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Técnicas de preparación y/o recuperación de suelos degradados:

En la actualidad, prácticamente el 100% de la superficie bonificada vía ley de fomento forestal se


realiza empleando técnicas de preparación de suelos (subsolado, subsolado con camellón, casillas
manuales, casillas mecanizadas) y técnicas de recuperación de suelos, (principalmente mediante
zanjas de infiltración, canales de desviación, diques de madera, microterrazas manuales, entre
otras.)

ENMIENDAS ORGÁNICAS PARA MITIGAR PROPIEDADES EDÁFICAS ADVERSAS

- Textura: Sobre suelos arenosos, limosos o esqueléticos, la enmienda orgánica aumenta la


capacidad de almacenamiento de agua. En suelos arcillosos se mejora la infiltración, percolación y
la formación de costras. Para mejorar las limitaciones derivadas de la textura se aconseja aplicar
2,2 t/ha en los 8 cm superiores de suelo.

- PH: En suelos con pH altos (>8,4), la materia orgánica puede reducirlo indirectamente, al
favorecer la infiltración y la percolación y el lavado.

- Sodicidad: Materia orgánica cultivada o mezclada en los 15-30 cm superiores reduce los efectos
del sodio. La dosis a plicar en este caso es de hasta 4,2 t/ha en los 20 cm superficiales.

- Salinidad: Al favorecer la percolación (en sitios semiáridos) se produce una reducción de la


salinidad.

- Niveles de nutrientes: Juega un papel importante en el suministro de nutrientes, sobre todo en


ausencia de tierra vegetal. Los materiales de estéril contienen niveles suficientes de
micronutrientes, pero no de N y P. La materia orgánica es fuente y vehículo de retención de los
nutrientes. Sin embargo la enmienda orgánica no es un método adecuado de fertilización: 1kg de
estiércol de vaca contiene 5 g de N, 2,5 g de K y 2,5 g de P.

- Nivel de materia orgánica: La materia orgánica puede separarse en dos fracciones generales:
estable y dinámica. La materia orgánica dinámica se puede incrementar mediante el cultivo o la
enmienda. La materia orgánica adicionada ha de tener una relación C/N de acuerdo con el objetivo
de la revegetación. Las leguminosas tienen relaciones C/N más bajas. La paja y los residuos
forestales muy altas (hasta 2000:1). Las cantidades de enmienda para aportar nutrientes y mejorar
las propiedades físicas de los suelos empiezan a partir de 0,5 t/ha. Los métodos mecánicos de
aplicación son los mejores. El material debe ser incorporado en los 15 cm superiores del suelo.
Una técnica reciente consiste en cortar y trocear la biomasa vegetal antes de retirar la tierra
vegetal, la cual se incorpora a la misma, descomponiéndose y mejorando sus condiciones.
TIPOS DE MATERIA ORGÁNICA QUE SE PUEDE APLICAR

- Enterrado en verde de residuos de la cosecha: La tasa de descomposición es más alta que si se


dejan sobre la superficie del suelo. Y se incrementa la infiltración y el control de la erosión. Las
raíces que se descomponen in situ son fuentes importantes de C y al descomponerse mejoran la
estructura del suelo.

- Estiércol animal: Aporta numerosos micronutrientes y es una excelente fuente de materia


orgánica. Mejora la infiltración, incrementa el intercambio de CO2 y el contenido en materia
orgánica. Contiene entre un 50-80% de agua y un 20-50% de sólidos volátiles, por lo que una
aplicación de 10kg/ha suministra de 1 a 4 kg de materia orgánica.

- Combinación de turba y fertilización mineral: La turba aumenta la capacidad de


almacenamiento de agua, la aireación, la infiltración, facilita la retención de los nutrientes en
forma disponible por las plantas, favorece la penetración de las raíces, etc.

- Residuos urbanos: Contienen un 50% de materia orgánica, por lo que pueden ser importantes
para construir y mantener la fertilidad de los suelos. Pueden ser aplicados en forma líquida o
sólida. Existen algunas reservas para su aplicación derivadas del contenido en metales pesados,
tóxicos para las plantas, que pueden ser así introducidos en las cadenas tróficas. También pueden
aumentar la salinidad.

- Residuos forestales: En teoría puede causar un efecto depresivo sobre el crecimiento vegetal al
inmovilizar el N. Pero parece que la inmovilización es ligera. No obstante se recomienda añadir N
con el residuo forestal.
MEDIDAS DE MANEJO PARA LA RECUPERACIÓN DE LOS SUELOS

El suelo es uno de los elementos que presenta mayor dificultad para su recuperación, debido a la
gran pérdida de los materiales fino granulares como los limos, arenas limosas, limos arenosos y la
materia orgánica que existen en las capas superficiales de los suelos y que son removidos y
lavados en el desarrollo de la actividad minera, además de la pérdida de nutrientes. En este
sentido las medidas de mitigación en este componente deben ser contempladas durante la
extracción minera y una vez esta actividad haya terminado.

MEDIDAS DE MANEJO DEL SUELO DURANTE LA EXTRACCIÓN MINERA

En el momento de la remoción del suelo, para extraer los metales, se recomienda la destinación
de un área para el depósito de la materia orgánica y los limos para su posterior reutilización. La
capa de tierra vegetal y la capa mineral alterada (Horizontes A y B), deben necesariamente
retirarse y almacenarse de manera adecuada, para emplearse en la restauración final, para lo cual
se requiere tener en cuenta las siguientes recomendaciones (véase Tabla 2):

 Realizar estudios previos para determinar las características y condiciones del suelo natural:

a) Es importante realizar observaciones previas al disturbio para determinar las características


topográficas de la zona, el curso de las corrientes de agua, el tipo de vegetación y pendientes del
terreno, entre otros. Con el fin de reacomodar el suelo a restaurar lo más parecido a su estado
natural.

b) Se debe realizar un estudio geotécnico e hidrogeológico para determinar las características


fisicoquímicas del suelo, las cuales se deben tener en cuenta en el momento de la restauración
para los posibles préstamos de suelos requeridos en el cubrimiento de las áreas a restaurar,
cuando los suelos guardados sean insuficientes.

 Acopio del suelo retirado:

a) Lo ideal es que el tiempo entre la retirada del suelo y su reutilización sea el mínimo y de ser
posible que la restauración se aplique de manera simultánea.

b) Cada tipo de suelo retirado debe acopiarse por separado para preservar sus características
originales. Esta operación es especialmente importante, ya que de su éxito dependerá la
disposición de materiales adecuados para la restauración.

c) Para garantizar las características de los suelos, se deben construir pilas de acopio retiradas de
corrientes de agua que puedan inundar el suelo y por ende perder sus propiedades, para el caso
de la capa orgánica se recomienda el establecimiento de una cobertura vegetal que reduzca la
compactación y mejore la composición. Además debe cubrirse de la intemperie tapándolos para
protegerlos de los rayos solares, de la precipitación y el viento (Figura 11). Cabe mencionar que las
medidas propuestas corresponden al cálculo realizado para una explotación de 1 hectárea, sin
embargo para áreas más grandes, estas dimensiones deben ser proyectadas de manera
proporcional.

d) La altura de los depósitos no debe superar los 2.5 m, con un ángulo de reposo que impida el
derrumbe del material acopiado.

e) Si el periodo de acopio supera los 6 meses es muy


importante el abono con especies que permitan
mantener las características biológicas y la aireación del
suelo vegetal; la capa mineral con menos valor biológico
no requieren este mantenimiento ya que son pobres en
humus, de ahí la necesidad de almacenarlos por
separado.

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