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de los réprobos
Historia urbana de los espacios carcelarios de
Buenos Aires, 1869-1927
UNIVERSIDAD DE BUENOS AIRES
Rector
Prof. Dr. Alberto Barbieri
Vicerrector
Abg. Juan Pablo Más Vélez
Institución editora
Instituto de Arte Americano e Investigaciones Estéticas “Mario J. Buschiazzo”
E-mail: tesisdeliaa@gmail.com
Dirección postal
Instituto de Arte Americano e Investigaciones Estéticas “Mario J. Buschiazzo”.
Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo (Universidad de Buenos Aires).
Intendente Güiraldes 2160. Ciudad Universitaria, Pabellón III, Piso 4°
C1428EGA - Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina
Tel.: (+54 11) 5285 9299
Dirección web
www.iaa.fadu.uba.ar
Tesis del IAA digital
www.iaa.fadu.uba.ar/?page_id=9688
Director de la serie Tesis del IAA
Dr. Arq. Mario Sabugo
Editores
Mg. Arq. David Dal Castello
Mg. Guillermina Zanzottera
Comité científico:
Dra. Arq. Bibiana Cicutti (Universidad Nacional de Rosario, Argentina)
Dra. Verónica Devalle (IAA, Universidad de Buenos Aires, Argentina)
Dra. Ana Esteban Maluenda (Universidad Politécnica de Madrid, España)
Dra. Arq. Rita Laura Molinos (IAA, Universidad de Buenos Aires, Argentina)
Arq. Fernando Gandolfi (Universidad Nacional de La Plata, Argentina)
Mg. Arq. Julieta Perrotti Poggio (IAA, Universidad de Buenos Aires, Argentina)
Dra. Marina Garone Gravier (Universidad Nacional Autónoma de México, México)
Arq. Jorge Francisco Liernur (Universidad Torcuato Di Tella, Argentina)
Dr. Arq. Mario Sabugo (IAA, Universidad de Buenos Aires, Argentina)
Dra. Arq. Ruth Verde Zein (Universidad Presbiteriana Mackenzie, San Pablo, Brasil)
Corrección de textos
Aixa Rava
Coordinador de Medios
Arq. Eduardo Rodríguez Leirado
Diseño gráfico
D.G. Laura Corti
Diagramación
D.G. Vanina Farias
Ruiz Díaz, Matías Ariel
La ciudad de los réprobos: historia urbana de los espacios carcelarios de Buenos
Aires, 1869-1927 / Matías Ariel Ruiz Díaz; dirigido por Mario Sebastián Sabugo;
editado por David Dal Castello; Guillermina Zanzottera. - 1a ed. - Ciudad Autónoma
de Buenos Aires: Universidad de Buenos Aires. Fac. de Arq. Diseño y Urbanismo. Inst.
de Arte Americano e Inv. Estéticas Mario J. Buschiazzo, 2018.
172 p. ; 20 x 14 cm. - (Serie Tesis del IAA / Sabugo, Mario Sebastián)
ISBN 978-950-29-1754-2
1. Historia de la Cultura. 2. Arquitectura . 3. Buenos Aires . I. Sabugo, Mario Sebastián,
dir. II. Dal Castello, David, ed. III. Zanzottera, Guillermina, ed. IV. Título.
CDD 720.98211
ISBN 978-950-29-1754-2
Archivo Digital: descarga y online. ISBN 978-950-29-1753-5
Texto recibido: 29 de marzo del 2018 / Texto aceptado: 25 de junio del 2018
Imagen de portada: Penitenciaria Nacional. Frente del edificio sobre la calle Las Heras.
Principios del siglo XX. Fuente: Archivo General de la Nación Dpto. Doc. Fotográficos.
La ciudad
de los réprobos
Historia urbana de los espacios carcelarios de
Buenos Aires, 1869-1927
SerieTesisdelIAA
2018
Dedicado a Emilse Máxima Garayalde.
ÍNDICE
AGRADECIMIENTOS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11
PRÓLOGO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13
INTRODUCCIÓN
LOS CONDENADOS DE LA CIUDAD . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 17
CAPÍTULO 1
LA CÁRCEL COMO PROBLEMA HISTÓRICO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 23
1.1 Los inicios de la historia de la prisión en Occidente . . . . . . . . . . . . . . 25
1.2 Abordajes sobre la historia de la prisión en Argentina y
América Latina . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 34
CAPÍTULO 2
CONDENAR LA BARBARIE, CASTIGAR CIVILIZADAMENTE . . . . . . . . . . 43
2.1 El castigo en Buenos Aires en el siglo XIX . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 43
2.2 La cárcel y el laboratorio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 53
CAPÍTULO 3
PROYECTOS Y ESPACIO URBANO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 69
3.1 Lo proyectado: las cárceles de Enrique Aberg y
Francesco Tamburini . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 69
3.2 Lo construido: la Casa de Corrección de Menores Varones . . . . . . . 83
CAPÍTULO 4
LA CÁRCEL Y EL PARQUE . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 97
4.1 La crisis del paradigma regenerativo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 97
4.2 Las nuevas periferias . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 110
CONCLUSIONES
LA CÁRCEL Y LA CIUDAD . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 157
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AGRADECIMIENTOS
12
PRÓLOGO*
* Este libro corresponde a una adaptación de la tesis de maestría de Matías Ruiz Diaz,
defendida en la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo de la Universidad de Buenos
Aires (MAHCADU-FADU-UBA), en marzo del 2018. Su proceso de elaboración contó con
el apoyo de una beca otorgada por la Universidad de Buenos Aires, y se inscribió en el mar-
co de los Proyectos UBACyT 20020100200275BA y 20020130200212BA. El primero de
ellos abarcó la historia urbana de Buenos Aires, así como los temas y problemas derivados
de la construcción de la arquitectura porteña durante el período 1887-1948, mientras que el
segundo se ocupó del lapso entre 1948 y 2013. La Investigación del autor fue parte del Pro-
grama de Estudios Históricos de las Heterotopías, del Instituto de Arte Americano e Investi-
gaciones Estéticas “Mario J. Buschiazzo”. Tanto la tesis de Ruiz Diaz que origina este texto,
como los proyectos mencionados, han sido dirigidos por el Dr. Horacio Caride Bartrons.
