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All content following this page was uploaded by Andrea González Carfora on 16 January 2017.
FACULTAD DE ODONTOLOGÍA
POSTGRADO DE ODONTOPEDIATRÍA
Elaborado por:
RESUMEN ......................................................................................................... 6
INTRODUCCIÓN ............................................................................................... 7
1.3.9. Tratamiento................................................................................... 58
2. REPORTE DE CASO................................................................................ 66
2
2.1. Drepanocítico homocigoto. .................................................................. 66
2.1.9. Laboratorio.................................................................................... 72
2.2.9. Tratamiento................................................................................... 83
DISCUSIÓN ..................................................................................................... 86
CONCLUSIÓN ................................................................................................. 90
BIBLIOGRAFÍA ................................................................................................ 91
3
INDICE DE FIGURAS
Figura 1: Morfología del eritrocito. (2) ................................................................. 8
Figura 2: Membrana plasmática del eritrocito (2). .............................................. 9
Figura 3: Estructura tridimensional de la Eritropoyetina (EPO). (3) .................. 10
Figura 4: Esquema del proceso de eritropoyesis. ............................................. 14
Figura 5: Esquema de vía de destrucción eritrocitaria extravascular. (1) ......... 15
Figura 6: Estructura del grupo hemo de Hb, de las cuatro moléculas globinicas
que forman un tetrámero conjugado y, del cromosoma 11 donde se codifican las
cadenas. (7) ..................................................................................................... 17
Figura 7: Concentraciones de hemoglobina para diagnosticar anemia sobre el
nivel del mar (g/l). (13)...................................................................................... 21
Figura 8: Ajustes de las concentraciones de hemoglobina medidas en función
de la altitud sobre el nivel del mar. (13) ............................................................ 22
Figura 9: Clasificación morfológica de las anemias sobre la base del Volumen
Corpuscular Medio. (1) ..................................................................................... 23
Figura 10: Tipos de anemia según criterios morfológicos y fisiopatológicos.
(5) ..................................................................................................................... 25
Figura 11: Orientación diagnóstica a partir de los signos observados en el
examen físico. (5) ............................................................................................. 29
Figura 12: Células falciformes. (18) .................................................................. 32
Figura 13: Prevalencia de Hbs en algunos países latinoamericanos, según los
datos de la OPS, 2004. Citado por Rusanova, I. (8) ........................................ 35
Figura 14: Alteraciones de membrana de la célula falciforme. (24) .................. 37
Figura 15: Adhesión de la célula falciforme al endotelio y su activación celular.
(24) ................................................................................................................... 38
Figura 16: Herencia del rasgo falciforme. (23).................................................. 42
Figura 17: Medicamentos empleados en el tratamiento del dolor. (23) ............ 60
Figura 18: Árbol genealógico de la familia Arias Azócar. ................................. 69
Figura 19: Fotografías extraorales, de frente (mayo, 2014). ............................ 70
Figura 20: Fotografías extraorales de perfil, izquierdo y derecho,
respectivamente (mayo, 2014). ........................................................................ 70
Figura 21: Fotografías intraorales iniciales (Mayo, 2014). ................................ 73
4
Figura 22: Radiografía panorámica inicial (Mayo, 2014). ................................. 73
Figura 23: Radiografía oclusal total inferior inicial (Mayo, 2014). ..................... 74
Figura 24: Fotografías extraorales, de frente, sonrisa y perfil derecho,
respectivamente. (Marzo, 2015). ...................................................................... 75
Figura 25: Fotografías intraorales finales (Marzo, 2015). ................................ 76
Figura 26: Árbol genealógico de la familia Arias Azócar. ................................. 79
Figura 27: Fotografías extraorales, de frente, con sonrisa y perfil derecho
(Octubre, 2014). ............................................................................................... 80
Figura 28: Fotografías intraorales iniciales (Octubre, 2014). ............................ 81
Figura 29: Radiografía panorámica inicial (Octubre, 2014). ............................. 81
Figura 30: Radiografía cefálica lateral inicial (Octubre, 2014). ......................... 82
Figura 31: Plano de levantamiento de mordida anterior, fotografía intraoral
frontal. .............................................................................................................. 83
Figura 32: Plano de levantamiento de mordida anterior. Fotografías intraorales
laterales derecha e izquierda, respectivamente. .............................................. 83
Figura 33: Órganos dentarios 5.3 y 6.3. ........................................................... 84
Figura 34: Fotografías extraorales, de frente, sonrisa y perfil derecho.
(Noviembre, 2015). ........................................................................................... 84
Figura 35: Fotografías intraorales finales (Noviembre, 2015). .......................... 85
5
RESUMEN
6
INTRODUCCIÓN
7
1. REVISIÓN DE LA LITERATURA
1.1. Conceptos básicos.
1.1.1. Eritrocitos.
Los eritrocitos constituyen el 99% de los elementos formes de la sangre.
Contienen en su interior hemoglobina, que es la proteína que transporte el
oxígeno desde los pulmones a los tejidos. (2)
Estructura.
El eritrocito normal maduro es una célula anucleada. Tiene forma de disco
bicóncavo con un diámetro aproximado de 7.8 µm y 2 µm de espesor en el
borde, más ancho, y de 1 µm en el centro. Su volumen medio es de 90 a 95
femtolitros (µm3). Esta forma le confiere una gran superficie en relación con su
volumen, lo que ofrece dos ventajas funcionales. Por un lado se favorece el
intercambio de gases a través de su membrana. Y por otro lado, le proporciona
una gran deformabilidad, por lo que puede cambiar mucho su forma cuando
atraviesa los capilares, la membrana no se somete a grandes tensiones y en
consecuencia, se evita la rotura celular. (Figura 1) (2).
8
medida que envejece, de modo que aproximadamente a los 120 días de estar
circulando es retirada del torrente circulatorio. (2)
9
Las funciones fisiológicas principales de la membrana eritrocitaria comprenden
(1):
1) Mantenimiento de la capacidad de deformación celular para mantener el
equilibrio osmótico entre el plasma y citoplasma de la célula.
2) Actuar como sostén para los antígenos de superficie.
3) Favorecer el transporte de iones celulares esenciales y gases.
Eritropoyetina (EPO).
