Professional Documents
Culture Documents
KEESE, ALEXANDER
Construyendo una nueva imagen de África. Los “Estados disidentes” y
la emergencia del neocolonialismo francés en el período posterior a la
descolonización1
(Building a New Image of Africa. "Dissident States" and the Emergence of French Neo-
colonialism in the Aftermath of Decolonization, Éditions de l'EHESS, « Cahiers d'études
africaines », 2008/3 n° 191 | pages 513 à 530)
Traducido por Luciana L. Contarino Sparta para uso interno de la cátedra de Historia de
la Colonización y la Descolonización
Un poder intervencionista regional que no interviene
En la segunda mitad de septiembre de 1958, la administración territorial francesa en
Guinea se transformó en puro caos. El referéndum constitucional estaba cerca. Cada uno
de los funcionarios franceses que eran en algún punto realistas sabían que en Conakry el
juego estaba perdido. Al menos debían considerar que se llegaría a este resultado si la
administración francesa, de un modo u otro, no intervenía directamente en el proceso
(Bart 1992: 378-378; Benoist 1982: 410-411, 413-417; Chafer 2002: 173-177; Charles
1997: 111-113; Mortimer 1969: 314-318; Schmidt 2007: 17-172).
De hecho, los servicios administrativos franceses habían puesto en marcha algunas
actividades. Si alguien hubiera observado lo que sucedía en la sede central de los
servicios postales locales en Conakry, probablemente se habría sorprendido ante la
considerable cantidad de actividades. Los funcionarios públicos en la oficina postal
territorial estaban desarrollando un ingenuo programa elaborado por el director de los
servicios postales, Bidault. En una suerte de acción nocturna, los empleados africanos y
franceses de la oficina se llevaron estampillas por un valor de 250 millones cfa*. De este
modo se prevenía que estas estampillas cayeran en las manos del nuevo régimen
independiente venidero, el cual se vería así privado de un pequeño activo financiero2.
Pero eso fue todo. Aparte de tan irrisoria actividad, los funcionarios franceses no
hicieron nada más en esos días turbulentos. Sin dudas, podrían haber existido otros
campos en los cuales los franceses hubieran podido llevar la voz cantante. Un telegrama
de Koundara, trece días antes del referéndum, reportaba ataques severos de las fuerzas
de choque del partido gobernante contra los partidarios de la oposición en esa región.
Sékou Touré, futuro dictador y hombre fuerte del territorio, mostró que no aceptaría
ninguna oposición a su programa de acción. “Todas las chozas de los habitantes fula
están ardiendo”, observaba secamente el gobernador francés Jean Maubena. Esto habría
sido un buen pretexto para intervenir con la policía armada francesa y dispersar a los
agitadores. A quienes defendían la permanencia futura de Guinea dentro de la órbita de
Francia, el gobierno territorial francés podría haberles demostrado que el subsistente
1 Una versión anterior de este artículo fue presentada en mayo de 2005 como clase magistral en
* Francos de la Comunidad Financiera Africana (N. del T.).
2 Archivos diplomáticos del Ministerio de Relaciones Exteriores francés, París (MAE), Dirección
África-Medio Oriente (DAL), Guinea 9, Patault, miembro del Gabinete del Ministerio de Ultramar
francés. Nota para el Señor Ministro [Cornut-Gentille] (sin número), sin fecha.
2
poder colonial no habría dejado desprotegida a la población “leal”. Sin embargo, los
funcionarios franceses a cargo en Conakry y en Dakar decidieron no actuar3.
