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INGENIERÍA MECATRÓNICA

ASIGNATURA:
FISICA PARA INGENIERÍA
TRABAJO:
TEORÍA GENERAL DE LA RELATIVIDAD

CATEDRATICO:

DR. JOSÉ ÓSCAR ZARATE CORONA

PRESENTA:

ABEL NOHPAL BRIONES

GRADO Y GRUPO: 5° F

08 DE ABRIL DE 2018
EL PRINCIPIO DE LA RELATIVIDAD
Puede resultar sorprendente, pero históricamente el Principio de la Relatividad es mucho más
antiguo que la Teoría de la Relatividad, incluso más antiguo que la mecánica clásica de Newton.
Fue formulado por Galileo Galilei (1564 - 1642) alrededor de 1600, como un argumento en
discusión del heliocentrismo versus el geocentrismo. Los defensores del geocentrismo, que este
momento creían firmemente en la física de Aristóteles (384 A.C. - 322 A.C.) y en la astronomía
de Ptolomeo (c. 100 - c. 170), argumentaban que, si era verdad que la Tierra se moviera
alrededor del Sol y alrededor de su eje, ¿Por qué no lo notamos? ¿Por qué una bola que dejamos
caer desde una torre alta termina al pie de la torre y no a cierta distancia hacia el Oeste?, debido
a la supuesta rotación de la Tierra de Oeste a Este.
Como respuesta a este argumento Galilei introdujo una nueva idea: la inercia. De sus múltiples
experimentos con pelotas rodando sobre planos inclinados, había llegado a la conclusión de que
una masa en movimiento uniforme rectilíneo mantendrá eternamente este movimiento mientras
que no actúe ninguna fuerza exterior sobre ella. Como ejemplo, Galilei dijo que dejamos caer
una pelota desde la gavia de un barco en movimiento (uniforme), la pelota tocaría cubierta en el
pie del mástil y no más hacia la popa, puesto que la pelota conserva la velocidad uniforme del
barco durante su caída. De la misma manera, el argumento de los geocentristas no demostraba
necesariamente que la Tierra está en reposo.
El propio Galilei se daba cuenta que la formulación inversa también es válida. Imaginemos un
observador que se mueve con la misma velocidad que una masa en movimiento uniforme
rectilíneo. Para este observador la masa estará en reposo. Dado que, por el principio de inercia,
sin influencias externas ambos mantendrán su movimiento, para el observador esta masa seguirá
en reposo hasta que actúa una fuerza exterior sobre ella.
Por lo tanto, la conclusión que sacaba Galilei es que un observador no es capaz de determina si
él está en un sistema que está en reposo o en movimiento uniforme y rectilíneo. El observado
puede lanzar o dejar caer masas, dejar rodar pelotas sobre planos inclinados, medir el periodo
de péndulos, los resultados serán los mismos en movimiento (uniforme) que en reposo. Mas
general, una persona encerrada en una caja, con todos los experimentos mecánicos imaginables
a su disposición, no tiene manera alguna de determinar su estado de movimiento, sin mirar por
una ventanilla. Este principio se llama el Principio de la Relatividad.
Principio de la Relatividad (formulación de Galilei): Es imposible determinar a base de
experimentos (mecánicos) si un sistema de referencia está en reposo o en movimiento uniforme
y rectilíneo.
El Principio de la Relatividad, por muy trivial que pueda parecer, es un principio fundamental y
tiene, como veremos en este curso, consecuencias muy lejanas, determinando la forma de las
leyes de la física y la estructura del espacio y del tiempo. El Principio de la Relatividad, aunque
formulado ya alrededor del año 1600, es la base directa de la teoría de la relatividad especial
(1905) y su generalización, la de la teoría de la relatividad general (1916).
Principio de la Relatividad (formulación de equivalencia): Todos los sistemas inerciales son
equivalentes, es decir, todos los observadores inerciales ven la misma física.
PRINCIPIO DE LA RELATIVIDAD DE EINSTEIN

En la sección previa se observa la imposibilidad de medir la rapidez del éter respecto a la Tierra
y el fracaso de la ecuación de transformación galileana de la velocidad en el caso de la luz.
Einstein propuso una teoría que de manera audaz eliminó estas dificultades y al mismo tiempo
alteró por completo la noción de espacio y tiempo. Él basó su teoría especial de la relatividad
en dos postulados:

1. El principio de la relatividad: las leyes físicas deben ser las, mismas en todos los marcos
inerciales de referencia.
2. La invariabilidad de la rapidez de la luz: la rapidez en el vacío tiene el mismo valor, 𝑐 =
3.00 𝑥 108 𝑚⁄𝑠, en todos los marcos inerciales, cualquiera que sea la velocidad del
observador o la velocidad de la fuente que emita la luz.

