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ALGUNOS PUNTOS DE PARTIDA PARA PENSAR LO GRUPAL. Amilkar. Natinzon. 14065.

Subjetividad: producción epocal. La problemática d la subjetividad se constituye como un eje organizador p


pensar los efectos d la grupalidad y d las diversas prácticas grupales. Subjetividad como producción d un
determinado momento histórico-social y abierta a reconstrucciones y nuevos sentidos en el vínculo con otros.
Consideramos al campo grupal desde su multidimensionalidad y complejidad, con sus múltiples
atravesamientos (políticos, sociales, económicos, ideológicos…) así como desde sus dimensiones,
especificidades y legalidades.
La propuesta es pensar el campo grupal desde un abordaje transdisciplinario. El punto de partida es el de un
nuevo paradigma q rompa con la disociación entre lo biológico x un lado y lo psíquico y cultural x el otro.
Autores como Foucault, Deleuze han sido hitos de gran transcendencia al crear las condiciones de posibilidad
(desde su critica al pensamiento d lo Uno). La noción deleuziana de multiplicidad trata d aquello q escapa a
dualismos y binarismos generalmente reductivos. No se trata de “pensar una multiplicidad como lo q tiene
muchas partes, como mera adiciones de parte sino como lo q esta plegado de muchas maneras”

Desde esta perspectiva, los grupos son pensados como dispositivos sociales d producción subjetiva q al ser
generadores de transformación, producen subjetividad y provocan su despliegue. Los dispositivos, las
estrategias de operación necesitan transformarse p poder dar respuesta a las demandas d los tiempos actuales.

Proponemos partir desde un trabajo de “elucidación critica, pensar el hacer y saber lo q se piensa”.
Un trabajo de elucidación crítica abre la posibilidad de focalizar las áreas d visibilidad sobre los
acontecimientos grupales, posibilitadas x dispositivos grupales implementados, sabiendo q al diseñar una
actividad en función de determinados objetivos quedan zonas de invisibilidad. De esta manera el proceso de
elucidación crítica tendrá como principal horizonte des-esencializar las nociones universalidazas. Este proceso
de pensamiento esta asociado también a la noción de de-construcción de jaques Derriba. Deconstruir significa
desmontar, problematizar la relación inmediata y natural de pensamiento, unido a la verdad y el sentido.

AM. Fernández parte d lo grupal como campo de problemática, atravesado x múltiples inscripciones: deseantes,
históricas, institucionales, políticas, económicas, etc. Lo grupal en un doble movimiento teórico: el trabajo
sobre sus especificidades y su articulación con las múltiples inscripciones q lo atraviesan. Una manera d pensar
lo Uno y lo Múltiple, intentando superar los encierros q la lógica del objeto discreto impone, abriendo la
reflexión hacia formas epistémicos pluralistas, transdisciplinarias.
R. Kaes propone un abordaje psicoanalítico del grupo; centrándose en diferentes modos d articulación entre el
espacio psíquico del grupo, el de los sujetos q lo constituyen, sujetos del inconciente y en sus relaciones como
producción reciproca. De este modo queda habilitada la posibilidad d pensar al sujeto en situación de grupo.

AM. Fernández realiza una remisión histórica d los saberes y practicas grupales desde un sentido genealógico.
Se interesa x el “como se construyen los conocimientos acerca d lo grupal” y no x el “que son los grupos”.
Con el propósito de buscar un orden p la indagación a realizar, señala 3 momentos epistémicos, pensados no un
sentido cronológico sino q expresan ciertas formas características d pensar las legalidades grupales.
1- primer momento epistémico: se organiza a partir de pensar al grupo como un todo. Hace aportes la teoría
de la gestalt: “el todo es mas q la suma d las partes”. El punto de partida se puede situar a partir d la demanda
proveniente d la práctica social empresarial, con localización en los EEUU d los años 20. Lewin explicara la
acción individual a partir d la estructura q se establece entre el sujeto y el ambiente en un momento
determinado. Dicha estructura es un campo dinámico, un sistema d fuerzas en equilibrio; cuando ese equilibrio
de quiebra, se crea tensión en el individuo, y su comportamiento tiene como finalidad su restablecimiento. El
grupo y su ambiente es un campo social dinámico, cuyos principales elementos son los subgrupos, los
miembros, los canales d comunicación, las barreras. Modificando un elemento se puede modificar la estructura.
En 1930 y 1940 se exigen nuevas formas de intervención, se inventa una nueva tecnología: el Dispositivo
Grupal, y un nuevo técnico: el Coordinador de los Grupos. El grupo es más q la suma d las partes: existe un plus
grupal. Surge el interés x teorizar ese plus grupal. Además resulta necesario crear espacios tácitos con los q se
intentara dar respuesta a múltiples problemas q se despliegan con le avance d la modernidad.
2- Segundo momento epistémico: se centra en la búsqueda d los organizadores grupales. El psicoanálisis hace
sus aportes. La polémica se centra en dilucidar si los grupos constituyen un campo de aplicación del saber y la
técnica psicoanalítica, o si exigirán la elaboración d instrumentos teóricos y técnicos específicos. Bion realizo
una primera experiencia con grupos como psiquiatra militar ingles durante la segunda guerra mundial.
Encargado d un hospital d 400 hombres donde era imposible realizar abordajes psicoterapéuticos individuales.
Tenia como objetivo obligar a esta colectividad a tomar conciencia d sus dificultades, a constituir un grupo.
Enunció q el comportamiento d un grupo se efectúa en 2 niveles: el d la tarea común y el d las emociones
comunes. El primer nivel es racional y conciente. El segundo es la circulación emocional y d la fantasmatica
inconciente entre ellos. Destaco q los individuos reunidos en un grupo se combinan en forma instantánea e
involuntaria p actuar según unos estados afectivos q denomino “supuestos básicos”, estos estados son p Bion
arcaicos y pregenitales. Todos ellos son producciones grupales q tienden a evitar las frustraciones inherentes al
aprendizaje x experiencia, en tanto esto implica esfuerzo dolor, contacto con la realidad. Describe 3 d ellos:
“supuesto básico de dependencia, de ataques y fuga y de apareamiento”
3- Tercer momento epistémico: abordaje d ciertas realidades disciplinarias sin caer en reduccionismos
(sociologismo, psicologismo, psicoanalismo). Se plantea la necesidad d abrir el pensamiento de lo grupal hacia
lógicas pluralistas q legitiman epistemologicamente atravesamientos disciplinarios. Hay una necesidad de
abordajes transdisciplinarios p la teorización de lo grupal. Un criterio transdisciplinario supone un trabajo de
elucidación crítica sobre los cuerpos teóricos involucrados. X lo tanto los cuerpos teóricos funcionan como
“cajas de herramientas”, aportan instrumentos y no sistemas conceptuales.
Se propone pensar los grupos como campo de problemáticas, como nudos teóricos aludiendo al des-
disciplinamiento disciplinario.

Kaes considera q el interés x los grupos esta vinculado al debilitamiento d los garantes metasociales y
metapsíquicos, produciéndose una alteración en sus funciones de encuadramiento, de creencias compartidas y d
representaciones comunes. Al resquebrajarse estos garantes, quedan afectadas las posibilidades d organizarse
como conjunto social, emergiendo arbitrariedad y anomia.
Frente a estos malestares y dificultades los dispositivos grupales resultan privilegiados p restaurar las funciones
metapsiquicas sobre las q reposan los apuntalamientos, la eficacia de las prohibiciones estructurantes, los
referentes identificatorios, las creencias y representaciones compartidas.
Pensando al grupo como entidad psíquica específica, propone diferentes modelos:
- Realiza un recorrido x las concepciones funcionalistas centradas en dar cuenta d las funciones llevadas a
cabo x el grupo y los procesos q las sostienen. Consideran al grupo como un sistema funcional de relaciones d
interdependencia reciproca. Se trabaja buscando conservar el equilibrio, se toman las tensiones y los cambios en
tanto sean posibilitadotes del proceso del grupo. Los disfuncionamientos tratan d eliminarse. Esta orientación se
interroga sobre como y en q condiciones funciona un grupo, y sobre cuales son las funciones necearías en un
grupo p rendir dentro d su organización. Destaca algunas funciones a tener en cuenta: la del conductor como
líder, las funciones del ideal, el narcisismo de las pequeñas diferencias, las funciones de creencia, la ilusión
grupal, etc.
- Los modelos estructuralistas ponen su mirada sobre los principios estables constituyentes d su organización
permanente y en este contexto las relaciones entre sus miembros. Exponentes: gestalt-theorie q describen al
grupo como totalidad y como campo.
- Los modelos genéticos dan cuenta del grupo desde su devenir partiendo de un momento inicial hasta su
terminación. Devuelve la perspectiva d la historizacion al grupo al describir procesos con progresivos y
regresiones. Resultan nociones centrales d este modelo la d organizadores del proceso grupal y la d regresión
(movilización en el grupo d angustias arcaicas, fragmentación, perdida d limites, contagio d emociones y las
defensas compartidas frente a estas).
- Los modelos d transformación ponen el acento en los vínculos entre los sujetos, d cada uno con el grupo y
su historia. Estos modelos plantea la reciprocidad entre el conjunto y cada uno d los sujetos d ese conjunto,
implicados recíprocamente, no existiendo el uno sin el otro.
EL CAMPO GRUPAL. NOTAS PARA UNA GENEOLOGIA. ANA MARIA FERNANDEZ. 6052

INTRODUCCIÓN

A. Para una elucidación critica del campo grupal.


Los discursos con respecto a la grupalidad fueron organizando una infatigable Torre de Babel. Los múltiples
campos de intervención instituidos, las variadas técnicas implementadas, la enunciación de discursos teóricos de
diverso origen dibujaron, en su devenir, un cierto recorte disciplinario. No puede hasta el presente, q sea
pertinente hablar de un cuerpo teórico sistemático de lo grupal. Lo q si puede encontrarse en su Babel es un
damero de opciones teórico-técnicas y ciertos perfiles profesionales q utilizan abordajes grupales en sus
respectivos campos de trabajo.
Se propone un criterio de elucidación crítica. Se hace necesario para tales objetivos, en primer lugar, una
remisión histórica a los saberes y practicas grupales; historia en un sentido genealógico, con el interés de
indagar como se han constituido los saberes sus discursos, sus practicas y sus demarcaciones disciplinarias.
Analizar, las condiciones de producción de tales saberes: teóricos y epistemicas, institucionales e históricos-
sociales, no solo lo q un teoría dice, sino las formas históricas de gestión de los conocimientos q enuncia, el
análisis de las demandas a las q tales practicas dan respuesta.
En primer lugar se enfatiza una diferenciación: los grupos no son lo grupal; importa por lo tanto una teoría de lo
q hacemos y no una teoría de lo q es. Su preocupación es epistemica, es decir, como se construyen los
conocimientos sobre los grupal, y no ontica, (q son los grupos).
En segundo lugar, las diferentes teorías sobre lo grupal no son solo producciones discursivas, son el resultado
de una serie de factores articulados. Interesa reflexionar sobre la relación existente entre un cuerpo teórico y el
diseño técnico q organiza sus formas de trabajo grupal, el lugar q tal corriente o pensador sostenga como sus a
priori la tensión singular colectivo, la demanda socio histórica a la q sus dispositivos son respuesta y las
urgencias de legitimación institucional q marcan sus indagaciones.
En tercer lugar, una teoría demarca sus áreas de visibilidad e invisibilidad, sus enunciados y sus silencios, como
resultado de la articulación de los factores mencionados. Una indagación q se propone critica lejos estará de
buscar acuerdo o desacuerdos con los autores abordados. Desplegara sus reflexiones en los pliegues de
visibilidad y enunciados.
El criterio q se propone de elucidación critica no se sostiene en la premura de legitimar lo q ya se sabe, sino en
abrir interrogaciones sobre lo enunciado y sus practicas q permita, a su vez, pensar los problemas de otro modo.
En tal sentido se propone un doble camino de deconstrucción y re-construcción de teorías y practicas. Esto tiene
la intención de de-sustancia lizar los conceptos y desmarcar la lectura, el texto, el autor de un efecto de verdad,
juego de de-construcción/re-construcción q al poner en evidencia los silencios de enunciado, los objetos
denegados, los impensables en su doble dimensión, teórica y profesional, haga posible pensar de otro modo los
problemas recurrentes de la disciplina y cree condiciones para pensarlo hasta entonces impensable.
Por eso elucidación q se propone crítica y en tanto critica, ética.

B. Una manera de leer, una manera de pensar.


Necesariamente debe buscar criterios de lectura q se aparten del texto-verdad, se distancien del supuesto por el
cual la practica de lectura es un acto de revelación; esta forma bíblica de pensar el texto como continente de una
verdad- revelada- ahí pone al lector en una única posición: el desciframiento.
Varias son las consecuencias de esta manera de leer, una de as mas relevantes es la dogmatizacion del cuerpo
teórico; este proceso posibilita la gestión de una ilusión: a partir de esta ficción ninguna invisibilidad será
posible de ser pensada, la actitud de interrogación caerá bajo sospecha.
Un efecto institucional muy característico de esa situación es la repetición al infinito de la necesidad de
clasificaciones q tipifiquen a sus integrantes en ortodoxos y heterodoxos.
Estos procesos teórico-institucionales van produciendo una transformación en la posición del discurso en
cuestión: de constituir un discurso autorizado pasa a instituirse como el discurso de la autoridad.
Frente a esta forma de lectura es importante evitar tanto la sumisión a la repetición del discurso legitimado,
como la descalificación de sus valores de enunciado. Por ambos caminos, se empobrece la reflexión teórica. En
campo grupal no presenta un cuerpo teórico sistematizado, esta situación podría transformarse en una ventaja ya
q puede ofrecer mejores condiciones para la formación de un método de pensamiento critico. Para ello deberá
desandar un camino q ha recorrido en los últimos tiempos, aquel q ha intentado territorial izarlo como aun
campo de aplicación de campos teóricos instituidos como sistemas conceptuales totalizadores.
La tradición de la teoría critica ha evitado la producción de sistemas teóricos cerrados, prefiriendo el
contrapunto y la interrogación con diversos distemos de pensamiento. En esta propuesta se ha elegido un
criterio de lectura de construcción/re construcción donde los enlaces teóricos puedan realizarse a través de
confrontaciones locales y no globales, donde las teorías puedan pensarse desde lo múltiple y no desde lo uno.
El contrapunto y la interrogación como método para q las teorías mantengan su vigor en ella subversión de
aquello q se ha cristalizado como obvio.
La legitimación del campo grupal no pasaría por lograr constituir una teoría de los grupos sino por plantearse tal
espacio como un campo de problemáticas en el seno del cual habría q discutir sus criterios de demarcación, los
rigores epistémicos y metodológicos para q sus contrapuntos locales y no globales puedan operar como “caja de
herramientas”.

C. Los tres momentos epistémicos.


Con el propósito de buscar algún ordenamiento para la indagación a realizar a través de la Babel de los grupos,
se señalaran tres momentos epistémicos. Tales momentos, mas que indicar un sentido cronológico, expresan
ciertas formas características de pensar las legalidades grupales.

El primer momento epistémico: se organiza a partir de pensar al grupo como un todo. La influencia de la teoría
de la gestalt hio posible afirmar q en un grupo, el todo es mas q la suma de las partes. Hay allí una primera
intuición, aquella q otorga a los pequeños colectivos un plus irreductible a la suma de sus integrantes.
Es en la indagación de tal plus q se delimitan los primeros recortes disciplinarios. Entre ellos se destaca, la
Dinámica de los Grupos.
Entre 1930 y 1940 se instituyeron ciertos criterios en virtud de los cuales comenzó a pensarse en artificios
grupales para abordar algunos conflictos q acontecían en las relaciones sociales. Cobran visibilidad conflictos
humanos en la producción eco, la salud, educación, familia y las instancias organizativas de la sociedad pasan a
considerarlos como parte de los problemas que deben resolver. Pareciera suponerse q tales conflictos no pueden
ser abordados mediante los recursos existentes, exigen nuevas formas de intervención y especialistas adecuados
a tales fines.
Desde diferentes puntos se inventa una nueva tecnología: el Dispositivo Grupal y un nuevo técnico: el
coordinador de grupos. Se multiplican los diagramas técnicos y los campos de aplicación. A su vez, muy
disímiles serán las teorizaciones q intentaran dar cuenta de aquello q acontece en los dispositivos grupales
instituidos.
Estos movimientos se sostuvieron desde una convicción: el grupo, en tanto todo, es mas q las sumas de las
partes. Tal plus grupal hace de los grupos, a partir de allí, espacios tácticos con los q se intentara dar resp a
múltiples problemas q el avance de la modernidad despliega.
Desde entonces, teorizar el plus grupal ha sido una preocupación constante de las diferentes corrientes
grupalistas. Todas enfrentan una misma dificultad: el plus grupal es fácil de poner en evidencia, pero se vuelve
sumamente difícil de producir enunciados teóricos q den cuenta de él y del orden de legalidades q lo sostienen.

El segundo momento epistémico: se focaliza alrededor de la búsqueda de organizaciones grupales, nuclear


aquellos intentos que buscan dar de las instancias de determinación q hacen posibles los movimientos grupales
q habían cobrado visibilidad en los dispositivos q se instituirán por doquier. El psicoanálisis hace hache sus
aportes. Lo mismo podría decirse de Riviere.
En el interior del campo psicoanalítico, la polémica se centrara en dilucidar si los grupos constituyen un campo
de aplicación del saber y la técnica psicoanalítica, o si exigirán la elaboración de instrumentos teóricos y
técnicos específicos; constituirán sus propios contextos de descubrimiento. Al mismo tiempo se perfila un
conflicto q implicara una dimensión teórica y otra institucional. Teóricamente se discute si el psicoanálisis
puede dar cuenta de los aspectos fundantes del campo grupal. En el despliegue de interrogaciones y sus
respuestas no jugaran solo cuestiones teórico-doctrinarias. Aquí opera la dimensión institucional, sus
elucidaciones sufrirán las marcas de las luchas por la hegemonía en el campo intelectual.
El tercer momento epistémico: se perfila a partir de las dificultades q presentan las disciplinas de objeto discreto
para abordar ciertas realidades disciplinarias sin caer en algún reduccionismo (sociologismo, psicoanalizó). Si
las lógicas de objeto discreto, fueron necesarias para poder realizar las demarcaciones básicas de las disciplinas
mas formalizadas de las ciencias humanas, hoy muchas de ellas se encuentran preocupadas en encontrar otros
instrumentos metodológicos q permitan dar cuenta de aquellas áreas q resisten abordajes unidisciplinarios.
Esta tarea produce fuertes tensiones espistemicas e institucionales. El campo grupal, en la búsqueda de su
legitimidad, se despliega hoy en la labor de desmonetar dos ficciones siempre recurrentes: la ficción del
individuo, q impide pensar cualquier plus grupal y la ficción del grupo como intencionalidad q permite imaginar
q el plus grupal radicara en q ese colectivo posee intenciones, deseos o sentimientos.
El análisis crítico de tales ficciones implica un cambio de paradigmas teóricos y una profunda revisión de las
practicas grupales instituidas. Para tal propósito se enfatiza la necesidad de evitar soluciones reductivas y
mantener la posibilidad de sostener algunas tensiones operando en su productividad problemática.
Así, habrá q transitar la tensión entre las epistemologías de objeto discreto y la producción de redes
transdisciplinaria q permitan crear nuevos pasajes de los visible o enunciable en el campo grupal. Esto implica
la posibilidad de sostener la tensión entre las especialidades disciplinarias y los saberes transversalizados. Es en
el marco de tales objetivos q se ha propuesto un criterio genealógico en el análisis de saberes y practicas q
permita referir los mismos a su problematización.
Para ello un par antinómico: Individuo vs. Sociedad exige su elucidación critica. La de-construcción de este a
prior conceptual abre la posibilidad de realizar un pasaje de un criterio antinómico de individuos vs. sociedades,
hacia una operación conceptual q pueda evitar una “resolución” reduccionista y se permita sostener la tensión
singular-colectivo.

CAP. 1. EL VOCABLO GRUPO Y SU CAMPO SEMANTICO

A. Producción histórica del vocablo grupo.


Groppo aludía a un conjunto d personas esculpidas o pintadas, pasando hacia le siglo XVIII a significar una
reunión d personas; divulgándose rápidamente su uso coloquial.
Hasta cierto momento histórico y p los actores sociales d la época, los pequeños colectivos humanos no habrían
cobrado la suficiente relevancia como p formar parte d la producción d las representaciones del mundo social en
q vivían, quedando así sin nominación, sin palabra.

B. Líneas de significación.
Pareciera ser q una d las primeras acepciones del termino groppo, antes d llegar a ser reunión d personas era
nudo. Este a su vez derivaría del germano Kruppa = masa redondeada.
Están presentes, entonces, en el vocablo 2 líneas q frecuentemente se encuentran en la reflexión sobre lo grupal,
o 2 líneas q insisten en dicha reflexión. X una parte, la línea d insistencia Nudo; nudo remite al grado d cohesión
necesaria e/ los miembros del grupo. ¿q anudamientos-desnudamientos se organizan dentro d un conjunto
reducido d personas?.
X otra, la masa redondeada parecería portar, implícitamente, la idea de círculo, en el sentido de reunión de
personas: agrupaciones d oficios, comerciales, clubes, políticos, etc.
Aun en la actualidad generalmente se elige la distribución circular en el trabajo con grupos. Implica una
particular estructuración d los intercambios e/ los integrantes. Sentarse en circulo horizontaliza o democratiza la
relación e/ los miembros. En realidad, el mero sentarse en circulo no determina igualdades jerarquicas ni atenua
los juegos d poder en el mismo.

C. Referentes etimológicos
El groppo aparece con el Renacimiento, momento d profundas transformaciones, políticas, económicas,
familiares; momento d giros epistémicos y de modificaciones d las weltanschauungen. Es en el complejo
tránsito d las servidumbres con Dios, el señor, y la fe hacia las autonomías, las ciencias, las artes no religiosas y
el libre mercado donde se van creando las prefiguraciones del individuum. El groppo se autonomiza al separarse
del edificio asentándose en los atrios y en las plazas.
La preocupación x la noción de individuo comparte el escenario de surgimiento de las ciencias humanas.
La temática de la individualidad o de la identidad personal, comienza a desarrollarse con el advenimiento de la
sociedad industrial, al mismo tiempo q lo privado y lo público reestructuran tanto sus territorios como sus
significaciones, y se organiza un cambio radical en las prioridades de la vida, apareciendo en primer plano el
libre albedrío y la felicidad personal.
Paulatinamente se van delineando las áreas del saber q conformarán las ciencias humanas o humanidades y las
antropologías filosóficas. El Hombre, él mismo, se tomará como objeto privilegiado d reflexión en estos campos
d saberes; los tiempos d las taxonomías serán reemplazados -Descartes mediante- x la pregunta x el ser d lo
humano. La temática d la subjetividad adviene así al escenario filosófico-científico de la época.

La producción del vocablo grupo es contemporánea a la formación d la subjetividad moderna y a la


constitución del grupo familiar restringido.

La “grupalización” d la vida familiar al restringir la familia extensa (nuclearizándola) implicará algo más q una
reducción d personas. Sostiene un cambio significativo -estructural podría decirse- en los anudamientos
subjetivos de sus miembros.
El vocablo grupo, en su acepción actual, se produce en aquel momento histórico q vuelve “necesaria” tal
palabra p la producción d representaciones del mundo social. Su nominación vuelve visible una forma d
sociabilidad (los pequeños colectivos humanos) q con la modernidad cobra la suficiente relevancia en las
prácticas sociales, como p generar una palabra especifica. La aparición d este vocablo se inscribe en el complejo
proceso d transformaciones tanto d las formas de sociabilidad, d las prácticas sociales y de las subjetividades,
como de nuevas figuraciones q los actores sociales darán a las “representaciones” q construyen del mundo en q
viven.
Las transformaciones socio-históricas q dan origen a la constitución de la subjetividad moderna son parte de los
procesos de gestión de los pequeños agrupamientos, entre ellos la nuclearización de la familia.

En síntesis, el vocablo grupo surge en el momento d constitución d la subjetividad moderna. Su etimología


refiere a un número restringido d personas asociadas x un algo en común. Se destacan 2 líneas en tal rastreo
etimológico: la figuración nudo, q sugiere interrogación sobre qué es lo q hace nudo y lleva implícitos
necesarios enlaces y desenlaces e/ sus integrantes, y la figuración círculo, q remite a las formas d intercambio q
se producen entre los miembros de tales grupos.
Sentido metafórico, en tanto figura nudo q aspira a producir efecto d significación.
Con la figura nudo, se intenta subrayar los anudamientos-desanudamientos, d subjetividades, los enlaces-
desenlaces diversos, puntuales, simultáneos, fugaces o duraderos, de subjetividades q se producen en los
acontecimientos grupales. En este sentido preguntarse x la especificidad de lo grupal es abrir interrogación x las
particularidades de tales anudamientos cuando se constituyen en lo q se ha dado en llamar pequeños grupos.
Anudamientos-desanudamientos q x organizarse e/ un conjunto numerable de personas cobrarán características
diferenciales con respecto a otras formas de enlace sociales tales como grupos amplios, masas, duplas, etcétera.

D. Primeras puntuaciones antes de avanzar


Se centrará la reflexión sobre conjuntos restringidos de personas.
El mero “juntarse” no constituye un grupo; entonces, “¿cuándo un conjunto de personas se conforma como
grupo?”. Serán necesarias determinada actividad en común y ciertas formas organizacionales.
Número restringido, orientará en forma significativa los intercambios q entre tales personas se produzcan.
Habrá q interrogar si estas peculiares formas d intercambio q parecen ser los grupos, organizan a, o se organizan
desde algunas particularidades d las formaciones psíquicas d sus integrantes, o si (avanzando un poco más)
producen “formaciones psíquicas propias”.
Aquellos aportes fundantes d los 3 momentos epistémicos delimitados en páginas anteriores, en la constitución
de los saberes y prácticas grupales: el todo es más q la suma d las partes; los organizadores grupales y el
agotamiento del objeto discreto.
CAP. 2. LO SINGULAR Y LO COLECTIVO.
A. Antinomia individuo-sociedad.
Podrían esquematizarse las posiciones mas opuestas diciendo q desde una d ellas se considera al individuo, en
tanto singularidad, como una realidad en si mismo; solo el percibe, piensa, ama u odia, se siente responsable,
etc. El grupo, la sociedad, lo colectivo serian generalizaciones teóricas q no tendrían otra consistencia q la
realidad misma d ese individuo. En la tesis contraria, el individuo como tal, independientemente d los demás
seria una mera identidad lógica. Únicamente el grupo, el colectivo, la sociedad, son reales; solo a través d dicha
realidad se presentifica la instancia individual. Según esta concepción, el individuo seria producto d su
ambiente, sea el conciente o no d ello. O, dicho d otra manera, el individuo seria un cruce de relaciones sociales.
Tanto en una como en otra posición, la relación individuo-sociedad esta pensada desde un criterio antagónico.
Se pueden puntuar en ese sentido 2 formas típicas d resolver tal tensión: el psicologismo (frecuente en el
pensamiento liberal. Conserva la tendencia a reducir los conceptos sociales a conceptos individuales y
psicológicos); y el sociologismo (frecuente en el pensamiento socialista. Va hacia la reducción d los conceptos
individuales a una idea globalizada d la historia y d la sociedad) Ambos fomentan un antagonismo e/ individuo
y sociedad, el primero a favor de una idea abstracta d individuo, el segundo a favor d una idea abstracta d la
sociedad.
Son interesantes al respecto las preocupaciones q nuclean a los historiadores d Annales p quienes una sociedad
no se explica solamente x sus fundamentos económicos, sino también x las representaciones q ella se hace de si
misma.

B. Espacios
La preocupación x pensar las relaciones y diferencias e/ individuos y sociedades es una característica fundante
en las ciencias humanas, las filosofías y las ciencias y prácticas políticas de la Modernidad. En este sentido, se
señalan 2 espacios dond estas consideraciones se han desplegado.

1. Espacio científico-académico
Los primeros intentos p comprender, en el campo d la psicología, la problemática grupal, se organizaron en un
traslado mecánico d conceptos d la psicología "individual" d la época; en reacción a esta forma d abordaje d
corte "individualista" se ubicaron las tesis sustentadas x McDougall, Durkheim, etc., q se refirieron al grupo
enunciando una mentalidad grupal. Esta polémica se desarrolla en el cruce d un debate e/ 2 posiciones
doctrinarias encontradas, la tesis individualista y la tesis d la mentalidad d grupo; da cuenta, d alguna manera, d
la dificultad d poder comprender la articulación del funcionamiento d las fuerzas sociales con los actos d los
individuos.
- tesis individualista: los individuos constituyen la única realidad y tiende a negar realidad a los grupos, en tanto
sostiene q los procesos psicológicos ocurren tan solo en los individuos, y estos constituyen las únicas unidades
accesibles a la observación. Por lo tanto, si los individuos son los únicos actores reales, el término grupo
constituye una ficticia abstracción cuando pretende algo más q referirse a la suma de reacciones recíprocas d los
individuos. No existen los grupos; "grupo" será un termino colectivo q hace referencia a una multiplicidad d
procesos individuales. Siguiendo esta línea d reflexión, p comprender los fenómenos sociales debemos
rastréalos hasta llegar a las propiedades d los individuos; d tal forma en tanto estos son los únicos actores
sociales, los acontecimientos d un grupo, las instituciones, creencias y prácticas, siguen los principios d la
psicología individual y son producto d las motivaciones individuales.
- noción de mentalidad de grupo: A partir d la observación x la cual cuando los seres humanos viven y actúan
en grupos, surgen "fuerzas y fenómenos" q siguen sus propias leyes y q no pueden ser descriptos en términos d
las propiedades d los individuos q los componen; afirmarán, x ejemplo, q el lenguaje, la tecnología o las
relaciones d parentesco no constituyen el producto d las mentalidades y motivaciones individuales sino q, x el
contrario, son procesos q poseen leyes propias, diferentes e irreductibles a los individuos. Consideran al grupo
como una entidad distinta d la suma d los individuos; afirmarán, asimismo, el efecto de las fuerzas sociales y de
las instituciones sobre los individuos. De acuerdo con esta tesitura el individuo aislado constituye una
abstracción; fuera del grupo no posee carácter definido, si bien sus potencialidades son necesarias p el
funcionamiento del grupo, no son causa d los acontecimientos del mismo. esta noción intenta explicar la
frecuente observación x la cual muchos acontecimientos colectivos exhiben una dirección definida, se
desarrollan y mantiene a menudo sin relación con las intenciones d los individuos, atribuyendo intencionalidad
al proceso en cuestión; Asch puntualizo aquello q denomino “la falacia antropomórfica d la tesis d la
mentalidad de grupo” ya q, si bien esta corriente parte d una premisa correcta, x la cual se constata q la acción d
un grupo produce efectos q superan los efectos d los individuos aislados, a partir d ello deduce la existencia d
una mente d grupo q otorgaría dirección e intencionalidad a los momentos grupales. Esta "mente d grupo", en
consecuencia, sería cualitativamente análoga a la "mente individual aunq cuantitativamente supra individual".
No pudieron sostener q los grupos existían d un modo cualitativamente diferente a los individuos.
Se hace necesario, x lo tanto, someter a elucidación crítica (desconstruir) 2 ficciones. x un lado, la ficción del
individuo q impide pensar cualquier plus grupal; x el otro la ficción del grupo como intencionalidad q permite
imaginar q el plus grupal radicaría en q ese colectivo (como unidad) posee intenciones, deseos o sentimientos.
Esta antinomia clásica d las ideas sociales (la relación individuo-sociedad en el sesgo q adquiera) opera como
verdadero a priori conceptual, como premisa implícita desde donde no sólo se piensa la articulación d lo
singular y lo colectivo, sino también se "lee" el conjunto d los acontecimientos grupales.
En las ciencias humanas, los a priori conceptuales forman parte del campo epistémico desde donde se
constituyen las condiciones d posibilidad d un saber, se delimitan sus áreas d visibilidad e invisibilidad, sus
principios d ordenamiento y sus formas d enunciabilidad.
Si bien actúan en forma implícita lo realizan desde el corazón mismo d las teorizaciones e intervenciones de un
campo disciplinario.
En general estos a priori hacen posible la "resolución" d la tensión d los pares antitéticos x los q oscilan estos
campos del saber, los cuales desde su constitución se despliegan en 3 pares d opuestos: individuo-sociedad,
naturaleza-cultura, identidad-diferencia.
Son fundamento d los diferentes reduccionismos, en el caso particular d los a priori referidos al par individuo-
sociedad, los reduccionismos psicologistas ysociologistas respectivamente.
Podría incluirse en los últimos decenios otro par: acontecimiento-estructura.
En las distintas terizaciones sobre ls colectivos humanos denominados pequeños grupos, el a priori individuo-
sociedad constituye una pieza clave en la demarcacion d los posible d ser pensado, en la organización d aquello
q las experiencias grupales demostraran, como así también en las formas d enunciabilidad de sus teorizaciones;
y lo q es más, el pensar "individuos" vs. sociedades" se instituye como una fuerte evidencia, es decir como algo
natural. En ese sentido, se intenta problematizar, interrogar críticamente los componentes de tala priori. P ello
habrá q de-construir su naturalización, es decir remitir a la Historia. Lo más cuestionable consiste en colocar al
individuo y a la sociedad en una relación antinómica.
El individuo es un ser en el límite del no ser. Es un mínimo ser. El individuo supone, necesariamente en sí su
relación con un ser más vasto, y apela a un fondo de continuidad q se destaca.
El individuo, sólida ilusión del capitalismo naciente.
Es entonces con la noción d individuo (sujeto no dividido d la conciencia) q los saberes modernos organizaron
sus reflexiones sobre el hombre. Pero aun mas, tb la noción d individuos sustentara las practicas y teorías del
libre mercado, las figuras d la gobernabilidad con el contrato, el consumo y la representatividad d las
democracias d la modernidad. Nuevas formas políticas y subjetivas d pensar los enlaces sociales, la regulación d
sus conflictos y la forma d negociación d sus contratos.
Los siglos XVII y XVIII formulan sus interrogaciones centrales hacia el ser del individuo, el siglo XIX hacia el
ser d la sociedad (Durkheim, Marx), pero habrá q esperar hasta el siglo XX p q puedan tomar forma aquellas
cuestiones referidas al ser de los grupos.
No puede hablarse aún d la constitución d un paradigma alternativo q haya encontrado los caminos d superación
q los "impasses" q la antinomia individuo-sociedad proporcionaron a vastas regiones d las disciplinas
involucradas.
Las teorizaciones q colocan a los grupos humanos como campos de mediaciones entre Individuo y Sociedad,
suelen reproducir sin revisar las propiedades antinómicas d estos términos.
El a priori conceptual opera en los diferentes discursos sobre la grupalidad, d la siguiente manera:
• La especificidad d lo grupal la aportan los individuos q lo forman; habrá q estudiar individuos en grupo.
• La especificidad d lo grupal es aportada x un plus a los individuos agregados; habrá q estudiar grupos.
2. Espacio ético-político
La antinomia Individuo-Sociedad tiene también una inscripción ético-filosófica d gran importancia en el plano
político, cuyo origen moderno podría ubicarse en la controversia Locke-Rousseau, disyuntiva ético-política
¿qué deberá priorizarse, los intereses individuales o los intereses colectivos?
Estos presupuestos ético-filosóficos se hallan presentes implícitamente en las diferentes preocupaciones x las
relaciones de los seres humanos entre sí y opera, desde variados puntos de entrecruzamientos (habitualmente
invisibles pero eficaces) en las distintas teorizaciones sobre lo grupal. Su operatividad se vuelve visible según se
privilegio lo individual o lo colectivo.
Es frecuente encontrar fuertes explicitaciones de utopías sociales transformadoras en aquellos q desde Fourier
en adelante han priorizado lo colectivo. En quienes han priorizado lo individual podrían ubicarse aquellas
teorizaciones q caracterizan, x ejemplo, los fenómenos d masas y los fenómenos grupales acentuando su
irracionalidad, lo regresivo o pensándolos como espacios q amenazan de una u otra forma la identidad, esto es,
remarcando su negatividad.
Puede observarse q también desde las prácticas y teorías políticas se han ido desarrollando determinadas
preocupaciones x los grupos humanos. No puede dejar d mencionarse el interés q a los políticos y a los
cientistas políticos han despertado algunas incógnitas con respecto al grado de participación o pasividad de los
colectivos humanos.
Uno de los múltiples ejes d debate ha estado centrado en 2 concepciones políticas de los colectivos humanos,
bien diferenciadas. Aquella q ha centrado su interés en guiar, concientizar (manipular) tales colectivos y aquella
q ha puesto el énfasis en el protagonismo autogestivo d los mismos.
Muchos trabajos de elucidación sobre el lugar del coordinador sostienen este tipo de interés. Estas
investigaciones se despliegan a partir d una convicción, aquella x la cual los pequeños grupos son significados
como espacios virtuales d producción colectiva, y x lo tanto portadores d un plus respecto d la producción
individual.
En los primeros pensadores sobre lo grupal: K. Lewin, Moreno, Pichon Rivière, estuvo siempre presente una
fuerte preocupación x el cambio social. Pensaban a los grupos (más allá d lo diferentes q pudieran ser sus
concepciones d la transformación social o los dispositivos grupales q diseñaron) como instrumentos válidos p la
"realización" de las fuertes utopías sociales q los animaron.

