You are on page 1of 4

TOS FERINA

La tos ferina (también conocida como coqueluche o tos convulsiva) es una infección
respiratoria producida por la bacteria Bordetella pertussis. Se trata de una patología
cuyo principal síntoma es una tos muy característica, tan intensa que el paciente,
en general niños o adolescentes jóvenes, debe tomar una bocanada de aire muy
forzada y que produce un sonido muy definitivo para el diagnóstico.

La tos ferina es una infección altamente contagiosa lo que hace muy importante que
se comunique su aparición a las autoridades sanitarias. Cada cierto tiempo,
aparecen brotes de forma cíclica. Prácticamente todas las regiones del mundo son
susceptibles de presentar epidemias de tos ferina, que no es especialmente
característica de ningún país o región.

Afecta generalmente a niños o jóvenes, aunque también puede afectar a bebés. De


hecho, en el colectivo de bebés de menos de seis meses es en el que se da el
mayor porcentaje de casos de tos ferina que acaban en fallecimiento. En el colectivo
anciano también puede tener serias consecuencias (puede ser causa de
complicaciones cerebrales, como hemorragias).

La tos ferina presenta cuatro fases diferenciadas: fase de incubación, fase


catarral, paroxística y fase convalecencia.

Periodo de incubación

En este periodo el paciente no suele presentar síntomas.

Fase catarral

La fase catarral aparece entre los siete y los diez días tras la exposición
(incubación). En este estadio, las bacterias van recubriendo la tráquea, la garganta
y el resto del aparato respiratorio. Los síntomas son primordialmente catarrales, en
especial:

 Estornudos.

 Lagrimeo.

 Falta de apetito.

 Ronquera.

 Tos. Inicialmente nocturna, pero que se va extendiendo a lo largo del día.


Fase paroxística

Unos 14 días después de la exposición aparece la fase paroxística. En esta, la tos


se vuelve más frecuente, ya casi sin descanso, y tiene la particularidad de que,
después de cada ataque de tos, aparece una respiración forzada del paciente ante
la falta de aire. Al tapizar las bacterias la vía aérea, el aire inhalado pasa silbando,
produciendo un sonido agudo que da el nombre a la patología.

La última fase, la fase de convalecencia, se trata de una recuperación paulatina de


los síntomas, generalmente a partir de la cuarta semana.

La tos paroxística puede recurrir durante meses, provocada por alguna irritación o
infección viral de las vías altas respiratorias, ya que la zona se encuentra aún muy
sensible tras la infección. La infección propiamente dicha suele durar una media de
unas seis semanas.

AGENTE INFECCIOSO

El causante habitual de la tos ferina es un bacilo (una bacteria) del género


Bordetella, llamado Bordetella Pertusis, que tiene una apetencia especial por el
aparato respiratorio. Produce inmunidad pero ésta va disminuyendo con el tiempo,
por lo que se puede volver a padecer la enfermedad. Otras Bordetellas como
parapertusis, bronquioséptica y otros agentes como Mycoplasmas o virus, pueden
ser causantes de tos prolongada, pero ninguno de ellos es causa importante de tos
ferina. Antes de la utilización de la vacuna, la edad de mayor incidencia era entre 2-
5 años. Ahora es más frecuente en niños menores de 1 año y ha aumentado entre
adolescentes y adultos. La inmunidad no se transmite desde la madre gestante a
su hijo.

CÓMO SE CONTAGIA LA TOSFERINA

La transmisión de la bacteria se realiza mediante aerosoles nasofaríngeos


(pequeñas gotas de saliva expulsadas al hablar o toser). Por ello, la transmisión se
realiza de persona a persona, y es muy poco frecuente que se produzca la
transmisión a través de objetos infectados.

El contacto cercano con un enfermo de tos ferina dará lugar a la infección en un


porcentaje superior al 90%.

La infección por Bordetella no produce inmunidad de por vida, aunque es cierto que,
de ocurrir infecciones posteriores, estas suelen pasar desapercibidas, al ser más
leves.
SÍNTOMAS

 Rinorrea (rinorrea tiene una nariz que moquea, generalmente causada por
una irritación o inflamación de las fosas nasales).
 Fiebre leve (102º F - 38,8º C o más baja)
 Tos fuerte y repetitiva que puede:
Dificultar la respiración
Ocasionar vómito
Producir un sonido de “estertor” chillón cuando la persona toma aire. (Cuando
la nariz moquea, es causada por una irritación o inflamación de las fosas
nasales.)
Causar una pérdida temporal del conocimiento
 Diarrea
Episodios de asfixia en bebés
Pueden aparecer de 7 a 10 días después de haberse expuesto a las bacterias
de la tosferina y cada persona experimenta los síntomas de manera diferente.

TRATAMIENTO

Los antibióticos, como eritromicina, claritromicina y azitromicina pueden


hacer desaparecer los síntomas más rápidamente si se inician bien
temprano. Infortunadamente, la mayoría de los pacientes reciben el
diagnóstico demasiado tarde cuando los antibióticos no son muy efectivos.
Sin embargo, los medicamentos pueden ayudar a reducir la capacidad del
paciente para diseminar la enfermedad a otros. Los bebés menores de 18
meses requieren constante supervisión, ya que la respiración puede
detenerse temporalmente durante los ataques de tos. Los bebés con casos
graves se deben hospitalizar. Se puede utilizar una tienda de oxígeno con
bastante humedad. De igual manera, se pueden administrar líquidos por vía
intravenosa si los ataques de tos son tan severos que impiden que el paciente
beba lo suficiente. A los niños pequeños se les pueden recetar sedantes
(medicamentos que le provocan a uno sueño). Los jarabes para la tos, los
expectorantes y los antitusígenos por lo general no sirven y NO se deben
utilizar. Expectativas (pronóstico) En los niños mayores, el pronóstico
generalmente es muy bueno. Los bebés tienen el mayor riesgo de muerte y
requieren un control cuidadoso.

BIOLÓGICO

Se utiliza la vacuna antitosferínica acelular (antipertussis Pa), en


combinación con el toroide diftérico y el tetánico (DTPa). Se considera primo
vacunación a las dosis puestas a los 2, 4 y 6 meses de edad. Siendo la
eficacia de la vacuna tras la administración de 3 dosis es de un 80% y
comienza a debilitarse a partir de los 3 años, es por eso que se refuerza la
inmunización con una dosis a los 18 meses y otra a los 4 años de edad.
INMUNOLOGÍA

Se ha pretendido encontrar un método para evidenciar el estado inmunitario


humano frente a la Tos Ferina, por medio de la demostración del contenido
en anticuerpos séricos contra la bordetella pertussis basándose en el empleo
de los anticuerpos fluorescentes. Se supuso que los cuerpos de bordetella
fijados, al ser puestos en contacto con plasma –o suero- humano fijarían en
su superficie los anticuerpos específicos presentes en dicho plasma.

DOSIS Y EDAD

You might also like