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6) PREVALENCIA:

PERÚ

Según EsSalud, el número de enfermos sube un 33% cada año. 5% de los personas
en Perú, están afectados. Aunque en Perú no existen datos certeros para graficar la
dimensión del problema, todo indica que tiende a crecer. El Instituto Nacional de Salud
Mental (INSM) calcula el 5% de la población de Lima Metropolitana tiene
complicaciones asociadas a la ludopatía.
Según cifras del Seguro Social de Salud (EsSalud), la ludopatía en Perú crece a un
ritmo de 33% cada año. Sin embargo, los números del INSM indican que el porcentaje
puede ser mayor. En el primer semestre de este año, la entidad ha diagnosticado 72
nuevos casos de este trastorno.

¿Por qué participa la gente en este tipo de juegos?

Podría parecer que la razón más evidente es ganar dinero. Pero eso solo es parte de la
historia. Para muchos jugadores, es tanto la excitación y la diversión que acompaña al juego
como el hecho de ganar dinero.
A veces la gente empieza a jugar con dinero porque sus amigos lo hacen o porque tienen
un pariente en la familia a quien le va el juego. De hecho, el principal factor de riesgo para
que los adolescentes tengan problemas con el juego es la influencia de amigos y familiares.
Algunas personas empiezan a jugar con dinero sencillamente porque están solas y/o
aburridas. Algunos adolescentes que desarrollan problemas con el juego dicen que juegan
como una forma de huir de los problemas que tienen en casa. El problema consiste en que
se puede empezar a jugar con dinero como una distracción coyuntural. Pero, puesto que el
juego activa la parte del cerebro que trabaja con el riesgo y la recompensa, la gente puede
acabar volviéndose adicta.

Recomendaciones:
a. Comprender su problema:

El primer paso que debemos realizar si queremos ayudar a un ludópata a revertir su


situación es entender bien en qué consiste una ludopatía. De este modo, debemos
entender que un ludópata se encuentra enganchado al juego del mismo modo que
un cocainómano lo está a la cocaína. La comprensión de su problema es un
elemento clave ya que a las personas que no somos adictos a ninguna sustancia o
conducta nos puede costar mucho entender como alguien puede engancharse tanto
a algo. No obstante, si nos dejamos llevar por posibles reproches o recriminaciones
hacia la persona que padece ludopatía, nos será muy complicado poder ayudarle.
Así pues, es importante que nos centremos en el presente, en la situación que le
está tocando vivir y en las dificultades que puede presentar respecto al juego.

b. Pregunta sin juzgar:


No todos los ludópatas presentan su adicción de una forma idéntica, por lo que
deberemos indagar cómo vive la ludopatía la persona a la que queremos ayudar.

Preguntas como: ¿identifica el juego como patológico? ¿se considera adicto al


juego? ¿Es consciente de los problemas que le origina? ¿Quiere cambiar su
situación personal? ¿Le gustaría dejar de jugar y vivir una vida más organizada?

Será muy diferente si queremos ayudar a un ludópata que identifica su relación con
el juego como una adicción y que está convencido de que quiere superarlo, que si
queremos ayudar a un ludópata que ni siquiera reconoce tener un problema con el
juego.
Por ejemplo, si un ludópata niega tener un problema con el juego, de nada servirá
que tú le digas que sí y que tiene que dejar de jugar, ya que él seguirá analizando
su relación con el juego en base a sus pensamientos previos.

c. Relaciona el juego con problemas:


Un ludópata puede negar hasta la extenuación su adicción con el fin de poder seguir
jugando sin tener remordimientos de conciencia, pero le costará más evitar la
concienciación sobre los problemas que le origina el propio juego.

Esta tarea puede resultar relativamente sencilla ya que el juego patológico suele
originar un gran número de problemáticas.

Derroches de dinero, problemas económicos, conflictos de pareja, problemáticas


familiares, decremento de amistades, problemas con el sueño, consumo de alcohol,
conflictos laborales, disminución de su desempeño, pérdida de salud…

Estos son sólo algunos ejemplos de los problemas que muy probablemente haya
ocasionado el juego en un ludópata.