C. La relación grupo-sociedad
La relación grupo-sociedad ha sido tradicionalmente encarada desde una perspectiva d relaciones d influencia,
donde las diferentes posiciones teórico-ideológicas varían según otorguen un mayor o menor grado d influencia
d lo social sobre los movimientos d un grupo; pero, en todas ellas, lo social se ubica como algo exterior al
grupo, sobre el cual recaerá, en mayor o menor medida su influencia. Una variante de esta forma de pensar es
plantearse la relación grupo-sociedad en términos de interacción mutua.
La operación q parecieran haber seguido las diversas disciplinas humanísticas en sus momentos fundacionales
sería dividir ilusoriamente el campo d indagación en 2 objetos d estudio bien diferenciados: individuos y
sociedades, organizando diferentes áreas y prácticas disciplinarias p luego buscar las formas x donde ponerlos a
jugar sus relaciones. Esto hizo necesario entonces demarcar los campos de saberes y prácticas mediadores.

INDIVIDUO SOCIEDAD
Psicología Sociología
Pedagogía Antropología
Psicoanálisis Economía
etc. etc.
MEDIACIONES
Psicología Social
Psicología de los Grupos
Psicología de las Instituciones

Esta noción d los grupos como campos de mediaciones ha intentado "resolver" la tensión e/ lo singular y lo
colectivo a través d la categoría d intermediación. Si bien dicha categoría merece revisión, es necesario destacar
q mantiene la presencia del polo social en su análisis d la dimensión grupal. x el contrario, puede encontrarse
fuerte tradición en cierta forma d reduccionismo "psi", en aquellas corrientes q centran su análisis de los
acontecimientos grupales en las interacciones e/ sus integrantes, produciendo un enfoque d los grupos plegados
sobre sí mismos.
Esta forma d "grupismo" al reducir los aconteceres grupales a algunos d sus movimientos, suele operar un
efecto d teoría x el cual estos "grupos-islas" terminan produciéndose plegados sobre sí mismos. De todos
modos, este tipo de reducción se produce en el marco de corrientes q legitiman un espacio propio d lo grupal.
Otra manera d "resolver" la tensión aludida, suele ser la negación d la especificad d los acontecimientos
grupales; puede encontrarse en aquellas formas de abordaje donde el dispositivo grupal es visualizado sólo
como un espacio-escenario de despliegue d las singularidades, en sus diversos juegos especularas, pero
excluyendo toda posibilidad d especificidad en el agrupamiento en sí mismo.
Un ejemplo en sentido contrario puede ofrecerlo la noción d articulación e/ horizontalidad y verticalidad de
Pichon Rivière, quien mantiene la tensión sin "resolver" e/ ambas instancias; en este autor, horizontalidad y
verticalidad no se subordinan una a la otra sino q, x el contrario, es en el cruce d las diacronías y sincronías
grupales donde el emergente adviene. El uso extensivo d la noción d emergente q suele encontrarse en las
prácticas d los grupos operativos no debe oscurecer la sutileza d esta forma pichoniana d pensar la articulación
singular-colectivo.

CAP. 3. LA DEMANDA POR LOS GRUPOS.

A. La ilusión por los orígenes


La psicosociología nació en el cruce d numerosas disciplinas ya formadas o en curso d formación, tales como la
psicología social, el psicoanálisis, la psicopedagogía, la sociología de las organizaciones, etc. Puede afanarse q
el conjunto de conocimientos cuya preocupación son los grupos humanos tiene uno d sus puntos de origen en la
imperiosa demanda proveniente de la práctica social empresarial, con particular localización en los Estados
Unidos en los años 20.
Las primeras intervenciones q luego darán lugar a la microsociología o estudio de los pequeños grupos, fueron
las d Elton Mayo (1924) con sus ya célebres trabajos, en los talleres Hawthorne d la Western Electric Company,
cerca d Chicago, donde se "descubre" q los trabajadores constituyen espontáneamente e/ sí grupos informales,
con vida y organización propias y cuyo código implícito determina la actitud d los mismos hacia el trabajo. Su
mejor rendimiento depende más de la interrelación afectiva e/ ellos q d las mejoras en sus condiciones de
trabajo.
Aquí entonces se encuentra una embrionaria idea d grupo asociada a un conjunto d, personas en intercambio
informar afectivo; comienza a vislumbrarse la noción d un plus q tendrá el grupo con respecto a la simple
sumatoria de sus integrantes; dicho plus se evidenciará x sus efectos: mayor rendimiento.

B. La dinámica de grupos
Lewin explicará la acción individual a partir d la estructura q se establece e/ el sujeto y su ambiente en un
momento determinado. Tal estructura es un campo dinámico, es decir un sistema d fuerzas en equilibrio.
Cuando el equilibrio se quiebra, se crea tensión en el individuo, y su comportamiento tiene x finalidad su
restablecimiento.
En 1938 utiliza el método experimental (x primera vez en las investigaciones grupales) p trabajar la noción d
campo dinámico, originándose la muy conocida experiencia con grupos d niños a través d la construcción
experimental d 3 climas sociales: autoritario, democrático y “laissez faire”. Habían partido d una hipótesis: la
frustración ocasiona la agresión; pero al concluir la experiencia pudo observarse q las reacciones agresivas
vallaban según los climas grupales, dependiendo esto del estilo de coordinación.
En los grupos conducidos democráticamente la tensión es menor, pues la agresividad se descarga en ellos de
manera gradual en lugar de acumularse y producir apatía o estallidos, como en los otros 2 grupos. Concluye q el
grupo democrático, al alcanzar más fácilmente el equilibrio interno, es más constructivo en sus actividades. A
partir d allí Lewin comienza a desarrollar sus hipótesis centrales sobre los grupos: el grupo es un todo cuyas
propiedades son diferentes a la suma d las partes. El grupo y su ambiente constituyen un campo social
dinámico, cuyos principales elementos son los subgrupos, los miembros, los canales d comunicación, las
barreras. Modificando un elemento se puede modificar la estructura.
El grupo es un campo d fuerza en "equilibrio casi estacionario". Este equilibrio no es estático, sino dinámico,
resultante de un juego de fuerzas antagónicas: x un lado, las fuerzas q constituyen las partes en un todo; x otro
las fuerzas q tienden a desintegrar al conjunto.
P Lewin, el grupo es una realidad irreductible a los individuos q la componen. Es un especifico sistema de
interdependencia, tanto e/ los miembros del grupo como e/ los elementos del campo (finalidad, normas,
percepción del mundo externo, división de roles, status, etc).
El funcionamiento del grupo se explica x el sistema d interdependencia propio d dicho grupo en determinado
momento, sea éste funcionamiento interno (subgrupos, afinidades o roles) o referido a la acción sobre la
realidad exterior. En esto reside la fuerza del grupo, en esto reside el sistema de fuerzas q lo impulsa, es decir,
su dinámica.
El pequeño grupo permite vencer las resistencias al cambio y provoca la evolución d las estructuras del campo
social.
"Descubre" q tomar una decisión en grupo compromete más a la acción q una decisión individual; q es más fácil
cambiar las ideas y las normas d un grupo pequeño q las d los individuos aislados y q la conformidad con el
grupo es un elemento fundamental frente a la resistencia interna p el cambio.
La concepción lewiniana del grupo como un todo significa el abandono d la posición q coloca al individuo en
primer plano. Señala, sin embargo, q si bien Lewin acentúa la interdependencia d los miembros, mantiene
invisibles los presupuestos sobre los q se funda tal interdependencia; considera, asimismo, q serán los aportes
psicoanalíticos respecto a los procesos identificatorios, las relaciones emocionales y los procesos inconscientes
los q harán posible ahondar en esta cuestión.

C. Criterios epistémicos de Kurt Lewin


La ley, p Lewin, es ley estructural ya q establece una relación funcional entre los aspectos d una situación;
asimismo el acontecimiento depende d la totalidad de la situación. En el campo formado x la unidad funcional
de persona y ambiente, la situación es única, cambiante y caracterizada x la totalidad d las interrelaciones q se
dan en un momento determinado. x ello, p la Psicología, según Lewin, no tiene sentido establecer leyes d
acuerdo al criterio aristotélico, en tanto éste toma en cuenta los factores comunes a todas las situaciones o las q
aparecen con más frecuencia. Se debe proceder de acuerdo al criterio de la física galileana, q obligaba a tener en
cuenta, ante todo, la totalidad de la situación.
Lo q es ahora importante p la investigación d la dinámica, no es abstraer un hecho de su situación, sino
descubrir aquellas situaciones en las q los factores determinativos de la estructura dinámica total se manifiesta
con claridad y pureza.
La intención d Lewin iba mucho más lejos, en el sentido de especificar la noción "estructural" mediante un
tratamiento matemático. Sus aportes constituyen un intento de explicarlas interacciones observables x un
sistema de leyes, q se intenta reconstruir x modelos matemáticos. Sin bien heredó d los psicólogos d la Gestalt
la noción d forma como un todo organizado, no cayó como ellos en el reduccionismo fisicalista del equilibrio
estático; sin embargo, mantuvo en común con esta escuela el olvido d la perspectiva histórica. En virtud de q el
campo sólo da cuenta d la conducta en un momento dado, se inscribe en una psicología d los estados
momentáneos.
De tal manera, el dinamismo del campo estructural fue pensado x Lewin en términos estrictamente espaciales,
dejando de lado la dimensión temporal y con ella la perspectiva histórica.
A partir de Lewin y Elton Mayo es q surge la microsociologia. Fueron un jalón fundacional en el dispositivo d
los grupos, a partir del cual se instituyeron formas grupales d abordaje en diferentes áreas d la realidad social.
En el plano teórico aparecieron los primeros esbozos d búsqueda y jerarquización de legalidades grupales.
P Lewin, el grupo es un conjunto d personas reunidas x razones experimentales o d su vida diaria, p realizar
algo en común y q establecen relaciones entre si. Conformaran una totalidad q produce mayores efectos q los
mismos sujetos aislados. El grupo es irreductible a los individuos q lo componen, En tanto estos establezcan un
sistema interdependiente, en esto radicaría la fuerza o dinámica del grupo.
D. Primer momento epistémico: el todo es más que la suma de las partes.
El aporte d la Gestalt a las primeras conceptualizaciones sobre los grupos resalta la idea d totalidad; crea las
bases p q pudieran particularizarse estos conjuntos, hasta el momento diluidos entre Individuos y Sociedades.
Planteos estructuralistas posteriores a la Gestalt, indicaron q el problema no pasaría x comprobar q el todo fuera
más q la suma d las partes, o igual, sino si (en ese todo) las partes organizan relaciones, y q tipo d relaciones
conforman (ya sea e/ ellas o e/ las partes y el todo). La relación todo-partes se inscribió posteriormente en la
necesidad de delimitar una estructura subyacente, d la cual todo movimiento grupal es efecto. De tal forma p tal
perspectiva el problema d la redefinición d la relación todo-partes queda cruzado x la relación acontecimiento-
estructura: ésta parece operar como un verdadero a priori conceptual, en virtud del cual se "resuelve" la tensión
a favor del polo estructura, se subsume el polo acontecimiento y éste pasa a circular como mero efecto d
estructura. Un todo pensado como un gran Único y no como las diversidades d lo Múltiple: pensadores post-
estructuralistas
Deleuze y Guattari: acentúan el carácter q posee lo múltiple: irreductible a la unidad. D tal manera piensan el
todo como producido, como una parte al lado d las partes q ni las unifica ni las totaliza sino q se aplica a ellas
organizando relaciones transversales e/ elementos q mantienen toda su diferencia en sus propias dimensiones.

E. Análisis de la demanda.
¿Cual es la situación político-económica q atraviesa la sociedad norteamericana en el momento en q Elton
Mayo realiza su intervención en la Westem Electric Company? Ya en una etapa d gran empresa los empresarios
comienzan a comprender la necesidad d regularla producción en todos sus aspectos: maquinaria, mano d obra,
distribución. Es la época de la organización científica del trabajo (Taylor).
Donde se creía q el organigrama solucionaba todos los problemas, nacerá el interés x el sociograma; d los 2
aspectos indisolubles del proceso del trabajo: las relaciones materiales del individuo con los objetos d la
producción y las relaciones sociales d los trabajadores entre sí, se había descuidado el segundo.
Se comenzaba a ver q detrás del efecto humano (la "holgazanería" del obrero, según Taylor) había una respuesta
q el operario dirigía a un sistema d relaciones impersonales frustrantes.
Lewin: sus investigaciones dieron fundamento científico a los ideales democráticos.
X otra parte, los técnicos capaces d incidir sobre los cambios d hábitos, los técnicos d grupo, se volverán cada
vez más imprescindibles.
Desde E. Mayo y K. Lewin se organiza una disciplina: la Dinámica de Grupos; desde su inicio acoplará campo
d análisis y campo d intervención; las primeras investigaciones sobre grupos surgen en respuesta a una demanda
económico-política, dando lugar al "Dispositivo Grupal".
¿Cual urgencia? mantener y mejorar el nivel d producción d la gran empresa. Pero también reforzar los ideales
democráticos, operar sobre el consumo, etc.; la Dinámica d Grupos se expandirá rápidamente x diversos
campos: empresarial, educacional, de mercado, etc. x tanto, urgencia situada históricamente, en función d
imperativos económicos y políticos del sistema del q forma parte.
La sociedad norteamericana d los años '30 proporcionó el tipo de condiciones necesarias p q surgiera este
movimiento. Se va consolidando la creencia d q el sistemático descubrimiento d los hechos facilitaría la
solución d "problemas sociales".
Interesa en este punto contrastar la demanda social en la q se inscribió la microsociología empresarial
norteamericana con las condiciones d producción q hicieron posible la invención y posterior despliegue d los
grupos operativos a partir de Pichon Rivière en la Argentina.
No surgen desde un requerimiento d los centros d poder institucional, ni los orienta la intención d consolidar
hegemonías instituidas. Muy x el contrario, sus localizaciones iniciales, como muchos d sus desarrollos
posteriores, se implantaron en los márgenes d las instituciones o en los intersticios d las hegemonías; en muchos
casos fueron animados x marcadas utopías contrainstitucionales.
Esta demanda x los grupos en Argentina (décadas del 60 y 70) se produce en un cuerpo social agitado, momento
d auge d las luchas populares.
Los grupos operativos fueron instrumentos claves p el trabajo en los espacios públicos.
La misma relación q define lo visible d un campo teórico y su práctica, define lo invisible; los futuros nuevos
objetos, son hoy los objetos prohibidos d la teoría; ésta atraviesa sus no objetos sin verlos, para no mirarlos.
En un sentido genealógico sería útil pensar cuál ha sido la obligatoriedad de ver (en los primeros dispositivos
grupales) al grupo centrado en el grupo, como un todo autorregulado y autónomo, plegado sobre sí mismo, el
"grupo-isla".
Los dispositivos grupales q se produjeron desde Mayo-Lewin, necesariamente, dada la demanda social a la q
respondieron, debieron mantener en la invisibilidad los atravesamientos institucionales, políticos e ideológicos
en los q, sin embargo, quedaron inscriptos tanto sus discursos d la grupalidad como sus intervenciones técnicas.
No debe subestimarse, sin embargo, q tales dispositivos hicieron posible la visibilidad d importantes
mecanismos d funcionamiento d los grupos: liderazgos, roles, dificultades en la toma d decisiones, cambio,
resistencia al cambio, juegos tensionales dentro del grupo, etc. A partir d estas visibilidades posibles, se
organizaron sus enunciables. Junto a estos visibles dejaron como sus invisibles necesarios los procesos
inconscientes q atraviesan tales mecanismos como así también la inscripción institucional y sus eficacias en el
seno mismo d tales mecanismos grupales.
Esta forma d análisis se propone una actitud d indagación crítica p realizar algunas notas en el trazado d una
genealogía del campo disciplinario, una mirada histórica q pueda pensar no meramente el "desarrollo"
conceptual d sus ideas, sino a éstas y las áreas problemáticas q el campo del saber inaugura como la compleja
articulación d: la urgencia histórica q la hace posible, las necesidades sociales q la despliegan, los a priori
conceptuales desde donde ordena sus conocimientos y los dispositivos tecnológicos q inventa.

F. El nacimiento de lo grupal
Dispositivo de los Grupos: se refiere a la aparición histórica (a partir d 1930,1940 aprox) d ciertos criterios en
virtud d los cuales comenzó a pensarse en artificios grupales p "resolver” algunos conflictos q se generaban en
las relaciones sociales. Desde diferentes puntos d iniciación se inventa una nueva tecnología: el Dispositivo d
los Grupos; aparece un nuevo técnico: el coordinador d grupos; se gestiona una nueva convicción: los abordajes
grupales pueden operar como espacios tácticos con los q se intentará dar respuesta a múltiples problemas q el
avance d la modernidad despliega.
Dispositivos grupales: hace referencia a las diversas modalidades d trabajo con grupos q cobraron cierta
presencia propia en función d las características teórico-técnicas elegidas, como también d los campos d
aplicación donde se han difundido. Así, x ej, puede hablarse d dispositivos grupales psicoanalíticos,
psicodramáticos, d grupo operativo, gestálticos, etc. Cada uno d ellos crea condiciones p la producción d
determinados efectos d grupo (y no otros); son en tal sentido virtualidades específicas, artificios locales d los q
se espera determinados efectos.
Los dispositivos grupales forman parte del Dispositivo de los Grupos.
Los grupos no son lo grupal
Se presentan hasta aquí 2 niveles d existencia d los grupos: el primero fáctico, en tanto hechos sociales; el
segundo del campo disciplinario, x cuanto al montarse los sucesivos dispositivos grupales del Dispositivo de los
Grupos, los grupos paulatinamente se vuelven visibles, observables, comprobables, explicables,
experimentables, teorizables, es decir, enunciables. En este sentido la microsociología al instituir dispositivos
grupales localizó uno d los nacimientos a lo grupal. Antes d ella, los grupos estaban ahí, en una inmediatez tal, q
no se veían.

CAP. 4. HACIA UNA CLÍNICA GRUPAL.

A. Primeros dispositivos grupales terapéuticos


Los primeros intentos d abordajes colectivos con fines terapéuticos fueron las actividades iniciadas x Pratt en
una sala d pacientes tuberculosos. El objetivo d esta terapia consistía en alterar la recuperación física d los
enfermos, mediante una serie d medidas sugestivas destinadas a q estos cumplieran de la mejor manera posible
su régimen dentro d un clima d cooperación o d emulación.
El mérito fue utilizar en forma sistemática y deliberada las emociones colectivas con una finalidad terapéutica.
Su técnica se apoyaba en 2 pilares: activar en forma controlada la aparición d sentimientos d emulación y
solidaridad en el grupo y asumir, él mismo, el papel d una figura paternal idealizada. El método incentivaba un
fuerte enlace emocional del enfermo con el medico.
A los métodos q han seguido a Pratt se los llama terapias exhortivas parentales q actúan por el grupo. Incitan y
se valen d las emociones colectivas aunq no intentan comprenderlas. Se busca la solidaridad del grupo con fines
terapéuticos.
A partir d esta primera corriente, q todavía cuenta con sus adeptos, se produjo una interesante diferenciación;
las terapias q actúan "por" el grupo, con una estructura fraternal. En este caso, el dinamismo es análogo: incitar
y canalizar emociones colectivas en grupos solidarios. En lugar de idealizar el médico esta corriente estimula
una fraternidad q busca el mayor sostén entre sus miembros, disminuyendo al máximo el liderazgo centrado en
el técnico. El ejemplo más acabado d esta tendencia terapéutica se encuentra entre los "alcohólicos anónimos"
Resumiendo, las primeras formas d psicoterapia colectiva tienen un tronco común caracterizado x su dinámica,
q consiste en la actuación "por" las emociones del grupo. Todavía no se plantea tratar d comprender su
naturaleza ni modificar la estructura q subyace a las mismas; en líneas generales, tienden a estimular lo q
popularmente se designa como "buenos sentimientos del grupo". Secundariamente, ambas corrientes se bifurcan
en lo q respecta al papel del líder; la primera busca la identificación d los pacientes x la transferencia masiva
hacia un líder d tipo paternal-deístico; la segunda, x el contrario, tiende a formar "fraternidades", aboliendo en
lo posible todo liderazgo externo o técnico profesional.
Tienen el mérito d haber llamado la atención sobre la importancia d la "socialización" del paciente; además
tienen la ventaja d poder agrupar a gran número d enfermos.
En el caso d las terapias exhortativas parentales, los enlaces se producen a través d fuertes líderes
"carismáticos". En estos dispositivos (como en el lewíniano) liderazgo y coordinación no se han descentrado
aún. Dadas las características del dispositivo, se superponen necesariamente, x lo cual se puede afirmar q uno d
los principales recursos d su eficacia terapéutica está centrado en la sugestión; efecto, ella misma, de los
vínculos libidinales d cada integrante con el médico líder.
Si bien no deben subestimarse los aspectos sugestivos en las terapias con estructura fraternal, tiene importancia
decisiva aquí, la red entre "iguales"; en ellas el grupo y la institución en la q éste actúa, disparan significaciones
imaginarias donde predomina la configuración d un espacio microsocial q opera como sostén yoico, soporte
solidario, espacio restitutivo d la dignidad perdida y/o d la identidad trastocada. Al mismo tiempo pareciera
imprescindible p su eficacia el establecimiento d transferencias institucionales, fuertemente positivas.
Desde un nivel empírico comprobaron q el grupo (en este caso amplio) ofrecía cierto resorte d eficacia
terapéutica mayor q los tratamientos individuales. Puede observarse q se encuentra aquí en estado silvestre
cierta noción d efecto d grupo; factores emocionales movilizados posiblemente a través d transferencias
reforzadas hacia el terapeuta, e/ los integrantes, hacia la institución; y un embrionario dispositivo d grupo
amplio.

B. Aplicaciones iniciales del psicoanálisis a los grupos.


Esta corriente, dentro d las terapias colectivas, tuvo una importancia mucho mayor q las anteriores no sólo x su
gran difusión sino x las consideraciones teórico-técnicas q la animaron. Inspirada en el psicoanálisis, fueron sus
figuras pioneras más representativas Slavson, Schilder y Klapman. Más allá d algunas diferencias técnicas entre
ellos esta corriente introdujo la interpretación en la situación colectiva, aplicando al grupo el "setting"
psicoanalítico; a través d estos recursos crea las condiciones p descentrar coordinación d liderazgo y p superar
el procedimiento sugestivo propio d las terapias "por" el grupo.
Al pasar del análisis "individual" al "colectivo", inmediatamente se presenta 1 problema, ¿a quién interpretar?
Tanto Slavson como Klapman buscaron la solución d esta dificultad, incluyendo como parte d su dispositivo un
artificio consistente en tratar d unificar al grupo d varias maneras d modo q la interpretación dada en su seno
valiera p todos (o la mayoría) d los participantes.
¿Por q era p ellos imprescindible la unificación del grupo? Frente a la disyuntiva d a quién interpretar, la
solución encontrada en ese primer momento fue agrupar a personas con un mismo tipo d problemas; se
presuponía q la interpretación realizada a uno d sus integrantes debería ser válida p la mayoría d los mismos.
Por esta razón se ha denominado a estas primeras formas d aplicación del Psicoanálisis a los grupos "terapia
interpretativa individual en grupo". Al introducir la interpretación psicoanalítica en los dispositivos grupales,
comenzó a problematizarse la dirección d la interpretación y fue necesario buscar técnicas específicas.
Otro tipo d respuesta técnica al problema d la interpretación fue la "técnica interpretativa d grupo". Este tipo d
terapia toma al grupo como fenómeno central y punto d partida d toda interpretación. Es decir, concibe al grupo
como una totalidad, considerando q la conducta d cada uno d sus miembros siempre se ve influida x su
participación en ese colectivo. Lo individual debe ser siempre contemplado dentro del marco colectivo donde se
manifiesta. Esta orientación tuvo gran desarrollo en Argentina.
En función d esto denominaron a su técnica "psicoterapia d grupo", diferenciándola d aquellos q interpretaban al
individuo “en" el grupo y d los q actúan "por" el grupo, manejando las emociones colectivas sin interpretarlas.
Fundamentan su planteo alegando "la aplicación consecuente y total del psicoanálisis, al grupo con su técnica
estrictamente transferencial". Advierten la importancia de interpretar a los participantes en su sesión únicamente
en función del aquí y ahora dado q esta forma técnica permite q las respuestas provocadas integren al grupo.

C. El todo no lo es todo.
Las psicoterapias d grupo psicoanalíticas presentadas suelen agruparse en 2 tendencias: Psicoanálisis en grupo
y Psicoanálisis del grupo (analizan al grupo). Podría pensarse q ésta ultima sería la corriente q, superando el
eventual "individualismo" d la anterior, en tanto toma al grupo como un todo, ha rescatado la especificidad d lo
grupal. Pero si se realiza un análisis más detenido se podrá observar q, si bien se interpreta al
TODO-GRUPO, es decir, se toma al grupo como destinatario d toda interpretación, esto no es la garantía d q
esa totalidad: el grupo, haya logrado algún grado d especificidad o particularización.
Se "lee" la transferencia, las ansiedades y las fantasías. La fantasía inconsciente grupal, es aquella fantasía
individual q ha operado como común denominador d los integrantes. El grupo más q confirmar una eventual
totalidad específica, es algo así como un conjunto d personas portadoras d un sujeto inconsciente en el q se
hallan inscriptos, y en tanto tal acreedor d igual tipo d interpretaciones q las personas q se encuentran en
tratamiento psicoanalítico d contrato dual.
Si bien es necesario considerar q los grupos construyen sus propias figuraciones imaginarias, es importante
diferenciarlas d supuestas fantasías grupales d igual categoría inconsciente q las fantasías investigadas x el
psicoanálisis.
Con respecto a la relación todo-partes, planteos estructuralistas posteriores puntualizaron q no alcanza con
afirmar q el todo es más q la suma d las partes, si no puede anunciarse el sistema d relaciones d las partes entre
sí, d las partes con el todo y del todo y las partes.
Más allá d las críticas q desde la actualidad podrían realizarse a esta forma d trabajo, interesa resaltar (p una
genealogía de lo grupal) q esta corriente abrió dispositivos grupales d número restringido con fines terapéuticos,
es decir, instituyó grupos en un nuevo campo d aplicación: la clínica psicoanalítica.
Con ligeras variantes, lo fundamental del bagaje tecnológico d ese dispositivo fue: 7 u 8 integrantes se reúnen
durante una hora y media, se sientan en forma circular con el analista; como no se les da un programa a
desarrollar ni indicaciones precisas, todas las contribuciones surgen espontáneamente d los pacientes; todas las
comunicaciones del grupo son consideradas como equivalentes a las asociaciones libres del paciente en la
situación psicoanalítica; el coordinador mantiene una actividad similar a la q asume el psicoanalista en el
tratamiento individual (es el objeto figura d la transferencia) e interpreta contenidos, procesos, actitudes y
relaciones. Todas las comunicaciones son d importancia central p la curación y la actividad terapéutica del
analista, y se consideran como partes d un campo d interacciones (la matriz del grupo). Todos los miembros
deben tomar parte activa en el proceso terapéutico total. Todos los integrantes, incluido el coordinador, se
sientan en círculo xq "esto involucra, inconscientemente, la posibilidad d hallarse todos a un mismo nivel".
Esta corriente al incorporar al nuevo dispositivo las cuestiones básicas d la técnica psicoanalítico clásica abrió
virtualidades q permitieran descentrar la coordinación con respecto a los liderazgos y creó las condiciones p la
lectura d los procesos inconscientes circulantes en los grupos. Entonces, se instituyeron grupos. ¿Qué hacen
cuando instituyen grupos? Analizan a una gran unidad indivisa, a la cual le dirigen similares interpretaciones q a
las personas q optan x un psicoanálisis d contrato dual.
Al producir sus discursos sobre la grupalidad, esta corriente quedó restringida x cierta tendencia del
psicoanálisis a la extraterritorialidad, esto es, a considerar el sistema d legalidad propio p el campo
psicoanalítico, como absolutamente válido p interpretar regiones d otras territorialidades disciplinarias; esto
implica no considerar otros campos disciplinarios como tales, sino como meros espacios d aplicación del
psicoanálisis. Esta ha sido una d las maneras x las q el a priori "individualista" creó condiciones p pensar a los
grupos con igual sistema d legalidades q lo inconsciente. Tal a priori opera aquí 2 movimientos d reducción;
uno x el cual, el grupo es pensado como un gran individuo; otro x el cual se confunde el "sujeto del
inconsciente" con el “moi" ya un con el "individuo", reducción criticada enfáticamente x Lacan.
X otra parte, no pueden dejar d mencionarse situaciones internas a la institución psicoanalítico, ya q si quienes
montaban dispositivos grupales clínicos eran psicoanalistas, x el hecho d serio se encontraban frente a la
urgencia d legitimar sus prácticas frente a sus pares.
Junto a esta forma q adopta el psicoanalismo en el campo grupal: tomar al grupo como un gran individuo, y su
consecuencia teórico-técnica: la fantasía inconsciente grupal, puede mencionarse otra forma d su
extraterritorialidad, q suele acompañar a la primera: la novela psicoanalítica d los grupos; el contenido de su
narrativa varía según la corriente d psicoanálisis en q se produzca. x consiguiente, se vuelve imprescindible
diferenciar la escucha analítica como instrumento imprescindible en el trabajo con grupos (aun x fuera d la
clínica) d la "comprensión" d los acontecimientos grupales desde alguna narrativa psicoanalítico d los mismos.
En ese sentido, de considerar al grupo como un todo, habrá q trabajar una noción d totalidad q no homogeinice
partes, donde las singularidades puedan ser significadas en todos sus movimientos d diferencias e identidades.
Donde las singularidades no sean sinónimo d las personas q componen tal colectivo.
En el dispositivo q monta el psicoanálisis d grupos puede observarse que, si bien sostienen la intuición fundante
d un plus grupal irreductible, al no poder sostener la tensión todo-partes subsumieron estas últimas en el
primero. Se recicla ahora en el campo psicoanalítico una polémica q se había desatado en la psicología
académica entre totalistas y elementalistas, o como los denomina Asch entre individualistas y mentalistas. P los
primeros el grupo era una combinación construida a partir d elementos individuales, mientras q el segundo
convierte al grupo en un gran individuo, d la misma clase q los individuos humanos y con los mismos
mecanismos d funcionamiento interno.
El psicoanálisis del grupo (q junto con la concepción operativa d PichonRiviére y el Psicodrama Psicoanalítico,
formó a la mayoría d los coordinadores d grupo d los años '60 y '70 en Arg) operó persistentemente con el
reduccionismo señalado; en ese sentido constituye un fiel exponente d la mentalidad d grupo.
Otra consecuencia típica d la personificación es el tomar la parte x el todo, en estos casos se supone q "el
emergente" mantiene con el grupo la misma relación d representación q la sustentada x un segmento d conducta
respecto d la persona total. Se concluye con rapidez q la conducta del individuo es la conducta del grupo.
Lo q quiere advertirse es el vicio d cierto reduccionismo x el cual el coordinador está dispuesto priori a registrar
todo movimiento d algún integrante del grupo como indicador veraz y cierto d un movimiento análogo en el
colectivo en cuestión; d tal forma los integrantes, en sus intervenciones son contribuyentes anónimos d una
"conducta" o "fantasía grupal" indiferenciado q se expresa a través de ellos.