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PRÓLOGO
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PRÓLOGO
Cristiana Schettini**
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INTRODUCCIÓN
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INTRODUCCIÓN
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LOS CONDENADOS DE LA CIUDAD
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INTRODUCCIÓN
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LOS CONDENADOS DE LA CIUDAD
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INTRODUCCIÓN
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CAPÍTULO 1
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CAPÍTULO 1: LA CÁRCEL COMO PROBLEMA HISTÓRICO
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1.1 Los inicios de la historia de la prisión en Occidente
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CAPÍTULO 1: LA CÁRCEL COMO PROBLEMA HISTÓRICO
Edad Media hasta principios del siglo XX. Ciertos ejemplos, como la
pena de galeras, llevan a los autores a afirmar que son las considera-
ciones económicas las que determinan distintos tipos de penalidades.
En tal sentido es necesario desarmar la creencia en una relación simé-
trica entre crimen y castigo, debiendo comprenderse a las institucio-
nes penales en su interrelación con otras instituciones y agentes. En
el periodo histórico que nos compete es preciso entender en especial
a aquellos agentes que regulan el mercado laboral utilizando el trabajo
en las cárceles como sistema de presión para regular el trabajo libre
fuera de las prisiones.
Si bien las bases de las teorías de Rusche y Kirchheimer fueron
puestas en tela de juicio por diversos autores, tal vez su mayor aporte
haya sido el marcar que “(…) la esencia del correccional era combinar
los principios del asilo, el taller y la institución penal”.12 Esta relación,
establecida en Pena y estructura social, anticipa los planteos que es-
tarán presentes en un texto clave en la historia de estas instituciones,
hablamos de Vigilar y castigar, de Michel Foucault.13
Si para Rusche y Kirchheimer el castigo se desprendía de la rela-
ción con los medios de producción, para Foucault el castigo será una
derivación de las relaciones de poder y control impuestas a la pobla-
ción. Foucault analizó el proceso de cambio, ocurrido en Francia en
el siglo XVIII, que reemplazó el castigo físico de reparación inmediata
en el presente, por la reclusión como forma de castigo que implica un
resarcimiento mediante la pérdida de tiempo de vida a futuro. Como
parte de este proceso de cambio, el ejercicio del castigo ha modificado
su objeto apuntando ahora a afectar el alma del delincuente en lugar de
su cuerpo. Para el autor, el alma es la sede de los hábitos, por lo que
modificarla dándole forma, dirigiendo la conducta, generaría un cuerpo
autocontrolado. Para la Historia de la Arquitectura este trabajo resulta
fundamental en tanto que Foucault determinó que estas relaciones de
poder, esta “microfísica del poder”, se produjeron en un dispositivo ar-
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1.1 Los inicios de la historia de la prisión en Occidente
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CAPÍTULO 1: LA CÁRCEL COMO PROBLEMA HISTÓRICO
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1.1 Los inicios de la historia de la prisión en Occidente
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CAPÍTULO 1: LA CÁRCEL COMO PROBLEMA HISTÓRICO
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1.1 Los inicios de la historia de la prisión en Occidente
cómo los movimientos sociales definen las políticas penales a partir del
caso de las nuevas instituciones destinadas a mejorar las condiciones
en las penitenciarías británicas en el contexto de las lógicas sociales
del estado de bienestar. El libro sostiene que las instituciones penales
y las políticas para controlar el delito tienen su propia dinámica interna,
que no puede entenderse como el resultado de hechos que suceden
en otro ámbito social.
La preocupación de Garland por entender cuáles han sido las
lógicas que nos han llevado a la situación penal actual lo llevaron a
construir un trabajo que repasa las distintas teorías del surgimiento del
castigo. Este libro, titulado Castigo y sociedad moderna, un estudio de
teoría social, publicado en 1990, tiene por objetivo “(…) proporcionar
una descripción global del castigo en la sociedad moderna mostrando
cómo llegaron a constituirse los procedimientos legales y con qué clase
de consecuencias”.29 A la vez es uno de los primeros en hablar de una
“sociología del castigo” como ciencia que analiza las relaciones entre
castigo y sociedad en una noción más amplia que la ciencia peniten-
ciaria con la cual comparte sus bases, pero mientras que esta última se
preocupa por el funcionamiento penitenciario interno, la sociología del
castigo mira a las instituciones desde el exterior, entendiendo el núcleo
de relaciones que establece con la sociedad. A partir del análisis de
la producción teórica disponible hasta el momento, Garland estable-
ce cuatro perspectivas dentro de la sociología del castigo. La primera
parte de las ideas de Emile Durkheim30 haciendo hincapié en las raíces
morales y sociopsicológicas del castigo. La segunda es la perspectiva
marxista que expusimos antes y que entiende al castigo dentro de la
trama social basada en la división y lucha de clases. La tercera es la
que se basa en las teorías foucaultianas de control y dominación dentro
de lo que él denomina microfísica del poder. Por último, los trabajos de
Norbert Elias y Pieter Spierenburg que ubican al castigo dentro de un
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CAPÍTULO 1: LA CÁRCEL COMO PROBLEMA HISTÓRICO
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1.1 Los inicios de la historia de la prisión en Occidente
