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Cirugía de la diáfisis humeral: vías


de acceso y técnicas quirúrgicas
C. Laporte, M. Thiong’o, G. Kassab, A. Atallah

Después de un breve recuerdo de los datos anatómicos, clínicos y epidemiológicos indis-


pensables para establecer las indicaciones terapéuticas, en este artículo se describirán
los distintos métodos quirúrgicos para el tratamiento de las fracturas recientes y de las
seudoartrosis diafisarias humerales. Se detallarán las osteosíntesis por placa, precisando
sus indicaciones, sobre todo en lo referente a las distintas vías de acceso en función
de la localización de la fractura. También se expondrán de forma similar el enclavado
centromedular anterógrado o retrógrado, el enclavado fascicular con agujas y el uso del
fijador externo. Asimismo, se prestará una atención destacada a los casos especiales:
seudoartrosis, fracturas patológicas, parálisis radial o complicaciones vasculares aso-
ciadas, fracturas abiertas y codo flotante. Para que la eficacia de cada uno de estos
métodos expuestos sea completa, deben respetarse las indicaciones y las técnicas de
realización. Las fijaciones con placa o clavo siguen siendo las técnicas quirúrgicas de
referencia. El enclavado fascicular con agujas y la fijación externa sólo se utilizan si
existen contraindicaciones en cualquiera de las otras dos técnicas.
© 2012 Elsevier Masson SAS. Todos los derechos reservados.

Palabras clave: Húmero; Diáfisis; Fractura reciente; Seudoartrosis; Osteosíntesis por placa;
Enclavado; Enclavado fascicular con agujas; Fijación externa; Parálisis radial

Plan a unos 8-10 cm del codo) son menos frecuentes que las
fracturas metafisarias superiores, con independencia de la
■ Introducción 1 edad. Las características epidemiológicas son las siguien-
tes: predominio masculino, adulto joven, accidente de
■ Datos anatómicos quirúrgicos 2 tráfico en un contexto de traumatismo de alta energía;
■ Técnicas quirúrgicas 2 las caídas domésticas, sobre todo en ancianas, representan
Osteosíntesis con placas atornilladas 3 otra circunstancia frecuente de estas fracturas. Su inciden-
Osteosíntesis intramedulares 7 cia anual es de 1,26 por cada 10.000 varones y de 0,66 por
Fijación externa 11 cada 10.000 mujeres, con picos de frecuencia entre los 20
■ Casos especiales 11 y los 30 años en los varones y entre los 60 y los 70 años
Fracturas abiertas 11 en las mujeres. El foco es proximal en el 25% de los casos,
Fracturas con complicaciones vasculares 11 se sitúa en el tercio medio en el 65% y es distal en el 15%
Fractura con parálisis radial 11 de los casos [1] .
Codo flotante 12 La cirugía de la diáfisis humeral se centra sobre todo
Seudoartrosis 12 en las lesiones traumáticas recientes y sus secuelas. En
Fracturas patológicas 13 las fracturas recientes, el tratamiento ortopédico (cuya

eficacia se ha demostrado) debe ocupar un lugar desta-
Conclusión 13
cado, especialmente en las fracturas distales y oblicuas
largas [2–4] . Sin embargo, este tratamiento sólo debe plan-
tearse en los pacientes colaboradores y que puedan
tolerar una inmovilización prolongada y en ocasiones
 Introducción molesta [2–4] . Por estos motivos, el tratamiento quirúrgico
cada vez tiene más partidarios, gracias al uso de ciertas
Las localizaciones diafisarias de las fracturas (porción técnicas perfeccionadas (en especial, el enclavado cen-
cilíndrica de estructura cortical comprendida entre el tromedular bloqueado) y al mejor conocimiento de las
borde inferior del pectoral mayor y una línea que pasa vías de acceso para la colocación de placas [5, 6] . Hay que

EMC - Técnicas quirúrgicas en ortopedia y traumatología 1


Volume 4 > n◦ 1 > marzo 2012
http://dx.doi.org/10.1016/S2211-033X(12)61127-X
E – 44-300  Cirugía de la diáfisis humeral: vías de acceso y técnicas quirúrgicas

Figura 1. Húmero izquierdo. Vista ante- Figura 2. Húmero derecho. Vista poste-
rior. Relaciones anatómicas con los distintos rior. Relaciones anatómicas con los distintos
nervios del brazo. En rojo: zona de osteo- nervios del brazo. En rojo: zona de osteo-
síntesis con placa. 1. Trayecto del nervio síntesis con placa. 1. Nervio axilar; 2. nervio
1
musculocutáneo; 2. nervio axilar; 3. nervio radial; 3. nervio cubital.
2 cubital; 4. nervio radial. 1

3
2
4

recordar que el uso del tratamiento quirúrgico se asocia


a complicaciones cuya tasa debe mantenerse a un nivel En el tercio inferior, la diáfisis humeral está constituida
bajo, para lo que se requiere un dominio adecuado de la por corticales gruesas de bordes prominentes que rodean
técnica con el fin de no cometer el más mínimo error. una cavidad medular estrecha (8,5-9 mm). Ésta se termina
a 2-3 cm por encima de la fosita olecraniana. La cara pos-
terior es plana y lisa, el nervio radial es anterolateral, el
pedículo vascular humeral y el nervio mediano se mantie-
 Datos anatómicos nen en una posición anteromedial y, por último, el nervio
cubital es posterior y medial. En resumen, aunque las tres
quirúrgicos caras admiten una osteosíntesis directa, en realidad sólo la
cara posterior no presenta riesgos desde el punto de vista
La diáfisis humeral puede dividirse en tres zonas anató- neurológico (Fig. 2). La estrechez del conducto medular
micas. distal dificulta el enclavado en sentido distal-proximal y
El tercio proximal del húmero tiene una sección trans- hace que puedan encontrarse dificultades para el descenso
versal aproximadamente cilíndrica, con una cavidad de un clavo anterógrado (riesgo de fractura o de bloqueo
medular amplia, de alrededor de 17-18 mm de diámetro. del clavo).
El deltoides anterior y medio cubre las caras óseas ante-
rolateral y posterior, así como el vasto lateral. El tendón
del músculo pectoral mayor se inserta lateralmente en la
cresta del tubérculo mayor. Por tanto, el acceso a las super-
ficies corticales se ve dificultado por amplias inserciones  Técnicas quirúrgicas
musculares, y sólo la cara anteromedial y el borde ante-
rior son accesibles a una osteosíntesis directa, para lo que El tratamiento ortopédico sigue siendo el preferido
debe desinsertarse el tendón del músculo pectoral mayor, de los autores anglosajones, salvo en algunas situacio-
sin desinsertar el músculo deltoides de su inserción dis- nes muy precisas: politraumatismos, lesiones escalonadas
tal (Fig. 1). Los riesgos neurológicos son escasos y sólo del miembro superior, etc. [5] . Es eficaz sobre todo en
afectan al nervio axilar en caso de colocación de tornillos los pacientes colaboradores, con una única fractura,
proximales de un clavo intramedular anterógrado [7] . en los dos tercios distales y para fracturas oblicuas
En el tercio medio, la cavidad medular mide 11-12 mm largas o espiroideas [2–4] . Sin embargo, el tratamiento
y está rodeada por unas corticales gruesas. Su forma se quirúrgico se sigue empleando a menudo, porque per-
vuelve triangular, con la cara anteromedial plana. El ner- mite una rehabilitación precoz de las articulaciones
vio radial rodea la diáfisis humeral en su cara posterior adyacentes.
en el surco radial, donde discurre bajo el tríceps bra- Se pueden emplear las tres técnicas quirúrgicas princi-
quial entre las inserciones de los músculos vastos lateral pales, que se describirán de forma sucesiva: osteosíntesis
y medial. Cruza la cara posterior a 17 cm ± 3 cm del epi- con placas, enclavado centromedular con agujas o clavos
cóndilo medial. A continuación, sale del surco radial, y fijación externa. Cada técnica tiene sus indicaciones
rodea el borde lateral entre el músculo braquial por arriba precisas, pero se utiliza sobre todo en función de la
y el músculo braquiorradial por debajo, y se introduce convicción y de las costumbres del cirujano, más que
en el surco bicipital lateral en la cara anterior. Atraviesa dependiendo de los datos biomecánicos publicados [10] .
el tabique intermuscular lateral en un punto situado a Se utiliza una profilaxis antibiótica sistemática, según
unos 8 cm ± 2 cm del epicóndilo lateral [8, 9] . Esta perfora- las recomendaciones sobre la prevención de las infec-
ción aponeurótica constituye un punto de fijación, lo que ciones de la herida quirúrgica. El uso del torniquete es
explica su parálisis cuando sufre una elongación por un imposible en la mayoría de las ocasiones. El control radio-
desplazamiento significativo del tercio distal del húmero gráfico también es sistemático: o bien intraoperatorio
fracturado. Sólo la cara anteromedial y el borde anterior radioscópico (enclavado, agujas, fijación externa), con
son zonas adecuadas para realizar una osteosíntesis directa todas las restricciones debidas a la radioprotección que
sin que exista un auténtico riesgo neurológico para el ner- implica, o bien postoperatorio radiográfico (colocación de
vio radial (Fig. 1). placa).