A algunos miles de millas de distancia, en el estrecho territorio de Togo en el África
Occidental, la situación era similar, al menos a primera vista. Togo había sido, desde
1919, un territorio bajo tutela de la Liga de las Naciones y las Naciones Unidas, pero
administrado por los franceses, a quienes no les importaba mucho el control
internacional y gobernaban el territorio de acuerdo con los estándares de la
administración directa en práctica en los otros territorios franceses de ultramar. En la
primera mitad de la década de 1950, las presiones internacionales en reclamo de
mayores niveles de autogobierno en Togo estaban creciendo, pero los franceses no
cedieron a ellas. Un punto de quiebre crucial fueron las elecciones del 27 de abril de
1958, en las que el gobierno territorial de Nicolás Grunitzky, visiblemente pro-francés,
fue derrotado por el partido de oposición Comité de la Unión Togolesa (CUT). El CUT
había demandado durante años la autonomía e, inclusive, la independencia, y su éxito
electoral, cinco meses antes del referéndum sobre el futuro de los otros territorios
franceses en el África subsahariana, fue un importante precedente (Michel 1988: 313-
314). En consecuencia, el mundo contenía la respiración y esperaba ver si el gobierno
francés aceptaría la derrota de su amigote Grunitzky. Tres días después, resultó obvio
que tanto los servicios franceses de ultramar como la diplomacia francesa reconocerían
la legitimidad del resultado4.
Obviamente, los funcionarios franceses no tenían muchas opciones. El público
internacional observó con atención la situación de Togo durante algún tiempo en 1958,
por lo que una mayor intervención francesa en los asuntos de gobierno de Lomé no
hubiera podido justificarse fácilmente. No obstante, después que la atención
internacional sobre el ahora territorio autónomo decayó, los administradores franceses
que permanecieron en el terreno podían haber socavado la autoridad del CUT. Esto no
sucedió. Los franceses estuvieron muy lejos de intentar el derrocamiento del gobierno
de Olympio en favor de sus clientes anteriores.
Por el contrario, el 2 de enero de 1959, el general del ejército francés en Cotonou,
Dahomey, decidió enviar paracaidistas a Lomé para defender el régimen contra un
posible golpe de Estado de grupos de izquierda apoyados desde Ghana. Mientras que la
revista estadounidense Time, que obviamente obtenía datos que se filtraban a través del
Alto Comisionado francés en Cotonou, informaba de una “invasión” francesa al estilo
colonial, lo verdadero era lo opuesto. El propio Sylvanus Olympio había invitado a las
tropas francesas a Lomé. Por lo tanto, destacamentos militares franceses estaban
ayudando a un hombre de Estado que el Ministerio de Ultramar francés había
considerado un elemento peligroso poco tiempo antes5.
Estas dos historias referidas a los “territorios disidentes” se encuentran en franca
contradicción con lo que afirmaban los académicos al realizar comentarios acerca de la
transferencia del poder por parte de Francia en el África subsahariana. Cuando escribían
3 Centro de los Archivos de Ultramar, Aix-en-Provence (CAOM), Fondo Ministerial (FM) 1 A
Ministerio de Relaciones Exteriores francés (sin número), 21 de enero de1959, pp. 1-3.
3
6 Ver la contra-argumentación más importante en Chafer (2002: 297-299).
7 Este aspecto de la influencia de la Guerra Fría juega tan solo un papel menor en el nuevo
8 Ver, en particular, las observaciones del gobernador del Chad, Ignace Colombani, en CAOM,
FM1 AffPol/493, Colombani a Chauvert, gobernador general del África Ecuatorial Francesa (Nº
393/AG.AP.CF), 27 de octubre de 1953, p. 3. Sobre los equívocos franceses en el proceso de
elaboración de la ley-marco; ver también Keese (2003: 40-41).
9 CAOM, FM 1 AffPol/493, Nota de Plantey, asesor técnico del Ministerio de Ultramar francés, a
Pignor, Director de Asuntos Políticos, Ministerio de Ultramar francés (sin número), 5 de agosto
de 1958.
10 Las ideas de Schmidt son desafiantes, pero los fundamentos de su interpretación descansan
casi exclusivamente en material oral, recogido durante la situación muy particular de 1991. Se
podría discutir si hay bases suficientes para construir una oposición entre el antiguo moderado
y colaboracionista Sékou Touré y el “hombre joven impaciente” de lo que Schmidt considera la
izquierda partidaria; esto seguido de la renuencia a cambiar su posición por parte de Sékou
Touré (Schmidt 2007: 143-144).