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CAPÍTULO 1: LA CÁRCEL COMO PROBLEMA HISTÓRICO
36 Schere (2008).
37 Aliata y Liernur (2004).
38 García Basalo (1977).
39 García Basalo (1979).
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1.2 ABORDAJES SOBRE LA HISTORIA DE LA PRISIÓN
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CAPÍTULO 1: LA CÁRCEL COMO PROBLEMA HISTÓRICO
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1.2 ABORDAJES SOBRE LA HISTORIA DE LA PRISIÓN
control social sino que cumpliría otra serie de propósitos. Para Salva-
tore y Aguirre:
Sobre este último punto sostienen que el proyecto penitenciario dio ori-
gen a una diversidad de discursos acerca de estas clases que trataban
de adaptarse a las lógicas de la economía agroexportadora.
Habiendo planteado estas bases para el análisis, los autores es-
tablecieron tres formas, que pueden resultar complementarias, en las
que puede narrarse la historia de la prisión. La primera de ellas es pre-
sentada como una serie de innovaciones institucionales, sucedidas du-
rante las distintas experimentaciones formales, que originaron un tipo
de conocimiento especializado que recibió el nombre de “penología”.
La segunda forma podría describirse como la genealogía de una serie
de discursos y prácticas acerca del crimen y los criminales que deter-
minaron ciertas formas de identificación y racionalización característi-
cas de la modernidad. Aquí la prisión se convierte en el instrumento
que permitió clasificar, aislar y entender a los pobres, los trabajadores
y los inmigrantes; en síntesis, un laboratorio para el entendimiento y el
tratamiento de la cuestión social. La tercera forma puede comprender-
se como una revisión de las nuevas tecnologías de la disciplina pero
vista desde la experiencia de los prisioneros, sus relaciones sociales
con pares y guardias, una vía para entender la mirada del recluido.
El caso estudiado por Ricardo Salvatore en nuestro país es el de la
Penitenciaría Nacional,45 símbolo material de la adopción de las moder-
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CAPÍTULO 1: LA CÁRCEL COMO PROBLEMA HISTÓRICO
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1.2 ABORDAJES SOBRE LA HISTORIA DE LA PRISIÓN
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CAPÍTULO 1: LA CÁRCEL COMO PROBLEMA HISTÓRICO
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1.2 ABORDAJES SOBRE LA HISTORIA DE LA PRISIÓN
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CAPÍTULO 2
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CAPÍTULO 2: Condenar la barbarie, castigar civilizadamente
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2.1 El castigo en Buenos Aires en el siglo XIX
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CAPÍTULO 2: Condenar la barbarie, castigar civilizadamente
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2.1 El castigo en Buenos Aires en el siglo XIX
63 Casal (1880).
64 Rawson (1884).
65 Ramos Mejía (1899).
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CAPÍTULO 2: Condenar la barbarie, castigar civilizadamente
Figura 2.1: José María Romero. Plano topográfico de Buenos Aires y sus suburbios,
1824. Fuente: Aliata (2006): 109.
66 Decreto de ejecución del plano de la parte exterior de la ciudad. Ver Aliata (2006): 111.
67 Registro Oficial de la República Argentina, decreto del 9 de mayo de 1827. Ver Aliata
(2006): 153.
48
2.1 El castigo en Buenos Aires en el siglo XIX
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CAPÍTULO 2: Condenar la barbarie, castigar civilizadamente
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2.1 El castigo en Buenos Aires en el siglo XIX
Figura 2.2: Ubicación de los terrenos de la Convalecencia y Matadero del Sur, 1867.
Fuente: Glade, C. (1867) Plano topográfico de la Ciudad de Buenos Aires y de todo
su municipio incluyendo parte de los partidos de Belgrano, San José de Flores y
Barracas al Sur.
Figura 2.3: Charles Henri Pellegrini. Matadero del sur, 1841. Fuente: García Basalo,
J. C. (1979): 7.
51
CAPÍTULO 2: Condenar la barbarie, castigar civilizadamente
76 Sobre el proceso de desarrollo del Asilo de Mujeres nos remitimos al trabajo de Pita
(2012). Sobre el Hospital de Hombres Dementes nos remitimos a Vezzeti (1985).
77 La Tribuna, (23 de julio de 1869).
78 Pita (2012): 66.
79 La Tribuna, (23 de julio de 1869).
52
2.2 La cárcel y el laboratorio
80 El caso del Parque 3 de Febrero jerarquiza esta idea desde su denominación. El nom-
bre conmemora la fecha de la derrota de Rosas en la batalla de Caseros.
81 Tomamos el concepto de “sujeto moral” de Vezzeti (1985).
82 Nos remitimos aquí a los trabajos de Michel Foucault, principalmente Foucault ([1961]
2003), y Morris y Rothman (1998).
