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UNIVERSIDAD NACIONAL
FEDERICO VILLARREAL
UNIVERSIDAD NACIONAL
FEDERICO VILLARREAL
SECCIÓN “E”
UNFV-FIC
SILVA, SANCHEZ, YENI PAOLA
UNIVERSIDAD NACIONAL FEDERICO VILLARREAL UNIVERSIDAD NACIONAL FEDERICO VILLARREAL
CHIMENEAS DE EQUILIBRIO
EL PROBLEMA DE LA ESTABILIDAD HIDRAULICA EN LAS CENTRALES
INTRODUCCION
Los saltos en derivación con galería de presión y chimenea, que son los que vamos a tratar en la
primera parte de este capítulo, se dan normalmente en el curso medio-alto de los ríos, donde los
embalses presentan una capacidad de acumulación notable, de carácter anual o a veces
hiperanual, con niveles variables a lo largo del año, y en donde la orografía del terreno permite en
muchos casos excavar en túnel la galería de presión, y hasta la propia chimenea, con un
consiguiente abaratamiento de los costes.
Hemos destacado la importancia del mercado eléctrico en la elección del tipo de central a
implantar, por el papel que éste desempeña en el presente y futuro de la energía hidráulica.
Vamos a detenernos a continuación un poco más en este tema, al tiempo que ello nos servir´para
introducir la problemática de la regulación en las turbinas, que será tratada en la segunda parte de
este capítulo.
Como es sabido, la demanda de energía eléctrica varía en cada momento, fluctuando diariamente
entre dos períodos punta y uno valle. Desgraciadamente, la energía eléctrica no es almacenable a
gran escala, lo que implica que debemos producir en cada momento exactamente la energía que
se está consumiendo.
La flexibilidad de la producción de los distintos tipos de centrales disminuye desde las centrales
hidráulicas a las nucleares, y dentro de las hidráulicas, como ya hemos dicho, desde las centrales
de pie de presa a las de agua fluyente. Ello significa que actualmente las centrales térmicas y
nucleares son utilizadas como centrales de base, y se reserva a Ias hidráulicas el papel de cubrir las
variaciones bruscas de demanda, y en particular, los períodos punta.
Ahora bien, el incremento de la demanda en el futuro va a acentuar el valor de las puntas con
respecto a la media, a pesar de todas las medidas por evitarlo (interconexión de las redes en alta,
discriminación horaria de tarifas, etc), lo que significa que vamos a necesitar cada vez más
centrales punta, esto es, centrales con gran rapidez de respuesta y con buenos rendimientos en un
amplio margen de potencias. Ahora bien, mientras las centrales equipadas con turbinas de gas u
otras tecnologías alternativas de características similares no mejoren sus prestaciones a costes
razonables, las puntas futuras deberán cubrirse aún por muchos años con centrales hidráulicas,
preferentemente con centrales de pie de presa, centrales reversibles y centrales provistas con
chimeneas de equilibrio.
d) La chimenea constituye una reserva de agua próxima a la central que permite acelerar o
decelerar el agua de la tubería más lentamente de lo que la turbina a veces requiere, reduciendo
la amplitud de las oscilaciones de presión.
En la práctica, existen diversos tipos de chimeneas, que podemos clasificar en simples (con
diversas variantes), de orificio, diferenciales, unidireccionales y cerradas. La figura muestra un
esquema de cada una de ellas.
En lo que sigue vamos a detallar, una por una, sus ecuaciones de comportamiento cuando se
establece una oscilación en masa entre el embalse y la chimenea, provocada por una variación
brusca de la carga de la turbina.
Para simplificar el estudio, admitiremos en todos los casos las siguientes hipótesis:
sobrepresiones por golpe de ariete son absorbidas totalmente por la chimenea, de modo que el
estudio del conjunto galería-chimenea se puede independizar del estudio de la tubería forzada.
3. Las pérdidas en la galería y puntos singulares durante el transitorio pueden evaluarse según las
mismas expresiones válidas para el régimen permanente.
De no.cumplirse la hipótesis primera en algún caso, habría que acoplar las ecuaciones del golpe de
ariete con las de la chimenea, como ya se vió en el Capítulo 11, y estudiar simultáneamente los
transitorios en la tubería forzada junto con las oscilaciones en la chimenea. Ello plantea fuertes
problemas a la hora de elegir un tiempo único de integración para todo el transitorio (Fullana,
1977), por lo que la referida hipótesis será adoptada siempre que resulte posible.
Chimenea simple.
Chimenea diferencial.
