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Metodología de análisis
La siguiente investigación emplea un análisis cualitativo, pues lo que intenta
evidenciar son las prácticas de feminidad y masculinidad, que estarían presentes en la
narrativa infantil chilena. Así, la investigación se construye de la lectura de cuatro novelas
infantiles, todas ellas analizadas desde una perspectiva de género, para así cumplir con los
objetivos de ésta. Esta metodología de análisis se construyó a partir de las lecturas revisadas
en el marco teórico, es decir, con lo mencionado por Lamas, Bourdieu y Bonino. Lo que ellos
proponen, permitirán revisar en detalle lo escrito por las autoras y los autores chilenos, en
relación a las prácticas de feminidad y masculinidad que representan y reproducen en sus
líneas.
El corpus que se analizó corresponde a literatura infantil actual y son textos que se
enmarcan en un Chile contemporáneo, además relatan historias en donde la familia y las
relaciones de amistad tienen un rol fundamental.
Verónica la niña biónica, Mauricio Paredes
Es autor de más de una decena de libros, que han sido publicados en Argentina, Chile,
Colombia, El Salvador, España, México, Perú, Uruguay y Venezuela. Entre los más
reconocidos se encuentran La cama mágica de Bartolo (2002); ¡Ay, cuánto me quiero!
(2003); Verónica la niña biónica (2005); La familia Guácatela (2011), etc.
Verónica la niña biónica, fue publicado en el año 2005 y trata sobre el encuentro de Verónica
y de Mauricio, dos niños muy diferentes; una increíblemente excepcional y otro
absurdamente normal. Superpoderes y artefactos de la más alta tecnología dan pie para que
vivan interesantes aventuras en un tranquilo pueblo. Sin embargo, no todo es color de rosas,
juntos deberán superar las problemáticas que surgen en una amistad verdadera.
Análisis COLOCAR TÍTULO INTERESANTE!
Es notable ver como aparece en estas primeras líneas el protagonismo varonil, aún
cuando las acciones más interesantes son hechas por Verónica y, además, se podría esperar
que el protagonismo total fuera de ella, considerando que su nombre está en el título (quizás
sea mucho pedir).
(…) al final nadie del curso había querido acompañarlo. Porque era
demasiado temprano, porque a esa hora el río Porrazo soplaba un viento
congelante, porque no iban a pescar nada… <<Puras excusas>>, pensó
al emprender el paso. << ¿Cómo saben que no van a encontrar peces si
ni siquiera prueban suerte?>>
La validación de sí mismo ante los demás se realiza en el momento en que es capaz de
enfrentarse a su aventura, a enfrentarse a lo que los demás consideran un imposible, como
lo sería ir de pesca un domingo por la mañana a un río hostil o luchar junto a Verónica contra
los Malosos. De esto último, es importante enfatizar que Mauricio jamás se niega a los planes
de su amiga, aún cuando le parecen de lo más particulares. Por ejemplo, cuando el profesor
Godoy y la señorita Begoña están el río, los niños actúan de la siguiente forma:
La cita anterior explica la valentía que Mauricio debe adquirir en todo momento al
actuar junto a Verónica, aún cuando siente muchas dudas respecto a las acciones que ella le
incita a realizar. La problemática radica aquí en que él no expresa su sentir y simplemente
acata para, posiblemente, seguir con la proyección de un niño aventurero y valiente.
1
Paréntesis mío para hacer posible la comprensión total de la cita.
En algunas ocasiones él intenta mostrarse como un sujeto independiente, eficaz y
protector de los demás. Por ejemplo, “Le había dicho a su mamá que él mismo se las iba a
arreglar en la mañana, que no se preocupara” (pp.10). Sin embargo, esta actitud no es algo
permanente, ya que en la mayoría de las ocasiones sólo accede a las peticiones de Verónica
y clama la protección de ella: “(…) Mauricio tiritaba (…) – Protégeme, Verobiónica –
Suplicó Mauricio” (pp.57). En este sentido, se podría decir que su masculinidad hegemónica
sufre una dualidad con una masculinidad de ruptura, entonces, sería un personaje que muta
en algunas ocasiones.