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CAPÍTULO 2: Condenar la barbarie, castigar civilizadamente
83 En rigor, el alienado volvía con su núcleo familiar, tanto por buenos resultados en su
tratamiento como por la saturación en el Hospicio, pero el momento en que esto sucedería
era desconocido cuando se producía la separación social del sujeto.
84 Estado de Buenos Aires (1854). Artículo 167. El texto completo sostiene: “Las cárce-
les son hechas para seguridad y no para mortificación de los presos; todo rigor que no sea
necesario, hace responsable á las autoridades que lo ejerzan”.
85 La transformación cultural de las lógicas de castigo son estudiadas en el trabajo de
Foucault ([1975] 2009).
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2.2 La cárcel y el laboratorio
las (1847), llegaron a Buenos Aires por distintos medios y con distinto
impacto. Por un lado, las ideas de John Howard sobre la separación de
presos se vieron plasmadas, aunque con limitaciones, en el Primer Re-
glamento para las Cárceles de 1855. En su primer artículo se establecía:
55
CAPÍTULO 2: Condenar la barbarie, castigar civilizadamente
88 Bil y Poy (2002). Según el trabajo de Damián Bil y Lucas Poy Piñeiro, no está compro-
bado que efectivamente los presos hayan adquirido estos montos.
89 La Librería Española se encontraba en la calle Santa Rosa n.º 75, luego Bolívar.
90 De la Sagra (1843): 5.
91 Durand (1799).
56
2.2 La cárcel y el laboratorio
(…) para las de los condenados por deudas, una decoración rustica
combinada con la sencillez de las formas regulares; para las de
personas de mala reputación o libertinos, un corps caverneux, una
“arquitectura irregular, que representara el estado indisciplinado
y deshonroso de los presos; para las cárceles penales, un estilo
inhumano, adornado con los atributos de los tormentos justificados
y representaciones de la humillación y el castigo de los hombres.93
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CAPÍTULO 2: Condenar la barbarie, castigar civilizadamente
Figura 2.6: Casernes, Arsenaux, Prisons. Fuente: Durand (1799): planche 18.
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2.2 La cárcel y el laboratorio
95 Tanto Benoit como Bunge habían participado en el concurso de 1869. Si bien sus pro-
yectos fueron descartados como todos los demás, el jurado los consideró como destacados.
96 García Basalo (1979): 15. A diferencia de los otros participantes, Bunge manifiesta
su rechazo al dictamen del jurado a través de una nota en el periódico El Nacional (7 de
diciembre de 1869).
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CAPÍTULO 2: Condenar la barbarie, castigar civilizadamente
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2.2 La cárcel y el laboratorio
de Ernesto Bunge por el mismo jurado que había descartado los pro-
yectos del concurso abierto en primera instancia.
Bunge había presentado dos proyectos, uno de dos pisos que fi-
nalmente fue elegido, y otro de tres pisos. En la memoria adjuntada a la
presentación, el arquitecto justificó sus planteos y citó sus referentes.
Aquí pueden leerse los vínculos establecidos durante su formación en
la Real Academia de Arquitectura de Berlín. Bunge realizó varias con-
sultas al Arquitecto Real Profesor Gropius y al Arquitecto Real Spiker,
además de tomar como referentes trabajos de especialistas europeos
en penología, principalmente de Carl Joseph Anton Mittermaier y de
Edouard Antoine Ducpétiaux.101 El edificio que tomó como modelo más
directo fue la Prisión de Pentonville, Inglaterra, construida en 1842 con
proyecto de John Haviland (Figura 2.7), a la cual toma como ejemplo
para defender su propuesta del edificio de tres pisos que resulta des-
echada, pues se optó por el proyecto de dos pisos (Figura 2.8).
Figura 2.7: John Haviland. Prisión de Pentonville, 1842. Fuente: García Basalo
(1979): 46.
101 Mittermaier fue uno de los primeros en postular las reformas del Código Penal y Disci-
plina Penitenciaria en Alemania. Ducpétiaux fue inspector general de prisiones de Bélgica.
Publicó un trabajo de tres volúmenes sobre la reforma penitenciaria.
61
CAPÍTULO 2: Condenar la barbarie, castigar civilizadamente
Figura 2.8: Plano general de la Penitenciaría Nacional, 1870. Fuente: Ballve (1907):
lámina 1.
62
2.2 La cárcel y el laboratorio
102 Provincia de Buenos Aires, (1872). Acta de la sesión ordinaria celebrada por la Cá-
mara de Diputados de la Provincia de Buenos Aires el 17 de mayo de 1872, Se discute
el proyecto sobre construcción de una nueva cárcel.
63
CAPÍTULO 2: Condenar la barbarie, castigar civilizadamente
103 Los menores crecieron en proporción tal que tuvo que destinarse un pabellón entero
a su retención. Esto culminó cuando se creó el Asilo de Reforma de Menores Varones en
Marcos Paz en 1903. El caso de las mujeres fue más breve, fueron trasladadas en 1890
al Asilo Correccional de Mujeres, hoy Museo Penitenciario “Antonio Ballve”.
104 En las sucesivas memorias puede observarse que, incluso aquellos penados que se
destacaron en sus tareas en los talleres o eran encargados de sector, son nombrados
como “el recluso N.º…”.
64
2.2 La cárcel y el laboratorio
Figura 2.9: Máquina que transforma al gaucho Martín Fierro en un trabajador indus-
trial y urbano. Fuente: Revista El Mosquito, (1882, 19 de marzo). 1002, 15.
