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Trabajo Final

Primeros Auxilios Psicológicos: Análisis de caso

Caso: Accidente de tráfico: Un grupo de 35 escolares de 8 años junto con sus dos
profesoras de 38 y 43 años, se van de excursión en autocar al museo de paleontología
de su comunidad. El día transcurre con normalidad y en el trayecto de regreso a casa el
chófer pierde el conocimiento y se sale de la carretera. El cómputo es de dos niños
muertos, cinco heridos que necesitan atención urgente (entre ellos el chófer), el resto
de los ocupantes del autocar son heridos leves que no requieren ninguna atención
especial y tres testigos (sin ninguna relación con los ocupantes del vehículo siniestrado)
de lo que ha ocurrido que viajaban en otro vehículo detrás del autocar.

1. Identificar la población diana afectada por un Incidente crítico.

La población diana afectada en este accidente de tráfico son todos quienes iban
en el autocar; alumnos, profesoras, chofer, testigos y los familiares de los afectados.

2. Detectar el grado de afectación.

El grado de afectación es alto, ya que dentro de los afectados hay muertos, entre
ellos niños, donde compañeros presenciaron su muerte. En conjunto de ser una
experiencia muy traumática para quienes lo vivieron, existe una destrucción del
automóvil (inmueble), el cual los protegía camino a casa, donde sus figuras de
protección (profesoras y chofer) no pudieron intervenir, generando desconcierto en
los niños quienes buscan protección.