Comentarle estas problemáticas que ha ido padeciendo y relacionarlas con las horas
que ha destinado al juego es el método más eficaz para que el ludópata vaya
cogiendo conciencia de que su relación con el juego le puede estar perjudicando.

d. Infórmale sobre el juego patológico:

Una vez el ludópata sea capaz de relacionar su relación con el juego con las
problemáticas que se le han ido presentando, se le puede empezar a informar sobre
la ludopatía.

En este momento, el ludópata estará empezando a analizar su relación con el juego,


por lo que probablemente no esté tan cerrado a la información que le puedas
proporcionar sobre su situación.

No obstante, se debe proporcionar la información con cierta cautela, sin caer en


determinismos o catalogaciones.

Así pues, conviene explicar qué es la ludopatía y qué relación existe entre juego
patológico y adicción, de tal modo que el mismo pueda sentirse identificado y
empezar a tomar conciencia de que quizá él está padeciendo esta alteración
psicológica.

e. Cambia el foco de atención_

Puede ser consciente de sus problemas y de su complicada relación con el juego,


pero no otorgarle a este último la plena responsabilidad sobre sus dificultades.

“Sí, gasto bastante dinero con el juego per el otro día gané 300 euros, por lo que
mis problemas económicos no los causa sólo el juego”.

“Sí, cuando vuelvo tarde a casa después de haber estado jugando discuto con mi
mujer, pero siempre ha sido así, tiene un carácter muy fuerte y siempre
me recrimina cualquier cosa”.
Si plantemos objetivos que sean relevantes para el ludópata, será más sencillo que
aumente su motivación que si el objetivo en sí consiste en simplemente abandonar
la conducta que más le gusta realizar.

De este modo, se le puede plantear, “hasta ahora has intentado mejorar tu


economía mientras gastabas dinero con el juego y no ha dado resultado, vamos
a cambiar la estrategia dejando de jugar a ver si así tenemos mejores resultados”

Si plantemos objetivos que sean relevantes para el ludópata, será más sencillo que
aumente su motivación que si el objetivo en sí consiste en simplemente abandonar
la conducta que más le gusta realizar. (UTILIZAR LA SOLUCIÓN DE
PROBLEMAS)

f. Proporciónale alternativas

Las personas que son adictas al juego suelen invertir muchas horas a jugar, por lo
que si quiere dejar de hacerlo deberá encontrar otras actividades con las que
ocupar ese tiempo.

Buscar actividades que sean incompatibles con el juego como hacer ejercicio, leer,
quedar con amigos o ir a pasear suelen ser muy adecuadas para que el ludópata
consiga evitar el juego en las horas que solía jugar.

g. Motívale para el cambio:

Recordar las cosas que está ganando al dejar de lado el juego, la mejoría en su
calidad de vida y todos los beneficios que supone superar una adicción será
gasolina pura para que el ludópata pueda seguir resistiéndose al juego.

Así mismo, será importante remarcar todos sus logros por pequeños que sean,
darles valor e incentivarlo a que siga esforzándose para superar su adicción.

h. Incítale a realizar actividades recreativas saludables:

La ludopatía suele estar ligada a un estilo de vida poco saludable, consumo de


alcohol, pocas horas para el cuidado y vida desorganizada.

Así pues, si el ludópata consigue iniciar un estilo de vida con actividades


saludables como hacer ejercicio, cuidar su imagen o practicar algún deporte, el
juego lo tendrá más complicado para acceder a su día a día.

Así mismo, promover un vida organizada, con horarios bien establecidos, buen
descanso por la noche, buen ambiente familiar y alimentación saludable, son otros
aspectos importantes para evitar recaídas.