65
CAPÍTULO 2: Condenar la barbarie, castigar civilizadamente
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2.2 La cárcel y el laboratorio
67
CAPÍTULO 3
69
CAPÍTULO 3: PROYECTOS Y ESPACIO URBANO
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3.1 LO PROYECTADO: LAS CÁRCELES DE ABERG Y TAMBURINI
110 Nos remitimos aquí al trabajo de Blackwelder, ver en Johnson (1990): 65-87.
71
CAPÍTULO 3: PROYECTOS Y ESPACIO URBANO
Figura 3.1: Ubicación de la Penitenciaría Nacional (1), puede verse la distancia con
el centro de la ciudad. Fuente: Bianchi, J. B. A. (1882). Plano de la ciudad de Buenos
Aires y de los suburbios de La Boca y Barracas al Nord y de los pueblos limítrofes
de Belgrano y San José de Flores.
72
3.1 LO PROYECTADO: LAS CÁRCELES DE ABERG Y TAMBURINI
73
CAPÍTULO 3: PROYECTOS Y ESPACIO URBANO
111 Esta situación venía denunciándose desde tiempo antes. Varias críticas al estable-
cimiento pueden encontrarse en la Municipalidad de la ciudad de Buenos Aires (1876):
117-120, así como en Maldonado (1874).
112 Ministerio de Justicia, Culto e Instrucción Pública (1892). Memoria presentada al
Congreso Nacional.
74
3.1 LO PROYECTADO: LAS CÁRCELES DE ABERG Y TAMBURINI
Figura 3.3: Enrique Aberg. Proyecto de Cárcel Correccional, 1883. Fuente: Docu-
mento perteneciente al CeDIAP- Centro de Documentación e Investigación de la Ar-
quitectura Pública. AABE- Agencia de Administración de Bienes del Estado.
75
CAPÍTULO 3: PROYECTOS Y ESPACIO URBANO
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3.1 LO PROYECTADO: LAS CÁRCELES DE ABERG Y TAMBURINI
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CAPÍTULO 3: PROYECTOS Y ESPACIO URBANO
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3.1 LO PROYECTADO: LAS CÁRCELES DE ABERG Y TAMBURINI
Figura 3.5: Implantación del proyecto de Francesco Tamburini (1), pueden verse los
otros programas marginalizados: la Penitenciaría Nacional (2), el Hospital de Mujeres
(3), el Cementerio de la Recoleta (4) y el Asilo de Mendigos (5). Fuente: Ludwig, P.
(1892). Plano de la Ciudad de Buenos Aires y distrito federal.
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CAPÍTULO 3: PROYECTOS Y ESPACIO URBANO
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3.1 LO PROYECTADO: LAS CÁRCELES DE ABERG Y TAMBURINI
Podemos ver nueve pabellones de tres pisos con 22 celdas por ni-
vel en doble crujía, unidas por una galería de 40 metros de diámetro
que confluían a un único punto de control separado de los anteriores
volúmenes por un patio. Sobre la calle Chavango, el frente del edifi-
cio se componía del área administrativa, las oficinas de los juzgados
correccionales y dos volúmenes más de celdas en los extremos, uno
destinado a mujeres y niños, y el otro a encausados, que terminaban
en dos torreones de vigilancia. Sobre las esquinas de la calle Melo
se ubicaron dos edificios destinados a prisiones especiales, escuela,
talleres, cocina, lavadero y otros servicios. Una muralla perimetral de 4
metros de alto con una plataforma de vigilancia rodeaba el edificio y lo
separaba del espacio urbano.
Esta documentación, que fue presentada en el mes de septiembre
de 1887, difería radicalmente de otra propuesta fechada un mes des-
pués, en octubre (Figura 3.8).
Figura 3.8: Francesco Tamburini. Proyecto de Cárcel Correccional. Planta, 1887. Fuen-
te: Documento perteneciente al CeDIAP- Centro de Documentación e Investigación
de la Arquitectura Pública. AABE- Agencia de Administración de Bienes del Estado.
81
CAPÍTULO 3: PROYECTOS Y ESPACIO URBANO
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3.2 Lo construido: la Casa de Corrección de Menores Varones
120 La carta completa de Ayerza fue leída en la Sesión de la Cámara de Senadores del
Congreso de la Nación, 29 de noviembre de 1892.
121 Luis González Alvo señala que esta Comisión podría considerarse el primer intento de
una Administración Penitenciaria Federal, hecho que se conseguiría recién en 1933 con
la ley n.º 11.833 de Organización Carcelaria y Régimen de la Pena. Ver en Alvo (2017): 3.
122 Alvo (2017): 17.
123 Freidenraij (2016).
83
CAPÍTULO 3: PROYECTOS Y ESPACIO URBANO
124 Los límites mencionados del barrio de Las Ranas son los atribuidos por Oscar Conde
en las notas al pie en Villamayor ([1926] 2016): 122. Justamente este lugar es el que elige
el protagonista de la novela al evadirse de la cárcel de la calle Caseros.
84
3.2 Lo construido: la Casa de Corrección de Menores Varones
125 La ley n.º 2904 aprobada el 29 de noviembre de 1892 autorizaba a invertir la suma de
$150.000 en la construcción de la cárcel. El costo del proyecto de los arquitectos Altgelt
fue calculado en, aproximadamente, $524.000.