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6
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2
8

Figura 5. Corte en la unión entre los tercios medio e inferior


del brazo derecho, segmento superior. Vía de acceso anterior.
1. Braquial; 2. nervio radial; braquiorradial; 4. nervio musculo-
3
cutáneo; 5. bíceps braquial; 6. nervio cutáneo braquial medial;
4 7. nervio mediano; 8. nervio cubital; 9. tríceps.

(que no se identifica), se expone la diáfisis mediante la sec-


ción del borde lateral del braquial y también se expone el
borde anterior del húmero y la cara anteromedial (Fig. 5).
Para la exposición del tercio medio de la diáfisis, sólo se
Figura 3. Vía anterior (deltopectoral ampliada), brazo realiza la parte baja de la vía de acceso (vía de Bezes [11]
izquierdo. 1. Músculo pectoral mayor; 2. músculo bíceps bra- o de Dayez [12] ). Se puede colocar una placa en el borde
quial; 3. músculo braquial seccionado, borde medial; 4. nervio anterior o en la cara anteromedial (Figs. 6 y 7). Los riesgos
musculocutáneo; 5. músculo deltoides; 6. vena cefálica; 7. mús- potenciales de este acceso están relativamente controla-
culo braquial seccionado, borde lateral; 8. diáfisis humeral, cara dos: el nervio axilar ha dado sus ramos de distribución
anterior y medial. para el deltoides, el nervio radial está en una situación
medial y comienza a rodear la cara posterior de la diáfisis,
el pedículo humeral está en posición interna y el nervio
1 2 3 4 5 musculocutáneo es más anterior y se rechaza con el bíceps
en su cara profunda.

Vía lateral
6 El paciente se sitúa en decúbito supino sin torniquete,
con el brazo a lo largo del cuerpo y el codo descansando
7
en un apoyo lateral.
8
9 La vía braquial lateral pasa por delante del tabique inter-
10
muscular lateral (Figs. 8 y 9), entre los músculos braquial
anterior y tríceps braquial, por encima del nervio radial.
Después, pasa entre los músculos braquiorradial y tríceps
11 braquial por debajo del nervio. Se realiza una incisión
cutánea rectilínea en el borde lateral del brazo. El tabi-
que intermuscular lateral es el primer elemento que debe
identificarse: el nervio radial lo perfora de detrás hacia
Figura 4. Corte en la unión entre los tercios superior y medio delante, antes de deslizarse entre los músculos bíceps y
del brazo derecho, segmento superior. Vía de acceso anterior. braquiorradial. Se busca en primer lugar. No siempre es
1. Tríceps, vasto lateral; 2. deltoides; 3. tríceps, vasto medial; fácil descubrirlo: no hay que dudar en palpar directamente
4. braquial; 5. bíceps braquial; 6. nervio musculocutáneo; 7. ner- las fibras musculares para percibir cómo «rueda» o bus-
vio mediano; 8. nervio cutáneo braquial medial; 9. nervio cubital; carlo en una zona más distal en el surco bicipital. No se
10. nervio radial; 11. tríceps, porción larga. debe realizar ninguna tracción sobre él y tanto el ciru-
jano como su ayudante deben tener esto presente en todo
Osteosíntesis con placas atornilladas momento. Una vez que se identifica el nervio, se realiza su
Vías de acceso neurólisis de forma obligatoria y se marca con lazos vas-
culares. La placa se coloca sobre la cara lateral, de modo
Vía anterior (Figs. 1 y 3 a 7) que a menudo pasa bajo el nervio facial, con todos los
Para la exposición de la porción superior de la diáfi- riesgos que esto puede conllevar: manipulación intraope-
sis, el acceso se realiza por una vía deltopectoral ampliada ratoria, riesgo de lesión durante la realización del orificio,
(Fig. 3). El paciente se sitúa en decúbito supino sin tor- posible irritación postoperatoria, dificultades previsibles
niquete, con el brazo a lo largo del cuerpo y el codo al retirar el material y, sobre todo, en caso de reinterven-
descansando en un apoyo lateral, o bien con el brazo en ción por infección o seudoartrosis, etc. Por esta vía, existe
abducción apoyado en una mesa auxiliar, mientras que el un riesgo real de lesión nerviosa iatrogénica. Las dificul-
cirujano y el ayudante se sientan uno frente al otro. La tades quirúrgicas son considerables cuando un cirujano
incisión se inicia en el surco deltoideo y se prolonga hacia que cuente con un único ayudante debe mantener de
abajo hacia el epicóndilo lateral, rodeando el borde lateral forma simultánea la reducción de la fractura y colocar la
del tríceps. En el surco, el deltoides se rechaza en sentido placa, a la vez que se controla el nervio radial. En todos los
lateral con la vena cefálica, mientras que el pectoral mayor casos, la situación de la placa se debe mencionar con gran
puede desinsertarse a ras del hueso y marcarse con hilos precisión en el informe quirúrgico, al igual que sus rela-
para su reinserción (Fig. 4). En sentido inferior, se rechaza ciones con el nervio radial (sobre frente a qué tornillo ha
en sentido medial el bíceps con el nervio musculocutáneo cruzado, etc.).

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Figura 6.
A. Fractura oblicua del húmero derecho en la unión
entre los tercios superior y medio.
B. Osteosíntesis con placa y tornillo de compresión
libre en el borde anterior por vía anterior deltopectoral
ampliada.

A B

Figura 7.
A. Fractura transversal con tercer fragmento del
húmero derecho, tercio medio.
B. Osteosíntesis con placa en la cara medial por vía
anterior de Bezes, Dayez.