D. Del líder al oráculo


La incorporación del "setting" psicoanalítico en el trabajo con grupos otorgó las condiciones p descentrar al
lugar d la coordinación d los liderazgos; es decir, abrió la posibilidad p q sus producciones se asentaran sobre
mecanismos diferentes a la sugestión.
La introducción d la escucha analítica, con sus condiciones d neutralidad y abstinencia, al desmarcar la
coordinación d los liderazgos, dejó a ésta en mejores condiciones p la elucidación del acontecer grupal; sin
embargo, los psicoanalistas del grupo reciclaron otra forma d poder d la coordinación; en tanto el coordinador,
en el acto interpretante, develaba lo oculto del grupo, se instituía en un nuevo lugar d saber-poder; él era quien
sabía lo q al grupo le pasaba. (Lugar de coordinación-oráculo)
En síntesis, la unificación d liderazgo y coordinación propia d la microsociología es superada x el psicoanálisis
del grupo; este aporte psicoanalítico, al necesitar re-crear las condiciones técnicas d la escucha psicoanalítico
incorpora en su trabajo con grupos sus condiciones d posibilidad, es decir neutralidad y abstinencia.

CAP. 5.EL SEGUNDO MOMENTO EPISTEMICO.

A. Cierta especificidad grupal (La noción de supuestos básicos)


Bion realizó una primera experiencia con grupos como psiquiatra militar inglés durante la Segunda Guerra
Mundial. Promulga un reglamento: los hombres se reunirán en grupos q tienen x objeto una actividad diferente;
cada grupo es libre, en todo momento, d abandonar su actividad y volver al cuartel a condición d comunicarlo al
vigilante jefe; la situación del conjunto se examinará todos los días a mediodía.
Después d la guerra, Bion se ocupó d la readaptación d los veteranos y antiguos prisioneros d guerra a la vida
civil, con un método d psicoterapia d grupo q se planteaba como objetivo "tratar d comprender las tensiones q
se manifiestan en el curso d las sesiones, entre sus integrantes".
enunció q el comportamiento d un grupo se efectúa a 2 niveles, el d la tarea común y el d las emociones
comunes; el primer nivel es racional y consciente: todo grupo tiene una tarea q él mismo se da, el éxito d la
misma depende del análisis correcto d la realidad exterior, d la distribución y ordenada coordinación d los roles
en el interior del grupo, d la regulación d las acciones x medio d la búsqueda d las causas d éxitos y fracasos y d
la articulación relativamente homogénea de medios y objetivos.
Bion pensó en la predominancia d los procesos psíquicos "primarios"; llega d esta manera a la conclusión d q la
cooperación consciente e/ los miembros del grupo, necesaria p el éxito d sus actividades, requiere d una
circulación emocional y fantasmática inconsciente e/ ellos; la importancia atribuida a la misma le permitió
afirmar q incluso la cooperación puede ser paralizada o estimulada x ella.
Destacó q los individuos reunidos en un grupo se combinan en forma instantánea e involuntaria p actuar según
unos estados afectivos q denominó "supuestos básicos"; estos estados afectivos son p Bion arcaicos,
pregenitales, y se los reencuentra en estado puro en la psicosis. Describió 3 supuestos básicos a los q el grupo
sin reconocerlos se somete alternativamente; expresan algo así como fantasías grupales, d tipo omnipotente y
mágico, acerca del modo d obtener sus fines, d satisfacer sus deseos; caracterizados x lo irracional d su
contenido, tienen una fuerza y “realidad" q se manifiesta en la conducta del grupo; son inconscientes y muchas
veces opuestos a las opiniones conscientes y racionales d los miembros q componen el grupo. Todos ellos son
producciones grupales q tienden a evitar las frustraciones inherentes al aprendizaje x experiencia, en tanto esto
implica esfuerzo, dolor y contacto con la realidad.
-Supuesto básico de dependencia: La narrativa d un grupo bajo el supuesto básico d dependencia sustenta el
argumento x el cual el grupo está reunido p q alguien, d quien éste depende en forma absoluta, provea la
satisfacción d todas sus necesidades y deseos; implica la creencia colectiva d q ese alguien tendrá x función
proveer seguridad al grupo; es la creencia d una deidad protectora cuya bondad, potencia y sabiduría no se
cuestionan
-Supuesto básico de ataque y fuga: consiste en la convicción grupal d q existe un enemigo y q es necesario
atacarlo o huir de él, en tanto la única actividad defensiva frente a este objeto es su destrucción (ataque) o
evitación (huída).
-Supuesto básico de apareamiento: cuando opera, sus integrantes producen una creencia colectiva e
inconsciente x la cual un hecho futuro o un ser no nacido resolverá sus problemas; constituyen una esperanza d
tipo mesiánico; lo importante en este estado emocional es la idea d futuro más q la resolución en el presente.
Los supuestos básicos refieren a un nivel emocional primitivo q coexiste según Bion con otro nivel d
funcionamiento q es del grupo d trabajo.
La actividad d un grupo d trabajo se ve frecuentemente interferida x la aparición d factores emocionales; esta
aparición puede ser en forma d dependencia, d agresión y huída, o x la formación d un apareamiento mesiánico.
Asimismo el supuesto básico predominante orienta las opiniones del grupo en un momento dado (mentalidad
grupal) y da cuenta d la cultura del grupo en esa situación.
Bion sostenía q cuando un individuo en grupo tiene la creencia d q el grupo existe como algo diferente a la
suma d los individuos, esto es producto d un estado regresivo d tal integrante; alimenta tales fantasías xq su
regresión implica una amenaza d pérdida d su particularidad individual, esto le dificulta ver al grupo como un
agregado d individuos. Un agregado de individuos: esto es el grupo para Bion.
Esta aseveración parecería ser contradictoria con sus nociones d mentalidad grupal y cultura grupal. Tal
enunciación no se le escapará a Pontalis, quien apoyándose en el planteo bioniano sostendrá q el grupo es una
ficción, una fantasía. Subraya este autor q desde Bion pueden distinguirse grupos reales y grupos como fantasía.
Bion "descubre" q la cooperación consciente e/ los miembros del grupo, necesaria p el éxito en sus tareas,
requiere d la circulación fantasmática inconsciente e/ ellos, hasta tal punto q la cooperación puede ser regulada
o paralizada x dicha circulación fantasmática inconsciente. Los individuos reunidos en grupo se combinan en
forma instantánea e involuntaria p actuar d acuerdo a los supuestos básicos.
Estos organizadores fantasmáticos regulan el accionar d los individuos en el grupo; d todos modos p Bion los 3
supuestos básicos emergen como formaciones secundarias d una escena primitiva más antigua. Los supuestos
básicos serán nudos fantasmáticos colectivos en el grupo en un momento dado, así se referirá Anzieu a ellos.
Pueden considerarse los supuestos básicos como esquemas subyacentes q organizan (en el sentido q se habla de
organizadores en embriología) el comportamiento d un grupo.

B. El segundo momento epistémico: los organizadores grupales


Según Anzieu, hasta Bion la comprensión psicoanalítica d los grupos consistía en un psicoanálisis aplicado al
grupo ya q, hasta entonces los grupos no se habían considerado aun dentro d esta disciplina como un posible
campo, d descubrimientos. La noción d supuestos básicos es un primer intento, dentro d los aportes
psicoanalíticos, d tomar a los grupos ya no como un campo d aplicación sino como un campo d descubrimiento.
Resalta las objeciones q ofrece su implementación técnica, ya q suele operar restrictivamente en la lectura d los
acontecimientos grupales, tipificando los mismos según "contenidos" preestablecidos; asimismo, suelen inducir
en el coordinador un adentro grupal ilusorio, cerrando su lectura hacia el grupo plegado sobre sí mismo (grupo
isla).
Allí pudiera estar en germen cierta intuición d q los grupos arman formas propias; en ese sentido, estos términos
sin duda confusos, podrían pensarse como un intento d poner en palabras alguna intuición con respecto a los
enlaces d subjetividades, a los anudamientos-desanudamientos d significaciones imaginarias, en tanto
particularidades d lo grupal.
Dejó planteada la necesidad d instrumentos conceptuales específicos d la grupalidad, abriendo así el campo
grupal como espacio d producción teórica y no como un mero campo d aplicación del psicoanálisis.

C. El encargo a Bion y su producción teórica


Se pretende situar, delimitar, las formas y los ordenamientos d los enunciados, más q impugnar la localización d
los acontecimientos.
¿A q urgencia social habrá respondido la implementación d dispositivos grupales con fines terapéuticos en las
Fuerzas Armadas Británicas?
Se inventan los dispositivos mencionados, en el intento d reactivar "identificaciones horizontales" (se las
denomina así en contraposición a las identificaciones verticales dirigidas al jefe), agrupándolos entre sí: Sobre
esta base (dice Lacan) el psiquiatra psicoanalista se propondrá organizar la situación d manera tal d forzar al
grupo a tomar conciencia d sus dificultades d existencia como grupo. Naturalmente no hay órdenes ni
sanciones; cada vez q se apela a su intervención, Bion como Psicoanalista devuelve la pelota a los interesados.
La necesidad masiva d asistencia: d aquí en más será una d las razones habituales en los países d significativo
desarrollo d la cultura "psi", p implementar dispositivos grupales con fines psicoterapéuticos.

CAP.6. LOS ORGANIZADORES FANTASMATICOS.

A. Hacia la enunciabilidad de los organizadores fantasmáticos.


Los aportes reseñados en este capítulo corresponden a las teorizaciones del grupo liderado x Didier Anzieu.
Esta corriente "intenta precisar q, desde el punto d vista psicoanalítico, el grupo puede aspirar a un status
diferente d aquel q tiene en el campo teórico y práctico d la Psicología Social".
Se instituye como corriente con un fuerte interés en diferenciarse del psicodrama moreniano y d la
microsociología lewiniana.
El interés d este grupo es muy diferente al d la microsociología; a partir d "La función inconsciente d un
grupo", "El grupo como objeto", d Pontalis, y "El grupo es un sueño", d Anzieu, constituyen sus propias bases p
una lectura psicoanalítico del grupo, desconociendo aun los trabajos d Foulkes, Anthony y Bion. Ponen el
acento en el grupo como objeto (en el sentido psicoanalítico del término) y como proceso psíquico; el grupo
como objeto d investiduras pulsionales, d representaciones imaginarias y simbólicas, d proyecciones y d
fantasías inconscientes.
A su vez Anzieu, sugiriendo un paralelismo e/ el grupo y el sueño postula una hipótesis esencial p comprender
la dinámica d un grupo y sus miembros. La económica grupal se define x las localizaciones y desplazamientos d
los valores pulsionales sobre los diferentes elementos del grupo; la utópica grupal es una proyección d sistemas
y d instancias q estructura el aparato psíquico individual.
Se constituyen en sus centros d interés investigativo las dimensiones de la transferencia, las condiciones y los
efectos del trabajo de la interpretación, las funciones y estructuras de las identificaciones, etc.
"el encuadre psicoanalítico debe favorecer la emergencia, la elaboración y la interpretación d las formaciones y
d los procesos psíquicos imbricados en la situación d grupo"; d tal modo q afirman q " la situación grupal se
desarrolla a partir d las características del dispositivo: la enunciación d la regla fundamental, cimiento d todo
trabajo psicoanalítico, es el acto q instituye el dispositivo, hablar libre y abstinencia e/ los integrantes del grupo
y el analista de toda otra relación q no sea la exigida x la escucha y la palabra psicoanalítica.”
Objetivo: proporcionar el encuadre, el dispositivo y la situación apta p una experiencia "original", en la q se
busca la emergencia, la liberación y reacomodación d algunas formaciones y procesos psíquicos q gracias a las
propiedades del dispositivo diseñado se develan (según esta corriente) genética y estructuralmente apuntaladas
sobre el grupo (sobre todo el grupo primario); a su vez consideran q dichas formaciones aseguran el pasaje y la
reanudación e/ el orden endopsíquico ("individual") y el orden del vínculo y las creaciones colectivas.
Consideran haber inaugurado un contexto d descubrimiento en tanto han desplazado la atención y el interés
hacia las formaciones grupales del psiquismo y x haber formulado la relación e/ las formas grupales del
psiquismo y el encuadre y el proceso grupal.
P estos autores (en su punto d partida) el grupo es un contexto d descubrimiento d las formaciones d lo
inconsciente, y no, estrictamente, contexto d descubrimiento de la grupalidad. En consecuencia los dispositivos
inventados deberán ser eficaces p tal fin.
Entre otras teorizaciones merece destacarse el concepto d formaciones grupales del psiquismo, o grupalidad
psíquica, constituida x la estructura d los fantasmas, la organización d las identificaciones y la organización d
las instancias del aparato psíquico; la noción de aparato psíquico grupal , q es una construcción intermediaria y
paradojas q efectúan los miembros d un grupo sobre la base d una doble serie d organizadores: unos, los grupos
internos (psíquicos) y otros, regidos x el funcionamiento d los modelos socioculturales. Esta noción,
desarrollada x Kaës, puntualiza q habrá grupo, y no simple reunión d individuos, cuando a partir d los aparatos
psíquicos individuales tiende a construirse un aparato psíquico grupal más o menos autónomo; mientras q el
aparato psíquico individual busca su apoyo en el cuerpo biológico, el aparato grupal lo hace en el tejido social.
Anzieu: el grupo es una puesta en común d las imágenes internas y d las angustias d sus participantes. El grupo
lleva al individuo muy lejos hacia atrás, allí donde no se había constituido aún como sujeto, donde se sentía
desagregado; la imagen común del grupo (q aún no es grupo) es la del cuerpo despedazado; x consiguiente el
grupo no tiene existencia como grupo si no ha conseguido suprimir esta imagen y superarla.
"entre el grupo y la realidad, e/ el grupo y el propio grupo, hay algo más q relaciones e/ unas fuerzas reales: hay
primitivamente una relación imaginaria".
A través d sus experiencias con grupos d diagnóstico dirá: "el grupo es experimentado x cada uno como un
espejo d múltiples facetas devolviéndole una imagen d sí mismo deformada y repetida hasta el infinito. Se
puede admitir, en principio q en toda situación d grupo hay una representación imaginaria subyacente, común a
la mayoría d los miembros del grupo, es en la medida en q existe esta representación imaginaria en la q hay
unidad, algo común en el grupo. No hay grupo sin lo imaginario.
Anzieu: procesos claves q puntualiza p el grupo:
La Ilusión grupal: sentimiento d euforia comparado x los integrantes x pertenecer al grupo; el grupo produce tal
ilusión grupal x un proceso más general y éste es q cumple una función d realización imaginaria d deseos
(analogía grupo-sueño).
La fomentación fantasmática del grupo: se desarrolla sobre el escenario d la imagen del propio cuerpo
desrealizada, con un telón d fondo q es el escenario imaginario del grupo. Considera q la disposición en círculo
dispara imágenes relacionadas con el interior del cuerpo d la madre.
Pone su atención en la amenaza d pérdida d la identidad personal producida x la situación d grupo; tal amenaza
d ataque a la integridad yoica, moviliza diferentes tipos d angustias arcaicas y procesos defensivos contra ellas.
Otro aspecto d interés es la transferencia escindida: e/ el pequeño grupo y el grupo amplio en el dispositivo
deformación diseñado p sus investigaciones.
Planteará q el vínculo primario e/ las personas es la circulación fantasmática. Es una actividad preconsciente.
Sólo existen fantasmas individuales, y es un abuso del lenguaje el hablar d un fantasma del grupo o un fantasma
común. El fantasma es posiblemente la realidad psíquica individual x excelencia.
El "fantasma individual" es una escena imaginaria q se desarrolla e/ varios personajes; d ellos Anzieu deriva q
el fantasma tiene una organización grupal interna.
René Kaës ha elaborado partiendo d esto la hipótesis d una homología e/ la organización grupal interna del
fantasma y la situación grupal, en la q algunos miembros sirven a otros, unas veces como puntos identificatorios
y otras como soportes proyectivos p su tópica subjetiva y sus pulsiones. Es esta organización grupal interna del
fantasma individual, lo q fundamenta la posibilidad del fenómeno d resonancia fantasmática.
La resonancia fantasmática es el reagrupamiento d algunos participantes alrededor d uno de ellos, el cual hace
ver o da a entender a través d sus actos, su manera d ser o sus palabras, su (o uno d sus) fantasma individual
inconsciente.
De esta forma esta corriente entiende el discurso del grupo como la puesta en escena y en palabras, del fantasma
d aquel q es el "portador"; con respecto a él, algunos miembros del grupo se ubican tomando los lugares d cada
uno d los protagonistas y ocupando una d las posiciones individuales incluida en el escenario fantasmático del
"portador".
Missenard considera q un fantasma individual inconsciente se convierte en "organizador" del comportamiento
del grupo. Anzieu continuará este aporte d Missenard puntualizando q el fantasma individual inconsciente es el
primer organizador del grupo, las imagos y los fantasmas originarios constituyen el segundo y tercer
organizadores del grupo.

B. Problemas de demarcación
No hay fantasma grupal, es decir, el plus d los grupos no radicaría en un fantasma colectivo. Se refuta d esta
manera la idea d una mente (ahora inconsciente) grupal, y se afirma la hipótesis d fantasmas "individuales" q
entran en resonancia fantasmática; esta noción desalienta la idea d un inconsciente grupal.
Esta corriente francesa salva el impasse de la oposición antinómica con la puesta en enunciado d la grupalidad
del fantasma sin guiar, condición d posibilidad d la resonancia fantasmática grupal.
¿En q radica la posibilidad d resonancia fantasmática? En la grupalidad del fantasma. Es siempre una imagen
colectiva y posee, x tanto, una "estructuración grupal interna"; d allí su carácter organizador en los grupos. Es
claro entonces, el fantasma individual es grupal, q es diferente a decir q hay un fantasma d grupo.. Es decir q, la
integración d las personas reales a una situación grupal, dadas las características antes mencionadas, dispara,
moviliza, las instancias o formas grupales d su propia subjetividad. X esto pueden agruparse.
Aquello q resuena y habla o actúa desde los participantes d un grupo son posiciones en la escena fantasmática.
La singularidad (no lo individual) radica en la forma d cada quien d posicionarse y resonar desde o hacia dicha
escena.
Anzieu reconoce q no todo se reduce a la psicología; existen organizadores económicos, sociológicos,
históricos, etc. ¿Los organizadores socioculturales (x ej, el poder, el dinero y las ideologías, x tomar a Lourau)
al quedar silenciados o invisibilizados sea en las interpretaciones y/o en la reflexión teórica, q presencia pueden
conservar?
Masa es lo q el sujeto no puede dejar d hacer x el hecho de ser sujeto: eso es lo que Freud demostró.
Esta corriente q desde un primer momento se propone como uno de sus objetivos centrales dar un estatuto
psicoanalítico al trabajo con grupos aporta inteligibilidad con respecto a las condiciones x las cuales el sujeto de
su disciplina, el sujeto inconsciente, entra en resonancia fantasmática y "hace” grupo.
A partir d allí sería una extensión indebida afirmar q los grupos son fantasmáticos o q la identificación es el
motor de los grupos.
Permanece en invisibilidad el hecho de q los procesos grupales "observados" son aquellos q el dispositivo
diseñado hace posibles d ver. A partir d allí, estos procesos q visibiliza este dispositivo, pasan a considerarse
como los procesos grupales determinantes d todo acontecer grupal.
Es importante en ese sentido sostener la tensión operante e/ amenaza al yo y soporte identificatorio, es decir,
reconocer su coexistencia conflictiva, paradojas, donde no es posible reducir un polo d la tensión a la lógica
interna del otro polo.
Con respecto a la sustancialización mencionada, se operan 2 reducciones al mismo tiempo. Por una parte, sólo
se "ve" la lógica d uno d los polos; x otra parte, como desde esta primera operación se demuestra lo q los grupos
son, se cierra la interrogación acerca d x que, cómo, cuándo, tal grupo opera como amenaza o bien como
soporte p sus miembros.
Observan q la transferencia se escinde en negativa p el amplio y positiva p el pequeño grupo. Esto les permite
generalizar afirmando q los grupos amplios promueven movimientos transferenciales negativos. Antes q
aseverar tal cosa habrá q investigar qué características del dispositivo facilitan tales procesos.
Freud había puntualizado q en la vida psíquica del individuo el otro interviene regularmente como modelo,
sostén y adversario. Estos 3 tipos de figuraciones están en juego en los colectivos humanos; cuando una
teorización acentúa alguna d ellas habrá q sostenerla vigilancia epistémica suficiente
En síntesis, no se puede analizar aquello q se naturaliza; no se puede teorizar aquello que se sustancializa.
Los "descubrimientos" d esta corrientes han permitido encontrar las condiciones estructurales del sujeto
inconsciente p q haga nudo. Queda, a partir d allí, abierta la investigación q permita "descubrir" en los
colectivos grupales la articulación d estos organizadores subjetivos singulares, con los organizadores
institucionales y sociales.

C. Tercer momento epistémico: el agotamiento del objeto discreto


Kaës mantiene operante su preocupación x la articulación d lo q él llama el "grupo d adentro" y el "grupo d
afuera", o sea grupalidad interna y grupo real. Puntualiza q el grupo, como objeto representado, es una imagen
cuyos referentes son a la vez endopsíquicos y externos, es decir, correspondientes a la realidad material y social.
Reconoce q trabajar con esta doble pertenencia, ubica en el centro del debate la cuestión de la articulación
intermediaria, con la dificultad agregada aquí de q la lógica d estos sistemas está x explotarse como también la
lógica de sus relaciones.
Sin duda, la lógica del objeto discreto ha demostrado ocasionar problemas para comprender las transferencias
mutuas entre los distintos niveles ya que desde ella no puede pensarse la articulación de las formaciones de lo
singular o lo colectivo.
En la actualidad se abre la expectativa con respecto a las investigaciones sobre la lógica de la paradoja y de lo
discontinuo; pueden otorgar aportes significativos p comprender, desde epistemologías transdisciplinarias, tales
espacios.

CAP.7. EL NUDO GRUPAL

A. Lo grupal como campo de problemáticas


Muchos de los esbozos conceptuales que se ofrecen en este punto con respecto a los anudamientos-
desanudamientos grupales han sido generados a partir del trabajo en psicodrama psicoanalítico; particularmente
ha resultado muy productiva la investigación y aplicación clínica y docente de la técnica de multiplicación
dramática. Montada como laboratorio, dicha técnica a través d la multiplicación d escenas ha hecho visible q
tanto en cada una d las escenas d una multiplicación, como en su secuencia, operan simultáneamente
inscripciones muy diversas d referentes deseantes, grupales, institucionales y sociopolíticos; lo mismo sucede
en los momentos discursivos del trabajo. Tales inscripciones se producen simultáneamente, no son
homologables, pero tienen en común q todas escapan al registro consciente d los integrantes.
Cada escena, lo mismo que su secuencia, más allá de sus componentes expresivos, comunicativos, es
generadora de múltiples sentidos. Por otra parte es imposible leer dicho sentido exclusivamente desde la
coordinación; los comentarios grupales posteriores, en su dimensión de lo dicho y lo no dicho, hacen posible
acceder a algunas de las líneas de sentido operantes. Nunca, por lo tanto, se esta en presencia de un solo sentido
que pueda funcionar como cierre, dando cuenta de lo multiplicado. Lo acontecido en una situación grupal es
mucho más que aquello de lo que se puede dar cuenta.
Se plantea la necesidad de abrir el pensamiento de lo grupal hacia lógicas pluralistas que legitiman
epistemológicamente atravesamientos disciplinarios.
Puede observarse que en cualquier grupo humano se producen movimientos muy diversos: resonancias
fantasmaticas, procesos identificatorios y transferenciales, intensos sentimientos de amor-odio en todos sus
matices, juego de roles.
Las producciones grupales se realizan a través d la imbricación caleidoscópica d sus organizadores; a partir d
allí es q se orienta la indagación hacia la necesidad de abordajes trasdisciplinarios p la teorización d lo grupal.
Un criterio trasdisciplinario supone replantear varias cuestiones. En primer lugar, un trabajo de elucidación
critica sobre los cuerpos teóricos involucrados. Implica asimismo el abandono de cuerpos nocionales
hegemonicos de disciplinas “reinas” a cuyos postulados, códigos y orden de determinaciones se subordinan
disciplinas satelizadas.
De este forma los cuerpos teóricos funcionan como “cajas de herramientas” es decir, aportan instrumentos y no
sistemas conceptuales; instrumentos teóricos que incluyen en su reflexión una dimensión histórica de las
situaciones que analizan; herramienta que junto a otras herramientas se produce para ser probada en el criterio
de su universo, en conexiones múltiples, locales y plurales con otros quehaceres teóricos.
X lo antedicho, junto a esta forma d utilización d las producciones teóricas como cajas d herramientas, un
enfoque transdisciplinario presupone un desdisciplinar las disciplinas d objeto discreto y seguramente en el
plano del actuar, cierto desdibujamiento d los perfiles d profesionalización, x lo menos en aquellos mas
rigidizados.
Los criterios transdisciplinarios se sustentan, justamente, a partir de una elucidación critica de este tipo de
totalizaciones, buscando nuevas formas de articular lo uno y lo múltiple. En su propuesta de contactos locales y
no globales focalizan un “thema” en su singularidad problemática y este es atravesado por diferentes saberes
disciplinarios; sin embargo no pretenden unificarlos en una unidad globalizante. Por lo tanto, mas q una
búsqueda de universales, indaga matrices generativas, problemas en relación a los cuales los atravesamientos
disciplinarios puedan dar cuenta de las múltiples implicancias del tema en cuestión. Esto hace posible elucidar
tanto las convergencias como las divergencias disciplinarias en relación al mismo.
Este movimiento que propone el atravesamiento de diferentes áreas de saberes, a partir de “temhas “a elucidar,
sostiene varios y complejas implicancias. En primer lugar, cuando cierta región de una disciplina se
transversaliza con otros saberes, pone en crisis muchas de sus zonas de máxima evidencia. En segundo lugar,
exige la constitución de redes de epistemología crítica abocadas a la elaboración de aquellos criterios
epistémicos que en su rigurosidad hagan posible evitar cualquier tipo de patch-works teóricos. En tercer lugar, y
ya en el plano de las prácticas, vuelve necesaria otra forma de constitución de los equipos de trabajo; si no hay
disciplinas “reinas” tampoco habrá profesiones hegemónicas. Este pluralismo no es sencillo de lograr.
En función de lo aquí esbozado es que se ha propuesto pensar los grupos, mas como campos de problemáticas
que como campos intermediarios entre lo individual y lo social o como eventuales objetos teóricos; en ese
sentido es que se los enuncia como “nudos teóricos”, aludiendo al des-disciplinamiento disciplinario q se vuelve
necesario instrumentar para su conceptualización. D tal manera, una eventual teoría d los grupos tendrá q
bascular permanentemente, en un doble movimiento, investigando en la especificidad d lo q en un grupo
acontece y trabajando-al mismo tiempo- el entramado d tal especificidad en inscripciones mas abarcativas.
En cada acontecimiento grupal operan todas las inscripciones transversalmente; obviamente, no todas se
vuelven evidentes pero siempre están ahí, altamente eficaces, altamente productivas. La noción de
atravesamiento se ofrece como una herramienta valida en el desdibujamiento de los grupos islas, como también
para repensar lo singular y lo colectivo por fuera de la tradicional antinomia individuo-sociedad.