En relación a los adultos de la historia, sólo se podría realizar una somera revisión,
ya que sus apariciones son mínimas. Sólo el profesor Godoy y el padre de Verónica están en
algunas páginas de la obra, mientras que el padre de Mauricio está completamente ausente
y sólo aparece en una ocasión.
Por un lado, el profesor Godoy es más bien típico y responde a lo que se espera de
él: es un hombre heterosexual, que tiene interés en formar un hogar, esto se puede decir ya
que él decide pedirle matrimonio a la señorita Begoña y se casa posteriormente con ella. Lo
que sí es relevante destacar, es que tiene una posición privilegiada respecto a la señorita
Begoña, él trabaja en un espacio público y se valida en él, como diría Bonino, se encontraría
en un lugar de mayor valor. En tanto, Begoña se encuentra en el espacio doméstico, y si
bien es profesora, más parece estar enfocada en ser una dueña de casa a la cual se le asignan
múltiples tareas: limpiar, pelar papas y además cumplir con el rol de profesora de Verónica.
Por otro lado, del padre de Verónica, se puede mencionar algo muy similar, es un
hombre que sigue las reglas de la masculinidad y actua de acuerdo a lo que se le exige, ser
un padre típico. Sin embargo, algunas veces presenta una dualidad con una nueva
masculinidad, ya que menciona que los niños son seres en igualdad de condiciones en
relación con los adultos. Se dice que esto es rupturista ya que, de acuerdo con Bonino, la
masculinidad hegemónica anula tanto a la feminidad como la infancia, al considerarlos como
seres inferiores.
En primer lugar, en relación con esta feminidad hegemónica se pueden hallar varios
personajes que la representan, sin embargo, hay uno
en especial que destaca sobre los otros: la madre de
Mauricio (ilustración 1). De ella se puede decir que
es una mamá modelo – tanto, que aún remienda
calcetines (pp.183) –, es acogedora, muy maternal,
siempre está en su casa y viste con un delantal de
cocina. Sin embargo, no parece representar una
figura de autoridad para él, ya que en una ocasión
cuando Mauricio llega tarde a su casa, intenta
castigarlo, pero se queda dormida, ella “trataba de
ser estricta, pero no le resultaba” (pp.81). La
imagen que se proyecta es de una madre
comprensiva y amigable, una buena madre.
Ilustración 1
Otro personaje que encarna esta feminidad
hegemónica es Begoña (ilustración 2), la institutriz
de Verónica. Si bien es descrita como “una
institutriz2” (pp.72) durante el desarrollo de la
historia más bien actúa como una empleada
doméstica o una madre sustituta; es quien cuida de
Verónica, le prepara sándwiches, limpia su
desorden y, además, le enseña diversas materias
escolares. Como se mencionó anteriormente, lo que
es importante destacar de este personaje, es que,
aunque ella es profesional, se valida en el mundo
doméstico, a diferencia de su pareja, el profesor
Godoy, que se desenvuelve en un lugar público.
Ilustración 2
2
El DRAE indica que institutriz es “f. Mujer encargada de la educación o instrucción de uno o varios niños en
el hogar doméstico.”
En relación a las niñas, por un lado, están las compañeras de colegio de Mauricio, su
hermana y, por otro, está Verónica. Las niñas del colegio si bien no representan con exactitud
un modelo hegemónico sí tienen algunas características como el ser validadas por su aspecto
físico, por ejemplo, de Silviana se realiza la siguiente descripción cuando Mauricio se queda
embobado observándola:
Silviana era la bonita del curso, la que a todos les gustaba. Tenía el pelo largo y
liso, y una trenza delgada que le caía sobre la frente y que se la acomodaba detrás
de la oreja cuando escribía. (pp.32)
El conflicto que Verónica, posiblemente, tiene con sus padres es lo que la lleva a
mentir e idear planes para acabar con ellos. En el relato se menciona que llegaron a este
pueblo para intentar salvar su matrimonio y para hacerle un bien a Verónica, creían que en
ese lugar ella podría “tranquilizarse” (pp.174).