de las principales funciones es poder facilitar la aparición de las conductas


apropiadas y la expresión de las emociones, que permite predecir el comportamiento que
se asocia a las mismas, por ende la relación interpersonal cobra un valor especial y
significado en las emociones de los estudiantes. De acuerdo con Izard (1989), destaca
varias funciones sociales de las emociones por ejemplo:

 Facilitar la interacción social

 Controlar la conducta de los demás

 Permitir la comunicación de los estados afectivos

 Promover la conducta pro-social

Existen algunas emociones que favorecen los vínculos sociales por ejemplo, la felicidad,
pero también existen otras la cuales generan una respuesta de evitación e incluso de
confrontación como la ira, en cualquiera de los casos la expresión de las emociones
genera la interacción con el otro y permite regular lo que se consideran conductas
reguladas y autorreguladas. De inicio se puede considerar que la función es adaptativa sin
embargo, se deben identificar los factores sociales que predominan en combinación con
las reacciones emocionales de los alumnos.

En algunos casos la expresión de las emociones ejercen conductas que favorecen al


grupo social, en este caso el aula de clases, ocurre lo contrario cuando los alumnos
inhiben la expresión de emociones, generando a veces malos entendidos o reacciones
indeseables con el resto de los compañeros ya que comienzan a inferir sobre las
subjetividades de la interpretación de las conductas y movimientos corporales.

c) Factores Motivacionales

Como se ha revisado hasta el momento, la relación que existe entre emoción y motivación
es intima, ya que hace referencia a cualquier tipo de actividad o respuesta que genere el
alumno a partir de los diferentes estímulos que perciba dentro del aula.

Por un lado, debemos considerar que la emoción energiza una conducta motivada, en
otras palabras, una conducta que está cargada de emociones se transforma de forma
vigorosa y busca siempre un mejor resultado, en relación con la función adaptativa
facilitará la ejecución de la tarea y dará respuesta a las exigencias del grupo con el que se
relaciona, por ejemplo, la ira o el cólera genera en los alumnos reacciones defensivas,
caso contrario, la alegría generará atracciones entre los miembros del grupo y por último
la sorpresa promueve la atención ante todos los estímulos que presentemos como
docentes.

Adicional a lo anterior, la emoción también dirige la conducta, ya que permite el


acercamiento o evitación entre los mismos compañeros, entonces la función motivacional
de las emociones va en dos direcciones importantes:

1. Agrado y desagrado

2. Intensidad de la reacción afectiva


La relación entre ambos conceptos no se debe limitar a solo observar conductas dentro
del aula de clases, ya que en algunas ocasiones se producen reacciones fuera de ella, sin
embargo sus implicaciones afectarán al desempeño dentro del salón así como a la
interacción del grupo.

Veamos cómo se lleva el proceso de vivencia de una emoción.

Un adecuado autocontrol significa el reconocimiento y expresión equilibrada de nuestras


emociones negativas. Podemos afirmar que las emociones negativas que nos producen
sufrimiento, tienen una función positiva porque templan nuestro carácter y nos ayuda a
responder de manera más eficaz en el futuro.

Para identificar y manejar nuestras emociones debemos plantearnos diversos


cuestionamientos, por ejemplo:

¿Qué es lo que me molesta?

¿Cuáles son mis creencias?

¿Algunas de mis creencias son inadecuadas?

¿Cuáles son mis necesidades?

¿Cómo puedo satisfacer mis necesidades?

¿Cambio mi actitud demandante hacia los demás y asumo la responsabilidad de mis


propias necesidades?
Formas de intervención docente

Mediante el proceso de aprendizaje, el estudiante deberá adquirir una serie de


habilidades y contenidos que, internalizados en sus estructuras mentales, le permitirá
aplicarlos en distintas situaciones, utilizándolo como recursos para adquisición de nuevos
conocimientos. Para lograr este tipo de conductas, las escuelas deben proporcionar a los
alumnos, diferentes metodologías de trabajo donde integren técnicas de estudio variadas
para que, con su adquisición, interiorización y aplicación constante, se desenvuelvan en
su vida académica (Núñez y Sánchez, 1991).

En el aula podemos observar diferentes estados emocionales, tales como: alegría,


tristeza, enojo, euforia, etc., y en algunos pueden provocar problemas emocionales, en
otro panorama, puede afectar el ambiente en el aula de manera favorable o desfavorable,
las causas pueden ser multifactoriales, por ello revisaremos diferentes técnicas que
funcionan para identificar y entender los propios estados de ánimo.

La verdadera inteligencia emocional requiere que identifique y entienda sus propios


estados de ánimo. Implica reconocer cuando y porqué está enfadado, nervioso o triste,
actuar sobre las causas y no sólo los síntomas. Sin embargo, en aquellas ocasiones en
las que vea que irremediablemente se dirige hacia un estado emocional negativo, las
siguientes técnicas pueden ser eficaces para detener o frenar esa reacción en cadena.
Técnica Descripción

1.- Intente recordar sus virtudes y éxitos La reafirmación en sus virtudes y puntos
fuertes es una de las mejores estrategias para
gestionar sus sentimientos. Consiste en pensar
en lo que le ha provocado esa emoción pero
reduciendo su significado negativo.

2. Distrae su atención hacia un asunto concreto La técnica de la distracción consiste en


desvincularse de la emoción negativa centrando
su atención en pensamientos neutrales. De esta
forma evitará que la emoción tome demasiada
intensidad.