A principios del siglo XX, Carnot y DeFlandre postularon la presencia de un
agente humoral que regulaba la eritropoyesis en respuesta a la hipoxia tisular
(1). El gen de la eritropoyetina (EPO) en el humano se encuentra en el
cromosoma 7 (posición 7q21-7q22) (3). En términos bioquímicos, la
eritropoyetina es una hormona glucoproteína termoestable, de estructura
terciaria formada por cuatro hélices α antiparalelas (Figura 3), no dializable con
un peso molecular comprendido entre 20000 y 30000. Presenta una unidad
carbohidrato (34%), que trasmite la especificidad para el reconocimiento de los
sitios receptores de la célula blanco, y una unidad de ácido siálico terminal (10-
15%), necesaria para la actividad biológica in vivo (1). Así pues, la fracción
protéica consta de 166 aminoácidos, con un peso molecular de 18400 y es la
responsable de la actividad biológica de la hormona. Mientras que, la fracción
carbohidrato, posee un peso molecular de 13700, siendo imprescindible para
que la eritropoyetina (EPO) actué in vivo. (4)
10
Se sabe, que el 90% de la EPO endógena en el humano adulto se produce en
el riñón, probablemente a nivel de las células endoteliales de los capilares
peritubulares situados alrededor de los canales nefríticos mientras que el 10%
en el hígado (3) (4). Se identificó una célula intersticial peritubular localizada en
el riñón como sitio probable de la síntesis de eritropoyetina. Esta última, cuando
se estimula por la hipoxia tisular, es capaz de aumentar la masa de glóbulos
rojos mediante varios mecanismos. Al unirse con los receptores de superficie
de membrana de los precursores eritroides, la eritropoyetina estimula la síntesis
de RNA y quizás de adenosinmonofosfato cíclico (cAMP). Una vez que la
eritropoyetina se une a receptores de membrana específicos, puede estimular a
las CFU-E (colonia eritroide) y controlar la producción de eritrocitos mediante
(1):
12
Eritropoyesis.
En la médula ósea existe un microambiente que favorece la elaboración de
células sanguíneas. La médula puede describirse como un tejido de vasos
arteriales sin anastomosis que desembocan en un plexo rico en sinusoides
venosos. La circulación lenta produce éxtasis sanguíneo, y aumenta el nivel de
dióxido de carbono. Esto promueve la elaboración de hemoglobina y la
formación de células sanguíneas primordiales. (1)
13
En caso de anemias severas la eritropoyetina puede duplicar el potencial
mitótico de los normoblastos policromáticos. (1) (Figura 4).
Destrucción eritrocitaria.
El eritrocito, que participa en la disociación del oxígeno durante su vida
circulatoria, comienza a envejecer. Se trata de una secuencia de actividades
iniciadas por la disminución de la generación de ATP por parte de la vía
glucolótoca no oxidativa. Las cantidades menores de colesterol y fosfolópidos
producen la pérdida de la permeabilidad selectiva, con aumento de Na+ y
pérdida de K+, que a su vez produce una disminución gradual de la relación
entre superficie y volumen. En términos morfológicos, el disco eritrocitario se
hace esferoidal. La membrana acumula inmunoglobulina G en su superficie,
que le impide continuar su función. Internamente, la metahemoglobina
reductasa cesa su actividad, y se produce acumulación de metahemoglobina,
una forma no funcional de hierro (1).
14
Hemólisis extravascular:
Con la circulación del eritrocito a través del bazo, el ambiente sin
glucosa afecta aún más al eritrocito, para dejarlo vulnerable a los
macrófagos sensibles localizados en el laberinto arquetectónico del
tejido esplénico. Se produce la fagocitosis, y el eritrocito se degrada por
la fuerte actividad enzimática digestiva del macrófago. Mientras las
moléculas de hemoglobina se desarman, el hierro se une a la
transferina y se transporta a los hepatocitos para su almacenamiento.
Los aminoácidos se transfieren a los depósitos corporales de
aminoácidos. Los componentes de la protoporfirina se separan desde
el punto de vista químico, el carbón alfa se exhala como dióxido de
carbono y el anillo tetraporrol abierto se convierte a biliverdina, que
cuando se transporta al hígado se conjuga en glucorónico de bilirrubina.
Esta ingresa en el intestino con la bilis, y se excreta como urobilinógeno.
Esta destrucción rutinaria de eritrocitos seniles se produce en el tejido
linfoide y representa el 90% de su degradación. Este proceso de
hemólisis extravascular equilibra la cantidad de eritrocitos con la
producción y función (Figura 5). (1)
15
Hemólisis intravascular:
En humanos, el tetrámero está formado por dos subunidades tipo alfa (α) y dos
tipo beta (β) codificadas por bloques de genes localizados en cromosomas
diferentes. Los genes tipo alfa se encuentran en el brazo corto del cromosoma
16; los genes tipo beta se encuentran en el brazo corto del cromosoma 11.
Ambos grupos de genes se organizan en el ADN desde el extremo 5 al 3 de la
misma manera como se expresan durante el desarrollo embrión-adulto (Figura
6). Es así como un individuo durante la ontogenia presenta diferentes tipos de
16
hemoglobinas que responden a la disponibilidad del oxígeno en los ambientes
en los cuales le corresponde desarrollarse. Primero se activan las hemoglobinas
embrionarias; la hemoglobina fetal comienza a ser el tetrámero dominante
durante la vida fetal y justo antes del nacimiento la hemoglobina fetal es
reemplazada por las hemoglobinas adultas A1 y A2. (7) Así pues, más del 95%
de la hemoglobina del adulto y de los niños mayores de 7 meses es la HbA1
(compuesta por dos cadenas α y dos cadenas β). La HbA2 es la hemoglobina
que se encuentra en menor concentración en los adultos (2,5%) y está
compuesta por dos cadenas α y dos cadenas δ. La HbF es el componente
principal de la hemoglobina del recién nacido, su concentración disminuye en
los primeros meses de vida y está constituida por dos cadenas α y dos ᵞ. (8)
Figura 6: Estructura del grupo hemo de Hb, de las cuatro moléculas globinicas que forman un
tetrámero conjugado y, del cromosoma 11 donde se codifican las cadenas. (7)
El grupo Hem se sintetiza virtualmente todos los tejidos, pero su síntesis es más
pronunciada en la médula ósea y el hígado, debido a la necesidad de
incorporarlo en la hemoglobina y los citocromos, respectivamente. Es una
molécula plana que consta de un hierro ferroso y un anillo tetrapirrólico, la
protoporfirina III o IX. El Hem es un factor fundamental en la regulación de la
tasa de síntesis de la globina. Su principal efecto se ejerce en la iniciación de la
traducción, donde bloquea la acción de un inhibidor de la producción de globina.
También participa en la transcripción y el procesamiento del ARNm. (9)
17
La biosíntesis de la hemoglobina guarda estrecha relación con la eritropoyesis.
