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Chile ,27 de Febrero del 2010

La madrugada del sábado 27 de Febrero del 2010 exactamente a las 03:34 hrs. azotó a Chile
un sismo con características de terremoto de 8, 8 grados de intensidad en la escala de Richter,
que tuvo una duración de 2 minutos 45 segundos.
Según la NASA la energía liberada por este movimiento sísmico es equivalente a 100 mil
bombas atómicas de Hiroshima y produjo una redistribución de la masa terrestre del planeta,
que cambió la rotación e inclinó el eje terrestre en 2,7 milisegundos de arco (equivalente a 8
cm.) Se señala que este terremoto ha sido el quinto más grande de la historia de la Humanidad,
y tuvo su epicentro a 50 Km. al noreste de la ciudad de Concepción, y a 63 Km. al suroeste de
la ciudad de Cauquenes de la Región de Maule, frente a las costas entre Curanipe y
Cobquecura y a 47,4 kilómetros de profundidad bajo la corteza terrestre. Fue percibido en gran
parte del cono sur con diversas intensidades, desde Ica en Perú por el norte hasta Buenos
Aires y Sao Paulo por el oriente.En Chile alcanzó su máxima intensidad en las regiones del
Maule y del Bio Bio, la Macro Zona Centro Sur del País. El gobierno decretó zona de catástrofe
a las regiones de Valparaíso, O¨Higgins, del Maule, del Bio Bio, La Araucanía y Metropolitana.
(D.S. Nº150 de 27/02/2010)

El terremoto
Según el Servicio Geológico y Sismológico de EE.UU. (USGS), el terremoto de Chile tuvo
dos focos de liberación de energía. La fractura de la placa se originó en Cobquecura y
luego se dirigió al norte y en su trayectoria desencadenó un segundo epicentro a la altura
de Curicó, debido a que se encontró con una zona con energía contenida, lo que produjo
una segunda liberación de energía. Hacia el sur la situación fue diferente ya que el
terremoto de 1960 (de 9,5 grados, siendo el más grande del mundo) liberó tanta energía
que para Febrero 2010 no había transcurrido el tiempo suficiente para que ésta volviera a
producir un nuevo epicentro en esa zona.
De acuerdo a estudios preliminares basados en análisis satelitales efectuados por USGS,
es posible detectar y comparar que el continente sufrió cambios en la altura con respecto al
nivel del mar y en el desplazamiento en relación a sus coordenadas N y E. Tal es así que
Lebu y la Isla Mocha se elevaron 3,38 m., la isla Santa María se elevó 2,0 m., Concepción
se elevó 1,2 m., Talcahuano 1,5 m. Paradójicamente,
Cobquecura que es una de las localidades costeras más cercanas al epicentro no sufrió
una elevación, sino que por el contrario se generó un leve hundimiento. Más al norte la
localidad de Iloca se hundió y sus efectos se pueden apreciar a simple vista en el cambio
del curso en la desembocadura del río Mataquito. También se ha detectado cambios en los
trenes de olas en las playas de Pichilemu, tan apetecidas por los surfistas, producto de
modificaciones en la gradiente del fondo marino.

El terremoto desencadenó una tipología de efectos físicos muy recurrentes en el territorio,


que se asocian a riesgos naturales, entre los de mayor ocurrencia en casi todas las
ciudades y pueblos costeros de la región se pueden destacar y agrupar en dos tipos: a) los
procesos de remoción en masa como derrumbes y deslizamientos de terreno y
desprendimientos de rocas y
b) los procesos de asentamiento, hundimiento y ondulación por licuefacción del suelo.
Los primeros, de remoción en masa, están relacionados con los sectores de pendientes
fuertes, sean estos acantilados marinos, laderas de cerros y quebradas, siendo en algunos
casos procesos desencadenados por la acción antrópica (taludes
artificiales sin tratamiento). Cabe destacar que tanto las arcillas y el maicillo (esquistos y
granitos muy alterados) de la Cordillera de la Costa, como también las areniscas y
conglomerados de terrazas marinas secundarias y terciarias, son fácilmente erosionables y
vulnerable a los deslizamientos y derrumbes.
En los acantilados de la costa de Tomé, de la península de Hualpén y Tumbes y del Golfo
de Arauco, fueron procesos recurrentes con el terremoto, con mayor presencia en aquellos
formados por terrazas marinas. Estos derrumbes y grietas pueden ser fenómenos que se
activen con las lluvias invernales, debido a la mayor vulnerabilidad a la penetración del
agua y consiguiente saturación de las masas y bloques
inestables.
Con el sismo se activaron los procesos de remoción en masa de los acantilados y se
generaron grietas en la cabecera de los deslizamiento y derrumbes, son grites de tracción
en el borde superior del talud, denominadas también de coronamiento de los acantilados.
Estas grietas manifiestan la formación de nuevos escarpes, los que se pueden activar con
las fuertes lluvias.
Infraestructura vial afectada por
agrietamientos y asentamiento.