85
CAPÍTULO 3: PROYECTOS Y ESPACIO URBANO
Figura 3.9:
Ubicación de la
Cárcel de Menores
(1). Fuente: Latzina,
F. (1888). Plano
de la Ciudad de
Buenos Aires y
de los partidos
federalizados de San
José de Flores y de
Belgrano.
Figura 3.10: Carlos y Hans Altgelt. Proyecto de Casa Correccional de Menores. Piso
Bajo, 1894. Fuente: Documento perteneciente al CeDIAP- Centro de Documentación
e Investigación de la Arquitectura Pública. AABE- Agencia de Administración de Bie-
nes del Estado.
86
3.2 Lo construido: la Casa de Corrección de Menores Varones
Figura 3.11: Carlos y Hans Altgelt. Proyecto de Casa Correccional de Menores. Piso
Alto, 1894. Fuente: Documento perteneciente al CeDIAP- Centro de Documentación
e Investigación de la Arquitectura Pública. AABE- Agencia de Administración de Bie-
nes del Estado.
87
CAPÍTULO 3: PROYECTOS Y ESPACIO URBANO
88
3.2 Lo construido: la Casa de Corrección de Menores Varones
jueces y a los sentenciados entre los 10 y los 18 años. Hasta que pudo
habilitarse el segundo cuerpo del edificio, el excedente de recluidos
fue trasladado a la Penitenciaría Nacional, donde se mantenía uno de
los problemas detectados en la cárcel de Palermo: la convivencia entre
presuntos inocentes y culpables condenados. Sólo cuando el segundo
cuerpo fue habilitado y la cantidad de recluidos aumentó de 180 a 320
personas pudo realizarse la separación necesaria entre menores en-
causados y sentenciados, aunque los demás debieron ser rechazados.
La construcción de los talleres avanzó por sendas similares. En 1899,
los talleres habilitados sólo podían recibir a cuarenta de los trescientos
menores que se alojaban en el establecimiento. Una complejidad más
se presentaba como particularidad de esta institución, la necesidad de
dividir a los reclusos según sus edades. En efecto, para el director de
la Casa de Corrección, el Reverendo Padre Federico Grote, era sus-
tancial separar a los mayores de 15 años del resto debido a que estos
“(…) eran casi siempre incorregibles; porque ni los buenos consejos,
ni la instrucción moral, ni los castigos eran suficientes para quitarles los
vicios y malos hábitos que habían contraído (…)”.126
A pesar de todos los problemas presupuestarios, en 1895, el De-
partamento de Obras Públicas ya solicitaba a la Comisión de Cárceles
y Casas de Corrección de la Capital la elaboración de un programa
de necesidades para formular el proyecto de Cárcel de Detenidos y
Correccionales complementario a la Cárcel de Menores.
Las directrices para la construcción de esta cárcel resultaban en al-
gún punto contradictorias. Se afirmaba que como la función del estableci-
miento sería alojar a los presuntos criminales, entonces no sería necesario
la construcción de talleres, no obstante se sugería adoptar el régimen
celular para lo que se adjuntaba un esquema tentativo (Figura 3.14).
89
CAPÍTULO 3: PROYECTOS Y ESPACIO URBANO
Figura 3.14: Autor anónimo. Esquema tentativo para la Cárcel de Detenidos y Correc-
cionales, 1895. Fuente: Archivo General de la Nación.
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3.2 Lo construido: la Casa de Corrección de Menores Varones
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CAPÍTULO 3: PROYECTOS Y ESPACIO URBANO
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3.2 Lo construido: la Casa de Corrección de Menores Varones
128 La Prensa, (21 de marzo de 1898): 4. Si bien en este primer artículo el autor afirma
que la cárcel a construirse tiene como finalidad la reclusión de menores, en los subsiguien-
tes se referirá solamente a una cárcel correccional.
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CAPÍTULO 3: PROYECTOS Y ESPACIO URBANO
Figura 3.18: Posibles implantaciones para la nueva cárcel: 1- Primer terreno solicita-
do por la Comisión sobre el Jardín de Infantes; 2- Segundo terreno solicitado por la
Comisión; 3- Terreno ofrecido por el Intendente Municipal. Fuente: Ludwig, P. (1900).
Plano de la Ciudad de Buenos Aires y Distrito Federal.
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3.2 Lo construido: la Casa de Corrección de Menores Varones
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CAPÍTULO 4
LA CÁRCEL Y EL PARQUE
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CAPÍTULO 4: LA CÁRCEL Y EL PARQUE
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4.1 La crisis del paradigma regenerativo
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CAPÍTULO 4: LA CÁRCEL Y EL PARQUE
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4.1 La crisis del paradigma regenerativo
139 Villamayor ([1926] 2016): 72. En esta edición, Oscar Conde realizó la introducción,
el glosario y las notas al pie de esta primera novela lunfarda para su mejor entendimiento.
Es una de estas notas la que hace mención a los límites de la “Tierra del Fuego”.
140 La Nación, (28 de enero de 1902).
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CAPÍTULO 4: LA CÁRCEL Y EL PARQUE
Figura 4.2: Cortes Conde. Plano de División Policial del año 1888. La distribución
de las jurisdicciones fue modificada en 1908. Fuente: Cortes Conde, R. (1936): 186.
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4.1 La crisis del paradigma regenerativo
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CAPÍTULO 4: LA CÁRCEL Y EL PARQUE
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4.1 LA CRISIS DEL PARADIGMA REGENERATIVO
145 Los diversos cambios en la cobertura de los hechos delictivos fueron ampliamente
estudiados por Caimari (2012).