A B

1 2 3 4 5

6
1 7
5
2 8
9
3

Figura 9. Corte en la unión entre los tercios medio e infe-


rior del brazo derecho, segmento superior. Vía de acceso lateral.
1. Braquiorradial; 2. nervio radial; 3. braquial; 4. nervio muscu-
locutáneo; 5. bíceps braquial; 6. nervio cutáneo braquial medial;
7. nervio mediano; 8. nervio cubital; 9. tríceps.
Figura 8. Vía lateral, brazo derecho. 1. Tríceps; 2. braquiorra-
dial; 3. húmero. 4. epicóndilo lateral; 4. braquial; 5. nervio radial.
medial. Estas dos cabezas musculares se separan en la línea
media hasta el olécranon, con el dedo y con el bisturí. El
Vías posteriores paquete vasculonervioso humerorradial puede localizarse
La vía posterior se realiza con el paciente situado en en el intersticio formado: cruza la parte alta del campo
decúbito prono, con el codo extendido sobre una mesa quirúrgico de medial a lateral, a unos 17 cm ± 3 cm del
para el brazo o flexionado sobre un apoyo lateral corto y epicóndilo medial. Sin embargo, dado que esta vía pocas
el antebrazo en el vacío. El acceso se sitúa a nivel medial veces se emplea en las fracturas altas, la búsqueda del
y posterior. La aponeurosis braquial se abre en la parte nervio no siempre es necesaria. Llegado el caso, después
baja del músculo deltoides, entre la cabeza lateral del mús- de aislar el nervio, la cara posterior del húmero ya sólo
culo tríceps y la cabeza intermedia (porción larga), más queda recubierta por la cabeza medial del músculo tríceps

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2 1

2
3
3

Figura 11. Vía posterolateral, brazo derecho. 1. Nervio radial;


2. tríceps; 3. tabique intermuscular lateral.

olecranotomía, después de identificar y realizar la neuróli-


Figura 10. Vía posterior, brazo derecho. 1. Porción larga del sis del nervio cubital. De este modo, la cara posteroinferior
tríceps; 2. nervio radial; 3. cabeza lateral del tríceps; 4. cabeza del húmero queda expuesta a la perfección para la colo-
medial del tríceps. cación de las placas.
braquial, que se incide en vertical hasta el olécranon Vías mediales
(Fig. 10). La osteosíntesis se realiza sobre la cara poste- Existen dos vías de este tipo:
rior. Esta vía de acceso es transmuscular: provoca una • la vía medial, denominada «de los vasos»;
desvascularización perióstica extensa. Además, obliga a • la vía posteromedial.
utilizar una osteosíntesis gruesa bajo el aparato extensor, La vía medial fue descrita por Cadenat [15] para acceder
que puede englobar los dos pilares del húmero (placas a los vasos humerales; después Judet puso de relieve sus
en Y invertida). Existen dos variantes de esta vía: la vía ventajas [16] .
posteromedial de Bousquet [13] , que pasa entre la cabeza El acceso a la cara medial de la diáfisis se realiza con el
medial del músculo bíceps braquial y el tendón de termi- paciente colocado en decúbito supino y el brazo en abduc-
nación del tríceps, y la vía posterolateral de Moran [14] , que ción, sin torniquete. La incisión comienza en el hueco
pasa lateralmente a la cabeza lateral del músculo tríceps axilar, rodea el surco humeral y termina en el epicón-
braquial y a su tendón de terminación. La aponeurosis dilo medial. Después de haber incidido la aponeurosis
braquial se abre a ras del tendón terminal del tríceps, en su braquial, la diáfisis se expone pasando por delante del
borde lateral. El tríceps se despega de la cara posterior del tabique intermuscular medial y por detrás del paquete vas-
húmero de forma progresiva. En la parte alta del campo, se cular humeral (Fig. 13). El nervio cubital se deja detrás del
identifica el nervio radial mientras cruza el borde lateral de tabique. Aunque la vía de acceso es fácil de realizar y la
la diáfisis y pasa a través del tabique intermuscular lateral, exposición humeral es muy buena, resulta incómoda para
por encima del músculo braquiorradial (Fig. 11). Puede controlar la reducción de la fractura en el tercio medio.
realizarse su neurólisis para desplazarlo hacia delante. Una Esta última se obtiene en ocasiones en rotación interna
vez que el nervio está bien controlado, se puede colocar del hombro: el borde superior de la incisión y el mús-
una placa en la cara posterolateral del húmero (Fig. 12). culo bíceps braquial tienden a ocultar la diáfisis. En tal
Sólo las fracturas del tercio distal son accesibles, a costa caso, hay que utilizar separadores de pico colocados en la
de pasar la placa bajo el nervio radial. Para las fracturas cara anterior del húmero, con el riesgo de estirar el nervio
bajas y difíciles, se puede levantar el aparato extensor por mediano, de lesionar un vaso humeral o de comprimir el

Figura 12.
A. Fractura oblicua del húmero izquierdo, tercio infe-
rior.
B. Osteosíntesis por placa «de tibia» y tornillo libre por
vía posterolateral.

A B

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Figura 13. Vía medial, brazo derecho. 1. Tríceps; 2. vena


humeral; 3. nervio mediano; 4. bíceps braquial; 5. nervio cubital; Figura 15. Vía posteromedial, brazo derecho. 1. Tríceps;
6. tríceps. 2. húmero; 3. nervio cubital; 4. tabique intermuscular medial.

1 2 3

5
6

7
8

Figura 14. Vía posteromedial, brazo derecho: incisión


9
cutánea.

nervio radial en el otro lado de la diáfisis. En el cuarto dis-


tal, el nervio mediano sigue el surco bicipital interno y se Figura 16. Corte en la unión entre los tercios medio e infe-
aleja de la cara medial, mientras que el nervio cubital pasa rior del brazo derecho, segmento superior, en decúbito prono.
por detrás del epicóndilo medial. El acceso a la diáfisis es Vía de acceso posteromedial. 1. Nervio cutáneo braquial medial;
más fácil. 2. nervio mediano; 3. nervio cubital; 4. tríceps; 5. braquiorradial;
La realización de la vía posteromedial es parecida a la 6. nervio radial; 7. braquial; 8. nervio musculocutáneo; 9. bíceps
descrita por Bousquet [13] ; tiene la ventaja de no requerir braquial.
ninguna sección muscular [17, 18] . El paciente se coloca en
decúbito prono, con el miembro traumatizado en abduc- Principios
ción y el hombro en rotación neutra, apoyado en un La Asociación para el Estudio de la Osteosíntesis ha
apoyo braquial corto, el codo flexionado a 90◦ y la mano codificado las osteosíntesis directas mediante placa ator-
en el vacío (Fig. 14). Todo el miembro se coloca en el nillada: montaje rígido realizado por un mínimo de seis
campo con o sin torniquete neumático, lo que permite tomas corticales con buena sujeción (es decir, tres tor-
la movilización del hombro en rotación y del codo en fle- nillos a cada lado del foco de fractura), compresión
xión y extensión. El cirujano y un ayudante se sientan interfragmentaria obtenida por autocompresión (placa
uno frente al otro, a ambos lados del brazo. La incisión con agujeros de deslizamiento), con un implante grueso
cutánea es medial y se extiende como máximo desde el (3,2 mm) y grande. Por tanto, se deben utilizar tornillos
borde inferior del músculo dorsal ancho hasta el epicón- de 4,5 mm de diámetro, así como placas denominadas «de
dilo medial. El nervio cubital se identifica en el codo por tibia» para las fracturas situadas en un hueso grueso y
detrás del epicóndilo medial. El acceso se realiza entre este grande. Para las diáfisis más delgadas, se pueden utilizar
último y la cabeza medial del músculo tríceps braquial. En las placas más estrechas y menos gruesas (2,7 mm, deno-
decúbito prono, el nervio cubital se desplaza hacia delante minadas «de antebrazo»), con tornillos de 3,5 mm. Dado
y el húmero se expone bajo el tríceps (Figs. 15 y 16). La que los agujeros están más próximos, debe realizarse un
reducción siempre es más fácil que por la vía de los vasos, montaje con ocho tomas corticales a ambos lados del foco
debido a la colocación, y se logra evitando utilizar tenazas de fractura, es decir, cuatro tornillos en cada lado [5, 10] .
para no lesionar el nervio radial al otro lado de la diáfi- La osteosíntesis con placa puede utilizarse de varias for-
sis. La osteosíntesis se realiza sobre la cara medial. Esta vía mas: placa en compresión para las fracturas transversales u
evita la disección de los nervios radial y mediano, pero oblicuas cortas no conminutas, con un tornillo interfrag-
no la del nervio cubital. El último tornillo puede apo- mentario de compresión y placa de neutralización en caso
yarse en el epicóndilo medial, sobre todo en las fracturas de oblicuidad del trayecto. La compresión puede resultar
bajas o en las que tienen una extensión articular. En este difícil de obtener en caso de conminución. En las frac-
caso, se debe transponer el nervio cubital hacia delante, turas con 3-4 fragmentos, el atornillado directo de estos
para evitar cualquier conflicto con el material. Al contrario últimos permite simplificar la fractura y convertirla en
que el nervio radial en las vías laterales, el nervio cubital una oblicua, para colocar a continuación una placa de
no se estira, porque se desplaza hacia delante, debido al neutralización. En todos los casos, se debe buscar una
decúbito prono (Fig. 17). reducción «anatómica», con el fin de asegurar una buena