El edificio de Alto Río era una estructura de 15 pisos, con una altura de 38 metros y fue construido
en el 2009. En su eje largo medía 40 metros y en su eje corto 12 metros de ancho. La altura típica
de piso a piso era de 2,52 metros y el primer nivel era de 3,06 metros. Tenía dos sótanos para
estacionamientos, cada uno con una altura de 2,52 metros. El sistema estructural era tipo muro. La
relación del área de sección transversal de los muros con respecto al área en planta del edificio era
del 7%. La relación de los muros en dirección longitudinal (N-S) era de aproximadamente 3% y en el
sentido transversal (E-O) era de 4%. El espesor de pared típico era de 200 mm (8”). El promedio de
la cuantía de refuerzo vertical era 0,6% y en el refuerzo horizontal era de 0,3% en el primer piso. El
refuerzo estaba distribuido en dos mallas de acero. El espesor de la losa de entrepiso era de 150
mm (6”) de concreto reforzado. El concreto utilizado era de peso normal y tenía una resistencia a la
compresión f’c=48 MPa (6800 psi) obtenida a partir de ensayos de núcleos extraídos de muros
estructurales después del terremoto. La media de la resistencia a tensión fue de fy=480 MPa (70
ksi) y una tensión de rotura media fu=720 MPa (105 ksi), según informes IDIEM 2010.

El período del primer modo (dirección E-O) de oscilación fue de 0,5 s y el factor de participación
modal fue de 1,6 según Song et al 2011.
El terremoto de Maule del 27 de febrero del 2010 causó graves daños en 20 de los 102 edificios de
mediana altura en Concepción, Chile. Entre estos edificios se desplomó uno de 15 pisos (Alto Río)
de concreto reforzado con muros de corte. El edificio fue construido en 2009 siguiendo el código
chileno de 1996 (NCh433- 1996). Este es equivalente al código de construcción ACI de 1995 (ACI-
318 1995), excepto que se excluye los requisitos de confinamiento en los elementos de borde en
muros de corte. Este artículo describe las principales propiedades del edificio Alto Río utilizando
una serie de índices. Estas propiedades se comparan con otros cinco edificios con sistemas
estructurales y alturas similares, ubicados dentro de un radio de 3,7 km (2,3 millas) alrededor del
edificio Alto Río. Para este trabajo se realiza la siguiente pregunta: ¿cuál o cuáles características
hicieron a Alto Río diferente de los otros edificios? Descripción del movimiento sísmico El
movimiento sísmico del 27 de febrero del 2010 (terremoto en Maule, Chile) tuvo una magnitud de
Mw=8,8 (USGS 2010), el epicentro (35,909°S y 72,733°O, profundidad=35 km) se estima que se
ubicó a 105 kilómetros (65 millas) al noreste de Concepción. Las aceleraciones pico del terreno
fueron 0,40 g y 0,65 g y las velocidades pico del terreno 0,67 m/s (27 ”/s)

La demanda de desplazamiento espectral se estimó en aproximadamente 0,25 m (10”) utilizando el


método propuesto por Sözen (2003). Este espectro se ha asociado con una deriva media máxima de
1%. La capacidad a la flexión del edificio se calculó utilizando un análisis límite. Solamente se
calculó en la dirección transversal (E-O), ya que en esta dirección colapsó el edificio. Las relaciones
momento-curvatura fueron calculadas para cada eje estructural del edificio. El peso por unidad de
superficie del entrepiso se supone en 1000 kgf/m2 (205 psf). La carga axial que actúa sobre cada
sección de pared se calcula utilizando anchos tributarios iguales a la mitad de la distancia entre ejes
estructurales adyacentes. Se estudió dos mecanismos de falla de flexión. En el primero se asume
que se formaban rótulas en la base de las paredes del primer nivel. En el segundo se supuso que las
rótulas se formaron en la base de las paredes del segundo piso. Se asume que las losas de entrepiso
actuaron como vigas de acople y que la aceleración lateral es lineal, de acuerdo con Song et al
(2011).
Cinco edificios de concreto reforzado tipo muro fueron comparados con Alto Río: Alto Arauco, Alto
Huerto, Centro Mayor, Plaza del Río1 y Plaza del Río2. Para la comparación de estos cinco edificios
fueron establecidos una serie de parámetros como propiedades geométricas, detalles de refuerzo y
esfuerzos normales debidos a la carga axial y flexión. Se obtuvo resultados de ensayos a
compresión para Alto Río de 47 MPa (6800 psi) y Centro Mayor 56 MPa (8000 psi), pero no así para
los otros edificios. Luego, otros datos de f’c (en términos de la resistencia de un cubo de 200 mm)
fueron obtenidos para el Alto Río y Centro Mayor, 30 MPa (4350 psi) de muestras extraídas de las
fundaciones, del primer y segundo nivel. Para el resto de los edificios se especifica en planos 25 y
30 MPa. Se asume resistencias de 52 MPa (7500 psi) para todas las edificaciones distintas a Alto Río
y Centro Mayor bajo la teoría de ensayos de compresión utilizando cilindros de concreto. Un
parámetro manejado fue el índice de esfuerzo a la flexión propuesto por S.Wood (1989) para
identificar las paredes estructurales vulnerables a la fractura del refuerzo. Este sugiere que los
muros estructurales con índices menores a 15% tienden a presentar daños a tensión. Otros
parámetros se refieren a detalles estructurales (refuerzo de confinamiento y ubicación de
traslapos) y discontinuidades geométricas en la elevación de muros.

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