146 Caras y Caretas, (1903, 18 de julio). Año VI, 250, 58.
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CAPÍTULO 4: LA CÁRCEL Y EL PARQUE
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4.1 La crisis del paradigma regenerativo
los reclusos una vez liberados en los centros urbanos, donde estaban
establecidas las fábricas e industrias, y precisamente esta permanen-
cia resultaba contraproducente porque era la ciudad el ámbito más
propicio para el delito.
De alguna manera expone bases similares a las que Domingo Ca-
bred había presentado para instalar el sistema “Open Door” en la Co-
lonia de Alienados de Luján, inaugurada en 1889.148 Abandonada la
idea del medio rural como espacio de las desviaciones, se le asignó al
campo y a la naturaleza un papel terapéutico en oposición al desorden
de la ciudad.149 La locura y las desviaciones, para Cabred, tenían una
significación esencialmente urbana, como el lugar de adquisición de
los vicios y las adicciones, especialmente las figuras de la prostitución,
tolerada en Buenos Aires hasta la década de 1930,150 y el alcoholismo,
como lo demostraba el creciente número de licorerías que se instalaron
en la ciudad.151
En el mismo sentido, en 1912, la Comisión Especial para el pro-
yecto de Reforma Carcelaria planteaba el traslado de la Penitenciaría a
algún punto de la Provincia de Buenos Aires alejado 150 km de la Ca-
pital, dejando el actual edificio sólo como Cárcel de Encausados. Las
causas se fundaban en que, principalmente, había fallado la separación
real entre los presos y el exterior, siendo estos totalmente conscientes
de lo que sucedía fuera de los muros. Tiempo después Eusebio Gómez
diría al respecto:
148 El sistema “Open Door”, como su nombre lo indica, consistía en una flexibilización
del control sobre los pacientes, dejando las puertas abiertas en un entorno no urbano.
Se desarrolló primero en Escocia y generó un gran impacto en las ciudades modernas.
Sus principales propulsores fueron los alienistas Sibbald, Mitchel, Clouston y Rutherford.
149 Sobre las relaciones cambiantes entre el campo y la ciudad nos remitimos al trabajo
de Williams ([1973] 2017).
150 En este aspecto nos remitimos a la tesis de Caride Bartrons (2017).
151 Tomamos como referencia las cifras presentadas por Scarzanella (2003).
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CAPÍTULO 4: LA CÁRCEL Y EL PARQUE
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4.1 LA CRISIS DEL PARADIGMA REGENERATIVO
153 Nota dirigida al ministro de Justicia e Instrucción Pública Dr. Juan M. Garro Anchorena
(1938). Cabe aclarar que si bien Bunge plantea una necesaria revisión de las instituciones
de reclusión de la ciudad no propone la desaparición de la Penitenciaría Nacional, sino
que recomienda transformarla en reformatorio para adultos de 18 a 30 años.
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CAPÍTULO 4: LA CÁRCEL Y EL PARQUE
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4.2 Las nuevas periferias
Figura 4.5: Alrededores del Cementerio de la Chacarita. Vale aclarar que la división
parcelaria en los barrios adyacentes corresponde mayormente a manzanas no edifica-
das. Fuente: Ludwig, P. (1897). Plano de la Ciudad de Buenos Aires y Distrito Federal.
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Figura 4.6: Charles Thays. Proyecto para el Parque del Oeste, 1901. Fuente: Berj-
man, S. (1987).
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4.2 Las nuevas periferias
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4.2 Las nuevas periferias
Figura 4.7: Miguel Olmos. Proyecto para el Colegio Nacional. Planta, 1904. Fuente:
Documento perteneciente al CeDIAP- Centro de Documentación e Investigación de la
Arquitectura Pública. AABE- Agencia de Administración de Bienes del Estado.
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CAPÍTULO 4: LA CÁRCEL Y EL PARQUE
Figura 4.8: Miguel Olmos. Fragmento del plano de situación de la Colonia Agríco-
la Industrial de Menores Varones. Planta, 1904. Fuente: Documento perteneciente
al CeDIAP- Centro de Documentación e Investigación de la Arquitectura Pública.
AABE- Agencia de Administración de Bienes del Estado.
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4.2 Las nuevas periferias
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CAPÍTULO 4: LA CÁRCEL Y EL PARQUE
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4.2 Las nuevas periferias
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CAPÍTULO 4: LA CÁRCEL Y EL PARQUE
El resto del espacio fue diseñado con una composición clásica que
jerarquiza dos ejes ortogonales entre sí. El eje de mayor longitud re-
mataba en el Pabellón de Encausadas de disposición panóptica con
tres brazos destinados a celdas. A los lados de este eje se dispusieron
simétricamente los otros edificios para reclusos: los Pabellones de De-
tenidas y los Pabellones de Menores. El otro eje, más corto, iniciaba en
la administración y remataba en una iglesia de tres naves. A los lados
se ubicaron un pabellón para hospital y otro para escuela y vivienda de
las hermanas. Fuera de esta lógica, y en consonancia con su función,
se colocó un Pabellón de Aislamiento.