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Cirugía de la diáfisis humeral: vías de acceso y técnicas quirúrgicas  E – 44-300

Figura 17.
A. Fractura espiroidea del tercio inferior del húmero
derecho con 4 fragmentos.
B. Osteosíntesis con placa y tornillo libre por vía pos-
teromedial.

A B

estabilidad. En el mejor de los casos, esta reducción se pacientes y seguimientos cortos. Existe un riesgo real de
logra sin lesionar demasiado las partes blandas (despe- causar lesiones iatrogénicas neurológicas y es absoluta-
riostización mínima, desinserción muscular limitada a la mente indispensable contar con un dominio adecuado
zona de colocación de la placa, etc.), tras lo que puede de la cirugía convencional a cielo abierto para conocer
colocarse la placa. Lo ideal es no utilizar tenazas para no los posibles riesgos anatómicos.
lesionar las partes blandas ni el nervio radial. La placa
puede moldearse en ocasiones, debido al relieve tortuoso Indicaciones generales
del húmero, sobre todo al acercarse a la zona distal. En
Fracturas diafisarias del tercio proximal
este caso, es indispensable utilizar grifas o prensas para
placa. Se deben poner todos los tornillos para asegurar la La vía deltopectoral ampliada en sentido inferior sigue
solidez del montaje. siendo la vía de elección. La longitud de la incisión cutá-
La utilización de placas bloqueadas requiere una téc- nea y de la desinserción muscular depende del tamaño
nica distinta por completo. Se trata de lograr una fijación de la placa escogida durante la planificación preopera-
interna sobre un hueso alineado y no sobre un hueso toria, ampliada 2-3 cm. Una vez que se ha expuesto el
reducido anatómicamente. Este concepto corresponde a húmero, en caso de trazo oblicuo, espiroideo o de un «ala
la colocación de un «fijador interno». En el montaje clá- de mariposa», el atornillado previo se realiza con uno o
sico para este tipo de placa se utiliza un implante grande y varios tornillos de 4,5 o 3,5 mm. La placa escogida debe
grueso, de longitud suficiente para dejar libre uno de cada fijarse al menos con tres tornillos a cada lado del foco
dos agujeros a nivel de la fijación diafisaria y tres agujeros (Fig. 6). En ocasiones, es necesario utilizar implantes en T
desocupados sobre el foco de fractura. Si ésta es conmi- o en trébol para asegurar una sujeción metafisoepifisaria
nuta, se pueden utilizar tornillos cerca del foco de fractura. proximal.
La reducción puede no ser perfecta, lo que permite una Fracturas diafisarias del tercio medio
técnica mínimamente invasiva sobre las partes blandas: Si no existe una parálisis radial, se emplea la vía
ausencia de manipulación directa de los fragmentos óseos de acceso anterior, descrita por Bezes [11] y después por
y de desperiostización, empleo escaso de tenazas y exposi- Dayez [12] , para colocar la placa en la cara anterior o en
ción ósea mínima que sólo permite controlar la ausencia la cara anteromedial (Fig. 7).
de incarceración muscular, que debe liberarse. La lógica En caso de parálisis radial preoperatoria, está justificado
de este concepto de respeto de las partes blandas conduce realizar una neurólisis del nervio radial, aunque es con-
de forma natural hacia una cirugía menos invasiva, con trovertido [21–24] . La vía lateral permite explorar el nervio,
cicatrices de menor tamaño. suturarlo o liberarlo, e incluso realizar su transposición
anterior [23] para colocar la placa en la cara anterolateral o
Cirugía mínimamente invasiva [19, 20] lateral (Fig. 18).
Fracturas diafisarias del tercio distal
Los principios de la cirugía mínimamente invasiva
comienzan a aplicarse para la colocación de placas con Se pueden tratar por una vía posterior mediante una
tornillos bloqueados. Esta osteosíntesis mínimamente osteosíntesis sólida con placa en Y invertida, o por una
invasiva mediante placa (MIPO, por su acrónimo en vía posteromedial o lateral. Nosotros preferimos la vía
inglés) se ha descrito por vía anterior para las fracturas posteromedial [17, 18] , cuyas ventajas son múltiples: no hay
del tercio distal de la diáfisis. Con el paciente en decúbito disección del nervio radial, la superficie del húmero es
supino, el hombro en abducción y el brazo apoyado en de fácil acceso para colocar una placa (salvo en la parte
una mesa radiotransparente, se realiza una primera inci- más distal, donde el epicóndilo medial obliga a moldear
sión de 2 cm entre el borde lateral del músculo bíceps y la placa), el tercer fragmento suele ser medial y accesible a
la terminación del deltoides. A continuación, se realiza una reducción bajo control visual y después a una síntesis
una segunda incisión de 3 cm, a nivel distal y anterior, en directa (Fig. 17), y la cicatriz suele pasar desapercibida. En
el borde lateral del músculo bíceps, 1 cm por encima del los politraumatismos, las vías posteriores no pueden rea-
pliegue de flexión. Por una tunelización de la incisión en lizarse, debido a que requieren que el paciente se coloque
sentido proximal a distal, se desciende una placa de torni- en decúbito prono.
llos bloqueados y se aplica en la cara anterior del húmero.
El principio de osteosíntesis cumple los criterios descri- Osteosíntesis intramedulares
tos con anterioridad: alineamiento del foco de fractura,
atornillado distal y proximal con tornillos bloqueados, Existen diversas osteosíntesis intramedulares, tanto en
etc. Estas técnicas aún deben validarse con el paso del lo referente a su concepción biomecánica como a la vía
tiempo, pues las series actuales sólo cuentan con pocos de implantación humeral. Tienen en común el principio

EMC - Técnicas quirúrgicas en ortopedia y traumatología 7


E – 44-300  Cirugía de la diáfisis humeral: vías de acceso y técnicas quirúrgicas

A B
Figura 18.
A. Fractura del tercio medio del húmero izquierdo y parálisis radial. El acceso por vía lateral permite la exploración del nervio radial (en
este caso aparece seccionado) y la osteosíntesis con placa.
B. Mismo paciente después de la sutura del nervio radial.

