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Tema VI. LOS TRIBUNALES ESPANOLES. . . . . 159 I. LA orGANIZACIGN DE LOS TRIBUNALES ESPANOLES . . 159 1. Excesos en el contenido de la Lory de 1° de julio de 1985... . noe soe 159 2. Sistematica de esta exposicion woe ee ee 161 1) El Tribunal Supremo. . . . . . . . 61 2) La Audiencia Nacional . . . . . . . 164 3) Los Tribunales Superiores de Justicia . 167 4) Las Audiencias Provinciales, Sus mdltiples com- petencias . . woe ee eee A 5) Los Juzgados de Primera Instancia e Instruc- ci6n se. wee ee ee 173 6) Los jueces de lo penal | | soe 17 7) En materia contencioso-administrativa . . . 178 8) En materiasocial . . . . . . . . . 178 9) En materia penitenciaria . 2 2. 2. . . 479 10) En materia de menores . « 180 11) El problema de los jueces de pelgrosidad . 180 12) Los juzgadosde paz. . » 181 13) Los jueces en régimen de provision temporal | 186 If. Los AUXILIARES Y COOPERADORES DE LOS TRIBUNALES EN LA OBTENCION DE LA JUSTICIA. . . . . . +) 187 A) Idea general . 2 2 2 2 2 we ee 18 B) Régimen . . oe eee 188 C) Condiciones de ingreso en los “‘cuerpos auxiliares” al servicio de la administracién de justicia . . . 188 D) Correcciones disciplinarias . . . . . . . . 190 Tema VI LOS TRIBUNALES ESPANOLES 1. La oRGANIZACION DE LOS TRIBUNALES ESPANOLES 1, Excesos en el contenido de la LOP] de 1° de julio de 1985 La Ley Organica provisional del Poder Judicial de 15 de septiembre de 1870, una gran obra legislativa de la “gloriosa”, a la cual se vinie- Ton afiadiendo desde entonces, leyes complementarias, suplementarias, derogatorias, especificativas, normas de inferior categoria dispuestas sin tener en cuenta las de mayor, a centenares (Plaza), causando asi un tremendo desorden, tras algunos desafortunados anteproyectos, fue de- rogada por la de 1? de julio de 1985; la cual, a su vez, ha sido com- pletada por una indispensable “Ley de planta” de los tribunales, que en la misma ya se anunciaba reiteradamente, por una ley de reforma de la legislacién tutelar de menores, del proceso contencioso-adminis- trativo (que ya esté promulgada, 28/12/1988, cuando esto corregi- mos, noviembre de 1989), de conflictos jurisdiccionales y del jura- do (también en marcha, desde hace tiempo, y con cambios de rumbo notables segiin nuestras noticias, sus borradores); ello mas una serie de “reglamentos” emanados del gobierno (disposicién adicional primera-2) que, como reglas de tipo inferior, nunca podran afectar a los derechos y obligaciones expuestos en la misma LOPJ (TC, 29 de julio de 1986) por lo cual, se anuncia igualmente otra nueva serie de leyes organicas, sin las cuales la LOPJ no podra funcionar, “directamente”, so pena de hacerlo entre continues conflictos, agravados por el carater y com- petencias de los nuevos Tribunales Superiores de Justicia, la supresién de los Juzgados de Distrito, etcétera. Habiendo dedicado otra obra a comentar criticamente esta desafor- tunada LOP] (nuesttos Comentarios a la Ley Orgénica del Poder Ju- dicial, Madrid, EDERSA 1986) aqui, haremos una exposicién sucinta de la organizacién judicial, tal como en dicha Ley se prevé,. sin pro- 160 VICTOR FAIREN GUILLEN nosticar acerca de los conflictos de derecho transitorio que pueda crear, ni de los efectos que esté surtiendo la supresién de un “escalén” jurisdiccional tan importante como “era” —y es, en la practica, toda~ via~ el de los “Juzgados de Distrito” (Disposicién Transitoria terce- ra-I y 34, cuya relacién no se entiende bien), etcétera. Y vayamos a esa “somera exposicién”. Pese a nuestra intencién de no hacer aqui critica, no podemos abs- tenernos de emitir de nuevo nuestra opinién, de que, la LOPJ, se ha excedido en su campo de accidn, incluyendo, sobre todo en su libro III, numerosas disposiciones, no organicas, sino procesales; con lo cual, el legislador, sin mas explicacién que una simple alusién a la Constitu- cién [“que en este punto entendemos fue mas alla de Jo que una norma de tal rango debe ir, introduciéndose y comprometiéndose en problemas de planteamiento histérico en ocasiones ya alteradas en el derecho com- parado mas progresivo”: y aqui la alusién es al Cédigo procesal uni- tario de Suecia (1942-1948); el que quiera comprender el sentido de nuestra frase aqui entrecomillada, que lea nuestros trabajos sobre el tema, muy numerosos desde 1950], ha tomado posici6n ante el trascen- dental problema de la posible “‘unificacién —parcial, léanse mis traba- jos citados en dichos Comentarios, pp. 21 y ss., en notas— del proce- so”; tomando un camino, a nuestro entender erréneo, de concentrar “normas susceptibles de unificacién en una futura ley procesal general”, en la misma LOPJ, pese a su cardcter no organico, sino procesal; toda una serie de tales normas, Con Jo cual parece eliminarse el progreso hacia la soluci6n que veniamos preconizando fundadamente como mas adecuada —la de Suecia—; error —a nuestro entender, siempre sus- ceptible de ser discutido— que ya pusimos de manifiesto desde 1966, en publicaciones reiteradas, y que parece ha sido finalmente compren- dido, y a deshora, por algtin elemento personal del actual (1991, “pa- sado") Ministerio de Justicia. Ademés, algunas de sus normas ~p. ej., la del articulo 241 ("Las actuaciones judiciales realizadas fuera del tiempo establecido sélo po- draén anularse si lo impidiera la naturaleza del término 0 plazo")—~ Proyectan una nota de “indeterminacién procedimental” sobre el pro- ceso; si se sigue el erréneo camino que, a su vez siguié una serie de juristas ~sobre todo, alemanes de los siglos XVI al XVIII— volvere- ‘mos al tristemente famoso “juicio sumario indeterminado”, frase con la cual, pese a otras interpretaciones, se pretendia crear un “proceso sin procedimiento”.

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