B. un numero numerable de personas ( cuerpos discernibles)


La identificación en su doble dimensión constitutiva es, a la vez, base libidinal del lazo colectivo como de la
fundación del sujeto. Esta es la base estructural de los mas diversos lazos sociales.
El carácter numerable del grupo introduce peculiaridades de los procesos identificatorios, en tanto los cuerpos
de los otros se hacen discernibles. Algo hace nudo. La distribución circular del dispositivo opera efectos mas
alla de los espacial, haciendo posible una particular organización de los intercambios entre los integrantes; todos
están expuestos a la visión de los otros y pueden, a su vez, ver a todos y a cada otro; esta situación particular
genera condiciones de “mirada”.
Esta característica de los procesos identificatorios de un numero numerable de personas donde los cuerpos se
hacen discernibles, afectados unos y otros a juegos de mirada, establece las condiciones para la organización de
redes identificatorias y transferenciales. Tal pecularidad identificatoria en red hace del pequeño grupo un nudo.
Nudo que se constituye en las alternancias de enlaces y desenlaces de subjetividades. Se propician, de tal modo,
singulares anudamientos y desanudamientos que orientan al pequeño colectivo por los avatares de sus
producciones, institucionalizaciones y disoluciones.
El despliegue de una escena cotidiana en un grupo que utiliza recursos psicodramaticos en el marco de la
clínica, permite explorar los juegos identificatorios poniendo de manifiesto la relación entre resonancia
fantasmatica e identificación. ¿ con que singularidad de algún rasgo de ese personaje se juega un enlace
identificatorio?, con aquel rasgo que resuena por similar u opuesto, complementario, suplementario; con aquella
posición en la escena fantasmatica motivo de sus repeticiones. Resonancia fantasmatica, condición estructural
para que el sujeto haga nudo. Fantasma: escena donde repite una posición insistente. Repetición recreada en el
espacio grupal. Repetición que en el mismo acto de repetir difiere en las sutilezas de los engarces de fantasma y
cotidianeidad. Repetición que aspira, al desplegarse dramáticamente, a explorar otras posiciones de su teatro
interior.
¿ Que acontece cuando un numero numerable de personas hace nudo? Se producen redes de procesos
identificatorios y transferenciales propios y únicos de ese grupo. Puede considerarse que dicha red constituye
una primera formación grupal. Pero aquí no se agota la productividad de ese pequeño colectivo. El grupo, en
tanto espacio táctico, genera efectos singulares e inéditos, despliega la producción de sus formaciones, la
generación de multiplicidades imaginadas e imaginarias invenciones simbólicas y fantasmaticas, como asi
también sus niveles de materialidad. En síntesis, un grupo inventa sus formaciones, es decir inventa las formas
o figuras de sus significaciones imaginarias. Estas sostienen la tensión de inventarse en su singularidad y en su
atravesamiento socio-histórico-instituciones. Es en este cruce donde despliega sus acontecimientos, actos,
relatos, intervenciones, producciones materiales, actings, afectaciones,etc…
Cada grupo construye sus ilusiones mitos y utopías; construcciones que se realizan en un doble movimiento;
aquel por el que se despliegan los atravesamientos socio-históricos-insticionales y aquel de su singularidad
como pequeño colectivo; tales construcciones son únicas e irrepetibles de cada grupo y, al mismo tiempo, solo
son posibles en su inscripción histórico-institucional. Son aquellas significaciones imaginarias que un pequeño
colectivo produce como sostén de sus prácticas. Si debiera hablarse de un “algo común” que los grupos
producen son las formaciones grupales; cada grupo configura sus propios diagramas identificatorios, pero
también sus mitos, ilusiones y utopías diversos; estas significaciones imaginarias que los grupos producen,
tienen como condición necesaria- pero no suficiente- la llamada “ resonancia fantasmatica” y los procesos
identificatorios.
Los mitos grupales suelen ser elaboraciones noveladas de su origen, del porqué de su existencia, pero vividos
por sus integrantes como su momento fundacional real; junto con sus utopías harán posible la novela grupal,
propia de ese grupo. Entre las producciones grupales míticas y utópicas, hay una relación reciproca. De todos
modos, vale hacer una cierta distinción: los mitos suelen referir a la historia, las utopías a los proyectos, a lo
prospectivo.
Estas producciones colectivas son componentes siempre presentes en los grupos, orientan muchos de sus
movimientos, son absolutamente singulares de cada grupo y suelen ser de gran incidencia en las formas o estilos
de trabajo de un grupo.
Podría decirse entonces que los mitos grupales son aquellas significaciones imaginarias que un grupo construye,
al dar cuenta de su origen novelado, imbricados con las utopías del grupo y apoyados en la historia real de tal
conjunto de personas.
En síntesis, las significaciones imaginarias grupales, por ejemplo las ilusiones, mitos y utopías de un grupo,
operan como cristalizaciones o puntos de condensación en la producción de múltiples sentidos, constituyendo el
camino obligado por donde los flujos productivos del grupo transitan la construcción de su historia.
Nada de lo común es homogéneo. El algo en común no significa subjetividades homogeneizadas. El desafío
insiste: sostener la tensión singular-colectivo. El término imaginario alude a la mentalidad de una época.
Castoriadis. Con el término imaginario social alude al conjunto de significaciones por las cuales un colectivo,
una sociedad, un grupo, se instituye como tal; para ello no solo debe inventar sus formas de relación social y sus
modos de contrato, sino también sus figuraciones subjetivas. Constituye sus universos de significaciones
imaginarias que operan como los organizadores de sentido de cada época del social-histórico. Dan los atributos
que delimitan lo instituido como legitimo o ilegitimo, acuerdan consensos y sancionan disensos.
En tal sentido distingue lo imaginario radical de lo imaginario efectivo. El primero es aquella instancia por la
cual el social-histórico inventa, imagina nuevos conjuntos de significaciones; constituye, por lo tanto, una
potencialidad instituyente, transformadora, productora de utopías. Lo imaginario efectivo, por el contrario,
tiende a reproducir-consolidación de lo instituido; cuenta para ellos con mitos, rituales y emblemas de gran
eficacia simbólica y en el disciplinamiento de imágenes, anhelos e intereses de los integrantes de una sociedad.
Las significaciones imaginarias sociales hacen a las cosas ser tales cosas, las coloca siendo aquello que son.
De tal forma lo imaginario se vuelve “mas real que lo real”. Es la institución de la sociedad la que determina
aquello que es real y aquello que no lo es. Toda sociedad es una construcción, una creación de un mundo, de su
propio mundo.
Distingue en el social-histórico un orden de determinaciones y un orden de significaciones. Es en este ultimo
donde sitúa su noción de imaginario social.
Si se intenta pensar esta noción en el campo grupal, podría afirmarse que las ilusiones, mitos y utopías que un
grupo produce forman una suerte de imaginario grupal en tanto inventan un conjunto de significaciones, propias
y singulares de ese grupo, pero tributarias-a su vez- de las significaciones imaginarias institucionales que
atraviesan el nudo grupal como también de las significaciones imaginarias de la sociedad donde se despliegan
sus dispositivos.
Se vuelve así pertinente re-pensar la dimensión ilucional de los grupos. Lo ilusorio ya no será únicamente mera
ficción a des-ilusionar, sino que también será la dimensión desde donde se producen las significaciones
imaginarias que organizan-desorganizan tal colectivo. Habrá que distinguir, por lo tanto, aquellos movimientos
transgresivos-equivalentes simbólicos de la transgresión de la prohibición del incesto- de los flujos
transformadores que instituyen nuevas significaciones grupales.
La elucidación de la institución de ilusiones, mitos y utopías de un grupo, hace posible tanto el análisis de tales
construcciones, como también de los procesos de circulación y apropiación de las mismas. La distinción e/ una
dimensión imaginaria especular y otra social, permite-a su vez- no restringir lo imaginario a la indagación de los
juegos especulares de un grupo.

 FICHA 14087 LAS LÓGICAS COLECTIVAS. IMAGINARIOS, CUERPOS Y


MULTIPLICIDADES. Ana María Fernández.

Capítulo 1. Haciendo met-odhos


1. pensar problemas: criterios de indagación.

¿Cómo se produce sentido? Cómo desde el fondo indiferenciado de significaciones imaginarias sociales
se produce una figura, una forma de sentido. Se trata de elucidar los tránsitos de los universos de significaciones
imaginarias sociales a las singularidades de sentido, en la producción de subjetividad. Se trata de abrir
interrogaciones en un campo de problemas de la subjetividad.
Interrogar el cómo y no por el quién, habilita a pensar desde una noción de subjetividad, que implique la
indagación de sus procesos de producción más que de sustancias, esencias o invariancias universales.
Pensar las cuestiones a indagar como campos de problemas, atravesados por múltiples inscripciones:
deseantes, históricas, institucionales, políticas, económicas, etc. Implica el trabajo sobre las especificidades
como su articulación con las múltiples inscripciones que las atraviesen. Intenta superar los reduccionismos de la
lógica del objeto discreto, para abrir los modos de indagación hacia criterios multirreferenciales que den otra
inscripción a la imbricación entre lo individual y lo colectivo en los procesos de producción de subjetividad.
Se trata de pensar en un campo de problemas. Este criterio de indagación supone desciplinar las
territorializaciones disciplinarias, para poder demarcar las cuestiones de otro modo.
Desdiciplinar implica complejos procedimientos elucidatorios: desnaturalizar los dominios de objeto
instituidos sin por ello invalidar los conocimientos que ellos han producido y producen. deconstruir las lógicas,
desde donde han operado sus principios de ordenamiento, así como también genealogizar. Que permitan
interrogar los a priori desde los que un campo de saberes y prácticas ha construido sus conceptualizaciones.
Desnaturalizar sus territorios, deconstruir sus lógicas y genealogizar sus conceptos, son los
procedimientos de indagación para crear condiciones de posibilidad que permitan construir programas que
tiendan a conexiones que desborden los dominios de objetos unidisciplinarios.
Esto permite pensar desde un campo de problemas. La producción de sus saberes se compone
estrategias. Campo y no objeto. Multiplicidad de miradas, en los saberes y en las prácticas. Campo que rescata
lo diverso como aquello que agrupa lo discontinuo, sin cultivar lo homogéneo.
se piensa la problemática como una categoría y no como una dificultad o incertidumbre pasajera,
entendiendo el pensamiento como modo de experiencia, en el camino de quiebre de sentido. Supone pensar en
el límite de lo que se sabe.
Se trata del desafío de hacer una problemática en el sentido de un agrupamiento de problemas que se
relacionan al interior de un campo abierto. Los problemas tiene puntos de conexión que se enlazan y
desenlazan, peor al volver una y otra vez sobre lo mismo van armando método. Retomamos la acepción griega
del término met-othos: ponerse en camino: en el camino se va armando el método, trazando circuitos de
problematización recursiva.
Se trata, más que de responder una pregunta, de demarcar o delimitar un campo de problemáticas a
partir de las multiples cuestiones que en él confluyen. Se presenta aquí un programa de indagación conceptual.
Se da aquí al término programa la acepción de Deleuze, para quien un programa se construye por los puntos de
orientación que conducen una experimentación que desborda nuestra capacidad de previsión y por tanto se
modifican a medida que se implementan. Un programa será abierto e incompleto. Con respecto al término
indagación, se le da el sentido foucaultiano aludiendo a una modalidad o forma específica de construcción del
saber y la gestión de de adquirirlo y transmitirlo.
Abrir interrogación, dar curso y no obturar la incomodidad, de modo que lo invisible opere visibilidad,
lo impensado se vuelva enunciable.
Se trata de establecer una demora que instale condiciones de posibilidad de un pensar en un campo de
problemas; que habilite un pensar como experiencia de elucidación e indagación; un pensar incómodo,
disciplinario, que se construye y reconstruye permanentemente, que se despliega en los límites de lo que ignora
y que instituye su rigurosidad metodológica desde un criterio de problematización recursiva.
2. Hacia un criterio de problematización recursiva
Desde esta perspectiva la propuesta de indagación conceptual, no trabajara con un marco teórico
elaborado previamente sino con un criterio de construcción de caja de herramientas (Foucault)
 Se trata de construir instrumentos para pensar problemas.
 Su composición se realiza gradualmente a partir de situaciones específicas.

Pensar problemáticamente implica construir estrategias de pensamiento que eviten adhesiones u


oposiciones a los autores con los que se trabajo.
Problematizar es abrir la elucidación. Es pensar lo que se hace y saber lo que se piensa.
Un trabajo elucidativo se nutre de:
 Desnaturalizaciones de sentidos comunes disciplinarios
 Deconstrucciones de las lógicas de la diferencia con que opera un campo de saberes y prácticas
 El rastreo genealógico de los cuerpos teóricos con los que se trabaja.
Una teoría enmarca sus áreas de visibilidad e invisibilidad, sus enunciados y sus silencios.
La caja hermenéutica permite:
 Desmontar las teorías evitando su cristalización en cuerpos de doctrinas.
 Abrir visibilidad y consiguiente enunciabilidad, permitiendo nuevas teorizaciones.
 Pensar problemas y no instituir sistemas.
 Pensar sin anular los aportes unidisciplinarios pero relativizando los efectos de verdad que estos
suelen instituir.
 Recuperar la potencia enunciativa de nociones teóricas que la certeza de sus sentidos comunes
disciplinarios pudiera haber erosionado.
Incluye en nuestro caso el diseño de dispositivos de intervenciones grupales, institucionales,
comunitarias, estos artificios entendidos como maquinas de visibilidad crean condiciones de posibilidad para la
indagación de situaciones específicas.
Hay que pensar-hacer en acción para impedir la dogmatización teórica. Hay que pensar los problemas
elucidando experiencias. Los criterios metodológicos se conforman con diversas estrategias de indagación que
operan en forma de problematización recursiva.
Así, caja de herramientas, dispositivos de acción, elucidación de experiencias y reformulación
conceptual permanente constituyen el circuito de problematización recursiva.
Se tiene que partir de los problemas y pensar recaudos y despliegues metodológicos en situación que van
gestando su propio estilo de indagación. Hay que distinguir insistencias, indagas prácticas y diseñar
dispositivos con capacidad de alojar lo inesperado.

 FICHA 14076. “Un singular plural. El psicoanálisis ante la prueba del grupo”. René Kaes.

1.Cómo se ha planteado la cuestión del grupo en el Psicoanálisis


El grupo fue primero una aplicación del psicoanálisis a sujetos que no podían beneficiarse de la
psicoterapia individual. Más tarde se hizo evidente que el dispositivo de grupo, podía presentar un notable
interés para el tratamiento de sujetos afectados por trastornos específicos: neurosis graves, psicosis o estados
límites. Otra aplicación del grupo, efectuada por Bion, permitió tratar de una manera económica los
sufrimientos psíquicos ligados a traumatismos actuales colectivos.
A estas tres se agrega aquella que el dispositivo de grupo es utilizado con fines de formación personal en
el conocimiento de los fenómenos de grupos, de los efectos del ICC que se producen en esa situación. Otra
aplicación con fines formativos concierne al aprendizaje de una práctica o desarrollo de una identidad
profesional.
Todas estas prácticas dieron lugar a elaboraciones que quedaron al margen de los debates que su
explicitación hubiera debido promover legítimamente en la comunidad psicoanalítica. Lo cual ha suscitado y
suscita diferentes tipos de reacciones.
Las teorías psicoanalíticas de grupo en EE.UU, Europa y Argentina se ocuparon de pensar al grupo
como tal, independientemente de los miembros que lo componen, es decir, como un conjunto que forma una
entidad específica.La problemática del sujeto singular en su relación con el grupo apareció más tarde y de modo
marginal. A partir de ese momento se plantearon otras cuestiones. Considerada desde el dispositivo de la cura o
desde el grupo, la concepción del sujeto y, con ella, el pensamiento sobre el ICC.

Los pioneros de la invención psicoanalítica de grupo


Cuando algunos psicoanalistas se encontraron ante la necesidad de inventar una alternativa a la cura
individual, apareció el dispositivo del grupo adecuado para el tratamiento de ciertos pacientes.
El psicoanálisis apunta a otro objetivo: el de liberar la psique de sus obstáculos. El psicoanálisisgrupal se
sitúa en esta dirección: su objetivo es desmontar los vínculos intersubjetivos generadores de trastornos en los
vínculos y en los sujetos del vínculo. Al abrir la vía al conocimiento de esta parte de la psique individual, estos
psicoanalistas se encontraron con problemas que los condujeron a los confines del psicoanálisis y de otras
disciplinas.
Las primeras teorías psicoanalíticas de grupo, no se constituyeron desde el comienzo sobre bases
metodológicas psicoanalíticas. Lo cual introdujo teorizaciones bastardas, pero también permitió naturalizar
problemáticas hasta entonces excluidas del campo: los conceptos de intersubjetividad, pertenencia y alienación
nacieron de esta aculturación.

Pichon Riviere y el Grupo Operativo


La idea inicial tiene como fuente su práctica de psiquiatría confrontado con las disfunciones del hospital:
el grupo es un medio de acción social e instrumento terapéutico para el individuo.
Definió el Grupo Operativo como un grupo concentrado en la tarea cuya finalidad es aprender a pensar
en términos de resolución de las dificultades creadas y manifestadas en el campo de lo grupal, y no en cada uno
de sus miembros, lo cual sería un análisis individual en grupo.En cada aquí-ahora-conmigo en la tarea grupal se
opera en las dos dimensiones, constituyendo una síntesis de todas las corrientes. Consideramos al enfermo que
enuncia un acontecimiento, como el portavoz de sí mismo y de las fantasías ICC del grupo.
Su modelo propone una concepción del grupo en términos más marcados por una psicología social
psicoanalítica.
Se trata de la relación entre la estructura social y la configuración del mundo interno del sujeto, que se
aborda a través de la noción de vínculo. El sujeto no es solo un sujeto de relaciones sino también un sujeto
producido en una praxis: nada hay en el que no sea producto de la interacción entre individuo, grupos y clases.
Pichon señala que el objetivo del grupo operativo es la detección e interpretación de las fantasías ICC
subyacentes que emergen de la tarea manifiesta y se condensan en el grupo en temores específicos y en
resistencias al cambio. Para Pichon estas fantasías son producto de las experiencias relacionales de los
miembros del grupo.

Foulkes y la corriente del grupo análisis


Foulkes y Ezriel fundan en Londres las bases de lo que constituirá la corriente del Group-analysis. Esta
corriente te inscribe en la perspectiva estructural del guestaltismo. Conservaron la idea del enfoque estructural
del comportamiento inaugurado por Gold Stein y lo aplico a su concepción del individuo y del grupo.
Tres proposiciones:
El grupo es una totalidad y la totalidad precede a las partes, es más elemental que ellas, no es la suma de
sus elementos
El individuo y el grupo forman un conjunto del tiempo figura-fondo
El individuo en un grupo es como el punto nodal en la red de neuronas.
Las tres proposiciones sitúan al grupo como precedencia del individuo y a este como un elemento de
aquel, no como un sujeto que seria parte activa en la construccion del grupo.
La psicoterapia de grupo es una tentativa de tratar la red entera de trastornos, ya sea en el punto de
nacimiento del grupo originario, ya sea ubicando al individuo perturbado en condiciones de transferencia en un
grupo externo.

El grupo tiene propiedades terapéuticasespecíficas que expresan las cinco ideas fundamentales del grupo
análisis foulkesiano:
1) la decisión de escuchar, comprender e interpretar al grupo como totalidad en el “aquí-ahora”
2) la sola consideración de la transferencia “del grupo” sobre el analista, y no de las transferencias
laterales.
3) la noción de resonancia fantasmatica inconsciente entre los miembros del grupo
4) la tensióncomún y el común denominador de las fantasías inconscientes del grupo
5) la noción de grupo como matriz psíquica y marco de referencia de todas las interacciones.

En sentido amplio, el grupo análisis es un método de investigación de las formaciones y los procesos
psíquicos que se desarrollan en un grupo; funda sus conceptos su técnica en algunos de los datos fundamentales
de la teoría y el métodopsicoanalíticos, y en elaboraciones psicoanalíticas originales requeridas por la
apreciación del grupo como entidad especifica.

W.R Bion y la mentalidad grupal


Bion se apoya en la movilización específica de los procesos grupales para el tratamiento de ciertas
patologiastraumaticas, borderline y psicoticas, pero su teoría del grupo y su práctica se construyen sobre otras
hipótesis. Distingue dos modalidades del funcionamiento psiquico en los pequeños grupos: el grupo de trabajo,
donde prevalecen los procesos y las exigencias de la logica secundaria que organizan la representación del
objeto y del objetivo del grupo, asi como la planificación de las tareas y de los sitemas de comunicación que
permiten su realizacion, y el grupo de base, donde predominan los procesos primarios en forma de supuestos
basicos en tension con el grupo de trabajo.
Los tres supuestos basicos (dependencia, ataque-fuga y emparejamiento) que caracterizan a los
diferentes contenidos posibles de la mentalidad grupal son los representantes de tres estados emocionales
especificos. Cumplen un papel determinante en la organización de un grupo, en la realizacion de su tarea y en la
satisfaccion de las necesidades y de los deseos de sus miembros.
J. Bleger y el depósito del nucleo aglutinado en el grupo
Bleger distingue entre dos formas de sociabilidad: la sociabilidad sincretica y la sociabilidad por
interaccion.
La sociabilidad sincretica se funda en una inmovilización de las partes no diferenciadas o simbioticas de
la personalidad. En un grupo o una institución, estas partes estanclivadas de las formaciones diferenciadas que,
a su vez, se movilizan en la sociabilidad por intereccion; esta ultima corresponde a un juego de intercambios
intersubjetivos que producen efectos individuantes y dispositivos manifiestos de interaccion.

Balance y desarrollo de las primeras investigaciones psicoanaliticas sobre los grupos


Descubrimientos de las primeras teoriaspsicoanaliticas del grupo demostraron que los grupos estan
organizados por estructuras y procesos de diferentes niveles. Unos son neuroticos, se disponen alrededor del
conflicto nuclear edipico y de la ambivalencia respecto de la figura del jefe. Otros, preedípicos y pregenitales,
movilizan formaciones narcisistas, borderline y psicoticas: fantasias arcaicas, identificaciones primarias,
angustias primitivas, mecanismos de defensa ajenos a la represion y relaciones de objeto parcial, especialmente
las que corresponden a la organización oral de las pulsiones.
En ese primer momento epistemologico es necesario, ante todo, conocer al grupo como entidad
especifica y constituirlo como dispositivo terapeutoc. Toda la atencionclinica y teoricaesta dirigida alos
conceptos basicos que deberan dar cuenta del conocimiento de la “psique de grupo”. En estas condiciones, la
cuestion del sujeto en el grupo no es tomada en consideración. Pichos-Riviere vuelve a ocuparse del sujeto, pero
en particular como sujeto psicosocial. Las consecuencias metodologicas y clinicas de estas concepciones no son
desdeñables. Si las examinamos, por ejemplo, desde el punto de vista de la interpretación, se evidencia que solo
el grupo como conjunto es a la vez objeto y destinatario de la interpretación. Pichon-Riviere inaugura una
posicion diferente: con su nocion del trabajo aquí-ahora-conmigo, las dos dimensiones del campo transferencial,
horizontal y vertical, lo conducen a distinguir una interpretación en dos tiempos y para dos destinatarios-el
grupo y el portavoz.

La corriente francesa de las investigaciones psicoanaliticas sobre el grupo


Como en la Argentina o en Inglaterra, la cultura psicoanalitica desempeña en dicho pais un papel
contextual importante. Alli, la cuestion del grupo se inscribe en una doble tradición cultural, conformada por las
Luces y la Revolución. Una de esas tradiciones, la del individualismo, se inclinó por centrar la atención en el
sujeto singular, hasta el punto de excluir, aun como puta alineación, toda referencia al grupo en su formación y
en su historia. La otra tradición, anclada en la corriente socialista, insistió en el grupo como via para la
revolucion y como elemento basico de la libertad de opinion. Estas dos corrientes convergen en las ideologías
que atraviesan el movimiento psicoanalítico francés, mas influido por Tarde y Le Bon que por Durkheim, y por
eso mas propenso a desconfiar del grupo de un modo u otro.

El interes por el grupo en la Francia de posguerra


Entre los primeros psicoanalistas se formaban dos grandes corrientes, que subsistiran hasta hoy. La
primera reune a los que se interesan por aplicar los datos del psicoanalisis al tratamiento psicoterapeutico de los
individuos en situación de grupo. Las tecnicas que se desarrollan según esta perspectiva utilizan casi siempre el
psicodrama psicoanalitico llamado individual: un equipo de psicodramatistas trata a un paciente mediante el
psicodrama
Los psicoanalistas que forman la segunda corriente intentan descubrir los procesos inconscientes que
obran en el seno del grupo, y en esa tarea tropiezan con dos dificultades. La primera obedece a la aplicación
directa de conceptos psicoanaliticos a las hipotesis y tecnicas elaboradas por lewin, rogers y moreno. La
segunda dificultad reside en el hecho de que los conceptos utilizados han surgido de la teorización
psicoanalitica de la psique individual. El trdebajo de teorización es bastante endeble, y durante este primer
periodo los aportes de Pichos-Riviere, bion, foulkes, y bleger no son conocidos todavía por la mayoria de los
psicoanalistas franceses.
Los enunciados fundadores de los años sesenta y la primera ruptura epistemologica
Los conflictos y las escisiones en que derivaron las divergencias sobre la formación psicoanalitica, sobre
la direccion de la cura y sobre las relaciones con la AsociacionPsicoanalitica Internacional tuvieron por
consecuencia la creacion de nuevas instituciones: la escuela freudiana de paris en 1963, la asociación
psicoanalítica de francia en 1964. Esas rupturas y esas creaciones estuvieron acompañadas de violentos efectos
de grupo, que fueron a la vez cultivados y denunciados. Al no reconocer su consistencia traumatica, en una
excitación por momentos activista, por momentos paralizante, reforzó la prohibicion de pensar el grupo y las
instituciones con lo que el psicoanalisis nos podia enseñar en relacion con ellos.

El pequeño grupo como objeto


No basta develar los procesos inconscientes que operan en el seno de un grupo, cualquiera que sea la
ingeniosidad de que entonces se pueda dar prueba: no bien se situa la imagen misma del grupo fuera del campo
del analisis, con las fantasias y los valores que esa imagen conlleva, se alude de hecho toda cuestion acerca de la
funcion inconsciente del grupo.
Este estudio marca un punto de inflexion en la teoriapsicoanalitica de grupo.

El grupo es, como el sueño, un medio de realizacion de los deseos inconscientes


Como el sueño o el sintoma, el grupo es la asociación de un deseo inconsciente que busca su via de
realizacion imaginaria y de defensas contra la angustia que suscitan en el yo esas realizaciones.
El grupo es como el sueño, medio y lugar de la realizacion imaginaria de deseos inconscientes infantiles.
Según este modelo, los diversos fenomenos que se presentan en los grupos se asemejan a contenidos
manifiestos, derivan de una cantidad limitada de contenidos latentes.
Si bien las formaciones y los procesos psiquicos de grupo obedecen a mecanismos generales y propios
de toda produccion del inconsciente, algunos son especificos de la situación grupal-como la ilusion grupal que
Anzieu describe en 1971-

Los cuatro objetos de la transferencia y la escucha analitica


En el contexto grupal, la trasnferencia es multiple: se dirige al psicoanalista (transferencia central), a los
otros participantes (transferencias laterales), al grupo como tal (transferencia grupal) y a objetos externos al
grupo (otro grupo, la institución, la sociedad, etcetera)

El acoplamiento grupal de los psiques


Describi los organizadores inconscientes como “grupos del adentro” estructurados según leyes de
composición que obedecen a los procesos primarios. Mas tarde los denomine “grupos internos”, dando a este
concepto un sentido bastante diferente del que le atribuyeron Pichon-Riviere y D. Napolitani,
El interes del modelo del aparato psiquico grupal reside en que sirve para comprender los procesos de
investidura, produccion y tratamiento de la realidad psiquica en el grupo y en los sujetos que son sus miembros.
Contiene conceptos centrados en las diversas modalidades de articulación entre el sujeto y el grupo, y
principalmente en los abundamientos de los efectos de grupo con los del inconsciente

El desarrollo de las investigaciones psicoanaliticas sobre el grupo, desde comienzos de los años
setenta hasta nuestros dias.
Las investigaciones psicoanaliticas sobre el grupo se desarrollaron a comienzos de los años setenta
siguiendo dos direcciones principales. La primera prosiguio la investigación de las formaciones y los procesos
cuyo lugar es el grupo como conjunto. La segunda linea de investigación es mucho menos frecuentada: se
interesa en la posicion del sujeto en el grupo y examina lo que hhe llamado “funciones foricas”, es decir, los
emplazamientos y las funciones cumplidas en el grupo por algunos de sus miembros cuando son porta-palabra,
porta-sintoma, porta-sueño, porta-ideal o porta-muerte, etc. Se ocupa tambine de un conjunto de problemas a los
que preste particular atencion porque conciernen plenamente a todos los psicoanalistas. Se trata del papel que
desempeña el grupo en la estructuracion del psiquismo.

 FICHA 2482 BENEVIDEZ

Clínica grupal. Benavides.


Grupo: ¿muerto o vivo?
El efecto ideologizador q acabo revistiendo a las practicas grupales las hizo convertirse de una manera
empobrecida en un técnica aplicable en trabajos en escuelas, empresas y, en comunidades. Es un efecto domino,
la producción teórica y critica y la invención de otras practicas en grupo fue haciéndose evidentemente escasa,
creando un circuito cerrado q fortalece un imaginario donde el grupo aun se ve como una moneda de una época
en q había represión política y una solución para la baja oferta de servicios y su costo alta.
Tomado por este Angulo, el razonamiento seria: dada una cierta difusión de técnicas grupales, dadas
determinadas condiciones de estrechamiento de espacios colectivos de discurso y dado el aumento de la
búsqueda de servicios especializados, se emplearía el grupo, q se convertiría en algo desechable cuando esos
problemas se hubieran sido resueltos. Esta hipótesis parece estar con lo q muestran los hechos: en los 80 y 90 se
observa una devaluación del grupo, una disminución de la oferta de espacios terapéuticos grupales, poca
insistencia en la utilización de prácticas grupales en los servicios de atención “psi” de la red publica de la salud.
Los alegatos para esta antiexplosión varían desde la inconsistencia teórica se los tiempos q se contasta la
inserción de otras corrientes de pensamiento psi.
Los entrevistadores presentan como factores responsables de la disminución actual de la demanda de grupos: la
falta d desarrollo teórico en el área, cuestiones relacionadas al encuadre, aspectos técnicos, la falta de respeto
por la individualidad, la falta de sigilo en el grupo, y la inhibición de descargas de agresividad. Esas
argumentaciones, apoyadas en el eje ideología-contexto de la época, sustraen de las prácticas grupales su
potencia analítica. En algunas ocasiones, llegaron a sobrevivir como un recurso de segunda categoría para q lo
utilicen analistas de segunda categoría.

¿Habrá realmente un muerto/ casi muerto?


El decreto de la muerte del grupo supone alguna concepción de grupo, una totalidad, una unidad q sea mas q la
suma de las partes, un todo q hegemonice e impida q las individualidades sean vistas/oídas. Esa idea de
totalidad/unidad forma parte de la historia del grupo. Otros autores muestran q grupo significaba un tipo de
pintura característica del siglo dieciséis “conjunto de personas colocado de forma circular” y el termino grupo
es la expresión de un lazo social sacado de la vida publica burguesa del s diecisiete y dieciocho. Encontramos
dos significaciones: circulo y lazo. Esas significaciones emergen en un contexto de revalorización del hombre,
de replanteamiento de las relaciones con el Estado, de nuclearizacion de la flia, de la Revolución Industrial y de
valorización de los espacios privados restringiendo los de dominio público. El fortalecimiento del contrato
social, en q cada uno era libre y responsable para construir la soc q deseara. El individuo, pieza fundamental de
todo ese engranaje sociopolítico, se cruzaría, en el s diecinueve, con movimientos de masas q, en un nivel
macro político, incentivaban el agrupamiento como condición de posibilidad para reivindicaciones y conquistas
políticas y civiles. El polo soc se impone destacando una querella: individuo o soc ¿Quién determina a quien?
Entre el individuo y la soc, el grupo se levanta como un intento de solución para la indefinición. El grupo, ahora
institución, toma forma en a historia. Una composición de líneas q cuando se cruzan, producen campos de
saber, redes de poder. Líneas q componen territorios generando tanto objetos como sujetos. Prácticas q cuando
se naturalizan, se presentan como ya instaladas. La institución grupo asume su función de intermediadota entre
individuo y soc, y se convierte en una lógica antitética, q responde a las imposiciones de las redes de saber-
poder. Viene marcado por las características de esa lógica y se definirá de modo semejante: por un lado el
individuo, q le asegura la idea de indivisible, particular y por otro la sociedad, q le da la idea de todo, de
universal.
La soc, el individuo, el grupo. Tres unidades, tres totalidades.
Tomando esa triada, el modo de subjetivacion q ahí se opera es el mismo: un modo individuo, q ve compuestos
unitarios con relaciones interdependientes y busca el equilibrio entre las partes. Afirmamos q la función
subjetivadora individualizante permanece dominante en las practicas psi, sean individuales o grupales. Si hay q
enterrar algo, no seria el grupo, sino a la función de él, entre otras practicas psi, había puesto en
funcionamiento: la transformación de lo q es del orden de la multiplicidad en unidad e identidad.

¿Pero de que propuesta de grupo estamos hablando?


Nuestro punto de partida esta en la noción de subjetividad q no se sitúa en el campo individual, sino en la
dimensión de todos los procesos de producción social y material. La subjetividad es producida. A cada
momento de la historia, dadas determinadas conjugaciones de fuerzas, a cada composición de las relaciones
saber-poder, ciertas maquinas se ponen a funcionar engranando otras líneas q pasan a circular como una materia
de expresión disponible para el montaje de otras subjetividades. La noción de subjetividad implica la de
multiplicidad, porq se puede presentar de formas parciales y fragmentadas, no permitiendo su totalización o
centralización. Las subjetividades del tipo individuo son efectos de la producción en serie capitalista q aporta el
deseo como siendo del individuo y lo social como siendo algo exterior a él mismo, sea construido a partir de ese
deseo individual, sea conformándolo.
La noción de producción de subjetividad rescata las relaciones de lucha en la pluralidad de fuerzas q
constituyen cada acontecimiento. Presentándose como contrarios a la constancia, a las totalidades cerradas, esas
subjetividades múltiples circulan en los conjuntos sociales y puede apropiarse de manera creativa,
produciéndose singularizaciones. Singularizar, esta en el dominio de la ruptura, des escape de lo q esta
naturalizado. Singularizar es inventar, crear otros modos de existencia. Lo q caracteriza ese proceso de
singularización es su capacidad de auto modelarse, de captar elementos de la situación q construyan sus propias
referencias teóricas y practicas.

El grupo surge como un dispositivo potente en el proceso de producción de subjetividad. El grupo dispositivo
rechaza cualquier forma de totalización y unidad. Como dispositivo, es siempre multi-lineal. Compuesto por
líneas de naturalezas distintas, el grupo dispositivo esta siempre en las adyacencias de otros modos de
territorializacion. Así entendemos, al grupo: un dispositivo q hace funcionar a las maquinas de
descomposición del individuo q somos, q acciona movimientos en aquello q dejamos de ser en el
encuentro con la alteridad q nos aproxima y q nos desliza por la superficie de aquello en lo q estamos en
vías de diferir y de convertirnos.

Grupo: ¿otro lugar?