respecto al troquíter para los clavos rectilíneos tras la


apertura longitudinal del manguito de los rotadores [30] .
El orificio se amplía con un punzón cuadrado curvo.
Una guía de fresado se introduce bajo control con el inten-
sificador de imagen. El paso a través del foco de fractura
1 2 3
suele ser complicado. Se deben evitar las falsas vías para
limitar el riesgo de lesión vascular o nerviosa, ayudándose
si es preciso con el intensificador de imagen. El fresado
debe ser sistemático para reducir la diferencia de calibre
entre los extremos proximal y distal, logrando un diáme-
Figura 19. Húmero derecho en visión superior. Se indican tres tro 1 mm superior al tamaño del clavo escogido. Al final de
puntos de penetración para el enclavado descendente. 1. Clavo la intervención, el lavado del punto de entrada del clavo
bloqueado; 2. clavo de Seidel; 3. clavo recto. permite eliminar los restos óseos de fresado que están en
contacto con los tendones del manguito. Los clavos son
del foco cerrado, con la consiguiente necesidad de reali- siempre de pequeño diámetro (7-9 mm). La longitud debe
zar un control radiológico intraoperatorio. Sólo se pueden escogerse de forma escrupulosa para garantizar una suje-
realizar después de haber confirmado la reductibilidad del ción distal del clavo y, sobre todo, para que quede a ras a
foco de fractura. nivel proximal: no debe sobrepasar el vértice de la cabeza
humeral, con el fin de que no lesione la cara profunda del
Enclavado centromedular manguito de los rotadores. El bloqueo proximal laterome-
dial percutáneo presenta un riesgo para el nervio axilar,
Principios generales que rodea el cuello quirúrgico del húmero a nivel poste-
El enclavado centromedular se utiliza para las frac- rolateral y llega a la cara profunda del músculo deltoides,
turas de la diáfisis humeral desde las publicaciones donde termina. Por tanto, hay que limitar las indicacio-
de Küntscher, quien describió, especialmente, un clavo nes y, si es preciso, emplear una funda para la broca que
descendente desde el vértice del troquíter y un clavo proteja las partes blandas hasta el hueso durante el uso
ascendente desde la fosita olecraniana. Las aplicaciones del motor. Sin embargo, dado que el nervio axilar se pro-
de esta técnica han aumentado gracias al impulso de Sei- yecta sobre el cuello quirúrgico, un bloqueo alto en plena
del con la promoción de su clavo con bloqueo distal por cabeza no presenta en principio riesgos neurológicos [7] .
expansión endomedular [25] , y después gracias al desarro- Para el bloqueo distal, el clavo de Seidel (Fig. 20) permite
llo de un enclavado que permite un bloqueo proximal y un enganche óseo por expansión de unas aletas mediante
distal, que controla mejor las tensiones rotatorias [26–28] . el retroceso de un tornillo distal axial retrógrado. Si no,
la colocación de un tornillo simple requiere un marco de
Enclavado anterógrado (Figs. 19 y 20) atornillado y, sobre todo, un control radiológico intrao-
El paciente se coloca en decúbito supino, en semise- peratorio para realizar un bloqueo a mano alzada, pues
destación, con la cabeza fijada a un cabecero y el brazo las falsas vías son frecuentes, pese al uso del marco anci-
sobresaliendo de la mesa, para situarlo en un apoyo espe- lar. Es obligatorio realizar un acceso quirúrgico corto para
cial. Todo el miembro se coloca en el campo quirúrgico, disociar las partes blandas hasta la cortical humeral, en
lo que permite la libertad de las maniobras de rotaciones la que se realiza una marca en la vertical del orificio del
y de retropulsión del hombro, facilitando la exposición clavo con un punzón cuadrado, para evitar que resbale la
de la epífisis proximal del húmero por delante del acro- broca. Algunos clavos tienen orificios anteroposteriores y
mion, así como el control radioscópico durante toda la otros, lateromediales. Esta técnica de bloqueo es difícil y
intervención. El acceso medular se realiza por una incisión requiere ser riguroso para evitar los problemas habitua-
anterolateral del hombro de 3-4 cm en el borde acromial, les: falsas vías, fracturas de la cortical o de la paleta distal
con discisión del deltoides. El punto de introducción ósea durante el descenso del clavo, bloqueo distal laborioso,
depende del diseño del clavo (Fig. 19): etc. (Fig. 21).
• extraarticular, lateral, en el vértice del troquíter para los
clavos bloqueados [29] ; Enclavado retrógrado [31–33]
• lateral, en la unión entre el cartílago y el tubérculo Para el enclavado en sentido distal-proximal, el
mayor, para el clavo de Seidel tras la apertura longitu- paciente puede colocarse en dos posiciones: decúbito
dinal del manguito de los rotadores en el intervalo [25] ; prono con el brazo situado sobre un apoyo corto y el
• en el propio eje de la cavidad medular, cuya proyec- antebrazo y la mano colgando, o en decúbito supino
ción lleva al cartílago epifisario cefálico, a nivel medial con el hombro en antepulsión y el codo flexionado al

8 EMC - Técnicas quirúrgicas en ortopedia y traumatología


Cirugía de la diáfisis humeral: vías de acceso y técnicas quirúrgicas  E – 44-300

A B
Figura 20.
A. Fractura espiroidea conminuta del tercio medio del húmero izquierdo, con 5 fragmentos.
B. Osteosíntesis mediante clavo de Seidel con bloqueo bipolar.

A B
Figura 21.
A. Fractura espiroidea del tercio superior del húmero derecho.
B. Osteosíntesis mediante clavo bloqueado con bloqueo bipolar.

máximo para liberar su cara posterior. El acceso a la cavi- tras localizar el orificio posteroanterior del clavo y reali-
dad medular se realiza por una incisión transtricipital zar la perforación de su trayecto. El bloqueo proximal se
medial supraolecraniana. Las fibras del tríceps se diso- realiza con uno o, mejor, con dos tornillos, que se colocan
cian para liberar la cara posterior de la diáfisis, 2-3 cm por del mismo modo a través de incisiones cortas. El bloqueo
encima de la fosita olecraniana. El punto de entrada en la proximal se efectúa mediante un marco de atornillado o
cavidad se marca inicialmente con un punzón cuadrado, a mano alzada.
en una localización estrictamente medial, realizando la
perforación sólo en la cortical posterior y ampliándola en Indicaciones quirúrgicas
sentido distal-proximal. Esto permite introducir la guía de Las indicaciones del enclavado centromedular tienen
fresado, cuyo trayecto a través del foco reducido se sigue unos límites anatómicos: las fracturas del cuarto distal dia-
mediante el intensificador de imagen. El fresado debe ser fisario. Todas las demás localizaciones, y en especial las
1-1,5 mm mayor que el diámetro del clavo escogido. Éste fracturas escalonadas, son indicaciones potenciales para
se introduce después de escoger su longitud de forma pre- un enclavado. El montaje debe ser estático, sobre un foco
cisa, pues debe quedar a ras del orificio de introducción con contacto cortical máximo. Por tanto, las fracturas por
distal y hay que impactarlo en la epífisis proximal. El blo- torsión constituyen una contraindicación relativa, pues
queo distal se realiza en primer lugar, a «mano alzada», obligan a ser muy riguroso al realizar la reducción (si la