La expresión genética y el contenido de hemoglobina acompañan la
diferenciación de las unidades formadoras de colonias eritroides (UFC-E) en
precursores eritroides. Normalmente los eritrocitos envejecidos se degradan
hacia el día 120 de vida en la médula ósea, el hígado y el bazo. En algunas
circunstancias sin embargo, los eritrocitos sufren lisis intravascular, liberando
hemoglobina, que puede ser tóxica para los tejidos a menos que se remueva
rápidamente. La haptoglobina (Hp) es una proteína plasmática que une
hemoglobina libre, a través de la formación de un complejo Hp-Hb. Este
complejo es reconocido a través de una proteína situada en la superficie de los
macrófagos y monocitos denominada CD163, permitiendo su digestión y la
seguida liberación de hierro y bilirrubina. (9)
Aumento de la concentración de H.
Aumento del CO2.
Aumento de la temperatura.
La disminución del pH.
18
El 2,3 DPG (El difosfoglicerato es un intermediario de la vía glucolitica.
Es un compuesto fosforilado se encuentra en grandes cantidades en el
eritrocito. Funciona como un efector alostérico para la Hb. En la
conformación desoxi existe una cavidad lo suficientemente grande para
admitir al 2,3 DPG entre las cadenas beta. Este compuesto estabiliza a
la forma T de la Hb al formar enlaces cruzados con las cadenas beta.
Las variaciones de la concentración del 2,3 DPG desempeñan un papel
fundamental en la adaptación a la hipoxia, de manera que en la
hipoxemia aumenta este compuesto y la afinidad por el oxígeno declina
y el aporte a los tejidos se facilita. (9)
Compuestos orgánicos con fósforo.
1.2. Anemia
La anemia se define como una reducción de la concentración de la hemoglobina
o de la masa global de hematíes en la sangre periférica por debajo de los niveles
considerados normales para una determinada edad, sexo y altura sobre el nivel
del mar. (5)
19
Se han utilizado diferentes criterios para la definición de anemia en las últimas
décadas, como por ejemplo el número de hematíes o el nivel de hematocrito.
Pero, sin lugar a dudas, el más utilizado se basa en los valores de hemoglobina.
Éstos tampoco son uniformes en todos los trabajos, aunque habitualmente se
emplea el punto de corte definido por la Organización Mundial de la Salud
(OMS) en 1968. Se consideran como anemia aquellas situaciones en las que
los niveles de hemoglobina (Hb) en sangre sean inferiores a 13 g/dl en varones
y a 12 g/dl en mujeres. (10)
20
Altura sobre el nivel del mar: cuanto mayor es la altura sobre el nivel del
mar, menor es el contenido en oxígeno del aire. Ya que la hipoxia es un
potente estímulo para la hematopoyesis, los valores de la Hb se
incrementan en la medida que el individuo se ubica a mayor altura sobre
el nivel del mar. (5)
Figura 7: Concentraciones de hemoglobina para diagnosticar anemia sobre el nivel del mar (g/l). (13)
Se sabe que vivir a cierta altitud por encima del nivel del mar y el tabaquismo
aumenta las concentraciones de hemoglobina. Por consiguiente, en las
personas que residen en altitudes elevadas y en los fumadores la prevalencia
de anemia puede infravalorarse si se aplican los valores de corte corrientes. En
el cuadro a continuación (figura 8), se presentan los ajustes recomendados a
la hemoglobinemia medida en las personas que viven en altitudes superiores a
1000 m sobre el nivel del mar. Los ajustes para la altitud se obtuvieron utilizando
datos del Sistema de Vigilancia de la Nutrición Pediátrica de los CDC en
niñosque viven en estados montañosos de los Estados Unidos, mientras que
los ajustes para el tabaquismo proceden de los datos de la NHANES. (13)
21
Figura 8: Ajustes de las concentraciones de hemoglobina medidas en función de la altitud sobre el nivel
del mar. (13)
1.2.1. Prevalencia.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) (14), la anemia afecta en
todo el mundo a 1620 millones de personas (IC95%: 1500 a 1740 millones), lo
que corresponde al 24,8% de la población (IC95%: 22,9% a 26,7%). La máxima
prevalencia se da en los niños en edad preescolar (47,4%, IC95%: 45,7% a
49,1%), y la mínima en los varones (12,7%, IC95%: 8,6% a 16,9%). No obstante,
el grupo de población que cuenta con el máximo número de personas afectadas
es el de las mujeres no embarazadas (468,4 millones, IC95%: 446,2 a 490,6
millones).
22
observándose un aumento constante desde el primer, hacia el tercer trimestre,
siendo mayor aún, en el grupo de adolescentes.
Figura 9: Clasificación morfológica de las anemias sobre la base del Volumen Corpuscular
Medio. (1)
23
Clasificación fisiopatológica:
Desde este punto de vista, las anemias pueden clasificarse según la respuesta
reticulocitaria: anemias regenerativas y arregenerativas. El recuento de
reticulocitos refleja el estado de actividad de la médula ósea y proporciona una
guía inicial útil para el estudio y clasificación de las anemias. Los valores
normales de los reticulocitos en sangre periférica se sitúan en torno al 0,5-1%
en los primeros meses de vida y el 1,5% después, y ya de forma estable,
durante toda la vida. (5)
Clasificación morfológica:
Esta se basa en los valores de los índices eritrocitarios, entre los que se
incluyen: el volumen corpuscular medio (VCM), la hemoglobina corpuscular
media (HCM) y la concentración de hemoglobina corpuscular media (CHCM).
Se reconocen tres categorías generales: anemia microcítica, macrocítica y
normocítica (figura 10) (5):
25
Anemia microcítica hipocrómica (VCM<70 fl): en este grupo se
encuentran la anemia por deficiencia de hierro, las talasemias y las que
acompañan a las infecciones crónicas. (5) Por lo general, son
consecuencia de una anomalía de la síntesis de hemoglobina, ferropenia,
deficiencia de la síntesis del hemo, de globina y enfermedades crónicas.
La anemia microcítica se produce por un nivel de hierro insuficiente para
mantener la eritropoyesis normal y se caracteriza por resultados
anormales en los estudios del hierro. (1)
Anemia macrocítica normocrómica (VCM>100 fl): incluye a la anemia
megaloblástica, ya sea secundaria a la deficiencia de ácido fólico o
vitamina B12. (5) Las anemias macrocíticas pueden ser megaloblásticas
o no. Las anemias megaloblásticas por lo general, se producen por
deficiencia de vitamina B12 o de folato. La anemia megaloblástica se
caracteriza por la presencia de macrocitos ovalados y células en forma
de lágrima en sangre periférica y de megaloblastos o precursores de
eritrocitos nucleados grandes en la médula ósea. La anemia no
megaloblástica también se caracteriza por la presencia de eritrocitos
grandes, que son redondos en su mayor parte, pero los nucleados
presentes en la médula no demuestran alteraciones megaloblásticas de
maduración. (1)
Anemia normocítica normocrómica. Una causa característica es la
anemia secundaria a hemorragia aguda. En estos casos, los tres índices
eritrocitarios mencionados se encuentran dentro de los valores normales.