Planteamos algunos problemas.
Hay una manera de entender al grupo como lugar, considera q es una condición de posibilidad para su
existencia el hecho de q las personas se asocien por determinadas constancias de espacio y tiempo. La palabra
lugar remite a un establecimiento, una organización pautada por reglas y normas. Tomado en este sentido, el
grupo equivaldría a uno de los niveles de dicha organización, un elemento de una estructura en la cual se
integrarían partes de una escala jerarquizada.

 BENEVIDEZ 2481 GRUPO Y PRODUCCION.

GRUPO Y PRODUCCIÓN
No basta hablar de grupo para que estén dadas las condiciones para problematizar los procesos de
subjetivación en curso. Tendremos que avanzar más allá de las dicotomías individuo/grupo, grupo/sociedad,
para que podamos hacer bifurcar nuevos modos de existencia que cuestionan la “unidad” y la “totalidad”,
continuamente ofrecidas como atributos universales.
Grupo-espacio: individualización/totalización
Hay diferentes afirmaciones sobre lo que es un grupo: un grupo es más que la suma de individuos que lo
compone; un grupo es un campo de relaciones interpersonales, un grupo es un sistema de relaciones que se
estructura exteriormente a los sujetos que lo componen; un grupo es un conjunto de personas ligadas entre sí
por constantes de tiempo y espacio y articuladas por su mutua representación interna.
Esta preocupación por definir lo que es un grupo, en general remite a la búsqueda de ciertas esencias
irreductibles, condiciones de posibilidad que garantizarían el punto de partida para la existencia del objeto-
grupo.
Es en este contexto que la oposición individuo-grupo gana legitimidad. Vemos desarrollarse, por un
lado, tesis “individualistas” en las que los individuos constituyen la única realidad. Cuando ellos se juntan es
por motivación, necesidad o características personales. En este ámbito, el “grupo” no existe, y cualquier
teorización a este respecto hace parte del reino de la ficción. Por otro lado, tenemos las tesis “grupalistas” que
consideran el grupo como una entidad distinta de los individuos que lo componen. La referencia privilegiada
será al grupo que, al distinguirse como otro ser, ganará estatuto propio transformándose en una especie de “a
priori” para la comprensión de los movimientos que en él actúan.
Tanto en una cuanto en otra explicación, individuo y grupo son apenas polos de un par antitético que a lo
largo de la historia se afirmó como natural, construyendo campos disciplinares que se encargan de mantener sus
“objetos” separados y opuestos o, en el mejor de los casos, dispuesto según una línea de contigüidad.
Reflexionábamos también sobre el proceso de “interiorización” imputado al individuo que, al ser
incitado en sus derechos de “libre ciudadano” autónomo e único, es remitido a la investigación de las
características peculiares que definieron su identidad autocentrada. También el espacio de la casa y de la familia
ganan nuevas formas y sentidos, puesto que se separan del lugar de trabajo pasando a concentrar la afectividad
en su interior. Esta tecnología del enclaustramiento fabrica fabrica lo individual, es decir, un registro de sentido
que marca formas de estar, de sentir, de pensar y vivir el mundo. Es lo que Foucault, siguiendo deleuze, llama
modos de subjetivación, modos de existencia o de posibilidades de vida.
Lo que actualmente está instalado es un modo de funcionamiento masivamente “individualizante” sobre
los objetos y las prácticas, construyendo trazos de equivalencia entre sujeto-individuo, remitiendo un enunciado
al individuo que lo enuncia, interiorizando, privatizando los actos y afectos a los cuerpos que se expresan.
En este contexto, la noción de grupo gana contornos de estas fuerzas. Los individuos, garantizados en
una unidad que es autocentrada, no podrán dejar de constituir nuevas y más amplias unidades. El sentido se
imprime sea sobre el individuo dándole forma de UNO, sea sobre el grupo dándole forma de TODO. Es la
lógica del UNO, presente tanto en el individuo como en el grupo (individuo-UNO: todo se refleja en sí mismo;
grupo-TODO: uno refiriéndose a sí mismo)
En realidad, la antítesis individuo-grupo tomó el lugar de otra anterior: individuo-sociedad.
El grupo, viene a insertarse como intermediario de la relación individuo-sociedad.
El grupo surge, por lo tanto, como un objeto histórico de un desdoblamiento de la misma lógica
antitética, respondiendo a las imposiciones del saber-poder. Viene marcado por las características de esta
lógica, de esta racionalidad, y se definirá a semejanza de los elementos anteriores de su cadena generativa –por
un lado el individuo, que le garantiza la idea de indivisible, de particular; por otro lado la sociedad, que le da la
idea de todo, universal-. Procurará ocupar simultáneamente dos lugares, o más bien, se constituirá en un espacio
donde disputarán “el individuo”, sus conflictos, su historia privada, su identidad personal, versus “los
individuos”, sus mitos, su historia grupal, su identidad. Las dimensiones de horizontalidad y verticalidad
trazadas por la historia del individuo en el grupo y por su historia personal, construyendo el grupo como
espacio-arena, y sirven a la organización de diferentes acciones e intercambios entre sus miembros.
La insistencia en la noción de grupo a partir de 5 elementos constitutivos, aunque variables (pluralidad
de individuos, objeto común, espacio dado, tiempo definido y contexto social), refuerza la idea que vinimos
desarrollando hasta aquí de que el grupo:
1. Ha sido definido con base en la noción de individuo;
2. Mantiene la dupla dicotomía-individuo/grupo, grupo/sociedad. Colocándose como intermediario-
no siempre hábil- cuya especificidad es garantizar, por un lado, el llamado estrato subjetivo y, por otro lado, el
estrato social.
3. Es considerado como estructura, cuyo funcionamiento tiende al equilibrio.
4. Considera el tiempo en su expresión especializada, o sea, cronológica.

Grupo-tiempo: multiplicidad/producción
El grupo se presenta “como una posibilidad de cuestionar la problemática de la economía del deseo, de
los procesos de subjetivación” ¿cómo escapar de su inserción individualizante y totalizadora?
El primer esfuerzo está en deshacer la sinonimia individuo-subjetividad. Las investigaciones de
Foucault, guattari y deleuze, entre otros, aquí son decisivas para poder comprender que el individuo es apenas
uno de los modos de subjetivación posibles. Cada época, cada sociedad, pone en funcionamiento algunos de
estos modos.
Más allá del modo-individuo, lo que hay son procesos de producción que comprenden varios tipos de
individualización.
La noción de subjetividad no puede, por lo tanto, ser confundida con la de individuo. No siendo un dato,
“ tampoco es pasible de totalización o de centralización en el individuo”. Una cosa es la individualización del
cuerpo. Otra es la multiplicidad de los agenciamientos de la subjetivación: la subjetividad s esencialmente
fabricada y modelada en el registro social.
El término 2agenciamiento” permite poner en cuestión la problemática de la enunciación y de la
subjetividad, es decir, de cómo se fabrica un sujeto.
El anunciado tiene según Foucault, una capacidad de “producción existencial” o, como diría guatari,
posee una “función diagramática” de poner en funcionamiento ciertos modos de existencia.
El enunciado siempre es colectivo porque jamás remite a un sujeto sino a un modo de existencia, a un
cierto tipo de agenciamiento entre flujos y códigos. La producción de un sujeto-individuo es, por lo tanto,
inseparable de las marcas colectivas.
En realidad, el individuo habita hechos, gestos, formas de pensar y de sentir. La subjetividad está
circulando n los conjuntos sociales y es “asumida y vivida por individuos en su existencia particulares”. Esto
puede darse tanto por un proceso de homogeneización universalizante, como por un proceso de composición
heterogénea.
Los sujetos-individuos son efecto de un capitalismo en serie que invierte en el deseo como siendo algo
del individuo, y en lo social como siendo algo que se construye a partir del deseo individual. La noción de
subjetividad, en cambio, indica una ruptura con la noción unificadora de individuo, ya que la subjetividad es un
conjunto de componentes que según guattari, son tanto del orden extra-individual, como del orden intra-
personal.
La identificación de la subjetividad con la individualidad, ha sido una de las estrategias para reducir los
componentes múltiples y heterogéneos de los modos posibles de subjetivación, a apenas una de sus
posibilidades: la representación universalista y unificada del individuo.
Aquí se abre nuestro segundo punto de inflexión: superar la dupla dicotomía individuo-grupo, grupo-
sociedad.
La eficacia del proceso de subjetivación implementando en nuestro siglo, no incidió sólo sobre el
individuo, conformando como ser interiorizando. También lo incluye en instancias totalizadoras (sea el grupo o
la sociedad) en relación a las cuales deberá no sólo distinguirse para garantizar su identidad, sino también
mezclarse, ya que solo nunca sobrevivirá.
Esta alternancia tu a mantenerse UNO, idéntico a sí, o juntarse a otros corriendo el riesgo de “perder su
identidad”, es uno de los dilemas vividos actualmente por los individuos como un supuesto “verdadero
problema”.
El individuo, el grupo, la sociedad, son concepciones de un cierto modo de funcionamiento capitalista en
el cual lo que siempre prevalece son representaciones universalizantes y totalizantes.
El grupo es, entonces, pensado a partir del mismo modo de subjetivación individualizante, y es en este
sentido que se lo ve como intermediario entre un nivel que sería más “individual” y otro que sería más “social”.
Pero si desplazamos la noción de grupo hacia la noción de subjetividad, lo que encontraremos será una
multiplicidad y provisoriedad.
En este caso, el grupo dejará de ser el modo cómo los individuos se organizan, para ser un dispositivo,
un catalizador existencial que podrá producir focos mutantes de creación. La noción de dispositivo indica algo
que hace funcionar, que acciona un proceso de descomposición, que produce nuevos acontecimientos, que
acentúan la pluralidad de los componentes de subjetivación. El grupo así producido, como dispositivo analítico,
podrá servir a las descristalizaciones de lugares y roles que el sujeto-individuo construye y reconstruye en sus
historias. La cuestión ya no será buscar una identidad del individuo o del grupo, sino preguntarse sobre qué
componentes de subjetivación estarían siendo accionados y cuáles otros agenciamientos podrían se hechos.
En esta perspectiva, el grupo, el individuo, se tornan apenas formas posibles de individualización de la
subjetividad. En otras condiciones, la subjetividad puede hacerse colectiva.
“en efecto, aquí el término colectivo debe ser entendido en el sentido de una multiplicidad que se
desarrolla más allá del individuo junto al socius, así como más allá de la persona, junto a intensidades pre-
verbales que derivan de una lógica de los afectos, más que de una lógica de los conjuntos bien circunscriptos”.
La noción del colectivo traída por Guattari acaba con las falsas dicotomías entre individuo-grupo y
grupo-sociedad. Pues lo que muestra es que al zambullirnos en las subjetividad entendida como proceso
entramos en contacto con la multiplicidad y no con la unidad, con la heterogeneidad y no con la homogeneidad,
con la fragmentación y no con la totalización.
Instaurar rupturas en las tendencias totalizadoras, unificadoras y naturalizadoras, abre posibilidades para
nuevos procesos de singularización.
Con el único objetivo de tornar algunos puntos definidores de la noción de estructura grupal, diremos
que ésta ha designado una relación entre los individuos y una relación con sus objetivos, de tal modo que: la
transformación en cada uno de estos elementos acarrearía una modificación en todos los otros; al pertenecer a
todos los miembros, las transformaciones compondrían un padrón de comportamiento; al poseer un padrón de
comportamiento, se puede prever como reaccionaran los miembros de ciertas situaciones; su funcionamiento
puede explicar los hechos iobservados.
Lo que caracteriza el funcionamiento de la estructura en su tendencia al equilibrio. Ella busca compensar
toda la influencia que pueda modificarla y tiende a neutralizar las alteraciones para mantener el equilibrio
obtenido por su totalidad.
El grupo como estructura pretende colocarse como una especie de sobre- codificador de las palabras y
gestos.
En este tipo de grupo, el tiempo es el tiempo espacializado, el tiempo de cada encuentro de sus
componentes o, aún, el tiempo transcurrido entre un hecho y lo que sobre pe se dice.
Cuando pensamos el grupo como dispositivo y lo descentramos de los individuos, entramos en contacto
con la problemática de la producción, de las máquinas, de un tiempo irreversible. Lo que importa enes cómo
ellas funcionan.
El grupo dispositivo-maquina se instala en el caos, en los flujos más diversos, posibilitando la irrupción
de lo inesperado donde estaba lo ya naturalizado. Así, el grupo-máquina no busca relaciones de determinación
estructural entre los acontecimientos de ayer, de hoy y de mañana. Su relación con el tiempo es del orden de la
intensidad, del corte. Su función de dispositivo crea fluctuaciones y tensiones que no buscan el equilibrio si no
la invención de bifurcaciones que den pasaje a las rupturas operadas.
El tiempo del grupo, aquí, es el tiempo de los comienzos innumerables, de la producción de los
acontecimientos; ni interno ni universal, el tiempo maquínico es el de las transformaciones irreversibles. En esta
tentativa de accionar el grupo como dispositivo, no hay más ni universal ni UNO, hay solamente procesos,
devenires.
El grupo no tiene relación con la vida privada de los individuos que se reúnen en determinado espacio.
Es un dispositivo cuando trata de intensificar en cada palabra, sonido o gesto, lo que tales componentes
accionan de las instituciones y de cómo construyen en éstas nuevas redes singulares de diferenciación.
Se intentará un escuchar/actuar sobre la multiplicidad de los modos colectivos de semiotización
trazando, en cada momento, el camino de los encuentros, la producción de las rupturas. Hacer confluir los
puntos de ebullición a partir de los cuales nuevas bifurcaciones sean posibles, es intentar abrir posibilidades de
desordenar el modo de producción de subjetividades capitalistas.

FICHA 14071. MOMENTOS FUNDADORES.

ELTON MAYO. (1880 – 1949)


Es considerado uno de los principales precursores de la Microsociología (estudio de los pequeños g.s) y
del posterior Movimiento de Relaciones Humanas.
Nació en Australia. Cursó estudios psicológicos y sociológicos en Gran Bretaña, centrando su interés en
investigaciones sobre la organización empresarial y otros temas sociales como el contenido del trabajo.

MODELO DE ORGANIZACIÓN DE LAS RELACIONES HUMANAS


- Los teóricos de las relaciones humanas aseguraron q la mayor satisfacción de las necesidades del
trabajador conduciría a la autorrealización del trabajador y, a su vez, a niveles más altos de motivación del
trabajador y a una mayor producción. La noción de q “un trabajador feliz es un trabajador más productivo” se
basa en el acercamiento de las relaciones humanas.
- La Teoría de las Relaciones Humanas de la Organización se introdujo en los años 30´ con los
trabajos pioneros de Barnard, Mayo, Roethlisberger y Dickson. Estos 1º teóricos de las relaciones humanas
rechazaron los principios estructurales de la teoría clásica, argumentando q la visión mecanicista de las
organizaciones era insensible a las necesidades sociales individuales de los miembros de la organización.
- La evolución de la teoría clásica hacia la de Relaciones Humanas fue un cambio paradigmático
importante. Las 2 teorías son bastante distintas y hacen énfasis en variables muy diferentes q afectan los
fenómenos de organización. La competencia entre las 2 perspectivas todavía existe, aunque de manera menos
agresiva, debido a q cada campo ha venido general// a reconocer la legitimidad del otro.
- La teoría de las Relaciones Humanas compitió eficaz// con la Teoría Clásica y estableció su
legitimidad por medio de la evidencia proporcionada por una serie de experimentos sobresalientes realizados
por Mayo, Roethlisberger y Dickson q se conocieron como los Estudios Hawthorne. Estos estudios, diseñados
para identificar el entorno ideal para la eficiencia pico, fueron realizados en la planta de Western Electric
Hawthorne entre 1925 y 1932.
- El enfoq inicial de estos estudios se encontraba a la par con la teoría clásica. Los experimentos
seguían un diseño de dirección científica marcada// Taylorista. Los estudios Hawthorne produjeron algunos
descubrimientos inesperados, q final// condujeron a los investigadores a cuestionar la validez de las premisas
de dirección científica sobre las cuales habían basado sus experimentos, para desarrollar algunos de los
principios básicos de la Teoría de las relaciones humanas.
- 3 implicaciones clave de los estudios Hawthorne parecen haber provisto la base para el
desarrollo de la Teoría de las relaciones humanas, como una perspectiva alterna a la teoría clásica para el
estudio de las organizaciones, así como para el estudio de la comunicación en las organizaciones:

1. La influencia q tenían los investigadores sobre la producción de los trabajadores, en los estudios
de iluminación y ensamblaje de transmisiones telefónicas (la atención especial q los investigadores daban a los
trabajadores, no las variaciones en las condiciones laborales, era la razón para el incremento en la
productividad), comenzó a indicar la poderosa influencia de la comunicación humana sobre el comportamiento
de los miembros de la organización.
Esta implicación de q los trabajadores son influidos por medio de la comunicación se convirtió en una
parte muy importante de la teoría de las relaciones humanas y condujo al desarrollo del campo de la
comunicación en las organizaciones.
La teoría clásica veía a la comunicación simple// como un mal necesario en el q los supervisores se
comunicaban de manera descendente en la jerarquía de la organización para decir a los trabajadores qué hacer.
2. La influencia + de las entrevistas de ventilación sobre los trabajadores condujo a la identificación
de la comunicación ascendente y a la retroalimentación de los trabajadores a los supervisores, como una
actividad útil en la organización.
La teoría clásica había hecho énfasis en la comunicación descendente, como canal básico de
comunicación en las organizaciones.
3. El descubrimiento de las normas sociales del desempeño del trabajador, en el depósito de
instalaciones de alambrado, condujo a la identificación de la existencia e influencia de los canales informales de
comunicación sobre los miembros de la organización. La teoría de las relaciones humanas comenzó a mirar a
las líneas de comunicación informales y sociales en las organizaciones.

TEORÍA RELACIONES HUMANAS TEORÍA CLÁSICA

Influencia de la Comunicación sobre el Comunicación es un mal necesario


comportamiento

Importancia de la comunicación ascendente y Comunicación descendente


la retroalimentación de los trabajadores a los (Énfasis en la autoridad, el control y la
supervisores (útil para la organización) dirección del comportamiento de los trabajadores).
Influencia de los canales informales de Canales formales: forma básica y más
comunicación sobre los miembros de la organización influyente de comunicación.
(redes de comunicación informales)

BION (1879 – 1979)


Participó junto a Rickman en la reforma de la psiquiatría inglesa en lo q se llamó “el experimento de
Nothfield” (1942). En esta experiencia experimentaran el principio del “g. sin líder”, q consistía en organizar en
peqños g.s a soldados y generales considerados inadaptados o inútiles, la mayoría dados de baja psiquiatrica por
el ejercito por cuadros de neurosis de guerra. En rasgos generales, el objetivo principal no era tanto el
tratamiento psicoterapéutico sino el incremento de su moral y su disciplina con el fin de ser reintegrados al
frente tras un proceso de resocialización. El proyecto se apoyaba en 2 reglamentaciones: los pacientes debían
realizar una hora diaria de entrenamiento físico y ser miembros de uno o más g.s de trabajo. El terapeuta
apoyaba a todos los hombres en el g. sin ocupar el lugar de un jefe ni el de un padre autoritario.
Más adelante, en la Tavistock Clinic de Londres, Bion se ocupó del tratamiento de peqños g.s q le
fueron encomendados como terapeuta.
Con el propósito específico de ayudar a esclarecer las tensiones q surgían en esos g.s y con una técnica q
consistía en la descripción de las situaciones creadas en el g. q parecían oponerse a la realización de la tarea
propuesta, elaboró algunas hipótesis acerca de los complejos fenómenos grupales q observó.
Los hechos q en 1º término llamaron su atención se relacionaban con la conducta de sus integrantes en
el contexto grupal y con el clima emocional allí desarrollado: evidenciaban actitudes q no eran conducentes al
logro del objetivo manifiesto. Asimismo, esta forma de proceder no concordaba con la inteligencia y
habilidades de sus integrantes fuera de la situación grupal, creándose una particular carga emotiva no percibida
por los miembros del g. pero alta// influyente en ellos.
En relación a ellos, la hipótesis de una mentalidad grupal derivará del hecho de q el g. funciona en
muchas oportunidades como una unidad aunq sus miembros no se lo propongan ni sean concientes de ellos.
Otros conceptos de Bion serán: cultura de g., supuestos básicos, g. de trabajo/ g. de supuestos básicos,
cooperación, valencia, y g. especializado de trabajo entre otros.

- La Mentalidad Grupal es la expresión unánime de la voluntad del g., a cuya formación el


individuo contribuye de manera inconsciente, y q tiene sobre él una influencia enojosa cuando piensa o actúa en
desacuerdo con los supuestos básicos. En consecuencia, constituye un mecanismo de intercomunicación
diseñado para asegurar q la vida del g. marche de acuerdo con los supuestos básicos.
- La Cultura del G. es una función del conflicto entre los deseos del individuo y la mentalidad
grupal. De esto se sigue q la cultura de g. mostrará siempre evidencia de los supuestos básicos subyacentes.

- Supuestos Básicos:
1. G. de emparejamiento: “Dos miembros del g. se traban en discusión; a veces apenas se podía
describir lo q sucedía entre ellos, pero era evidente la existencia de una trabazón, entre ambos, q el g. como tal,
también percibía”. En cualquier ocasión en q 2 personas establecen este tipo de relación en el g., parece existir
el supuesto básico, compartido tanto por el g. como por la pareja en cuestión, de q la relación es de tipo sexual.
Ahora bien, es evidente q 2 personas en un g. pueden unirse por una cantidad de propósitos no sexuales;
en consecuencia, debe haber un grado considerable de conflicto entre el deseo de la pareja de lograr el objetivo
q persigue consciente//, y las emociones derivadas del supuesto básico de q 2 personas sólo se pueden encontrar
con 1 propósito, el propósito sexual. El sexo ocupa una posición central junto con otras emociones más o menos
secundarias.
Si el supuesto básico con relación a la pareja es q sus integrantes se encuentran con propósitos sexuales,
el supuesto básico con las personas q se reúnen en g. es q tienen el propósito de preservarlo.

2. G. de ataque- fuga: El g. parece conocer sólo 2 técnicas de defensa: el ataq o la fuga.


Aquí la clase de liderazgo q se reconoce como apropiado es el liderazgo del hombre q moviliza al g. para
atacar a alguien, o bien q lo conduce en la fuga. Los líderes q ni atacan ni huyen no se los comprende fácil//.
“Mencioné q en la cultura de ataq- fuga las reacciones del g. colocaban en situación prominente a los
individuos con rasgos paranoicos. Efectos similares se obtienen cuando el g. pasa a otras culturas. Cuando se
adquiere conciencia de los cambios producidos al pasar de una cultura de g. fundada en un supuesto básico, a
otra cultura de g. con otro supuesto básico, es posible usar tales cambios en beneficio de la propia observación
clínica.”
En las 2 culturas q he mencionado hasta el momento, el psiquiatra debe enfrentarse con dificultades
creadas por el hecho de q su tarea no se ajusta fácil// a lo q, de acuerdo con el supuesto básico del g., se reclama
del líder. Esto hace q el g. no esté preparado para recibir la contribución del terapeuta.

3. G. de Dependencia: el g. se reúne para obtener seguridad de un individuo de quien depende.


Pareciera q el supuesto básico dentro de esta cultura de g. fuera q existe un objeto externo cuya función
es la de proveer seguridad al organismo inmaduro Esto significa q siempre se considera q una de las personas
está en posesión adecuada para satisfacer las necesidades del g., y el resto en una posición en q sus necesidades
son satisfechas.
Cuando el g. entra en esta cultura y la establece como una alternativa frente a cualquiera de las otras 2
culturas por cuya experiencia ha pasado, se evidencia cierto tipo de alivio. Cuando la cultura se ha establecido,
los individuos comienzan nueva// a mostrar incomodidad.
Un fenómeno muy frecuente es el de la aparición de sentimientos de culpa relativos a la voracidad. El g.
q tiende a perpetuar el estado de dependencia significa, para el individuo, un estado de voracidad derivado del
demandar más atención paterna de la q le corresponde. En consecuencia, dentro de este g. existe un choq muy
agudo entre el supuesto básico y las necesidades del individuo como adulto. El resentimiento por estar en una
posición de dependencia se hace tan evidente como el alivio.

MORENO (1889 – 1974)


Nació en Rumania y creció en Viena, Austria. Estudió Medicina, Matemáticas y Filosofía.
Creador de la Sociometría y uno de los pioneros de la Psicoterapia de G.. Es también reconocido como
el creador del psicodrama.
En 1921 creó el “teatro impromptu”, en donde experimentó a lo largo de los años la aplicación del juego
espontáneo y la improvisación catártica de la dramatización como alternativa al método psicoanalítico, sentando
las bases de lo q luego se transformará en Teatro Terapéutico.
En 1925 emigró a EE. UU. Ya en Nueva York, en 1932 acuña el término “psicoterapia de g.”
convirtiéndose en uno de los pioneros del desarrollo de la misma. En 1936 fundó el 1º teatro de terapia
psicodramática. Para entonces ya se había hecho popular debido a sus ideas sobre el psicodrama y la
sociometría (el estudio de las reacciones de rechazo en las organizaciones grupales).
- Moreno define al psicodrama como una psicoterapia profunda de gue Al paciente se lo coloca
en una situación de encontrarse con su propio yo y con todas las personas q intervienen en su conflicto psíquico.
Personas reales o ilusorias.
- El psicodrama propone también el tratamiento del individuo en g. con métodos de acción, en
lugar del tratamiento pura// verbal. Él realiza durante toda su obra una crítica al psicoanálisis, oponiéndose al
tratamiento individual psicoanalítico, de pura participación pasiva del paciente.
- El psicodrama es un método terapéutico de participación activa, q trasciende la palabra y se
dirige a la acción, hacia el “encuentro”, el dialogo, el desempeño de roles y el entrenamiento de roles. Se trata
de una terapéutica interpersonal.
- Los 2 principios fundamentales son:
 el principio del “aquí y ahora”
 el principio de la producción y no del análisis como instancia suprema.
- En este método se utilizan 5 elementos: el escenario (lugar de representación dramática); el
protagonista; el director terapéutico; el o los Yo auxiliares (equipo de personas adiestradas para esa función) y
la presencia del público.

- Moreno desarrolla toda su teoría y práctica del Psicodrama a partir de privilegiar el acto creador
y la espontaneidad del ser humano como el potencial q le permite un cambio, dentro de lo q él denomina la
“civilización de las conservas”, civilización q condena a las personas a la robotización, a la repetición de gestos,
pautas y de roles determinados.

“PSICODRAMA”: JACOBO LEVY MORENO


- Comenzó como director de sesiones de g.s peqños o más amplios en diversos lugares, jardines,
calles, teatros, campamentos militares, cárceles y hospitales.
- Del Teatro para la Espontaneidad (1922-25) es de donde partió la inspiración para el uso de
técnicas dramáticas, la terapéutica de representaciones espontáneas, la psicoterapia de g. y el aprendizaje de
roles.
- Es la espontaneidad lo q produce espontaneidad, no la reflexión sobre ella. Es la espontaneidad lo
q favorece la creación.
- Histórica//, el psicodrama representa el punto decisivo en el apartamiento del tratamiento del
individuo aislado, hacia el tratamiento del individuo en g.s, del tratamiento del individuo con métodos verbales,
hacia el tratamiento con métodos de acción. Ha desarrollado una teoría de la personalidad y una teoría del g. q
es, tanto en el aspecto analítico como en el del tratamiento, más profunda, más amplia, y más económica q sus
predecesoras. Es una combinación eficaz de la catarsis individual con la colectiva, de la catarsis de participación
con la catarsis de acción.
- El Psicodrama es la ciencia q explora la verdad mediante métodos dramáticos.
- Una de las consecuciones importantes de esta teoría es el desarrollo de la idea de catarsis; en
cuatro direcciones: lo somático, lo mental, lo individual y el g.. Ha otorgado al ideal de tratar la situación total
un fundamento practico y realista, introduciendo métodos q sostienen q es posible efectuar un diagnostico
sintético y total, así como una terapéutica total y sintética. Descubrí el principio común q produce la catarsis en
la espontaneidad, en la acción dramática espontánea.

KURT LEWIN (1890- 1947)


Nació en Polonia y estudió Biología en Munich y Filosofía en Berlín.
En el Instituto psicológico de la universidad de Berlín fue compañero de Wertheimer, Koffka y Kohler,
precursores de la Psicología de la Gestalt, quienes tuvieron una importante influencia sobre Lewin.
En 1945 y hasta 1947 formó parte del Instituto Tecnológico de Massachusetts, y fundó el Centro para la
investigación de la Dinámica de G.s.
Realizó numerosas investigaciones en materia de dinámica de g.s, el enfoq del ambiente o campo, los
procesos de liderazgo, y el aprendizaje social, y acuño el termino “Investigación Acción”. Además delineó a la
Pirología Social como una ciencia q estudia los fenómenos sociales de la época.
Una de sus conocidas investigaciones fue realizada en la Universidad de Iowa, para el Food Habits
Comitee, y consistió en la modificación de hábitos alimentarios (carne por vísceras y achuras) con g.s de la
Cruz Roja.
“Una de las razones por las cuales se logran más fácil// los cambios a través del g. parece consistir en q
los individuos se sienten reacios a desviarse de las normas del g., y lo más probable es q cambien única// si
cambia también el g.”.
Además investigó sobre los diferentes climas sociales lo q permitió abordar los efectos de los diferentes
tipos de liderazgos en un g. determinado. Esta investigación consistió en 3 g.s de niños, c/u con un estilo de
liderazgo distinto: autocrático, democrático y laissez faire. A partir d los registros obtenidos se concluyó q el
clima democrático era más favorable para las relaciones, los niños mostraban menor agresividad y mayor
creatividad q en el estilo autocrático.

DECISIÓN DE G. Y CAMBIO SOCIAL


En todo cambio social planificado habrá q tomar en cuenta un gran nº de factores característicos de cada
caso concreto.
La decisión de g. es un proceso de gestión social o de autogestión de los g.s. Está relacionada con los
cauces sociales, las “puertas” y los “porteros”, con el problema de la planificación y de la percepción social, y
con la relación existente entre motivación y acción y entre el individuo y el g..
Se han hecho experimentos en los cuales ciertos métodos de decisión de g. resultaron superiores a las
conferencias y al tratamiento individual como medio de cambiar el comportamiento social.
El mejor modo de comprender los efectos de la decisión de g. consiste en relacionarlos con una teoría
del equilibrio casi estacionario, con los hábitos sociales, y con la resistencia al cambio, y con los diversos
problemas de la descongelación, del cambio, y de la congelación de los niveles sociales.
- El estudio de las condiciones de cambio, empiezan por un análisis de las condiciones de “cambio
nulo”, es decir, del estado de equilibrio.
- 2 métodos básicos de cambiar los niveles de comportamiento:
En todo tipo de gestión social reviste gran importancia q los niveles de equilibrio casi estacionario
puedan modificarse en uno u otro de los 2 modos siguientes: añadiendo fuerzas en la dirección deseada o
disminuyendo las fuerzas opuestas. Si se logra el paso del nivel L1 al nivel L2, aumentando las fuerzas q
tienden a L2, los efectos secundarios serán distintos q si se obtiene ese mismo cambio de nivel reduciendo las
fuerzas opuestas.
En ambos casos el equilibrio puede pasar a un mismo nivel nuevo. Pero los efectos secundarios serán del
todo diferentes. En el primer caso, el proceso en el nuevo nivel vendrá acompañado de un estado de tensión
relativa// alta; en el segundo, surgirá un estado de tensión relativa// baja. Como es probable q el aumento de la
tensión por encima de cierto grado irá unido a una mayor agresividad, a una mayor emotividad y a una menor
capacidad creadora, resulta evidente q, como regla general, el segundo método será preferible al de la presión
alta.
El procedimiento de decisión de g. q se utiliza en este caso intenta eludir los métodos de presión alta y es
muy sensible a las resistencias contra el cambio.
Es posible q el éxito de la decisión de g., y en especial la permanencia de los efectos, dependa en parte
del intento de suscitar una decisión favorable eliminando las contrafuerzas de los individuos, en vez de aplicar
una presión exterior.
- Hábitos sociales y normas de g.:
Muchos hábitos sociales están anclados en la relación existente entre los individuos y ciertas normas de
g.. La inmensa mayoría de la gente se atiende rigurosa// a las normas del g. a q pertenece o al q desea
pertenecer. El propio nivel del g. cobra valor. Pasa a ser una valencia positiva q corresponde a un cambio de
fuerzas centrales y la fuerza P.L mantendrá al individuo ajustado a las normas del g..
- Procedimientos individuales y procedimientos de g. para cambiar el comportamiento social
Si la resistencia al cambio depende en parte del valor q tiene para el individuo la norma del g.,
disminuirá la resistencia al cambio si se disminuye la fuerza del valor q tiene la norma del g. o si se cambia el
nivel q para el individuo tiene un valor social.
Este segundo extremo es una de las razones de eficacia de los cambios “inducidos por el g.” derivados
de procedimientos q consideran a los individuos como parte de g.s “cara a cara”. Suele ser más fácil cambiar a
los individuos integrados en un g. q a cada uno de ellos por separado.
Mientras las normas de g. permanezcan constantes, el individuo se opondrá a los cambios tanto más
vigorosa// cuanto más lejos esté de apartarse de las normas del g.. Si cambia la norma del g., qdará eliminada la
resistencia q nace de la relación existente entre el individuo y las normas del g..