Por las particularidades de cada edificio, abordaremos cada uno en
forma individual. El primer Pabellón de Detenidas Menores (Figuras
4.12 y 4.13) se resolvió con un planteo de patio o jardín central rodeado
por galerías, a la manera de un claustro, al cual se abrían grandes dormi-
torios en los que las detenidas residirían en forma colectiva en la planta
alta, mientras que en la planta baja se dispuso un cuerpo de dormitorio,
taller y comedor. En ambos pisos se han proyectado núcleos de baños
iguales, compartidos entre los distintos dormitorios. En ese sentido se ha
mantenido el criterio de convivencia colectiva de la Cárcel de Menores,
sin embargo, la estética presentada tanto en este edificio como en el
resto del conjunto exhibía un aparato decorativo a la altura de las institu-
ciones públicas más importantes, que incluía almohadillado, techos de
tejas a múltiples aguas, carpinterías en madera, etc.
El edificio del Pabellón de Menores (Figura 4.14) también se pro-
yectó como un edificio en forma de claustro, esta vez simétrico, en el
que alrededor del jardín se dispusieron un taller, un dormitorio colectivo
y un comedor, con los núcleos húmedos y los servicios en las esquinas
del cuadrado.
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4.2 Las nuevas periferias
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4.2 Las nuevas periferias
169 Registro Nacional de la República Argentina, (1910, Tercer trimestre). Decreto desti-
nando sitio para el edificio de la Cárcel de Encausados, en la Capital Federal.
170 Howard (1777).
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Figuras 4.22 y 4.23: Juan A. y Juan C. Buschiazzo. Planta baja y planta alta de los
pabellones, 1911. Fuente: Buschiazzo y Buschiazzo (1911): láminas IV y V.
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4.2 Las nuevas periferias
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CAPÍTULO 4: LA CÁRCEL Y EL PARQUE
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4.2 Las nuevas periferias
Este proyecto estuvo a cargo del ingeniero Catello Muratgia, quien ha-
bía arribado a nuestro país en 1883 y prestó servicios profesionales en
la Municipalidad de Buenos Aires. Luego fue designado como director
del Presidio de Ushuaia desde 1900 hasta 1909, periodo durante el
cual presentó un proyecto de ampliación de la cárcel fueguina dentro
de las lógicas panópticas (Figura 4.25).
Al dejar el cargo de director del presidio, la Comisión encargada
de proyectar la edificación y la organización penitenciaria nacional que
hemos visto, le encomendó este proyecto de ampliación de la Prisión
Nacional. Consistía en la construcción, en el área hasta el momento
destinada a quinta sobre la calle Armonía, actual calle 15 de Noviem-
bre, de un edificio de tres pisos compuesto por tres tiras separadas por
patios que sumaban un total de 540 celdas. Esta disposición mejoraba
sustancialmente la situación presente en la cárcel de los arquitectos
Altgelt, en la que la ubicación de los baños en las esquinas provocaba
encuentros entre distintos tipos de presos difíciles de vigilar y controlar.
El frente existente sobre la calle Caseros se demolería para dejar la
mitad del edificio de manera de construir allí las casas para el director
y subdirector con sus respectivas familias.
El proyecto tenía como finalidad solucionar temporalmente la situa-
ción de hacinamiento en el edificio preexistente hasta tanto no se cons-
truyera el proyectado por los arquitectos Buschiazzo. Cuando esto su-
cediera, este edificio se convertiría en Cárcel de Mujeres.
La idea de Muratgia era parte de un plan macro que incluía a los
edificios existentes y a los proyectados. Puntualmente, sobre la cárcel
propuesta en la Chacarita por los arquitectos Buschiazzo, opinaba Mu-
ratgia que el terreno no resultaba lo suficientemente grande para el edi-
ficio presentado, y necesitaría cuanto menos una superficie cinco ve-
ces mayor. Por otra parte, consideraba que trasladar los juzgados hasta
la periferia de la ciudad estando el Palacio de Justicia en el centro sólo
revestía complicaciones innecesarias para los jueces de instrucción y
sentencia que deberían viajar allí constantemente.
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CAPÍTULO 4: LA CÁRCEL Y EL PARQUE
Figura 4.25: Catello Muratgia. Proyecto para la Colonia Penal de Tierra del Fuego.
Planta, 1901. Fuente: Documento perteneciente al CeDIAP- Centro de Documenta-
ción e Investigación de la Arquitectura Pública. AABE- Agencia de Administración de
Bienes del Estado.
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4.2 Las nuevas periferias
176 La relación entre locura y crimen fue un tema que atravesó nuestro periodo de estudio
prácticamente en su totalidad y debe ser tomado en su complejidad particular, razón por
la cual queda por fuera de este estudio. Los trabajos más relevantes parten desde la tesis
de Korn (1883), pasando por López Anaut (1902) y, finalmente, José Ingenieros, quien
abarca esta problemática en diversos trabajos. En clave histórica nos remitimos al trabajo
de Vezzeti (1985).
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4.2 Las nuevas periferias
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179 Sobre la situación de las cárceles en las provincias sugerimos ver a Boholasvsky en
Bohoslavsky y Di Liscia (2005).
180 El autor cita que en la provincia de Buenos Aires de 4000 presos solamente traba-
jaban 800.
181 Para Eusebio Gómez, que un agente privado se hiciera cargo del patronato de presos
permitiría un sistema más fluido en el que incluso el preso pudiera alejarse de las lógicas
doctrinarias de la prisión en la que había estado encarcelado.
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CONCLUSIONES
LA CIUDAD Y LA CÁRCEL
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CONCLUSIONES
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LA CIUDAD Y LA CÁRCEL
186 Una entrada posible a este proceso de urbanización puede verse en Ruiz Diaz (2015).
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CONCLUSIONES
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2. Literarias
3. Periódicos y revistas
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