(5) Por lo general, son causadas por hemólisis, hemorragias agudas,
tumores malignos (leucemia, linfoma, carcinoma), esplenomegalia (los
eritrocitos son atrapados y destruidos en el bazo), enfermedades
crónicas, artritis reumatoides y enfermedades renales y hepáticas. (1)
26
enfermedades que inducen insuficiencia en la producción de hematíes por la
médula ósea o limitación en la síntesis de la hemoglobina de carácter
hereditario o adquirido. En este grupo, se incluyen anemias carenciales
(ferropenia), las anemias secundarias a enfermedades sistémicas
(nefropatías, infecciones crónicas, neoplasias, etc.) y los síndromes de
insuficiencia medular. (5)
1.2.3. Diagnóstico.
La mayoría de los niños con anemia están asintomáticos o paucisintomáticos;
por lo que, el diagnóstico de esta condición, con frecuencia, exige un alto índice
de sospecha clínica. En un niño con anemia sospechada o comprobada, el
primer acercamiento debe servir para valorar (descartar) signos de gravedad
(repercusión hemodinámica, sangrado activo) y seguido de una evaluación de
todas las series del hemograma para descartar patologías hematológicas
graves. (5)
Anamnesis.
Además del sexo y de la edad, otros datos pueden ayudar a enfocar el
diagnóstico de una anemia (5):
27
Exposición a fármacos o tóxicos: fármacos (antibióticos,
antiinflamatorios, anticomiciales), hierbas y productos homeopáticos,
agua con nitratos, oxidantes, productos con plomo, etc.
Dieta: debe indagarse, sobre todo, la ingesta de dietas pobres en hierro,
así como la cantidad y el tipo de leche que se usa.
Historia neonatal: edad gestacional, grupo sanguíneo (del paciente y de
su madre), antecedentes de pérdidas hemáticas y anemia neonatal e
hiperbilirrubinemia.
Desarrollo psicomotor: algunos trastornos metabólicos reúnen anemia
megaloblástica y retraso del desarrollo psicomotor.
Antecedentes familiares, raza: datos como anemia, ictericia,
esplenomegalia, litiasis biliar, colecistectomía, pueden orientar hacia
anemias hemolíticas hereditarias. Las hemoglobinopatías y enzimopatías
muestran una incidencia, particularmente alta, en algunos grupos
raciales.
Manifestaciones clínicas.
La sintomatología producida por la anemia es consecuencia de la hipoxia y de
la tolerancia individual derivada de la capacidad de adaptación
cardiocirculatoria, que está relacionada con la rapidez de instauración de la
anemia, su intensidad y las demandas de oxígeno del paciente. Las
manifestaciones clínicas de las anemias son inespecíficas; también, con
frecuencia, son discretas y de difícil reconocimiento, sobre todo cuando la
anemia es moderada y se desarrolla de forma lenta. (5)
Exploración física.
Debe prestarse atención especialmente a la piel, ojos, boca, facies, tórax,
manos y abdomen. La palidez cutánea (en conjuntivas, palmas de las manos y
lecho ungueal) es un dato específico pero poco sensible; también la taquicardia,
como manifestación de gravedad. La ictericia y la hepatoesplenomegalia,
características de la hemólisis, son, igualmente, datos específicos pero con
escasa sensibilidad. En la siguiente figura (figura 11), se expone la capacidad
de una serie de signos físicos para orientar hacia una causa determinada de
anemia (5).
Figura 11: Orientación diagnóstica a partir de los signos observados en el examen físico. (5)
29
Estudios complementarios.
Es importante hacer un planteamiento razonado de cada paciente y efectuar un
uso eficiente de las pruebas complementarias. Las pruebas de laboratorio
deben comenzar por un hemograma completo y el examen del frotis de sangre
periférica. (5)
30
3. Forma doble heterocigota HbS-talasemia (HbS-Tal): aparece cuando en
el mismo paciente coexisten 2 alelos anormales, uno para la HbS y otro
para la β-talasemia (βS/ βtal). Si la síntesis a nivel del gen talasémico es
nula (β0-tal), la cantidad de HbS será prácticamente la misma que en el
estado homocigoto (70-90%). Si por el contrario, sólo presenta una
disminución en el gen talasémico (β+-tal), se observa la coexistencia de
HbA (10-30%), HbS (60-85%) y una pequeña proporción de HbF (5%).
No son tan graves como las formas de herencia tipo homocigoto HbSS y
predominan en el área mediterránea más que en la raza negra. (18)
31
Figura 12: Células falciformes. (18)
1.3.1. Epidemiología.
La anemia falciforme y la beta-talasemia son dos de las enfermedades
genéticas más frecuentes del mundo. Según los datos de la Organización
Mundial de la Salud (OMS) se estima, que un 7% de la población mundial porta
genes de las hemoglobinopatías, y el 50% de estas hemoglobinopatías viene
dado por la anemia falciforme. Cada año nacen alrededor de 300000-400000
niños con drepanocitosis, y la prevalencia de esta enfermedad oscila entre
0.1/1000 en los países no endémicos, hasta 20/1000 en algunas partes del
continente africano. (18)
32
El gen de la drepanocitosis se ha hecho frecuente en África porque el rasgo
heterocigoto confiere cierta resistencia al paludismo por Plasmodium falciparum
durante la infancia, favoreciendo así la supervivencia del huésped y la
consiguiente transmisión del gen de la hemoglobina anormal. Aunque la
presencia de un único gen anormal puede proteger del paludismo, la herencia
de dos genes anormales produce anemia falciforme y no confiere la mencionada
protección, por lo que el paludismo constituye una importante causa de
enfermedad y muerte en niños con anemia drepanocítica. (18)
Por otra parte, se tiene que en España los datos de la Comunidad de Madrid
donde se realiza cribo universal desde Mayo de 2003, demuestra asimismo que
es la alteración genética más frecuente (1 cada 5000 recién nacidos vivos). (17)
34
importante, aunque las muestras de individuos estudiados varían entre 150 en
Guatemala hasta más de 20000 en Brasil. Los datos, se muestran en el
siguiente cuadro (Figura 13):
Figura 13: Prevalencia de Hbs en algunos países latinoamericanos, según los datos de la OPS, 2004.