11 Sobre la evolución legislativa de Togo bajo el régimen francés, ver Luchaire (1957).
12 CAOM, FM 1AffPol/1012, Reunión del 27 de julio de 1954 con M. de Villelongue (sin número y
13 CAOM, FM 1AffPol/3322/1, Telegrama de Spénale, comisionado francés de Togo, a Jacquet, el
Ministro de Ultramar francés (nº 166), sin fecha (anotado como “1958”).
14 Archivos nacionales franceses, París (ANF), Fondos Foccart “Fonds Privé” 197, de Prost a
Foccart, asesor técnico de Charles de Gaulle (sin número), 15 de junio de 1958, p. 1; ANF, Fondos
Foccart, “Fonds Privé” 197 (sin número), 16 de noviembre de 1958, p. 3.
15 MAE, DAL, Guinea 11, Farret, Comandante Militar Francés en Guinea, Tropas AOF-Togo,
Estado Mayor, Departamento 2º, Boletín de informaciones sobre la situación en Guinea (Nº
5/2/CHG./RENS), 7 de noviembre de 1958, p. 1.
16 MAE, DAL, Guinea 11, Servicio de Espionaje y Contraespionaje (SDECE), Guinea:
sobre Guinea (Nº 2492/B.E.), 21 de noviembre de 1958, pp. 1-2; MAE, DAL, Guinea 14, de
Noyelle, Secretario de Asuntos Comunitarios, Ministerio de Ultramar francés, La República de
Guinea y Francia (sin número), 16 de enero de 1959, p. 5.
6
hizo todavía peor a tres meses de la independencia18 . Parte de este grupo estaba
formado por exiliados recientes, algunos tan notables como Guéckedou, quien preparó
activamente la guerrilla en el oeste del país19. Cerca de Fouricariah, las poblaciones
locales se rehusaron a pagar los impuestos aumentados; en la ciudad minera de Fria, los
trabajadores se rebelaron contra la introducción de una escala salarial inferior; en Beyla,
los propietarios de ganado estaban furiosos con los nuevos impuestos sobre el rebaño20.
Una tendencia a resistir al nuevo régimen se esparció, pero fue por una necesidad
urgente de apoyo financiero y logístico del exterior21. Sin embargo, mientras que el Alto
Comisionado francés en Dakar, Pierre Messmer, y el Ministro de Ultramar francés,
Bernard Cornut-Gentille, consideraron dar apoyo a los grupos “pro-franceses” en el país,
esos planes nunca fueron efectivamente implementados22. La oposición resistió sola.
Ni siquiera las amenazas del régimen de Touré contra los colonos franceses provocaron
una acción decisiva francesa. En diciembre de 1958, el director político del Ministerio de
Ultramar francés, Léon Pignon, planificó una potencial invasión masiva de las tropas
francesas, que habrían tenido como fin proteger a los ciudadanos franceses. No obstante,
al final estas medidas no fueron necesarias. En el último momento posible, el régimen de
Touré aceptó poner en práctica una política más conciliadora, haciendo que los
funcionarios franceses renunciaran a la acción coercitiva23.
La explicación de este comportamiento francés contradictorio debe encontrarse en el
hecho de que los franceses tenían, al comienzo, dificultades para interpretar la
naturaleza del nuevo régimen. Más aún, se rehusaban a admitir la pérdida del territorio
africano negro. ¿Acaso el referéndum no había logrado un éxito aplastante en toda el
África subsahariana? Mientras que algunos funcionarios franceses ya habían anunciado
el avance de Guinea hacia una toma de poder comunista, otros todavía tenían la
esperanza de reconciliarse con una Guinea independiente, que, de “algún modo” seguiría
siendo una parte del conjunto francés. Al comienzo, muchos observadores interesados
directamente en la cuestión guineana veían a Sékou Touré como un simple autócrata,
quien aparecía jugando con ideas radicales, pero solamente como un vehículo para
poner en regla a las tropas 24 . También confiaban en la influencia de los jóvenes
moderados, políticos educados al modo francés como Nabi Youla, quien era en ese
18 MAE, DAL, Guinea 11, SDECE, Guinea-Liberia: Opiniones de las fuerzas de seguridad guineanas
sobre ciertas reacciones provocadas en Liberia por el acceso de Guinea a la independencia (Nº
13190/A), 24 de noviembre de 1958.
