You are on page 1of 4

Lucas 2:1-5

Por aquellos días se promulgó un edicto de César Augusto,


mandando empadronar a todo el mundo. Este fue el primer
empadronamiento hecho por Cirino, gobernador de Siria. Y
todos iban a empadronarse, cada cual a la ciudad de su
estirpe. José subió también de Galilea de la ciudad de Nazaret,
a Judea, a la ciudad de David que se llama Belén: pues era de
la casa y familia de David, para empadronarse, con María, su
esposa, la cual estaba encinta. (vv. 1-5)

Beda
Así como el Hijo de Dios, viniendo en carne mortal, nace de
una Virgen, dando a entender cuánto le agrada la virtud de la
virginidad, así también viniendo al mundo en tiempo de paz
enseña a buscarla, dignándose visitar a los que la aman. No
pudo haber una señal más clara de la paz que la de reunir a
todo el mundo bajo un solo cetro, cuyo moderador Augusto,
hacia el tiempo del nacimiento del Señor reinó con tanta paz
durante doce años, en que, pacificadas las guerras en todo el
mundo, pareció que se cumplía al pie de la letra el vaticinio del
profeta, y por esto dice: "Por aquellos días se promulgó un
edicto", etc.

Griego
Nació Jesucristo cuando habían dejado de existir los príncipes
de los judíos y había pasado su imperio a los emperadores
romanos, a quienes los judíos pagaban tributo. Así se cumplió
la profecía que había anunciado que no faltaría un príncipe de
la descendencia de Judá hasta que viniera el que había de ser
enviado (Gén_49:10.). Pero César Augusto -en el año cuarenta
y dos de su reinado- publicó un edicto mandando empadronar a
todo el mundo para que pagase tributo, cuyo encargo había
confiado a Cirino, a quien nombró presidente de Judea y de
Siria. Dice, pues: "Este fue el primer empadronamiento", etc.

Beda
Dice que este empadronamiento fue el primero, o porque
comprendió a todo el mundo -constando como consta que
muchos puntos de la tierra habían sido empadronados otras
veces en particular-, o porque se llevó a cabo cuando Cirino fue
enviado a Siria.

San Ambrosio
Con toda oportunidad se dice el nombre del presidente para
señalar la época en que tuvo lugar, porque si se inscriben los
nombres de los cónsules en las tablas de los contratos ¿con
cuánta más razón debe inscribirse también el tiempo de la
redención de todos?

Beda
Por disposición superior se hizo la inscripción del censo de tal
modo que se mandaba que cada cual fuese al pueblo donde
había nacido, conforme con lo que sigue: "Y todos iban a
empadronarse, cada cual a su ciudad". Por lo cual sucedió que
nuestro Señor fue concebido en un sitio y nació en otro, para
evitar así con más seguridad el furor de Herodes. Y prosigue:
"José subió también de Galilea", etc.

San Juan Crisóstomo, in diem natalem Christi


Augusto dio este edicto por disposición de Dios para servir a la
presencia de su Unigénito. Porque este edicto obligaba a la
Madre a ir a su patria, que ya habían anunciado los profetas,
esto es, a Belén de Judea. Así es que dice: "A la ciudad de
David, que se llama Belén".

Griego
Por esto añade "a la ciudad de David", para anunciar que se
había cumplido ya la promesa que Dios hizo a David (que había
de nacer de su descendencia el rey inmortal de los siglos). Y
prosigue: "Como era de la casa y familia de David". Como José
era de la descendencia de David, ha querido decir el
evangelista que la Santísima Virgen también era de la misma
familia, porque la ley divina mandaba que se casasen los
descendientes de una misma familia, por esto dice: "Con María,
su esposa", etc.

San Cirilo
Dice, pues, su esposa, insinuando que no estaban más que
desposados cuando se verificó la concepción, porque la
Santísima Virgen no concibió por obra de varón.

San Gregorio Magno, homiliae in Evangelia, 8


En sentido místico se empadrona el mundo cuando ha de nacer
el Señor, porque aquél que aparecía en carne mortal, debía
inscribir a sus escogidos en la eternidad.

San Ambrosio
Y cuando se trata de la inscripción temporal, se comprende
también la espiritual, no para el Rey de la tierra, sino para el del
cielo. Esta profesión de fe es el censo de las almas, pues
abolido el antiguo censo de la sinagoga, se preparaba el nuevo
de la Iglesia. Finalmente, para que se comprenda que este
censo no es obra de Augusto, sino de Cristo, se manda a todo
el mundo que se inscriba. ¿Quién, pues, podría exigir el
empadronamiento de todo el mundo, sino aquél que tiene
dominio sobre todo el orbe? Pues el mundo no es de Augusto,
sino que "del Señor es la tierra", etc. (Sal 23).

Beda
Cumplió perfectamente el nombre de Augusto, porque deseó
aumentar los suyos, siendo poderoso para aumentarlos.

Teofilacto
Era también conveniente que desapareciese el culto de
muchos dioses por medio de Jesucristo, y que sólo fuese
adorado el único Dios.

Orígenes, in Lucam hom. 11


Parece que en esto se da a conocer la figura de un sacramento
a quien la medite con atención. Porque en el censo de todo el
mundo fue conveniente que figurase Jesucristo puesto que,
como había de santificar a todos, debía ser contado en el censo
del universo general, para ponerse en comunidad con él.

Beda
Así, pues, como cuando mandaba Augusto, y siendo presidente
Cirino, iban todos a sus pueblos para inscribirse en el censo,
así ahora, mandando Jesucristo por medio de sus doctores (los
jefes de la Iglesia), debemos inscribirnos en el censo de la
justicia.

San Ambrosio
Esta es, pues, la primera declaración de las almas al Señor,
para quien todas se declaran. Hecha no a la voz de un pregón,
sino del profeta que dice (Sal_46:2): "Naciones todas, dad
palmadas de aplauso". Por último, para hacer ver que el censo
se hace con justicia, vienen a obedecerlo José y María, esto es,
un justo y una virgen; aquél, que había de proteger al Verbo y
ésta que había de darlo a luz.

Beda
Nuestra ciudad y nuestra patria son la eterna felicidad, a la cual
debemos ir, creciendo todos los días en las virtudes. La Iglesia
Santa con sus doctores, abandonando el trato mundano, que
es lo que significa Galilea, y subiendo a la ciudad de Judá, que
significa confesión y alabanza, paga el censo de su devoción al
Rey eterno. Y, a semejanza de la bienaventurada Virgen María,
nos concibe virgen por obra del Espíritu Santo. Desposada con
Cristo por El, unida de una manera visible al pontífice -su jefe-
es colmada de la invisible virtud del Espíritu Santo, dando a
entender con su mismo nombre que los esfuerzos del maestro
que habla nada valen si, para ser entendido, no recibe el auxilio
de la gracia divina.

You might also like