Citado por Rusanova, I. (8)
1.3.2. Fisiopatología
35
endotelial suscita la liberación de mediadores inflamatorios y factores pro
coagulantes que modulan la respuesta local y pueden explicar la afectación de
diversos órganos en esta patología. (19) El efecto de estos cambios son:
eritrosia, aumento de la viscosidad sanguínea, disminución del flujo sanguíneo,
hipoxia, aumento de la adhesividad de eritrocitos, oclusión vascular y mayor
deformación de los eritrocitos. (22)
36
de agregados de proteína 3, induciendo eritrofagocitosis por macrófagos (Figura
14). (24)
40
ácido tiobarbiturico, activación de NF-kB y una expresión elevada de las
moléculas de adhesión tisular.
3. Adhesión de las células plaquetarias y los leucocitos: la adhesión
plaquetaria en microcirculación de los ratones con anemia falciforme es
4-5 veces mayor que en los ratones normales, hecho que se relaciona
con el aumento en la expresión de P-selectina en condiciones de estrés
oxidativo, lo que a su vez motiva el reclutamiento de las plaquetas y
leucocitos.
1.3.3. Genética.
Rasgo Falciforme.
Las personas con rasgo falciforme son portadoras de la hemoglobina S por lo
tanto, son asintomáticas. Las cifras y la morfología sanguínea son normales, su
desarrollo físico, actividad y longevidad son normales. La concentración de la
HbS es menor del 50%, no obstante, en algunas circunstancias de anoxia, puede
ocasionalmente presentar complicaciones. Los heterocigotos HbA y HbS,
presentan una anemia leve y bajo circunstancias normales, presentan la misma
eficacia biológica que los homocigotos normales HbAHbA. Sin embargo en las
regiones de África, con una incidencia alta de paludismo, los heterocigotos
presentan una eficacia mayor que los homocigotos normales, porque la
presencia de alguna cantidad de hemoglobina falciforme protege de alguna
manera frente al protozoo del paludismo y es un caso que ilustra la relación entre
la eficacia biológica y el ambiente, siendo este un caso de lo que se llama
polimorfismo compensado. (25)
Herencia de la Hemoglobina S.
En relación a la herencia de la hemoglobina S se tienen dos posibilidades: Si un
progenitor es portador de HbS (rasgo falciforme) y el otro no, lo probable es que
la mitad de los hijos sean portadores de hemoglobina S y la otra mitad sanos.
Ninguno de los hijos tendrá enfermedad falciforme por hemoglobina S. Los
portadores de HbS están sanos, por lo que pueden transmitir la hemoglobina S
41
durante muchas generaciones sin que nadie de la familia lo sepa. Cuando el
padre y la madre tienen rasgo falciforme los dos, en cada embarazo habrá las
siguientes probabilidades (figura 16) (25):
42
pulmones, cerebro, riñón, bazo) y se caracteriza por periodos de crisis repetidas
o ausencia de síntomas por tiempo prolongado. (19)
Las crisis doloras agudas pueden durar aproximadamente diez días y se dividen
en cuatro fases (27):
44
Complicaciones derivadas de la propia enfermedad (crisis aguda hepática,
secuestro hepático y colestasis intrahepática):
La litiasis y el barro biliar son complicaciones frecuentes que pueden causar una
colecistitis aguda, un cólico biliar con colestasis por obstrucción de la vía biliar
y una pancreatitis aguda. (29)
Hepatitis viral:
45
hiperbilirrubinemia mayor por la hemólisis, sin que se recomienden medidas
terapéuticas especiales. (29)
Secuestro esplénico.
El secuestro esplénico constituye una de las complicaciones agudas más graves
de la anemia drepanocítica, con una frecuencia de entre el 7,5 y el 20% y una
mortalidad de alrededor del 10%. Es causado por la captura intraesplénica de
hematíes, que determina una anemización brusca y que puede provocar un
shock hipovolémico. Aunque se ha descrito a edades tan tempranas como cinco
semanas, en la mayoría de los casos el primer episodio ocurre entre los tres
meses y los cinco años, antes de producirse la autoesplenectomía, y suele
recurrir en la mitad de los casos que sobreviven al primer episodio. Desde un
punto de vista clínico, se caracteriza por dolor abdominal repentino con náuseas
y vómitos, debilidad, palidez, taquicardia, taquipnea y aumento del bazo. Los
episodios de secuestro esplénico con frecuencia se asocian o están
desencadenados por infecciones virales o agudas. Los criterios diagnósticos
serían (29):
Dolor abdominal.
Disminución de hemoglobina o hematocrito de al menos un 20% del valor
basal o 2 g/dL.
Aumento brusco esplénico.
Evidencia de reticulocitosis compensadora y trombopenia.
Bacteriemia.
Los niños con anemia drepanocítica tienen un mayor riesgo de bacteriemia que
puede resultar en sepsis y la muerte del paciente, debido en gran parte a la
asplenia funcional que se desarrolla con el tiempo en los niños afectados. En
los países desarrollados y, recientemente, en África, los organismos más
comúnmente implicados incluyen: Streptococcus pneumoniae, Haemophilus
influenza y especies de Salmonella. (26)
Osteomielitis.
La oclusión microvascular por hematíes falciformes produce infartos tisulares y
necrosis. Los pacientes con anemia drepanocítica tienen una incidencia
aumentada de osteomielitis por estos infartos óseos, siendo los
microorganismos más frecuentes: Salmonella enteritidis, Staphylococcus
aureus y el Streptococcus pneumoniae. (30)
Crisis aplásicas.
Son paradas transitorias de la eritropoyesis caracterizadas por una caída brusca
de los niveles de hemoglobina, de los reticulocitos y de los precursores eritroides
medulares. La causa más frecuente en niños es la infección por parvovirus B19,
pero en los adultos esta causa es menos probable, y suele asociarse a otros
agentes, tales como Streptococcus pneumoniae, Salmonella y virus de Epstein-
Barr. El proceso suele venir precedido de un cuadro febril más o menos intenso,
unos días antes, acompañado o no de exantema, o artralgias en el caso del
parvovirus B19, o de la sintomatología acompañante al proceso infeccioso de
los otros agentes referidos, tales como neumonía, diarrea o síndrome
mononucleósico. (31)
47
diagnóstico causal se confirmará por la demostración del ADN viral en el suero
de los enfermos, que en esta fase está muy presente, y la determinación de los
anticuerpos IgM e IgG específicos para el parvovirus B19, que irán apareciendo
a lo largo del proceso. La otras causas referidas se demostrarán mediante los
cultivos y pruebas serológicas específicas. (31)
48
Síndrome torácico agudo.