EMC - Técnicas quirúrgicas en ortopedia y traumatología 9


E – 44-300  Cirugía de la diáfisis humeral: vías de acceso y técnicas quirúrgicas

reducción es difícil, debe sospecharse una incarceración en la cavidad medular. Este orificio de entrada se amplía
muscular, con un riesgo de seudoartrosis, sobre todo en con una pinza gubia; es ovalado, con unas dimensiones
el tercio proximal) y el bloqueo bipolar, que debe ser de 2 cm por 1 cm, y su extremo inferior se sitúa a 2 cm
sistemático para controlar bien las tensiones postopera- por encima de la fosita olecraniana. El nervio radial está
torias [5, 25] . En caso de parálisis radial preoperatoria, si se alejado varios centímetros en sentido superior y lateral,
establece la indicación quirúrgica, está indicado realizar mientras que el nervio cubital está más cerca.
una exploración del nervio y en estas circunstancias puede El acceso epicondíleo [35, 36] (Figs. 22 y 23) se realiza
plantearse la osteosíntesis con placa [21, 22] . por una incisión longitudinal, centrada estrictamente en
el relieve de esta apófisis. Los músculos epicondíleos se
Enclavado fascicular con agujas despegan varios milímetros del hueso; se penetra en la
cavidad medular dirigiendo el punzón cuadrado con una
Principios generales oblicuidad de 45◦ en sentido superior y ligeramente hacia
El enclavado fascicular con agujas, descrito hace 50 atrás, con un punto de entrada situado justo por encima
años por Hackethal, es una técnica de osteosíntesis de la apófisis; a continuación, el orificio se amplía a expen-
intramedular con foco cerrado, retrógrada y por vía sas de la arista posterolateral de la paleta humeral. En la
supraolecraniana: el relleno diafisario y el autobloqueo vía epicondílea lateral, el nervio radial está lejos. En cam-
mutuo del máximo número posible de agujas endome- bio, en el acceso epicondíleo medial, que se realiza según
dulares, su divergencia metafisoepifisaria proximal en el el mismo principio, el nervio cubital está muy cerca.
hueso esponjoso cefálico, así como la obstrucción de la Para poder llevar a cabo esta intervención, es obliga-
ventana de entrada cortical distal, aseguran la estabilidad torio que pueda realizarse la reducción de la fractura
del montaje. con el foco cerrado. Una vez obtenida dicha reducción
Técnica quirúrgica y mantenida por el ayudante o mediante la mesa ortopé-
Desde el punto de vista técnico, pueden emplearse dica, se efectúa la ventana de entrada y se lleva a cabo el
diversas variantes, tanto en lo referente al uso de mate- enclavado con las agujas de distal a proximal. El control
rial como de la vía de acceso. Sin embargo, el principio mediante el intensificador de imagen permite verificar
sigue siendo el mismo: reducción del foco cerrado bajo
control con intensificador de imagen y acceso distal
de la cavidad medular. El paciente puede colocarse en
decúbito supino, con el brazo apoyado en una mesa radio-
transparente y el intensificador de imagen situado a la
cabecera del paciente. Otra opción es el decúbito supino,
en semisedestación, como para la introducción de un 1
clavo anterógrado, o bien en decúbito lateral, pero con 2
el rayo del intensificador de imagen en horizontal; por
último, también es válido el decúbito prono, con el brazo
colgando fuera de un apoyo corto [34] .
El acceso a la cavidad medular puede realizarse por
encima de la fosita olecraniana, o de los epicóndilos lateral
o medial. El acceso olecraniano es el descrito por Hacket-
hal. Se efectúa por una incisión medial posterior, situada
2 cm por encima de la punta del olécranon, a lo largo
de 4-5 cm, incidiendo el tendón del tríceps en sentido Figura 22. Húmero derecho, cara posterior. 1. Orificio de
longitudinal. Con un punzón cuadrado dirigido en sen- entrada para el enclavado de Hackethal; 2. orificio de entrada
tido superior y lo más tangencialmente posible, se penetra para el enclavado supraepicondíleo lateral (De la Caffinière).

Figura 23.
A. Fractura del tercio medio del
húmero izquierdo.
B. Osteosíntesis mediante dos agujas
ascendentes por vía supraepicondí-
lea lateral.

A B

10 EMC - Técnicas quirúrgicas en ortopedia y traumatología


Cirugía de la diáfisis humeral: vías de acceso y técnicas quirúrgicas  E – 44-300

el paso del foco de fractura y la divergencia cefálica o bien el clavo se introduce directamente si es autoperfo-
de las agujas. Se pueden utilizar agujas de punta roma rante (Hoffmann, 3-5 clavos). En la parte distal, los clavos
(acero inoxidable, Aprill) o afilada (titanio, Métaizeau), pueden ser posteroanteriores, transtricipitales o laterales,
de gran diámetro (2,2 mm). El relleno de la cavidad paralelos al grupo proximal, supraepicondíleos, fijados al
endomedular debe ser máximo: hay que ascender las borde lateral del pilar de la paleta. Los clavos proximales se
agujas hasta que no puedan introducirse más. Las agujas colocan en primer lugar, tras lo que se realiza la reducción,
deben curvarse y después recortarse a ras de la ventana de que permite apreciar la posición del grupo de clavos dista-
introducción cortical: se debe encontrar un compromiso les. Por último, la barra o barras de unión conectan ambos
entre las posibilidades de extracción futura y la ausencia grupos de clavos; la modularidad del fijador debe permi-
de conflicto con las partes blandas. tir mejorar la reducción, antes de unir con solidez ambos
grupos de clavos. El montaje puede realizarse en mono-
Indicaciones quirúrgicas
plano o en marco. En todos los casos, el montaje debe
Se trata de una solución sencilla y barata para fijar las permitir un contacto estrecho entre los dos extremos dia-
fracturas humerales. El enclavado con agujas debe per- fisarios en las fracturas simples. La evolución puede estar
mitir una consolidación en 8-9 semanas. Sin embargo, el marcada por una infección en los orificios de los clavos,
rendimiento biomecánico del enclavado con agujas sigue que se debe prevenir mediante una limpieza diaria y, si
siendo modesto: el control rotatorio es escaso y la ausencia es preciso, mediante una desinfección cutánea alrededor
de contacto interfragmentario asociado a una moviliza- de los mismos. En caso de infección, se puede prescribir
ción precoz conlleva un riesgo de provocar de forma una antibioticoterapia, adaptada a los microorganismos
inevitable una seudoartrosis. Este modo de osteosíntesis encontrados en las muestras locales. La aparición de una
provoca una osteogénesis parecida a la que se observa des- osteítis en la zona del clavo obliga a extraerlo, e incluso
pués del tratamiento ortopédico, que se caracteriza por un a quitar el fijador. La consolidación requiere un período
callo perióstico considerable. En manos expertas y entre- prolongado (alrededor de 12 semanas). La mayoría de los
nadas, debido a su sencillez y a su rapidez de realización, autores señalan la repercusión sobre las movilidades arti-
algunas indicaciones parecen tener preferencia: politrau- culares del hombro y, sobre todo, del codo.
matismos, fracturas bifocales, codo flotante, fracturas
transversales, fracturas oblicuas cortas. Este método debe Indicaciones quirúrgicas
estar contraindicado para las fracturas demasiado distales,
muy conminutas y con un componente rotatorio. Ya se han precisado en el apartado de principios genera-
les. Debe recordarse que el fijador es un método de ajuste
a medio camino entre el tratamiento ortopédico y el trata-
Fijación externa miento quirúrgico, fácil de utilizar y que no contraindica
un tratamiento quirúrgico secundario. Por tanto, puede
Principios generales reservarse para las situaciones más difíciles: fracturas muy
La fijación externa sigue reservándose por lo general abiertas [42] , politraumatismos, etc.
para las lesiones muy abiertas o debidas a un traumatismo
por arma de fuego [37, 38] . Sus indicaciones se han ampliado
a algunas fracturas para las que ni el tratamiento quirúr-
gico ni el tratamiento ortopédico parecen aconsejables,  Casos especiales
bien por motivos generales (politraumatismos, control
de daños y cirugía en dos fases, etc.) o bien por razones Fracturas abiertas
de tipo local (lesiones cutáneas, fractura muy conminuta
extensa, etc. [Figura 24]). Los resultados descritos en la Suelen ser de estadio 1 de Gustilo. En las fracturas de
literatura son satisfactorios, aunque indican un retraso estadio 3, se debe preferir un tratamiento mediante fijador
mayor para lograr la consolidación. Sin embargo, se trata externo, como se acaba de exponer [42] .
de series en las que se describe el uso de un fijador externo
en los casos graves y complicados, para los que parece
lógico que la tasa de fracaso sea elevada. Se debe recordar
Fracturas con complicaciones vasculares
que el fijador es un tratamiento ortopédico mejorado, en La vía humeral medial se utiliza para la exploración y la
el que la consolidación se realiza en un hueso alineado, reparación de la arteria humeral. Si la osteosíntesis es fácil,
pero no perfectamente reducido. se afianza con una placa medial por esta vía común a los
Pueden utilizarse varios montajes, que dependen en dos equipos. En caso de fractura abierta de estadio 3 aso-
realidad del tipo de fijador empleado. De Bastiani [38] reco- ciada (herida por arma de fuego, gran destrucción tisular,
mienda un montaje estrictamente lateral, paralelo a la etc.), o si el tipo de fractura dificulta o impide la osteosín-
diáfisis, gracias a dos grupos de clavijas; Lenoble [39] acon- tesis con placa, se debe emplear un fijador externo. Una
seja un montaje mediante fijador de Hoffmann con barras vez lograda la estabilidad ósea, se realiza el procedimiento
oblicuas apoyadas en un grupo proximal de clavos fron- de reparación vascular [42, 43] .
tales lateromediales y un grupo distal de clavos sagitales
anteroposteriores.
Fractura con parálisis radial
[39–41]
Técnica quirúrgica La parálisis radial es la complicación más frecuente
El paciente se coloca en decúbito supino, con el brazo de las fracturas humerales recientes transversales o espi-
apoyado en una mesa radiotransparente y el hombro lige- roideas, sobre todo en las localizaciones bajas, con una
ramente separado en sentido lateral. prevalencia de aproximadamente un 12% [24, 44] . Su pro-
El intensificador de imagen se coloca a la cabecera del nóstico es favorable, pues en cerca del 90% de los casos
paciente. En caso de lesión abierta, el desbridamiento qui- evoluciona hacia la recuperación espontánea. Así, la
rúrgico es la primera etapa de la intervención. La zona de constatación de esta parálisis no es un argumento para
inserción de los clavos en el húmero sólo puede situarse proponer un tratamiento quirúrgico, y el tratamiento
en su cara lateral y/o posterior. En la parte proximal, la ortopédico mantiene toda su utilidad en las fracturas
zona de inserción es lateral: cada clavo requiere un acceso poco desplazadas. En las fracturas con parálisis radial
cutáneo muy corto. Después, a través del deltoides, que se que requieran una osteosíntesis, se debe explorar el ner-
disocia con pinzas y se protege con una funda, se taladra la vio en todo su trayecto lateral y anterior. Por tanto, las
cortical antes de la colocación de los clavos no transfixian- técnicas endomedulares con foco cerrado pierden su inte-
tes perpendiculares al eje diafisario (De Bastiani, 3 clavos), rés [21, 22] . La exploración en primer lugar del nervio se