3. Reconocer sus necesidades.

Es evidente que esta población diana presenta diversas necesidades tras vivir
este incidente traumático, y es nuestra responsabilidad como asistente de primeros
auxilios psicológicos brindarles ayuda. Para lograr brindar ayuda de la forma más
eficaz posible, se debe hacer una serie de tareas para ser lo más eficiente al
momento de actuar antes de estar en contacto directo con las víctimas. En primer
lugar se debe recoger toda la información posible, tanto del accidente mismo, como de
los afectados y sus datos de contacto, así como también coordinar con todas las
ayudas de atención masiva (doctores, bomberos, policías, forenses, etc) donde se
encuentran los recursos para ayudar a las víctimas, centros de acogida, etc. Tras
obtener la información anterior, se debe poner en marcha el plan de trabajo para los
intervinientes, pensar como será, por ejemplo a qué tipo de víctima centraremos en
primer lugar la atención, jerarquizar prioridades y grupos de acción.
En primer lugar, nos encargamos como proveedores de PAP de reunir a todos
los sobrevivientes del accidente, en este caso los niños y profesoras, cerciorándose
que no se separen y no queden sobrevivientes abandonados, es ahí cuando nosotros
como intervinientes nos presentamos de manera no intrusiva a las víctimas, para así
generar el primer acercamiento a ellos. Tras lograr reunir a todos, los que se
encuentren en situación malheridos, se derivan inmediatamente a unidades
especiales, tales como hospitales o clínicas más cercanas, informando
inmediatamente a los padres o cuidadores primarios del accidentado. En caso que
tengamos que manipular por algún motivo el cuerpo de alguien que falleció, es
importante mencionar que se debe hacer con mucha delicadeza y respeto al difunto,
ya que de no hacerlo, esto puede dificultar y hasta patologizar el duelo de quién lo
conocía.
Tras haberse preocupado de los aspectos anteriores, es muy importante
trasladar a las víctimas primarias a un lugar alejado del lugar del suceso,
preferentemente un lugar con luz, amplio y fuera de peligro. Se utiliza la información
recolectada anteriormente para contactar a los familiares de los accidentados, en
caso de los niños padres o cuidadores y en caso de los adultos preocuparnos que se
contacten con alguien significativo como red de apoyo. Cuando llegamos al “lugar
seguro”, por ejemplo un complejo deportivo que nos hayan facilitado como refugio o
hospital, nos encargamos de juntar nuevamente al grupo de afectados y volver a
presentarnos y que ellos hagan lo mismo, así establecer un vínculo entre el asistente
y los afectados. Luego de la presentación, es fundamental hacerles saber a los
afectados que pueden contar con nosotros como figura de contención, que pueden
sentirse seguros. Es ahí cuando le brindamos la información recolectada con
anterioridad, así como donde pueden encontrar alimentos, abrigo y puntos de
socorro, en caso de los niños, estar atentos para reagruparlos con sus familias apenas
comiencen a llegar.
Tras estar viendo los diversos puntos a observar, jerarquizamos en los
afectados en elaborando un plan de acción, en este caso, nos enfocaremos en
primer lugar en los menores de ocho años. Es habitual que se agrupen, por lo que
nos preocuraremos de trabajar en estos grupos, es importante considerar que para
ellos es un factor de protección el hecho que este incidente alla ocurrido con sus
compañeros de curso o pares, ya que esto le da un sentido que no está solo, que este
dolor lo comparte con otros, mientras están agrupados actúa como factor de
protección que se encuentren con algún adulto de referencia (tales como sus
profesoras) si los padres aún no están ahí. Para trabajar con víctimas de incidentes
críticos se realizaran cinco pasos escenciales: contener, calmar, informar, normalizar
y consolar. En primer lugar debemos contenerlos, es decir hacer lo posible para que
la emocionalidad no los domine, esto se debe hacer en un ambiente tranquilo, así no
se exalta al menor. Es útil ponerle nombre a las distintas emociones que muestra el
niño, así servirá para identificar que siente realmente y no se exacerbe por sobre lo
normal. Es importante que le hagamos saber que ahora se encuentra en un lugar
seguro y que los adultos, especialmente sus padres, cuidan de el. En segundo lugar, hay
que calmar a estas víctimas, por lo que hay que hablarles calmada y pausadamente,
escucharlos sin reaccionar al mismo nivel del niño, ya que hay que bajarle la
ansiedad a este. En tercer paso, será uno de los pasos más difíciles para el adulto
interviniente, ya que se debe informar a la víctima de lo ocurrido y sus
consecuencias, sin embargo, es muy importante no sobre informar a los niños, ya que
a la edad de ocho años, una mala plabara y pueden cambiar tda la estructuración
que tienen de los hechos. Aquí hay que relatar lo ocurrido y responder las preguntas
del niño, donde se responde de forma sincera y sin rodeos, algo así: “niños como