19 MAE, DAL, Guinea 6, Katz, cónsul francés en Freetown y Bathurst, al Ministerio de Relaciones
25 ANF, Fondos Foccart, “Fonds Privé” 197, Allegret a Foccart, asesor técnico del Primer Ministro
pp. 1, 3.
27 CAOM, FM 1AffPol/2181/7, Telegrama de Risterucci, Alto Comisionado francés en Guinea
responsable de las relaciones con el gobierno de Guinea, a Foccart (sin número), 6 de octubre de
1958, p. 2.
31 MAE, DAL, Guinea 14, Hessel, Cooperación franco-guineana (sin número), 18 de mayo de
1959, pp. 1-2; MAE, DAL, Guinea 10, Ministerio de Relaciones Exteriores francés, Dirección
General de Asuntos Culturales y Técnicos, Nota sobre la situación actual de la Mission
d’Aménagement Régional de Guinea (M.A.R.G.) (sin número), julio de 1959, p. 1, pp. 4-5.
32 MAE, DAL, Guinea 6, Ministerio de Relaciones Exteriores francés, Dirección África-Medio
Oriente, Subdirección de Asuntos Africanos, Nota: Guinea (sin número), 8 de abril de 1959, p. 4;
MAE, DAL, Guinea 14, Telegrama de Huré, Embajador de Francia en Guinea, al Ministerio de
Relaciones Exteriores de Francia, Dirección África-Medio Oriente (Nº 297), 6 de mayo de 1959,
8
Medio Oriente (Nº 418/AL), 11 de septiembre de1959, p. 2; MAE, DAL, Guinea 7, Siraud al
Ministerio de Relaciones Exteriores de Francia, Dirección África-Medio Oriente (Nº 424/AL),15
de septiembre de 1959, p. 1.
36 MAE, DAL, Guinea 43, Telegrama de la Embajada de Francia en Conakry al Ministerio de
Relaciones Exteriores francés, Dirección África-Medio Oriente (Nº 367), 21 de april de 1960;
MAE, DAL, Guinea 43, Telegrama de Siraud al Ministerio de Relaciones Exteriores francés,
Dirección África-Medio Oriente (Nº 368/373), 21 de abril de 1960; MAE, DAL, Guinea 43,
Telegrama de Siraud al Ministerio de Relaciones Exteriores francés, Dirección África-Medio
Oriente (Nº 377/378), 22 de abril de1960; MAE, DAL, Guinea 43, Extractos concedidos por
Radio Guineana del discurso del señor Sékou Touré del 20 de abril y texto de la moción del
Departamento Político Nacional del mismo día (sin número), sin fecha, pp. 1-2.
37 MAE, DAL, Guinea 43, Siraud al Ministerio de Relaciones Exteriores francés, Dirección África-
Medio Oriente (Nº 614/AL), 24 de junio de 1960, p. 2; MAE, DAL, Guineae 43, Agencia Guineana
de Prensa, Noticias de la República: Revelaciones sobre el affaire del complot anti-guineano (sin
número) 28 de julio de 1960.
38 MAE, DAL, Guinea 7, Max, asesor político del Gobierno General del África Occidental Francesa,
(sin número), 24 de septiembre de 1959, pp. 1-2; MAE, DAL, Guinea 43, Embajada de Francia en
Conakry al Ministerio de Relaciones Exteriores francés, Dirección África-Medio Oriente (Nº
698/AL), 5 de agosto de 1960, p. 2.