FOULKES (1898- 1976)


Psiquiatra alemán con formación psicoanalítica.
En 1933 se dirigió a Londres, y en el 39 mientras esperaba ser incorporado como psiquiatra militar dio
lugar a su 1º experiencia de g. análisis en su consultorio.
En marzo del 43 se incorpora al Hospital de Northfield, donde trabajó con diferentes abordajes grupales.
En esta experiencia de trabajo con g.s Foulkes se planteó como objeto rescatar a los soldados como ciudadanos
valederos para la sociedad, más q como recursos para el ejército. La práctica establecida durante este
experimento fue diferente de la práctica tradicional llevada adelante por los psiquiatras de la época.
En 1948 escribió un manuscrito titulado: “Cómo pueden encontrarse la Sociología y la Psicología”,
donde comenta q “el peqño g. cara a cara emerge como el mejor medio para estudiar al hombre en un contexto
social”.
La situación g. analítica puede ser el lugar de encuentro de la Psicología con la Sociología.
En 1952 fue co- fundador de la sociedad de G. Analítica. También fundó en Instituto de G. Análisis.
- Hace 20 años q estudio la situación psicoanalítica y estoy cada vez más convencido q no se da la
importancia q merecen a los factores sociales (en psicoanálisis se les trata como de naturaleza secundaria). El
psicoanálisis no ha hecho todavía justicia, ni en la práctica ni en la teoría, a la importancia q tiene la herencia
social.
- Es la orientación lo q es esencial, lo q convierte la situación de g. en lo q es, o puede ser. Sin esta
orientación alguien podría bien conducir sesiones terapéuticas de g., sin por eso hacer terapia de g. en un
sentido verdadero.
- El instrumento q el desarrolla recibe el nombre de G. Análisis o Psicoterapia g. analítica. ¿Cómo
pueden encontrarse la psicología y la sociología? En la situación g. analítica.
- Debemos verlo como una situación, como un todo… La sociología y la Psicología se encuentran
en el estudio del g..
- El primer punto referente al líder, no lidera, en general… Conductor es una posición nueva de
líder, siempre conduce, dirige, solo en ocasiones lidera. El es un observador pero un participante activo. Dentro
y fuera del g.. Esto hace mejor surgir las expectaciones, deseos, fantasías del g. de un liderazgo. El conductor se
abstiene de jugar su rol, aunq permite al g. ponerle en este rol como figura simbólica. El g. necesita de esta
función tanto como dure la terapia. Por esta razón se mantiene detrás como persona. Movimiento a un nivel icc,
primario. El líder es una fantasía de “liderazgo” del g., no tanto una capacidad de la persona sino en el g..
- El conductor ayuda al g., lo dirige, lo convierte en un instrumento. Habla a través de él, interpreta
a través de él.
- Mientras q el sociólogo comprende q está tratando con individuos humanos (//s), el psicólogo q
está tratando con una entidad social, un g., no sola// sus individuos y su interacción.
- G. análisis- entre Psicoanálisis y situaciones de la vida.

 Ficha 2565. “LAS HUELLAS DE LA MEMORIA” EL TRABAJO EN GRUPO. UNA MARCA


DE ÉPOCA. CAPÍTULO VI. Carpintero
1. CUANDO LOS GRUPOS VIENEN MARCHANDO
En la década del 50´ se dio a luz a una nueva forma de tratamiento: la Psicoterapia de Grupos.
La “dinámica de grupos” de LEWIN y sus seguidores fue una de las influencias más importantes. Éste
investigó la toma de decisiones en grupos, considerando al grupo como un “todo dinámico” (gestalt): el grupo
es un todo dinámico basado en la mutua interdependencia de los miembros, del cual el todo no equivale a la
suma de las partes.
El psicodrama, creado por MORENO, tendrá un lugar importante en nuestro país. Aportó una serie de
conceptos sobre el grupo. Fue el verdadero introductor de la “psicoterapia de grupos”. El “Psicodrama
Psicoanalítico” sería uno de los resultados de la síntesis entre psicodrama y psicoanálisis, y la Argentina uno de
los polos de desarrollo.
En Inglaterra, durante la 2º guerra mundial, varios psicoanalistas colaboraron en el trabajo con grupos de
rehabilitación de soldados víctimas de problemas psicológicos (neurosis de guerra). En el llamado “experimento
Northfield”, un hospital psiquiátrico militar, en el cual trabajaron BION, RICKMAN, FOULKES Y BALINT.
BION: Su experiencia con grupos se inició en la 1º Guerra Mundial donde tuvo a cargo la rehabilitación
de entre 300 y 400 hombres. La idea fue trabajar en pequeños grupos bajo el principio de “grupo sin líder” .
Cada grupo definía su tarea u oficio libremente. Logró resultados importantes, como la mejor organización,
asistencia y cooperación de los participantes.
Sus ideas implicaban que él no lideraba el grupo, sino que se incluía interpretando los fenómenos
grupales que allí acontecían, en especial los transferenciales.
Considerando al grupo como un todo, plantea que estos transitan por dos niveles:
El grupo de trabajo, cuando se abocaba a la tarea planteada de forma conciente.
El grupo de supuesto básico, basado en una creencia emocional de la que participaban todos los
miembros del mismo de forma inconciente. Aquí estaban dominados por emociones intensas y primitivas.
Describió tres formas: dependencia, emparejamiento y ataque- fuga. Estas desviaban al grupo de su objetivo
propuesto.
La tarea de quien coordinaba era esclarecer e interpretar estas emociones para que pudiera prevalecer el
nivel de “grupo de trabajo”.
Sus concepciones y sus técnicas estaban basadas en la teoría de Klein. Esto llevó a que fuera el autor
más importante para los psicoanalistas argentinos que a finales de los 50´, eran ya casi hegemónicamente
Kleinianos.
FOULKES: comenzó Sus investigaciones paralelamente con Bion. Pero era Freudiano. Fue el iniciador
de la corriente “Grupos Análisis”. Se propuso llegar a una síntesis entre una forma de trabajo individual dentro
del grupo, y aquella que tomaba al grupo como un todo.
PICHÓN RIVIERE: a su cargo estuvieron las primeras experiencias grupales en Salud Mental Jefe de
Servicio de Edad Juvenil en el Hospicio de las Mercedes durante la década del 40´. En ese entonces le propuso
al Director del hospicio, hacer cursos grupales para enfermeros, ya que estos no contaban con conocimientos
sobre el trato con pacientes. Luego, tuvo que enfrentar una situación de emergencia, a raíz de un paro de
enfermeros, realizó entre los pacientes cursos de enfermería para poder mantener la atención del Servicio. Su
abordaje era grupal. Notó como a través de la tarea, mejoraron los pacientes en función de ésta actividad. Los
menos graves atendían a los más graves.
Comenzó a pensar la noción de “tarea” y la idea de que la enfermedad mental era provocada por la
estereotipia de los roles en el grupo familiar. En este sentido fue pionero de la Terapia Familiar en el país.

2. ENRIQUE PICHÓN RIVIERE Y LA EXPERIENCIA ROSARIO


Hacia 1958 trabajaba con grupos de profesionales de diferentes ámbitos y de varios lugares del país. En
ese momento era uno de los psicoanalistas y grupalistas más reconocidos. Estaba poniendo a punto lo que
posteriormente sería conocido como su propio dispositivo: los grupos operativos.
Los grupos operativos tenían el antecedente del trabajo grupal de Pichón en el hospicio de las Mercedes,
pero permitieron extender lo grupal hacia diferentes sectores de la sociedad y de la cultura. La idea era la de un
grupo centrado en una tarea que dependía del objetivo del grupo; era una experiencia de aprendizaje grupal para
comprender y ejemplificar esta teoría que concretaba la formación del “esquema Conceptual Referencial y
Operativo” común (el ECRO grupal). El objetivo explicito era una experiencia de Laboratorio Social y de
trabajo en comunidad, con el empleo de ciertas técnicas y la aplicación de una didáctica interdisciplinaria.
Pichón preparó previamente al equipo de trabajo mediante técnicas grupales. A la vez se colocaron
afiches en Rosario para convocar a la experiencia.
Terminada la exposición de Pichón sobre el significado de la experiencia, empezó la primera sesión de
grupos heterogéneos, elegidos al azar, con un coordinador y observadores que registraban todo cuanto sucedía.
El coordinador actuaba como orientador favoreciendo la comunicación intragrupal, tratando de evitar la
discusión frontal.
Luego el equipo coordinador se reunió con el propósito de revisar la tarea realizada. Siguió una segunda
sesión de los grupos heterogéneos con los mismos participantes, tomando en cuenta lo analizado previamente.
Terminada esta nueva reunión, volvieron a encontrarse los coordinadores con Pichón para una nueva revisión de
lo acontecido. Con estos datos Pichón volvió a exponer ante el público.
Luego de esta intervención se formaron nuevos grupos, ahora homogéneos. Tras esto hubo un nuevo
control del equipo de coordinadores con Pichón, quien realizó su última exposición en la que participaron los
miembros de grupos homogéneos y heterogéneos.
A través de situaciones propuestas se logró profundizar en los objetivos planteados desde diferentes
perspectivas a partir de esta metodología, cuya presentación resultó ser el saldo más importante de la
“experiencia rosario”.
La consigna fundamental era que el grupo pudiera pensar en las dificultades que tenía en la tarea con el
acento puesto en el desarrollo del ECRO pertinente a cada grupo.
Las finalidades y propósitos de los grupos operativos pueden resumirse diciendo que su actividad está
centrada en la movilización de estructuras, estereotipadas a causa del monto de ansiedad que despierta todo
cambio. En el grupo operativo coinciden el esclarecimiento, la comunicación, el aprendizaje, y la resolución de
tareas con la curación, creándose así un nuevo esqma referencial.

3. LOS CAMINOS DE LA GRUPALIDAD


Lo grupal despertaba pasiones. Esto llevó a que se extendiera dentro y fuera de los consultorios. Las
diferentes posibilidades q abría lo grupal qdó plasmada en una serie de publicaciones de principios de la década.
La salida de la revista de Psicología y Psicoterapia de Grupo nos permite pensar varias cuestiones. Lo
grupal había evolucionado hasta ser un abordaje utilizado por un número mayor de profesionales. Se había
afirmado el monopolio de los psicoanalistas de la APA por sobre lo grupal, que trabajaban psicoanalíticamente
en grupos, pero decían que lo que hacían no era psicoanálisis. Ponían títulos cuidadosos para nunca tildar de
“psicoanalítica” esa experiencia. Es que el análisis individual era lo que posibilitaba el trabajo grupal. Lo grupal
no valía por sí mismo. Por eso no podía decirse que se hacía psicoanálisis, porque éste era individual.
Aunque estaba en la APA, Pichón Riviere tenía su propia Escuela. En sus concepciones no había
contradicción entre un abordaje grupal e individual, ni entre psicoanálisis y medicación. El criterio de
operatividad llevaba a que hubiera una multiplicidad de dispositivos inspirados en sus ideas y de acuerdo a las
demandas de atención. Pero también cumplía con la regla de no llamar psicoanálisis a lo que hacía.
Otro nuevo ámbito de tareas que se extiende a partir del trabajo con grupos fueron los abordajes de
familia y pareja. El pionero fue Pichón.

5. EXPERIENCIAS EN G.S
Los grupos generaban pasiones. Pero es preciso detenernos también en las dificultades para no sostener
una mitología de estos abordajes.
¿Cómo era una Psicoterapia de G. de los 50´ o a principios de los 60´? Lo más probable era que
estuviera coordinado por un psicoanalista que trabajaba con grupos. Probablemente seguía la línea hegemónica
Kleiniana- Bioniana, por ello lo veía a uno estrictamente dentro del grupo y trataba de minimizar los contactos
individuales. Era estricto con este encuadre grupal. Su marco teórico Bioniano le imponía considerar al grupo
como un todo. Como terapeuta era silencioso y sólo hablaba para interpretar lo que sucedía en el grupo. Estaban
contraindicadas las interpretaciones “individuales”. Probablemente lo más llamativo fuera la presencia de un
observador no participante. Esto era una regla. Alguien silencioso que se incluía en todas las sesiones del grupo
tomando notas de lo acontecido, lo que permitía tener registros de lo que sucedía para ser trabajado
posteriormente con el terapeuta.
El crecimiento de los abordajes grupales se dieron en una sociedad en la cual lo grupal y lo comunitario
eran una forma de resolver problemas.

6. EL PSICODRAMA SE HACE PÚBLICO


El psicodrama llegó a Bs. As. En 1957. Lentamente se fue desarrollando a partir de inquietudes de las
nuevas generaciones de candidatos de la APA. Jaime Rojas Bermúdez junto con Eduardo Pavlosky fueron los
pioneros del psicodrama en la Argentina.
Las dos líneas más importantes del psicodrama en la Argentina: el psicodrama moreniano y el
psicodrama analítico. Por su trascendencia fueron independizándose tanto de la APA como de la Asociación
Argentina de psicología y psicoterapia de Grupos, a la cual pertenecían en sus inicios, formando sus propias
instituciones y escuelas. Extendieron el psicodrama más allá de la terapéutica. Se utilizó para el desarrollo y
entrenamiento de roles profesionales, para intervenciones comunitarias, en psicoprofilaxis, en educación y en
pedagogía.
Lo grupal, a fines del 60 daba muestras de un gran crecimiento.

MODULO 2

 FICHA 14067. “Notas para una discusión de la noción de subjetividad”. Lic. Juana A. Acuña
La producción de una teorización acerca de la Subjetividad es una tarea inacabada y en constante
construcción.

Una primera aproximación:


A partir de los aportes de Michel Foucault pensamos la producción de la subjetividad como las
transformaciones que cada sociedad presenta en la construcción de sus habitantes en un determinado momento
histórico; transformaciones que operan eficazmente por medio de las instituciones y dispositivos que instituye.
Este filósofo muestra que no hay forma única, ni universal de ser sujetos. Señala que la construcción de
la subjetividad es resultado de procesos denominados modos de subjetivación. Estos procesos son las prácticas
discursivas y no discursivas. (Prácticas sociales de poder y epistémicas: de saber).
“La subjetividad es una forma histórica, sujeta a los discursos y las practicas que una sociedad
establece”.
La noción modo de subjetivación, alude no solo a las variaciones apócales en la constitución de las
subjetividades sino a la actividad transformadora que los sujetos pueden realizar sobre si mismos para
transformar sus vidas. Sera también a través de las practicas, el medio por el cual buscaran producir
modificaciones en sus padecimientos, insatisfacciones, modos de vincularse con los otros y consigo mismos. La
subjetividad no será entonces, solo el efecto de los dispositivos de saber-poder y sus estrategias.

A cerca de las prácticas


Foucault piensa las prácticas como modos específicos de actuar (prácticas de poder) y de pensar
(prácticas de saber), productoras de una determinada subjetividad: el loco, el delincuente, etc. Poder y saber
aunque son de naturaleza diferente, están entrelazados.
Con respecto al poder centra su análisis en cómo funciona. Dirá que reside en la capacidad de unos para
efectuar las acciones en otros; o prácticas de si “que es la relación que uno puede establecer consigo mismo”.
Las prácticas de si son voluntarias y serían los modos por los cuales las subjetividades no solamente se
imponen normas de conductas, sino los medios por los cuales buscan producir transformaciones en sí mismos.
El poder se ejerce, es productivo: produce individuos, saberes, placeres, discursos.
Para Foucault las prácticas inscriptas socialmente tienen resultados políticos.
Las prácticas de saber-poder y los modos de subjetivación, no son universales, sino históricamente
situados.

Pensar la dimensión subjetiva


Castoriadis desarrolla el concepto de imaginario Social, para establecer lo que en un determinado
momento socio-histórico opera como lo que es (ser ciudadano, ser hombre). Estas producciones se sentido, que
no son homogéneas, van a construir la urdimbre sobre la cual se tejerá la trama subjetiva singular.
La subjetividad no puede ser explicada solo de lo histórico-social o desde el registro psíquico. Se trata de
una instancia de producción de apuntalamientos múltiples: en lo social, en lo psíquico, en lo singular y en lo
colectivo.
Pensamos la constitución de la dimensión subjetiva en por el vínculo con otro. Otro que es fundante en
los procesos de constitución del psiquismo, que abrirá los caminos a la psiquizacion y complejizarían de lo que
llamaremos estructuración psíquica. Generalmente es la madre, constituida por el atravesamiento de su propio
icc y del entramado social.
La subjetivación como procesos singularizante, es potencialidad de transformación, abiertas a nuevas
experiencias en las situaciones de encuentro con otros.
Para Castoriadis y Foucault siempre hay un resto que escapa a lo socialmente instituido, resto que
quedara abierto al devenir subjetivo y lo que puede producirse colectivamente.
Guattari y Rolnik expresan que la subjetividad es social, asumida y vivida en las existencias particulares.
El modo por el cual los sujetos viven esa subjetividad oscila entre dos extremos “una relación de alienación u
opresión, en la cual el sujeto se somete a la subjetividad tal como la recibe, o una relación de expresión y
creación, en la cual se reapropia de los componentes de la subjetividad, produciendo un proceso llamado
singularización.
Procesos de singularización, prácticas de si, procesos de subjetivación, aluden al registro de apropiación
del deseo.

 Ficha 2490. “ENTRE LA PRODUCCIÓN DE SUBJETIVIDAD Y LA CONSTRUCCIÓN DEL


PSIQUISMO”. Silvia Bleichmar.

Cambios en la subjetividad
Diferenciar entre condiciones de producción de subjetividad y condiciones de constitución psíquica
puede definirse en los siguientes términos: la constitución del psiquismo esta dada por variables cuya
permanencia trasciende ciertos modelos sociales e históricos, y que pueden ser cercadas en el campo especifico
conceptual de pertenencia. La producción de subjetividad, por su parte, incluye todos aquellos aspectos que
hacen a la construcción social del sujeto, en términos de producción y reproducción ideológica y de articulación
con las variables sociales que lo inscriben en un tiempo y espacio particulares desde el punto de vista de la
historia política.
El ejemplo privilegiado que permitirá ubicar ambos ejes lo constituye el concepto “complejo de Edipo”.
Consiste en el amor por el progenitor del sexo opuesto y por el odio al del mismo sexo, puede ser derribado en
su carácter de organizador general del psiquismo a partir de las nuevas formas de procreación y crianza, dado
que asistimos a nuevos modelos de familia, los sujetos pueden ser no sólo criados sino hasta engendrados en el
interior de alianzas de distinto orden.
Se torna necesario revisar el modo con el cual el eje “producción psíquica” se ve recubierto por el eje
“producción de subjetividad”. Las variables para la producción del psiquismo han sido plegadas en psicoanálisis
a los fantasmas singulares de los sujetos que acerca de ellas fantasmatizan.
Despojado de sus rasgos históricos, el Edipo no conserva ya nada del mito originario, lo cual no quiere
decir que no sea fantasmatizado por cada uno de sus protagonistas bajo los modos dominantes de las
formaciones sociales en juego. De tal modo, en razón de que la fantasía es un producto mixto, y que estas
teorías que los seres humanos forjan sobre su existencia y orígenes son del orden de la intersección entre el
inconsciente y el yo, inevitablemente se ven atravesados por elementos ideológicos intervinientes en la
producción de subjetividad, y no solo por variables constitutivas de la constitución psíquica.
Los dos fantasmas privilegiados de la constitución subjetiva, Edipo y castración, han quedado adheridos
a la ideología de preeminencia fálica de la modernidad, que son fácilmente destituibles a partir de las nuevas
formas de subjetivación con las cuales se recomponen hoy las relaciones de genero, vale decir los modos
básicos con los cuales las culturas pautan las relaciones de poder a partir de la lógica binaria de repartición de
funciones. Se corre entonces el riesgo de que el concepto quede adherido a su ideologización, y que los
descubrimientos del psicoanálisis se pierdan con los modos históricos con los cuales el siglo ha dado cuenta de
los recubrimientos ideativo-ideológicos que posibilitan la inscripción del psiquismo a nivel de la subjetividad
social.
Cambios en la subjetividad a partir de nuevas condiciones sociales indudablemente se están dando, pero
ellos no invalidan los descubrimientos psicoanalíticos.
Es necesario separar aquellos núcleos de verdad de las impregnaciones socio-culturales y de las
importaciones de otros campos científicos que ya no se sostienen.

 FICHA 14025. “De lo imaginario social a lo imaginario grupal”. Ana Maria Fernandez

I Introduccion
La unidad de una sociedad, en el plano de la subjetividad colectiva, se mantiene a traves de la
consolidación y reproduccion de sus producciones de sentido: sentidos organizadores que sustentan la
institución de normas, valores y lenguajes, por los cuales una sociedad puede ser visualizada como una
totalidad. Desde esta perspectiva, normas, valores y lenguaje no son solo herramientas para hacer frente a las
cosas, sino mas bien son los instrumentos para hacer las cosas, en particular para hacer individuos: se alude asi
a la construccion que apartir de la materia primaria humana, da forma a los individuos de una socidad.
Si esta dimension de lo imaginario social es lo que mantiene unida a una sociedad, queda abierta la
cuestionhistorica por exelencia: la genesis de sentido, es decir la produccion de nuevos sistemas de
significación.

II Poder e Imaginario Social


La cuestion de lo imaginario social en tanto universos de significaciones que instituyen una sociedad es
inseparable del problema del poder. La historia de los repartos de poder, la sitribucion de sus jerarquias, las
practicas y sistemas de valores que ha legitimado, como los lazos sociales que genera en diferentes estructuras
materiales, ocupa un lugar central en el cuadro de la vida social
Ubicar la naturaleza social de poder supone interrogar sobre la inscripción de sus dispositivos no solo en
la organización de una sociedad y sus instituciones, sino tambien su inscripción en la subjetividad de hombres y
mujeres.
La incorporación de una mieradamicrofisica del poder mermite abrir visibilidad a estrategias especificas
de un campo micro, pero tambien exige el analisis de las conjunciones, de las articulaciones, de las
complicidades y mediaciones, entre macro y micro´poderes. Si los actos de fuerza producen poder a partir de
alli el discurso del orden y el imaginario social consolida las condiciones reproductivas del poder producido, es
decir, garantizan la continuidad del poder conquistado o instituido. Discurso del orden e imaginario social, en
realidad transforman la fuerza en verdadero poder en tanto cohesionan las tensiones sociales y aseguran la
presencia del poder aun cuando la fuerza ya este austente

Hablar del dispositivo del poder es, en realidad, una manera retórica para poner de manifiesto que los
tres elementos basicos que hacen que el poder funcione:
-la fuerza o violencia
-el discurso del orden
-el imaginario social
Estan articuladas entre si, agrupadas en intersectadas dentro del dispositivo en forma viable
Este universo de significaciones (imaginario social) hace que el poder marche haciendo que los
miembros de una sociedad enlacen y adecuen sus deseos al poder, que sus instituciones se inscriban en el
espiritu de los hombres y mujeres: hace que los conscientes e inconscientes se pongan en fila.

III Instituido-Instituyente
Diferenciacion entre imaginario social efectivo (instituido) e imaginario social radical o instituyente. Lo
imaginario efectivo es lo que mantiene unida una sociedad: pero entonces queda abierta la cuestionhistorica por
excelencia: la genesis de sentido: es decir, l producción de nuevos sistemas de significación o, dicho de otra
manera, la transformación, en el plano de las significaciones, de una sociedad. Una de las caracteristicasmas
profundas de lo simbolico. Imaginario social perteneceria a las significaciones imaginarias que consolidan lo
instituido y en tanto tal anudan los deseos al poder
¿Qué inventa una sociedad cuando se instituye como tal? Inventa significaciones: estas producciones de
sentido, de sentido organizador, no estan ahí para representar otra cosa, sino que estos esquemas organizadores
son condicion de representabilidad de aquello que esa sociedad puede darse.
En el termino imaginario social, lo imaginario remite a otro orden de sentido: ya no como miagen de,
sino como capacidad imaginante, como invencion o creacion incesante social-historica-psiquica, de figuras,
formas, imagines, en sintesis, produccion de significaciones colectivas
Una sociedad es tambien un sistema de interpretación del mundo; es decir de construccion, creacion,
invencion de su propio mundo; en tanto tal puede percibir como peligro cualquier desmentida a su sistema de
interpretación del mundo.
Los mitos que una sociedad instituye son cristalizaciones de significación que operan como
organizadores de sentido en el accionar, pensar y sentir de los hombres mujeres que conforman esa sociedad,
sustentando a su vez la orientación y legitimidad de sus instituciones.
La “institución” de las instituciones de una sociedad y su continuidad es posible no solo por las
condiciones materiales economicas que la producen sino por la eficacia simbolida de sus mitologias, emblemas
y rituales que la sostienen y reproducen.

Los mitos sociales: violencia y eficacia


En primer lugar, operan por la repetición insistente de sus narrativas. Tiene como caracteristica
primordial que se gestiona a traves de formas reticulares y difusas, produciendo discursos que, con pequeñas
variaciones de enunciabilidad, según los focos institucionales, sostienen al infinito una misma trama
argumental. Repeticion argumental y multiples focos en la gestion de sus enunciados crean los caminos de su
eficacia simbolica.
En segundo lugar, se instituyen como universos de significaciones de formas molares, totalizadoras,
esencialistas que estipulan no solo lo que debe ser una mujero o un hombre sino lo que es. En tal sentido esa
voluntad totalizadora opera violencia simbolica.
Por otra parte, operan por deslizamientos de sentido que vuelven equivalentes cuestiones muy disímiles.
En el mito mujer-madre, no es lo mismo decir que para ser madre se necesita ser mujer, que para ser mujer se
necesita ser madre; sin embargo esta ecuación de gran eficacia simbolica en nuestra cultura hha vuelto
equivalentes ambos terminos de la ecuación.
A traves de enunciaciones totalizadoras y totalizante, deslizamientos de sentido, produccion de invisibles
y eliminacion de contradicciones, gestionan su violencia simbolica.

IV. Los grupos y la produccion de significaciones imaginarias


Si bien en este punto no puede subestimarse la impronta de los atravesamientos institucionales y socio-
historicos, es necesario resaltar que, aun en el marco de dicha inscripción, un pequeño grupo produce
significaciones imaginarias propias. Esta labor implica tambien momentos instituyentes: invencion de sus
creencias y etapas de consolidación de sus mitos.
Es necesari9o replantear la dimensionilusional de los colectivos humanos. El terminoilusion ha
sostenido y sostiene dos líneas de significación: ficcion o engaño de los sentidos y quimera, sueño, esperanza.
Las creencias, en tanto “desmentida de una realidad insoportable”, tanto pueden producir engaño de los
sentidos, como sueños y quimeras. Es decir que-en tanto mecanismo-pueden sostener tanto la produccion de un
fetiche privado o intimo, como la invencion de utopías colectivas.

“la creencia de la existencia del FALo materno es el modelo de todas las transformaciones sucesivas de
las creencias”
Se presentan, a partir de estas afirmaciones, dos problemas:
1) descubrir que la diferencia de los sexos sea insoportable es ya imaginario. Que la diferencia-sexo
femenino-tenga que ser pensada como igualdad-pene amputado-es esa significación colectiva, algo producido
socialmente y no algo dado.
2) ¿Por qué pensar que esta produccion del niño o del fetichista, está en el origen de la produccion de
creencias? Seria mas pertinente afirmar que el psicoanalisis permiten entender las condiciones estructurales por
las cuales el sujeto de deseo puede construir creencias que desmientan la realidad.

 Ficha 14060. “LAS LÓGICAS COLECTIVAS, IMAGINARIOS, CUERPOS Y


SUBJETIVIDADES” CAP II. Ana María Fernández

CAPÍTULO 2: LOS IMAGINARIOS SOCIALES Y LA PRODUCCIÓN DE SENTIDO


1. Los imaginarios sociales
La noción de imaginario social fue inaugurada por Castoriadis en 1964, pero su uso fue extendiéndose
y se transformó en equivalente a conceptos teóricos diferentes como el término lacaniano de “Imaginario” y la
noción de “Ideología”.
Mientras que con Lacan, la noción de imaginario forma parte de un tríptico indisoluble (junto con lo
simbólico y real), y se refiere a “imagen de”; en Castoriadis es siempre simbólico, y refiere a la capacidad de
inventar – imaginar significaciones, constituyéndose en el modo de ser de lo histórico – social. Para él, es el
conjunto de significaciones por las cuales un colectivo se instituye como tal. Al mismo tiempo que construye
los modos de sus relaciones sociales – materiales y delimita sus formas contructuales, instituye también sus
universos de sentido. Las significaciones sociales, en tanto producciones de sentido, en su propio movimiento
de producción inventan (imaginan) el mundo en que se despliegan.
Castoriadis distingue entre imaginario social efectivo (instituido) e imaginario social radical
(instituyente). El primero es el conjunto de significaciones que consolidan lo establecido; aquí los universos de
significaciones operan como organizadores de sentido de los actos humanos estableciendo lo lícito de lo que no.
Es lo que mantiene unida a una sociedad, posibilitando su continuidad y grados de cohesión.
El segundo es la capacidad virtual y permanente de autoalteración y transformación de las
significaciones imaginarias sociales. Para que un grupo se conforme en colectivo, debe construir los modos de
sus relaciones sociales – materiales y delimitar sus formas contructuales, y además instituir sus significaciones
imaginarias; por lo que lo histórico–social no crea o inventa de una vez y para siempre significaciones
imaginarias. El desorden social se despliega cuando aparecen nuevos organizadores de sentido, que se refieren a
lo imaginario social no instituido, radical, instituyente.
Su capacidad de conservar lo instituido pero también su potencialidad instituyente de transformación
sitúa la dimensión de la producción de significaciones colectivas (y de la construcción de la subjetividad) como
una temática inseparable del PODER: establece la relación entre imaginarios sociales, subjetividad y
producción de transformaciones sociales, e instala la dimensión del poder en el centro de la producción de
subjetividad.
El problema del poder supone interrogar sobre la inscripción de los dispositivos de poder no sólo en las
organizaciones macro de una sociedad sino también sobre su producción en la subjetividad de hombres y
mujeres.
Según Castoriadis, la “Ideología” es la elaboración racionalizada y sistematizada de la parte manifiesta y
explícita de las significaciones imaginarias sociales que corresponden a una institución dada; conjunto de ideas
que se relacionan con una realidad no para esclarecerla y transformarla sino para velarla y justificarla en lo
imaginario. No es sinónimo de imaginario social, sino un modo de organización (propio de un período
histórico) de parte de sus significaciones.
Estas significaciones son imaginarias porque están dadas por creación o invención, no corresponden a
elementos estrictamente reales; y son sociales porque sólo existen siendo objeto de participación de un ente
colectivo o anónimo. Operan en lo implícito y establecer el modo de ser las cosas, los valores, los individuos.
No son aquello que los individuos se representan o piensan consciente o inconscientemente, sino aquello por
medio de lo cual y a partir de lo cual los individuos son producidos como individuos sociales con capacidad
para participar en el hacer y en el representar - decir social, y así pueden representar, accionar y pensar de
manera coherente y compatible aún en conflicto.
El proceso por el cual la sociedad se instituye como totalidad, la institución de normas, valores y
lenguaje, no sólo son herramientas para hacer frente a las cosas, sino para hacer las cosas, los individuos.