Es un término genérico para las complicaciones pulmonares producidas por la
EF por causas tan heterogéneas como las infecciones bacterianas o víricas, la
vaso-oclusión de las arteriolas pulmonares (16% de los casos), los infartos
costales, el trombo-embolismo y el embolismo graso pulmonar (9% de los
pacientes). (33)
Desde el punto de vista clínico, en los dos estudios más extensos publicados
Cooperative Study of Sickle Cell Disease y Multicenter Acute Chest Syndrome
Study citados por Hernández et al (33), los signos y síntomas más frecuentes
son:
Fiebre: 80%
Tos: 75%
Dolor torácico: 50%
49
Dolor costal: 25%
Disnea: 35%
Taquipnea: 2-45%
Crepitantes: 60%
Auscultación normal: 35%
Priapismo.
El priapismo se define como una erección dolorosa y persistente relacionada o
no con el estímulo sexual (34). Según la Asociación Americana de Urología (35)
para el tratamiento del priapismo, esta definición queda restringida a una
duración de la erección superior a 4 horas.
Afectación cardiovascular.
Todos los pacientes con anemia tienen una capacidad reducida para transportar
oxígeno. Mientras la hemoglobina (Hb) es mayor de 7 g/dL, los tejidos anémicos
son capaces de corregir parcialmente el déficit de oxígeno aumentando el
metabolismo glicolítico en los eritrocitos, con la consiguiente producción de 2,3-
DPG, lo que hace que se desplace a la derecha la curva de disociación de la
Hb-oxígeno. Cuando la anemia es grave (Hb < 7 g/dL) o la demanda de oxígeno
es mayor (situación de estrés, infección o ejercicio), es necesario un incremento
en el gasto cardiaco para mantenerse a la altura del consumo de oxígeno. La
hipoxemia arterial, las alteraciones morfológicas de los eritrocitos, la disfunción
hepática y la afectación pulmonar de la enfermedad conducen a un defecto en
el patrón de ventilación-perfusión y al desarrollo de shunts arteriovenosos.
Como resultado, el paciente con anemia drepanocítica necesitará un incremento
mayor en el rendimiento cardiaco que el que se precisaría para compensar un
mismo nivel de anemia de otra etiología. (37)
Afectación renal.
La afectación renal clínicamente significativa en la anemia drepanocítica ocurre
más frecuentemente en individuos homocigotos que en heterocigotos y
heterocigocias compuestas, con la excepción del carcinoma medular renal, que
es más frecuente en los portadores del rasgo falciforme. Los fenómenos vaso-
oclusivos son el principal mecanismo etiopatogénico de la afectación
tubulointersticial, clásicamente la más reconocida en la anemia drepanocítica,
por la especial vulnerabilidad de la médula renal a la falciformación. Sus
52
manifestaciones más frecuentes son la hematuria macroscópica asintomática,
las alteraciones funcionales tubulares y la necrosis papilar. Sin embargo, de
forma indirecta también están implicados en el desarrollo de la glomerulopatía
que conduce a enfermedad renal crónica (ERC) y del carcinoma medular renal.
Los pacientes con anemia drepanocítica y ERC tienen una supervivencia
comparativamente menor que los pacientes con anemia drepanocítica sin ERC,
así como una mayor mortalidad en diálisis y trasplante respecto a pacientes sin
anemia drepanocítica. (38)
Deformidades óseas.
La anemia hemolítica crónica provoca hiperplasia eritroide asociada a una
osteopenia, con proliferación celular en los espacios medulares que resulta en
deformidades óseas. Es especialmente llamativa en la bóveda craneal, donde
se produce una proliferación ósea subperióstica que forma múltiples espículas
perpendiculares a la tabla interna, dando la clásica imagen radiológica de
cráneo en cepillo, y aumento de la distancia entre las tablas internas y externas
del hueso frontal, resultando en imagen de cráneo laminar, en forma de “capas
de cebolla”. Las alteraciones del crecimiento en el maxilar producen proyección
hacia adelante de los incisivos superiores, y una maloclusión dental. En las
vértebras se pueden producir fracturas del cuerpo vertebral por compresión que
conducen a un aplanamiento y deformidad cifótica de la columna. En los huesos
largos se manifiesta por ensanchamiento medular, adelgazamiento cortical e
hipertransparencia ósea. La osteopenia predispone a fracturas patológicas,
generalmente diafisarias. Se puede observar protrusión acetabular en una o las
dos caderas de los pacientes con anemia drepanocítica, y se atribuye a
osteopenia asociada con hiperplasia medular. (39)
Infartos óseos.
En el 30% de las crisis vaso-oclusivas se producen infartos óseos. Los huesos
y las articulaciones son los lugares principales donde se produce el dolor en los
eventos vaso-oclusivos. Se piensa que la hipoxia en los sinusoides de los
espacios medulares predispone a la falciformación y trombosis. La zona
infartada comprende, a la vez, trabéculas óseas y médula hematopoyética. El
infarto puede ocurrir en cualquier hueso, pero los lugares más comúnmente
afectados son la columna vertebral, pelvis, costillas y huesos largos. Los infartos
53
vertebrales pueden causar colapso de las placas terminales, produciendo la
llamada vertebra “de pescado”. Los huesos largos afectados con mayor
frecuencia son el húmero, tibia y fémur (en este orden), localizados
generalmente a la unión diafiso-metafisaria del segmento distal. (39)
Dactilitis.
Es un fenómeno limitado que ocurre en los huesos tubulares de manos y pies
de niños (de seis meses a tres años) por vaso-oclusión aguda. Puede haber
afección de una o de las cuatro extremidades. El síndrome se presenta con dolor
agudo en metacarpo, metatarso y falanges de manos y pies. Se produce una
tumefacción edematosa, simétrica o asimétrica del dorso, extendiéndose a los
dedos, acompañado de calor cutáneo. Los síntomas se resuelven en 1-4
semanas, y no se producen secuelas. Los signos radiológicos aparecen una
semana más tarde y revelan reacción del periostio y una apariencia apolillada
del hueso afecto. (39)
Afectación pulmonar.
El aumento de la supervivencia de los pacientes con anemia drepanocítica ha
conducido a un incremento sustancial de la hipertensión pulmonar (HTP) como
complicación a medio y largo plazo de este tipo de anemia. Los marcadores
biológicos de anemia hemolítica se asocian con un riesgo mayor de presiones
pulmonares elevadas. La HTP representa un hecho más de la vasculopatía
sistémica que se produce en algunos pacientes con anemia drepanocítica. Así,
54
los pacientes adultos con priapismo, insuficiencia renal o hipertensión arterial
suelen tener más riesgo. También se ha observado que en los enfermos con
asplenia funcional o esplenectomizados el riesgo es mayor. En la infancia se ha
observado una mayor asociación de HTP con el asma, sepsis y síndrome
torácico agudo (STA). (40)
Manifestaciones clínicas.