EMC - Técnicas quirúrgicas en ortopedia y traumatología 11


E – 44-300  Cirugía de la diáfisis humeral: vías de acceso y técnicas quirúrgicas

Figura 24.
A. Fractura espiroidea del tercio medio del húmero
izquierdo, distal a una fractura proximal ya operada.
Complicaciones cutáneas (flictenas).
B, C. Osteotaxis mediante fijador externo de Hoff-
mann, con montaje en cuadro.

A B

realiza por vía lateral y después la osteosíntesis se lleva Seudoartrosis


a cabo mediante una placa lateral o anterior (Fig. 18).
Cuando el nervio está seccionado, es obligatorio reali- La seudoartrosis aséptica es la complicación más fre-
zar su sutura directa si el cirujano domina las técnicas cuente del tratamiento de las fracturas recientes de la
de microcirugía. Si conserva su continuidad, la palpación diáfisis humeral [43] . Su tratamiento es quirúrgico y se basa
y la estimulación eléctrica permiten apreciar sus posibi- en la estimulación de la osteogénesis (decorticación, rea-
lidades de recuperación: un nervio vacío no estimulable vivamiento del foco, injerto en caso de cirugía abierta,
debe repararse (sutura, resección-injerto); un nervio sim- fresado en caso de cirugía endomedular, compresión, etc.)
plemente contundido y estimulable debe a priori poder y una fijación estable y sólida (placa o clavo) que controle
recuperarse. bien las tensiones rotatorias [48–55] .
En caso de seudoartrosis secundaria a una cirugía
con placa, se propone una nueva osteosíntesis con
placa [51–53, 55] . La vía de acceso es la misma que la utilizada
Codo flotante [45–47] inicialmente, pero puede ser distinta si se prevén dificulta-
des debido a que la primera vía de acceso fue inadecuada
Se trata de una asociación en la que existe una frac- (Fig. 25). El acceso a cualquier foco de seudoartrosis
tura humeral y de los dos huesos del antebrazo (diafisaria diafisaria obliga a resecar el tejido fibroso interpuesto,
o metafisoepifisaria). Todos los autores coinciden en la abrir el conducto medular proximal y distal, y poner en
relevancia de la osteosíntesis de la diáfisis humeral, que contacto estrecho los dos extremos óseos. La decortica-
debe realizarse en primer lugar. Si las lesiones son muy ción de Judet es difícil desde el punto de vista técnico,
complejas (frecuentes en este cuadro de traumatismos de pero debe plantearse si las condiciones locales lo permi-
alta energía), se propone una fijación externa que salte ten. En el húmero, un acortamiento de 1-3 cm es una
por encima del codo. En las fracturas simples con esta- solución posible para lograr un mejor afrontamiento y
bilidad hemodinámica, está indicado realizar una cirugía «simplificar» el foco, sin que esto tenga consecuencias
mediante osteosíntesis a cielo abierto, con el paciente en clínicas notables. Es indispensable aportar tejido óseo
decúbito supino, colocando una placa en cada diáfisis en presencia de un foco atrófico y/o de una pérdida
fracturada. Si se trata de fracturas articulares proximales de sustancia ósea. La cresta ilíaca es el lugar donante
antebraquiales y humerales bajas, se puede efectuar una para el injerto autólogo esponjoso, que ha demostrado
osteosíntesis a cielo abierto con placas, en decúbito late- ser eficaz. En algunas pérdidas de sustancia significati-
ral por vía posterior englobando las epífisis y el húmero. vas y para las seudoartrosis reiteradas multioperadas, se
Después, si es preciso, se hace lo propio por vía anterior puede plantear una transferencia libre de peroné con
en decúbito supino englobando el radio. En cambio, en sutura microquirúrgica [52] . El acceso al foco de seudoar-
pacientes inestables, es posible llevar a cabo una osteosín- trosis se realiza según los principios de la osteosíntesis
tesis diafisaria mediante enclavado con agujas del húmero de las fracturas recientes. En estos casos, es indispensable
y del cúbito por la misma vía de acceso en decúbito supino utilizar una placa grande y, sobre todo, cuatro torni-
y, después, del radio mediante enclavado ascendente con llos de excelente sujeción por encima y por debajo del
agujas. foco (Fig. 25).