ustedes saben, nos encontramos en este recinto X, ya que cuando regresaban de su
paseo al museo de paleontología, tuvieron un accidente, el cual afectó a distintos
compañeros y adultos que iban en el autocar”. Es probable que aquí surgen las
interrogantes de los pequeños, tales como que le ocurrió a sus compañeros que no
están, si se encuentran bien, etc, a pesar que se nos haga difícil, es importante
sincerarse y si preguntan por alguien que está grave decirlo y si preguntan por
alguien que falleció, es importante decirle con tacto que lamentablemente no pudo
sobrevivir. A esta edad los niños comprenden que la muerte es un proceso
irreversible, por lo que no se harán la ilusión que volverán a vivir, por lo que aunque al
comienzo sea duro, no estarán expectantes a que esa situación irreversible cambie.
Tras haber recibido esa difícil información, es probable que reaccionen de diversas
maneras, por lo que aquí la función del interviniente es normalizar estas
manifestaciones, así se sienten validados y no juzgado por su ambiente. Por último se
debe consolar a estas víctimas, ya que en esta fase se están dando cuenta que han
perdido algo que les era propio, sus compañeros, su estabilidad se ve perturbada
entre otras, por lo que tenemos que recalcar que estaremos ahí para ellos, y que lo que
siente hoy (nombrar la emoción), cambiará al pasar de los días, aunque es normal que
siga sintiendo pena, pero que no está solo. Cabe mencionar que nunca es bueno
decirle que si se calma todo irá mejor, ya que no será así probablemente, pero si le
podemos prometer que haremos lo posible para que mejor.
Ahora que hemos atendido a los niños, se pasa a trabajar con los las
profesoras, también víctimas directas del incidente crítico. Para ellos como
adultos responsables de los niños, se les debe hacer muy difícil poder enfrentar
esta situación, más aún que si lo vivieran solo, por lo que el nivel de distrés de
estas debe ser importante. En primer lugar se deben considerar los síntomas
inmediatos cognitivos, físicos, emocionales y conductuales, los cuales a pesar de
ser diversos y disruptivos en comparación a lo esperable que se comporte un
adulto, son normales debido a la situación que está viviendo . Si no manifiesta una
conducta distinta a lo esperable, es importante considerar que pueden existir
sintomatología que surgen retardadamente, por lo que es importante hacer un
seguimiento de la actitud en la situación crítica y como va evolucionando. Es
importante satisfacer las necesidades corporales básicas que podamos resolver,
tales como si tiene frío o hambre por ejemplo, ya que esto puede favorecer en su
comportamiento. El hecho que el ambiente ahora sea favorable y fuera del sitio
de peligro actúa como factor protector, al igual que fuera de día el accidente, ya
que eso modifica la visión de la víctima. Es importante con las profesoras al ser
adultos que se sientan apoyados por los intervinientes y la comunidad, que
sientan que serán escuchados, que pueden recibir y pedir ayuda y que pueden
decidir sobre las opciones que se le den. En adultos también se aplican los cinco
pasos, sin embargo, los adultos son más autónomos, por lo que se les da mayor
espacio para que soliciten o reciban la ayuda.
Luego de habernos ocupado de las necesidades de las víctimas directas, nos
preocupamos de las víctimas de tercer grado, quienes son los familiares, amigos y
cercanos de las víctimas. En primer lugar nos centramos en las familias que han
sufrido pérdidas, tales como las del chofer y los niños, implementando los cinco pasos
clásicos. En cuanto a la familia del chofer, es fundamental atacar contra el estigma de
que fué el chofer quien fué el culpable, ya que cargar con el peso de otras vidas puede
tener consecuencias cruciales en la vida de la familia, ya que es probable que se
sienten criticados por las familias de los niños en primera instancia. Estos estigmas
que se crean por las otras familias se deben trabajar tanto para aliviar a la familia del
chofer, como en las familias de las otras víctimas para reducir el dolor y los
sentimientos negativos hacia la familia del chofer, así también no se guarda rencor, lo
que dificultará el proceso y superación de duelo.
En cuanto a las familias de los niños y de las profesoras que se vieron heridos,
se debe educar a la familia a estar ahí para la recuperación y que recibirán todo el
apoyo para la superación tanto físicas como psicológicas
Finalmente, se menciona la presencia de testigos en el accidente, a estos que
son los no afectados directamente, se debe tratar que den la mayor cantidad de
información posible, sin presión, ya que eso puede intimidar al testigo. Se debe ver
también el estado actual del shock frente al hecho, ya que un incidente crítico tiene
influencias en todos quienes la presencian, independiente el grado de involucración.
Se debe apoyar también a estas personas quienes se encontraban en el lugar y
tiempo equivocado.