3. Piense en su futuro más inmediato Pensar en el futuro más inmediato es muy


eficaz para mantener el autocontrol. Esta
técnica se aplicó en niños que resistieron la
tentación de comer golosinas a cambio de
recibir otra. Obtuvieron mejores resultados en
los test escolares y mejores trabajos en los años
venideros.

4. Medite habitualmente Meditar de manera regular, ayuda a prevenir


pensamientos negativos y reduce la ansiedad.
Si medita de forma regular y respira
correctamente, puede reducir la intensidad de
las emociones negativas cuando estas aparecen.
5. Dése permiso para preocuparse más tarde Si suprime una emoción o pensamiento
provocará que vuelva con mayor fuerza, pero si
pospone para más tarde puede funcionar, tras
ese periodo de pausa las emociones regresan
con una intensidad mucho menor.

6. Escriba un diario de sus emociones Tener un diario emocional sobre lo que ha


sentido en algunas situaciones le ayudará a
reducir la recurrencia de pensamientos
negativos.

7. Tómese un respiro (y un refresco) para Mantener el control consume glucosa, como si


recuperar el autocontrol estuviera haciendo ejercicio, por ello debe
tomar bebidas azucaradas y usar la
reafirmación positiva para poder gestionar
nuevamente sus emociones.

8. Lo más importante: encuentre el motivo de No es ir en contra de sus emociones, si no


sus emociones reconocerlas y saber el por qué le ocurren, por
ejemplo:

-Está bien, no me gusta sentirme así pero ahora


mismo tengo mucha envidia (reconoce la
emoción) porque a Carlos lo felicitaron por su
trabajo y a mí no (reconoce el por qué).

El manejo de emociones en el aula de forma apropiada favorece el desarrollo en los


estudiantes, como docente debe conocer a sus estudiantes y detectar los estados de
ánimo, aceptar sus estados sin juzgarlos por muy insignificante que le parezcan, recuerde
que para él o ella puede ser un gran problema, tenga en mente que las emociones son
naturales y si las reprimimos impedimos el crecimiento emocional y madurez del alumno.
Por lo tanto, debe implementar actividades donde los estudiantes aprendan a reconocer
sus emociones y a manejarlas adecuadamente. También, celebrar sus aciertos por
pequeños que sean, minimizar sus errores y abrir la oportunidad de corregirlos, fomentar
el trabajo en equipo colaborativo, de esa manera los estudiantes se darán cuenta de las
habilidades y conocimientos de sus compañeros, lo que le permitirá aprender también de
ellos. Fomentarles emociones, pensamientos positivos y saludables, pero lo más
importante es que usted sea el ejemplo, aprenda a identificar sus emociones, expréselas
de manera adecuada, regule sus estados de ánimo negativo y de forma respetuosa con
ellos.
Autoeficiencia basada en la motivación

Durante la formación universitaria, los estudiantes continuamente se trazan determinadas


metas y enfrentan diversos retos para concluir exitosamente su licenciatura. Se presentan
adversidades pero a la vez surgen motivaciones que los llevan a implementar algunas
tácticas específicas para alcanzar sus logros. Para realizar una acción y alcanzar las
metas académicas deseadas, el estudiante debe poseer las capacidades o las
competencias que requieren las tareas, sin embargo el poseerlas constituye una
condición necesaria pero no suficiente (Alegre, 2014).

De acuerdo con Anaya (2010), define la motivación por aprender como una "actitud que
está caracterizada por el involucramiento permanente y a largo plazo comprometiéndose
él mismo en mantener esa actitud de por vida” (p.7). Ahora bien, en el contexto educativo
se han estudiado los conceptos de autorregulación y la autoeficacia.

La autorregulación es la capacidad para utilizar los recursos que posee uno mismo para
planear, controlar y analizar la ejecución de una tarea. La autoeficacia son los juicios que
hace el individuo sobre su capacidad de organizar y ejecutar procesos de acción
necesarios para alcanzar los resultados. De esta manera, las metas académicas que se
planteen los estudiantes dependerá de que tan capaces se crean de lograr determinadas
metas y de su capacidad para emplear estratégicamente los recursos con que cuentan
para alcanzarlas.

La autoeficacia académica no son las habilidades o recursos personales que cuenta una
persona, sino la opinión y juicio que tenga éste sobre lo que puede o no hacer con ellos.
Sobre la relación entre la dimensión afectiva y la autoeficacia. Tuckman y Monetti (2011)
establecieron que las creencias de autoeficacia producen sentimientos o emociones
previas al desempeño, es decir, el hecho de creer que se tiene probabilidades de tener
éxitos al afrontar algo, da origen a sentimientos positivos, mientras que el fracaso produce
emociones negativas; placer y ansiedad, respectivamente, frente al desempeño
(Zajacova, Lynch & Espenshade, 2005). Citado en Alegre (2014).

De acuerdo a Bandura 1995, la autoeficacia es la capacidad que se percibe para enfrentar


situaciones específicas.
El elevado nivel de autoeficacia percibida es un elemento protector que aumenta la
motivación y rendimiento académico, disminuye las alteraciones emocionales, mejora las
conductas saludables en el cuidado físico, prevención de conductas de riesgo y la mayor
tolerancia al fracaso (Carrasco y del Barrio, 2002)

La autoeficacia se inserta en la Teoría Social Cognitiva de Bandura como una


autocreencia del individuo, es decir, el comportamiento de las personas se ve influido por
lo que éstas creen, sienten y piensan sobre sus propias capacidades. El funcionamiento
humano, generalmente es regulado por las creencias de eficacia. Dicha regulación se
produce mediante cuatro procesos: cognitivo, motivacional, afectivo y selectivo.

A continuación veremos los procesos para regular la autoeficacia.

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