Crecimiento exagerado de los maxilares. (41)
Maloclusión. (43)
Hipercementosis. (43)
55
Hallazgos radiográficos.
En la mandíbula hay un incremento de los componentes radiolúcidos del
hueso con una disminución en la mineralización ósea y un trabeculado
menos denso. (41)
Osteoporosis. (22)
1.3.7. Diagnóstico.
Las técnicas para el diagnóstico de la anemia drepanocítica han evolucionado
al igual que el conocimiento que se tiene sobre la enfermedad. Existen varias
técnicas de laboratorio que permiten hacer una detección temprana de
drepanocitosis y que luego, deben ser comprobadas con las técnicas de biología
molecular. (18)
Inducción de drepanocitosis.
En un medio carente de oxígeno, la hemoglobina se hace menos soluble y forma
agregados cristalinos con la consiguiente formación de drepanocitos. Se coloca
una gota de sangre en un portaobjetos, se le agrega metabisulfito de sodio 2%
56
(reactivo consumidor de oxígeno), se tapa con un cubreobjetos y se sellan los
bordes con petrolato; en pocos minutos se observa el fenómeno. (18)
Electroforesis de hemoglobina.
Prueba diagnóstica principal que involucra la separación de las diferentes clases
de hemoglobina por movilidad que difiere según su carga molecular y tamaño.
(18)
Diagnóstico molecular.
Basado en el uso de las enzimas de restricción específicas que son capaces de
detectar el cambio de un solo nucleótido en la cadena de ADN. La digestión con
la enzima de restricción DdeI es para confirmación del genotipo de la mutación
A->T en el codón 6, que permite salir de la duda en casa de la talasemia beta,
o HbD, que puede alterar el análisis de los haplotipos. (18)
1.3.8. Pronóstico.
A excepción de Jamaica, existen pocos estudios relacionados con la evolución
natural de la enfermedad y la data de muerte es escasa. En Estados Unidos
cerca del 50% de los pacientes con anemia drepanocítica sobreviven hasta la
quinta década, y la edad de muerte es de 42 años para los hombres y de 48
años para las mujeres. En África subsahariana, pocos niños llegan a los 5 años.
En Venezuela no hay datos relacionados con esperanza de vida y mortalidad.
(23)
57
1.3.9. Tratamiento.
Las medidas terapéuticas de mayor importancia son las que se dirigen a evitar
las complicaciones más graves de la drepanocitosis. Es especialmente
importante que estos niños cumplan estrictamente su calendario de
vacunaciones y antibióticos profilácticos. (22)
Ácido fólico.
Se recomienda administrarlo en las anemia hemolíticas con eritropoyesis
elevada, muy útil en las fases de acentuación de la anemia por hemólisis (crisis
vaso oclusivas o infecciones) la dosis recomendada es de 1 mg/ día. (19)
Hidroxiurea.
La hidroxiurea es una droga citotóxica y citostática que la “Food and Drug
Administration” (FDA) ha aprobado como tratamiento preventivo de la anemia
drepanocítica. Se ha reportado que su uso reduce la frecuencia de las crisis
vaso-oclusivas, complicaciones pulmonares, disminuye la necesidad de
transfusiones y reduce la mortalidad de los pacientes. Otra ventaja, es su bajo
costo que permite utilizarla de forma generalizada. (18)
59
Analgésicos.
Incluye tres tipos de compuestos: no opiáceos, opiáceos y adyuvantes. Lo
mismos, se muestran en la figura a continuación (figura 17):
Terapia transfusional.
60
Transfusiones crónicas.
Recomendadas para prevenir la recurrencia de los ACV en pacientes con
drepanocitosis, se realizan mensualmente con el fin de mantener el nivel de Hb
S en un nivel menor al 30%, las transfusiones crónicas están indicadas en
pacientes que han sufrido ACV y en los que el eco doppler transcraneal muestra
una velocidad sanguínea mayor a 15 200 cm/seg con mayor riesgo de ACV. Se
ha observado que los pacientes que reciben transfusiones mensualmente por
periodos mayores a un año presentan hemosiderosis, en ellos se recomienda
realizar terapia de quelación con deferoxamina o con el nuevo quelante 10 oral
deferasirox “Exjade”. Las transfusiones crónicas están indicadas para los
pacientes con ACV o a riesgo de sufrirlo y en pacientes con HTP; la exanguino
transfusión se indica para pacientes con ACV agudo, síndrome de tórax agudo
severo, priapismo persistente y previo a cirugías neurológicas, cardiacas y de
retina. (19)
1.3.11. Prevención.
La prevención es clave en el manejo del paciente con drepanocitosis y las
estrategias ejecutadas en los últimos 25 años han disminuido dramáticamente
la mortalidad especialmente en los niños; dentro de las medidas instauradas
encontramos el tamizaje neonatal, la educación a padres, vacunación y
profilaxis antibiótica en el paciente menor de 5 años. Es indispensable crear un
equipo multidisciplinario conformado por el pediatra, hemato-oncólogo,
genetista, enfermería, trabajo social y psicología quienes deben dar educación
a los padres sobre la enfermedad y las complicaciones agudas y crónicas que
puede presentar el paciente con drepanocitosis con el fin de prevenir
complicaciones frecuentes y fatales como la sépsis por neumococo, el secuestro
esplénico y los ACV. (19)
62
de la función esplénica, la dosis recomendada es de 62.5 mg VO dos veces al
día para los menores de 1 año y 125 mg 5 dos veces al día de 1-5 años. (19)
63
escolar es bajo cuando se compara con niños sanos de la misma edad, incluso
en niños con una baja frecuencia de hospitalización. (23)
64
Asociaciones de apoyo: las asociaciones de pacientes y de profesionales
de apoyo siguen ofreciendo las mejores fuentes de ayuda y son menos
costosas.
Otros factores importantes son aquellos que ayudan a mantener
actitudes positivas como: la espiritualidad, el humor, tener metas
importantes de la vida (por ejemplo, tener un hogar o una carrera).
2. REPORTE DE CASO
2.1. Drepanocítico homocigoto.
2.1.1. Datos personales.
Nombres: Leiderson Ucley.
Edad: 11 años.
66
2.1.2. Motivo de consulta.
Su representante refiere “Partidura de diente”.
Desarrollo Psicomotor:
Gateo: 6 meses.
Caminó: 12 meses.
Patológicos:
Primera crisis dolorosa en Marzo del 2007.
67
Sistema Nervioso: Estatus Migrañoso.
Farmacológico:
Esomeprazol® jarabe 2 veces al día.
Raza: Mestiza.
Biotipofacial: dolicofacial.