40 MAE, DAL, Guinea 43, Telegrama de Pons, embajador de Francia en Guinea, al Ministerio de
cuales la República de Francia podía confiar45. Que “los soviéticos” tenían planes para el
resto del África francófona era evidente para los franceses a partir de las iniciativas
guineanas en la antigua África Occidental Francesa. Dado que Sékou Touré controlaba
todavía el antiguo sindicato federal, la Unión General de Trabajadores del África Negra,
los funcionarios franceses querían asegurar que esta organización quedara neutralizada
en los otros países ahora independientes. Para lograr este objetivo, buscaron satisfacer
los intereses de los líderes africanos poscoloniales. Todos ellos se sentían muy contentos
de poder deshacerse de los potenciales movimientos de oposición en sus propios
países46. La interpretación del error garrafal de Guinea, que se fue consolidando en
forma creciente en 1959 y 1960, dio a los franceses un modelo para comprender los
acontecimientos en “su” parte de África y a quién mirar como amigo o enemigo.
Amigos poco confiables: Sylvanus Olympio, Nicolas Grunitzky y los límites de la
veneración africana hacia París
Togo se transformó en uno de los primeros casos de prueba para este modelo.
Publicaciones más recientes, de una forma bastante polémica, aseguraban que los
franceses eran hostiles al régimen de Olympio desde el comienzo. Inclusive especulaban
que los “neocolonialistas” franceses estaban detrás del asesinato de Olympio en 1963 y
de la toma de poder militar en 1967 (Labarthe 2005: 41-49; Verschave 1998). La
realidad era más compleja. Era el modelo diseñado a partir de la experiencia guineana el
que jugó para los franceses un papel decisivo en la interpretación de la experiencia
togolesa.
Con la toma de poder por el gobierno del CUT, los franceses se manifestaron inseguros
acerca de cómo tratar a Sylvanus Olympio. Diferentes factores complicaban la
interpretación de las circunstancias togolesas. Los franceses veían a Olympio como un
instrumento de Kwame Nkrumah, el jefe del gobierno independiente, considerado un
comunista convencido47. Consecuentemente, la Dirección de la División de Economía del
Ministerio de Ultramar francés se preguntaba en 1958 si, bajo tales circunstancias, se
justificaba hacer una gran contribución al presupuesto del ahora autónomo Togo. El
financiamiento francés ascendía a las dos terceras partes del producto bruto interno.
Funcionarios en París criticaban que esos fondos fueran a los bolsillos de un régimen de
45 Ver también CAOM, FM 1AffPol/2245/3, Conferencia de informes sobre África—Reggan—25 o
Relaciones Exteriores francés, Dirección África-Medio Oriente (Nº 850 Al), 4 de julio de 1958, p.
5; MAE, DAL, Togo 5, Embajada de Francia en Ghana a Henry, Subdirector de Asuntos Africanos,
Dirección de África-Medio Oriente, Ministerio de Relaciones Exteriores de Francia (sin número),
1º de agosto de 1958, p. 1.
11
Debré, Primer Ministro francés (Nº 524/PEF), 2 de Septiembre de 1959, p. 2; CAOM, 23APOM/1,
Documentos de Guillaneuf, Spénale a Administración General de Servicios del Ministerio de
Ultramar francés (Nº 25/CAB), 22 de enero de 1960.
50 ANF, Fondos Foccart, “Fonds Privé”, 285, Grunitzky, ex primer ministro de Togo, nota al sujeto
de derecho a pensión a la ancianidad del señor Grunitzky Nicolas (sin número), 17 de abril de
1962, p. 1.
51 ANF, Fondos Foccart, “Fonds Privé”, 285, anónimo (probablemente SDECE), Nota: M. Sylvanus
sido ya observado por los funcionarios franceses en el período inicial de Grunitzky como primer
ministro, ver CAOM, FM 1AffPol/2182/6, Géorgin, Funcionario en Jefe de Seguridad Externa de
Togo, a la Dirección del Gabinete del Comisionado de Togo (Nº 875/SE), 8 de noviembre de
1957, pp. 2-3.
54 MAE, DAL, Togo 5, Spénale, Síntesis de los eventos políticos acontecidos dentro de la
República de Togo en el mes de agosto (sin número), sin fecha (llega el 2 de diciembre de 1959),
pp. 1-2.