2. Lo instituido y su autoalteración: las significaciones imaginarias centrales


Castoriadis distingue dos tipos de significaciones imaginarias sociales: pueden ser centrales, creadoras
de ideas organizadoras, segundas o derivadas.
La emergencia de una significación central, reorganiza, redetermina, reforma, resuelve una multitud de
significaciones sociales ya disponibles, a las que se altera. Se dan juntamente con y no pueden darse sin
transformaciones de las actividades y de los valores de la sociedad en cuestión como tampoco sin
transformaciones en los individuos y objetos sociales. Ej: la significación Dios es a la vez creadora de un objeto
de representaciones individuales y elemento central en la organización del mundo en una sociedad monoteísta.
Las significaciones centrales instituyen un modo de ser de las cosas y los individuos referidos a ellas.
Toda transformación es un proceso histórico; sin embargo, se produce una naturalización de sentido que
opera desde una dimensión implícita.
Las significaciones no son lo que los individuos se representan conciente o inconcientemente, ni lo que
piensan. Son aquello por medio de lo cual y a partir de lo cual los individuos son formados como individuos
sociales con capacidad para participar en el hacer y en el representar-decir social, que pueden representar,
activar y pensar de manera compartible y coherente con su mundo, incluso en el conflicto.
La institución de una sociedad es en cada momento institución de significaciones imaginarias sociales y
la sociedad, sea como instituyente o instituida, es intrínsicamente historia– emporalidad, es decir,
autoalteración. La sociedad instituída no se opone a la instituyente como un producto muerto a una actividad,
sino que representa la fijeza-estabilidad relativa y transitoria de las formas-figuras instituídas en y por las cuales
la imaginación radical puede ser y darse existencia como histórico-social.
En todo recorte social, ya sea grupo pequeño o amplio, laten en diferentes intensidades diversos núcleos
de significaciones que caracterizan el momento sociohistórico en que se despliegan sus prácticas; pero también
operan en latencia las significaciones imaginarias que dan sentido a las instituciones donde están inscriptos. En
las instancias institucionales se reactualiza la tensión instituido – instituyente en su dimensión reproductiva
como transformadora. Un grupo no sólo es tributario de las producciones de significación más generales que la
sociedad instituye. En un imaginario grupal, las figuras y formas que ese número de personas inventa a lo largo
de su historia común dan cuenta de sus razones de ser como colectivo; aquí adquieren toda su potencia las
improntas de los atravesamientos institucionales y sociohistóricos como los atravesamientos identificatorios y
deseantes, propios de su singularidad grupal. En la producción de significaciones de un pequeño grupo se hallan
presentes en un anudamiento líneas de significación, propias y específicas de ese grupo, atravesadas por la
dimensión institucional y sociohistórica.
Aún en el marco de la inscripción de los atravesamientos institucionales y sociohistóricos, un pequeño
grupo produce significaciones imaginarias propias. Implica también momentos instituyentes (invención de sus
creencias) y etapas de consolidación de sus sentidos organizadores.
Se podría decir que un grupo se instituye como tal cuando ha inventado sus significaciones
imaginarias.
El término “ilusión” sostiene dos líneas de significación que son ficción y sueño, se despliegan en una
tensión por la cual aquella que aparece como predominante soporta la insistencia que ejerce la otra en su
latencia. Ambas abren condiciones de posibilidad para la indagación de la potencialidad de invención de
significaciones y de prácticas de los colectivos sociales.
La indagación de los imaginarios sociales es inseparable de la indagación de las prácticas que motorizan
o de las que son tributarios, sea que sus articulaciones presenten armonías, discrepancias o ambas. Imaginarios
y prácticas son dos de las instancias que intervienen en los dispositivos históricos, institucionales, comunitarios,
de producción de subjetividad. Los imaginarios sociales son herramientas de trabajo en la construcción de una
idea de subjetividad histórica y no esencial, en proceso de devenir y no como entidad sustancialista,
instituyéndose en la diversidad de sus lazos sociales y no pensada desde categorías de un sujeto solipsista.
La relación significaciones-prácticas podría caer en un sesgo idealista si se considera que una práctica,
para ponerse en acto, necesita fundarse en una significación imaginaria que la antecede. También hay que
considerar el camino inverso. Cotidianamente observamos prácticas que no se condicen con las
argumentaciones que dicen sostener. Hay que destacar que aún el más feroz de los disciplinamientos siempre
dejará algún resto. Castoriadis alude a que la imaginación radical nunca se disciplina totalmente.

3. Los sentidos encarnados: un real más real que lo real


Castoriadis a lo largo de su producción intelectual se empeñó en poner en evidencia los límites de esa
tradición de pensamiento, que según su perspectiva ha “ocultado” la importancia de la imaginación (radical)
para comprender la dimensión de lo histórico-social, la institución de la sociedad y sus procesos de permanente
autoalteración.
El uso de la expresión histórico-social implica considerar la unidad de la doble multiplicidad de
dimensiones, en la simultaneidad (sincrónica) y en la sucesión (diacrónica) que denotan habitualmente los
términos sociedad e historia. Lo histórico-social es lo colectivo anónimo, lo humano impersonal que llena una
formación social dada, pero que también la engloba. Es la unión y la tensión de la sociedad instituyente y la
sociedad instituída, de la historia hecha y de la historia que se hace.
Una sociedad jamás será totalmente transparente ya que los individuos que la componen nunca serán
transparentes para sí mismos.
Lo social tampoco puede ser pensado como una reciprocidad de relaciones intrasubjetivas , lo social
siempre implica algo más.
En tanto a las relaciones individuo-sociedad se trata de relaciones de inherencia, que es evidente y al
mismo tiempo oscura, supera indefinidamente nuestra aprehensión de la misma.
Las significaciones sociales imaginarias no existen al modo de una representación sino que son de otra
naturaleza. Ni pueden ser captadas más que de modo derivado y oblicuo ya que dan cuenta de la distancia entre
la vida de una sociuedad y las explicaciones racionales-funcionales sobre ella que ella misma produce. Las
significaciones imaginarias sociales no denotan nada y connotaran prácticamente todo.
Hacer histórico y significaciones, como aspectos de lo imaginario social, se rigen por un cierto nivel de
indeterminación y constituyen el mundo social. Este se encuentra articulado en función de REDES DE
SIGNIFICACIONES que existen al modo de lo IMAGINARIO EFECTIVO. No son preguntas y respuestas
explícitas, sino que en el hacer de un colectivo en sus prácticas sociales y en sus prácticas de sí se producen
estos “sentidos encarnados”, que vuelven inteligibles, coherentes y naturales para quienes lo componen: sis
acciones, valoraciones, sistemas de prioridades, criterios éticos, estéticos, políticos, etc.

4. Un antiguo contrincante: el pensamiento de lo mismo


Castoriadis reúne las tentativas de explicación de lo histórico-social dentro del “pensamiento heredado”
en dos grandes grupos: el FISICALISMO y el LOGICISMO, ambos tributarios de lo que denominará “lógica
conjuntista identitaria”.
Dentro del fisicalismo, ubica a su representante el funcionalismo, supone las necesidades humanas fijas
y explica la organización social como el conjunto de funciones que tienden a satisfacerlas. Se reduce la sociedad
y la historia a la naturaleza. Esta corriente no puede dar cuenta de las diferencias entre distintas sociedades. Para
ello necesita postular una IDENTIDAD de necesidades humanas y recurrir a la ficción de un núcleo inalterable
de necesidades abstractas que en diversas sociedades tendrían diferentes modos de satisfacción.
Dentro del logicismo, ubica a su opositor, el estructuralismo, para el cual una misma operación lógica
repetida un cierto número de veces daría cuenta de la historia y de las diferentes formas de sociedad. Según
Castoriadis, para este modo de pensar no habría una modalidad específica en las sociedades y en la historia con
respecto a la unidad y la identidad. En su crítica a los enfoques logicistas reconoce que si bien no dejan de
considerar las significaciones como un elemento de la historia, se las tiene como razonables y deducibles unas
de otras.
La cuestión del pensamiento de Lo Mismo será, para Castoriadis, una de las bases del pensamiento
identitario, que encierra al ser en el ser de la determinación. Si el eje conceptual del dominio que intenta fundar
(lo histórico-social) es la capacidad de invención radical de lo imaginario social, esta cuestión no podrá ser
pensada desde las categorías del “pensamiento heredado”.

 Ficha 14095. Entrevista al Dr. Maurizio Lazzarato: “Actualmente rige un capitalismo social y el
deseo”. Pedro Lipcovich.

Lazzarato retoma a Deleuze y Guattari para un abordaje crítico del marxismo clásico que se constituya
en herramienta de transformación. “Lo que se produce ya está vendido, porque antes se convirtió en objeto de
deseo”.
Lazzarato desarrolló la noción de que el capitalismo es “productor de subjetividad”, y planteó que esa
producción de subjetividad es distinta en sus primeras etapas de las etapas actuales. Plante que actualmente rige
un capitalismo social y del deseo. En la primera fase del capitalismo, se trataba ante todo de producir, y después
venía el consumo. Hoy es al revés: un auto se produce después de haberse vendido, quiere decir, después de
haberse constituído como objeto de deseo.
Antes eso no era necesario. Esto empezó en EEUU con el surgimiento del marketing, construir el objeto
como valor de deseo, deseo masivo: es necesario que se lo muestre en la tele y que sea testeado por
consumidores.
Hoy en día el capitalismo, para funcionar, debe producir subjetividad, tanto en el trabajo como en el
consumo.
Desde la perspectiva del trabajo la subjetividad cambió de la siguiente manera: En Occidente se piensa
al trabajador como un pequeño empresario: cada individuo asume como tal el riesgo de su actividad. Cada uno
debe ser autónomo, como un empresario: esto es el “capital humano”. En la antigua organización del trabajo, se
trataba de una subordinación directa. Hoy la subordinación se constituye alrededor de la autonomía, el
individuo lleva en sí mismo la condición de su subordinación. Esto florece bajo el último neoliberalismo. La
economía financiera pasa a preponderar.
El consumidor es objeto de diferentes dispositivos de poder: la publicidad, el marketing, la televisión
impulsan a las personas a construir sus objetos de deseo. El neoliberalismo, a la vez que acrecienta la
desigualdad de ingresos entre las clases sociales, cada vez más empuja a las personas a consumir, como si el
acceso al consumo fuese posible para todo el mundo. Los objetos de deseo, las mercancías están siempre
disponibles en imágenes. Otra importante transformación de la subjetividad se produjo en relación con las
finanzas, que son otro dispositivo de poder. Hace un siglo, el crédito era para las empresas, la gente vivía de los
ingresos de su trabajo. Hoy todos son impulsados hacia el crédito, este es una promesa: yo voy a pagar, durante
10, 20 años voy a pagar este crédito.
Y así el sujeto queda tomado por la deuda. Toda su vida va a estar condicionada con esa deuda. Y hay
quienes se aprovechan de ésta: EL SECTOR FINANCIERO.
Habría dos tipos de subjetividad: esa subjetividad del deudor concerniría a un sector de la población,
quizá mayoritario, pero hay otro que sector que tendría otra subjetividad: así como en la industria están los
empresario y los obreros, en las finanzas están los acreedores y los deudores.
La diferencia entre el sector industrial y el de las finanzas vendría a ser que los acreedores, hoy en día no
se definen desde una clase social específica. La condición de acreedor concierne también a la clase media, a
obreros. La deuda construye un hombre que puede prometer, y puede prometer en tanto que construye una
memoria: yo voy a pagar porque recuerdo mi deuda. Un individuo es al mismo tiempo trabajador, consumidor y
deudor. La misma persona está presa en distintas relaciones de poder.
El sujetamiento social y la servidumbre maquínica: a la vez que se nos demanda ser sujetos
responsables, individuos soberanos, estamos presos de dispositivos maquínicos. En la empresa se le demanda al
empleado ser sujeto soberano a la vez que una parte del mecanismo. Uno está preso en dispositivos
heterogéneos, contradictorios. En el sistema maquínico uno está preso en tanto individuo. Es un proceso de
desubjetivación, pero al mismo tiempo, siempre va a haber una resubjetivación. Cierto que, en la servidumbre
maquínica, ni el hombre es sujeto ni la cosa es objeto, sino que ambos son partes de agenciamiento.
El capitalismo funciona a través de aquella ideología del individuo soberano, pero el individualismo ya
no funciona y el nacionalismo, el machismo, el integrismo religioso, son formas de subjetivación. La
hipermodernidad derrota al sujeto porque lo capta en el sistema maquínico colectivo, pero a la vez, todo el
tiempo se reconstruyen neoarcaísmos.
La crisis continuará y se profundizará. Hoy la crisis gira alrededor de las finanzas. La deuda privada se
ha transferido al Estado, es decir que ya no hay otro a quien transferirla. La dificultad es que no hay modelos
políticos y de emancipación que correspondan a la subjetividad actual.
Hoy es necesario bloquear a la subjetividad para bloquear la producción: bloquear las circulación, las
rutas.
Hoy la cultura tiene un rol económico muy importante, por ejemplo con el turismo. Bloquear un festival
es bloquear la economía de una ciudad.
Para Lazzarato, la plusvalía , el plusvalor, remite al concepto de valor. Para el marxismo, el valor sería
una cantidad objetivable, tendría una consistencia en sí: pero las cosas no tienen valor sino porque
colectivamente les ha sido investido; en el están en juego subjetividades. Además la plusvalía supone una
concepción antropomórfica del valor: en El capital, el valor lo produce sólo el trabajo humano, la máquina no
crea valor. Para Deleuze y Guattari, en cambio, hay plusvalía maquínica: la máquina también produce plusvalía,
el concepto de plusvalía pasa a ser: plusvalía humana más plusvalía de la máquina.
El concepto de plusvalía es políticamente muy fuerte porque está ligado con el concepto de explotación,
en términos de clases sociales. El problema es que la forma de explotación ha cambiado y no tenemos
conceptos que correspondan a esto.
El gran centro de acumulación de riqueza son las finanzas, y en las empresas financieras la plusvalía no
viene de la explotación de quienes trabajan en ellas, sino de otra parte.
Los explotados son no sólo los obreros, sino también los consumidores, de otras maneras: para que algo
se venda , debe construirse como objeto de deseo: cuando usted lo compra, además de poner dinero, se
empobrece subjetivamente. Porque hay una estandarización de la subjetividad. Todo el mundo debe desear eso
mismo para comprarlo. Para hacer apariencia de individualización, se le agrega algún detalle “personalizado”.
Junto con el empobrecimiento económico hay un empobrecimiento subjetivo.

 FICHA 2550 “LA MODERNIDAD ESTATAL, SER CIUDADANO ES (ERA) TENER UN


PORVENIR”.

Este trabajo busca señalar diferentes aspectos que hacen o han hecho a la modernidad estatal, tratando de
establecer especialmente aquéllos parámetros que intervienen como puntos de articulación entre campos
sociales heterogéneos. Destaco entre otros aspectos la noción de “porvenir” como un elemento central en la
construcción de ciudadanía, en relación a un tipo específico de construcción social.
1.- La Modernidad: Presentación General.-
. De esta forma, la sociedad capitalista presenta distintas maneras de organización económica y social
dentro de una periodización histórica específicaEn lo que refiere a mi trabajo, tomaré en cuenta principalmente
como categoría de análisis y comparación el capitalismo keynesianoEl mismo significó un cambio importante
en los padrones de reproducción social, reconocimiento del poder sindical y de los derechos de los trabajadores,
como un creciente proceso de consumo asumido por el EstadoDestacaré sin embargo, otros dos procesos, dentro
de la fase keynesiana, fundamentales como ejes de mi investigación: la consolidación del campo de las políticas
sociales y de la ciudadanía y la visión del vínculo individuo-sociedad en términos de gestación de una promesa
que aseguraba (sólidamente) un porvenir y un proyecto tanto social como individualEn el primer caso, señala
Vasconcelos que se constata “un desplazamiento (...) de una parte del conflicto capital/trabajo para la lógica de
la ciudadanía y de los derechos sociales”De esta manera “el campo de las políticas sociales y de la ciudadanía
pasa a constituir el principal escenario de la lucha de clases en los países centrales”En lo que sigue trataré de
desarrollar qué implicó esta concepción de la sociedad, que en más de un factor fue “desmantelada” desde el
neoliberalismo

2.- La sociedad amplia y el futuro posible.-


La idea de Giddens, emparejada a la idea de modernidad como un sistema de vida originado en un
espacio geográfico y en una medida de tiempo, incluye además una noción que llamo de sociedad amplia,
definible como el consenso de un gran todoseñala que las instituciones que se inscriben en la modernidad dan
cuenta de ella, pues surgen sólo y desde ella. No tienen precedentes ni antecedentes. Un punto en común es el
movimientoo ruptura que al “cortar” con sistemas tradicionales medioevales, establece uno nuevo y hace
imposible el retorno al pasadoel esfuerzo por establecer un pasado, indicando un futuro previsible de cambio y
al mismo tiempo, una política de transformación que augura los procesos del psiquismo tal como lo describe el
psicoanálisis y el pasaje de la endogamia a la exogamia como forma valorizada de crecimiento. Pero hay que
añadir que si se establece un futuro es para mejorar.
Se consolida así una experiencia de: “Emancipación [que] significa que la vida colectiva se organiza de
tal manera que el individuo es capaz (...) de actuar de manera libre e independiente en las circunstancias de su
vida social“. Este consenso ilusorio y eficaz de una humanidad plena a la que se aplican a todos por igual,
sistemas abstractos, cultura y leyes, configura un sistema de vida que denomino “sociedad amplia”, que implica
la promesa de que todos los seres humanos están integrados o son integrables por la ciudadanización.
Cada persona se continúa en la sociedad y la sociedad se continúa en sus ciudadanos, a los que “invita” a
la participación. La visión de la sociedad como un ‘todo’ invoca grandes conjuntos donde lo englobante permite
que todos posean un lugar erotizado.Se desarrolla pues una cultura urbana con función unificadora, que
descansa en el ideal de diálogo e ignora conflictos sociales y de clases irresolubles, en el entendido de que el
marco de referencia ineludible de un proyecto de ciudadanía, está vigente y es unificador. Por esta cultura del
diálogo, el otro es alguien reconocible y con el cual se puede compartir y discutir de forma razonable, antes que
recurrir a la violencia o la hostilidadgenerando con ese amigo-vecino cooperación e intercambio dentro de una
“conciencia de contingencia” por la que todos somos y tenemos derecho a ser distintos, consolidándose un ideal
de lo fraternal que tiene que ver con la tolerancia, la diversidad y la solidaridad
3.- Lo Fraterno y el Estado.-
Lo fraterno se podría relacionar a la índole reflexiva de la modernidad por la cual “el contraste con la
tradición es inherente a la noción de la modernidad”Una consecuencia es la crítica a lo paterno y a los sistemas
instituidos que no admiten dimensión instituyente: “la Revolución (...) limita en numerosos puntos los poderes
del padre”. Esa fraternidad de los hermanos es el Estado, opuesta a los poderes (anacrónicos) del Padre tiránico:
“La autoridad pública adoptaba ahora un papel activo en la constitución de la familia”. Su autoridad ya no
emana de la tradición oral, sino de un Código, es decir, su poder está regulado (y entonces inevitablemente
controlado) por la ley. Dentro de estas estipulaciones debería incluirse la necesariedad de lo pedagógico como
un espacio extra-familiar. El padre, la familia, por sí sola ya es incapaz de proporcionar la disciplina y el
conocimiento que la escuela aporta. En este cuestionamiento y relativización de la figura paterna-familiar,
existe una crítica a las figuras incuestionables de la autoridad: “Las formas de autoridad tradicional han pasado
a ser tan sólo “autoridades” entre otras”“la modernidad ha reconstruido la tradición a medida que la ha disuelto.
Se consolida así la figura primordial de la confrontación que aglutina el cuestionamiento a la autoridad,
así como el consenso social que sostiene la necesidad de crítica dirigida a lo que es tradición que persiste sólo
en la medida que tolera la discusión y el enfrentamientoEl padre se ha tornado débil, incapaz de sostener por si
mismo una nueva sociedad: divide antes que integrar. De allí que se hace imprescindible la participación del
Estado, capaz tanto de totalizar como de individualiza y representar el conjunto social
4.- Figuras de mediación.-
Creo que si Estado, Familia y Ciudadanía son figuras de mediación por excelencia, es porque la
modernidad establece a las mismas como formas privilegiadas del vínculo sujeto-sociedad y sujeto-antecesores-
descendientes. Vale decir que hacen posible que lo heredado de los antecesores se pueda poseer y transmitir.se
trata de un doble proceso: el conjunto organiza las figuras de mediación, tanto como éstas organizan a aquél,
consolidando un modelo homeostático de funcionamiento social, vincular y psíquico. Pero también puntos de
anudamientoque aseguran mediaciones, conflictos y solidez.
el sujeto es para sí mismo su propio fin, sujeto de los procesos inconscientes y sujeto también de una
cadena de la que él es miembro. Para que haya sujeto del inconsciente, aquello que viene como herencia tiene
que sufrir una transformaciónque se vuelve exigencia y definición de actividad psíquica. El aparato psíquico no
puede aceptar nada que venga de afuera sin sufrir transformación, a no ser que se imponga lo transubjetivo
como forma de funcionamiento psíquico, o sea, originándose en el psiquismo el “implante” traumático de
contenidos del “afuera” que ingresan sin transformación. El pasado debe constituirse de manera tal que no
invada ni invalide los esfuerzos por hacer del presente un jalón que va hacia el futuro. Me interesa entonces
destacar la idea que la sociedad keynesiana es una sociedad de herederos. Pero para que haya heredero, debe
existir ‘herencia’ disponible y capacidad de aceptar la muerte, que marca la diferencia entre generaciones, a
través de la posibilidad de un duelo (que en definitiva es un trabajo de la memoria) que resignifica la historia
generacional y subjetiva.
5.- Contrato social-narcisista.-
El sujeto, a través de este contrato social-narcisista, a su vez busca y debe encontrar referenciasque le
permitan proyectarse hacia un futuroEsta anticipación al futuro -enunciados o voces- permite un pasaje de la
familia de origen a la de destino, de la infancia a otras etapas etarias, revelando el sostén de espacios sociales
catectizados y siempre disponibles a ser “ocupados”, a los cuales el sujeto presta acto de fe en su existencia.
Es un proceso indisociable y recíproco: el conjunto social reconoce a un portavoz y el sujeto hace suya
una verdad de convivencia que tiene un fundamento social. La sociedad anticipa y catectiza un lugar vacío al
cual un yo advendrá y a su vez, el sujeto catectiza lo social como lugar del cual el yo se adueña. Situación
simultáneamente instituida e instituyente: “retomar” una voz muerta pero que además implica transformar como
propio lo que es ajeno. El futuro se forjadesde uno mismo, pero integrado a un horizonte de proyectos sociales
disponibles y viables.
La sociedad se construye, como extensión de una política racional con predominio de la comprensión y
la búsqueda positiva de resultados.Este imaginario de la sociedad keynesiana, forjó así una construcción social
que se verifica preferentemente a través de la búsqueda de justicia, porvenir, futuro, inclusión de lo
heterogéneo, espacios de articulación, negociación y conflicto, protagonismo del ciudadano, oportunidad,
compensación, amparo y protección.

6.- Presentación de la problemática de ciudadanía.-

Lo que busco destacar en este apartado, es cómo (y desde su contexto histórico preciso) la ciudadanía
generada desde la matriz keynesiana se enlazaba a un importante sentido de promesa, concretizable en mayor o
menor grado, en distintas realizaciones. Al mismo tiempo deseo destacar que el proceso de ciudadanía implica,
además de posiciones políticas y económicas, una forma de subjetividad asentada en la capacidad de mentalizar
situaciones y personas en forma de opciones y alternativas y con aceptación de las diferencias regidas por la ley:
“El ciudadano es el tipo de sujeto forjado por un Estado que enuncia que lasoberanía emana del pueblo (…) es
un tipo subjetivo organizado por la suposición básica de que, real o potencialmente, la ley es la misma para
todos“Este modelo keynesiano de ciudadanía se desenvuelve en el percibir al otro como un semejante, un
reconocible, un -si se quiere- ‘vecino’. Implica además, al mismo tiempo, ser percibido por la sociedad como un
interlocutor válido, alguien que tiene o desea tener, un lugar de integración en la misma.
El “otro” en tanto ‘vecino’, ‘patriota’, ‘amigo’, ‘colega’ o simplemente como ‘interlocutor’, contextúa
un marco de diálogo, de valoración del intercambio que es también co-apuntalante de diversos compromisos
sociales, grupales y personales basados en una sociedad de empleo y salario, que busca al mismo tiempo
disimular sus conflictos de clase.
Mi perspectiva es que ciudadanía no es sólo ganar espacios (como quien “gana” terrenos al mar), sino
que además implica una estructura de diálogo, reconocimiento y confianza (aunque sea mínima) dentro de la
sociedad keynesiana, de forma tal que la ciudadanía es el punto de intersección entre aquello que se transmite y
aquello capaz de transformación.
Por tanto, no es solo “tolerar” socialmente la conquista de derechos justos, es también la expresión de
figuras de mediación que establecen pactos y contratos que convalidan una política del intercambio y la
exigencia de redes vinculares y emocionales. O sea, ciudadanía no es algo que repose sólo en la realidad
“material”, es también realidad “psíquica” y “vincular”, que poco tienen de ficción y mucho más de una
operatoria social (efectiva) de anticipación y disponibilidad de lugares sociales, que a su vez deben ser
transformados por quien los habite Supongo así, que el conjunto social cumple funciones estructurantes en una
red de relaciones intersubjetivas, que a su vez no dejan de influir en la propiasociedad. Sentimiento de
pertenencia, reconocimiento y transformación se hacen inseparables y por momentos quizás (positivamente)
indistinguibles.-

 Ficha 14096. “Imaginería de la dispersión” Pablo Hupert

1. Lo que estoy intentando pensar con ustedes hoy es cómo la sociedad contemporánea constituye el
sujeto contemporáneo. En otras palabras, pensar los recursos que la sociedad actual pone a disposición del
individuo para que realice la dura tarea de ser alguien, la dura tarea de armarse una vida.
2. La pregunta que esta convocatoria me ha invitado a hacerme es la siguiente. A fines de los ’90
hablábamos de destitución de lo instituido. El año 2001 sin duda invitaba a pensar que la destitución iba a
acabar con todo. Hoy parece que no barrería con todo, o que, además de dejar algunas cosas en pie, también va
poniendo de pie otras cosas. ¿Qué otras cosas va poniendo de pie? O sea, además de destituir, ¿qué instituye?
Hoy, cuando la globalización ha continuado pero también sigue habiendo algo así como una sociedad, nos
preguntamos qué hay en lo social si no se compone de instituidos, si no hay ni institución completa, ni
destitución total. Les adelanto mi tesis. Lo que hay hoy es algo que me atreví a bautizar con un neologismo:
astitución.
La pregunta por la producción de sentido nos invita a preguntarnos ya no solamente con qué ha barrido
la globalización, sino qué ha puesto en el campo de lo social: si hoy no hay instituciones sólidas, ¿qué hay? Esta
es la pregunta.
3. Empiezo entonces por contarles las tesis que quisiera compartir y discutir con ustedes aquí hoy. Este
ciclo es un espacio de “reflexión sobre las producciones sensibles en un mundo en el que el mercado le disputa
al Estado la hegemonía en la producción de sentido”. Primera tesis: el mercado no disputa la producción de
sentido al Estado; ya se la arrebató. Incluso cuando lo que por un atavismo aun llamamos sentido lo produce y
distribuye el Estado, lo hace al modo mercantil: tan completo es el triunfo de lo mercantil en lo que a
producción de sentido respecta. El mercado no solamente ha hecho de la cultura, de la producción de sentido,
un espacio más donde intercambiar productos, sino que además ha modificado la naturaleza misma de los
productos culturales. Aún cuando los productos culturales los produzca el Estado, éstos tienden a asumir unas
modalidades cada vez más mercantiles. La primera tesis requiere una segunda: el triunfador de esta disputa es
lo que llamaremos la égida de la imagen, que por supuesto no es la imagen en general sino una históricamente
específica, la imagen mercantil.
La tercera tesis es que, si la identidad y la representación de tiempos sólidos producían sentido, la égida
de la imagen no produce sentido estrictamente hablando, pues la imagen contemporánea no se deja ordenar por
lo que los analistas llaman orden simbólico. Orden simbólico justamente es lo que no hay más, y es
precisamente lo que daba solidez, estabilidad a la cultura. Esto ha liberado las imágenes y ha producido una
proliferación sin orden ni concierto, una dispersión, que llamo modo imaginal, y que no produce sentido sino su
sucedáneo, un sucedáneo de sentido que por lo pronto no tenemos más remedio que llamar imagen. Me tienta
decir que la égida de la imagen produce ‘simul-sentido’.
La cuarta tesis : en condiciones sociales fluidas o globalizadas, no hay institución estable ni destitución
completa, sino astitución. Es una institución ‘a medias’. La quinta tesis: La astitución es condición de la
recombinación inherente al capitalismo de hoy.
Otra tesis, implicada en y por las tesis anteriores, es que hoy la imagen es el nivel determinante y no el
determinado. No es representación de lo que muestra sino su aspiración rectora.
4. El objeto de esta digresión entonces será la égida de la imagen. Para pensar la experiencia
contemporánea pensamos la égida de la imagen, que no es la égida de la representación o la del Estado-Nación,
sino la dominación de la imagen mercantil sobre todo lo social.
4a. Nos preguntamos por el funcionamiento de la égida de la imagen. Distinguimos un funcionamiento
macro y un funcionamiento micro. El funcionamiento macro, que toma la forma de “flujo de obviedad”, que
por un lado, no te dice “hacé lo que te digo”, sino “hacé lo que quieras”.
La dominación ya no captura el cuerpo o la conciencia del dominado, sino su deseo, y lo hace vía
imagen. Y aquí se inserta el funcionamiento micro de la dominación imaginal, la cuestión de cómo el sujeto se
‘sujeta’ a la imagen, al flujo de obviedad. La experiencia imaginal es la experiencia de ser a partir de la nada y
sobre la nada. El efecto de la experiencia imaginal, funcionamiento micro de la imagen mercantil, no es la
institución de sujeto, sino, como intentaré mostrarles, la astitución de ese sujeto.
Es una imagen todo lo que pueda funcionar, conectar, recombinarse con cualquier otro elemento
recombinable según las necesidades circunstanciales del mercado recombinante o del sujeto que busca
existencia. Es cualquier cosa que pueda conectar con nuestro hambre de ser.
Con esto podemos describir formalmente el procedimiento epistemológico imaginal. Primer paso: lo real
es un modelo de la imagen. Segundo paso: la imagen es perfeccionada, ‘photoshopeada’. Tercer paso: lo real
resulta imperfecto. Es decir, lo real queda sometido a su imagen y aspirando a ser como ella. La fluidez somete
dando a cada cosa su imagen, su imagen singular, a diferencia de la solidez, que sometía imponiendo cierto
sistema de representaciones, que era general y no singular.
5. Pasemos al nudo de lo que quiero presentar y compartir hoy con ustedes: la dura tarea de llegar a ser
alguien, de saciar nuestro hambre de ser partiendo de la nada. Si la subjetividad se conforma de sentidos, la
pregunta es qué pasa con el animal humano en un contexto de sinsentido.
El hambre de ser es algo constitutivo del ser humano. El punto es cómo se llega a ser, cómo uno realiza
la dura tarea de ser alguien. Tradicionalmente, las sociedades te ofrecían el sentido, llegabas a ser alguien
gracias al sentido. Hoy no te ofrecen sentido, te ofrecen imagen. Ahora bien, el asunto es, ¿la imagen sacia
nuestra hambre de ser?
Vivimos nuestro hambre de ser como hambre de imagen. En nuestro mundo, ser es ser una imagen. En
el mundo social de hoy sentimos que no existimos si no tenemos una imagen socialmente visible.
La imagen no representa lo presentado; lo anula. A eso que la imagen anuló, lo reorganiza, lo
redetermina según sus requisitos, pues así es como lo anulado cumple con “la tarea de ser alguien” y “descansa”
en su imagen.
Como decíamos al principio, la imagen es la aspiración de lo real. La imagen es el modelo de la cosa, la
aspiración de la cosa. No es la imagen la que busca adecuarse a la cosa, sino la cosa la que busca adecuarse a la
imagen que aparece como suya.
Para ser hay que ser una imagen. Esto es que nuestro humano hambre de ser no lo sacia el sentido sino
las imágenes visibles, impactantes. Existimos cuando llegamos a coincidir con la imagen, no existimos mientras
aspiramos a ella. Y tampoco existimos una vez que terminamos de copiar a la imagen.
El hambre de ser es hoy hambre de imagen, pero de esa imagen que una y otra vez promete saciarnos el
apetito y que una y otra vez nos defrauda. Lo cual asegura que una y otra vez nos ilusionemos de vuelta con
saciarnos el hambre de ser, el hambre de existir, por la vía imaginal-mercantil.
La dinámica de la existencia imaginal, entonces, se puede formalizar así: hambre de ser que lleva a la
imagen intensa o intensidad imaginal, que sacia el hambre de ser muy satisfactoria y escurridizamente, que lleva
al hambre de ser, que lleva a la intensidad imaginal, y así sucesivamente.
Las promesas de paraíso y estas amenazas de exclusión son el tándem que asegura que la égida de la
imagen se reproduzca.
Las imágenes no se pueden elaborar como pasado, como sentido, como experiencia, sino sólo ver y
volver a ver; también se puede cambiar de imagen, y hasta ‘producir’ imágenes y mostrarlas, pero no se puede
elaborarlas, no se puede significarlas.
La interpelación que producen las imágenes contemporáneas es muy efímera. Estamos todo el tiempo
queriendo acomodarnos a la imagen que nos dé más visibilidad (más existencia), una imagen que lo hará muy
brevemente para continuamente cederle su lugar a otra.
Así llega uno a ser alguien a partir de la nada, pero no a ser sólido, sino a ser imagen. Uno no accede a
constituirse firme y establemente, sino precariamente. Puesto que las imágenes que uno adopta como propias,
que uno hace visibles de sí, las imágenes en que uno se inmola, tienen una fecha de vencimiento, son efímeras,
fluyen, tienen un velocísimo grado de rotación. Constituirse a partir de la nada, llegar a ser alguien
imaginalmente es constituirse como subjetividad recombinable, esto es, no como subjetividad instituida ni
instituyente sino como subjetividad astituida.
6. Y las conclusiones son que mientras que en solidez existir consistía en ser representado, en fluidez
existir consiste en hacerse visible, en hacerse imagen. Si en la cultura sólida, existir era ocupar un lugar en la
cultura, en la fluida, existir es tener un lugar (que tal vez debamos llamar vitrina o sencillamente pantalla) en el
flujo de obviedad. Allí, hacerse reconocible; aquí, hacerse visible. Allí, tener identidad; aquí, tener imagen. La
imagen nos domina por aspiración, más que por opresión. La tarea de llegar a existir es la tarea de aspirar a ser
como la imagen, una tarea muy ‘sustentable’, ya que es infinitamente renovable. Las promesas imaginales, en
cambio, son efímeras y cada vez que caduca una –o antes aun–, viene otra rápidamente a reemplazarla. No es
que aspirar a la imagen prometida sea una tarea infinita, sino que las imágenes a las que aspirar, las finitas
imágenes que constituyen otras finitas aspiraciones, caducan y se renuevan infinitamente.
Cuanta más ‘idealidad’ promete una imagen, cuanta más paradisíaca es su promesa, tanta mayor
satisfacción y certidumbre promete, y por lo tanto más deseable es. Luego, cuanto más engañe, tanto más
‘aspirable’ será, y después, tanto más defraudará y obligará a aspirar a nuevas promesas excesivamente ideales.
Como la imagen que me hace ser alguien rota a tan gran velocidad que nunca llega a fijarse cabalmente,
ser en fluidez no es como era ser en solidez, un instituido, sino un astituido. Ser alguien en solidez era estar
afianzado; ser alguien en fluidez es estar “enganchado con alfileres”. Las promesas imaginales, además de ser
muchas o directamente infinitas y pasajeras o directamente evanescentes, se suceden o alternan tan velozmente,
que no alcanzan a fijarse a la subjetividad ni por lo tanto a fijarla.
Podemos ahora decir nuevamente nuestras tesis, para leerlas más ricamente.
La lógica mercantil ya desterró a la estatal de la producción de sentido. Incluso cuando el ‘sentido’ lo
produce y distribuye el Estado, lo está haciendo al modo del mercado.
Lo que se produce al modo del mercado (modo imaginal) no es sentido sino su sucedáneo imaginal: la
aspiración, la promesa, la singularización dispersiva y desoladora, la intensificación intermitente. Las imágenes
no se efectúan, como lo hacían los dispositivos discursivos, como sentido, pero sí como simulación de sentido.
El triunfador de esa disputa es, más que el mercado, la égida de la imagen mercantil.
En la sociedad dominada por la imagen no hay ni institución estable ni destitución completa, sino
astitución.
La experiencia fluida es estética y dispersa porque es imaginal y no es simbólica, como era la
experiencia sólida, que era una experiencia ética (o moral) y concéntrica porque era discursiva, estructurada.
Hemos desarrollado con más precisión en otro lado la idea de una cultura ‘estética’, una cultura de
bienestar más que de malestar. Aquí introducimos la noción solo para señalar la correlación inextricable entre
semiocapitalismo recombinante, dinámica de la dispersión estética y égida de la imagen. La cultura de bienestar
es consustancial con una “sociedad del espectáculo” en la que el entretenimiento ha dejado de ser ocio
improductivo para ser el mercado tal vez más dinámico del mundo contemporáneo, un mercado en el que no se
venden bienes tangibles sino intangibles, en el que no se consume sino que se hiperconsume… un mercado
imaginal. A su vez, una dinámica cultural reticular e imaginal, dispersiva y singularizante, es el correlato
necesario de un régimen productivo global y recombinante.
El argumento recapitulado quedaría así. En el capitalismo global recombinante, ninguna relación social
es duradera y la ideología es innecesaria. Vivimos la era pos-ideológica: una era en que no existe dispositivo
que pueda significar la vida. Vivir en condiciones de sinsentido es vivir en condiciones de sin destino, y nuestra
constitución subjetiva, nuestra existencia permanece siempre en jaque, y existe con intermitencia,
intensificándose espasmódicamente, al modo de un hipo existencial. Así es que debemos satisfacer nuestro
hambre de ser con imágenes, que son un sucedáneo del sentido, y no el sentido. Esto hace que vivamos la
dinámica de la dispersión y de la imagen como un trauma, sin poder elaborar lo que ocurre, sin poder producir
sentido. La constitución a la que logramos llegar es siempre una constitución a medias, una astitución, pues, en
breve, “ser yo mismo” es “ser mi imagen”.
7. Quedan algunos problemas que pensar. Uno es que sigue siendo un poco oscuro qué quiere decir
aspirar a la imagen, y en ese sentido, como en muchos otros, hay que seguir pensando qué quiere decir
dominación por la imagen, dominación de la imagen, determinación por la imagen, etcétera. Y otro problema,
más difícil aun, es si hay un fuera de la égida de la imagen, que es tanto como preguntar si hay circuitos
comunitarios de producción de sentido. Ya que no hay dispositivos molares, macrosociales, de producción de
sentido; sí hay circuitos comunitarios mas restringidos de producción de sentido. Tomados como individuos,
diría yo, estamos todos dentro de la égida de la imagen, sin distinción de religión, nacionalidad, raza o clase
social. Tomados como individuos, somos reos de la imagen. Pero tomados como tal o cual comunidad, como tal
o cual vínculo, en cambio, a veces estamos más allá de su égida.
Parecería que en los vínculos donde el otro no es un contacto que me puede convenir (convenir en el
sentido de traer ganancia imaginal: en el sentido de hacerme visible), sino alguien con el que hago cosas que de
otro modo no haría, hay un sentido compartido sostenido colectivamente, hay un afuera de la égida de la
imagen. Es decir, lo hay en esas situaciones en que ya no estamos de a uno frente a la imagen (solitos ante ese
mundo todo alfombrado de imágenes), sino cuando estamos en comunidad, no ya una comunidad de escala
nacional, sino una comunidad (asamblea, ensamble, amistad, amor u otra) de escala situacional, vital, de la
escala que la obra colectiva requiera. Si, queriendo existir, quedamos solos frente a la imagen, quedamos sin
más remedio que avenirnos a sus criterios de lo que es existir y, para llegar a la existencia, quedar activamente
envueltos en sus dinámicas.
Podemos tal vez ser muy conscientes de que el mundo imaginal es mentira, pero también es cierto que
no accedemos a un mundo de verdad, y no nos queda mucho más remedio que decir “bueno, aunque sea
mentira, prefiero meterme en esta mentira, que me va a dar de comer (en todos los sentidos), que salirme de
ella, que me va a hacer encontrar el real de la exclusión”. Si estamos solos frente a la imagen, aunque sepamos
que la imagen “nos enrosca la víbora”, no zafamos de la víbora. Y la imagen es muy eficaz para dispersarnos,
esto es, para que no nos juntemos a crear otros criterios de existencia. Trascendemos esa disyuntiva cuando
construimos lazos que forjan sus propios criterios de existencia. La misma dispersión deja espacios donde se
construyen lugares que no son de sinsentido y simulsentido. Frente al tándem imaginal en que se cifra la égida
de la imagen, el tercero excluido parece ser la existencia vincular, que invita a la consigna ni inclusión imaginal
ni exclusión social: sentido colectivo.
Digo. Lo que necesitamos pensar ya no es meramente nuestra deriva en la dinámica de la dispersión sino
nuestra implicación en pensamientos (haceres) de la cohesión.