Labios: resecos.
69
Inserción de la orejas normal:
Figura 20: Fotografías extraorales de perfil, izquierdo y derecho, respectivamente (mayo, 2014).
70
2.1.7. Examen Clínico Intraoral (Figura 21).
Encía y mucosas: rosa pálido.
Overjet: 4 mm.
Overbite: 5 mm.
71
2.1.9. Laboratorio.
Gb 13.2
Hgb 8.9
Hct 27.7
Pqt 379
Ne 45.6
Li 39.4
Mo 9.4
Eo 4.2
Ba 1.4
VSG 8
72
Figura 21: Fotografías intraorales iniciales (Mayo, 2014).
73
Figura 23: Radiografía oclusal total inferior inicial (Mayo, 2014).
74
2.1.11. Tratamiento
Una vez determinado el riesgo a caries del paciente (moderado) y explicado tanto
al paciente como a su representante las técnicas de higiene bucal y las
recomendaciones diéticas, se llevaron a cabo los tratamientos preventivos y
curativos requeridos por el paciente, los cuales incluían: sellantes de fosas y
fisuras, restauraciones directas de resina compuestas, pulpectomías, inducción del
cierre apical.
Figura 24: Fotografías extraorales, de frente, sonrisa y perfil derecho, respectivamente. (Marzo, 2015).
75
Figura 25: Fotografías intraorales finales (Marzo, 2015).
76
2.2. Drepanocitico Heterocigoto.
Teléfonos: 04264755444.
77
Peso al nacer: 2. 900 Kg.
Desarrollo Psicomotor:
Gateo: 6 meses.
Caminó: 12 meses.
Raza: Mestiza.
78
Figura 26: Árbol genealógico de la familia Arias Azócar.
Labios: Normales.
79
Mordida en tijera (lado izquierdo).
Over-jet: 5 mm.
Over-bite: 5 mm.
Dolicofacial.
Mordida profunda.
Biprotrusión de incisivos.
Figura 27: Fotografías extraorales, de frente, con sonrisa y perfil derecho (Octubre, 2014).
80
Figura 28: Fotografías intraorales iniciales (Octubre, 2014).
81
Figura 30: Radiografía cefálica lateral inicial (Octubre, 2014).
82
2.2.9. Tratamiento.
Posterior a la presentación del caso, se realizó toma de impresión superior e inferior
para el diseño y confección de un plano de levantamiento de mordida anterior
(figura 31 y 32). El mismo fue instalado, y luego se realizaron las exodoncias de
caninos primarios superior (5.3 y 6.3) (Figura 33), para permitir la erupción de 1.2
y 2.2. Una vez logrado el overbite deseable, se indicó el uso nocturno del plano de
levantamiento y actualmente, el paciente aún se encuentra asistiendo a controles
periódicos en el Servicio de Ortodoncia Interceptiva del Postgrado de
Odontopediatría.
Figura 32: Plano de levantamiento de mordida anterior. Fotografías intraorales laterales derecha e
izquierda, respectivamente.
83
Figura 33: Órganos dentarios 5.3 y 6.3.
Figura 34: Fotografías extraorales, de frente, sonrisa y perfil derecho. (Noviembre, 2015).
84
Figura 35: Fotografías intraorales finales (Noviembre, 2015).
85
DISCUSIÓN
En el 2012, Passos y cols. citado por Ramos y cols. (48), investigaron la prevalencia
de la caries dental y la enfermedad periodontal en 99 sujetos con anemia
drepanocítica y un grupo control comprendido por 31 sujetos sanos, analizando
algunas asociaciones con la severidad de la enfermedad. Sus hallazgos sugieren
que, la condición falciforme o la gravedad clínica de la enfermedad no fueron los
principales factores de riesgo para el desarrollo de la caries y la enfermedad
periodontal. En este estudio, la edad avanzada, el sexo femenino y el tabaquismo,
demostraron ser los factores de riesgo más importantes, sugiriendo que los factores
de riesgo conocidos para la formación de la lesión cariosa eran más importantes que
la anemia drepanocítica en la salud bucal de estos pacientes (con anemia
drepanocítica).
87
ligamento. Por el contrario, para el drepanocítico heterocigoto, se observó en las
radiografías panorámica y cefálica lateral, retrusión mandibular, biprotusión de
incisivos, tendencia de crecimiento hacia abajo y atrás y espacios mandibulares
amplios.
De igual forma, concuerda con el caso presentado por Gutiérrez et al. (44), en el
2015, el cual trata de un paciente femenino de 9 años de edad, cuyo motivo de
consulta fue el sangramiento de las encías al momento del cepillado. Al examen
clínico, se observó palidez en la mucosa palatal con encía roja, de aspecto liso y
consistencia blanda y aumento de volumen en papilas del sector anterosuperior e
inferior. A nivel radiográfico, se observó un patrón de escalera o bandas en la zona
interradicular de los incisivos anteriorinferiores y del primer molar inferior izquierdo
en el tercio cervical, orientando al Odontólogo en el diagnostico presuntivo de anemia
drepanocítica y realizando las interconsultas pertinentes. Sin embargo, se difiere con
las manifestaciones radiográficas reportadas por Gutiérrez et al. (44), a las expuestas
en el presente reporte de caso, ya que en ninguno de los dos pacientes bajo estudio,
se evidenció a nivel radiográfico, el patrón de escalera.
Por último, Mello et al. (49) en el 2012, reportan el caso de una paciente femenina
parapléjica, de 17 años de edad, con diagnóstico de anemia drepanocítica,
hipertensión arterial y antecedentes de fiebre reumática (6 años). En el examen
clínico intraoral, se observó palidez de la mucosa y anormalidades en la morfología
de la lengua, conocido como glositis. De igual forma, presentaba recesión gingival,
sacos periodontales y movilidad dental. A nivel radiográfico, se observó rarefacción
ósea. Se tiene entonces, que las manifestaciones bucales son diferentes debido a
88
la discapacidad motora de la paciente que limita las técnicas de higiene bucal y
complica el estado periodontal. Sin embargo, la palidez de las mucosas coincide a lo
reportado en la presente investigación.
89
CONCLUSIÓN
La anemia drepanocítica constituye una enfermedad genética, que al expresarse de
forma homocigota, manifiesta un conjunto de signos y síntomas que disminuyen la
calidad de vida del paciente y pueden llegar a comprometer la vida del mismo. El
diagnóstico temprano de la entidad constituye un factor importante en la prevención
de las complicaciones tanto agudas como crónicas y estos pacientes requieren de
ciertos cuidados especiales en relación al control de su ambiente familiar, dieta,
actividad física, control odontológico, entre otras.
90
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