12
como en cualquier lugar de África, la democracia no era posible, ni siquiera con Sylvanus
Olympio, quien no era para nada un comunista, sino un “burgués liberal”. De acuerdo
con esta visión los jóvenes (potencialmenteq1) comunistas se escondían en el fondo y
trataban de infiltrar el partido único, con éxito:
“Inclusive en este Togo gobernado por un burgués liberal, la lista única, la intimidación, las
presiones hasta llegar al asesinato, no dejan mucho lugar a la oposición, la que se
refugiará en la clandestinidad, o bien en el seno del partido único y triunfante para
infiltrarse. A esto tienden ciertos jóvenes turcos ganados al “socialismo africano”. Estos
jóvenes, al madurar, teniendo ya en sus manos palancas administrativas poderosas, no son
comunistas, pero las estructuras económicas de sus propuestas se armonizarán más
fácilmente con aquellas de los países del Este que con las nuestras. Si no damos muestras
de imaginación para ajustar las estructuras que recepten este “socialismo africano”, se
encaminarán hacia el comunismo55.
No hay pruebas reales de que los franceses estuvieran detrás de la crisis en la que quedó
sumergido Togo a comienzos de 1963. En enero de 1963, un golpe de Estado derrocó al
régimen de Olympio. Oficiales amotinados asesinaron al presidente que había huido a la
Embajada de Estados Unidos. Las sospechas apuntan a Francia, pero no hay ningún
indicio concreto de que el Ministerio de Relaciones Exteriores o la Secretaría de Asuntos
Africanos intentaran activamente derribar al gobierno togolés, como tratan de probarlo
estudios basados en investigaciones periodísticas. No podemos estar seguros de que el
embajador de Francia, Henri Mazoyer, no alentara a los oficiales líderes del ejército a
deshacerse de Olympio, pero no hay documentación que indique que el embajador
hubiera recibido instrucciones o apoyo del Quai d’Orsay o de Jacques Foccart para eso.
No obstante, lo que resulta todavía más llamativo es que los partidarios de Olympio, que
se organizaron a sí mismos en el comité de salut public después de que las fuerzas
armadas amotinadas arrestaran a la mayoría de los ministros, no mencionaran ningún
tipo de involucramiento francés en los incidentes. Los líderes del CUT acusaron a Ghana
de pagar a los amotinados para que sabotearan al país y aterrorizaran a los miembros
del antiguo partido gobernante56. Si se creía que Mazoyer era la eminencia gris detrás
del golpe, ¿no habría sido severamente atacado por los seguidores de Olympio?
Los funcionarios franceses no estaban totalmente felices con la diversificación
económica que el gobierno de Olympio trataba de promover y habían atacado lo que
ellos veían como el esfuerzo perdido de los togoleses para articularse a sí mismos con la
política francesa en África57. Sin embargo, no tenemos pruebas de que los franceses
intentaran forzar activamente a Togo en otro dirección, mediante la eliminación del
gobierno en funciones. Además, la influencia de su antiguo cliente Grunitzky, aunque
este se encontraba protegido por los franceses y Francia le había proporcionado algunos
privilegios monetarios, era relativamente pequeña. Luego del intento de asesinato
contra el anterior primer ministro togolés y su familia en abril de 1962, los franceses
consideraron sospechosos a los “comunistas”, lo que significa que no veían ninguna
necesidad de entrar en confrontación con el gobierno de Olympio en lo que concierne a
55 ANF, Fondos Foccart, “Fonds Privé”, 285, Mazoyer, Embajador de Francia en Togo, a Foccart
número), sin fecha [1963], firma borrada, pero probablemente del líder del comité, p. 1.
57 ANF, Fondos Foccart, “Fonds Privé”, 285, Mazoyer, Nota (sin número), 19 de agosto de 1963.
13
octubre de 1965 (sin número), sin fecha; ANF, Fondos Foccart, “Fonds Privé”, 285, Foccart, Nota
a la atención del señor Plantey (sin número), 23 de febrero de 1965.