Es importante mencionar que en todos los casos de las víctimas, se debe


estar al tanto de todas las necesidades de las víctimas, tanto las físicas como biológicas
así como en caso de frío o hambre, si siente el pecho obstruido, arritmia, entre otras,
ya que al satisfacer estos requerimientos se puede lograr una disminución en la
angustia del paciente, así como proveer la información que se tiene del incidente y
ser claros y precisos al hacerlo, respetando al paciente y su dignidad.

4. Prever la posible evolución.

Dado la gravedad del incidente crítico, se puede hipotetizar que los


involucrados desarrollen Trastorno de Estrés Post Traumático.

5. Establecer los objetivos generales y específicos de las pautas que se van a elaborar.
Objetivo General: Aprender y adquirir las competencias para aplicar PAP a personas, familias
y comunidades tras un incidente crítico cotidiano o una gran emergencia.

6. Facilitar pautas psicoeducativas que ayuden y orienten a la población afectada

Como psicóloga, para el tratamiento de TEPT en esta población, implementaremos como


tratamiento la Terapia de Exposición Prolongada (Foa, E., Chrestman, K., Gilboa-
Schechtman, E., 2009), la cual ha mostrado gran eficacia frente a este trastorno. Esta
terapia se divide en cuatro fases con módulos específicos (entenderemos módulos como
unidades terapéuticas con metas específicas) dentro de los cuales apuntan a
psicoeducación, reestructuración cognitiva, superación de metas (de distinta magnitud
gradualmente) y técnicas de afrontamiento entre otros.
Antes de entrar a la terapia en sí, debido al trastorno se pueden esperar síntomas
propios del trastorno, tales como: hiperalerta (dificultades para conciliar el sueño,
concentrarse, irritabilidad), re- experimentación (pensamientos intrusivos,
rumiaciones, pesadillas, flashbacks, malestar psicológico al relacionarse al suceso,
respuestas fisiológicas frente a estímulos) y evitación (Esfuerzo para evitar
acciones/personas/lugares, embotamiento afectivo intenso, olvidos del suceso,
disminución en actividades cotidianas y relaciones sociales, dificultad para planificar e
imaginar el futuro) por parte de las víctimas de primer grado. Si no hay mejora en la
sintomatología, se puede extremar la evitación, la cual es una reacción típica de este
trastorno, teniendo alto impacto en la vida de la víctima, así como faltar mucho a clases,
abandonar el trabajo, anhedonia, descuido personal, entre otros.
Si hipotetizamos que los síntomas no desaparecen, aplicaremos la terapia que se
mencionó, que se explicará brevemente a continuación.

Fases Módulos Interventivos

1. Preparación y Pretratamiento a. Intervención motivacional

b. Manejo del caso

2. Psicoeducación y Planes de Tratamiento a. Entrevista del trauma


Reacciones comunes al
b.
trauma

3. Exposición a. Experimentos de la vida real


Recuento de memoria
b.
Peores momentos

4. Prevención de recaídas y Terminación de a. Prevención de recaídas


tratamiento Sesión Final
b.
Fase 1: Preparación y Pretratamiento: Se anticipan respuestas que puedan influir en
el tratamiento para prevenirlas y así promover la adherencia al este. Esta fase se
compone de los módulos de intervención motivacional y de manejo del caso. El
primero consiste en motivar al paciente a asistir a terapia, haciéndole ver sus
síntomas e impacto que tienen en su vida desde el incidente crítico ocurrido. El
segundo, es para que los sujetos puedan determinar qué problemas interfieren en
su tratamiento y desarrollar estrategias de soluciones para arreglarlos, así hacerlos
partes activas en la terapia, el terapeuta debe ver la funcionalidad del paciente y
acordar terapias individual y otras de ellos con sus padres.
Fase 2: Psicoeducación y planes de tratamiento: en esta fase se explica el plan de acción
para la terapia (técnicas y tratamientos), así como también las respuestas usuales de

quienes se someten a esta terapia. Se enseñan en esta técnicas de respiración para


