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Humboldt + Goethe + U.

Nacional = Música para Camaleones

Celebrando nuestro bicentenario, y el natalicio 250 de Humboldt, la Universidad Nacional de


Colombia, en alianza con el Instituto Goethe, es anfitriona de una muestra contemporánea y
transfronteriza, que conectará nuestro patrimonio biológico y cultural, con el país del compositor
de la marcha nupcial de Sueño de una Noche de Verano.

Podremos contemplar una exposición en el Museo de Arte, y disfrutar la presentación de Stephan


Micus en el Auditorio León de Greiff. Explorador de culturas e investigador musical, se ha
inspirado en España, India, Irlanda y Ghana, y conoció nuestro país motivado por “El amor en
tiempos de cólera”.

Ahora visitará reservas naturales en nuestro Orinoco, y ojalá coincidiera con alguno de los reyes
vallenatos, Elvis Díaz o Edmar Castañeda, arpista cuya fusión jazz-joropo tuve oportunidad de
escuchar en el Teatro Mayor por recomendación de una diletante ingeniera y clarinetista.

Por una entrevista supe que inspiraba su metodología en el ‘koan’, de los maestros zen; de hecho,
su canción ‘Escuchar la lluvia’ conmueve como Meditaciones de Massenet -quien musicalizó
Werther (Goethe)-, antecedente que me motiva a conocer su nuevo álbum, Noche Blanca, pues de
repente tenga alguna melodía, ritmo o armonía, que evoque la obra de Dostoievski.

Más allá del ingenio de Micus, su locación en nuestra alma mater me invita a compartir unas notas
sobre recursividad y holografía, principios del pensamiento complejo, que difuminan las
distinciones causa-efecto y parte-todo, presentes en nuestros pensamientos y sentimientos, letras
y números, ciencias y artes.

Por ejemplo, Pitágoras creó una escala de sonidos -fraccionando la longitud de una cuerda-, y la
replicó en intervalos proporcionales, conocidos como quinta perfecta o justa, en una proporción
3:2. Este tipo de relaciones cobra misticismo en el caso de la razón áurea y la serie Fibonacci, cuyas
espirales de creciente simetría o armonía se replican en las flores.

Además de haber sido utilizada para mejorar la afinación entre instrumentos, ha permitido
explicar emparejamientos en ciertas especies; de hecho, la composición musical se sustenta de
triadas, que en una visión romántica puede expresar la conjugación Yo-Tu-Nosotros, aunque en
una más dramática involucraría a terceros (Afinidades Electivas, según Goethe).

La posterior fusión de aprendizajes interculturales permitió a los orientales depurar una escala de
5 notas, replicada en el Jazz. Al final de cuentas, comparo esto con nuestra capacidad de natural
de adaptar, improvisar o entender hasta 3 dimensiones, dejando nuestra posibilidad de ir más allá
de nuestros límites a la magia de las matemáticas. Hoy, de hecho, existe la música
multidimensional, y el análisis de Fourier, la inteligencia artificial, y los innovadores materiales
acústicos, perfeccionan los sonidos en formas que desconocemos hacia dónde nos llevarán.

Al margen de cualquier juicio estético, estamos invitados a nuestra Universidad Nacional para
conocer más de la diversidad colombiana, y la experimentación de Micus.

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