61 ANF, Fondos Foccart, “Fonds Privé”, 285, Foccart, Comunicación del presidente Grunitzky (sin
de 1966.
63 ANF, Fondos Foccart, “Fonds Privé”, 285, Foccart. Entrevista con el vicepresidente Méatchi y
Africaines).
CHAFER, T.
2002 The End of Empire in French West Africa. France’s Successful Decolonization?
(Oxford: Berg).
CHARLES, B.
1992 “Le rôle de la violence dans la mise en place des pouvoirs en Guinée”, en C.-R.
AGERON & M. MICHEL (dir.), op. cit.: 361-373.
1997 “La transformation des relations de pouvoir entre le Gouvernement général, le
ministère de la FOM et la Guinée (1956-1958)”, en C. BECKER, S. MBAYE & I.
THIOUB (dir.), AOF: réalités et héritages. Sociétés ouest-africaines et ordre
colonial, 1895-1960 (Dakar: Direction des Archives du Sénégal):101-114.
KEESE, A.
2003 “‘Quelques satisfactions d’Amour-propre’: African Elite Integration, the Loicadre,
and Involuntary Decolonisation of French Tropical Africa”, Itinerario 27 (1): 33
57.
2007 Living with Ambiguity: Integrating an African Elite in French and Portuguese
Africa, 1930-61 (Stuttgart: Steiner).
LABARTHE, G.
2005 Le Togo, de l’esclavage au libéralisme mafieux (Marsella: Agone).
LUCHAIRE, F.
1957 “Le Togo français. De la tutelle à l’autonomie”, Revue juridique et politique de
l’Union Française 11 (1): 1-46; 11 (3): 501-587.
MICHEL, M.
1986 “Le Togo dans les relations internationales au lendemain de la Guerre: prodrome
de la décolonisation ou ‘petite mésentente cordiale’? (1945-1951)”, en C.-R.
AGERON (dir.), Les Chemins de la décolonisation de l’Empire français (1936-
1956) (París: CNRS Éditions): 95-107.
1988 “The Independence of Togo”, en P. GIFFORD & W. R. LOUIS (eds.), Decolonization
and African Independence. The Transfer of Power, 1960-1980 (New Haven-
Londres: Yale University Press): 295-319.
1999 “Une décolonisation confisquée? Perspectives sur la décolonisation du Cameroun
sous tutelle de la France 1955-1960”, Revue française de l’Histoire d’Outre-mer
86: 229-258.
MORTIMER, E.
1969 France and the Africans 1944-1960. A Political History (Londres: Faber and
Faber).
NUGENT, P.
2004 Africa since Independence. A Comparative History (Basingstoke: Palgrave
Macmillan).
PÉAN, P.
1983 Affaires africaines (París: Fayard).
SCHMIDT, E.
2007 Cold War and Decolonization in Guinea, 1946-1958 (Athens: Ohio University
Press).
VERSCHAVE, F.-X.
1998 La Françafrique. Le plus long scandale de la République (Paris: Stock).
16
ABSTRACT
En 1958, el Estado francés perdió el control de dos de sus antiguos territorios africanos,
Guinea y Togo. Esta pérdida de control fue, al comienzo, completa, aunque los líderes
togoleses establecieron rápidamente una relación de trabajo con París. En este período
entre la ley-marco y el establecimiento del nuevo gobierno de Charles de Gaulle, tales
acontecimientos resultaron una conmoción para los funcionarios franceses. Sin
embargo, tenían que enfrentar las circunstancias políticas y lo hicieron formulando
lentamente una nueva política en lugar de intervenir en forma directa. La experiencia
francesa en tales “Estados disidentes” influenció fuertemente la forma en que aquellos
funcionarios interpretarían en el futuro la situación en el África subsahariana. Los
hacedores de la política francesa comenzarían a ver al África como un campo de batalla
entre amigos y enemigos, entre pro-comunistas traidores y socios leales.
Palabras clave: Francia, Guinea, Togo, descolonización, neocolonialismo, percepciones
políticas.