regular la ansiedad. Los módulos de esta fase son entrevista del trauma y reacciones
comunes al trauma. En el primero se recolecta información del suceso, los síntomas,
pensamientos y conductas nuevas que ha presentado que crea que mantienen el
TEPT. En el segundo se identifican los síntomas típicos y usuales del paciente, para
luego normalizarlos
Fase 3: Exposición: aquí se expone al paciente a situaciones de experimentación
real. El primer módulo, experimentos de la vida real, el paciente junto al terapeuta
hacen una lista de situaciones que este evita actualmente según la angustia que le
genera de menor a mayor. Al transcurrir de la terapia, se asignan pequeñas tareas de
la lista en forma gradual, así va enfrentando las situaciones evitadas
progresivamente. El segundo módulo es de recuento de memoria, el cual es una
exposición imaginada, donde el paciente relata el trauma y se promueve que lo
detalle más minuciosamente, así elimina los recuerdos inservibles y mida la
ansiedad. Este módulo se complementa con el de Peores Momentos, donde el
paciente cuenta las partes más dolorosas del suceso, así trabaja en el procesamiento
de emociones (se utiliza una escala para medir la ansiedad que va del 1 al 10.
Fase 4: Prevención de recaída y Terminación del Tratamiento: Esta fase es cuando el
tratamiento está por finalizar. El primer módulo se enfoca en la prevención de
recaídas, donde se le dice al paciente que es probable que se deprima o sufra algún día
por el trauma, sin embargo, se le recalca que todo lo que ha logrado ha sido por ellos
mismos y que ya cuenta con herramientas para superarlo por sí mismos. El último
módulo de la sesión final, se observan las apreciaciones del paciente de la terapia y
los futuros problemas que cree que puede tener. Es importante recalcar los logros
del paciente y que es importante celebrar su proceso, por lo que puede invitar a
quienes considere significativo en el proceso de recuperación a la última terapia para
celebrar con ellos.
Con la terapia anterior se espera trabajar los distintos aspectos en las
víctimas, considerándolos a ellos como agente activos en la terapia, fomentando los
estilos de afrontamiento otorgándoles distintas tareas para evitar la evitación de las
situaciones, por ejemplo, si una niña reportaba no ir al colegio porque le dolía la
guata por ansiedad, se le otorga la tarea de sólo faltar máximo una vez en dos
semanas, siendo que antes faltaba cuatro. En el caso de una de las profesora, quién
reporta problemas para levantarse y no tener ganas de nada, casi ni comer, asignar
pequeñas tareas como recomendarle levantarse todos los días a cierta hora,
ducharse y salir a caminar quince minutos, para activar su conducta. También se
psicoeduca a los padre a para que puedan lidiar con el trastorno de su hijo por ejemplo,
así comprenden su situación y que el proceso de evolución será lento.
Se puede asignar tareas para la casa de reporte, por ejemplo para los niños
afectados, se le puede pedir a los padre que registren semanalmente como ven a su hijo
en cuanto ánimo y conducta, y que a la vez anoten lo que el mismo reporta según un
“termómetro del ánimo”, donde se tiene un dibujo o algo didáctico donde el niño pueda
relacionar su ánimo con algún referente de ánimo. En el caso de los adultos, se les
recomienda que hagan una tabla de registro (Burns, D., 2010) (usualmente utilizada para
tratar depresión), la cual incluye: situación, emociones, pensamientos automáticos,
distorsiones cognitivas, respuestas racionales y resultados, donde rellenará según las
distintas situaciones que vivencian y tener un registro más claro frente sus ansiedades.
Las técnicas con enfoque cognitivo-conductual han mostrado buenos resultados en
tratamiento de TEPT.
En cuanto a la comunidad se considera relevante implementar campañas de
conducir de manera segura (especialmente para transportes públicos)que aborden
distintos aspectos, tales como utilizar cinturón de seguridad, no manejar con sueño,
todos los pasajeros permanezcan sentados, entre otras.
A modo de conclusión, como psicóloga que provee Primeros Auxilios Psicológicos
a una comunidad, la que incluye alumnos, profesores, familiares y testigos quienes
sufrieron un gran accidente de tránsito, con pérdida de vidas incluidas, se debe
considerar en contexto y cultura y características de la comunidad que se da. Es
fundamental como proveedor de PAP estar abiertos a ayudar a quienes nos
necesiten, ya sea conteniendo, calmando, informando, normalizando y consolando,
respetando las características y tiempos personales de cada individuo. Es importante
considerar que cada persona tiene una experiencia vital, factores de riesgo y
protectores los que pueden influir positiva o

negativamente para afrontar este incidente crítico, y el hecho de vivir este hecho es
difícil de superar de por sí, por lo que tenemos que ser empáticos, claros, receptivos
y utilizar todos nuestros recursos humanos y profesionales en pos del bienestar del
afectado.

Referencias Bibliograficas
− Montt, ME. & Hermosilla, W. (2001). Revista Chilena Neuro- Psiquiatrica (Vol 39):
Trastorno de estrés post-traumático en niños. Santiago, Chile: Clínica Psiquiátrica
Universitaria, Universidad de Chile. 110-120.
− Palacios, A. Primeros Auxilios Psicológicos. Recuperado de
http://www.monografias.com/trabajos66/auxilios-psicologicos/auxilios-
psicologic os.shtml .

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