El primer postulado afirma que todas las leyes de física las que refieran a mecánica, electricidad
y magnetismo, óptica, termodinámica, etc. son las mismas en todos los marcos de referencia
que se muevan con velocidad constante unos respecto a otros.

Este postulado es una generalización radical del principio galileano de la relatividad, que se
refiere sólo a las leyes de la mecánica. Desde un punto de vista experimental, el principio de la
relatividad de Einstein significa que cualquier clase de experimento (medir la rapidez de la luz,
por ejemplo) realizado en un laboratorio en reposo debe dar el mismo resultado cuando se
realice en un laboratorio que se mueva con una velocidad constante respecto al primero. Por
esto, no existe un marco inercial de referencia que sea referenciado y es imposible detectar
movimiento absoluto.

Observe que el postulado 2 es requerido por el postulado 1: si la rapidez de la luz no fuera igual
en todos los marcos inerciales, las mediciones de diferentes magnitudes de rapidez harían
imposible distinguir entre marcos inerciales; en consecuencia, podría ser identificado un marco
absoluto, referenciado, en contradicción con el postulado 1.

Aun cuando el experimento de Michelson–Morley fue realizado antes de que Einstein publicara
su obra sobre la relatividad, no se sabe si Einstein conocía los detalles del experimento.

No obstante, el resultado nulo del experimento se puede entender fácilmente dentro de la


estructura de la teoría de Einstein. Según su principio de la relatividad, las premisas del
experimento de Michelson–Morley eran incorrectas. Cuando se intentó explicar los resultados
del experimento se dijo que cuando la luz se desplazaba contra el viento de éter su rapidez era
c-v de acuerdo con la ecuación de transformación galileana de la velocidad.

Sin embargo, si el estado de movimiento del observador o de la fuente no tiene influencia en el


valor encontrado para la rapidez de la luz, uno siempre mide el valor como c.

Del mismo modo, la luz hace el viaje de regreso después de reflejarse desde un espejo a una
rapidez c, no a c _ v. En consecuencia, el movimiento de la Tierra no tiene influencia sobre el
patrón de franjas observado en el experimento de Michelson–Morley y debería esperarse un
resultado nulo.
Si se acepta la teoría de la relatividad de Einstein, se debe concluir que el movimiento relativo
es irrelevante cuando se mide la rapidez de la luz. Al mismo tiempo, es necesario alterar la
noción de sentido común del espacio y tiempo y estar preparado para algunas consecuencias
sorprendentes. Usted podrá encontrar de utilidad leer las páginas siguientes, para tener en
mente que las ideas de sentido común están en función de toda una vida de experiencias diarias
y no en observaciones de cuerpos que se mueven a cientos de miles de kilómetros por segundo.

Por lo tanto, estos resultados parecerán extraños, pero eso es sólo porque no se tiene
experiencia alguna con ellos.

CONSECUENCIAS DE LA TEORÍA ESPECIAL DE LA RELATIVIDAD

Cuando examine algunas de las consecuencias de la relatividad en esta sección, la explicación


se restringirá a los conceptos de simultaneidad, intervalos de tiempo y longitudes,
los cuales son diferentes en la mecánica relativista respecto a lo que son en la mecánica de
Newton.

Por ejemplo, en mecánica relativista la distancia entre dos puntos y el intervalo de tiempo entre
dos eventos depende del marco de referencia en el que se miden

SIMULTANEIDAD Y RELATIVIDAD DE TIEMPO

Una premisa básica de la mecánica de Newton es que existe una escala universal de tiempo
que es la misma para todos los observadores. Newton y sus seguidores simplemente dieron
por sentada la simultaneidad. En su teoría especial de la relatividad Einstein abandonó esta
suposición.