 FICHA 30017: “POST DATA SOBRE LAS SOCIEDADES DE CONTROL”, GILLES DELEUZE

I. Historia
Foucault situó las sociedades disciplinarias en los siglos XVIII y XIX: estas alcanzan su apogeo a
principios del XX y proceden a la organización de los grandes espacios de encierro. El individuo no deja de
pasar de un espacio cerrado a otro cada uno con sus leyes: primero la familia, después la escuela, despues el
cuartel. Foucault analizo muy bien el proyecto ideal de los lugares de encierro particularmente visible en la
fabrica: concentrar, repartir, ordenar, componer, pero lo que también sabia era la brevedad del modelo: sucedia
a las sociedades de soberanía cuyo objetivos y funciones eran otros como recaudar mas que organizar la
producción, decidir la muerte mas que ad ministrar la vida y tras la segunda guerramundial la sociedades
disciplinarias eran lo que ya no éramos, lo que dejamos de ser.
Estamos en una crisis de todos los lugares de encierro: prisión hospital, fabrica, escuela, familia, esta es
un interior en crisis como todos los interiores escolares profesionales. Son las sociedades de control las que
están remplazando a las sociedades disciplinarias
II. Logica
Los diferentes internados o espacios de encierro por los cuales pasa el individuo son variables
independientes y el lenguaje común de todos esos lugares existe, pero es analógicos. Mientras que los diferentes
aparatos de control son variaciones inseparables. Los encierros son moldes, módulos distintos, pero los
controles son modulaciones, como un molde auto deformante que cambiariacontinuamente de un momento a
otro.
En una sociedad de control, la empresa a reemplazado a la fabrica. La fabricaconstituía a los individuos
en cuerpo pero la empresa no cesa de introducir una rivalidad inexplicable como sana emulación, excelente
motivación que opone a los individuos entre ellos y atraviesa a cada uno dividiéndolo a si mismo. Asi como la
empresa reemplaza a la fabrica, la formación permanente tiende a reemplazar a la escuela.
En la sociedades de disciplina siempre se estaba empezando de nuevo(de la escuela al cuartel, del cuartel
a la fabrica), mientras que en la sociedades de control nunca se terminaba nada.
La sociedades disciplinarias tienen dos polos: la firma que indica el individuo y el numero de matricula
que indica su posición en un masa. El poder es al mismo tiempo masificador e individualizador, que constituye
en cuerpo a aquellos sobre los que ejerce y moldea la individualidad de cada miembro del cuerpo. En la
sociedades de control, por el contrario, lo esencial no es ya un firma ni un numero, sino una cifra que es una
contraseña que marca el acceso de información o el rechazo. Los individuos se han convertido en dividuos y las
masas en muestras, dato como mercados o bancos. Tal vez sea el dinero lo que mejor exprese la diferencia entre
las dos sociedades.
El hombre de las disciplinas era un productor discontinuo de energía pero el hombre del control es mas
bien ondulatorio.
A cada sociedad distinto tipo de maquina, las viejas sociedades sobre soberanía manejaban maquinas
simples pero las sociedades disciplinarias recientes se equipaban con maquinas energéticas; las sociedades de
control operan sobre maquinas de tercer tipo, maquinas informáticas y ordenadores cuyo peligro pasivo es el
ruido y el activo la piratería o la introducción de virus. Es una evolución tecnológica pero mas aun una
mutación de capitalismo, que puede resumirse asi: el capitalismo del siglo XIX es de concentración para la
producción y de propiedad. Elige pues la fabrica el lugar de encierro, siendo el capitalista el dueño de
producción. En cuanto al mercado es conquistado por especialización, por colonización por baja de los costos
de producción. Pero en la situación actual del capitalismo ya no se basa en la producción, sino en la súper
producción. Lo que quiere vender son servicios y lo que quiere comprar son acciones, es un capitalismo para la
venta y para el mercado.
Las conquistas de mercado se hacen por temas de control, por fijación de cotizaciones por
transformación del producto. El servicio de venta se a convertido en el centro o el alma de la empresa. El
marketing es ahora el instrumento de control social que a corto plazo y de rotación rápida pero también
continuo e ilimitado. El hombre ya no es el hombre encerrado si no el hombre endeudado
III. Programa
Lo que se entiende por crisis de las instituciones es la instalación progresiva y dispersa de un nuevo
régimen dominacion

 FICHA (14088). Zygmunt Bauman: “modernidad liquida y fragilidad humana”. Adolfo Vasquez
Rocca

1. Modernidad liquida; introducción


La modernidad liquida explora cuales son los atributos de la sociedad capitalista que han permanecido
en el tiempo y cuales las características que han cambiado. El autor busca remarcar los trazos que eran
levemente visibles en las etapas tempranas de la acumulación pero que se vuelven centrales en la fase tardía de
la modernidad. Una de esas características es el individualismo. La modernidad liquida es una figura del cambio
y de la transitoriedad: los sólidos conservan su forma y persisten en el tiempo, los líquidos son uniformes y
fluyen. Como la desregulación, flexibilización o liberación de los mercados.

2. De peligrosa extrañeza de los otros a la sociedad de la incertidumbre.


“El otro” tipificado como extraño por desconocido es un portador de incertidumbre, siendo su mayor
amenaza atentar contra el orden social de mi mundo. Este otro es tipificado con el estigma de ser portador de
suciedad, ya que el orden prende expulsar este suciedad contaminante, también es el portador de ambivalencia,
esta los hace irregulares e impredecibles en sus relaciones. Ej: es el caso de los marginados sociales.
La modernidad liquida es un tiempo sin certezas. La cultura laboral de la flexibilidad arruina la previsión
de futuro, deshace el sentido de la carrera profesional y de la experiencia acumulada. La familia nuclear se ha
transformado en una relación pura, donde cada socio puede abandonar al otro a la primera dificultad. El amor se
hace flotante sin responsabilidad hacia el otro, siendo su mejor expresión el vínculo sin cara que orece la web.

3. Estados transitorios y volátiles de los vínculos humanos: desvinculación


La incertidumbre en que vivimos se corresponde a transformaciones como el debilitamiento de los
sistemas de seguridad que protegían al individuo y la renuncia a la planificación de largo plazo: el olvido y el
desarraigo afectivo se presentan como condición del éxito. Bauman se refiere al miedo a establecer relaciones
duraderas y a la fragilidad de los lazos solidarios que parecen depender solamente de los beneficios que
generan. Este se empeña en mostrar como la esfera comercial lo impregna todo, que las relaciones se miden en
términos de costo y beneficios, de liquidez.
Bauman de vale de conceptos como “desechos humanos” para referirse a los desempleados, que son
considerados excluidos, se habla de excedentes, la gente es superflua, innecesaria, porque cuantos menos
trabajadores haya, mejor funciona la economía.
Es mejor desvincularse rápido, los sentimientos pueden crear dependencia.

4. Decrepitud; estados transitorios y volátiles.


El amor y también el cuerpo decaen.
¿Quién soy? La identidad en esta sociedad de consumo se recicla. Es ondulante, espumosa.
La imagen de la espuma es funcional para describir el actual estado de cosas, marcado por el pluralismo
de las invenciones del mundo, por la multiplicidad de micro-relatos que interactúan de modo agitado, asi como
para formular una interpretación antropológico- filosófica del individualismo moderno. Espumas responde a la
pregunta de cuál es la naturaleza del vínculo que reúne a los individuos.
Nuestras comunidades con artificiales, liquidas, frágiles; tan pronto como desaparezca el entusiasmo de
sus miembros por mantener la comunidad esta desaparece con ellos.
En cambio, cuando el otro es un “radical otro”, es decir, no es como nosotros, o no es uno de nosotros,
entonces no surge la identificación con la cual se gesta un lazo espontáneamente simpatetico, más bien se trata
de alguien con quien no nos identificamos proyectivamente.

5. desterritorializacion; adicción a la seguridad y miedo al miedo.


La apropiación del territorio ha pasado de ser un recurso a ser un lastre, debido a sus efectos adversos
sobre los dominadores: su inmovilización, al ligarlos a las inacabables y engorrosas responsabilidades que
inevitablemente entraña la administración del territorio.
Nuestras ciudades son metrópolis de miedo. Nos hemos convertidos en adictos a la seguridad pero
siempre inseguros de ella, lo aceptamos como si fuera lógico, hasta el punto que contribuimos a normalizar el
estado de emergencia.
Miedo es el nombre que le damos a nuestra incertidumbre: a nuestra ignorancia con respecto a la
amenaza y a lo que no se puede hacer para detenerla o parta combatirla.

6. Mundo globalizado y policéntrico.


El dominio económico y europeo no tuvo rival los cinco últimos siglos. Bastaba ser europeo para
sentirse dueño del mundo, pero esto ya no ocurrirá más: pueblos que hace medio siglo se postraban ante Europa
muestra una nueva sensación de seguridad y autoestima, así como un crecimiento de la conciencia de su propio
valor y una creciente ambición para obtener y conservar un puesto destacado en este nuevo mundo
multicultural, globalizado y policentrico.

7. El régimen del sabotaje y la lógica del pánico como argumento central de la política en
Sloterdijk.
Sloterdijk: “el miedo esta al comienzo del intelecto, el miedo de alguna manera hizo al hombre” (este
punto no me pareció importante, página 7)

 Ficha 14049. “RESCATANDO APORTES DE ENRIQUE PICHÓN RIVIERE” Amilkar y Pintos

En los años 40 funda la ASOCIACION PSICOANALITICA ARGENTINA (A.P.A.). Se alejara


temporalmente debido al desarrollo de sus ideas sobre Psicoanálisis Social. Fundó y dirigió la primer escuela de
Psicología Social, cuya tarea es “aprender a pensar en grupo, entendido como la construcción de un E.C.R.O
(ESQUEMA CONCEPTUAL REFERENCIAL OPERATIVO): conjunto de conceptos generales teóricos,
referidos a un sector de lo real, universo del discurso que permiten una aproximación instrumental al objeto
particular.
Está fundamentado por el método DIALECTICO, pretende llegar a una epistemología convergente que
de respuesta y abra camino a la incorporación de disciplinas y técnicas siempre presentes en su hacer y su
pensar.
Con respecto a las dimensiones del E.C.R.O, Pichón Riviere expresa: “Entendemos por ESQUEMA
CONCEPTUAL a los sistemas de ideas que alcanzan una basta generalización, es un conjunto de conocimientos
que posibilita una línea de trabajo de investigación. En nuestro esquema conceptual, la OPERATIVIDAD, es
decir, la posibilidad de promover la modificación creativa o adaptativa según un criterio de adaptación activa a
la realidad, es el elemento fundamental”.
Todo E.C.R.O., tiene dos aspectos: SUPERESTRUSTURAL, dado por los elementos conceptuales;
INFRAESTRUSTURA, dado por elementos emocionales, motivacionales, que denominó VERTICALIDAD
DEL SUJETO, y hace referencia a aquellos aspectos surgidos de su propia experiencia de vida que determinan
su particular forma de abordar la realidad.
Su base teórica se apoya en Freud, Melanie Kleain, Mead, Lewin, Sartte, como soportes instrumentales
sin pretender su articulación.
Sus enseñanzas han sido fundamentalmente orales, su pensamiento transformado en obra.
Es el creador de una técnica particular del trabajo con grupos: LOS GRUPOS OPERATIVOS, iniciados
en 1958, en el Instituto de Estudios Sociales. Realiza la denominada EXPERIENCIA ROSARIO, donde en
dicha ciudad trabaja con profesores, alumnos, deportistas, público en general. Da clases y luego se reúnen en
grupos con un coordinador y un observador que discuten la clase, lo cual da origen a la denominada TECNICA
OPERATIVA. La heterogeneidad del grupo brinda mayor riqueza al conocimiento, cuya función es abrir
canales de comunicación y producir un código común que facilite el intercambio de experiencias.
El GRUPO OPERATIVO es definido como: Conjunto restringido de personas, ligadas por constantes
de tiempo y espacio, ARTICULADAS, por una mutua representación interna con la finalidad de desarrollar
una tarea implícita y explicita que constituye su finalidad, interactuando a través de complejos mecanismos de
asunción y adjudicación de roles. A partir de una consigna se establece el encuadre, reglas de funcionamiento,
roles formales (coordinador, observador, miembro del grupo), lo cual no tiene que ver con los roles que irán
surgiendo (líder, chivo emisario, saboteador, portavoz).
El grupo operativo suele atravesar diferentes momentos:
APERTURA: todo lo que sucede antes de abocarse a la tarea, llegada de personas, ubicación,
comentarios informales.
DESARROLLO: comienza cuando el grupo explícitamente se pone a trabajar. Eludiendo las cuestiones
planteadas o no al principio, si entra en tarea o no.
CIERRE: se establece el grado de elaboración que en el transcurso de la reunión se ha logrado de
aquellas cuestiones surgidas al comienzo.
Plantea dos ansiedades básicas del ser humano que influyen en el grupo: miedo a la pérdida de estado de
equilibrio anterior (ansiedad depresiva); miedo al ataque de la situación nueva y desconocida (ansiedad
paranoide). Resolver estas ansiedades básicas que se manifiestan como obstáculos, lo ha denomina TAREA
IMPLICITA, mientras que al abordaje del tema dado lo ha llamado TAREA EXPLICITA.
El Grupo Operativo es terapéutico en la medida que permite aprender a pensar con otros, a vencer a
través de la cooperación y complementariedad en las tareas las dificultades del aprendizaje, enriqueciendo el
conocimiento de si y del otro en la tarea.
Diseña una actividad didáctica, que denomina “DIDACTICA DE EMERGENTES”: luego de una clase
teórica que funciona como disparador, se retrabaja en grupos los conceptos dados, desde aquello que despierta
en cada uno, recuerdo, ideas, conocimientos previos, vivencias, etc. Ello se realiza a través de dos fenómenos
fundamentales: RESONANCIA (lo que cada uno siente en relación a determinada cuestión) y
CONSONANCIA (lo que cada uno asocia de su experiencia personal en relación con el tema).
Rivere, identifico un conjunto de variables, propiedades observables, que llamo “CONO INVERTIDO”,
a partir de las cuales se analiza, evalúa y significa lo que pasa en el proceso grupal. Son seis:
Lado IZQUIERDO (LO MAS IMPORTANTE)
AFILIACION Y PERTENENCIA: el paso entre ambos se da cuando empieza a instalarse la
representación interna de los otros, incluido uno mismo en cada uno de los miembros del grupo. Si no se da
esta integración, es muy difícil lograr la cooperación.
COOPERACION: jugar una actividad que se complementa con la del otro
PERTINENCIA: significa abordar una tarea, procesar las clases teóricas
Lado DERECHO:
COMUNICACIÓN: observar los ruidos que la dificultan, y que es lo que se ha logrado poner en
común, el código construido.
APRENDIZAJE: apropiación instrumental de la realidad tiene que ver con dejarse penetrar por el
conocimiento en todas las modificaciones que ello implica
TELÉ: concepto que toma de Moreno, alude a las situaciones en las que uno se ve atraído o rechaza al
otro. Ligadas a fenómenos transferenciales.
Son muy importantes sus hipótesis en las que trata de resolver la relación entre la estructura social y la
configuración del mundo interno del sujeto, la cual aborda a través de la noción de vínculo: no existe nada en el
que no sea la resultante de la interacción entre individuos, grupos y clases. Esta relación es el objeto de la
Psicología Social, constituyendo el grupo el campo privilegiado de operación de esta disciplina.
Pichón Riviere va a llamar GRUPO INTERNO a la reconstrucción de la trama relacional, del sistema de
relaciones intersubjetivas, o estructura de vinculo interiorizados y articulados en un mundo interno. Son
modelos internos que orientan la acción hacia las demás relaciones intersubjetivas. Para él, lo intrapsíquico es
un efecto psico social. El ser humano al nacer necesita del sostén amoroso, en en brazos de alguien que adviene
al ser sujeto psíquico. Los grupos internos son para él modelo internos que orientan la acción hacia los otros en
las relaciones intersubjetivas.
Al referirse al VÍNCULO, concepto central en su obra da entrada al sujeto, no como un ser aislado, sino
incluido en el grupo, cuya base es la familia. La familia es considerada esencialmente psicosocial,
sociodinámica e institucional ya está insertada en el campo social. El enfermo mental es un emergente de un
grupo familiar enfermo que trata así de defenderse de un conflicto. Distingue en el vínculo un CAMPO
EXTERNO y un CAMPO INTERNO, al primero lo define como una relación de objeto con un objeto interno y
al segundo como un vínculo con un objeto externo. Lo que llama “relación de objeto” es a “la forma particular
que toma el yo al ligarse con la imagen de un objeto localizado en él”.
Hizo también aportes acerca de la TRANSFERENCIA en los grupos, y la divide en HORIZONTAL y
VERTICAL: la primera es la que resulta del despliegue de fantasías originarias, fantasías que pertenecen en su
origen a una subjetivación que no se ha logrado plenamente, remite a la identificación recíproca entre sus
agrupantes. La segunda implica la experiencia subjetivamente del sujeto individual, remite a la historia de los
individuos en y especialmente antes de su inclusión en el grupo. La transferencia vertical emerge de la
horizontal.
Deja planteado que el objeto de estudio de la Psicología Social es la relación que se da entre mundo
interno y mundo externo, una relación en la que ambos polos se influyen recíprocamente.
Su idea de salud es entendida como adaptación activa, transformación del sujeto y su medio.

MODULO 3

ACERCA DE LA IMPORTANCIA DE LA NOCIÓN DE DISPOSITIVO Y SUS EFECTOS PINTOS-


ACUÑA; MODULO 3 FICHA N° 14072.

El presente trabajo tiene como propósito principal el análisis del dispositivo grupal. Intentaremos distinguirlo de
otras categorías referidas a enfoques metodológicos, además de interpelar su existencia y enunciabilidad.
Los dispositivos pueden ser pensados desde su construcción como: dispositivos sociales y como dispositivos de
intervención. En tanto construcción social recibe aportes de las Cs. Sociales, de la ffía, de la historia. En cuanto
a su construcción técnica los recibe desde las disciplinas que construyen dispositivos para operar/intervenir.

DISPOSITIVO EN EL PENSAMIENTO DE FOUCAULT


Foucault introduce la idea de dispositivos en “vigilar y castigar” y en “la voluntad de saber”, en la que estudia
detalladamente los dispositivos de sexualidad, aludiendo al complejo entramado de fuerzas y discursos con el
fin de ejercer el poder para producir determinadas acciones; es una configuración estratégica que crea
condiciones para “conducir conductas”, es decir, ciertas formas de subjetivación.
- En una determinada geografía y momento histórico, una temática, métodos, discursos, prácticas, se articulan de
tal manera que hacen surgir un conocimiento “válido, científico, o moral” y tienen la fuerza de modelar
subjetividades.
- Dice: “el dispositivo es un conjunto decididamente heterogéneo de elementos. El dispositivo mismo es la red
que se puede establecer entre esos elementos… entiendo por dispositivo una especie de formación que, en un
momento histórico dado, tuvo por función mayor la de responder a una urgencia. El dispositivo tiene una
función estratégica dominante”…
- “El dispositivo es de una naturaleza esencialmente estratégica, lo que supone que se trata de una cierta
manipulación de relaciones de fuerza, bien para desarrollarlas en una dirección concreta, bien para
bloquearlas, o para estabilizarlas, utilizarlas… El dispositivo se halla siempre inscripto en un juego de poder,
pero también siempre ligado a uno de los bornes del saber, que nacen de él, pero asimismo lo condicionan”.
Deleuze en su texto ¿qué es un dispositivo?, refiere la relación discursos-prácticas-poder-campo de los
dispositivos sociales con la metáfora de ovillo o madeja, “un conjunto multilineal”. Señala distintas
dimensiones o líneas principales en la composición de un dispositivo:
- Líneas de visibilidad, en el sentido que los dispositivos operan como máquinas que “hacen ver” ciertos aspectos
y otros permanecen en invisibilidad.
- Líneas de enunciación, su función es “hacer hablar” a través de un discurso concreto, esta dimensión implica lo
que puede ser dicho y lo que debe ser silenciado.
- Líneas de fuerza, o de poder, que atraviesan todos los lugares de un dispositivo y regulan el tipo de relaciones
que pueden producirse dentro de ese dispositivo.
- Líneas de objetivación y subjetivación, se refieren a la producción de subjetividad que determina un dispositivo
específico, los procesos de subjetivación.
- La dimensión del poder junto al saber, producen lo que para una época determinada es “lo verdadero”, la
realidad y la subjetividad que producen.
- Deleuze va a decir también que hay líneas de fuga o de fractura, es lo que escapa de los esfuerzos de captura
tanto de los saberes como del poder de un dispositivo. Es decir cuando un dispositivo se pone en marcha,
cuando comienza a operar se producen 2 tipos de efectos, los buscados y los imprevistos, también efectos de
resistencia, los que pueden dar lugar a la creación de algo diferente, impensado.
- Foucault decía: es sólo en términos de negación que hemos conceptualizado la resistencia. No obstante, es
también un proceso de creación. Crear y recrear, transformar la situación, participar activamente en el
proceso, eso es resistir.

DISPOSITIVO GRUPAL
- El dispositivo es el soporte fundamental para el estudio y operatividad en el campo de lo grupal.
¿A qué responde el dispositivo grupal?
- Siempre responde a una demanda, construyendo quien la recibe un artificio metodológico para hacer ver y hacer
hablar y para encontrar, en forma conjunta con el grupo, el punto de urgencia. Incluye: discursos, instituciones,
lo dicho, lo no dicho.
- A partir de su puesta en marcha podemos visibilizar el despliegue de los distintos atravesamientos de un grupo:
la inscripción institucional, los efectos de las normas enunciadas, la constitución de las que el grupo produce,
las referencias, pertenencias teóricas, grados de libertad y estilo del coordinador, así como su deseo de
coordinar.
- Podemos entrever en el devenir del grupo la pluralidad de integrantes, lo singular de cada situación que
construyen, las tareas, el dibujo de la secuencia, lo pendular e/polo técnico y polo imaginario, las transferencias,
identificaciones, y la red e/ tantas dimensiones puestas en juego. El diseño del dispositivo va al encuentro de lo
que él mismo permite, en un juego de fuerzas bloqueados, estabilizados y /o potenciados.
- “Cada grupo” desde su singularidad no es independiente del contrato que lo funda, de su pertenencia
institucional, del estilo y referentes teóricos del coordinador.

¿A qué llamamos dispositivo grupal?


- Es un artificio inventado para cumplir determinados objetivos; implica una articulación e/teoría y técnica. Lo
pone en marcha el coordinador haciendo posible la constitución de un espacio en el que la palabra es
resguardada, y el discurso sostenido. Abre, de esta manera, a la multiplicidad de sentidos que circularán de una
manera inagotable.. El marco, el proceso, las intervenciones del coordinador quedan así inseparables de su
construcción.
- El dispositivo grupal permite, la conformación de la matriz grupal y abre a las situaciones que se montan sobre
la doble tarea de sus miembros: la manifiesta y la latente, que no es otra cosa que la construcción del grupo.
- El dispositivo propone una connotación escénica donde la mirada, la escucha, el uso de la espacialidad y la
dramática circulan y mueven en juegos diversos. La cadena asociativa grupal que se va dando incluye gestos,
acciones, todo el cuerpo expresándose, además del discurso verbal.

¿La enunciación de una regla por parte del coordinador provoca efectos?
- El encuadre es ese ordenador, que consiste en reglas acerca del tiempo y lugar de las reuniones, la frecuencia,
los honorarios, la consigna… Es un operador del proceso grupal que tropieza con las resistencias que provoca.
- Estas enunciaciones determinan posiciones y condiciones de producción. Por lo tanto, el dispositivo muestra
que nunca es neutro, siempre produce efectos (de manipulación, de sugestión, de reflexión, de calma, de
apertura a no a nuevas producciones, etc.).
- El coordinador no solo enuncia las reglas sino que las sostiene y analiza cuando se rompen. Tiene como
correlato la abstinencia de toda relación que no sea vía palabra e/miembros y el coordinador en el contexto de
los encuentros. Promueve el hecho de que pueda retomarse aquello que ha podido intercambiarse fuera del
encuentro.

¿A qué hace referencia el uso de instrumentos/recursos técnicos?


- Hay distintas herramientas, procedimientos para usar. Su selección depende de los objetivos, momento, tamaño
del grupo, del espacio y tiempo disponible, de la institución, de las características de los miembros, de la
formación del coordinador. Hay una confianza del coordinador en relación a los recursos a implementar.
- El modo pautado de intervención puede elegir privilegiar sólo la palabra o cualquier otra “mediación” propuesta
como medio de acceso (recursos técnicos varios). En este último caso la secuencia tiene un ordenamiento. Si se
altera, transgrede, omite o modifica debido a impredecibles, debe considerarse significativo su análisis ya que
su cumplimiento o no hace a la construcción de condiciones de visibilidad y/o enunciabilidad para indagar
condiciones de posibilidad.
- Desde nuestra preocupación por lo vincular y el lazo social, en pos de un trabajo de pensamiento con otros, nos
convoca la tarea de caracterizar la situación actual, detectar el agotamiento de políticas, y de teorías y
dispositivos de intervención. Trabajamos pensando en dispositivos que generen gestiones solidarias donde
transite la invención, y las posibilidades de transformación desde la propia producción de subjetividad,
permitiéndonos dar cuenta de las situaciones que habitamos.

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