12 EMC - Técnicas quirúrgicas en ortopedia y traumatología


Cirugía de la diáfisis humeral: vías de acceso y técnicas quirúrgicas  E – 44-300

Figura 25.
A. Fractura transversal del tercio inferior del húmero
izquierdo. Luxación asociada del codo. Isquemia por
interrupción de la arteria humeral. Revascularización
por derivación con vena safena. Osteosíntesis «ligera»
por vía lateral, no adecuada. Seudoartrosis.
B. Revisión por vía posterior con olecranotomía: reti-
rada de la placa, reavivamiento, injerto ilíaco posterior
y osteosíntesis con placa en Y invertida.

A B

En caso de seudoartrosis secundaria a una cirugía endo- sin protección posible de las estructuras vasculares o ner-
medular, se propone realizar un fresado y enclavado (de viosas. En cambio, se puede proponer el enclavado con
un diámetro superior al precedente, si se trata de un cam- cementado en caso de osteosíntesis preventiva de una
bio de clavo), salvo en una seudoartrosis atrófica que osteólisis previa a una fractura. En estas circunstancias,
requiera un acceso para la decorticación y, en la mayo- el cemento se inyecta líquido con una jeringa de gran
ría de los casos, un injerto [56] . El montaje se realiza con tamaño, gracias a una sonda semirrígida, tras lo que se
compresión del foco y fijación bipolar estática, si es posi- impacta el clavo.
ble.
En las seudoartrosis secundarias a un tratamiento orto-
pédico o a una fijación externa, la cirugía a cielo abierto  Conclusión
o endomedular se puede proponer como alternativa [54] .
Las seudoartrosis sépticas se tratan en dos etapas clási- El tratamiento ortopédico de las fracturas de la diáfi-
cas. La primera consiste en: retirada de todo el material, sis humeral sigue siendo un método terapéutico utilizado
limpieza con toma de muestras bacteriológicas, fijación con mucha frecuencia, gracias a su baja tasa de compli-
externa y tratamiento antibiótico. En este contexto, se caciones, pues los callos viciosos suelen tolerarse bien.
puede realizar una resección ósea para llegar a una zona Se utiliza de forma preferente para las fracturas largas,
sana, con dos superficies corticales planas, fáciles de afron- bajas y poco desplazadas, incluso aunque exista una pará-
tar y de poner en compresión con un fijador externo. En lisis radial. Sin embargo, la duración del tratamiento y
tal caso, es preferible un montaje monoplano dinamiza- los progresos de la osteosíntesis hacen que se prefiera
ble para poner en compresión el foco de forma progresiva. con frecuencia la fijación ósea quirúrgica, que además es
Pasado un tiempo de la primera etapa y si la evolución sép-
tica es favorable, se lleva a cabo una revisión quirúrgica
como se ha descrito previamente, salvo si se ha logrado la
consolidación con el montaje mediante fijador.
“ Puntos clave
Fracturas patológicas [57] • Ante una fractura del húmero, se debe plan-
tear el tratamiento ortopédico, sobre todo en
La cirugía de las fracturas patológicas diafisarias se rea-
liza a cielo abierto si se conoce el diagnóstico tumoral. En las fracturas distales y largas, y deben conocerse
las fracturas metastásicas, la colocación de la placa debe sus contraindicaciones: fractura abierta, politrau-
ofrecer una estabilidad inmediata: puede asociarse a un matismo, traumatismo escalonado, paciente no
relleno de la osteólisis mediante cemento quirúrgico, con colaborador.
análisis histológico del foco de fractura. El cementado • Si se establece la indicación quirúrgica, las
requiere un acceso directo, un legrado del foco tumo- osteosíntesis con placa o con clavo son las dos téc-
ral y su inyección bajo control visual y protección de nicas de referencia. Los clavos no están indicados
los elementos vasculonerviosos. Este procedimiento es en las fracturas distales.
hemorrágico, no está desprovisto de consecuencias hemo- • El enclavado ascendente con agujas y el fijador
dinámicas y se plantea en función del estado general
externo pueden estar indicados sobre todo en los
del paciente. La radioterapia postoperatoria suele estar
indicada y sólo se inicia una vez lograda la cicatrización politraumatismos.
• En caso de parálisis radial, la recuperación es
cutánea perfecta. Éste es un argumento a favor de las
osteosíntesis endomedulares que no requieren más que la norma. Si se establece la indicación de un tra-
un acceso corto a distancia del foco metastásico. En tal tamiento quirúrgico de la fractura, no se debe
caso, no se recomienda el cementado del foco de fractura, explorar el nervio.
pues se puede producir una fuga de cemento sin control y

EMC - Técnicas quirúrgicas en ortopedia y traumatología 13


E – 44-300  Cirugía de la diáfisis humeral: vías de acceso y técnicas quirúrgicas

indispensable en algunas situaciones (politraumatismos, [20] Livani B, Belangero WD. Bridging plate osteosynthesis of
traumatismos escalonados, fracturas abiertas, etc.). Los humeral shaft fractures. Injury 2004;35:587–95.
dos tratamientos quirúrgicos de referencia siguen siendo [21] Alnot JY, Osman N, Masmejean E, Wodecki P. Les lésions
la osteosíntesis con placa y el enclavado centromedular. du nerf radial dans les fractures de la diaphyse humérale à
Cada una de estas técnicas tiene sus partidarios. Los resul- propos de 62 cas. Rev Chir Orthop 2000;86:143–50.
tados de ambas son buenos, siempre que se empleen de [22] AlnotHY, Le Reund D. Les lésions traumatiques du tronc du
forma muy rigurosa: la seudoartrosis tras un tratamiento nerf radial au bras. Rev Chir Orthop 1989;75:433–42.
quirúrgico puede resultar una complicación muy grave. [23] ElAyoubi L, KarmoutaA, Roussignol X, Auquit-Auckbur
Por último, la fijación externa y el enclavado centrome- I, MilliezPY, Duparc F. Transposition antérieure du nerf
radial dans les fractures du 1/3 moyen de l’humérus: bases
dular con agujas siguen siendo técnicas a medio camino
anatomiques et applications cliniques. Rev Chir Orthop
entre el tratamiento ortopédico y la fijación mediante
2003;89:537–43.
clavo o placa. Sólo deben reservarse para los casos de con- [24] Bostam O, Bakalinm G, Vainionpas S, Willila E, Patiaia H,
traindicaciones de las técnicas precedentes. Rokknen P. Radial palsy in shaft fracture of the humerus. Acta
Orthop Scand 1986;57:316–9.
[25] Kempf I, Heckel TH, Pidhorz LE, Taglang G, Grosse A.
L’enclouage verrouillé selon Seidel des fractures diaphysaires
 Bibliografía humérales. Rev Chir Orthop 1994;80:5–13.
[26] Schopfer A, Heam C, Malisano L, Powell JN, Keallam JF.
[1] Tytherleigh-Strong G, Walls N, Mcqueen MM. The epide- Comparison of torsionnal strength of humeral intramedullary
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C. Laporte, Praticien hospitalier, chef de service (c-laporte@ch-meaux.fr).


M. Thiong’o, Praticien hospitalier.
G. Kassab, Praticien hospitalier.
A. Atallah, Praticien hospitalier.
Service de chirurgie orthopédique et traumatologique, Centre hospitalier de Meaux, 6-8 rue Saint-Fiacre, 77104 Meaux cedex, France.

Cualquier referencia a este artículo debe incluir la mención del artículo: Laporte C, Thiong’o M, Kassab G, Atallah A. Cirugía de la diáfisis
humeral: vías de acceso y técnicas quirúrgicas. EMC Técnicas quirúrgicas en ortopedia y traumatología 2012;4(1):1-15 [Artículo E –
44-300].

Disponibles en www.em-consulte.com/es
Algoritmos Ilustraciones Videos/ Aspectos Información Informaciones Auto- Caso
complementarias Animaciones legales al paciente complementarias evaluación clinico

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