Einstein ideó el siguiente experimento mental para ilustrar este punto: un furgón de ferrocarril
se mueve con velocidad uniforme, y dos rayos inciden en sus extremos, como se ilustra en la
figura 39.5a, dejando marcas en el furgón y en el suelo. Las marcas en el furgón están
señaladas como 𝐴´ 𝑦 𝐵 ´ , y las del suelo están como A y B. Un observador 𝑂′ que se mueve con
el furgón está a la mitad entre 𝐴´ 𝑦 𝐵 ´ , y un observador O en el suelo está entre A y B. Los
eventos registrados por los observadores son la descarga de dos rayos en el furgón.

Las señales luminosas emitidas de A y B en el instante en que los dos rayos caen llegan al
observador O al mismo tiempo, como se indica en la figura 39.5b. Este observador se da cuenta
de que las señales se han movido con la misma rapidez en distancias iguales, por lo que,
deduce que los eventos A y B se presentaron simultáneamente. Ahora considere los mismos
eventos vistos por el observador O. Para el tiempo en el que las señales han llegado al
observador O, el observador 𝑂´ se ha movido como se indica en la figura 39.5b.

Por lo tanto, la señal desde 𝐵 ´ ya ha pasado junto a 𝑂´ , pero la señal desde 𝐴´ aún no ha llegado
a 𝑂´ . En otras palabras, 𝑂´ ve la señal desde B antes de ver la señal de 𝐴´ . De acuerdo con
Einstein, los dos observadores pudieron ver que la luz viajó con la misma rapidez. En
consecuencia, el observador 𝑂´ concluye que el rayo cae frente al furgón antes de caer en
el otro extremo.
Este experimento mental demuestra claramente que los dos eventos que parecen ser
simultáneos al observador O no parecen ser simultáneos al observador 𝑂´ .

En otras palabras, dos eventos que son simultáneos en un marco de referencia en general no
son simultáneos en un segundo marco que se mueve respecto al primero.
Simultaneidad no es un concepto absoluto sino más bien uno que depende del estado de
movimiento del observador. El experimento mental de Einstein demuestra que dos
observadores pueden no estar de acuerdo sobre la simultaneidad de dos eventos. Este
desacuerdo, sin embargo, depende del tiempo de tránsito de la luz a los observadores y,
por tanto, no demuestra el significado más profundo de la relatividad. En análisis
relativistas de situaciones de alta velocidad, se muestra que la simultaneidad es relativa incluso
cuando el tiempo de tránsito se reste. De hecho, todos los efectos relativistas que se estudian
aquí supondrán que se soslayan diferencias causadas por el tiempo de tránsito de la luz a los
observadores.

DILATACIÓN DEL TIEMPO

Es posible ilustrar el hecho de que observadores situados en diferentes marcos inerciales


pueden medir distintos intervalos entre un par de eventos si considera un vehículo que se
mueve a la derecha con rapidez v, como el furgón que se ilustra en la figura 39.6a. Un espejo
está fijo en el techo del vehículo, y el observador 𝑂´ en reposo en el marco que está unido al
vehículo sostiene una linterna a una distancia d bajo el espejo. En algún instante, la linterna
emite un pulso de luz directamente hacia el espejo (evento 1), y tiempo después, una vez que
se ha reflejado desde el espejo, el pulso regresa a la linterna (evento2).

El observador 𝑂´ lleva un reloj y lo emplea para medir el intervalo ∆𝑡𝑝 entre estos dos eventos.
(El subíndice p es por propio, como verá en un momento.) El pulso de luz se modela como una
partícula bajo rapidez constante ya que el pulso de luz tiene una rapidez c el intervalo necesario
para que el pulso recorra de 𝑂′ al espejo y regrese es:

Ahora considere el mismo par de eventos vistos por el observador O en un segundo marco,
como se muestra en la figura 39.6b. De acuerdo con este observador, el espejo y la linterna se
mueven a la derecha con rapidez v, y como resultado de esto la secuencia de eventos parece
enteramente diferente.

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