La chimenea diferencial, Figura .también conocida como chimenea Johnson, consiste en dos pozos
piezométricos de diferente sección, usualmente uno dentro del otro, de modo que el flujo entra y
sale libremente del pozo interior, mientras que el paso al pozo exterior se encuentra estrangulado
como en una chimenea de orificio. En ocasiones, ambos pozos pueden construirse
separadamente, aunque próximos, por consideraciones económicas.
La chimenea diferencial combina las ventajas de las anteriores, pues mientras que el pozo
piezométrico interior actúa como una chimenea simple, el recinto exterior lo hace como una
chimenea de orificio. Las aceleraciones y deceleraciones en la galería son más lentas que en una
chimenea con orificio y más rápidas que en una simple, de modo que el diámetro de la chimenea
exterior puede reducirse con respecto al de una chimenea simple equivalente. Por otra parte, las
condiciones de regulación de la turbina no son tan adversas como en una chimenea de orificio.
Ante una perturbación en la turbina, la respuesta de la chimenea interior es más rápida que la
exterior, pudiendo llegar a desbordarse sobre ésta o, por contra, vaciarse. En un buen diseño, sin
embargo, la chimenea exterior deberá tener capacidad suficiente para no desbordar a su vez, en el
primero de los casos, y para aportar el agua necesaria a fin de evitar la entrada de aire, en el
segundo.
Chimenea cerrada.
Cuando los caudales turbinados son modestos o la topografía del terreno no favorece el trazado
en 'L' de las conducciones para situar adecuadamente una chimenea abierta, la chimenea cerrada
puede ser una buena solución, Figura 13.2 i). Asimismo, es muy empleada para proteger la
descarga de la turbina en una central subterránea.
En este caso, al desaparecer la limitación de la altura, la chimenea se ubica lo más próxima posible
a la central. Si se supone que el aire encerrado evoluciona según una politrópica, las ecuaciones de
comportamiento de este tipo de chimenea serán, conforme a la nomenclatura de la Figura 13.6:
Chimeneas múltiples.
c) En una descarga en túnel como la de la Figura 13.1, propia de una central subterránea. La
segunda chimenea mejora las condiciones de regulación de la turbina, y/o bomba si fuera
reversible.
Las ecuaciones de gobierno de estos sistemas múltiples pueden derivarse fácilmente a partir de las
ecuaciones ya vistas anteriormente, por lo que no entramos aquí en su análisis, dada además la
multiplicidad de casos particulares posibles.
Primeramente vamos a indicar en qué condiciones está justificada la presencia de una chimenea.
1. Siempre que la reducción del golpe de ariete provocada por la chimenea abarate el coste
del conjunto tubería forzada-chimenea.
Una vez justificada su presencia y elegido el tipo de chimenea, su diseño comienza determinando
la sección transversal necesaria para satisfacer los siguientes requisitos:
2. La chimenea no debe rebosar en una desconexión brusca del grupo a potencia nominal y
con el embalse al nivel máximo, a menos que se haya previsto un rebosadero.
3. No debe vaciarse (esto es, el nivel del agua no debe alcanzar la generatriz superior de la
galería), para la máxima aceptación de carga posible, con el embalse al mínimo nivel.
Para cumplir la primera consideración, algunos autores como Jaeger (1977) proponen adoptar 1,5
veces la sección de Thoma para una chimenea simple y 1,25 para una chimenea con orificio o
diferencial, mientras que para una chimenea cerrada, se suele incrementar en un 50% la sección
crítica. En la práctica, la condición de estabilidad deberá ser comprobada numéricamente para
cualquier sección propuesta, teniendo en cuenta la variación del rendimiento de la turbina con la
apertura del distribuidor, y la limitación de apertura máxima de éste. Si la atenuación de las
oscilaciones resultara muy lenta, la sección deberá aumentarse, y si fuera muy rápida, puede
entonces disminuirse.
Asimismo, conviene determinar numéricamente, una vez elegida la sección, el nivel máximo
alcanzable de acuerdo con el requisito 2. Si fueran varios los grupos en operación, deberá
suponerse la desconexión simultánea de todos ellos, situación que puede darse en la práctica.
Las condiciones para verificar el requisito 3 son, en cambio, más discutidas, pues depende de las
maniobras previstas para el enganche del grupo a la red. Algunos autores sugieren adoptar como
hipótesis de trabajo una carga del 50% del valor nominal, pero será el proyectista quien deba fijar
finalmente las condiciones de ensayo.
CONCLUSION
La problemática del regulador de la turbina y el cálculo de la tubería forzada tan solo se han
esbozado, dado que un análisis más profundo hubiera requerido una extensión que excede de los
límites que nos hemos marcado al plantear este texto.