Ludopatía en niños o infantil:

La diferencia entre el simple gusto por jugar y la ludopatía


El niño cumple primero con sus deberes y deja el juego como un premio, siendo capaz de
respetar la orden del adulto que fija las reglas y normas. En la ludopatía, en cambio, se
desobedece al adulto, se le engaña e incluso se puede mostrar una conducta hostil ante las
limitaciones de horario.
La única manera de detectarlo tempranamente es a través de la supervisión de los
padres. Si no existe esto, los niños pueden terminar en una adicción severa. Los que
empiezan con esta patología dejan de acudir a actividades familiares y sociales. Los
videojuegos pasan a ser el tema central de sus mundos y se pierden experiencias
significativas. Lo más frecuente es que esto ocurra en la preadolescencia, pero si los
padres ponen límites, los menores estarán más protegidos.

Entre un 20 y un 30 por ciento de los menores que juegan a través de consolas, tabletas,
computadores y otros dispositivos, desarrollan conductas adictivas. Además, es más
habitual que ocurra en hombres que en mujeres.

Quienes están más propensos a la ludopatía son niños que tienen hogares
disfuncionales, con escasa vigilancia de los padres o poseen patologías mentales. De no
haber tratamiento, los chicos podrían rechazar el sistema escolar y está comprobado
que esta adicción se relaciona con las adicciones a otras sustancias como el alcohol y
las drogas.

La patología se relaciona con un déficit atencional no tratado. “Son menores que se


aburren fácilmente y pertenecen a una familia que presenta una dinámica disfuncional
que no se ha tratado. En estos niños, se suele encontrar falta de habilidades sociales y
de asertividad, impulsividad y mal rendimiento.

Los padres se dan poco tiempo para jugar con los niños y ese es un factor de riesgo.
Dentro de nuestras posibilidades deberíamos invitarlos a jugar en un parque, salir al
patio y así el hijo se sentirá más atraído por las actividades al aire libre.

La ludopatía es un trastorno de la voluntad, ya que esta es más débil que la necesidad


de ir a satisfacer con el juego. Los caminos al juego compulsivo son la necesidad de
escapar al aburrimiento, de la realidad y en el caso de los niños de los miedos y la
necesidad de afecto.
 Estar con sus iguales, jugar a otro tipo de cosas, establecer otras pautas de
ocio», apunta. Pero inmediatamente subraya que el problema es que este
tipo de ocio es muy cómodo para familias que van «agobiadas y con falta
de tiempo para gestionar» el tiempo libre de sus hijos. «Por eso se consume
tanto»,

Manifiestan síndrome de abstinencia:

Hay padres que exponen a sus hijos a temprana edad a dispositivos, algo que podría llevar a la
ludopatía infantil. “Para los adultos es muy cómodo dejar al niño de 3 o 4 años pegado al iPad
para entretenerlo, pero cuando le quitan el aparato los menores pueden tener una reacción
intensa que se asocia a un síndrome de abstinencia. Lo mismo ocurre con niños un poco más
grandes, que cuando se ven sin el dispositivo se desesperan y se angustian”, afirma Elías Arab.
Alfonso Correa agrega que incluso los niños pueden presentar dolor abdominal cuando les
quitan los videojuegos.

Efectos de la ludopatía:
Al no saber que comen por pasar sentados jugando los niños acumulan un exceso de
calorías. En el mimo sentido desaparecen las actividades físicas o de trayendo como
consecuencia el sobrepeso. “

Tratamiento:
Para combatir la ludopatía, los expertos abogan por el tratamiento personalizado, que
se componga de la terapia en grupo para pacientes y para familiares, y la administración
de fármacos.
También se ha comprobado que un enfoque con terapia cognitivo-conductual reduce los
síntomas y las urgencias relacionadas con el juego. Este tipo de terapia se centra en la
identificación de los procesos mentales relacionados con el juego, las distorsiones
cognitivas y del ánimo que incrementan la vulnerabilidad al juego incontrolado. Además,
esta terapia utiliza técnicas de adquisición de competencias orientadas a la prevención
de recaídas, asertividad y rechazo del juego, resolución de problemas y refuerzo de las
actividades e intereses incompatibles con el juego.
Fomentar las actividades fuera de los juegos y que sean en campo abierto.
Comunicarse con el niño y dedicarle tiempo a jugar con él a otro tipo de actividades.
Establecer horarios determinados. Los padres deben establecer un horario para los
juegos y debe ser respetado.

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